viernes, 17 de agosto de 2018



EN LA MIRA



“ACUERDOS ESTRATEGICOS”

Hoy más que nunca queda en evidencia el error histórico de la Argentina por no trabajar con seriedad su política exterior ¿Qué margen le queda a Macri para realizar acuerdos estratégicos?


Por Charles H. Slim
Hoy más que nunca la Argentina requiere de una visión estratégica integral ante un mundo cerrado y mezquino especialmente propiciado por la conflictividad permanente que desde hace diecisiete años hasta esta parte lo han convertido en un lugar inestable y de iniquidades jamás vistas. Es en este escenario en el cual el gobierno de Mauricio Macri debe moverse para tratar de sacar del fango en que se halla atascada la Argentina, que tiene todo para resolver ese problema pero que aparentemente no está dispuesta a realizar grandes sacrificios para ello.

Sin duda que en todo esto, hay una gran responsabilidad del carácter colectivo argentino, históricamente autista y hasta negador de la realidad más allá de sus fronteras que como lo hemos señalado varias veces asemeja al avestruz metiendo la cabeza bajo la tierra. En este sentido desde su punto de vista cosmogónico el país es un planeta dentro del mismo plantea tierra y todo lo que pase fuera de la realidad argenta no puede llegar jamás; sin dudas hay un enfoque infantil que si o si deberán cambiar si pretenden sobrevivir como un estado soberano.

Macri no ha innovado en esta situación. Por el contrario ha profundizado la receta pro-colonialista de los gobiernos conservadores previos al nacimiento de movimientos nacionalistas como el Peronismo, llevando a la Argentina a estar bajo la más absoluta dependencia de Londres. Pero eso fue en el comienzo del siglo XX y para peor, no beneficio al estado argentino. Macri ha revivido esta política adaptada a la actual situación mundial y una prueba clara de ello se ve en la entrega de su soberanía en todos los aspectos, incluyendo la monetaria.

En el mundo actual la crisis es la abanderada y los conflictos se multiplican en forma preocupante siendo el conflicto bélico (como forma de enfrentamiento entre los estados) un factor más de esta inestabilidad global. La aislacionista administración de Trump tiene parte importante en la actual situación no solo por el peso específico geopolítico de EEUU sino por las propias políticas que impulsa éste presidente y que están enfocadas a establecer un cerramiento de la economía propia y la de todos los países causando descalabros financieros en países aliados como Turquía. Si bien sabemos que desde hace casi veinte años EEUU no para de abrir conflictos y desatar guerras alrededor del globo, hasta la llegada de Trump a la Casa Blanca ese nivel de conflictividad no iba más allá de las armas. Con su ascenso y la implementación de un proteccionismo económico a ultranza y la resucitación de la doctrina Monroe dio rienda a suelta a una nueva guerra, de carácter comercial y global.

Algo similar hizo Gran Bretaña con el “Brexit” despegándose de las políticas de bloque de la UE (en especial las comerciales y financieras) intentando revivir las viejas épocas del “Imperio Británico” que entre otras, tiene su influencia de facto en las islas Malvinas, Sandwiches y Georgias del sur.

Actualmente el mundo se halla inmerso en una guerra de carácter comercial en la cual los EEUU trata de imponer su hegemonía mediante acuerdos trasnacionales con clausulas leoninas que tratan de destruir la competitividad en el mercado internacional, implantando condiciones extorsivas que en algunos casos son el complemento de sus conflictos políticos existentes con países como Irán, Siria o la misma Rusia. Quizá el choque más estruendoso sea el que se ha producido últimamente con China, que representa uno de los mercados más grandes de Asia y que a su vez, compite con sus productos contra las políticas de mercado de EEUU que intenta recudir la importación de otros países acudiendo a los arancelamientos abusivos y chantajes diplomáticos.

El frustrado intento de condicionar a Pekín para que comercie con quien le agrada a la Casa Blanca y no lo haga con ciertos países fue el prolegómeno del arancelamiento de más de 800 productos que ha caído en oídos sordos dejando en claro que la república Popular no se dejaran chantajear.  De esta manera Donald Trump y a su modo está diciendo “o nos compras a nuestro modo o te arancelo tus productos” en una remozada versión de la frase extorsiva del entonces presidente George W. Bush cuando tras los ataques del 11 S a las Torres Gemelas y tras las críticas por las mentiras sobre Iraq, emplazo a los gobiernos del mundo a no criticar sus métodos de combate al terrorismo.

Por su parte Brasil está sintiendo el rigor de estas políticas norteamericanas, especialmente aquellas que están vinculadas a las sanciones que se están aplicando contra la república Islámica de Irán, que no solo afectan las exportaciones de productos agrícolas sino que condicionan la actividad financiera del mismo país sudamericano que representan desde el punto de vista legislativo, una ilegalidad absoluta. Si la Casa Blanca pretende influir en la competitividad del mercado internacional a base de “Twits intimidatorios” eso no puede llamarse mejor que lisa y llanamente una simple extorsión.

No olvidemos que la UE ha rechazado doblarse ante esto y como respuesta ha encontrado las acostumbradas bravuconadas y exabruptos de un Trump que cada día gana más enemigos, incluso dentro su propio gobierno.  Pero siguiendo con la postura de la Unión Europea, ha quedado claro que si logra imponerse y resistir las presiones de Washington por condicionar la actividad mercantil y financiera a gusto de lo que quiere el proteccionismo Made in USA habrá chances de que el impacto negativo sobre la economía del Brasil sea menor a lo pronosticado en las actuales circunstancias.

Ello ha causado un impacto sumamente negativo en la economía de Sudamérica pero especialmente en la Argentina que está sometida a una escalada de suba del dólar por efecto (en parte) de una cultura de la desconfianza en su propia moneda que hace que muchos argentinos con capacidad de compra, estén invirtiendo en la compra de divisa americana volcando la economía de su país hacia la dolarización y con ello a un desastre social que no sabe aún cuál será el impacto que causara en la sociedad y cuál será el precio que pagara la clase política de ese país.

Por lo que se ha podido ver, Argentina y su gobierno vuelven a ir contra la corriente de los acontecimientos del mundo y no porque sea una pionera o elegida por algún motivo mesiánico, sino por el hecho de no haberse interesado seriamente  –a nivel de estado- de sus intereses geoestratégicos y políticos. Si el país hoy se halla a la deriva no es algo casual. Macri como sus predecesores ha relegado las alternativas de profundizar relaciones con otros actores importantes como Rusia y China y todo por una obsecuencia histórica hacia los intereses anglosajones que practica toda la clase política y que se ve cuando hacen ese “besa manos” en las embajadas de EEUU y Gran Bretaña en Buenos Aires.

A la vista de esto uno se preguntaría, es que acaso los argentinos ya olvidaron algunas de las conclusiones de algunos de sus más ilustres líderes políticos como el ex presidente Eduardo Duhalde quien en algún momento dijo por el conflicto de los “Hielos Continentales” con Chile “para que tanto problema por unos hielos si lo podemos tener de la heladera”. O a pensamientos más recientes de uno de los más conspicuos funcionarios del gobierno de Macri que dijo muy suelto de cuerpo que consideraba muy seriamente la eliminación de las FFAA ya que el país carece de hipótesis de conflicto, cuando los británicos tienen en Malvinas una base con un poderío militar amenazante.


Con estos ejemplos se puede entender porque Argentina no ha hallado una senda propia y menos aún, fructífera para salir del atolladero en el que se encuentra ¿Cuándo decidirá salir de la zona de confort para cambiar esta situación?    

lunes, 13 de agosto de 2018


EN DEBATE




“MAGNICIDIO FALLIDO”

Quiénes han estado detrás del fracasado ataque contra el gobierno legitimo de Venezuela y cuales pueden ser sus consecuencias




Por Pepe Beru
El fallido intento por asesinar a Maduro y a todo su estado mayo que se hallaba en el palco el 4 de agosto último, ha revelado que  nada de lo que ha venido aconteciendo en la región es casual y todo se mueve al compás de una agenda muy clara que pretende desbancar los últimos polos de independencia política que quedan en el continente y que fastidian a Washington.

El gobierno bolivariano de Venezuela es sin dudas el paradigma de ello. Más allá de las contradicciones de Maduro y su muy cuestionada gestión, la revolución impulsada por Hugo César Chávez que se plasmo en la Constitución de 1999 fue el inicio de una nueva geopolítica muy audaz y adelantada para su momento, demasiado para las clases políticas corruptas y anquilosadas de la región, incluyendo a la Cuba Castrista.

Para quienes leen entrelineas no quedan dudas de que este fallido ataque tiene la firma de los que han estado engañando al mundo con su denominada “guerra contra el terrorismo” y que los medios secundan  tratando de justificar cada día con menos éxito. Tras el fracaso por causar una masacre contra el liderazgo político y militar de Venezuela, esos mismos medios han salido inmediatamente a tratar de sembrar las dudas sobre la autenticidad del hecho alegando a oraciones tales como “sospechoso atentado” o incluso aseverando que la intentona fue “fraguada por el régimen”.

Tal vez esto hubiera funcionado en los setentas o incluso hasta mediados de los noventas, cuando la opinión pública no tenía más alternativa que informarse por la televisión y las radios sin tener a la mano la disponibilidad de las herramientas tan sofisticadas y masivas como son las redes sociales y los medios alternativos en el internet.  Si esto se hubiera producido en la década de los ochentas, los medios oficiales que a su vez son subalternos de los conglomerados anglosajones que digitan las líneas informativas a nivel global, hubieran empequeñecido este episodio hasta el grado de transformarlo en una caricatura.

Tratar de asesinar a un primer mandatario es algo muy grave sea del país que sea. Pero las reacciones de las empresas de noticias occidentales han dejado en evidencia que marchan al compás de la agenda que marca Washington y que es desandada puntillosamente por sus colaboradores regionales como lo son actualmente los gobiernos de Colombia, Argentina y Brasil para nombrar solo a los principales.  Evaluando esto ¿Puede usted imaginarse si un intento semejante se hubiese llevado a cabo contra un mandatario de los países antes nombrados? Sin lugar a dudas el espectro informativo de toda la región y el mundo serían bombardeados con titulares escandalosos y poniendo al “terrorismo” como el protagonista central intentando manipular a la opinión pública con sus lacrimógenas  campañas de victimización. En este sentido podemos ver como este sector ha tratado de banalizar el intento de magnicidio con suspicaces análisis o directamente, ignorando el tema.

Las investigaciones del hecho dio lugar a que se llevaran adelante varias pesquisas y detenciones sobre personalidades de la oposición vinculados estrechamente a su vez con personajes radicados fuera de Venezuela y con especiales contactos con Washington y Bogotá. Uno de los más nombrados y acusados por el propio presidente Nicolás Maduro es el ex presidente de Colombia Juan Manuel Santos, artífice de la ampliación de bases militares estadounidenses en la región y de la firma de los acuerdos de cooperación con la OTAN. Aunque los medios alineados con el relato estadounidense dejan de lado estos pormenores y se centran en señalar supuestas contradicciones en los relatos de los asistentes en el momento del ataque, lo cierto es que son elementos muy significativos al momento de considerar quienes pudieron impulsar y ejecutar esta fallida operación.

Como era de esperar, el inmediato operar de las fuerzas de seguridad venezolanas deteniendo a varios sospechados del complot desato una ola de críticas en los sectores pro-estadounidenses en el exterior (espacialmente en Miami y Buenos Aires) denominando este proceder como el accionar ciego y brutalmente represivo. Pero solo es una táctica semántica y artificiosa que intenta por un lado desviar los hechos que rodearon al ataque y a su vez desacreditar al (aunque mal les pese) gobierno legítimo de Caracas ¿Y qué hechos son los que se quiere tapar? Comencemos por los artefactos utilizados para el ataque.

Según han señalado las autoridades venezolanas los Drones usados eran modelo DJI-MATRICE 600 utilizados para tomar fotografías y diseñados con fines industriales. Obviamente ello no es obstáculo de que los mismos hayan podido ser adaptados a la circunstancias para poder operar con mayor sigilo y burlar la seguridad del evento. No es una novedad ver como son usados para fines militares, Drones que tienen propósitos de exploración y reconocimiento civil. En 2014 pudimos notar con asombro como esta tecnología era usufructuada por grupos mercenarios en el Medio Oriente. Uno de los precursores en estas ingeniosas adaptaciones es sin dudas el “ISIS” en Iraq donde hizo estragos entre las fuerzas gubernamentales iraquíes lanzando granadas desde Drones espía de diseño y fabricación estadounidense (Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=cz2jrmnm7ds ).

Entonces muchos se preguntaron ¿Cómo unos simples pistoleros reclutados en las tribus nómadas de Al Anbar y del este de siria sabían manipular estos sofisticados aparatos? Y mucho más difícil de explicar ¿Quiénes les otorgaron el acceso a estos costosos Drones que solo se fabricaban en occidente  y quiénes los reformaron para que operaran como vectores de ataque? Y en lo que hace al tipo de explosivo que se utilizó para atentar contra Maduro, arroja más indicios sobre el origen de los autores. El explosivo plástico  C-4 es de uso militar, de origen estadounidense y de acceso restringido, entonces ¿Quiénes pudieron haberlo adquirido sin despertar sospechas de la inteligencia estadounidense? Estas respuestas son tan comprometedoras que los medios y los periodistas anglosajones –y por supuesto los subalternos sudamericanos- ni siquiera tocan el tema cuando osan argumentar sobre la situación en aquella región.

Incluso Rusia ha sido blanco de ataques con esta modalidad, cuando a comienzos de año una flotilla de Drones bizarros ensamblados con elementos asequibles en una ferretería pero equipados con modem de control remoto de última generación, lanzaron pequeñas bombas (pero dañinas) sobre la base aérea de Jeinmim, Siria.    Es por ello que cuando los medios y los periodistas tratan de ridiculizar el hecho con el término “supuesto” intentando desacreditar la viabilidad de los Drones como armas para perpetrar un magnicidio, ponen aún más al centro de la escena el involucramiento de manos expertas en la concreción de este tipo de acciones que solo buscan establecer el caos aprovechando las circunstancias imperantes.

Solo para que no queden dudas de quienes operan con estas modalidades y con este tipo de intensiones, solo véase lo que ocurrió ese mismo 4 de agosto pero en Siria cuando un científico sirio de nombre Aziz Asber fue asesinado junto a su guardaespaldas por el uso de un Drone dirigido por la inteligencia israelí. 
El automóvil en el que se trasladaban voló por los aires por el accionar de un sofisticado ingenio armado con explosivos.


Este tipo de asuntos tan sucios van más allá de tipos como Bush, Obamas o de un quisquilloso como Trump que ocupan transitoriamente la Casa Blanca, ya que no son ellos quienes ordenan estas intrigas y solo recién cuando ellas se han concretado tal vez, solo tal vez, conozcan algunos por menores que no pongan en riesgo a la llamada “seguridad nacional”.