jueves, 8 de marzo de 2018

VETERANOS DE AYER




“VOLVER AL GOLFO ¿LA HISTORIA SE REPITE?

Mientras Argentina sigue en una situación defensiva calamitosa, habría posibilidades de volver a colgarse del furgón del intervencionismo foráneo




Por Charles H. Slim
Con el actual gobierno muchas cosas que parecían imposibles de reeditar parecieran en realidad que son muy posibles de hacer. Para quienes no lo recuerden, en Septiembre de 1990 el gobierno de Carlos Saúl Menem se embarco junto a la Coalición Aliada dirigida por EEUU en la que se conoció como la “guerra del Golfo Pérsico”, un conflicto que (además de vigente) aún sigue siendo objeto de estudio en las Academias y Universidades militares del mundo.

La agenda del gobierno de Menem que por esta intervención pretendía una supuesta “redemocratización” del país, la inserción dentro del concierto mundial y una supuesta articulación de las políticas domésticas para que se conjugaran con políticas externas (de realismo y pragmatismo) en conexión con las que impulsaba Washington, llevaría a la Argentina al “primer mundo” esto según lo charlado en varias ocasiones entre los presidentes Carlos Menem,  George H. Bush y su sucesor Bill Clinton[1].

Incluso aquella participación les dio a varios funcionarios menemistas la libertad de hablar de “alianza” más que de una cooperación para la “seguridad internacional” en el marco de Naciones Unidas, uno de los argumentos por los cuales la Casa Rosada envió al contingente naval. No olvidemos pues las palabras del ministro de Defensa Erman González cuando, embelesado tras la llegada exitosa de las dotaciones de la Armada  dijo “Somos el aliado del país de norte en el Cono sur”[2], cuando en realidad este tipo de relaciones se da entre iguales.

Pero como lo hemos comentado durante mucho tiempo, en la Argentina éste conflicto paso invisible y se guardo en lo más profundo de un cajón de los archivos del Ministerio de Defensa. Lo mejor que se podía hacer con aquella experiencia era, olvidarla. Mucho menos, fue tratada por la misma fuerza (Armada) que había participado; son cuestiones de la subordinación castrense me comento alguien. Y así pasaron los años, lejos de analizar la experiencia particular de semejante situación a la que muchos catalogan como la primera guerra de alta intensidad antes de finales del siglo XX[3], los políticos de turno temerosos por las consecuencias de abordar la participación de la Argentina en tan luctuoso escenario y que reabrirían debates sobre la actuación de sus colegas de aquel entonces, prefirieron el silencio eterno.

Pero los giros de la historia llevan a que como suele decir el dicho “la historia se repita”, aunque en realidad lo hace atendiendo a las circunstancias del momento en que ello ocurre. Las actuales condiciones de las FFAA argentinas, la posición política de su gobierno y el volátil escenario del Medio Oriente, hacen que, como se están perfilando las cosas pueda llegar a existir una nueva “requisitoria”  de la Coalición Internacional anti ISIL para que Argentina preste colaboración en las operaciones navales que se despliegan actualmente desde la Península arábiga hasta el Golfo Pérsico.

Hoy no es “Saddam” el objetivo de la campaña o de operaciones aprobadas por resoluciones de Naciones Unidas para extender la “democracia y la libertad” en Iraq, hoy el objetivo es mucho más peligroso, difuminado e inestable lo cual debería hacer entrar en razones a los responsables del área de la defensa argentina antes de inmiscuirse en una guerra que además de no ser propia, no tiene nada de convencional. Incluso no es Iraq o el denominado “ISIL” el verdadero objetivo de los planes que de cuecen a fuego lento en la región. La variedad de cuestiones hacen precisamente demasiado complejo el asunto para meterse sin estudio previo.

Las cosas han cambiado mucho desde aquellos calurosos y húmedos días en los que la agrupación “ALFIL1” compuesta por el destructor “ARA Almirante Brown” y la corbeta “ARA Spiro” participo de las operaciones de cobertura logística y custodia de los convoyes de provisiones destinados a abastecer el desarrollo de la “Tormenta del Desierto”. Por estos días hace 27 años atrás, ambas unidades salían del teatro de operaciones y tras hacer combustible con el buque de reabastecimiento “USS- Seatle” pasaban por el Canal de Suez en Egipto para ya tomar rumbo a casa.

Los peligros actuales se han magnificado a niveles impensados para aquella época, que recordemos, fue para la flota de guerra argentina, una absoluta novedad en lo que refería a los despliegues tecnológicos de una guerra altamente tecnificada. Si en aquellos momentos necesitaron de adaptaciones a los sistemas de comunicaciones (claramente viejos y desfasados) para poder operar coordinadamente con las unidades de la OTAN, hoy esto se volvería ciertamente muy dificultoso. Solo piense usted en las nuevas armas antibuque y los sistemas de anulación electrónica que además de dañinamente eficaces son invisibles ¿Cómo podría lidiar un buque argentino con estos problemas?

Otro aspecto es el geopolítico ya que EEUU ha dejado de ser la potencia hegemónica del momento y hoy se ve arrinconada por la creciente influencia rusa en el mundo y en especial por los anuncios realizados hace apenas una semana por el presidente Vladimir Putin[4], que dejan al poderío de la OTAN en un segundo o incluso tercer plano.

Ciertamente es un alivio ver que algunos sectores han comenzado no hace mucho y después de nuestras publicaciones a estudiar e incluso revisar –aunque de una manera bastante leve y limitada- cuáles fueron las implicancias de la misión naval[5] en aquella oportunidad. No debe olvidarse que los supuestos beneficios  para la institución y el país que surgirían de esta participación, fueron reducidos a prácticamente a la nada no solo por la pérdida de interés por parte de los gobiernos en la Casa Blanca y del Pentágono en la inserción de Argentina en algún nivel inferior de la OTAN sino más bien, por las propias inconsecuencias del gobierno de aquel entonces que demostraron la falta de continuidad, compromiso político y estabilidad de planificación necesaria para participar dentro de la estructura de la Alianza Atlántica.

Pero las políticas de defensa del actual gobierno parecen estar tomando por caminos sinuosos y lejanos a los intereses de la nación.

El luctuoso y no aclarado hecho del submarino argentino estaría acelerando las tratativas para que Argentina tenga un papel en los asuntos militares de dicha coalición en la zona del Medio Oriente, para desviar las sospechas que hay sobre la autoría del siniestro. Ello a su vez revelaría los intentos por cerrar definitivamente el tema y alejar las posibilidades de que, además de hallar al “ARA San Juan”  el gobierno argentino se vuelque a tratar con Rusia para reestructurar el sector. Lo que no queda aún bien claro, cuales son los reales objetivos para los que serían enviados algunos elementos de la Armada (que sirva la aclaración), se halla en una situación material extrema.

En el actual panorama que se vive en la región, las posibilidades oscilarían entre el Golfo de Adén en Yemen o el Golfo Pérsico para operaciones de apoyo a la “Coalición Internacional anti ISIL” que en realidad enmascaran las operaciones de contención dirigidas por el CENTCOM sobre Irán y Siria.

Para muchos marinos la posibilidad de realizar una aventura semejante es prácticamente imposible, no solo por la carencia material para concretar una participación como la que se especula sino también, porque no se han aprovechado las experiencias recopiladas en 1990 y 1991 cuando el grupo de tareas T.88.0 trabajo con las Armadas más experimentadas del mundo, entre ellas la británica.  Existe cierto temor en que estas experiencias sean explotadas en el marco de nuevos objetivos y en beneficio de actores que además de ser parte de las hostilidades, están teniendo demasiado protagonismo en la defensa y seguridad actual del país.



[1] Daros recogidos por Anabella Busso, de los seis encuentros que tuvieron a lo largo de la presidencia de Menem. La primera en la visita de George H. Bush el 5 de diciembre de 1990; el 29 de junio de 1993 con la visita de Menem a Clinton; 24 de junio de 1994 encuentro extraoficial entre Menem y Clinton; 26 de septiembre de 1994 encuentro entre ambos en Naciones Unidas; 25 de octubre de 1995 tras un fugaz encuentro en la sede la ONU.
[2] LA NACIÓN, Buenos Aires, 2 de julio de 1991, pág. 4
[3] PLAZAS, Paola, “Guerra del Golfo”, publicado en SlideShare: https://es.slideshare.net/paoplazas11/guerra-del-golfo-17108961
[4] RT.com. “¿Para qué necesitamos un mundo sin Rusia?: Putin habla sobre una eventual guerra nuclear”. Publicado el 7 de marzo de 2018.  https://actualidad.rt.com/actualidad/264865-rusia-usar-armas-nucleares-respuesta-ataque
[5] DEFENSA NACIONALY DEL MUNDO. “La Armada Argentina en el Golfo Pérsico”. http://defensanacional.argentinaforo.net/t10144-la-armada-argentina-en-el-golfo-persico

martes, 6 de marzo de 2018

ILM-MIDDLE EAST




"BUSINESS AND PARADOXES OF LIBERATION”


How much does the democratic liberation of the United States cost?



By Ali Al Najafy
M1-A1 smashed in Baghdad
When the US decided to invade Iraq in 2003, it had not only planned to overthrow Saddam Hussein and seize the most important oil fields of the fertile crescent to deliver them to the corporate oil giants, but also to install a collaborationist government that granted it within the corresponding legal forms, all contracts to rebuild the Armed Forces of a "new Iraq," which would only be stocked with exclusively US-made weapons.

When it was agreed that the military industry companies like "General Dynamics" among a dozen more, were the exclusive ones for the assortment of weapons and systems for the new army after sweeping the Iraqi and that the 
Pentagon had already designed in its papers, there the invasion was launched. They were catastrophic years for the safety and life of Iraqis common but glorious for arms deals. The "Dawa" mafia that was placed as a government signed each and every defense contract for an unarmed Iraq. The American businessmen gloated and just sat and watched the demand for arms, ammunition and weapons systems that were compatible with the new rules imposed by the "liberators".

It is true that the task of completely destroying the Iraqi armed forces was not an achievement of the Anglo-Saxon Coalition alone; with them there were a few very low-level Iraqi generals and politicians who were committed to destroying or selling what was left of Saddam's "Great Army." There were liberated routes for hundreds of the Soviet-made "T-55" and "T-72B" tanks that made the bulk of the "Republican Guard" to be moved at night and in view of US air surveillance to be shipped and passed to the black market. Or dismantled for spare parts and the sale of parts and their weapons separately, it was big business for the arms dealers.

Thus, with scrap only stacked and parked in large parks and open-air cemeteries outside Baghdad, Basra and Mosul, it became necessary for the new Iraqi army to have its new armored vehicles and tanks for combat service. Of course, a ridiculous number of tanks that do not reach 1% of what the army had in the pre-invasion era. This must be accompanied by the need to maintain technical advisors for driving and knowledge of the controls of an M1 A-1 "Abrahams". Obviously, they could only be led by those troops who, besides being Shiite loyal to the "Dawa" party, well studied by the secret police controlled by the CIA, were a guarantee of collaboration with Washington. In this way, the dangers of tank theft by resistance or sabotage by infiltrators were solved.
M1-A1 capture by ISIL 

That is until, surprisingly, in 2014 the "ISIL" appeared to cross with impunity the Iraqi borders while supposedly the American Drones tried to stop them with guided attacks. At that time the Iraqi army had a limited fleet of M1 A-1 tanks and had received a few months earlier, a shipment of more than 2,500 Humvee vehicles that were stationed in the base of mechanized troops of the city of Mosul, everything falls in the hands of "ISIL" as a great birthday gift that cost the US treasury 579 million dollars. And although it caused consternation that was revealed in the faces of the Republican congressmen and those responsible for the Pentagon's General Staff, no one ever explained how such a clumsy collection was allowed when the intelligence reports should have warned of the imminent danger.

For 2008 the government of Baghdad closed a contract for the acquisition of 140 units of tank M1 A-1 "Abrams" at a cost of 2 billion units with all its armaments and engines running. For this the Pentagon established a contract with "General Dynamics" that amounted to 320 million dollars to provide the order and train a select cadre of Iraqi mechanics for maintenance. In between, many of these specimens were captured by the "ISIL" and the most unlikely of it was that they were able to start and drive as expert tank drivers. Were there instructors of the "General Dynamics" in the camps of the "ISIL" teaching how to turn on, manage and maintain your own M1 A-1?

But that does not seem to have caused much impression among the Pentagon's high command and even less among those responsible for the defense of the moment, who at some point came to describe the "Daesh" as a group of monkeys running around and nothing else. Time showed that they were more than that and much more intimate than what could be confessed.
M1-A1 of Kataib Hesbollah Brigades of Iraq

In spite of this, it was much more scandalous for Washington that the M1 fell into the hands of the popular Shiite units (which belonged to the resistance against the occupation) that were being used by the "Daesh". Thus, when at the beginning of 2015 some "Abrams" were seen with the flag of the Kataib Hesbollah Brigades of Iraq and the "Al Shaabi" Popular militias advancing in the northwest of Iraq, it made the blood of the officers in the Pentagon as General Dempsey and Chuck Hagel that without hesitation authorized the planes of the "Coalition against ISIL" to destroy them. It was intolerable for "pro-Iranian" militias to take over one of the strongholds of American industry; before it burns. But in reality that's just an excuse to scare Baghdad from his intension to buy Russian weapons systems.

All being too abstract and difficult to understand in view of the evidence and that`s events. It was more unbearable for Washington that the M1 fell into the hands of the Shiite militias who were fighting to liberate Iraq from being used with wide freedom by the "Daesh". Illogical, do not you think? But as the "ISIL" is now ancient history (merit in part important to Russia) and does not exist within the map of operations, the contractors of the company "General Dynamics" have called on the puppet regime of Baghdad to take care of recovering the M1 "Abrams" units that are in the hands of the Shiite popular forces, if not all of their technicians and advisers withdraw from Iraq threatening to leave them helpless in the face of a reality that few media are reflecting and she is that, despite that the farce of the "Daesh" was disrupted, the operations of an autochthonous armed resistance that is active in the northern center still persist.

For the time being, Baghdad has been in contact with Russia in order to acquire a varied package of weapons systems and equipment to replace the existing ones, unleashing a cataract of insults and arguments between the Iraqi collaborationist sectors and those trying to shake off the blackmail of Washington.