viernes, 12 de julio de 2019



“CASA REVUELTA

Los problemas y los escándalos no paran de asolar al presidente Trump, su pasado vuelve a ponerlo en la escena y los demócratas liderados por Hillary Clinton, Nancy Pelosi y los independientes como Sanders están a la saga  ¿Será usado el escándalo sexual de Jeffrey Epstein contra Donald Trump?


Por Javier B. Dal
Hay cierto aire de fastidio y hasta de fustigación que se respira en los pasillos de la Casa Blanca. Las paredes y los cuadros parecen escuchar y observar (diría alguien que ya paso por allí y sabe de las sigilosas medidas de seguridad existentes), algo que no ha sido un problema en esconder para los celosos sistemas del servicio secreto del presidente que pese a las incongruencias en las que éste pueda incurrir, ellos se deben a su protección.

Los viejos zorros de la política en Washington y que han recorrido millas en estos pasillos, saben que una palabra de más puede ser grabada en su contra, mucho más hoy con las intrigas que se han tejido en rededor del presidente Trump quien es acosado por una misteriosa resistencia de funcionarios que operando de incognito y desde adentro, tratan de sabotear las políticas de la Casa Blanca.

Hoy Trump se ve asediado tanto desde dentro como desde afuera, algo que podría hacer colapsar su capacidad psíquica de afrontar los problemas que debe atender. En las últimas horas un hecho escandaloso sacudió los cimientos de la sociedad neoyorkina y del Establishment financiero.

Un nuevo escándalo de pederastia en la exclusiva elite política y financiera estadounidense –después  del Pizza-Gate con Hillary Clinton y Cia- sacude Washington y toca de cerca al ampuloso mundo de las finanzas de New York y al propio gobierno de Trump que además de las intimas connivencias, revela un alcance más allá de los EEUU.  Quien se habría imaginado que el en apariencias respetuoso magnate Jeffrey Epstein, un celebrado personaje de la comunidad judía neoyorquina con grandes amigos tanto entre demócratas como republicanos  era un depravado sexual.

Epstein al igual que muchos de sus poderosos paisanos era sinónimo de impunidad, o sino pregúntese usted ¿Ha visto que sea procesado Paul Wolfowitz, Robert Perle, Lewis “Scootie” Libby, Jhon Bolton o el reconocido criminal Elliott Abrams? Y si hablamos de la industria del cine –importante pilar de la propaganda norteamericana- tipos como John Besh, Harvey Weinstein o Woody Allen han saltado la cerca de la justicia desatando los cuestionamientos sobre la “igualdad ante la ley” que debiera ser parte de la manda constitucional de los Estados Unidos. Cualquier prosecución se demora misteriosamente y pocas veces llega a una corte de justicia.

La justicia norteamericana lo venía siguiendo desde hacía años sin éxito. Sus crímenes son más que aberrantes pero, el peso de sus conexiones con el poder causaba interferencias en el curso de la justicia. Parte de este fracaso estaba sin dudas en las influencias con las que contaba Epstein y que sin dudas hizo valer al momento que la justicia estaba por caerle encima. En 2008 pudo escapar al rigor de la ley gracias a un arreglo que planteo en esos momentos el fiscal federal de La Florida Alexander Acosta quien actualmente ocupa el Ministerio de Trabajo de la administración Trump.

Epstein contaba con la amistad de entre otros, el mismo Bill Clinton, el Príncipe Andrés de Gran Bretaña y por supuesto, el estrafalario multimillonario  Donald Trump.  Cada uno de estos grandes amigos salieron inmediatamente a desligarse de aquellos años de amistad para, en una clara muestra de canallada, desconocieron los crímenes cometidos por el señor Epstein. Algo similar sucedió con el señor presidente quien allá por el 2002 califico a Epstein como un “tipo estupendo, a quien le gustan las mujeres mucho más jóvenes”.

Este viejo amigo de ruta de Donald Trump además de consumir sexo de niñas que además de aprovecharse de las desventajas económicas, ellas eran menores de edad, tenía montada una extensa red de prostitución VIP que se distribuía por los EEUU.  

Según se ha informado, Epstein desde hace años habría abusado de niñas en Florida y Nueva York sin que las denuncias de aquellas hicieran mella en su reputación. Si alguien se cree que en los EEUU existe la ecuanimidad y la aplicación ciega de la justicia, usted se equivoca de cabo a rabo. Quien tiene el dinero y los contactos suficientes en el poder, se asegura de que no será tocado por los tribunales salvo que se trate de algo muy difícil de tapar. Cuando en 2008 fue procesado, solo lo fue por cargos menores que ni rozaron siquiera las aberraciones que éste prominente usurero cometía contemporáneamente a estas acusaciones.

La historia de abusos y sometimiento sexual en los altos círculos de la sociedad y la política norteamericana es larga solo que en las últimas décadas, se ha ido ventilando y por capítulos y con mucha precaución, como grandes e influyentes personeros de la vida política estadounidense se han visto envueltos en escándalos sexuales de los cuales no han podido volver. 

El caso del presidente demócrata  Bill Clinton con la joven becaria Mónica Lewisnky, que satisfacía las urgentes necesidades del inquilino de la Casa Blanca, es tal vez el ejemplo más grafico de cómo se podían ganar puntos dentro de la política.

En este sentido, las “teorías” o las “fabulas callejeras” como las califican los medios- que hablan de historias sobre fiestas negras en las que se ven implicados menores de edad, drogas y altos personajes de la vida política estadounidense ya han dejado de ser un mito ridiculizado por los medios o incluso por películas de la industria del cine, dejando en el centro de la escena a varios personajes de Hollywood, La Casa Blanca y el Congreso.

Algunas fuentes han dejado trascender que Trump agarrándose la cabeza en el salón Oval dijo a uno de sus asesores estrella mientras miraba para el ventanal de su despacho “Dios, cómo pude haberme sacado fotos con éste tipo”.


lunes, 8 de julio de 2019






MEMORANDUM DE LA DISCORDIA”

El mundo es actualmente pequeño para decir que los problemas de tal o cual lugar  están lejos y no pueden relacionarse entre sí. El memorándum firmado con Irán lo demuestra


Por Charles H. Slim
Horas antes de que el fiscal federal Alberto Nisman apareciera muerto de un balazo en su cabeza dentro del baño de su costoso departamento de Puerto Madero en Buenos Aires, habría dejado entrever que su carrera estaba acabada y que concurrir a ser interpelado ante el Congreso en la mañana siguiente sobre las pruebas que supuestamente sostenían su denuncia contra la presidenta CFK y la conexión iraní, aceleraría su caída.

Obviamente que estas preocupaciones no fueron manifestadas al aire o las paredes de su habitación. Nisman se lo había exclamado horas antes de su muerte a la actual ministra de seguridad interior Patricia Bullrich (una funcionaria a fin a Tel Aviv) y a otros interesados en que la trama iraní se mantuviera vigente ya que, era (y sigue siendo) la piedra angular de la lucha intestina existente entre Israel e Irán. La acusación de que el memorándum firmado con Teherán en 2013 había sido un “pacto espurio”, un acto de traición a la patria o la forma por medio de la cual se pretendía la impunidad de los supuestos autores de la voladura de la AMIA, nunca conto con pruebas materiales y objetivas para respaldarla. Nisman sabía eso y no podía echarse atrás ya que ello implicaría contrariar la versión fabricada por la CIA y el Mossad en ese falsificado informe que tan cándidamente avalo años antes el difunto presidente Néstor Kirchner.

Sobre esto, destaquemos que la fuente que nutrió la versión de la implicancia iraní en aquel atentado había provenido de un disidente llamado Hadi Soleimanpour que tras comprobarse sus nexos con la inteligencia británica y la absoluta mendacidad de sus alegaciones, termino en un fiasco del cual los sionistas quieren olvidar.

El dilema asaltaba la cabeza del fiscal que sabía que si concurría a esa audiencia –tras pedírsele las pruebas con las que supuestamente contaba- quedaría en el más absoluto ridículo; pero si iba y se comprobaba todo el embuste fabricado bajo las directivas de los intereses sionistas (a los cuales respondía explícitamente), su vida como funcionario a sueldo de la nación estaba acabada. Lo único que respaldaba su historia eran los informes amañados que esas agencias habían elaborado y nada más. Estaba claro que una olla pestilente se estaba por destapar por lo cual, tuvo que tomar una decisión crucial o más bien, a quienes incomodaba decidieron por él. Con la muerte de Nisman, se mataba dos pájaros de un tiro, los orquestadores de toda esta trama se quitaban del medio a un funcionario descartable –que como agente había perdido utilidad- y por otro, se agregaba otro hecho para achacárselo a Irán o incluso a Caracas[1].  

¿Pero cómo los servicios de inteligencia argentinos no advirtieron aquella falsificación y mucho menos advirtieron la situación de Nisman? Porque la SIDE[2] (la misma del petiso Stiusso) hacía tiempo que se hallaba colonizada por aquellas agencias internacionales e incluso por otras como la DGSE[3] francesa y el MI-6[4] británico. Hay que partir de allí para entender como muchas cosas que no cierran en la hipótesis que los sectores sionistas locales se esforzaron y siguen haciéndolo por hacerlo una “verdad mediática”, tratan de que esta versión sea embutida en las mentes de la población como de a cuenta .

A la par de esta estrategia de intoxicación y adulteración de la información,  los gobiernos que han pasado y los medios informativos capitalinos abordaron el tema, lejos estuvieron en investigar independientemente sobre lo sucedido y por fuerza de las influencias ejercidas desde las embajadas de Israel y EEUU, sumado al temor reverencial que existe en una parte de los católicos argentinos culposos ante la tragedia de la “Shoa”[5] (aprovechada y explotada por aquellos intereses), se encargaron de mantener en silencio. 

Las inconsecuencias en las acusaciones que durante años blanden los sionistas argentinos contra los árabes, musulmanes en general y los chiitas iraníes en particular, solo demuestran que hubo un tercer actor que ejecuto esos ataques y que nada que ver tuvo el Hesbollah libanés y mucho menos Irán. Incluso las verdaderas motivaciones para estas masacres, escapan a lo que han pretendido directamente durante  años los libretistas islamofobos que responden a la DAIA y de la embajada israelí.

El gobierno de CAMBIEMOS fue la puerta de reingreso del sionismo militante a las estructuras del estado argentino que el gobierno memenista había abierto de par en par en la década de los noventas, en particular en las áreas de seguridad e inteligencia. Con el actual gobierno ésta penetración se convirtió en asentamiento que mediante la implementación de algunos elementos (adquisición del Sistema Pegasus[6], de espionaje masivo) ha dejado al país y a su población a merced de todo tipo de posibilidades y a discreción de la decisión política de los intereses geopolíticos de Israel en la región. En este sentido, Argentina ha quedado conectada a esta red de intervención y robo clandestino de información masiva que, complementada con otras fuentes de recopilación de información, termina siendo trasmitida y almacenada en los archivos perpetuos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

Incluso se ha legislado muy subrepticiamente la discresionalidad del empleo de “Pegasus”[7] en el ámbito interno, ya que a instancias del senador Rodolfo Urtubey hermano del gobernador de la provincia de Salta (y supuestamente opositor), intentaba escamotear dos artículos en la ley procesal que autorizan a que pueda usarse dicho sistema invasivo de la privacidad y la libertad individual sin que se requiere la orden de un juez lo que atenta contra las garantías constitucionales más básicas.
Igualmente y como se ha visto con la publicación en algunos programas de TV de varios audios de llamadas entre CFK y algunos de sus funcionarios, revelan cómo se emplea este sistema con total impunidad.

La justicia argentina también ha sido blanco del mismo embate pero, con relativo éxito. A los esfuerzos por implantar figuras procesales penales  antagónicas a nuestra raigambre constitucional, se ha visto como se busca encontrar partidarios en dichos cambios que tras la cobertura del combate de delitos complejos y el crecimiento del delito violento, se persigue la finalidad encubierta de consolidar dichos cambios para que una vez vigentes, sean aplicados a la narrativa falsa de pretender procesar a los culpables de origen iraní, algo que hasta el momento parece haberse frenado pero sin miras de que sus mentores vayan a abandonar su empresa. 

Aunque algunos sionistas situados en lugares estratégicos de los medios hoy parecen haber moderado sus retoricas inquisitivas y ponzoñosa que supieron desperdigar sobre la comunidad islámica local y contra los musulmanes en general, solo se han agazapado para esconder la cara ya que, cada día los hechos van saliendo a la luz y también va siendo conocido por la opinión pública en general cual es la naturaleza de un estado (Israel) que acostumbradamente se presenta como víctima, cuando el mismo y por las vías más brutales, ha victimizado a miles de seres humanos para apoderarse de sus territorios y sus recursos  e incluso, separa y discrimina socialmente con revulsiva hipocresía y brutalidad a los judíos negros Sefardíes llegados del norte de África de los judíos blancos Askenazi (germánicos) quienes cada día ven peligrar la hegemonía político económica que tuvieron desde 1948[8].  

Es por ello que a nadie le quede dudas de que las provocaciones que se han venido orquestando en el Golfo Pérsico, lo acordado en junio entre Rusia, EEUU e Israel en la cumbre de Jerusalén está ligado a las pretensiones de Tel Aviv por acelerar una ofensiva militar contra Irán (que se ven apoyadas por la mayoría derechista del electorado), algo que los sectores sionistas argentinos apoyan desde sus sitiales en el país señalando al memorándum de entendimiento con Irán como un instrumento político de impunidad firmado por CFK, algo que es claramente falso y peligroso.   


[1] Tal como lo señalo en su momento la diputada Elisa Carrió al hablar de un “Comando Iraní venezolano”.
[2] Secretaría de Informaciones Del Estado hoy llamada Agencia Federal de Inteligencia AFI
[3] Dirección General de Seguridad Exterior de Francia
[4] MILITARY INTELLIGENCE, SECTION 6. También conocido como SIS.
[5] Un término hebrero que remite al holocausto que sufrieron los judíos europeos a manos del nazismo.
[6] Firma de empresa integrada por ex agentes israelíes del Mossad.
[7] Spyware o sistema de espionaje de origen israelí que ha sido adquirido por varios países de la región usado para infiltrar y escuchar las comunicaciones de los considerados “opositores” o enemigos.
[8] AGUIRRE, Rafael, “El Nuevo Sionismo”, artículo publicado en diario español El País, el 10 de junio de 1986, https://elpais.com/diario/1986/06/10/internacional/518738411_850215.html