viernes, 4 de diciembre de 2015

NACIONAL


“LAS PREOCUPANTES CONEXIONES DE WASHINGTON CON EL NUEVO GOBIERNO”

Cómo el salto sin intermedio desde la izquierda “populera” a una derecha siniestra puede afectar a la Argentina y la región

Por Charles H. Slim

No caben dudas de que tras la salida de Cristina Fernández y sus arremolinados partidarios, Argentina obtiene una posibilidad de respiro pero, con una observación cercana de los funcionarios que el nuevo presidente Mauricio Macri ha nombrado y por los bizarros antecedentes de varios de ellos,  los argentinos deberían, si quieren ahondar en los antecedentes de alguno de ellos, ir preparándose un broche para colocárselo en la nariz.  Por lo pronto, algunos pocos valientes periodistas han comenzado a desenmascarar a la mayoría de los que ocuparan puestos clave en el gobierno, haciendo valer aquel dicho que “quién avisa no traiciona” (1).

Antes y para entender el “por qué” de estos señalamientos, hay que situarnos en el marco geopolítico en el que Argentina actualmente se ve comprometida  y sus acuerdos celebrados con países tan relevantes como China, Rusia e Irán, cada uno por temas diversos y que a su vez, no son del agrado de los nuevos gobernantes y mucho menos de sus respaldos a nivel internacional en Washington y Tel Aviv.

Para comenzar es ineludible  recordar las conexiones del entonces alcalde de la ciudad autónoma de Buenos Aires con las embajadas de EEUU e Israel, con las cuales llegó a tal grado de amistad que, solicito informes detallados de cuáles eran los mejores candidatos para seleccionar al jefe de la policía metropolitana. Fue así que ambas agencias sin dudarlo le dijeron que “Fino Palacios” era el candidato idóneo. Casi como un acto inconsciente, Macri no se había dado cuenta que al decir públicamente y ante un grupo de periodistas que había acudido al “Mossad” y a la “CIA” “porque son los que más saben de todo y de todos”, estaba dejando entrever que “esas agencias extranjeras” realizaban una prospección clandestina e  ilegal sobre el pensamiento de la población  y quizás lo más grave desde lo institucional, que estaba violando abiertamente los principios básicos que sostienen a la soberanía política de la república.

Pero esa anécdota, era solo la antesala que mostraría quiénes serían los que se encolumnarían con fervor ideológico detrás del proyecto PRO.  La primer exponente de este reparto pro-estadounidense podemos verlo en la diputada Patricia “La Piba” Bullrich, quien ha sido nombrada nada menos, que como jefe de la seguridad nacional. Tan variopinta como un camaleón, la “piba” es un fiel exponente de los mercenarios de la política contemporánea. Con un pasado negro como miembro de “Montoneros”, se hubo jactado de pasar a engrosar la nómina de la CIA en la Argentina. En sus últimas actividades como lobista a sueldo de los sectores sionistas estadounidenses –entre ellos Paul Singer-, se ve circunstancialmente muy involucrada en las últimas llamadas que recibió el asesinado fiscal Nisman, sin que los medios conservadores nacionales se hayan interesado en remarcarlo. Para remarcar la entidad de su involucramiento en ese fatídico hecho, se resume en que de las últimas sesenta llamadas que habría tenido el fiscal en aquel domingo antes de aparecer muerto, veinte son de la “piba” y eso parece quererse ocultar por los “medios independientes”.

Otro sector archisensible para la seguridad nacional como es la inteligencia, pasara estar ocupada por la  macrista Silvia Majdalani, quien entre sus antecedentes cuenta con nada menos, que el vaciamiento de la caja de la obra social de Panaderos en la época de Menem, en momentos que Bauzá era su jefe (2).  Esta impresentable mujer, pese a los antecedentes que reviste, fue colocada para el cargo de subdirectora en la nueva AFI por el flamante presidente, lo que vuelve a retrotraer  esa sensible área a las olvidables épocas del neoliberalismo menemista que tan servilmente funcionó para EEUU y aliados. Con esta nueva orientación política la AFI pasara a ser nuevamente funcional a las agencias externas, como un apéndice más centrando sus objetivos sobre cuestiones de interés propio.

Otro ejemplo bastante similar es el que se presenta con Laura Alonso, que como diputada de la Nación por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tiene tras de sí una activa agenda en pro de los intereses norteamericanos e israelíes en el país. Con la fachada de la defensa de los derechos de la mujer mediante la promoción de ONG´ s como   Vital Voices que es una creación del Departamento de estado norteamericano –gobierno- impulsada por nada más ni nada menos que la criminal Madelein Albright, en parte responsable por la muerte de 500.000 niños iraquíes durante el embargo a Iraq. Continuadora de esta pantalla de la CIA, es otra reconocida criminal como es la senadora demócrata Hillary Clinton, impulsora durante su periodo de secretario de estado de Obama, del reclutamiento y armado de grupos mercenarios que cooperasen con la OTAN para intervenir en Libia.
Laura Alonso junto a el embajador de EEUU en 2008

A pesar de que la propaganda que nutre éste tipo de ONG como impulsoras de la democracia y el mejoramiento de la vida de las  poblaciones donde intervienen, como se puede ver sus antecedentes en lo que hace a sus “orígenes” y sus “impulsores” no son los  más recomendables. Igualmente a una convencida como Laura Alonso de que, “la democracia se impone a bombazo, torturas y mentiras”, todo esto no le importa y mucho menos, cuando la paga es suculenta.

Por lo pronto, la nueva administración argentina es vista como un muy buen augurio desde Washington y Londres; de esta manera se reflejan en los medios anglosajones, quienes pronostican el regreso a las “buenas relaciones” entre Buenos Aires, Washington y Londres,  lo que llevaría no solo al regreso de las humillantes “relaciones carnales” que tanto elogiaba aquel canciller llamado Guido Di tella –y que no dieron nada al país-, sino también y como consecuencia de ello al corte de las estrechas relaciones que se habían establecido con Rusia y China, vislumbrándose una acrecentada hostilidad contra la república de Irán por el sensible acercamiento del futuro gobierno a Tel Aviv.

Las señales no se han hecho esperar y en el horizonte empiezan a vislumbrarse con claridad, las intensiones de estos sectores. El Jerusalem Post del 23 de noviembre reflejaba que la elección de Mauricio Macri era “inequívocamente” beneficiosa para Israel y para los judíos, dejando en evidencia que éste nuevo gobierno viene a cumplir con las expectativas que tiene el sionismo en general y Tel Aviv en particular, para que Argentina, entre otras,  destruya definitivamente el memorando de entendimiento con Irán y se lo acuse de haber sido el autor de los atentados en Buenos Aires, una expectativa expresada a boca de jarro por el conocido magnate sionista estadounidense Paul Singer y que reflejó con fervor la directiva política judía a cargo de la DAIA.

    

1-      PROYECTO SEGUNDA REPÚBLICA. www.youtube.com/watch?v
PÁJARO ROJO. “CHISTE: Encargan a la cleptócrata menemo-macrista el control de la Secretaría de Inteligencia”. http://pajarorojo.com.ar/?p=3372%20y%20http://pajarorojo.com.ar/?p=11765

jueves, 3 de diciembre de 2015

EN LA MIRA


“LOS `BROKERS´ DEL ESTADO ISLÁMICO”

Cómo el derribo del SU-24 ruso ha revelado una cadena de complicidades que comprueban definitivamente, la farsa de ISIS


Luego del incidente del derribo del avión SU-24 de la aviación rusa por Turquía, la situación en torno al mal llamado “Estado Islámico” comenzó a tomar una notoriedad que muchos no querían que así fuera. Más allá de la estereotipada violencia, los combates, los hombres enmascarados vestidos de negro y el incesante desfile de armas, equipos y el inagotable surtido de municiones que parecen manar de fuentes mágicas, hay un oscuro trasfondo que revela a los verdaderos beneficiarios de todo este drama y que no tienen nada de árabes ni islámicos.

A pesar del poder financiero que se escuda detrás de las deliberadas operaciones de desinformación y ocultamiento de lo que realmente está sucediendo en aquella región, Washington por intermedio de sus aparatos mediáticos no ha logrado frenar la gran bola de nieve que significó el derribo del avión ruso y las escandalosas revelaciones que se ocultaban detrás de aquella fatal acción. Durante décadas, los especialistas en propaganda y contra propaganda al servicio de Washington, la Comunidad Europea y Tel Aviv habían sabido mantener en silencio, episodios nefastos de la historia que de haberse difundido ampliamente habrían destruido varios mitos que aquellos se habían encargado de fabricar. De esa manera los incidentes como el ataque israelí al “Liberty” en 1967, el derrocamiento de Mossadeg en Irán en 1953 o más cercano en el tiempo, el 11/S del 2001,  “el atentado  contra Rafiq Hariri en el Líbano” en 2005 o el asesinato del dirigente de  “Hamas” en Dubai en 2010 entre muchos más, habían sido cubiertos por la nebulosa de hipótesis tendenciosas vertidas por los grandes medios que argumentaban convenientemente versiones absolutamente falsas.

Claramente acostumbrados a escapar a los cuestionamientos legales y mucho más aun, de la complicidad de varios gobiernos,  aquellos que tratan de revelar la realidad o la verdad que puede perjudicar sensiblemente a sus intereses,  simplemente los han eliminado (1). Y esto mismo es lo que sucedió con aquel avión ruso, testigo inconveniente de lo que realmente acontece entre las fronteras sirias y turcas, a la vista no solo de las autoridades de Ankara  sino también de los estadounidenses y sus aliados –o más bien socios de esta suciedad-. Por supuesto que para tratar de sacar a Washington y a sus muchachos de estos embrollos informativos, en los EEUU y obviamente en Europa, hay una poderosa red de medios que bajo las más coloridas y rimbombantes editoriales,  se toma una historia y se la deforma a tal grado que, quien había sido perjudicado por las políticas de la Casa Blanca, terminara siendo el victimario de la crónica.
fotos aéreas de las rutas del contrabando

Algunos ejemplos de este maniqueísmo cínico, es el sitio Foreing Policy, donde se pueden hallar las editoriales más delirantes y artificiosas donde el neoconservadurismo y el sionismo tratan de remodelar las historias a conveniencia. Pero cuando los temas se vuelven intratables porque no hay forma de maquillarlos, simplemente no hay editoriales sobre ellos. En el caso del derribo de éste aparato ruso, se han venido publicando editoriales con argumentos que giran la historia a tal grado que van dejando a los turcos, como los buenos de la historia e increíblemente también al ISIS. 

Para editoriales similares publicadas en Foreing Affairs, los rusos habían venido practicando acciones de intervención y provocaciones que culminaron con la respuesta forzada de Turquía (2), sin decir en ninguno de sus párrafos algo sobre las irrebatibles pruebas del tráfico masivo de crudo robado en Siria con destino a los puertos turcos de Ceyhan y Iskenderun.

Pero a pesar de que estos medios reciben unos abultados y generosos donativos para que sigan fabricando una versión alternativa sobre lo que realmente ocurre, los hechos y los precedentes de las políticas de occidente materializadas por la OTAN y por los EEUU, no pueden ser ocultados. Tras la ventilación de un muy completo y grafico informe del ministerio de defensa ruso (3) en el cual, los altos responsables de las fuerzas aéreas que se desempeñan en Siria, demostraba como tres rutas de camiones ingresaban a territorio turco donde, tras ser redirigidos a puntos de reunión, se agrupaban en gigantescas playas de estacionamiento propiedad del hijo del primer ministro turco.

Eso solo era la punta de una situación mucho más compleja y comprometedora para los que se declaraban como los “cruzados contra el terrorismo”.  Era la revelación de una gigantesca infraestructura criminal en la que los mercenarios que operaban sacando el crudo desde Siria con la complicidad de las autoridades turcas que permitían su ingreso,  de los estadounidenses y sus aliados de la “Coalición” que los protegían desde el aire, se ensamblaban para prestar a los compradores más desopilantes, los mejores precios de un petróleo robado. 

Desde comienzos del año, se venían ventilando informes sobre el tráfico de crudo robado en Siria y que era comprado entre otros, por los israelíes quienes en conjunto con mafiosos turcos, realizaban operaciones de intermediación para adquirir y/o vender a países de la Unión Europea, miles de barriles de crudo espoliado de los campos petroleros de Eid Zor en el norte de Siria. Y esta participación israelí no había sido aislada u ocasional, sino que por el contrario había venido operando en forma continua (4), aprovechando la gran cortina mediática que significa la llamada “Lucha contra el terrorismo”. Pese a que muchos expresen su sorpresa por estas  revelaciones, ya por septiembre del 2014, se denunciaba que el ISIS traficaba desde Siria e Iraq hasta unos 10.000 barriles de crudo lo que representaba una ganancia diaria de unos  6 millones de dólares.  Con esos ingresos, el mal llamado “Estado Islámico” se convirtió en el gran atractivo para todas las mafias, contrabandistas y por supuesto, agencias de inteligencia occidentales e israelíes que proporcionan el acceso a todas las armas y explosivos que sean necesarias para que mantengan la ventaja en el terreno.

Esta estructura no se resume al simple tráfico del crudo en hileras interminables de camiones cisterna; se requería de una sofisticada intermediación comercial para que las operaciones de venta,  despacho y carga en los puertos turcos a barcos tanque de bandera de la UE e incluso estadounidenses,  quedaran blanqueadas siendo el flujo de los fondos que se obtenían por día, trasmitidos a cuentas bancarias de varias entidades internacionales que operan con total impunidad y sin interferencias de la NSA, o la CIA por el origen de los fondos; simplemente porque éstas agencias federales –entre muchas más- son parte de esta gran charada. Como decíamos, para que las operaciones comerciales se desenvuelvan en un ámbito de mayor agilidad y por el volumen del crudo que se transa,  se requiere de un batallón de corredores, intermediarios financieros  y gestores bancarios para que todo salga redondo.  Fue por esto que se asesino a la periodista norteamericana Serena Shim que estaba informando desde Turquía y obviamente se derribo al avión SU-24 (5).

Desde el 2014 se sabe que los gobiernos de Arabia Saudita, Qatar, Kuwait y Emiratos Árabes financian a los grupos que combaten al gobierno sirio (6), algo que Washington sabía muy bien y recién hace solo un par de meses atrás, cuando comenzaron a brotar las pruebas de la farsa orquestada, el secretario de exteriores John Kerry sugirió a sus socios árabes que se congelaran los activos que se remitían para financiar esas operaciones. A pesar de haber quedado expuestas las complicidades de altos funcionarios estadounidenses como Hillary Clinton y del inefable senador John Mc Cain, el cinismo de ambos no tiene parangón. En el primer caso, la señora ex secretaria de estado a quien se la pilló estableciendo contactos con grupos mercenarios libios entre otros affairs, ha recomendado –tal cual lo hizo con Libia- imponer una zona de exclusión aérea sobre Siria para evidentemente, proteger a las bandas que saquean el petróleo.

Por lo pronto y ante las inconveniencias de estas revelaciones y la amenaza a ésta cadena de financiamiento, Washington ha desplazado al norte de Siria a unos 50 asesores militares para que colaboren con los Peshmerga kurdos iraquíes que están realizando una limpieza étnica contra las poblaciones árabes de esa zona con miras a consolidar lo que denominan una “Kurdización” como un colchón de contención funcional a Israel, algo de lo cual no están de acuerdo varios partidos y agrupaciones kurdas sirias.

Como están evolucionando los acontecimientos, los gobiernos europeos como el alemán, el británico, el estadounidense, el israelí y los emiratos del Golfo –de hacerse valer la ley internacional- deberían dar muchas explicaciones  sobre estas participaciones y obviamente las consecuencias políticas y humanitarias que han causado y siguen causando en la región.

1-      El asesinato de la periodista estadounidense Serena Shim en Turquía. https://www.youtube.com/watch?v=x0GrcQ9kXbI
2-      FOREING AFFAIRS. La utilidad de las crisis”. https://www.foreignaffairs.com/articles/turkey/2015-11-30/utility-crises

6-      RED VOLTAIRE.org. “¿Por qué derribó Turquía el Sukhoi -24 ruso?. http://www.voltairenet.org/article189459.html

domingo, 29 de noviembre de 2015

VETERANOS DE AYER


“CÓNDOR II EN EL GOLFO: EPILOGO”

Cómo una idea argentina, que se desarrollo a expensas de mucho esfuerzo, tras ser desechada por su gobierno, termino siendo una fuente de ganancias siderales para la industria de los misiles balísticos


Por Charles H. Slim y Dany Smith

Habíamos visto anteriormente, que en la mayoría de los casos cuando los gobiernos han involucrado a sus países en situaciones incomodas como son los conflictos bélicos, sus ciudadanos son los principales desinformados sobre lo que realmente ocurre y ocurrió durante aquel.  La excusa que más se ha escuchado para argumentar esta situación ha sido que “el pueblo no entiende de los importantes temas del estado” o definiciones similares. Ese oscurantismo informativo que se vincula con uno de carácter político y burocrático de los estados occidentales, fue consagrado en una institución casi misteriosa e inescrutable por los gobiernos anglosajones.

Cuando nos remontamos a la primera guerra del Golfo Pérsico, la opinión pública solo tuvo acceso a un pobre porcentaje de  la información que además de porvenir de una sola fuente, era supervisada y autorizada por un comité militar estadounidense.  Cuando se desató el conflicto, fue fácil para la estructura desinformativa a cargo de un área específica de la inteligencia militar, dar una versión que fuera conveniente y conforme a las directivas políticas de Washington.  Pero la etapa previa al conflicto y en especial a las incumbencias que habían tenido los principales actores en todo ese devenir, no era posible ocultarla.

En aquel marco y antes de que Iraq pasara a tener un protagonismo crucial en el mapa informativo mundial, había una situación geopolítica y geoestratégica muy diferente a la que surgió luego de 1991. Con la guerra de Irán e Iraq fogoneada por Washington y financiada por los petrodólares de los estados del golfo,  florecieron los más horrorosos y nuevos ingenios bélicos del campo militar; pero a su vez, los más lucrativos y millonarios negocios armamentísticos  de finales del siglo.  La magnitud de las transacciones y de los intereses que se movían en torno a la continuidad de dicha guerra había convertido al terreno de ambos países en polígonos de tiro y prueba de las  armas de las grandes multinacionales de la industria de armamentos. Tan benéfica era para las arcas de las corporaciones y de los gobiernos occidentales, que si había posibilidades de un alto al fuego entre las partes, un episodio sorpresivo reactivaba las hostilidades.

Los principales vendedores de armas de ese entonces como eran EEUU, la URSS y algunos europeos, dieron mucho de sus producciones para que Iraq prevaleciera en el campo de batalla que, dicho sea de paso, se extendía a las ciudades más populosas y alejadas. De esta manera, desde Washington hasta el más penoso miembro de la OTAN (1) podía vender a dos bandas sus armas, obviamente de ciertas características y a un tope limitado. En ese marco y mientras Washington clamaba  por los canales públicos el peligro “iraní” y apoyaba a Iraq por su lucha contra “la amenaza de la revolución chiita” proveniente de Irán, por detrás y en secreto, vendía armas a Teherán hasta que, tras un traspié de la CIA, fue descubierto causando una de los primeros escándalos ante los ojos de la opinión pública sobre las incongruencias de la política exterior norteamericana (2). Este suceso era tan truculento y sucio, que más que el tráfico de armas,  se asemejo a una operación de ampones de poca monta intercambiando drogas por armas.

Pero en los más altos niveles del desarrollo de armas, los negocios más importantes y clasificados estaban involucradas industrias tecnológicas de muy alta calidad y cuyos productos no podía acceder cualquier país salvo, que hubiera un salvo conducto de alguno de los grandes patrones de la bipolaridad de aquel entonces. 

En esa época como en la actualidad, la industria de las armas sigue siendo el negocio negro más lucrativo y peligroso del mundo y prueba de ello es como gobiernos e incluso países enteros han sido devorados por mafias locales conectadas por grandes empresas de armas.

Pero como bien decíamos, no cualquiera podía ingresar al selecto club de los países desarrolladores de tecnología bélica y menos aún, los que experimentaban en el área de los misiles balísticos.

Increíblemente y para la sorpresa de muchos, tal como lo habíamos presentado anteriormente (3) Argentina tenía su presencia tácitamente protagónica en aquel selecto club de los altos desarrolladores militares que oficialmente Washington alegaba como preocupante pero que, al mismo tiempo y tras bambalinas estimulaba mediante sus socios árabes, enfocados en esfuerzos aunados  en la lucha contra la “revolución iraní”.

Según la posición oficial de la Casa Blanca y del Departamento de Estado de entonces, veían con preocupación el desarrollo del “Misil Cóndor 2” (4) como un vector orientado a llevar una ojiva nuclear, dado que Argentina poseía durante el gobierno de Alfonsín –y bastante a duras penas- un desarrollo en el área bastante adelantado pese, a las restricciones que aquel gobierno comenzó a implementar.  Pero quienes realmente estaban preocupados eran los británicos y los israelíes quienes cada uno por causas bastante claras, no querían a una Argentina con semejante poder.

Desde esta posición se argumentaba que, Argentina podría representar un serio peligro para la seguridad regional por lo que se la debía presionar para que abandonara sus desarrollos en el programa misilistico. De esta manera mediante las presiones de la MTCR y de las continuas sugerencias vertidas por los canales diplomáticos –que redundaban en beneficio de Londres- no fue difícil asustar al gobierno de Raúl Alfonsín para que a mediados de 1989 y definitivamente, Argentina se retirara del proyecto pero, dejando todo su material intelectual, sus cálculos y los diseños en los talleres montados en Egipto e incluso en Iraq.

Tras este logro, los estadounidenses mantuvieron silencio y la CIA que seguía de cerca los progresos  no le comunicó a sus aliados británicos éste desbande argentino por un simple motivo: Había que comprobar si el Cóndor 2, era tan formidable como se lo había descripto.  De ese modo, se dejó que los egipcios e iraquíes que estaban comprometidos en tratar de derrotar definitivamente  a Irán,  concretar y desarrollar la producción de los misiles “Cóndor 2” pero, con reformas y nuevas denominaciones. Según algunos informes de inteligencia de esa época, para finales de 1988 Iraq  había lanzado varios de estos prototipos contra instalaciones portuarias iraníes con resultados bastante loables desde el punto de vista del alcance y de de la novedosa guía que llevaban. Por supuesto que Buenos Aires no estaría enterado de estos logros que, para ese momento con el cierre de INTESA S.A.  y de las instalaciones del “Chamical”, ya estaban embolsados para los egipcios, los iraquíes y las grandes empresas de tecnología misilistica europeas. Solo para recordar y en una breve reseña, empresas como la Messerchmitt Bolkow Blohm (MBB) de Alemania Occidental y la SNIA italiana –Subsidiaria de la FIAT- habían estado involucradas activamente desde 1985  en el desarrollo de las dos etapas del misil Cóndor que solventaron sus trabajos con fondos provistos por Bagdad y Riad principalmente.

Según las fuentes históricas, la MBB alemana colaboraba con los egipcios pero, recordemos que el proyecto era argentino, lo que, al presionar al gobierno de Alfonsín –que no puso ninguna resistencia- los ingenieros argentinos debieron abandonar sus locaciones en el Cairo e irse sin su proyecto y con la cabeza gacha; obviamente esto represento  claramente una clara estafa para la Argentina y de la cual Washington fue el principal orquestador.  Y si bien desde Londres se expreso un claro alivio por esto, los israelíes no podían decir lo mismo. La genialidad de los científicos argentinos había pasado a manos de sus enemigos árabes y había posibilidades ciertas de que se extendiera a países islámicos como Irán y Pakistán que son incondicionales aliados de la causa palestina.

Pero lo más insólito de todo esto, era que Argentina no saco ningún tipo de provecho. Es más, cuando Buenos Aires pudo haberse sentado a negociar con Washington para al menos “blofear” sobre sus condiciones para aceptar las pretensiones de destruir un proyecto como el “Cóndor2”, sus políticos tal como si tuvieran alergia –para no decir pánico- a enfrentar la situación, optaron por aceptar todo lo que EEUU imponía.  Había sido claramente inverosímil y ridículo, ver como los mejores ingenieros del Cono sur americano, se habían ido con las manos vacías –sin un solo centavo de lo que valía su proyecto- para regresar a su patria sin dinero ni los frutos del trabajo de una década de desarrollo.

Para cuando asume el gobierno el peronismo con Carlos Menem en 1989, para Washington seguía siendo una preocupación –trasladada por Londres-  el destino de los conocimientos que tenían los ingenieros argentinos que habían trabajado con sus colegas árabes en el “Cóndor 2” y en las instalaciones que aún –y a muy duras penas- seguían abiertas en “Falda del Carmen”, Córdoba.  Asombrosamente, la CIA y las agencias militares de inteligencia no estaban seguros si los argentinos estaban al tanto de lo que los egipcios e iraquíes habían logrado tras su partida. Fue por ello, que se vieron obligados a tratar de obtener información actualizada sobre la situación del desarrollo aeroespacial argentino. 

Lejos de las sospechas del Departamento de Estado, encontraron en Menem y sus partidarios una muy buena predisposición para cooperar con, ya no acabar el programa misilistico argentino, sino directamente “su entrega a manos del Pentágono” para su destrucción.  En ese sentido y como muestra de buena voluntad, cuando ocurre la crisis del 2 de agosto de 1990,  Menem da señales de que pondría a disposición de Washington toda la ayuda a su alcance ante la crisis que se había desatado en el Golfo Pérsico.  Fue quizá la mejor oportunidad que el gobierno argentino dejo pasar en forma estúpida; tal vez por temor, tal vez por una avezada – e ilusoria- pretensión de convertirse instantáneamente en un aliado de Washington, Carlos Menen y el entonces Ministro de relaciones exteriores Romero no sacaron el tema como un intercambio de “toma y daca”.

Al mismo tiempo y como si todo estuviera coordinado, unos meses antes de que se desatara la crisis, las empresas europeas vinculadas al proyecto de perfeccionamiento de las capacidades del misil “Cóndor 2” entre otros,  que se realizaban en el complejo “SAAD 16” en Iraq, entraban en liquidación y en teoría desaparecería toda la información existente sobre aquellos desarrollos.  Con esto y muy convenientemente, cualquier futura reclamación judicial por derechos intelectuales sobre la posible aparición de un misil muy similar al legendario “Cóndor”  argentino,  quedaba evaporada. Para ese momento, Iraq ya tenía en sus arsenales, varios misiles “Cóndor” pero que habían sido reformados y rebautizados como “Al Bakr I” y su variante naval “Al Bakr II” que tenían un costo de mercado de varios millones de dólares, de los cuales ni Buenos Aires ni sus científicos vieron nunca. 

Fue sin dudas en esas jornadas y en medio de esas calientes circunstancias, que los navíos argentinos de la fuerza de tareas 88.1, fueron involuntarios y ciegos testigos de cómo algunos de esos mismos misiles, pasaban a miles de metros por encima de sus cabezas sin saber que habían sido creados por compatriotas unas décadas antes.  La madre de las inconsecuencias o más bien, la más terrible ironía hubiera sido si uno de esos misiles hubiera impactado de lleno sobre alguno de los buques argentinos cuando operaban a solo menos de 100 millas de las costas sauditas o les hubieran tomado  desprevenidos haciendo puerto en instalaciones tan alejadas como “Al Jubail” en Arabia Saudita, “Bahrein” o “Al Ruwais” en  Emiratos Árabes.
Cementerio de Helicopteros en Arizona

Así de esta manera, podemos ver como en una enmarañada cadena de situaciones que se vinieron dando desde la década de los setentas cuando nace el proyecto “Cóndor” , pasando por una etapa de amplio desarrollo en los ochentas propiciado por la participación financiera y operativa de los países árabes –claramente molesta para Londres y Tel Aviv- llegamos a la década de los noventas a un epilogo casi desopilante en el cual y a pesar de la obsecuencia del entonces gobierno argentino, no solo no obtuvo los beneficios que Washington le sopló en el oído a sus pares en Buenos Aires sino que aún peor, una vez que se aseguraron que las reformas  hechas por Iraq y que fueron vistas en acción en episodios de esa guerra que quedaron como ULTRASECRETAS, dieron luz verde para que todo rastro de ese proyecto en manos argentinas, fuera destruido a cambio de que Washington le otorgarse unos cuantos viejos aviones A-4Q, algunas piezas de repuestos para helicópteros BELL –sacados de sus cementerios de Tucson y Arizona- y la promesa de bregar para que Buenos Aires fuese admitida tanto en la OTAN como en el Régimen de Control de Tecnología de Misiles (MTCR)   

1-      EL PAÍS. “Varías industrias continúan exportando armamento para ejércitos de Irán e Irak a través de intermediarios”.  Publicación del 16 de marzo de 1984. http://elpais.com/diario/1984/03/16/espana/448239605_850215.html
2-      EL PAÍS. “El Irangate fue desde el principio un intercambio de armas por rehenes, según director de la CIA”. Publicación del 26 de diciembre de 1986.  http://elpais.com/diario/1986/12/26/internacional/535935602_850215.html
3-      PENSAMIENTO ESTRATÉGICO y POLÍTICO. “Tecnología militar argentina en el Golfo Pérsico”.  http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/10/veteranos-de-ayer-tecnologia-militar.html

4-      CIPOL.org. http://www.cipol.org/pdfs/Condor_resenias.pdf