DE IRLANDA A MALVINAS
¿Por qué los irlandeses y los argentinos tienen profundos puntos de
contacto con la historia política de lucha antimperialista?
Por
Javier B. Dal
Aunque los políticos de todas las latitudes cuando llegan al poder suelen transar y hasta vender los ideales a los cuales decían defender, hay causas nacionales que están por encima de esas miserias, mucho más cuando surgieron de la lucha más alta que puede haber como es, sacudirse la dominación imperial de otras potencias. Pero pese a tan importante tarea, esos políticos han terminado hundiendo a sus pueblos en el barro de la más absurda partidocracia.
Argentina e Irlanda comparten una larga historia en común y sufren del
mismo problema. La amistad entre ambos está más allá de los discursos de sus
gobiernos. Su inmigración a las tierras del sur, enriquecieron el carácter de
los argentinos y ello quedó testimoniado con la llegada de familias irlandesas
como los Dennehy, Doyle, Duggan, Gaynor, Hughes, Ham, Kenny, Mulcahy y Maguire.
Pero nadie olvida aquel marino irlandés llamado William Brown que llegó al Río
de La Plata en el siglo XIX quien prestando su valeroso aporte a la “Revolución
de Mayo de 1810” y la defensa de Buenos Aires termino siendo el padre de la
Armada de la República Argentina que en 1982 haría frente a los británicos en
la guerra del atlántico sur.
Esa mezcla gaélico-argenta reflejó otros vínculos históricos íntimos, relacionados
-cada uno por su lado- con sus luchas políticas contra el imperialismo
británico, aunque diferenciados por la intensidad y compromiso.
Los dos casos emblemáticos de ello son a la vez, tan distantes como
cercanos en cierto sentido. Me refiero a la lucha del ERI por la independencia
de su patria irlandesa y de la lucha argentina por las islas Malvinas. Ambas
con dos caras, la lucha armada y la política. La lucha de los irlandeses y de
los argentinos por sacudirse -cada uno en sus circunstancias- de la
injerencia extranjera se vió y se sigue viendo unida por el enemigo en común:
Gran Bretaña. Y aunque se trata de dos procesos históricos completamente
disimiles en sus causas, extensión y consecuencias no hay dudas que existían (y
porque no, aún siguen existiendo) posibilidades de que los representantes de
ambas situaciones hubieran podido cooperar para hacer un frente común contra
Londres.
Irlanda y Argentina son países con un pueblo de mayoría católica aunque
si es cierto, los argentinos son unos católicos muy particulares.
La historia de la lucha de Irlanda es centenaria y llego a su punto
cúlmine tras la masacre en North King Street de 1916 en el llamado domingo
sangriento lo que llevo en 1922 a una guerra civil entre los irlandeses “unionistas”
pro-británicos (protestantes) y los independentistas católicos que inspiró a la
formación de lo que más tarde conocimos como el Ejército Revolucionario
Irlandés (ERI).
En Argentina esa lucha intestina entre sectores pro-británicos (liberales)
muy arraigados en la capital y los nacionalistas del campo popular vino mucho
más tarde (1943) y es que, a diferencia de los irlandeses el pueblo argentino
es muy joven. Para algunos el bombardeo de la plaza de mayo en junio de 1955 fue
para los argentinos su “domingo sangriento” ya que dicho evento habría estado
secundado intelectualmente desde Londres.
Pero fue el 2 de abril de 1982 el punto de quiebre de la Argentina con
la influencia británica en el país matizada desde el final de la segunda guerra
mundial por la omnipresente y engañosa influencia de los EEUU la cual es celebrada
por los anglófilos argentos y que desde hace 60 años viene operando (vendiendo
su paz falsa) en toda la región con su Comando Sur -https://www.southcom.mil/- hoy tan presente en la Argentina controlando las vías fluviales y el
litoral marítimo.
Así como el MI6 y el MI5 fueron poco a poco infiltrando al ERI e
incluso creando células armadas compuestas por psicópatas y asesinos a sangre
fría para desacreditar la causa, lo mismo sucedió en la Argentina aunque a otro
nivel y en diferentes estructuras del estado. La descomposición que lograron
sobre la base de infiltrar topos y simples criminales, afectaron las
reivindicaciones del ERI que se reflejarían en el Sinn Fein y los problemas de
corrupción existentes en las instituciones, como la “Garda”, algo que se
asemeja al caso argentino con sus propias fuerzas de seguridad.
Tanto el ERI como las estructuras gubernamentales argentinas posteriores
a 1982 fueron blanco de operaciones destinadas a disgregar y desacreditarlas
ante la vista de la opinión pública. Así como los británicos tiene infestada de
alcahuetes a la sociedad irlandesa, lo mismo sucedió en organismos estratégicos
argentinos como era la antigua SIDE con la diferencia del caso irlandés en que
aquí la partidocracia argentina les abrió la puerta a los británicos de forma
voluntaria.
Una de las preocupaciones que movilizaron a esos recursos fueron los
alzamientos de sectores nacionalistas del ejército para lo cual Londres encargo
a sus esbirros (en especial periodistas y medios) en Buenos Aires para
desacreditarles.
Pese a que en la década de los 70´s había un proceso revolucionario
global (con el telón de fondo de la Guerra fría) pero que era casi total en
Latinoamérica y agrupaciones guerrilleras argentinas como Montoneros, ERP, FAL,
FAP que tenían extracción marxista-castrista pudieron haber establecido
contacto con organizaciones como el ERI en Europa, no tuvieron una ambiciosa visión
estratégica para tal contacto e incluso es seguro que la barrera idiomática
haya sido la razón de ello y en su conformismo meramente localista terminaron
siendo tan llanos y obtusos como la clase política servil del Status Quo.
Aunque ellos no buscaron ese contacto, los británicos del MI6 si lo
hicieron e incluso habrían financiado el secuestro y asesinato a cargo del ERP de
uno de los cerebros del primer proyecto de misiles “Cóndor” considerado en la
década de los setentas como uno de los más avanzados en todo el hemisferio sur.
Pero también trabajaron en conjunto con las áreas de inteligencia de los
gobiernos militares amparados bajo el paraguas de un coordinador en común como
era la CIA. Así, tanto unos como otros fueron funcionales a los planes de
Londres.
No es por casualidad que varios de esos miembros luego se reciclaron en
democracia y a lo largo de los años han ocupado puestos públicos (en especial
con el menemismo y el kirchnerismo) e incluso actualmente ocupan puestos
ministeriales en el gobierno. Pero a diferencia del ERI y sus miembros, aquellos
ex montoneros trataron de ocultar sus pasados y hasta incluso, pasaron a
trabajar para nada menos que su otroras “enemigos imperialistas” como la CIA y
el mismo MI6. Tan descarados son en su abominación que nunca faltan a los
cocteles de la embajada británica.
La llamada “Operación Rosario” por la cual los argentinos recuperaron
las islas del atlántico sur no había sido tan secreta como la historia cuenta.
Es cierto que los ciudadanos argentinos de a pie no sabían nada e incluso los
kelpers y la guarnición de marinos reales en Port Stanley fueron sorprendidos
por la acción argentina, pero se rumoreaba por ese entonces que el MI6 tenía de
buenas fuentes sobre los planes e incluso, que esperaban su ejecución y
entonces “dejaron hacer” ¿Por qué? Hay varias teorías aunque ellas son para tratar
en otro artículo.
Pero en aquella bisagra que significó la guerra contra los ingleses,
estuvieron ausentes aquellos “revolucionarios” (de tinte católico) de
Montoneros y ni hablar de los marxistas de ERP (todos ellos amontonados con el
kirchnerismo), quienes, de haber estado comprometidos con sus ideales pudieron
haber cerrado filas contra “el enemigo”, fuente de las discrepancias internas.
Salvo por el caso del montonero Máximo “Alfredo” Nicoletti que colaboro con la
Armada para llevar adelante la malograda “Operación Algeciras” en Gibraltar,
ninguno de esos matones y pistoleros de los setentas se atrevió a tanto.
Si hubiera existido una relación con la gente del ERI las posibilidades
de golpear más cerca a Londres no solo habrían sido factibles sino altamente disuasorias.
A veces me pregunto y ante el fracaso de esto ¿Qué hubiera pasado si
los nacionalistas argentinos hubieran tendido un puente con los
independentistas irlandeses del ERI y desarrollado un vínculo estrecho?