jueves, 28 de septiembre de 2023

 

REGRESA TRUMP

¿Cuáles son los factores que fundamentan esta afirmación?

 

Por Charles H. Slim

 

Según las últimas percepciones, los estadounidenses se hallan bastante desconsolados con la administración de Joe Biden y gran parte de ese desconsuelo pasa por sus ineficaces políticas domésticas para controlar la inflación, el desempleo y el aumento del costo de vida. A esto se le suma sus pésimas políticas contra la industria nacional y en especial con las relacionadas con la producción, especialmente en las industriales de las automotrices que estarían siendo desplazadas por un mercado de automóviles eléctricos.

Trump a pesar de sus problemas judiciales ha prometido ponerse al frente de las protestas junto a los sindicalizados de la “United Auto Workers” quienes consideran estas políticas como una gran estafa y que según Trump, terminarán beneficiando a China.

A la par de esta crisis, se une el desempleo generalizado que se ve potenciado por una avalancha migratoria que Trump parece capitalizar con nuevas promesas de frenarla si llega una vez más a la presidencia.

Y si esto no fuera suficiente, el goteo incesante de dineros en el agujero negro de Ucrania para financiar las aventuras de la OTAN ya ha cansado no solamente a varios representantes republicanos del Congreso allegados a Trump (quienes enviaron una carta de negativa para seguir financiando al Sr. Zelensky) sino también por una parte importante de su ciudadanía. Los problemas que ya están en casa se suman los que provienen de las estúpidas políticas impulsadas por el Departamento de Estado materializadas en guerras interminables en el exterior.

Con esto queda muy claro que Trump sigue siendo esa piedra en los zapatos de la elite política de Washington que convirtió el sistema y a la democracia en un negocio político y que por las molestias que aquel le ocasionaba ha intentado deshacerse de él manipulando las herramientas legales del sistema usando para este propósito, dos procesos de destitución. Sus intentos por frenar ciertos negocios oscuros le valió ganarse muchos y poderosos enemigos dentro del Estado profundo (https://pensamientoestraegico.blogspot.com/2017/02/en-la-mira-guerra-silenciosa-los.html )

Así la criminalización de Trump queda a la vista como una reacción de la mafia que mantiene cooptada a las instituciones de la Unión. Con esos problemas a cuestas Trump podría haber caído en un profundo estado depresivo e incluso causarle problemas de salud que lo obligaran a mantenerse al margen de la vida política. Pero no. Trump sigue en pie y con ganas de seguir peleando. Sigue siendo el referente de una gran parte de la ciudadanía estadounidense que ve postergados sus derechos por un gobierno que tiene otra agenda con sus propios intereses.

El globalismo al que sirve Biden y sus secuaces neoconservadores con Samantha Power y Victoria Nuland al frente han arruinado a los EEUU y los estadounidenses lo saben de sobra. Las intrigas, las intervenciones externas, las revoluciones de color impulsadas en toda Europa del Este y obviamente las consecuencias de lo que ocurre en Ucrania, han costado miles de millones de dólares pagados con los dineros de impuestos.

Un tema importante que solo Trump puso en la mesa de discusión y que desagrada a los neoconservadores ha sido el frenar el intervencionismo que planifican sus Think Tanks y el regreso de los muchachos de las fuerzas armadas a casa.

Como diría Trump “¿Quién rayos llamo a los EEUU en esos países para tratar de colonizarlos con idearios que van contra sus culturas y formas de vida?” Ese progresismo al que Biden y los Clinton sirven con total interés es el mismo que impulsa la agenda LGTBQ, la transexualidad de los niños (fomentando la hormonización sin autorización de los padres), legalizar el aborto, el matrimonio homosexual y otras aberraciones que solo caben en las cabezas retorcidas de sujetos muy enfermos.

En vez de buscar el progreso y mejorar la calidad de vida de los estadounidenses, se gastan enormes presupuestos que nadie sabrá cómo ni a quiénes se han beneficiado en realidad. Durante las últimas décadas bajo el argumento de intervenciones humanitarias y de extender la democracia estos sectores “internacionalistas” han tratado de adoctrinar al mundo con estos enjuagues torcidos que llaman progresismo.

¿Por qué los musulmanes búlgaros, bosnios, o los del Cáucaso van a querer aceptar semejantes ideas cuando estas formas de vida son contrarias a lo que sus ancestros y religión mandan? Las experiencias de Iraq, Libia y Afganistán son la prueba de ese costoso fracaso. Si realmente esa agenda tuviera algo de positivo y fuera un precursor para el beneficio de la humanidad no haría falta desembolsar miles de millones de dólares para convencer a esas gentes o imponérselo con la fuerza ¿Cómo pretendes obligar a sociedades milenarias que tienen a la familia como la base de su sociedad, que adopten aberraciones que solo la destruirán?

Trump fue quien comenzó a poner en dudas toda esta agenda y no se calló aún cuando llegó al poder. Cuando Hillary Clinton cayó en desgracia en 2016 los mismos que atacaban a Trump trataron de acercársele para tratar de llevarlo a su sector pero, encontraron que este tipo era cuando menos más inestable y descontrolado que la nitroglicerina. Pero lo que Trump buscaba era volver a ver a su país levantado sobre las bases de un progreso legítimo que le diera al estadounidense medio, esperanzas de recobrar la dignidad de poder ganarse el pan con su trabajo y abandonar ese parasitario ideal del subsidio y decadencia que los demócratas insertaron en el pueblo.

También están hartos por la venalidad y la corrupción de su administración con las troperías y negocios sucios de su hijo adicto Hunter Biden (con Burisma en Ucrania y como recaudador de donativos de sus socios chinos para la campaña de su padre) y todo el encubrimiento del establecimiento para que no se lo juzgue. En conclusión, si Trump fue acusado de delitos que aún no se han probado y que muchos sospechan que han sido elaborados para impedir su reingreso a la carrera política ¿Cómo podría Biden y sus laderos evitar ser investigados por el gigantesco desastre al que ha conducido a la Unión y para peor, apoyando un régimen filonazi en Kiev con el riesgo de llevarlo a una guerra mundial?

 

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 27 de septiembre de 2023

 

EL ESTADO

Las naciones tienen un estado y cada uno con sus particularidades. En Argentina “El Estado” es una cuestión trascendental para la clase política pero la cuestión aquí es  ¿Cómo fin o medio? Y dilucidado esto ¿Para quién?

Por Javier B. Dal

En estas próximas elecciones gubernamentales en Argentina no solo se elegirá un nuevo gobierno sino también (y así debiera serlo) una nueva concepción del estado adaptado a la crisis en que se halla el país y también el mundo. Pero el momento le da a estas elecciones un muy particular marco caracterizado por la irritación y hastío popular.

La situación socio económica es crítica y se necesitan mucho más que promesas de campaña para comenzar a desandar una solución. Para peor, los candidatos para la tarea no gozan de una credibilidad medianamente sustentable con lo cual, el resultado puede ser cualquiera.

Hay una base fáctica indiscutible y ella es que quienes estuvieron veinte años en el poder, es decir el “Kirchnerismo” ha sido el principal responsable no solo del caos económico (plagado de casos de corrupción, ineficiencia y prebendismo) sino también del desborde de la inseguridad y el descarado avance del narcotráfico propiciado por verdaderas (y contrarias al orden público) políticas de inmovilidad para que las fuerzas de seguridad puedan llevar adelante su trabajo. Todo esto se corona, con una casta de jueces y otros funcionarios altamente diletantes y corruptos que danzaron al son de ese estado de cosas.

Fue esa mezcla de una artificiosa utilización de los derechos humanos, manipulación de la historia mediante una versión tuerta de los setenta y el control de las cajas del estado lo que intoxico el concepto de justicia y consolidó la falsa idea de que esos derechos humanos solamente eran para sus partidarios.

Hoy las consecuencias de todo este marasmo están a la vista. Escandalosos casos de connivencia y corruptela política que ya no pueden ocultarse. Desde el uso de instalaciones públicas para fiestas privadas del presidente y sus amigos, pasando por el pago de servicios astrológicos con dineros públicos (Caso de la presidente del Banco Nación Silvina Batakis) hasta el más comprometedor y escandaloso con aparatosas operaciones de recaudación mediante punteros (Chocolate Rigau) sacando dinero con múltiples tarjetas de débito en una bolsa de consorcio, son la muestra de un sistema político corrupto que para peor (y como si eso asombrara), tiene protección de la justicia.

Cuando muchos se preguntan ¿Por qué hay una crisis económica en un país como la Argentina? La respuesta ahora esta muy clara y a la vista. El dinero nunca se volatilizo por arte de magia o por una “negligente administración”. Seguramente exista negligencia en varias áreas, pero no es la única causa. Ya no puede ocultarse que existe una ingeniería de la trampa que tiene como objetivo de captación, a las cajas del estado y para ello, hay un poder político que lo posibilita.

Las tres alternativas electivas lamentablemente son parte del mismo sistema, incluido el libertario Milei quien ya hace un tiempo a esta parte viene mostrando la hilacha. Una de sus más estrambóticas promesas, la de dolarizar, ya puede considerarse como constitucional y políticamente imposible y financieramente inviable.

Más allá de las promesas y de los discursos de cada uno de los candidatos, hay un serio obstáculo para llegar recién a asomarse a la solución de esta crisis y es, la idiosincrasia del argentino. Si no surge de su propia convicción que todo este sistema no puede continuar, no habrá solución real y el próximo gobierno que asuma, tendrá los días contados aún, el candidato del actual gobierno que cuenta con el monopolio de las estructuras sindicales y de las organizaciones sociales, actores fundamentales para movilizar a las masas de piqueteros por las calles y con ellas generar la inestabilidad que llevará a una ingobernabilidad asegurada.

Según la visión de la candidata Bullrich, el orden y la reorganización de las instituciones estatales son el norte de su administración para el estado que persigue administrar. En esa visión y para su concreción se apoyaría en recursos y asesoramiento externo que ya tuvo protagonismo durante la administración del presidente Mauricio Macri y que como se vió, no cambio en nada la desorganización del estado.

Desde la posición que esboza el candidato libertario Javier Milei, la concepción del estado que espera administrar estaría apoyado en una estructura mucho más reducida (aunque ello no significa organizada) que como el mismo suele decir, se basa en una mirada económica que supuestamente recortara el gasto público y ganará en eficiencia. Sus promesas de cerrar el Banco Central y la más polémica la de dolarizar la economía ya están siendo desmontadas por simples razonamientos a los que llega un ciudadano medianamente informado. En resumen de cuentas y salvo que esté dispuesto a resistir la oposición que desataría, las reformas que pretendería solo están en su mente.

Por último, por las medidas paliativas (que no irán más allá del mes de octubre) que está tomando el candidato y funcionario oficialista Sergio Massa, las expectativas de un mejoramiento en las cuentas públicas mediante un gasto racional ajustado a un programa económico para sacar al país del pozo en el que se encuentra, son tan efímeras como su extensa colección de promesas sin cumplir. Sobre las últimas grandilocuentes promesas que vienen acompañadas de grandes dádivas de dinero, todos saben que solo buscan un golpe efectista que no durara más allá del mes de octubre. 

Los mismos argentinos de a pie ya se dieron cuenta que cualquiera de estas opciones no tiene la solución, al menos inmediata o si se quiere, en un término razonable. Tampoco y por las últimas medidas del ministro-candidato (que podríamos llamar “dinero para todos”), la posibilidad de reformar un estado voraz e incompetente se ve ciertamente imposible de sostener.

sábado, 23 de septiembre de 2023

 

FANTASMAGORÍA POLITICA

El último debate televisivo entre los candidatos a vicepresidente de la Argentina volvieron a sobrevolar los fantasmas de épocas que hace tiempo debieron haberse superado ¿Estrategia política o psicopatía persistente?

 

Por Rowan Connor

A pesar de que no se tenían muchas expectativas por el debate de los candidatos a vicepresidente en las próximas elecciones argentinas del mes de octubre, su desarrollo que fue trasmitido por canal de aire capitalino, capto la atención cuando uno de los ponentes propulso un estridente choque verbal con el candidato oficialista del gobierno Fernández &Fernández.

Los televidentes argentinos esperaban escuchar propuestas superadoras ante una pesada realidad que para peor, prometer un devenir aún más complicado. Quien destaco y fue el centro de la polémica que se estaba por desatar fue la joven abogada Victoria Villarroel, candidata a vice del libertario  Javier Milei de “La Libertad Avanza”. Tan pronto como se le dio la palabra comenzaron los dardos y las chicanas por su posición sobre la miopía histórica en referencia a los años de violencia política de los setenta.

A la cabeza de los ataques estuvo el candidato oficialista Agustín Rossi quien personalizo a Villarruel como una negacionista sobre los crímenes de la última dictadura militar e incluso fue más allá, tratando de descalificarla con una comparación odiosa y muy fuera de lugar que hizo con un ex militar llamado Astiz. Pese a ello, Villarruel mostro temple y firmeza que se vió reflejada en sus metódicas respuestas que a su vez golpeaban y hacían bufar con evidente agitación en el ánimo a un muy incómodo Agustín Rossi.

Ciertamente fue un momento extraño pero muy didáctico para las nuevas generaciones que no sabe quiénes son los que hace mucho viven de la política en este país. Las palabras de Villarruel que golpeaban no solo perturbaron notoriamente a un enfurecido Rossi y sus asesores que lo acompañaban en el Back Stage sino, que sacudió a todo un relato que desde hace tiempo ha tratado de instalarse como una verdad monolítica que no es.

A diferencia de Rossi, la joven Villarruel trabaja como profesional liberal y no depende del estado. Por su edad, no fue contemporánea a los “años de plomo”. Tampoco arrastra un prontuario como si lo tiene éste político quien además de apoyar las acciones violentas en los años oscuros de los setentas, como funcionario ha destruido de forma sistemática y planificada una de las áreas estratégicas de una nación como son las FFAA. Como en la mayoría de los funcionarios K, Rossi no tomo las armas ni experimento en carne propia lo que apoya ideológicamente.

La principal base del encono que Rossi puso en evidencia se centró en que Villarruel argumento contra el relato (parcial y alterado) que los Kirchneristas instalaron convirtiendo a los derechos humanos en una feria de negocios. Para este fósil de la partidocracia era una insolencia que no se esperaba.

Villarruel simplemente le puso el cascabel al gato cuando nadie se atrevía ¿Por qué los muertos de un bando valen más que los del otro?, ¿Por qué los derechos humanos solo son para una ideología política determinada? Y ¿Por qué la justicia argentina no actúa con la misma celeridad y enjundia con los crímenes cometidos por las organizaciones guerrilleras como eran Montoneros y ERP? Son estas inconsecuencias que han sido advertidas por intelectuales extranjeros, las que empantanan el progreso de este país.

Villarruel representa la posibilidad de indagar en completitud las responsabilidades de esa época y eso, además de comprometer a muchos actuales fósiles de la política, derrumbaría el negocio que se tejió a costa del estado sobredimensionando cifras de desaparecidos en rededor de la violación de los derechos humanos.

A pesar de que se clama la existencia de democracia los peligros de decir la verdad no solo persisten, sino que se agravan ya que se esconden detrás de la oscuridad desde donde operan sin que los medios vallan a ir un centímetro más allá de lo que les convenga. Aquí también se controlan las redes sociales y el baneo de líneas informativas que desagradan a los atlantistas se cumple religiosamente. Eso es algo que todos los políticos de este país parecieran ignorar.

Hay mucha basura bajo la alfombra de la política argentina y esta claro que pocos o muy pocos, saldrían librados de algún señalamiento y eso, en este país, sirve para extorsionar como aquí se suele decir con “carpetazos” de la AFI (vieja SIDE) al mejor estilo de los servicios de la CHEKA de Stalin o la policía secreta de Erich Honecker en Alemania del este durante la guerra fría o como también de los simpáticos alcahuetes del MI5 en Belfast.

La posición de Villarruel es ciertamente valiente, pero a su vez muy peligrosa. En este país se han fabricado tantas realidades como comentaristas de fútbol tienen. En cierta manera me recuerda mucho a mi infancia en el campo. El escenario político es como un gran gallinero donde todas las gallinas cacarean sin cesar hasta que entra el granjero con su cuchillo afilado para sacrificar a una de ellas y recién allí viene el silencio ¿Cuál será la mejor para la cena?

Algunas veces le comentado a mis amigos que Argentina se parece mucho a Rumania y también bastante de la opacidad polaca. Tiene como dicen ellos ese “que se yo” que se envuelve pero a la vez no sabes lo que realmente ocurre bajo la superficie y esto me refiero a la política y al manejo de sus instituciones gubernamentales ¿Tal vez halla una fuerte inmigración de Europa del este por aquí?

Hay demasiada mezquindad e hipocresía en la sociedad política de por aquí y ni hablar en sus medios. Mantener este Status Quo no solo es una prerrogativa para quienes internamente se benefician de esto sino también, para los intereses externos que se sienten aliviados viendo como esta división pervive a pesar del tiempo posibilitando mantener al país de rodillas y como un adicto a las drogas, rogando por más créditos impagables.

 

 

viernes, 22 de septiembre de 2023

 

BAD GEOPOLITICAL OMENS

Who is interested in the return of instability between Armenia and Azerbaijan and why?

 

By Sidney Hey

Everything was calm on Tuesday morning when out of nowhere several booms were heard coming from the road connecting Yerevan with Nagorno-Karabakh. “From the roof of my house I could see several army trucks burning on the side of the road,” said Aram, an ethnic Armenian who lives in a mixed village near the Lachin corridor in the south-west of the region.

What old Aram saw burning were Russian S-300 anti-aircraft systems that were surprised by Turkish T-22 Baykal drones while other old TOR anti-aircraft systems were also destroyed near the Khankendi-Khojaly road. At the same time, the capital Stepanakert was hit by waves of Israeli-made LORA missiles and Kamikaze HAROP drones. Meanwhile, Azeri assault troops, equipped with Israeli weapons and communications, seized several key points in Nagorno-Karabakh.

The failure of the anti-aircraft systems to react was reportedly due to jamming of their radar signals or hacking of the equipment's Softwares and also due to the technology of the Kamikaze HAROP Drones, technology that Azerbaijan is known to have acquired from Israel's IAI.

But beyond the facts on the ground, we should analyse what this surprise action is really about and if Azerbaijan is the only one interested in this, where was the respect for the agreement signed after the end of the war in 2020? Baku's arguments for this “anti-terrorist operation” were in response to the murder of an Azeri citizen by gunfire allegedly coming from the Armenian side and also because of the terrorist attacks that the Azerbaijani embassy in London has been suffering.

Although the perpetrators of the latest attacks on British soil have not been found, Baku assumes that they are Armenians with Iranian support, which leads to a slippery slope in which the hypotheses multiply and with them the questions: What if the Armenians were behind these attacks? Why accuse the Iranians of being behind them; whose interest is it to get Tehran into the mud in this area; who would ultimately benefit from provocations that would reopen the Armenian-Azerbaijani war?

Just to take into account, one should not forget the involvement of Turkey-based MI6 and other allied agencies in triggering the 2020 war. In that sense, the accusations trying to implicate Iran in the London bombings raise a lot of suspicions to say the least, as it is not the first time that terrorist actions have been fabricated to blame certain actors (False Flag Op.).

Once again, incompetence, opportunism and deceit have come together against Armenia. Here again, too, the United Nations is conspicuous by its absence.

From Baku it was argued that the action had an anti-terrorist purpose. Where have we heard that before? The degree of pragmatism of the government in Baku has become very clear. In addition to the geopolitical ambitions of Turkish President Recep Tayyip Erdogan, they have wonderful relations with the state of Israel, which is very interested in penetrating the region with two very important objectives: Iran and Pakistan.

The Armenian government of Nikol Pashinyan bears much of the blame for this situation. Since the ceasefire agreed with Russia as a guarantor of peace, his government has done nothing to prevent the possibility of another confrontation. For example, it did nothing to improve the equipment and training of its armed forces, which were crushed in 2020 by the modern Azeri military machine. But this neglect does not seem to stem from Pashinyan's own will, as he serves Western interests.

Why did the Armenian government do nothing? According to sources in Armenia, Pashinyan and his government are accused of having handed over their brothers in Nagorno-Karabakh for a specific reason: to do a favour to US geopolitical interests and, by extension, to NATO.

Not only opposition parties accuse this but also many ordinary Armenians who realise where they stand. They are aware that this Azeri move could be the tip of a wider action and that, to make matters worse, they are not prepared to defend themselves.

Russia will not be able to defend them as the Russian peacekeepers deployed on the ground are not authorised, let alone equipped, to fight against the level of force that Azerbaijan has deployed in Nagorno-Karabakh. It is at these crucial and distressing moments that many will (belatedly) regret not having invested and prepared their troops for such a foreseeable future as the one being seen here.

Whether Pashinyan let himself go because of some pact with Washington behind his people's back or mere negligence is anecdotal, since Azeri troops and their surveillance drones are now flying overhead monitoring his movements.

But if Pashinyan were to show any consternation about this and even if he were to act as a mandarin by ordering his army to prepare for the worst, would they be materially and technologically prepared for it?

The whole thing has a very bad smell about it. The alleged concerns of US Secretary of State Anthony Blinken that were made public calling on Baku to cease its actions may no doubt translate into their continuation and perhaps deepening.