viernes, 31 de diciembre de 2021

 

“CRÓNICAS DE UNA POLITICA CRIMINAL”

La actual crisis global no pasa por el inflado problema de una supuesta cepa de COVID sino por la muy advertida inconsecuencia política y moral de quienes se denominan democráticos. Cuando el dedo no puede tapar el sol

 

Por Charles H. Slim y Ali Al Najafi

Era el 2017 y una nueva carnicería se estaba preparando en Iraq y los bocones volvían a atacar una vez más (tal como reza la letra de una canción de “The Smiths”[1]) en franca alusión a los medios de desinformación anglosajones. Según estos sectores “EEUU se preparaba a liberar a los iraquíes de ISIS”, un argumento tan falaz como la misma entidad de esta banda seudo-islamista. Lo que si fue muy real para los iraquíes fue el descarnado barbarismo con el que los “libertadores” barrieron Mosul sin ninguna contemplación en distinguir entre blancos militares y civiles.

La esposa de Qusay Saad, su hijo de cuatro años y su hija de 14 meses se encontraban entre los ocho civiles muertos cuando la escuela donde se refugiaban fue atacada con un ataque aéreo de precisión en Mosul en enero de 2017. Su desgarrador testimonio fue levantado por varios medios entre ellos el New York Times al cual le dijo: “Lo que sucedió no fue la liberación. Fue la destrucción de la humanidad”.

El testimonio de este residente de Mosul es solo uno de miles a quienes la “Coalición contra el terror” liderada por EEUU les han arrebatado lo más preciado e irremplazable como es la vida de un hijo, sus mujeres o como se visto en muchos casos, a toda su familia[2]. Miles son las mujeres y niños que perecieron en aquella oportunidad bajo los escombros de la segunda ciudad más importante de Iraq. Los conteos y reportes de fuentes estadounidenses no son fiables ya que bajo el argumento de “daño colateral” tienden a ocultar un gran porcentaje de las bajas civiles. También no se cuentan quiénes amenazados o simplemente eliminados por el régimen de Bagdad, nunca darán el testimonio de lo sucedido. Igualmente las estadísticas que se han ventilado en las últimas revelaciones son suficientemente espantosas como para ilustrar una realidad aterradora que no les conviene a los burócratas de Washington y sus socios alrededor del globo.

Los esfuerzos por tratar de tapar estas brutalidades también lo vemos en amañadas producciones cinematográficas[3] tan creíbles como la versión política de Washington.

Los sobrevivientes de cada una de estas familias pasaron a ser fantasmas dentro de una realidad terrorífica de confusión, arbitrariedad y muerte. A la censura implementada por los medios de los “libertadores” además debían guardarse de las arbitrariedades de los matones del régimen títere de Bagdad quienes se creían con derecho a vengarse contra ellos por el solo hecho de ser sunitas. Nadie les ha escuchado y mucho menos alguien ha respondido a sus situaciones. El “gobierno de Bagdad” es una mera extensión político burocrática de Washington y desde la invasión angloestadounidense en 2003 los iraquíes no tienen una representación real de sus intereses y mucho menos el respeto de sus derechos, entre los cuales está el de acceder a una administración de justicia debidamente confiable.

Los medios occidentales han tapado todas estas brutalidades anteponiendo al monigote de “ISIS” como el único responsable de lo que le sucedió a Iraq. Pero ello es una falacia a doble banda. Se sabe que la aparición del ISIS en junio de 2014 se dio en el marco de una planificación inter agencias de inteligencia y complicidades (entre kurdos del Clan Barzani, la CIA, un sector de los Baasistas e Israel) en la búsqueda por derrocar al gobierno árabe sirio para instaurar una situación de anarquía tal a la que británicos y franceses (con la cooperación de las monarquías del Golfo) crearon en Libia tras la intervención de la OTAN en 2011.

Los ataques aéreos tripulados y no tripulados se volvieron una cosa común para los iraquíes quienes ya venían sufriendo estos machaques desde 1991 tras aquella guerra que le dio a Washington la excusa para penetrar en la región y establecer bases en suelo saudita y kuwaití.

Pero estos episodios no sucedieron solamente en Iraq. La lista de este tipo de crímenes de guerra es larga y los países donde se han cometido son varios. El caso de Ahmed Salem Bin Ali Jaber, un imán yemení que en agosto de 2012 vio como su familia era arrebatada por el bombazo de un Dron estadounidense que de forma silenciosa y sin que nadie lo advirtiera, se retiró impune de la escena del crimen. El caso de Jaber es uno de todos esos episodios.

Su caso fue presentado a la justicia estadounidense (del agresor) y como era de esperar, con el paso del tiempo fue cajoneada bien al fondo del archivo. Algo anda muy mal en la “tierra de la democracia liberal” ¿O solo es una percepción equivocada?

Ciertamente que algo anda muy mal en este país. Un estado que violenta los derechos humanos de semejante manera, que no hace nada por indagar los casos que se denuncian, que aplica la tortura de forma sistemática y muy bien comprobada (Guantánamo, Abu Graib, Bucca, Bagram entre muchos otros campos de concentración)[4], que coopera con estados militarizados como Israel que llevan adelante similares y extendidas políticas de atropellos a los derechos humanos (porque los palestinos también son seres humanos) y que se niegan a reconocer el Estatuto de Roma que conformó la instancia internacional de la Corte Penal Internacional, hombre!, claro que algo anda mal en los Estados Unidos de Norteamérica.

Cuando un estado lleva adelante este tipo de acciones ¿puede luego pretender juzgarlas? Esta es una situación que se ha venido tolerando de forma cínica y vergonzosa sin distinciones entre demócratas o republicanos y la razón de ello radica en que ambos responden al mismo sistema que responde al Establishment. Incluso la propia población afroamericana y latina son frecuentes blancos de todo tipo de atropellos y abusos por el solo hecho de sus condiciones ¿Qué clase de democracia puede ser esta?

A la luz de esto, la concepción democrática de EEUU es tan arbitraria como sus formas de “difundirla”. Si bien la libertad refiere a una elección voluntaria, el país del norte usa todos los medios para instaurar regímenes adictos a sus políticas. Para ello no solo usa la conspiración, las armas, la tortura y las bombas para democratizar países sino también cuenta con una infraestructura burocrática propagandística que, bajo la máscara de “promover la democracia” (National Endowment for Democracy -NED-)[5] en realidad se encarga de reclutar y financiar voces disidentes (entiéndase contra gubernamentales) pero lo más importante de sus objetivos es la elaborar las hipótesis, argumentaciones y los supuestos para justificar todo aquello.

Los antecedentes son contundentes. No hay manera de explicar lo inexplicable y mucho menos, hay derecho adquirido para sermonear al resto del mundo sobre quién es y quién no es democrático. Incluso parece un gran sin sentido, ver como quienes destruyeron la vida de miles de personas pretenden brindar un servicio de justicia por hechos cometidos por sus propios poderes ¿Qué diablos es eso?; ¿Dónde están las instancias judiciales internacionales? Creo que debe tenerse como un principio universal, una combinación entre lo que refirió Montesquieu al hablar de la división de los poderes y lo que dijo Justiniano[6] que yo simplificaría en un refrán que rece “nadie quien es parte no puede ser juez y verdugo al mismo tiempo”.  

 



[1] Banda Británica de pop que tiene un tema titulado “Bigmouth Strikes Again”

[2] WSWS.ORG. “Los archivos de víctimas civiles” documentan la barbarie del imperialismo estadounidense en Irak y Siria, Joseph Scalice, 24 Diciembre 2021, https://www.wsws.org/es/articles/2021/12/24/pers-d24.html

[3] “MOSUL” es una película guionada y dirigida por el director estadounidense MATTHEW MICHAEL CARNAHAN para NETFLIX que precisamente desvía la vista de lo que ocurrió en esta ciudad iraquí centrando el relato en ISIS como el enemigo y sacando de la escena cualquier incumbencia estadounidense. Para los iraquíes, una farsa más de la industria anglosajona.

[4] Tal vez sean los más conocidos ante la opinión pública pero no son los únicos. Según el escándalo de los vuelos secretos de la CIA, EEUU mantenía en varios países, instalaciones secretas donde se torturaban ciudadanos (en especial musulmanes). También para escapar a la legislación internacional, algunos navíos de la Armada mantienen instalaciones similares.

[5] Un Think Tank norteamericano que asesora indistintamente a demócratas como a republicanos https://www.ned.org/

[6] Conocido como Justiniano El Grande, fue el emperador de Roma de Oriente autor del Corpus Iuris Civilis en el cual consagro el principio "Nemo esse iudex in sua causa potest" que significa que nadie puede ser juez en causa propia.

lunes, 27 de diciembre de 2021

 

¿ES UN BUEN MOMENTO PARA UNA GUERRA?

Hay posibilidades de que EEUU trate de salir de la depresión económica iniciando una guerra con Rusia ¿Vale la pena correr el riesgo?

Por Charles H. Slim

Esta es una de las preguntas que los generales de la OTAN y sus colegas del Pentágono se estarían haciendo desde hace varios meses y que al verse atascados por Rusia en el Mar Negro necesitan responderla. Pero antes de dar una respuesta a esta cuestión, los planificadores de un posible Armagedón contra Rusia estos burócratas militares deberían considerar varias situaciones.

Primero que todo, Washington debería moderar al Secretariado de Bruselas ya que la OTAN no podría llegar a movilizarse sin el liderazgo de EEUU. Si bien el Secretario general Jens Stoltenberg es un conspicuo y activo funcionario que busca mantener la cohesión entre los miembros europeos y sus patitos feos (Polonia, Bulgaria y Turquía) quien tiene la última palabra es Washington.

Pero no solo es la palabra lo que se espera de Washington, sino y lo más imprescindible es, disponer de sus capacidades óptimas de movilización y posible confrontación. En ese sentido hay que preguntarse ¿Cuál es la situación de la flota de guerra de los EEUU?, ¿Son ciertos los informes de serias dificultades en sus capacidades logísticas? Son varias las fuentes que alegan un serio problema en la Armada.

Al parecer la situación de pandemia de Sars-CoV2 ayudo en mucho a retrasar las mejoras y reparaciones en las unidades de la flota de superficie y ello se traduciría en que el 50% de toda la flota se halla en un verdadero “Stand By” para ser reparada. Ello a su vez, afectaría a su capacidad de transporte, aspecto ineludible para ejecutar una aventura bélica (salvo que Biden pretenda hacerla por “Zoom”).

En lo referente a las deficiencias en su capacidad logística al parecer la actual aparición de “Omicrón” ha dificultado aún más poner en movimiento una posible operación de logística bélica. Costos, falta de personal (entre ellos renuentes a vacunarse) y contra tiempos en muchas de las reparaciones de unidades vitales para el transporte pesado están frenando la disponibilidad. Estas mismas dificultades se ven en las actividades navales civiles y comerciales que han disparado los precios de alquiler de contenedores de los anteriores 4000 dólares a 20000 dólares cada uno.

Para muchos estos se debe a la oleada de terror informativo sobre la variante Omicrón que baja de la administración Biden y que lleva a que muchos literalmente no quieran tocar el picaporte de su automóvil para ir a trabajar o a ocupar sus puestos en las bases donde prestan servicio. Sin dudas que esto ha afectado duramente la psiquis de los estadounidenses y por supuesto, su moral para combatir en sus tropas y de su población para aceptar una nueva guerra que sin dudas no tendrá una causa justa.

Sin dudas Trump y su gente observan felices la debacle de la administración demócrata que para peor, está llevando a la Unión a una crisis económica sin precedentes haciendo realidad los temores de los neoconservadores y su prole de ver como China se vuelve un imperio comercial con seguras posibilidades de extender su modelo político a Occidente.

Igualmente no se engañe. La administración Biden no ha abandonado los principales ejes de la estrategia global norteamericana. Aún mantiene una política hostil, pero bajo cuerdas hacia China por el asunto de Taiwán (AUKUS y el QUAD); continua su intromisión en Iraq y en Siria. Mientras La Casa Blanca habla de liderazgo, democracia y la búsqueda por sanear los problemas de su predecesor, los hechos dicen otra cosa. Por ejemplo, la retirada de Afganistán el 15 de Septiembre pasado no fue sino, un cambio de estrategia y el reemplazo de tropas convencionales por programas de “contrainsurgencia” compuestos por mercenarios y agencias de inteligencia (léase ISIS-K) que buscaran desestabilizar al Taliban.

Pero las actuales expectativas de Biden, de su Secretario de Estado y sus generales en el Pentágono se centran en Rusia y ello parece una obsesión que podría costarle muy caro a los EEUU. Su administración, pese a las críticas pre-electorales de sus predecesores, está invirtiendo muchos recursos en Ucrania para que el gobierno de Volodímir Zelensky se vuelva la extensión de la OTAN y con ello, Kiev aniquile a los independentistas ruso-parlantes y recupere el control del Donbass. Si eso sucede, no cabe dudas de que la OTAN instalara una base en esta región oriental del país poniendo sus silos de misiles y aviones a minutos de Moscú.

Pero la dialéctica discursiva Washington y sus vasallos es la de hablar de “una amenaza de invasión rusa” cuando son ellos mismos quienes han trasladado tropas y equipos desde EEUU y Europa. En definitiva, un absurdo tan evidente que se puede graficar con esa metáfora tan utilizada en la que pretenden que no se vea el elefante en una sala.

Para ello se hacen algunos retoques a los hechos históricos hablando de que “Rusia invadió Crimea en 2014” haciendo extensiva esta hipótesis a la sublevación de las poblaciones de Donetsk y Lugansk tras el golpe en Maidan. Ciertamente, las tropas rusas si se estacionaron en Crimea pero no fue necesario disparar un solo tiro ya que la operación fue tan rápida que las guarniciones ucranianas simplemente para cuando sus soldados terminaron de ponerse sus uniformes no pudieron acceder a sus puestos. Otra falacia es la referida a la situación del este. Ninguna unidad rusa cruzo al Donbass en 2014, aun cuando el ejército ucraniano y grupos de mercenarios alquilados por los oligarcas sionistas de Kiev intentaron a posterior y de forma infructuosa retomar el control de la región. Simplemente porque muchas unidades blindadas y acorazados del ejército regular decidieron pasarse al bando de los autonomistas logrando un respetable poder de fuego. Pero todo eso no lo vera en una historia de los medios anglosajones.

En esta empresa también acompañan (como no podía ser de otra manera) Londres y su punta de lanza mediática que junto a la DW alemana, elaboran informes sesgados y truculentos, claramente predecibles tratando de conmover a una opinión pública muy poco receptiva a creer en sus versiones.

A pesar de todo esto y de los discursos del respeto a la ley internacional con los que Biden y sus funcionarios hacen gala en sus discursos ante los medios (cuando aún se mantienen aberraciones como la que sucede en Jerusalén y la situación en Palestina), por sus cabezas están meditando si es o no un momento propicio para una guerra ¿Tolerarán lo estadounidenses otra aventura mesiánica como las de sus predecesores o acaso están tan enfermos como sus políticos?, ¿O el dinero vuelve a pesar más que los cadáveres que se apilaran por estas criminalidades?