EN LA MIRA
“ADVERTENCIA RUSA”
Ante la actual situación de Rusia como potencia emergente hasta dónde llegara la pulseada entre Washington y Moscú por la situación en Siria?
Por
Charles H. Slim
Lavrov y Kerry irreconciliables |
De este lado del
globo nada o casi nada se sabe de lo que realmente ocurre en lo referente a la
guerra que se está devorando a Siria en particular y al Medio Oriente en
general y menos aún, cuáles son los verdaderos
intereses que se están jugando a cada momento y que se posicionan detrás de los
dos grandes actores geopolíticos más importantes del momento: EEUU y Rusia. A
pesar de que las bombas y los misiles caen desde hace dos décadas y media sobre
las cabezas de las familias árabes de la región, lo poderes centrales en
Washington y Londres que impulsaban –y sigue haciéndolo- no encontraban
poder alguno que pudiera ponerles un freno para detener sus juegos de
dominación. Incluso para el 2010 llegaron
al paroxismo de la impunidad al montar ante vista de los gobiernos árabes del
norte de África y con la descarada ayuda de los medios masivos de información,
esas falsas revoluciones que culminaron en mayor miseria y muerte para los
pobladores, pero en muy buenos negocios para los países interventores de la
OTAN.
Apenas
cinco años atrás Rusia y China se abstuvieron de intervenir y dejaron que la
OTAN con el beneplácito del Consejo de Seguridad, invadieran y destrozaran a la
Libia de Mohammar Al Gadafi llevándola a la ruina y su separación en regiones
tribales. Fue en esos días que la entonces secretaria de estado Hillary
Clinton, demostró sus talentos para reunir, coordinar movilizar la ayuda
suficiente para que –con la supervisión de las respectivas agencias
federales- se prepararan los diversos grupos “jihadistas” que en unos meses
desembarcarían en Siria. Desde Washington los miembros del Departamento de
Estado, el Pentágono y claro la CIA pronosticaron erróneamente que podrían
replicar estos mismos planes sobre Siria y desde allí con un Iraq absolutamente
entregado, lanzarse sobre la República Islámica de Irán. Esto nos pone en
evidencia algo irónico y hasta casi épico ya que, el plan trazado por el
Departamento de Estado y sus aliados –especialmente sauditas, qataríes
e israelíes- para derrocar los
gobiernos laicos y nacionalistas árabes para reemplazarlos por los partidarios
Takfir de la Hermandad Musulmana se enfrentarían con el “Irán islámico
de la Chía”.
Misiles rusos en alerta |
Pero
las maquiabelicas predicciones y esperanzas de Washington se vinieron abajo
apenas llegado el 2012 cuando Moscú comenzó a intervenir diplomáticamente con
el gobierno de Damasco para llegar a septiembre del 2015 cuando el presidente
Vladimir Putin, tras haber evaluado que la situación no daba para más, tomo la
decisión de intervenir en forma decisiva
y frontal contra lo que los medios pintaban como la “guerra contra el
terror”. Allí los generales del
Pentágono pudieron comprobar con estupor que el poderío de la Federación rusa era
una amenaza real y más precisa de la que los jactanciosos políticos y
encargados de la inteligencia en Washington solían burlarse en sus reuniones a
puertas cerras del comité del senado.
Igualmente,
sigue habiendo algún grado de superioridad militar de EEUU pero que se ve
equilibrado por la cantidad y calidad de escándalos en los que se ha venido
viendo envuelto causando un desbalance en la imagen política que es muy difícil
de arreglar. Mientras Washington
discursaba sobre sus esfuerzos por combatir al terror, las informaciones de
filtraciones dentro de su propio sistema revelaron una verdad escandalosa y que
muy pronto paso a tener estado público masivo cuando Rusia entra en escena y
revela que el llamado “Estado Islámico”
era algo así como un monigote que pese a los supuestos ataques aéreos de
la Coalición internacional, permanecía asombrosamente indemne.
Fue
sin lugar a dudas, una muy mala pasada para la Casa Blanca que se empezaran a
conocer las mecánicas sucias con las que se manejaba todo el asunto en Siria e
Iraq, sindicando como los principales responsables de estás impúdicas
revelaciones a la aviación rusa que además de cortar todas las vías de
suministro al “ISIS” y sus aliados que cruzaban tranquilamente desde el sur de
Turquía, desmadró en tan solo dos
semanas de bombardeos, a los centros de comando que tenían los mercenarios en
Latakia, Hama, Daraa, Damasco y todo el norte del país.
Tropas de EEUU llegando a Jordania |
Asimismo
fue la aviación rusa y en tan solo un mes que acabó con las rutas de tráfico
del petróleo que se robaban estas bandas mercenarias de Deir Ezzor en Siria y
del norte de Iraq, en éste último caso con la anuencia y cooperación de los
kurdos del Clan Barzani.
Pero
eso solo no fue el motivo para enfurecer a los norteamericanos; en esos ataques
aéreos rusos muchos de los asesores de la CIA y del Pentágono que trabajaban
encubiertos con los grupos de mercenarios que recibían entrenamiento, armas y
cobertura en suelo turco, terminaron muertos o incluso desaparecieron agregando
más nervios a los responsables de la inteligencia ante futuras y reveladoras
filtraciones por parte de alguno de estos agentes perdidos.
Como
venganza la embajada rusa recibió un ataque en pleno Damasco y enseguida el
Kremlin no dudo en conectarlo con células operativas que se hallan bajo el
comando de la CIA. Pese a ello Rusia redoblo sus esfuerzos y continuo
trabajando con el gobierno de Bashar Al Assad para estrechar aún más la
cooperación humanitaria, política y militar lo que llevó a desatar las
preocupaciones del tercero en discordia –y sabido actor en las sombras- Tel
Aviv, quien de la voz de Benjamín Netanyahu trató en vano de amedrentar a un
Vladimir Putin que lejos de sentirse amenazado dejo en claro que si cruzaba la
línea roja, sus fuerzas sabrían como responder. Esto era a cuento de las
variadas operaciones que Israel había llevado adelante –entre ellas
bombardeos sobre Damasco en 2013- que amparados en la sorpresa y
aprovechándose en la noche y de la baja calidad de los viejos sistemas
antiaéreos sirios, pretendía desconocer con sus característicos comunicados
ambiguos. Sin dudas lo que colmo la
paciencia de Putin fue el derribo en noviembre del 2015 del avión SU-24 por
parte de dos F-16 turcos que –según la inteligencia de las Fuerzas
aeroespaciales de la Federación Rusa- además de haberlo derribado dentro
del espacio aéreo sirio fueron dirigidos al blanco por un avión de guerra electrónica
estadounidense AWACS que tenía su base en Arabia Saudita.
Más allá de la
pérdida aparato y de la mojada de oreja que represento para la Federación Rusa,
Vladimir Putin aprovecho el incidente para volverlo personal y prometer a la
familia de los pilotos muertos, que sus vidas no habrían sido cobradas en vano.
S-300 rusos vigilantes en Siria |
Pero
eso se terminó cuando Putin ordenó el traslado de sus sistemas antiaéreos S-300
y los radares de alerta temprana que coordinan en tiempo real, una red de
defensa antiaérea que cubre casi el 80 % del territorio (v. https://actualidad.rt.com/actualidad/220562-alcance-s400-s300-siria-rusia-eeuu
). Ante esto no solo preocupo a Washington sino también a Tel Aviv que ante
semejantes equipos en el país árabe, vería imposibilitado realizar golpes
aéreos furtivos. Fue así como por un
lado los sirios han logrado conjurar los planes de EEUU y sus aliados y por
otro, empujar a las bandas mercenarias a los límites de las fronteras con
Turquía y Jordania, dos de los grandes colaboradores estratégicos en todo el
drama que vive el pueblo sirio.
Claramente
frustrados y echando mano a todo tipo de trucos el comando de la Coalición
Internacional liderada por EEUU ha tratado de montar escenarios para que la
aviación rusa apareciese como responsable de ciertos ataques sobre las
poblaciones civiles, especialmente en Alepo (v. https://www.rt.com/usa/361939-kerry-russia-war-crimes/)
. Con episodios como el ocurrido en
Qibani en septiembre o el presunto ataque aéreo ruso sobre el campamento de Al
Rusheid que se ubica entre Siria y Jordania en julio pasado, Washington ha
tratado de usufructuarlo en el campo diplomático para tratar de desacreditar a
sus socios rusos y agregar más cargos al gobierno de Al Assad para argumentar
una posible intervención militar directa contra Damasco.
Recordemos
también que tras el deliberado y cruento ataque aéreo sobre el ejército sirio
en Dier Ezzor, quedo claro que EEUU estaba de un lado y ese es el de los grupos
armados como el “ISIS” que casualmente tras dicho ataque, ayudo a que esta
franquicia pudiera salir de su asedio. Tras ese episodio, el escándalo quedo
servido en bandeja. Para salir del paso, la Casa Blanca y el Departamento de
estado dieron al traste con los acuerdos con Moscú dejando abierta la puerta a
una intervención directa contra Damasco.
Desde
hace dos semanas que los medios estadounidenses como el The Washington Post,
han venido siendo la caja de resonancia de estos planes entre los que se
encontrarían, el bombardeo de aeródromos y bases aéreas sirias con el fin de
impedir vuelos militares buscando con ello, degradar la capacidad de las
fuerzas armadas árabes sirias en beneficio de las bandas mercenarias.
Obviamente que esto se ve seriamente obstaculizado por un pequeño detalle:
Rusia y China. Igualmente las señales
son preocupantes ya que, los estadounidenses han venido ensayando con sus artefactos
nucleares tácticos B-61 y las bombas termobáricas rompebunkers (v. http://desarrolloydefensa.blogspot.com.ar/2008/04/bomba-termobrica.html
) en sus polígonos de tiro en Nevada. Igualmente y ante esta determinación,
Rusia no ha escatimado en advertencias sobe las consecuencias sobre aventurase
por agredir a Siria.
La
situación en Alepo es el centro de esta pulseada y ha desatado una batalla de
nervios a nivel diplomático en la que los altos jerarcas de ambas partes, se
han dedicado elegantes advertencias sobre lo que podría llegarle a suceder a
uno u otro, si se atreven a agredir a sus unidades o atentar contra el
desarrollo de sus operaciones. Tal como lo ha dejado entrever ambas partes,
todo puede suceder si alguno da un paso en falso con la intensión de agredir a
Siria.