sábado, 13 de enero de 2018

VETERANOS DE AYER




“ALERT, N.B.C. WARFARE”


A diecisiete años de la Guerra del Golfo siguen saliendo más testimonios reveladores sobre las verdaderas implicancias de aquella guerra ¿Fue  convencional o la primera guerra de mediana intensidad de la historia?



Por Dany Smith
No importa cuántas veces retroceda en mi mente hacia a aquellas calurosas jornadas de la guerra del Golfo en 1991.para no dejar de descubrir varias cosas que se me habían pasado por alto quizá, por la frenética situación a la que estuve expuesto, quizá por efecto de ese llamado estrés postraumático que me convirtió en un paciente de por vida con un psiquiatra particular y con un médico clínico para controlar y que no reaparezca una neumonía atípica que no saben de donde salió. Como sea, poco importa ya no mencionarlo.

En una charla amistosa de espumosas cervezas en un pub de Londres con un camarada de la Naval estadounidense que llamaremos “Jimy T”, intercambiamos puntos de vista y nuestras historias de vida en la primera guerra de Iraq, aunque él también fue parte de la operación “Libertad Iraquí” en 2003.

“Como piloto de rescate de uno de los potentes helicópteros “Chinook” embarcados en el portaaviones “USS-John F. Kennedy” durante la guerra, vi de todo y hubo mucho más ajetreo de lo que muchos se han imaginado o de lo que el gobierno ha querido ventilar”, me comentaba entusiasmado. Una de esas cosas fue aquello relacionado con el tema de la amenaza del arsenal químico de Saddam y que nuestros comandantes mantuvieron oculto o tal vez a ellos tampoco les dijeron nada. Creo que solamente los almirantes y esos tipos que estaban sentados en una oficina en Washington, eran quienes sabían muy bien lo que estaba pasando y lo que nos podría llegar a suceder. Sabes que no puedes desconfiar de tu superior que está allí contigo, quien se ensuciaba las manos y se arremangaba su camisa para cambiar alguna válvula o corría el mismo riesgo de cortarse los dedos o un brazo con alguna pieza suelta que pudiera volar por la pista con un mal aterrizaje, ¡tú sabes!  

Todo esto lo comento por el tema que tanto han discutido muchos de nuestros camaradas y otros investigadores militares sobre si Saddam uso o no sus armas químicas contra nosotros. Pues, a pesar de toda la basura desinformativa y la censura practicada para que nuestras familias no supieran lo que realmente había sucedido, quienes estuvimos ahí somos la prueba viviente de aquella verdad que tanto han discutido o más bien han ocultado.

Realmente no sabría decir que era lo que estaba pasando en tierra mientras se desarrollaba la Tormenta del Desierto, pero algo sucedió el 20 de enero en pleno de las operaciones de bombardeo aéreo que desato una corrida en todo el Teatro.  Lo recuerdo muy bien. Había mucho jaleo en las líneas de comunicaciones que mostraban un alto nerviosismo como nunca había visto. Panamá en 1989 había sido un juego de niños y podía volar mi Bell sin el menor problema e incluso pude aterrizar en parque de la misma capital. Pero aquí sucedía algo muy pero muy grave pero por supuesto que se mantuvieron muy discretos ¿Que hizo saltar las alarmas “Tzech” para que fuera necesario proteger a los grupos de tarea navales de la retaguardia?

Recuerdo que hubo una alerta de ataque químico y se comenzó a distribuir el equipo personal de Q.B.N. a todos los grupos de combate y con especial preocupación a los que trabajaban con la protección de las líneas logísticas a cargo de “Operación Bishop”. Lo recuerdo porque en mi helicóptero llevamos varios de estos para que fueran repartidos en unidades navales de la retaguardia. Incluso había mucha preocupación por los buques logísticos más estratégicos como el canadiense de alije “Explorer” a quienes entregamos máscaras con carbones activados nuevos. También supe que otras unidades de nuestros muchachos aprovisionaron de máscaras y trajes de guerra química a los australianos, argentinos y españoles.

Nunca informaron que los iraquíes además de reaccionar con bastante inteligencia a la masividad de los ataques que se estábamos lanzando, pusieron en marcha una contraofensiva de la que nadie en nuestros jodidos mandos, jamás dieron detalles de haber ocurrido.  No me olvido aún como a varios de nosotros nos hacía  temblar las rodillas cuando Saddam lanzaba sus misiles sobre Arabia Saudita. Hombre, no te olvides que los misiles que lanzó contra Dahram y Ryad en algunos llevaba “Sarín” e incluso algunos de los que estuvieron en uno de esos ataques que no fue interceptado por nuestros “Patriots” tras el impacto se disperso sobre un radio de un kilómetro una nube de humo amarilla que indicaba el uso de un agente químico nervioso.
A pesar que nos jactamos de que teníamos muy buena información, muchos de nuestros colegas y lo peor de todo, muchos oficiales, tenían comentarios estúpidos que mostraba tener apenas  dos dedos de frente que incluían razonamientos como el que “Saddam no tiene tantos misiles como para matarnos a todos”.

No era raro de que esos tipos fueran los mismos que se ufanaban de nuestro poderío y a su vez no querían reconocer como Saddam nos había engañado con simples maquetas de plástico, madera y carros usados (viejos tanques T-55 y camiones con carcasas para aparentar blindados ligeros).  Cientos de millones de dólares en bombas y misiles fueron a caer sobre emplazamientos falsos que los iraquíes nos hicieron creer que eran reales. Imagínate cuantos de los misiles HARM usados para destruir supuestos puestos de comando y control de defensa aérea “SAM” y de los sistemas móviles “SCUD” solo destruyeron alguno de estos señuelos.

Calcula cuanto podría haber costado con un promedio de 94.000 salidas de operaciones aéreas de la Armada y de la fuerza aérea con base en Incirilik, Turquía.

Y mientras nuestros aviones se distraían con estos ardides, durante la primera semana de conflicto los iraquíes pudieron mantener una capacidad de contraataque casi intacta ¿Y qué creen que nos iban a arrojar para que dejáramos de machacar? Los misiles “S-SCUD-B” no eran peligrosos porque eran grandes moles que podían llevar a lo máximo una cabeza armada de 750 kg de carga activa, sin por que podían llevar ojivas con unos pocos litros letales de elementos químicos como el Sarín o el Gas Mostaza o también Cloro, lo que los hacía más autónomos.  Fueron disparados 89 misiles y solo fueron interceptados un 40% de ellos, aunque esa es la versión del gobierno y por ello dudo mucho de ella.

Un misil de esas características puso haber sido lanzado sobre la zona de operaciones naval y haber rociado como una llovizna finísima el veneno sobre toda el área y nosotros nunca habernos enterado. Si tienes en cuenta de que los iraquíes habían reformado a muchos de estos misiles para lograsen mayor altitud y con motores para darle mayor alcance, las posibilidades de que hayamos estado expuestos a las micro partículas del veneno sin que nos hubiéramos dado cuenta, parece muy posible.  Además estuve enterado de que hubieron períodos en los que las tripulaciones de varios grupos de tareas no podían salir a cubierta hasta tanto no recibieran autorización del centro de mando.

Si me preguntas a mí, yo nunca me creí todas esas mentiras que veías por televisión, apenas le creía a mis superiores cuando nos decían que no teníamos bajas que reportar y unos momentos después, algunos de nuestros aviones llegaban en llamas desde Kuwait. Si mentían con eso, seguramente lo harían con cualquier otra cosa. Además, la cantidad de enfermos “vets” que se han reportado por todo tipo de enfermedades no ha dejado de crecer y el gobierno no ha dado sino a medias, algunas explicaciones que con razón les reclamamos.

No te olvides que era muy mala prensa que se supiera que los iraquíes no solo estaban esquivando varios de nuestros ataques sino también que a pesar de las llamadas y fallidas acciones quirúrgicas contra blancos estratégicos como eran las lanzaderas, se supiera que no estaban dando con nuestra propia maldita medicina, la misma que le había vendido unos años antes laboratorios y corporaciones que luego pertenecerían a tipos jodidos como Donald Rumsfeld y George P Schultz y su maldita corporación de medicamentos y que después sería el encargado de la defensa, eso es demasiado hombre!

martes, 9 de enero de 2018


VETERANOS DE AYER




“LOS ARCHIVOS SECRETOS DE SADDAM”

Hace casi 15 años EEUU invadía Iraq y entre otros objetivos, se hizo con el control de los archivos de la inteligencia de Saddam ¿Dónde están los millones de documentos robados y qué contenían?




Por Dany Smith & John G.G.
Cuando culminó la primera guerra del Golfo en febrero de 1991, muchas cosas quedaron flotando en el aire y jamás nadie las respondió. Los que estuvieron en la primera línea de la batalla como John G.G. y un servidor trajimos con nosotros más preguntas que satisfacciones por el deber cumplido e incluso llegue a preguntarme ¿Por qué diablos estoy aquí Sr.? Era algo subrealista, fuera de cualquier explicación lógica y muchos de nosotros nos tuvimos que contentar con esas simples respuestas “Cierre el pico, media vuelta y lárguese de mi vista!”

Si había un tema que siempre se mantuvo en total secreto era, la verdad sobre las armas de destrucción masiva que supuestamente poseía Iraq. Cuando estuvimos ahí en 2003 no vimos ninguna de ellas y ¡Gracias al cielo que así fue!, ya que si las hubieran tenido nos habrían costado muchas más bolsas de plástico que las que nos costaron con sus imaginativas tácticas que pudimos encontrar en el camino a Bagdad. No lo podías creer, me comenta John; en un momento estábamos avanzando velozmente con dos Bradley a ambos lados de un camino vecinal a unas 5 millas de Bagdad y de pronto dos estruendos sacudían tu cabeza y al volver mirar a nuestro alrededor solo había un montón de chatarra retorcida quemándose atrás nuestro. Recuerdo que le dije a nuestro sargento ¿Tienen misiles anti carro?, a lo que solo escuche ¡Abajo y a desplegarse, rápido!, mientras desde unos caseríos no barrían con fuego de metralla y cohetes RPG-7.

No podíamos avanzar y entonces se hizo necesario llamar a la cobertura aérea que por poco nos arranca la cabeza a nosotros también.

Cuando el fuego cesó por la limpieza de nuestros cazas, pude ver con mis propios ojos la “sofisticación” de las armas que habían destruido a esos dos tanques Bradley y no lo van a creer, una vieja pieza de artillería “M1944” de 100 mm de la guerra de Corea que seguramente databa de los años cincuentas, era el arma más poderosa de esa posición y ella había sido la autora de esas bajas. Ni el mejor misil de calor lo hubiera hecho mejor y me di cuenta que los fulanos que murieron al pie de esta pieza no iban a detenerse por que aparecieran nuestros aviones. Uno de ellos aún sostenía un proyectil que no logró recargar. Creo que ahí comencé seriamente a preocuparme y a preguntarme ¿Qué diablos estoy haciendo aquí?

Apenas me estaba subiendo al vehículo “M-113” para proseguir, escuche a las topadoras que traíamos en cada compañía y mientras comenzaba a alejarme podía ver como escavaban grandes fosas en las adyacencias para enterrar a nuestros camaradas y a los vehículos perdidos ya que la política era “Aquí no ha pasado nada”.

Para el 7 de abril ya estábamos en los suburbios de Bagdad y el fuego que nos recibía era nutrido e intermitente y parecía no haber forma de pasar por las calles de ingreso sin perder un carro o unos cuantos hombres. Era un escenario subrealista y no se parecía en nada con Panamá. El fuego venía de todas partes y ello era muestra de que no nos querían allí. Muchos colegas enloquecieron y disparaban contra todo lo que se moviera e incluso contra las casas de donde sospechaban que había soldados iraquíes agazapados.  Otros acribillaban a los automóviles con civiles que pasaban por la carretera o incluso los embestían solo por diversión. Todo se había salido de control y más tarde lo pagaríamos caro.

Nuestra misión era llegar a un edificio clave en Bagdad, pero no nos habían dicho cual, solo que mantengaramos los ojos bien abiertos y atentos a las órdenes. Al anochecer llegamos hasta el borde de un puente que cruzaba el Tigris y podíamos ver como las trazas de los disparos volaban por toda la ciudad. Los estruendos de las bombas el tableteo de los fusiles no se detenía nunca. Yo pensaba, “no cruzare ese puente que debe estar siendo minado por los zapadores iraquíes”.  Nos parapetamos detrás de unos montículos con palmeras que nos cubrían de las camionetas artilladas que corrían de un lado a otro del otro lado del río dedicándonos sus andanadas de 30 mm y 12,7mm. Al despuntar los primeros rayos del sol y con un amanecer rojizo ensuciado por el humo que todo lo envolvía, recibimos la orden de cruzar. Muchos creíamos que de un momento a otro saltaríamos por el aire y quedaríamos como decorado del paisaje. Por suerte y para nuestra sorpresa no fue así y para el medio día estábamos en el otro lado lidiando con una fuerte resistencia que había en un enorme edificio de concreto que albergaba al Ministerio de Inteligencia de Hussein (IIS).

Fue necesario que nuestros aviones machacaran el edificio y a pesar de eso, nos seguían disparando desde varios pisos. Habrá pasado una hora hasta que el fuego mermo y pudimos avanzar cubiertos con los tanques y los Hummer artillados. Al llegar a las puertas del edificio las sorpresas no terminarían. A pesar de que se hallaban maltrechas por el fuego de los obuses y creyendo que el paso estaba libre, varios se adelantaron a tratar de cruzarla y encontraron la muerte con una trampa de explosivos; ¡aquello fue horrible! Y eso solo era el comienzo. La batalla dentro del edificio fue un desastre y muchos que entraron no salieron jamás. Cuando terminamos por controlar el edificio, aparecieron varios camiones sin marcas  con camuflaje del desierto trayendo a otros tipos que nunca habíamos visto (y entre ellos varios con apariencia árabe)  y mientras asegurábamos la zona, aquellos sacaban del interior más de un centenar de cajas con papeles que tras tomarse unas cuatro horas dentro del interior, vimos como comenzaron a salir con esas abultadas cargas y tras subirlas a los camiones, arrancaron y se perdieron rápidamente con rumbo al suroeste mientras se seguían escuchando muy cerca las escaramuzas y los tiroteos.


Solo cuando nos relevaron supimos que habíamos estado involucrados en el asalto a la sede la Mutkhabarat de Saddam Hussein y que los tipos que habían venido a sacar todo esos documentos serían contratistas de la CIA en la búsqueda por hacerse con los secretos del régimen derrocado. Hace unos años en un artículo de   'Foreign Policy'    que curiosamente fue borrado de ésta editorial estadounidense, se ventilaron varios documentos de la CIA en los cuales se precisaban cómo en la década de los ochentas se le proveyeron armas químicas y datos precisos de inteligencia a Bagdad para utilizarlas contra Irán en las últimas etapas de la guerra, algo que de haberse expuesto en la parodia de juicio que más tarde se montaría para justificar la ejecución de Saddam Hussein en 2006, hubiera puesto en más problemas a Washington y en particular a George H. Bush (padre).  Para mí, eso solo era una pequeña parte de la basura que se quería ocultar. Otra cosa curiosa que note de esos tipos que llegaron en aquella tarde fue que algunos llevaban en su cintura “Berettas calibre 22” plateadas, algo que reconocería a una milla por mi afición a las armas. Pero lo más extraño era que las mismas traían silenciadores originales. Era un arma fuera de lugar para una guerra. Con todo lo que ha venido pasando desde ese entonces y todo eso del “ISIL” me sigo preguntando ¿Quiénes eran esos tipos y que se llevaron en esas cajas?