viernes, 20 de octubre de 2023

 

SOVEREIGNTY OF THOUGHT

Why is the much-praised and much-publicised advance of AI the beginning of a struggle for freedom of thought?

 

By Sidney Hey

The advancement of technology is undoubtedly the product of a progressive development of knowledge and is supposed to bring welfare to human life. But if we look at how mankind has evolved, every advance has been preceded by great calamities, especially man-made calamities such as wars.

This logic, despite the fact that we are in the 21st century, has not changed and the amazing technological advances, especially in the field of computers, do not mean that we have attained wisdom. On the contrary, these advances, despite the benefits they bring, are also used for manipulation and deception.

The so called, Artificial Intelligence (AI) is already taking on a worrying prominence, not only because of the various human functions that it seems to imitate and replace in all disciplines, but also because of the manipulations that can be carried out with this virtual entity.

The BTP chatbot is a suspiciously free sample of what an AI can do just by feeding it with data. As soon as it was released, the fascination with the novelty of an artificial intelligence that could mimic and even develop human qualities made many rush to try out this seemingly harmless tool with potential benefits for humanity.

Of course, the tool will be beneficial or harmful according to the intentions of the user, but in the world of humans even the simplest thing can be used as a weapon.

When some shrewdly asked why was free access to this “marvelous” online technology made possible? Only a few grasped the answer and understood that for an AI to work, it needs programming and what better food for its memory systems (and at no cost) than human experiences and issues transmitted by humans through the vast universe that is the internet.

That is, when you interact with this AI, you are teaching it your illusions, ambitions, hopes, forms of expression and also your vulnerabilities. You could say that it makes a digital copy of a human personality that with progressive improvement of audio and video software will make it impossible to distinguish between a real act and one simulated by an AI.

Who do you think will be the exploiters of such advantages? If you thought of governments, you have not been so wrong in your answer. But before these bureaucratic-political administrations are their sewers which are elegantly called “intelligence agencies” and through these will be accessed by Corporations which are already as powerful as or more powerful than the US.

It is these actors who are already exploiting this tool to carry out all kinds of actions ranging from blackmail, information poisoning and manipulation of acts that, when they are counterproductive for their governments, they will reissue them in such a way that the culprit is someone else.

The so-called “deepfake” is a warning of these malicious uses.

Cases of “deepfake” have been on the rise. Manipulations of images, audios and videos for criminal purposes are only part of the danger posed by the misuse of this information technology. As is well known, intelligence agencies have among many of their objectives, intoxication and disinformation purposes, with the alteration of videos and audios being an important part of this. With this tool, the manipulation of public opinion will go to greater scales, achieving instantaneous effects regardless of whether they are later discovered as hoaxes. Remember the lies of the CIA and MI6 about weapons of mass destruction in Iraq and other inconsistencies to pave the way for the invasion of 2003?

Today, in the midst of a war that is beginning to globalise with highly dangerous components and where touching the sensibilities of public opinion is a highly strategic objective, the manipulation of information by the media is no longer enough, and with this tool the possibilities of deception are alarmingly enhanced.

It is no longer enough to conceal and deceive public opinion. To condition and even persuade the public into a way of thinking is the great objective that governments with hegemonist and supremacist aspirations have been pursuing (through their hired media).

This is not science fiction, it is today's reality and will become even more complex. To such a degree is the development of this technology that many productions executed with an AI make it impossible to distinguish from reality that concerns are well founded. At a time when all sorts of brutalities and crimes against humanity are being committed, those governments in possession of this tool have a weapon with which to fabricate alibis.

Beyond these dirty uses, its misuse in other less opaque areas such as extortion, online blackmail and scams of all kinds, the danger of its uncontrolled growth and misuse has already sparked debates to limit its use. In conclusion, there is no better reasoning to analyse things and the reality of facts than the direct perception of the senses we have as humans. Only lazy, fat-assed bureaucrats in governments are not interested in distinguishing between truth and adulteration.

 

 

jueves, 19 de octubre de 2023

HAY QUE HACER

Quien ocupe el gobierno después de diciembre solo tiene un objetivo ¿Podrá lograrlo sin fracasar en el proceso?


Por Charles H. Slim

Mas allá del resultado que surja de las elecciones del próximo 22 de octubre, habrá un gran cambio de época para la Argentina pero no como la gente espera. Las cosas están peor de lo que el gobierno y la oposición se atreven a contarle a la población, pero ambos tienen una preocupación por encima de las necesidades de sus votantes: Sus propias necesidades.

El contexto global que rodea a la actual situación del país es muy inestable. La guerra en Europa, la que se está gestando en Transcaucasia entre Armenia y Azerbaiyán y la que se ha desatado en Oriente Medio entre Palestina e Israel que llevará a consecuencias inesperadas, pone una advertencia a la dirigencia política argentina para tomar las responsabilidades que desde hace más de 40 años se han ido abandonando.

Como verán en el título, no es una pregunta sino una breve respuesta abarcativa a todas las problemáticas estructurales y focalizadas dentro del mismo estado convertido por la picardía de sus dirigencias políticas en caucus de amigos y besamanos. 

Hay mucho para hacer, pero también muchas cosas más para deshacer. Y es que cada uno de los gobiernos que han ido pasando a lo largo de estos últimos cuarenta años -sin distinciones partidarias- han aportado su cuota de clientelismo, favoritismos y venalidad que prácticamente han convertido al estado en una bolsa de trabajo y oportunidades para un árbol familiar de funcionarios.

Para ello se presenta otro gran dilema y que tocara sin dudas la fibra más íntima de la idiosincrasia argenta y es que, hay mucho para hacer con muy poco. Sea quien sea el nuevo gobierno, la devaluación y la desaceleración de la economía serán consecuencias imposibles de eludir salvo, que se establezca desde cada uno de los funcionarios en los altos puestos gubernamentales hasta el último escalafón de la administración pública, una disciplina ejemplificadora en el gasto y el comportamiento funcional. En realidad, se debería administrar con racionalidad y disciplina, algo que deberá traducirse en reducir verdaderamente el gasto público y en especial el político para redireccionarlo a donde siempre debió haber estado: El desarrollo a mediano y largo plazo planificado.

Cuando se establezca este paradigma, será muy diferente la visión  de cada uno de quienes pretendan ejercer cargos electivos. Meterse en política dejará de ser un negocio para los vivos. Las expectativas que tenían los que aspiraban a cargos políticos, ilusionados por exorbitantes sueldos, privilegios y prebendas deberían ser cosa del pasado. En una nueva Argentina eso debería desaparecer ya que caso contrario, se hará imposible reestablecer una normalidad durable.

Este hacer deberá ser rápido y pese a ello, no dará resultados inmediatos. La podredumbre existente en las estructuras del estado y en especial en todo lo que hace a la burocracia parasitaria (Ministerios, secretarías, direcciones, delegaciones, comisiones y etcetc) en cada uno de los poderes del estado- es profunda y será cuestión de mucho carácter en los dirigentes que asuman la administración de gobierno y de un real compromiso político y personal el perseverar en el tiempo para despegar esa costra.

En resumen de cuentas, el sistema político corrupto que ha imperado debería desaparecer si en realidad se busca crear cambios.

Como se dice por aquí, “somos hijos del rigor” y no hay otra manera para que los argentinos caminen erguidos es que se les está constantemente controlando. Pero aquí es donde surge otro problema ¿Quiénes van a ejercer ese control? Para eliminar este cuestionamiento y hallar una solución descartemos de plano, a una casta de políticos iluminados o bendecidos por alguna pertenencia religiosa y mucho menos, a solucionadores externos que han demostrado más arrogancia que sabiduría.

Tomando en consideración que todos los espacios políticos que se presentan para pretender gobernar el país están compuestos por elementos de esa vieja política, la tarea se vuelve bastante difícil de concretar. Incluso si cada uno de los políticos que vayan a ocupar los puestos del nuevo gobierno se sacrificaran en sus ganancias personales y estuvieran prestos a (como dice el dicho) arremangarse las mangas y agachar el lomo, recién allí comienza la lucha.

Claramente, cualquiera de las tres opciones más cercanas a acceder al poder (Massa, Bullrich o Milei), serán funcionales a la agenda globalista 2030 que nada tiene que ver con las expectativas de mejoras nacionales, ni con las necesidades del pueblo y mucho menos de los más desafortunados. Es decir, son funcionales a la corrupción global angloestadounidense.

Reconstruir un estado moderno e inteligente, independiente y soberano implica la necesaria construcción de un área de defensa e inteligencia verdaderamente propio y avocado a un estudio, seguimiento y planificación sin las influencias de agencias externas (en especial del Departamento de Estado norteamericano y de asesores y otros organismos como la CIA) que solo dan la información que y cuando a sus gobiernos les convenga. De no apartarse de esto, el país seguirá sometido a los juegos y las intrigas de las geopolíticas ajenas.

Para peor y con lo que venimos viendo en Ucrania y lo que se ha desatado en Oriente Medio, habrá mucho interés por parte de EEUU,  sus aliados atlantistas (incluido Israel) por imponer más restricciones basadas en la paranoia y nuevos programas antiterroristas ya que a no dudarlo, se producirán atentados que Washington y Tel Aviv, instalaran la paranoia acusando con decidida seguridad a los “terroristas islámicos” (usando la odiosa comparación entre Hamas e ISIS) y sus aliados rusos.

En esta nueva era, más que administraciones obsecuentes a las políticas externas, la Argentina necesita reconstruir un estado enfermo y a partir de allí, establecer un camino de desarrollo que no podrá ser puesto en marcha sin un amplio plan que contemple a todos los sectores sociales en donde cada uno de ellos -y en la individualidad de cada ciudadano- se comprometan a trabajar en una sola dirección y por el bien común. Caso contrario, seguiremos viendo gobiernos que no respetan la constitución (y por ende los derechos del pueblo), fofos, influenciables por la necesidad de dinero y por ende manipulables por agendas externas de representaciones interesadas en insertar y desplegar sus geopolíticas que no beneficiaran al país y con el peligro adicional de una guerra global en proceso.

 

  

miércoles, 18 de octubre de 2023

LA MASACRE DEL HOSPITAL EN GAZA


Por Javier B. Dal

Como ya lo hemos dicho muchas veces, lo que hoy está ocurriendo en Gaza no empezó el 7 de octubre pasado y tampoco Israel es la víctima en todo esto. En las últimas horas un hospital repleto de personal médico, de heridos entre ellos mujeres embarazadas y bebes fueron asesinados por un bombardeo de la fuerza aérea israelí que por estos momentos están tratando de desmentir a través de las redes sionistas en todo el hemisferio.

Fuentes árabes reportan que los desaparecidos bajo los escombros alcanzan las 1200 personas entre ellos 500 niños lo que da un panorama de la campaña deliberada de aniquilación que las FDI están llevando adelante bajo la conducción política de Netanyahu y su gabinete supremacista y racista.

Israel ha violado con creces el derecho internacional humanitario tal como lo ha hecho en el pasado, logrando escapar gracias a la impunidad que le da EEUU.  La voladura del hospital “Al Maamadani” es una más de esas violaciones que fue ejecutada en pleno de un ataque aéreo israelí tal como dan cuenta los testigos en las inmediaciones y también observadores extranjeros que por estas horas tratan de no ser asesinados como sus colegas de la UNRWA de Naciones Unidas hace unos días antes.

El cinismo de Netanyahu y del gobierno israelí no asombra y hasta en cierto sentido es entendible. Echarle las culpas a otro y trillar sobre el victimismo apelando a un odio “anti judío” es una táctica psicológica usual de Israel con lo cual, eso no debería asombrar. Pero si lo que asombra y si es de destacar, como los partidarios pro-israelies en occidente y en especial en los medios, han tratado de argumentar las más estrafalarias mentiras para tratar de encubrir este hecho brutal y sádico que se enmarca en una gigantesca limpieza étnica que los sionistas de la ultraderecha festejan con mucha alegría.

Con notable desparpajo, los medios en occidente desinforman sobre el curso de los eventos poniendo siempre por delante la excusa del “ataque contra Israel”. Ello es el puntapie de cómo presentan los hechos y el origen de los mismos.

El ejemplo más deleznable de esta parcialidad informativa se ve en los medios argentinos o más bien deberíamos decir, de la capital Buenos Aires donde el discurso es descaradamente unidireccional a tal punto, que quienes dan el punto de vista de la situación de los palestinos son ciudadanos judíos argentinos que viven en Israel y obviamente, defienden a ese estado y ponen sobre los hombros de los árabes, la culpa de lo ocurrido.

Para estos “testigos” israelíes que no están en Gaza pero que hablan como si allí estuvieran no puede considerarse sino como una siniestra parodia mediática. Sumado a esto, la alegación de estos mismos medios invocando que el Mossad aseguraba -como si se tratara de la verdad revelada- que la explosión que fue un cohete de “Hamas” el responsable del hecho, tras lo ocurrido el 7 de octubre muy poca credibilidad puede tener lo que informe esta agencia.

Sumado a esto, el comunicado de las FDI acusando a la “Jihad Islámica” de lo ocurrido por una supuesta andanada de cohetes que habrían disparado y pasado por encima del hospital, tampoco puede gozar de credibilidad dado que no están respaldadas con pruebas verificables. Sobre esto último y ante los crecientes cuestionamientos, la publicación de un audio en el que Tel Aviv dice que es la conversación en árabe -supuestamente interceptada- entre supuestos miembros de la resistencia diciendo que el hospital había sido golpeado por uno de sus cohetes, además de muy dudoso, es imposible de certificar siendo muy seguramente, otro de los engaños que su inteligencia es muy ávida de armar. En conclusión, todas estas argumentaciones solo han sido un intento de tapar el sol con el dedo.

A los testigos presenciales y las fuentes árabes se unió la publicación del diario “The Wall Street Journal” donde se aseguró que el vector que destruyo al hospital en Gaza y mato a más de 800 inocentes fue una bomba aérea “M-84” de fabricación estadounidense que obviamente, no tiene la resistencia palestina.  

Aún toda la inteligencia israelí, aparentemente burlada el sábado 7 de octubre pasado no ha explicado cómo pudo suceder lo que sucedió cuando fueron avisados por los servicios de inteligencia egipcios e incluso por la CIA.

Es claro que Tel Aviv y los partidarios sionistas alrededor del mundo tratan de desligarse de este nuevo crimen (uno más a lo largo de 75 años de ocupación) con la inestimable cooperación de los medios. Pese al intento de lavarle la cara a lo que las FDI han venido llevando adelante, la mascare causada en este hospital de Gaza fue certera y decididamente condenada por Tor Wennesland, Coordinador Especial de las Naciones Unidas para el Proceso de Paz de Oriente Medio señalando a Israel como responsable.

No es algo nuevo ver como Israel ataca blancos civiles de forma deliberada e indiscriminada. Durante años, causar daño a los civiles y a la infraestructura crítica ha sido parte de la estrategia de castigo colectivo.  Las masacres en “Al Qa´ana” en 1996 en el sur del Líbano o la “Operación Plomo Fundido” sobre Gaza entre 2008 y 2009, son pruebas gráficas de esto. Entre otras acciones que ha llevado adelante y de las cuales hay extensa documentación son los ataques a las ambulancias sabiendo que estaban tratando de auxiliar a los heridos. Lo vimos en Belén, Jenín y Ramallah en 1999 y el 2000, también en el sur del Líbano.

Durante julio del 2006 en la guerra de agresión contra el Líbano los aviones israelíes no solo bombardearon centros urbanos, las estaciones de radio y televisión y hospitales repletos de pacientes sino que incluso, atacaron a las ambulancias que pese a la identificación que llevaban en el techo fueron ametralladas por los aviones F-16 israelíes.

El grado de destrucción que demolió la estructura del hospital de Gaza se condice con la potencia destructiva de los ataques israelíes en los que se vieron como demolían las torres y edificios de departamentos hasta reducirlos a escombros. Los cohetes palestinos que no son misiles ni llevan una carga explosiva tan potente como la que llevan las ojivas militares israelíes, no podrían generar ese grado de destrucción estructural.

La brutalidad de estos ataques aéreos no es casual. Hay que entender la concepción racista de la ideología sionista y en especial de la ultraderecha que ve a los demás, en particular a los palestinos como infrahumanos. Según algunas fuentes de inteligencia, ello estaría muy bien premeditado dado que Tel Aviv buscaría con esto, empujar a los palestinos para expulsarlos por el paso de Rafah en la frontera con Egipto y así desalojar a toda la población palestina no para combatir a la resistencia sino, para ocupar definitivamente el territorio.

Es tiempo que las organizaciones internacionales y en especial la Corte Penal Internacional tomen decidida intervención y comiencen a investigar de forma imparcial todo esto.

 

  

lunes, 16 de octubre de 2023

 

OPERACIÓN VENGANZA

¿Por qué Israel ha ido mucho más allá del simple derecho de defensa y solo busca un castigo colectivo contra los palestinos? Cuando el chacal trata de hacerse pasar por oveja

 

Por Charles H. Slim

El intenso y sistemático bombardeo a la Franja de Gaza ha ido mucho más allá del alegado derecho a la defensa de Israel. Las evidencias están poniendo sobre la mesa la saña y la intencionalidad por castigar al colectivo palestino no tanto por los civiles israelíes asesinados sino más bien por la humillación y el severo golpe asestado por la resistencia a una potencialidad militar sionista que hace tiempo dejo de ser invulnerable.

Lo que vive la población palestina en Gaza no tiene parangón. Se puede graficar como un polígono de tiro humano para los obuses, los aviones y la marina israelí que viene siendo utilizado desde 2008 y que en estos momentos ya es un gigantesco cementerio de civiles.

En Gaza hace mucho tiempo que los bebes y los niños son lisiados o asesinados por Israel y sus familias no han hallado jamás la atención de los medios occidentales y mucho menos de la justicia para cada una de esas almas. También, hace mucho tiempo que los israelíes cortan los suministros y en especial el agua potable a la cual han llegado a envenenarla para tratar de causar más daño y hacer insoportable la vida de los gazatíes.

Para intentar cubrir esto, los medios occidentales han tratado manipular el relato de los hechos, descontextualizando el conflicto e  insertando un fuerte sentimiento de victimismo sobre los israelíes, dejando de lado al mismo tiempo toda esta gigantesca y grotesca masacre que intentan tapar demonizando a los palestinos y en algunos casos con la intención de extender esa visión a todos los musulmanes[1].

Los medios occidentales presentan lo ocurrido el 7 de octubre como algo inédito, como si este grado de violencia no hubiera existido antes. Lo que en realidad tratan de decir es que los ciudadanos israelíes que ocupaban territorios árabes convertidos en Kibutz que habían sido previamente robados, habían sido atacados por “terroristas” palestinos. Una vez más el reduccionismo engañoso salpicado de términos artificiosos buscando modelar un discurso de buenos y malos.

Por el contrario los palestinos conocen en carne propia lo que es ver demolidas sus casas, ser bombardeados con agentes químicos como el fósforo blanco y a golpe de bombas derruidos sus edificios. Para cualquiera que ha visto cada una de las brutales incursiones israelíes que desde 2009 se realizan sobre Gaza, no hay otras palabras que las de terror y dolor, ejecutadas por una estructura estatal muy bien organizada, sustentada y financiada desde EEUU y la Unión Europea con un poder de daño indiscriminado e inhumano.

Tampoco vimos ninguna conmoción en los medios occidentales y obviamente menos en los gobiernos cuando en 2018 los palestinos de Gaza fueron masacrados y muchos otros más fueron lisiados[2] tratando de emprender la llamada “Gran Marcha del retorno”[3] que los mismos ciudadanos palestinos, hombres, mujeres y niños (no Hamas) intentaron llevar adelante para cruzar las cercas electrificadas protegidas por esas mismas fortificaciones con ametralladoras automatizadas que fueron tomadas por el cuello el 7 de octubre pasado.

Para los colonos judíos de los asentamientos cercanos aquellas jornadas fueron un espectáculo de jubilo y recreo pero que obviamente sería ocultado en occidente.

Más allá del fondo y cómo la resistencia palestina logro penetrar las defensas israelíes y hacer todo lo que se ha visto, muchos de los hechos fueron rápidamente alterados y también exagerados como ya lo dijimos, buscando crear un relato propio y único de lo que había sucedido. Uno de esos relatos que habla de la masacre en una fiesta electrónica en un Kibutz en “Reim” próximo a Gaza, se ejemplifica como se puede alterar un relato sacando y agregando ciertos elementos. Según los testimonios de algunos sobrevivientes y que han sido replicados en los medios occidentales con sus propias crónicas intoxicadas, los milicianos palestinos llegaron y comenzaron a disparar indiscriminadamente e incluso violando a muchas mujeres dando cuenta que estaban totalmente indefensos. Pero, de las grabaciones de videos en los celulares de muchos de los asistentes, registraron la presencia de policías y también militares israelíes en esa fiesta quienes tras ser superados fueron eliminados o capturados.

Pero en lo estrictamente político y militar, aún hay muchos huecos sin explicar.

Tel Aviv y tampoco los medios en occidente se han explayado en el asalto de cada una de las instalaciones militares y la cantidad real de los militares capturados sin que lograsen disparar un tiro. Para los comandantes israelíes fue shockeante y no hallan explicación ver como las tripulaciones de los tanques “Merkaba” eran sacados y llevados como prisioneros. Tampoco como un helicóptero de transporte con 50 soldados del FDI que tras aterrizar de emergencia en uno de los Kibutz que había sido tomado por los comandos de “Izzedin Al Qassam” fue destruido sin conocerse el número de bajas y posibles capturados.

Al día de hoy no hay precisiones del número de rehenes y menos aún, de los militares israelíes en manos de la resistencia.

Pero allí no terminan los problemas. En el frente norte, las FDI han recibido duras respuestas de la resistencia islámica que podrían escalar de un momento a otro. Tras el asesinato de los periodistas de “Reuters” y “Al Jazzera” en la frontera libanesa, Hezbolá ha dado duros y puntuales golpes de advertencia contra las unidades militares israelíes.

Todo el gabinete de Netanyahu y en especial el ministro de defensa Yoav Galant se hallan por estas horas bajo una intensa presión por tratar de sobreponerse al golpe de “Hamas” y aunque la aviación, la artillería y las fragatas israelíes han pulverizado una buena parte de Gaza, eso no se ha traducido en que terminen los enfrentamientos. Por el contrario, ello ha servido para masacrar a la población[4] que ha estado tratando de huir por carreteras destruidas por las bombas israelíes y calles bloqueadas por los escombros de los edificios.

Pese a la demolición que aún continúan llevando a cabo las FDI, los comandantes de Netanyahu y su gabinete de extremistas religiosos no pueden dejar de recordar las experiencias de sus amigos estadounidenses en Faluya, Iraq en 2004[5], por lo sufrido por los rusos en Grozny en 1995[6] o incluso para los soviéticos en Stalingrado en 1943[7]. Solo pensar en una porción de las bajas en esos episodios de la historia militar, ya plantea un serio problema de viabilidad que se traduciría en la siguiente pregunta ¿Cuántos hombres estamos dispuestos a perder allí?

EL gobierno de Netanyahu ha quedado entrampado en un dilema muy difícil de resolver. O invade Gaza para cumplir con su electorado sediento de venganza o escucha las voces de la razón que le advierten los peligros de una guerra desgastante y con posibilidades muy ciertas de extenderse a toda la región.

A pesar de la concentración de más de trescientos mil soldados israelíes en torno a la Franja, del apoyo militar de EEUU en las costas del Mediterráneo, cumplido el plazo del ultimátum para que los civiles palestinos salieran de Gaza y a pesar de la superioridad material de cobertura con la que cuentan, hay muchas dudas de lanzar una incursión terrestre ya que los generales israelíes saben que pagaran un duro precio y lo peor de todo, que se traduciría en una guerra de desgaste que los mismos israelíes no soportaran.

 

 

 

 



[1] El asesinato a cuchilladas de un niño de seis años, musulmán de origen palestino en Chicago, pone en evidencia el alcance del veneno sionista https://spanish.almanar.com.lb/836816 

[2] Los francotiradores israelíes disparaban de forma deliberada en los pies y las rodillas de los palestinos usando una munición prohibida que literalmente despedazaba el miembro.

[3] Se trato de un intento popular de los ciudadanos palestinos para que se levantara el bloqueo asfixiante que mantenía Israel desde hacia años. https://www.amnesty.org/es/latest/campaigns/2018/10/gaza-great-march-of-return/

[4] Una Comisión de Naciones Unidas determino que  el bloqueo de agua, alimentos y medicinas más los bombardeos israelíes sobre Gaza constituyen crímenes de guerra https://sputniknews.lat/20231016/comision-de-la-onu-determina-que-ataques-israelies-contra-gaza-son-crimenes-de-guerra-1144812174.html  

[5] Diario de la Resistencia Iraquí, abril de 2004,  https://www.nodo50.org/csca/agenda2004/resistencia/diario_abril-04.html