sábado, 28 de marzo de 2020


“AUTORIDAD DESAUTORIZADA
¿Cómo el gobierno argentino ante la pandemia del Coronavirus puede hacer cumplir la ley en una sociedad anomica?

Por Javier B. Dal
Cómo reconstruir un elemento tan básico y primordial para gobernar como es la autoridad política cuando durante décadas quienes hoy gobiernan,  han cooperado en destruirla de forma continua  e inconsciente. 

Eso es lo que hoy esta vislumbrándose en el gobierno del socialdemócrata de Alberto Fernandez, un estado sin poder  ante la imposición de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) y una sociedad fragmentada por la ignorancia en parte, por las interminables rencillas sectoriales e ideológicas y por la desidia de la misma clase política en ejercer el poder público estadual lo que a su vez ha sido en parte, impulsora del desencuentro y la anomia de la sociedad argentina.

¿Qué es la autoridad? Según la definición más común es la facultad o el derecho de mandar, esto al menos en la teoría ¿Pero cuál es la realidad en Argentina?

El gobierno argentino fue tomado desprevenido por una situación inedita como lo es una pandemia dejando en evidencia la improvisación y la falta de planificación para atender semejante realidad. Ningún presidente había pasado por una situación semejante y mucho menos se preparo para su manejo. Igualmente ello no excusa la improvisación y el menosprecio a lo que ocurre fuera de las fronteras. Muestra de ello fue ignorar lo que ocurrían en China. El mismo ministro de salud Ginés González minimizo en su momento la expansividad del COVID-19 demostrando su absoluto desconocimiento sobre lo que esta ocurriendo en el mundo. Pero ¿Acaso es el único culpable de esto?

Obviamente no. La ligereza del ministro de salud dejó entrever el absoluto desconocimiento de toda la comunidad política sobre la dinámica geopolítica global que involucra un enfrentamiento entre EEUU y China[1] que a  su vez involucra una peligrosa realidad como es la industria armamentística de la guerra bacteriológica que se desarrollo al amparo del silencio de los medios.  Al ministro (como a todo el arco político argentino) le basto la incipiente explicación de la OMS y nada más. Pero la misma agencia internacional cambiaría al poco tiempo sus argumentos y haciéndolos suyos aquellos que hablan del origen natural de la enfermedad, sugirió protocolos bastante discutidos por muchos virólogos quien por contradecir la “verdad oficial”, serían ninguneados por los medios. 

Pero ¿Cómo el gobierno y el estado argentino pueden estar un paso atrás de estos temas estratégicos tan sensibles para la defensa de sus intereses y su  población? La salud pública es un interés estratégico para cualquier país. Las décadas precedentes reflejan el desprecio y el abandono por el desarrollo propio del campo tecnológico y científico tanto para el uso civil como para la defensa militar. La actual situación tomo a la Argentina sin un sistema de emergencias para catástrofes, sin personal capacitado y con Fuerzas Armadas desmembradas y desactualizadas (Sin equipos de guerra NBQ).

Ante esto y para no ser menos –copiando a Francia-, el presidente ordeno una cuarentena que además de frenar la poca actividad económica que ya existía, esta tratando de limitar la libertad individual algo que encontró una clara resistencia en parte de la población. Ante esta demostración de desobediencia producto de la ausencia de autoridad y sobrepasadas las fuerzas del orden para hacer cumplir sus directivas, con la ayuda de los medios y de sus  obsecuentes periodistas, Fernández trata de amedrentar a quienes no obedezcan con aplicarles “la fuerza” como una forma de compensar todas las falencias propias acumuladas por años.

De este modo Fernández tratando de impostar severidad y resolución en el carácter, trata de paliar la falta de autoridad y las carencias materiales para afrontar la situación. Y es que años de desmanejos financieros y pésimas asignaciones vaciaron las arcas del estado para atender temas intrascendentes. De este modo fondos que podrían haber sido destinados a la investigación y desarrollo científico y la defensa que conllevaría a crear estructuras de prevención ante situaciones similares, terminaron perdiéndose en el camino y en el bolsillo de funcionarios corruptos y compensaciones de dudosa legitmidad.

El argumento mediatico de “estar en una guerra” que por estos días se difunde con notable inquistoriedad por las empresas de noticias (y sus obsecuentes monigotes de la pantalla), llama a preguntarse ¿Guerra contra quién? ¿Puede catalogarse como un estado de guerra la aparición y difusión de un virus? Y de aceptar esta curiosa calificación ¿Qué clase de guerra es? La respuesta es tan compremetedora y peligrosa que el gobierno argentino de conocerla, jamás se atrevería a mencionarla.

Por el contrario los Establishment de los centros de poder global saben muy bien de que se trata y pese a que los medios convencionales tratan de ocultar a toda costa el origen de esta pandemia con insultantes teorías gastronómicas –además de racistas- con claros intereses geopolíticos, las personas del común han aprendido a pensar por si mismas. Quizá calificar a la presente situación como un “estado de guerra”, representa una descripción  muy conveniente para que el estado y en particular el gobierno pueda motivar a sus fuerzas de seguridad a ejercer todo su poder de control sobre la población, pero ello igualmente no alcanza para convencer.  

No son pocos los que critican esta inflación informativa y el sobredimensionamiento sobre la peligrosidad del COVID-19.  El profesor frances Didier Roult ha criticado la medida de la cuarentena  calificándola como ineficiente y anticuada. Si Roult esta en lo cierto ¿Por qué adoptar una medida que destruirá la economía global?  Hay mucho en juego y no son precisamente la vida de los habitantes o el tan blandido “interés general”. El meganegocio de las farmacéuticas y laboratorios para elaborar una vacuna[2] es el trasfondo que se mueve detrás de toda la psicosis que se alimenta desde la Corporacion occidental de medios.

A contrario sensu en La Casa Rosada poco o nada se supo y aún no sabe sobre que es lo que realmente esta ocurriendo. Igualmente y adoptando la versión mediática de una enfermedad de brote expontaneo y origen natural, el gobierno de Fernández trata de ejercer el control total sobre la población con muchas dificultades para ser obedecido ¿Las razones de ello? La falta de credibilidad en la clase política a la que pertenece, la desconfianza en instituciones como la administración de justicia altamente desprestigiada y el desgastado respeto a las autoridades policiales que el gobierno kirchnerista al que perteneció ayudo a crear.

Sin información certera de lo que sucedía y mucho menos, recursos para contrastar la información proporcionada desde afuera, el gobierno debio aceptar la versión “amarilla” mayormente difundida por los medios anglosajones que señalaba como culpable de este virus a “una sopa de murciélago” de China o como lo llamo en algun momento el Departamento de Estado norteamericano “el virus de Wuhan”.

Más allá de cualquier análisis y sin la posibilidad de la producción de información critica propia de lo que realmente origina todo esto y sin la independencia política para hacerlo, los argentinos con gobiernos vacíos de autoridad deberán seguir marchando detrás de las consecuencias de causas en las que nada tenían que ver.
 


[1] RED VOLTAIRE. Org. “Propaganda y preguntas sin respuesta sobre el origen ‎del Covid-19‎”. Publicado el 25 de marzo de 2020. https://www.voltairenet.org/article209548.html
[2] Globalresearch.ca. “COVID-19 - La lucha por una cura: una estafa gigantesca de Western Pharma”, https://www.globalresearch.ca/covid-19-fight-cure-western-pharma-rip-off/5707360

martes, 24 de marzo de 2020


“JUSTICIA GLOBAL”
El mantenimiento de situaciones de injusticia aberrantes e incluso su incremento a la vista de una notoria corrupción y parcialidad en las agencias internacionales ha suscitado la necesidad de una administración de justicia de alcance global moderna

Por Charles H. Slim
Aunque la masiva difusión de la supuesta pandemia mundial del COVID-19 eclipsa el gran cúmulo de noticias internacionales, las arbitrariedades y las injusticias alrededor del mundo no se han terminado. Por el contrario, por efecto de este deliberado foco informativo que se ha puesto sobre esta enfermedad está ayudando a que varias situaciones aberrantes que vienen sucediendo en varios puntos del planeta, estén siendo convenientemente tapadas beneficiando a los principales implicados.

La población global esta siendo protagonista y testigo de una megamaniobra de manipulación mediática con un objetivo oculto que solo podrán advertir dentro de unos años cuando ya no sea posible hacer nada por rechazarlo ¿La instauración de un gobierno y un sistema financiero global tal vez? Igualmente, la presente realidad en la que parece existir una amenaza de carácter biológica (de origen sospechoso) sobre gran parte de la humanidad quedará como una tarea de la justicia internacional (Corte Penal Internacional) dilucidar quiénes han sido los responsables de crearla y diseminarla dado que, los indicios sobre su artificialidad ya han sido expuestos.

Actualmente la CPI ha lanzado un ambicioso proyecto de concientización a nivel mundial[1] para detener los abusos y las violaciones a los derechos humanos que terminan en la comisión de crímenes que encuadran en los tipos que prescribe el Estatuto de Roma. La necesidad de establecer una justicia global participativa e independiente se hace cada día más necesaria, mucho más ante los cada vez más solapados y sofisticados medios de represión.

En Iraq por ejemplo, el Coronavirus es un problema más dentro del terrible Status Quo represivo en el que desde 2003 se ven condenados todos sus habitantes. Los antecedentes del uso de armas sucias por parte de EEUU en Iraq y sus consecuencias desde comienzos de la década de los noventas son innegables[2]. A la precariedad y la falta de servicios básicos se agrega el estado de terror y represión creado por la ocupación angloestadounidense, que por lejos le ganó al tan demonizado gobierno de Saddam Hussein (Abu-Graib es solo una mínima parte de ello).

Los toma y daca a los que Washington ha sometido a un país derruido y despojado como Iraq, ha terminado por debilitarlo a grados infrahumanos. 
Sobre esto los medios occidentales parecen verse afectados de la acostumbrada amnesia selectiva. Y es que a la ya conocida inseguridad civil y jurídica propiciada por la invasión de 2003, se agrego la inseguridad sanitaria producto de la desaparición de controles estatales y la destrucción del sistema sanitario[3] (entre ello el asesinato de los médicos) que permite que cualquier cosa pueda ocurrir. Al tal grado ha llegado esta situación que incluso últimamente se denunció que EEUU entrego cargamentos de equipos y  uniformes impregnados –deiberadamente- del virus COVID-19 ¿Qué determinación habrá tomado Naciones Unidas y la OMS ante esto? ¿Acaso el gobierno títere de Bagdad reclamara un explicación a Washington por esto? Espere sentado, ya que no harán nada. Los funcionarios de la OMS ante todo lo son  de carácter político y no denunciaran ni investigaran a EEUU. Y en lo que respecta a los gobernantes iraquíes, es sabido que está allí por Washington.

La situación en este país árabe sigue siendo humanitariamente intolerable y por presiones de Washington sería imposible de abordar e investigar todos los crímenes que se han cometido a la sombra de la ocupación.

En Palestina las arbitrariedades y los crímenes contra su población no han cesado por el COVID-19. Por el contrario, ello ha ayudado a reforzar el control y represión de la ocupación israelí. La llegada de este virus no ha sorprendido a la población árabe-palestina que desde hace tiempo vive sometida a una cuarentena militarizada de una ocupación israelí que además de limitar la circulación de los pobladores árabes palestinos, detiene a discreción a quien mejor le parezca y quien se resista simplemente es asesinado. Incluso más. Si bien el COVID-19 no puede entrar en las casas de los palestinos, las tropas de las FDI y los Colonos armados si. 

Según reportes de fuentes en los territorios ocupados y en Gaza refieren a un incremento de acciones brutales de las fuerzas israelíes y de sus protegidos, los colonos judíos extremistas –entre los cuales hay muchos argentinos- tendientes a usurpar propiedades y territorios palestinos. Una de las tácticas empleadas es el envenenamiento de las aguas que abastecen a Gaza y otros poblados árabes obligando a la dependencia del agua controlada y vendida por los israelíes[4].

Tel Aviv está aprovechando la cobertura mediatica  masiva de esta pandemia para ampliar y acelerar los operativos de despojo de domicilios, demoliciones de casas y apropiación de terrenos palestinos en Jerusalem y Cizjordania para construir complejos de viviendas para familias judías.  Los métodos utilizados son tan diversos como ilegales. Para 2019 se pudo ver como los israelíes, bajo argumentos perimidos, llegaron a demoler con topadoras y explosivos, casas y complejos de departamentos palestinos en “Wadi Humus” en Jerusalem este. Aquí una vez más, los esfuerzos de Naciones Unidas han sido poco menos que insuficientes y lamentables para limitar estas repetidas acciones de limpieza étnica claramente violatorias de los derechos humanos de los palestinos.  Curiosamente es la UE quien ha estado pidiendo a Tel Aviv detener las demoliciones lo que ha causado varios cortocircuitos diplomáticos y presiones desde Washington.

En Yemen tampoco hay tregua y las arbitrariedades no tienen fin. La población yemenita sufre en forma indescriptibe los bombardeos, la miseria, las enfermedades y el hambre que no tienen final. A cinco años del comienzo de la agresión saudita (apoyada detrás de bambalinas por EEUU, Israel y países europeos) que debiera haber sido condenada y castigada por Naciones Unidas con la aplicación del Capitulo VII de la Carta órganica, se desarrolla con total impunidad ante la pasiva mirada de quienes sermonean al mundo sobre el respeto a la legalidad internacional.

Aquí también se estaría aprovechando esta “pandemia” para agravar la situación de Yemen. El presidente del Consejo Supremo Político de Yemen Madhi Al Mashat y el ministro de información Daifulá Al Shami sugirieron en sendos comunicados que los países agresores estarían tramando ingresar por diversas vías y medios, el COVID-19[5] para complicar aún más la situación de la población. Se sabe que EEUU gracias a su ingreso a la región ha levantado en secreto varios laboratorios de armas biológicas que ponen en peligro a la salud de los habitantes locales[6]. Si ello tiene bases ciertas dejaría en evidencia y reforzaría las pistas sobre cual es la real naturaleza, origen de ésta enfermedad y la criminalidad de lesa humanidad que representa[7].

En Siria aún persisten los intentos desestabilizadores y los grupos terroristas extranjeros aún mantienen el control de algunas zonas del país árabe. El gobierno de Bashar Al Assad ha logrado controlar la seguridad en Damasco y en gran parte del país desarticulando varias agrupaciones de confesos terroristas pagados y apoyados por entidades foráneas (MIT turco, la CIA y aliados varios). Comprobada la implicancia externa en la provocación de esta situación caotica las agencias internacionales poco o nada han querido hacer para detenerla. Los contubernios y las complicidades entre los gobiernos implicados y funcionarios de los organismos  y agencias internacionales hacen poco (al menos por un tiempo) viable la posibilidad de procesar los crímenes que se han cometido al amparo de estos enjuagues geopolíticos. 

La trampa dialéctica que sustenta situaciones como las citadas, precisamente están estructuradas para despistar las acciones cruentas que llevan adelante grupos especiales e irregulares (Al Qaeda y ISIS) que actúan en beneficio de planes predeterminados. Cuando en base a esto diferentes administraciones de la Casa Blanca han salido a justificar el despliegue de intervenciones sobre otros países, han utilizado como principal ariete a los “Derechos humanos”. Si bien el público ha visto y oído por TV a caras representativas como Ronald Reagan, George. H. Bush, George W. Bush, Barak Obama y al actual presidente Donald Trump, quienes están detrás de todo son otros funcionarios anónimos que trabajan detrás del poder.   

De este modo funcionarios como los hermanos Dulles, Kissinger, Brzezsky, Tennet. Rumsfeld y Brennan son quienes apenas la opinión publica identificaran y recordaran. Detrás de ellos a su vez hay toda una legión de funcionarios anónimos quienes en realidad proponen, diseñan y plasman en sus trabajos, políticas y doctrinas que como el “Proyecto para el Nuevo Siglo de EEUU” y la “Doctrina Rumsfeld/Cebrowski” que no son para nada teorías conspirativas y que están orientadas a una conquista global por etapas.

Si le dijéramos ¿Conoce Ud a Avril Haines? Seguramente nadie daría una respuesta positiva. Ella es una abogada que en muy poco tiempo escalo en el mundo de la intriga institucional en Washington. Fue la asesora de Seguridad Nacional en la administración de Obama y subdirectora de la CIA estando obviamente involucrada en todos los temas que se vincularon con las operaciones en el norte de África y Siria e Iraq desde 2011 y que tocaron su cumbre con la aparición de “ISIS” en 2014. Si le dijera ¿Conoce a Lisa Monaco? Obviamente diría que no y es que, es otra funcionaria detrás de bambalinas que también trabajo como asesora de Seguridad Nacional para Barak Obama y como ex fiscal General Adjunta del Departamento de Justicia de los EEUU.  Junto a ellas se sumaron los saboteadores de los países objetivos como el caso de las políticas siria Alice Mofrej y Dima Moussa, quienes alineándose a los planes por derrocar a Bashar Al Assad, colaboran estrechamente –y no ad honorem- con el Departamento de Estado para tales propósitos.

Mucho más difícil es individualizar a los gatilleros y asesinos que se emplean para llevar a la practica estos planes siniestros pero, sabiendo que existen estos estratos políticos responsables y los funcionarios que los ocupan, no sería difícil para una justicia global proactiva e independiente, procesarlos. Solo basta preguntarse ¿Quién dará el primer paso?


[2] Written Testimony of Dr. Garth L. Nicolson, Committee on Veterans Affairs, United States House of Representatives, enero 2002, https://www.researchgate.net/publication/258209177_Written_testimony_of_Dr_Garth_L_Nicolson_Committee_on_Veterans_Affairs_United_States_House_of_Representatives 
[3]MEDICOS SIN FRONTERAS. “Irak: un sistema de salud colapsado” https://www.msf.es/actualidad/irak-sistema-salud-colapsado
[4] GULFNEWS. “Water crisis is poisoning Palestine”, Publicado el 30 de abril 2019, https://gulfnews.com/opinion/op-eds/water-crisis-is-poisoning-palestine-1.63626108
[5] ALAHED.NEWS.SPANISH. “Estados Unidos y Arabia Saudí intentan propagar el coronavirus en Yemen y Siria”,  https://www.spanish.alahednews.com.lb/article.php?id=29249&cid=16&fbclid=IwAR3Q-ZDPVkWMKaJlBnuxwsY8de-v-OmvdBwpvnYXqJGdaI-qpAz554O-pC0
[6] GRAMMA.Cu. “Médicos iraníes solicitan destrucción de laboratorios biológicos de Estados Unidos en el Medio Oriente”, publicado el 18 de marzo de 2020, http://www.granma.cu/mundo/2020-03-18/medicos-iranies-solicitan-destruccion-de-laboratorios-biologicos-de-estados-unidos-en-el-medio-oriente-18-03-2020-10-03-15
[7] Se habría originado en Fort Detrick, EEUU que fue cerrado en julio de 2019 por brotes. Fuente: Globalresearch.ca. https://www.globalresearch.ca/covid-19-all-truth-three-stages/5706329