lunes, 30 de enero de 2017

INTERNACIONAL







“ISLAM WAR II”

Las primeras medidas de la Casa Blanca parecen orientadas a la separación de comunidades, la segregación de naciones por confesión siendo los principales blancos los musulmanes ¿Prepara Trump una nueva cruzada contra el Islam?




Por Charles H. Slim
La primera gran guerra lanzada por el ala necon y sus aliados sionistas en 1991 contra el mundo islámico y contra todos los musulmanes llegó a su apoteosis con la invasión de Afganistán en 2001 y de Iraq en 2003 que solo cambio en su intensidad pero no se detuvo con la llegada de Barak Obama a la Casa Blanca en 2008 que además de extender sus acciones contra poblaciones en Libia, Pakistán y Yemen,  podría decirse que a partir del 2012 quedo empantanado en Siria con sus frustrados planes de “balcanizar” al país árabe y a la península arábiga entera.

Ahora con la llegada a la presidencia de Donald Trump, parece que irá cumpliendo con cada una de sus promesas, en especial con aquellas que –curiosa y contradictoriamente- llenan las expectativas del denominado Stablishment político de EEUU, de Gran Bretaña y por supuesto de Tel Aviv.

Según algunas encuestas dentro de los EEUU, un tercio de la población apoya las políticas segregacionistas contra los musulmanes y prácticamente todo el arco político de los republicanos lo apoyan entusiastamente, entonces ¿Qué diablos ha cambiado con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca?  

Por lo pronto, las primeras acciones de su administración ya esbozan como será la situación con los musulmanes. Más de cuarenta personas fueron asesinadas en Yemen por un “exitoso”  ataque –según el mismo Trump- contra supuestos militantes de “Al Qaeda”, algo que jamás se comprobara. En Quebec, Canadá, un conveniente ataque en el Centro Cultural Islámico de la ciudad era escenario de un supuesto ataque “islamista” que se produjo casualmente un día después que el primer ministro Justin Trudeau le respondiera a Trump que “aquellos que huían de la persecución el terror y la guerra…serían bienvenidos a Canadá”.

Para los algunos analistas de la CIA, se había tratado de una casualidad y que ello era parte de la llamada “guerra civil entre chiitas y sunitas”, un embuste que en el mundo árabe-islámico además de no ser creíble es inexistente y que fue implantado por los norteamericanos y muy bien matizado por los medios anglosajones tras la invasión a Iraq.

Los musulmanes volverán a ser el centro de las sospechas pero esta vez, no habrá distinciones entre sunitas o chiitas ya que en la realidad el acendrado odio que existe en las elites políticas anglosajonas a los árabes en particular y los musulmanes en general es tan antiguo como la fundación del estado de Israel. No hay que olvidar que la violencia que occidente llevó al Medio Oriente y al centro de Asia  beneficia ampliamente a los intereses israelíes quienes ven como muy conveniente que las poblaciones árabes migren para despejar vastos espacios territoriales que Tel Aviv sin dudas ambiciona ocupar.

Estas renovadas políticas segregacionistas que han venido siendo alimentadas por los medios anglosajones, han sido aplaudidas de pie por las organizaciones sionistas y ampliamente apoyadas por los lobbies pro-israelies que gravitan en los asuntos de política exterior de la Casa Blanca.

Pero si hay una medida que desata la algarabía de Tel Aviv es sin dudas el decreto firmado por el presidente Donald Trump de “prohibir el ingreso a los ciudadanos iraníes a los EEUU”, algo que a los ojos del sionismo es una señal de que habrá seguras oportunidades de lanzar el tan ansiado ataque contra Irán.

Una clara señal del regreso de una política agresiva y peligrosa para los derechos humanos de los musulmanes alrededor del mundo se complementa  con la designación del nuevo jefe de la CIA, Mike Pompeo, un ultra conservador perteneciente al nada menos que el “Tea Party” cuya ideología racista comulga armónicamente con sionistas recalcitrantes como Ashton Sheldon,  Avigdor Lieberman y el mismo Benjamín Netanyahu.

Ello no quiere significar que la era Obama haya estado limpia de violaciones a los derechos humanos y en especial contra los de musulmanes de Afganistán, Pakistán, Iraq, Yemen y Siria. El hasta hace poco director de la CIA John Brennan no tuvo ningún escrúpulo en ordenar en dichos países, operaciones de asesinato utilizando Drones armados controlados a distancia, articular ayudas encubiertas a los embustes “yihadistas” como “Al Qaeda” y el “Daesh” en Siria o la de continuar –pese a la orden ejecutiva 13491- con las torturas y las ejecuciones usando mano de obra tercerizada (http://www.principiamarsupia.com/2014/12/10/12-salvajadas-de-la-cia-en-el-informe-sobre-torturas/).
prisionero iraqui en sesión de interrogación

En ese sentido no hay que olvidar que el entonces candidato Trump había afirmado su apoyo al uso de la tortura coincidiendo con una encuesta realizada por la ABC NEWS que mostraba que una buena franja de la población estadounidense era partidaria de estas abominables prácticas. Y qué decir del informe del Senado producido por el Comité de Inteligencia reflejado en una pobre investigación sobre Torturas y abusos de unas 5000 páginas que a pesar del número de  documentos citados, muchas fuentes aseguraron que los más importantes y graves habían sido obviados.

Sin lugar a dudas todo eso solo había sido una gran charada, con la cual el gobierno de Obama y sus comités del senado tratarían lavarse las manos ante una oleada de acusaciones y de descredito que llegaban desde los cuatro puntos cardinales. Incluso actualmente si se buscan los documentos que “presuntamente” se habían hecho públicos en aquella ocasión, hoy no pueden ser hallados en el servidor oficial del Congreso de los EEUU (Cfr. Intelligence senate. Gov. https://www.intelligence.senate.gov/study2014/sscistudy1.pdf )

A todo esto y como corolario, la administración Obama se va dejando un nefasto record en gasto militar, más cabezas nucleares puestas en servicio, provocación de miles de muertes y países destruidos por sus intervenciones ¿Cómo pueden explicarse todas estas crasas contrariedades con aquellas empalagosas promesas de campaña? Simplemente no se pueden explicar.

Dentro de este marco social y de la idiosincrasia de los EEUU, no hay que asombrarse de los políticos que tienen ni menos aún de sus funcionarios de inteligencia y militares que se han criado  bajo una venenosa educación racista y repleta de engaños.  La designación de Trump como presidente y el gabinete que lo acompaña es la continuidad de una política de odio que nada bueno puede traer para la paz del mundo.

En este sentido un jefe de la CIA como Mike Pompeo es el preludio de muchas arbitrariedades y del incremento de la inseguridad contra los derechos de las personas no solo estadounidenses, sino también contra cualquiera que además de no ser cristiana, se manifieste en contra de las repugnantes políticas y sus criminales resultados.

Calificado como un “extremista radical cristiano” que considera al Islam como una amenaza y que es necesaria la guerra entre el Islam y el Cristianismo, ha dejado entrever que es partidario de prácticas de torturas como el “submarino” tan usada desde el 2001 por las agencias de inteligencia como los militares contra sujetos acusados de terrorismo, preferentemente musulmanes.

La designación de este funcionario con claras tendencias fanáticas, coloca a los EEUU en el sendero del cual supuestamente Trump había criticado en campaña, pudiendo desatar una nueva y  mucho más cruenta espiral de violencia, persecución y muerte que opaque las masacres colectivas que EEUU llevo adelante contra Iraq, Somalia, Afganistán, Libia, Yemen y Pakistán.

Tal como suponían muchos, tanto Trump como Pompeo parecen que seguirán el libreto de la “lucha contra el terrorismo” ignorando el embuste que representa tanto “Al Qaeda” como el “ISIS” que son, tal como el mismo Trump lo dejo claro en campaña, dos activos de la CIA para justificar la supuesta amenaza a la seguridad y permitir las intervenciones en el exterior.

Asimismo, viendo este panorama, queda en claro que la designación del general James “perro loco” Mattis no es para nada casual. Con un amplio record de crímenes contra civiles en Iraq, Mattis es también un empedernido islamofobo que considera a los musulmanes como un peligro a erradicar.

En este mismo contexto y de acuerdo a las políticas de ingreso restrictivo a la Unión, los musulmanes, árabes de países como Libia, Iraq, Somalia o Siria, por su condición de tales verán prohibida su entrada y solo ser permitiría el ingreso a aquellos ciudadanos de esos países que acrediten ser cristianos  y por supuesto “amen a América” (Globalresearch.ca. http://www.globalresearch.ca/trump-bans-muslims-from-entering-the-united-states-launches-holy-war-against-radical-islam/5570770 )




viernes, 27 de enero de 2017

DEFENSA Y SEGURIDAD




“MIG-29 EN CAMINO”

En una aparente muestra de sentido común y pragmatismo político, Buenos Aires pareciera haber tomado el toro por las astas y comenzado gestiones serias para la adquisición de 15 cazas de combate de origen ruso



Por Charles H. Slim
La situación de las FFAA y en especial de la Fuerza Aérea Argentina no daban para más y en ese sentido habíamos venido explicando la necesidad imperiosa que requería una reestructuración seria y profunda del área de defensa teniendo en cuenta la compleja realidad geopolítica y geoestratégica internacional  que no perdona ni a débiles, cándidos e improvisados (PEP. https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/11/en-debate-justo-tiempo-se-frustra-la.html )

Para cuando Macri asumió la presidencia la situación del área de la defensa era lamentable. La década “ganada” de los K, solo dejo devastación y abandono en el tema evidenciando una severa ignorancia y la ausencia de un proyecto de país a futuro. 

Particular caso era y sigue siendo el de la Fuerza Aérea, una de las más reconocidas en la historia del siglo XX tras haber probado en 1982 la capacidad –tanto individual como colectiva- de sus hombres quienes con voluntad, pericia y heroísmo pudieron pilotar aviones tan vetustos como los “A-4Q” de fabricación norteamericana o los “Mirage- III” de fabricación francesa, para atacar con armas no aptas para la guerra naval a una de las flotas más modernas de la OTAN como era por aquel entonces, la “Real Flota Británica”.

En aquella guerra por Malvinas, las islas Sandwiches y Georgias del sur, en algunos casos el sacrificio de los pilotos argentinos llego a extremos impensados. Ante la falta de la tecnología que pudiera compensar los novedosos recursos con los que contaban los ingleses, los pilotos argentinos llegaron a volar a un metro al ras del agua dejando inútiles los sistemas de misiles “Sea Cat” que habían sido instalados apenas unos meses antes en varios de los buques de la flota. Incluso, para tratar de ser certeros en sus ataques con las bombas para blancos terrestres, los pilotos argentinos llegaron a pasar por entre medio de las antenas y los radares de los buques británicos dejando estupefactos a los marinos de su “graciosa majestad”.

A pesar de la experiencia y de los excelentes recursos humanos, los gobiernos pasatistas, enceguecidos por sus intereses partidocráticos,  dejaron de lado la profundización en el estudio de aquel conflicto y de las carencias tecnológicas que había que compensar, abandonando a los combatientes y desentendiéndose de cualquier tipo de estudio dirigido a la reestructuración de las FFAA para el futuro.  
sistema de armas del MIG-29

La dimensión territorial de Argentina presenta unas necesidades particulares para su eficaz y rápida defensa, siendo sin dudas el arma más importante para conjurar una amenaza en ciernes, tener disponibilidad de una potente y rápida reacción aérea que llegue inmediatamente al sector que presenta una amenaza tanto a la seguridad como a la integridad territorial del país.

Las características geográficas hacen del país, un escenario que debe ser atendido por una determinada y precisa planificación que además involucre determinados elementos que respondan a las necesidades que el país necesite proteger. Durante décadas hemos estado viendo como esos intereses habían sido abandonados a su suerte dejando de lado obviamente políticas de desarrollo coherente en el tea de la defensa y en un compromiso serio de cómo abordar un tema que no es para cualquiera.

La realidad se impone y la política de la mojigatería presumiblemente se ha terminado. 

El país requiere que el área de defensa pase a estar ocupado por planteles de argentinos, tanto personas individuales como empresas que se hallen comprometidas con el desarrollo a largo plazo de un sistema defensivo dinámico, eficaz y moderno que vaya más allá de los gobiernos de turno y se mantengan al día en la tarea de saber y mantener afilada la defensa estratégica del país.

En ese sentido, Londres sabe muy bien que si Argentina rompe con esa dependencia política y tecnológica, Argentina se convertiría en una potencia regional en tan solo quince años y eso para la lógica del Foreing Office no debe pasar nunca. Asimismo se sabe que Gran Bretaña tiene sus hilos enganchados en varios asuntos internos de la región que buscan mantener un estado de caos de baja intensidad especialmente, manipulando el tema aborigen –especialmente de los Mapuches- con apoyos que obviamente se efectivizan con agentes locales.

Igualmente y pese a las cercanías políticas que se sintonizan entre el gobierno de Mauricio Macri y Londres, parece que ha primado el sentido común y el pensamiento pragmático que se refleja en las tratativas que se han venido gestionando entre el Ministerio de defensa argentino con el Servicio Federal de Cooperación Técnico Militar (FSMTS) de Rusia, para la posible adquisición de unos 15 aviones de combate MIG-29KR.
MIG-35

El trascendido fue confirmado por el mismo director adjunto del FSMTS Anatoli Punchuk, quien en medio de la presentación de los nuevos modelos del MIG-35 que se realizó el jueves 26 de enero pasado en Lujovitsi a las afueras de Moscú, dejo entrever que “Argentina había solicitado un presupuesto para la adquisición de 15 aviones MIG-29, por lo cual estaban evaluando la respuesta correspondiente”. De confirmarse esto, revelaría un salto cualitativo en el estado de la Fuerza Aérea y una decisión política  inteligente que no se veía hace más de dos décadas.
Solo se vio un timorato y fallido intento de acercamiento de Buenos Aires con Moscú en las postrimerías del gobierno de Cristina Fernández que al final quedo en la nada. 

Incluso y como muestra de la carencia de visión estratégica y de conocimientos sobre la realidad aeronáutica global, aquel gobierno estuvo a punto de ser literalmente estafado con la oferta de chatarra israelí que de no haber sido por la oposición de un alto oficial de la Fuerza Aérea, el país habría tirado millones de dólares a la basura.

Ahora bien. Con la posibilidad de adquirir estos MIG-29, Argentina debería complementar su sistema de defensa y vigilancia aérea que también es prácticamente inexistente. Tal cual lo habíamos señalado anteriormente, los sistemas de radar de alerta temprana rusos –en su extensa variedad- han demostrado una gran eficacia en detectar acciones reales contra las actividades furtivas de sus rivales de la OTAN.
Sin dudas de que éste avión cumpliría con los objetivos que el país urgentemente requiere, sin dejar de señalar que solo sería el primer paso de un largo recorrido. 

Anteriormente habíamos previsto como una acertada decisión, la adquisición de aparatos MIG-31 que por las características técnicas y la variedad de sistemas de armas que puede llevar, lo haría un elemento ideal para una defensa todo tiempo tanto para el aire, la tierra y el mar, éste último especialmente para un litoral marítimo tan extenso como el que Argentina posee.

Radar de defensa aérea temprana ruso

Los antecedentes del MIG-29 como aparato ampliamente probado en situaciones de combate real y su polivalencia operativa, lo hace un producto de amplio requerimiento que durante las últimas dos décadas –por las presiones de Washington y Londres- se había mantenido muy restringido su acceso a la región. En el caso argentino, Washington había venido negando cualquier posibilidad de acceso a tecnología aeronáutica que preocupara a su aliado británico. Las actuales condiciones que se están registrando en el campo político tanto en los EEUU como en Gran Bretaña apuntan a una introspección a los asuntos más ligados a lo interno que a sus aspiraciones expansionistas. 

NACIONAL




“¿REFORMA EN INTELIGENCIA?”

Habría planes de una reforma en el área de la Agencia Federal de inteligencia argentina que tendría como seguros asesores a  controvertidas agencias extranjeras ¿Reforma o cooptación definitiva?






Por Javier B. Dal
En lo que hace a la historia del mundo, cada clan, cada pueblo y luego nación necesito saber que estaba haciendo su rival allá del otro lado de los límites que los separaban. El espionaje es tan viejo como la misma prostitución y debe ser porque ambos pertenecen a la intrínseca naturaleza del hombre. Con el paso del tiempo y con la evolución tecnológica y política de los pueblos, el “espionaje” se fue acomodando a los momentos y a los enemigos que cada nación debía sortear.

Desde la simple observación de los movimientos de una aldea vecina o de territorios que luego serían conquistados, a la encriptación de textos para ser entregados en otros reinos, fueron herramientas que pueblos como los babilonios, acadios, los persas y por supuesto los chinos usaban normalmente para mantener una ventaja sobre las intensiones de sus enemigos. Precisamente el general chino Tsun Zu en su libro “Arte de la guerra” puso al espionaje como una de las armas irrenunciables y preponderantes para prevalecer sobre un enemigo.

En ese sentido el espionaje como una táctica para la guerra fue evolucionando ya no solo para los planes de conquista sino más bien, para prevenir agresiones y amenazas bélicas. No ha habido un solo pueblo y menos aún estados nación que se hayan abstenido de construir su correspondiente rama del espionaje que con el devenir del siglo XX, además de ampliar sus implicancias dentro de países enemigos, adquirió una mayor diversificación y mayor sofisticación en cuanto a los métodos para operar.

Pero como todo en este mundo, el paso del tiempo llevó a que esta herramienta fuera pervertida en cuanto a sus objetivos primigenios. Tras la segunda guerra mundial las agencias de inteligencia –de EEUU, Gran Bretaña y la URSS- salieron ampliamente beneficiadas y con la concesión de insondables recursos económicos, que les concedió un increíble poder tras bambalinas  convirtiéndose en grandes entes burocráticos  que extendieron sus competencias más allá de los objetivos originales.
Argentina como cualquier otro país tiene y debe tener sus organismos de inteligencia dado que como un estado nación, le cabe las generales de la ley en un mundo altamente riesgoso e impredecible. Pero aunque esto surge de un razonamiento lógico basado en el sentido común, el problema que distorsiona los objetivos de tan importante área del estado ha sido y sigue siendo la corrupción.

Allá por 1946 el general Juan Domingo Perón creó por decreto (337/46) la Secretaría de Coordinación de Información del Estado siendo para la época y para la historia del país, un adelanto estratégico muy importante pese a las críticas que los sectores afines a los intereses británicos desplegaron por los medios periodísticos de la época. Mal o bien fundada, la Secretaría era el primer esbozo de una incipiente organización inteligente que, en el contexto y ubicación geográfica del país, la hacían y sigue haciendo imprescindible.

Pero lamentablemente la inestabilidad política y los continuos contubernios que sacudieron al país, llevaron a que esta vital área de la vida política del estado pasara a ser la herramienta de segunda mano para ser empleada como “Task force” de agencias externas que además de dirigirlas para asuntos de interés “hemisférico” –como el caso de la CIA, el MI-6 y la DGSE- las penetrarían y controlarían a gusto con el arma más persuasiva que los hombres no logran resistir: el dinero.

Más conocida como la SIDE, fue el organismo civil de inteligencia que hasta hace apenas dos atrás (2015); debía bregar por la seguridad y los intereses nacionales. 

Actualmente solo parece haber cambiado su denominación (AFI) pero nada más.  Tras los años de plomo en la década de los setenta y con una clara degeneración institucional en los ochentas, ése órgano se convirtió poco menos que un mutante, en un enemigo intimo para los mismos ciudadanos que pudieran llegar a representar una amenaza a ciertos intereses negros que financian la vida de ciertos círculos políticos, sociales y hasta podemos decir personales de la Argentina. Dio lugar al desarrollo de grupúsculos que operaban por su cuenta y ello fue sin dudas, el síntoma de una metástasis que terminaría por tomar todo el órgano en la era “menemista”. La extorsión y el chantaje materializado con las “carpetas” de sus objetivos, hicieron de la SIDE y de quienes se servían de ella, su arma más temible para las reputaciones de posibles adversarios.

La muestra trágica de ese “relax” en la seguridad fue sin lugar a dudas los atentados que se registraron en el país con claros signos de elaboración y ejecución de inteligencias externas aunque  aún hoy algunos sectores pretendan mostrar lo contrario. 

Otra muestra de su inoperancia –en el sentido puro de sus funciones- fue el saberse que desde la era menemista la inteligencia militar estadounidense tenía su propia oficina en el Edificio “Libertador” en plena capital que cabe reconocerlo, fue expulsada hace algunos años por la ex ministro de defensa Nilda Garré.

Ni hablemos de las operaciones de la CIA y sus colegas israelíes quienes por sus ampulosas influencias y el insondable caudal de dineros negros que manejan no ha sido nada difícil comprarse voluntades locales para sus propios intereses; en ese sentido como olvidar uno de los ejemplos de éste “cambalache” como fue el caso del Rodolfo “el loco” Galimberti quien tras haber sido un activo elemento revolucionario de “Montoneros” en la década de los setentas, termino –al igual que varios actuales políticos y funcionarios- jugando a favor del sistema que decía combatir y pactando con la CIA para la cual trabajo hasta su muerte.

O que decir de Guillermo Patricio Kelly, personaje controvertido si los hubo en la política argentina  quien con una vida agitada de intrigas y conversiones mesiánicas paso del nacionalismo peronista al sionismo , llegó a denunciar a los “Gordon”, una banda armada  que pertenecía al riñón de la SIDE y que fue desarticulada a mediados de los ochentas.
Arribas y Magdalani titulares de la AFI

Con el menemismo la SIDE paso a ser definitivamente un colador y su inoperancia para poder recabar y analizar información de casos complejos como los atentados a la embajada de Israel en 1992 y la AMIA en 1994 quedo definitivamente corroborada con la aceptación de las supuestas pistas que la CIA y el Mossad le sugirieron al entonces jefe de la Secretaría.

De esa manera la SIDE había abandonado sus objetivos centrales y estaba dedicada a las tareas sucias que le encomendaban los gobiernos de turno que nunca tuvieron nada que ver con temas referidos a los intereses estratégicos y/o políticos del país. Espiar a periodistas, políticos opositores y sujetos que pudieran plantear un dilema a los intereses de sus empleadores de turno o a sus propios intereses se convirtió en el pan de cada día.

Recién tras la muerte dudosa del controvertido fiscal federal Alberto Nisman en febrero del 2015, el gobierno de Cristina Fernández improviso una solución que trataría de mostrar ante la opinión pública que se harían cambios profundos en la conducción y en las actividades de la Secretaria, aunque ellos solo fueran meramente cosméticos y pasajeros. Con la caricatura de un “solo hombre” –Antonio Stiusso- como el artífice de todo lo que la SIDE había y dejado de hacer durante los últimos cuarenta y tres años, el gobierno K trato de desembarazarse de tan pesada situación con solo cambiarle la denominación al área de inteligencia.

El último episodio que vuelve aponer en tela de juicio al área, son las sospechas de corrupción que recaen sobre el nuevo jefe de la AFI Gustavo Arribas, lo que ha vuelto a desatar un escándalo que pone en el centro de la escena a los servicios de inteligencia argentinos que han sido denunciados por la diputada Carrió de actividades de espionaje contra su persona.

Los actuales cambios telúricos en la política internacional y en especial el que se está registrando en EEUU, no dejarán lugar para seguir con esta situación que deja expuesto al país a un injustificable estado de indefensión y permeabilidad que no solo puede ser aprovechado organizaciones del narcotráfico  o el “terrorismo” sino por las mismas agencias que participan activamente en el desarrollo de éste último fenómeno que no tiene fronteras.



martes, 24 de enero de 2017



VETERANOS DE AYER





“REVISIÓN IRAQ”

Cuánto cuesta la vida de un iraquí para Washington? Tomo por sorpresa a EEUU el reclamo del actual primer ministro iraquí de una investigación seria y profunda sobre la invasión del 2003 y todas sus consecuencias.





Por Charles H. Slim
Cuando hace dos décadas y media atrás los ultra conservadores del neocon llegados a la Casa Blanca de la mano de George H. Bush  y sus colegas sionistas en el Congreso, jamás se les paso por la cabeza que la hoja de ruta que pondrían ejecución sobre el Medio Oriente sería el motivo por el cual daría el comienzo al declive de la influencia política y militar de EEUU en la región y el mundo.

En una mirada retrospectiva y situándonos a finales de la década de los setentas, podemos ver como Washington previo a estrechar lazos con el partido Baas empujo a Iraq a una guerra contra la república Islámica de Irán la cual, tras la revolución de 1979 había pasado de ser aquella corrupta  monarquía persa a un estado confesional con el Corán como Constitución escrita; una muy mala noticia para Israel. Cuando eso sucedió, Washington trató de cortar de gajo esta “revolución” pero fracasando en forma terminante. La  temible SABAK (policía secreta) creada, entrenada y dirigida por la CIA y el Mossad israelí que tan bien le sirvió para controlar la expansión del marxismo soviético y a la disidencia interna, a solo unas horas de la huida del Sha y su familia, simplemente cortaron sus lazos y muchos de ellos pasaron a jurar lealtad a la “revolución islámica” encabezada por el ayatola Rulloah Komeini.

Sin duda los iraníes aprendieron la lección y no se dejaron tentar por las mil y una tentaciones que desde Washington y Tel Aviv trataron de montar contra su nueva república. Con este despertar de conciencia nacional iraní, que implicó el de la fe islámica, las empresas petroleras norteamericanas y británicas que se habían saciado durante décadas a costa del crudo persa y de su baratísima mano de obra que les dejaba grandes márgenes de ganancia sin el menor costo para el trabajo humano, se terminó de la noche a la mañana. Sin dudas que la revolución de los Ayatolas les fregó un gran negocio y tumbo uno de los pilares estratégicos de EEUU en la región pero también agregó un elemento decididamente enfrentado a las políticas de Israel contra los palestinos y sus ambiciones sobre sus vecinos árabes.
James Carter y Sha Palevi

Inmediatamente vieron a Iraq como el único muro que podía bloquear la influencia iraní e incluso, el único que podía desbancar esa revolución alimentando la desconfianza de Bagdad hacia Komeini y su nuevo Status Quo. Para acelerar ello, Washington le propicio a Bagdad el acceso a las armas químicas y justificó por todos los medios la necesidad de usarlas.  La prensa angloestadounidense de los ochentas activamente financiada por la banca sionista, hizo de Irán, de los musulmanes chiitas  y del chiismo en particular, el demonio y una amenaza caricaturizada que proponía una imagen que inquietaba a los cristianos occidentales.

Culminada aquella sangrienta guerra para 1989 y en un acelerado cambio del marco geopolítico mundial –caída de la URSS-, Washington ya no necesitaba de Iraq dado que Teherán estaba literalmente agotado y no representaba amenaza alguna para Israel. 

Pero Saddam Hussein estaba impulsando que se aceptara al Dinar sustentado por oro, como moneda de cambio en la región para desplazar al dólar en el mercado petrolero y eso no agradaba a Wall Street.  De ese modo y conociendo los detalles de la sobredimensionada infraestructura militar y de defensa iraquí que tampoco era del agrado de Tel Aviv, Washington preparo la estocada con mucha anticipación.

De ese modo se creó una crisis y con ella se inició en 1991 una guerra que aún sigue persistiendo con diferentes actores, diferentes uniformes, ideologías y con nuevas armas pero vinculados a las consecuencias de aquella mal llamada “primera guerra del Golfo” ya que, lo que hoy ocurre en Iraq, es la continuación de lo que EEUU, Gran Bretaña y sus colegas de la UE pusieron en marcha el 17 de enero de 1991.

A la espantosa guerra que no estuvo exenta de brutalidad e inhumanidad contra los civiles iraquíes, vinieron trece años de un embargo arbitrario y criminal que por la cantidad de muertos que produjo y la miseria en que se sumió a toda la población del país árabe, no registra antecedentes desde que se instauró Naciones Unidas. Eso era lo que buscaban los “estrategas” en Washington, debilitar a Iraq para que su pueblo ahorcado por el hambre, la enfermedad y la carestía, se levantaran enfurecidos contra su gobierno y ellos, con la cobertura de la CNN y FOXNEWS desembarcarían en la península de Fao sin disparar un tiro.

Calcularon mal y creyeron que podían usar las mismas tácticas de presión que habían usado contra otro amigo descartable  que la CIA tenía en Panamá. Por el contrario el pueblo iraquí sin distinciones sabía y aún mantienen esa convicción, de que EEUU y sus aliados fueron los causantes de la ruina de sus familias, de sus vecinos y de su país. Incluso para malestar de Washington y a pesar de los años de guerra, Irán reactivaba sus contactos oficiales con Bagdad y extraoficiales con organizaciones chiitas permitiendo el flujo de personas desde ambos lados de la frontera.

Sin dudas que esto además de enfurecer al sector neocon y sus socios sionistas, movilizó la inquietud de Tel Aviv que desde hacía mucho tiempo buscaba la excusa perfecta para intervenir sobre Iraq y eliminar a Saddam Hussein y al partido Baas. Los hechos de septiembre del 2001 vinieron a cubrir esa necesidad e incluso lograron que George W. Bush se pusiera a la cabeza de la empresa que como ya es de público conocimiento, estuvo sustentada con una sarta de mentiras que fue entusiastamente propagada por cadenas noticiosas y periodistas como Judith Miller catalogada por la opinión pública estadounidense como una mentirosa llana.
Un interrogatorio, según Washington

Tras la invasión en 2003, comenzó para los iraquíes una verdadera pesadilla que solo podría haber sido elucubrada en una película de terror. Desde el ingreso de los US marines a territorio iraquí no pararon los testimonios de testigos civiles, soldados iraquíes e incluso de norteamericanos arrepentidos sobre abusos, ejecuciones sumarias y ocultamiento de cuerpos en fosas comunes. Las tragedias se fueron masificando casi en forma geométrica y como una plaga de langostas, las tropas norteamericanas lo arrasaban todo sin importar si había familias, mujeres, niños o combatientes.

La llamada por Washington “Libertad para Iraq” lo único que les concedió a los iraquíes fue el derecho a que cerraran la boca o a morir si se oponían. Fueron cientos los casos en los que los norteamericanos y sus colegas británicos entraban a las casas sacando a golpes a las familias atándolos con precintos y cintas en sus bocas para que terminaran de “vivar a Saddam”. Otros no tuvieron mejor suerte y simplemente fueron asesinados en el acto por aquellos psicópatas uniformados para luego, limpiar el lugar y simularlo en sus reportes para sus superiores como bajas en acción.

Un capítulo aparte fue sin dudas la guerra sucia que tipos como John Negroponte, David, Petreaus, Jeffrey Feltman, Paul Bremer, John Allen y la lista sigue, diseñaron y pusieron a rodar en Iraq, que con el sello de “Al Qaeda-Iraq” y luego el “ISI” en 2007, implementaron para tratar de contrarestar a parte de la resistencia que no se había dejado comprar.

Otro calvario fue el sufrido por miles de mujeres y niñas iraquíes que fueron secuestradas y tras ser recluidas en el sistema de prisiones montado por los norteamericanos y británicos, fueron puestas a disposición para la prostitución de todos los grados y formas sin conocerse a ciencia cierta, cuántas de éstas víctimas desaparecieron en esa red mafiosa.
torturadores judíos-estadounidenses en Abu-Graib

Mientras el pueblo iraquí sufría esto, los políticos advenedizos colaboracionistas que venían apoyando a Paul Bremer y su equipo de funcionarios como Salem Chalabi quien mantenía contactos directos con nada menos que Paul Wolfowitz y el vice Cheney, Ylad Alawi  que le dio a la CIA detalles de las fricciones internas y el que sería más tarde primer ministro, Nouri Al Maliki un oscuro dirigente del partido “Dawa”, que quedo más identificado como un estafador que impulso en colaboración con las tropas ocupantes, la persecución, secuestros, detenciones, desapariciones y ejecuciones de cientos de miles de sus propios compatriotas que contabiliza a más de un millón y medio de personas.

A pesar de que tanto oficialmente desde Washington, como desde la literatura nutrida de los medios como CNN se dijo que la campaña fue rápida, que “les arrojarían flores por las calles”  y que el costo en vidas humanas  civiles había sido muy bajo, lo cierto que los documentos que irían saliendo casi inmediatamente a la llegada de los invasores y que serían filtrados por fuentes de la incipiente resistencia, les dejaría enmudecidos ante tantas evidencias. 

La ocupación reveló un plan sistemático de limpieza humana, saqueos y disgregación social en el que participaron equipos israelíes y que trabajaron bajo cubierta y muchas veces participando en los centros de detención que los norteamericanos y los británicos construyeron en el país.

Hace uno días el títere que imposta como primer ministro de Iraq Haider Al Abadi sometido a una presión insoportable por la galopante corrupción de su gobierno, su ineficacia para combatir al “Daesh” y su revulsiva cooperación con EEUU que detesta la mayoría de la población, pidió ante el Centro de Estudios Estratégicos e 
Internacionales en Washington que se realice una profunda investigación por la invasión del 2003 y todas sus consecuencias con la finalidad última de que se indemnice por los daños humanos y al patrimonio histórico de su país (VeteransToday. http://www.veteranstoday.com/2017/01/18/iraq-urges-full-inquiry-into-2003-us-led-occupation/). No hay dudas de que la verdadera motivación de Al Abadi está en tratar de calmar la ira de un pueblo que quiere sacudirse a funcionarios como él y a sus amos que se hallan enquistados en la llamada “Zona Verde” en Bagdad.


Actualmente los sectores que avalaron todo esto comienzan a preocuparse por  éstas reivindicaciones que coinciden con la promesa de Donald Trump de revisar a lo que calificó como “la peor decisión de la historia de los EEUU”. De esta manera un amplio espectro del arco político estadounidense –por no decir todo- ven rondar sobre sus cabezas el síndrome “Chilcot”, un informe de 6000 páginas  que hundió al ex primer ministro Anthony Blair en Gran Bretaña y dejando a la islas bajo un severo cuestionamiento internacional.

domingo, 22 de enero de 2017

NACIONAL






“CON LAS MANOS EN LA MASSA”

La asunción del 45º presidente de los EEUU tuvo entre algunas curiosidades, la presencia de lumpens políticos argentinos que buscan congraciarse con la nueva administración




Por Javier B. Dal
Quien lo hubiera pensado; tan solo unos ocho años atrás el ver aun “revolucionario” kirchnerista yendo a un mitin en la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires o incluso en la asunción de un presidente norteamericano hubiera sonado desde su retórica “Nacional y Popular” casi incoherente. Pero no es ningún descubrimiento que todo lo que decía representar aquella banda de ladrones y estafadores del FPV usaban la “ideología” –que en realidad nunca tuvieron- como una máscara para saquear y nada más.

El mito –bastante berreta por cierto- elaborado en torno al gobierno “Nacional y Popular” de los Kirchner y sus principales personeros no ha logrado sobrevivir; incluso por ello podríamos decir que nada tiente de mitológico. Incluso sus últimos intentos fallidos por tratar de crearse una aureola de “revolucionarios perseguidos” fue dejarse las barbas a lo “Fidel”, que si nos detenemos a ver quién fue aquel viejo bribón de la Habana, veremos que no eligieron mal ejemplo para imitar.

A un político de esta clase y en especial de toda la clase política argentina, el refrán revolucionario “Patria o muerte” o aquel que  enseño Ho Chi Min y que decía “el camino de la revolución solo es en un sentido y no tiene retorno”  son imposibles de llevar a la práctica. Más bien esos lemas fueron reformados levemente para que en sus mentes digan “Patria o dinero” y “el camino de la revolución esta a la venta al mejor postor”.

Pero yendo a la actualidad política en EEUU, la asunción de Donald Trump el pasado 20 de enero trajo sorpresas en ese sentido. Cuando todos ponían sus esperanzas en la candidata Hillary Clinton y a la par denostaron a rabiar a la persona de Donald Trump, como no podía ser de otro modo, los chupamedias de los medios argentinos y la mayoría de la clase política que sigue convenientemente el libreto gastado –y fuera de moda- de la “democracia más grande del mundo”, celebraron con algarabía el traspaso de mando hablando de Trump como prácticamente un prócer. Bueno, es una costumbre muy argentina y es por ello que les va como les va.

Que representantes del gobierno de Mauricio Macri estuvieran presentes en dicha ceremonia es entendible y parte de una necesidad de la diplomacia del país. Incluso sería una demostración de la filiación ideológica que les une. Pero que entre los invitados estuvieran nada menos que el dirigente y diputado del “Frente Renovador” Mauricio Massa, es cuando menos hilarante.

No olvidemos que Massa fue un entusiasta funcionario de la gestión “K” y como tal, un conspicuo parlanchín de las políticas “populares” de aquella administración. 

Igualmente, cuando Massa abandono convenientemente el barco kirchnerista  se puso en campaña por acercarse al arco ideológico que en realidad jamás había dejado de lado, apuntando alto, bien alto y como un tributo a las políticas de seguridad del “gran hermano” implementadas en el municipio de Tigre, en 2014 fue a ver al ex alcalde de New York Rudolph Giulliani, una inspiración en lo que a políticas policiacas refería.

Para Massa era como ir a ver al “Papa” en el “Vaticano” de la política; y no era para menos. En su municipio, el ex “K” llevo adelante jugosos contratos para la “seguridad pública” con empresas privadas inglesas e israelíes, expertas en meterse en la vida intima de las personas con finalidades nada bondadosas. Igualmente el mejor argumento de Massa para meterse bajo la mesa de la fiesta era que trata de encontrar la cooperación de EEUU para la lucha contra el narcotráfico (¿¿).  Pero él no era el único que concurría a buscar algunas migajas de la mesa de la gran política internacional. Otros advenedizos que parecen atacados de amnesia por su pasado “K”, también acudieron a lamer el piso de la fiesta.

Lo triste de todo esto, es que a Washington no le interesa la región, al menos no como a éstos notables cipayos les gustaría que les vieran. Durante la era Obama, Latinoamérica y en particular el Cono sur, poco le interesó;  no hubieron intercambios comerciales más allá de oridinario, contactos políticos y diplomáticos de entidad que sirvieran en algún grado a Buenos Aires;  solo fue blanco de interés para despliegues militares de baja intensidad, especialmente en Perú, Chile, Brasil y claro en Argentina,  pero lo suficientemente intensos como para alterar la tranquilidad del vecindario.  

Para Massa y la diputada Graciela Camaño entre la larga lista de obsecuentes, hay malas noticias. A Trump tampoco le interesa la región y lo ha dejado en claro en sus discursos de campaña y en su hoja de ruta publicada en el sitio oficial de la Casa Blanca que entre otras curiosidades, ha dejado de publicarse en español (https://www.whitehouse.gov/ ). Pero a su vez, algunas de sus precisiones preocupan; una de ellas es que “al no haber terroristas ni suicidas” la región carece de importancia en cuanto a las políticas de seguridad que se desplegaran desde el Pentágono.


El problema de aquella afirmación es que pese a que no exista esa peligrosa realidad, no quiere decir que no la fabriquen y lo pongan a rodar, tal como ya fue advertido por finales del 2015 desde el Líbano por el líder de la resistencia chiita Hassan Nasrallah, señalando a quienes estarían tranzando planes y preparando el financiamiento para desatar una ola de caos similar a la que sufría Siria y la región ¿Habrá Massa y Cía advertido que no toleraran este tipo de injerencias?