viernes, 17 de abril de 2020


“DIRECCIONANDO CULPAS”
¿Cómo Washington y sus aliados pretenden escapar a los futuros cuestionamientos por las consecuencias de la aparición del COVID-19?

Por Charles H. Slim
En algún momento la Pandemia se desvanecerá como la neblina en el amanecer y entonces, cuando las aguas se calmen y haya que hacer un revalúo y control de daños en las economías de todos los países que se vieron afectados por aquella, se buscaran explicaciones sobre “quiénes” estuvieron realmente detrás de la aparición de este Coronavirus (con características poco naturales) y si en realidad esta cepa surgió de una mutación natural o más bien de un cultivo[1] en alguno de los laboratorios de guerra biológica (Biological Warfare) que EEUU tiene diseminados alrededor del mundo.  

En lo que hace a EEUU, la administración Trump tiene mucho que perder no solo por el pésimo manejo político de la pandemia sino también, por hacer peligrar la institucionalidad política del país si la crisis sanitaria se llegara a desbordar –como esta sucediendo en New York- obligando a que el Pentágono por intermedio de una “administración militar” tome las riendas del gobierno bajo el argumento de garantizar la “Continuidad del gobierno”[2].

Como primer paso y para ir preparando el terreno, el Departamento de Estado norteamericano ha comenzado a lanzar sus primeros dardos tratando ante todo, desacreditar  varias informaciones que han ido saliendo a lo largo de los últimos meses que cuestionaron las acusaciones formuladas contra China e incluso, el posible involucramiento de los laboratorios de guerra biológica de EEUU que cooperaban con sus pares chinos en el desarrollo de éste Coronavirus.

Fue así que (y como de costumbre) el Departamento de Estado norteamericano ha comenzado a trazar su agenda de culpables (con China a la cabeza) para tratar de amortiguar –entre otras cuestiones- las responsabilidades políticas del gobierno federal por no haber tomado las medidas sanitarias adecuadas para proteger a su propia  población. Y es precisamente en estas cuestiones que la administración Trump y el sector de los neoconservadores  que le apoyan, resienten como ha quedado EEUU ante el mundo tras haberse revelado varias informaciones sensibles que hacen centro en la participación que habría tenido Washington[3] –desde mucho antes de Trump- en el desencadenamiento de lo que está ocurriendo.

Pero las acusaciones que hemos escuchado del Secretario Mike Pompeo se han enfocado en Rusia y en particular sobre el presidente Vladimir Putin a quien estaría haciendo responsable de montar una campaña de desinformación y a la cual –según el funcionario- se le hará responsable en “su debido momento”. No se pierda de vista el marco en el que se producen estas declaraciones materializadas en el desembarco de más de 20.000 efectivos militares en Europa para realizar “ejercicios” con sus aliados de la OTAN.

Pompeo para hacer estos señalamientos se baso en la publicación de una nota en el diario “New York Times” firmada por William J. Broad[4]  en la que sin rodeos, su autor acusa al presidente ruso de estar implicado en difundir información falsa contra el sistema de salud estadounidense que afecta a las instituciones públicas y políticas norteamericanas.

Inmediatamente salio al cruce la vocera del Kremlin María Zajárova quien le sugirió al funcionario estadounidense fijarse primero en lo que publica el “New York Times” para ver quien realmente esta implicado en una campaña de desinformación. Para Rusia esto no es nuevo y los intentos de incriminar al gobierno de Vladimir Putin han sido reiterados. Episodios como el supuesto envenenamiento de “Skripal y su hija”en Gran Bretaña, de apoyar a “regímenes autoritarios”-como maniqueamente califican a quienes se les oponen-  o de sabotear elecciones en otros países con sofisticados Software espías como se vio en el montaje de la novela mediatica que la Corporación de medios estadounidense llamó “Russian-Gate” son ejemplos de ello.

Pero Pompeo y el circulo neoconservador al que representa, no parece advertir que fue su propio jefe político en la Casa Blanca quien en primera instancia no quiso tomar las medidas sanitarias adecuadas para una pandemia declarada por la OMS aduciendo que era un gasto innecesario ya que según aquel se trataba de una mera gripe estacional. Cuando se dio cuenta que se había equivocado ya era tarde y los casos de COVID 19 se había expandido en forma dramática causando focos de emergencia sanitaria en ciudades importantes como New York.

Para cuando Trump reaccionó, anunció una batería de medidas de aplicación general que además de tardías nunca se cumplieron. El tan anunciado testeo general para la población nunca se efectuó y así se pudo ver como los sectores más vulnerables, especialmente la comunidad latina y afroamericana de la población neoyorkina, terminaron pagando las consecuencias de un histórico abandono estructural de la salud pública norteamericana. Testimonio mudo de ello son los fallecidos apilados y enterrados en las fosas comunes de la Isla de Hart en Long Island South, New York.

Trump & Greenstein de LHC.Group
Según las investigaciones de asociaciones civiles y organizaciones independientes como la NPR (https://www.npr.org/) las promesas de Trump solo quedaron en eso y solo se realizaron algunos testeos aislados en puntos instalados en supermercados como “WalMart”, “Wallgreens” y “CVS” en ciudades como Chicago y Arkansas sin que se haya extendido a otras plazas de los demás estados de la Unión. La excusa presentada por las gerencias de cada una de estas empresas fue la de un fallo en la comunicación con el gobierno federal.

“Hemos estado trabajando muy duro en esto. Hemos hecho un progreso tremendo”, dijo Trump. “Cuando comparas lo que han hecho con otras áreas del mundo, es bastante increíble”. Presidente Donald Trump, Garden Roses 13 de marzo 2020.

Tampoco se han implementado los testeos caseros prometidos por Trump destinados a poblaciones urbanas aísladas  y áreas rurales. Para ello a su vez se había comprometido  Bruce Greenstein, vicepresidente de la empresa “LHC.Group”[5]  para la provisión de Kits en todo el territorio del país. 
Esto no ha sucedido hasta el momento y la excusa presentada por la empresa se centro en que han concentrado su colaboración material con los hospitales para ir progresivamente extendiendo sus test a la población.

Mucho menos se ha generado el anunciado sitio Web provisto por el gigante “Google” para controlar el testeo y la situación de los infectados con COVID 19, aunque si existiría una página que estaría realizando una especie de conteo pero no fue provista por ésta mega corporación de los medios y mucho menos hace una estadística inteligente de como progresa la pandemia.

Aunque todo apunta a poner en evidencia las características de una gestión al compás de la cambiante personalidad del presidente, algunos están especulando que la puesta en marcha de estas medidas fueron deliberadamente frenadas (saboteadas) por intereses oscuros que están detrás de las cortinas del Salón Oval y que pese a pertenecer al Establishment de aquellos que  apoyan a Donald Trump, rivalizan por desbancarlo por algunos posicionamientos nada convenientes a sus intereses. 

Tal como se ha comprobado a los desaciertos en la gestión de la emergencia sanitaria, Trump ha tratado de cubrir sus baches con promesas insulsas y tal como lo han dejado entrever estas investigaciones independientes, las mismas son típicas de políticos demagógicos y personalistas de países tercermundistas no anglosajones.  Como lo han señalado algunos intelectuales liberales argentinos, esto es la triste y peligrosa demostración de la penetración del “populismo”  como concepción de la política anglosajona.

En los últimos días algunos periodistas de medios anglosajones y corresponsales de medios argentinos en Londres (que colaboran con la “pura verdad”) han estado vociferando mediante imprecaciones por televisión que los servicios de inteligencia británicos MI-6 y sus colegas de la CIA tendrían la información precisa que sindica las culpas de China en la diseminación del COVID-19 como una especie de prologo que preanuncia un justificado-y hasta deseado-  escarmiento por esta supuesta responsabilidad. A la par de estas tendenciosas alegaciones, surgen teorías que tratan de explicar una especie de “zoonosis”[6] en la trasmisión de este virus con presumible origen en el sur de China.

Lo cierto que esto no es más que otra demostración de la obsecuencia y el alineamiento político de los medios occidentales que secundando la misma estratégia del Departamento de Estado norteamericano y de su homologo británico el Foreign Office, tratan una vez más  de manipular a la opinión pública de sus respectivos países para que a los ojos de la opinión pública global (incluida la Argentina) , sea China la “cabeza de turco” que termine pagando por la filtración de este agente infeccioso de características nada naturales.


[1] Según algunos informes de virólogos indios de la Escuela de Kusuma que fueron repentinamente CENSURADOS, descubrieron que el COVID-19 tiene componentes genéticos similares al VIH algo que desde la lógica es una aberración.
[2] El 1° de febrero el Secretario de Defensa norteamericano Marc Spert designo e instruyo al General Terensse J. O´Shaughnessy para preparar un plan administrativo de contingencia para reemplazar al gobierno federal en caso de que la crisis sanitaria se desobordara.
[3] PensamientoEstrategico.Blogspot.com. “Escalada Sucia”, Publicado el 20 de febrero 2020. https://pensamientoestraegico.blogspot.com/2020_02_16_archive.html
[4] Es un periodista y autor cientifico “Senior” que escribe columnas para el diario estadoundense “The New York Times”.
[5] Compromiso público asumido junto al presidente Donald Trump que se puede ver en: https://www.facebook.com/WhiteHouse/videos/bruce-greenstein-lhc-group/1103841913293107/
[6] Se dice de cualquier enfermedad propia de los animales que incidentalmente puede comunicarse a las personas.

lunes, 13 de abril de 2020



“COMBATIENDO AL CORONAVIRUS”
¿Puede la OTAN y la Infantería de Marina de los EEUU combatir una pandemia?

Por Dany Smith
El 2 de abril mientras en Argentina se cumplía un nuevo aniversario de la recuperación de las islas Malvinas, Sandwiches y Georgias del sur ocupadas por Gran Bretaña, en Europa se celebraba una conferencia virtual por video entre los 30 ministros de Asuntos exteriores de los miembros de la OTAN para encargarle al Comandante Supremo Aliado (ACO) el General estadounidense Tod Wolters tomar las medidas necesarias para combatir al Coronavirus. Al conocer esta noticia nos preguntamos ¿Combatir a un virus?

Casualmente dos semanas antes, 20.000 efectivos estadounidenses y variado equipamiento llegaban discretamente a Europa desperdigadas en 7 aeropuertos con la intensión de no causar alarma entre la opinión pública de la Unión Europea.  Las mismas se sumaron a otros 10.000 que ya estaban desplegados en suelo europeo.  La movilización coincide con los ejercicios de guerra “Europe Defender 20” que comenzaron en abril y pese a la pandemia declarada por la OMS, se extenderán hasta junio (tal vez para combatir el virus).

Pero más allá de las órdenes que salen de la sede central de la OTAN en Bruselas, estas tropas salieron de EEUU y para ello necesitaron ser autorizadas por el presidente Donald Trump quien mantiene una muy compleja relación “amor-odio” con los generales  del Pentágono que por sus contrariedades, ha venido degradando su imagen entre la influyente comunidad militar que en algunos estratos –en actividad y retiro- lo han catalogado lisa y llanamente como “ignorante y caprichoso”[1].

No olvidemos como Trump ha estado despotricando continuamente contra sus aliados europeos –entre otras cuestiones- por no cooperar en el mantenimiento dinerario de las operaciones de la organización atlántica, algo que llevo a discusiones épicas con sus generales dentro del “Tanque”[2] en el Pentágono, especialmente con el general “Mattis” que al ser respaldado en sus posiciones por el entonces Secretario de Estado Rex Tillerson termino costándole el puesto a este último[3].

Si éste despliegue se ha producido pese a las advertencias de la OMS sobre la compleja situación sanitaria en Europa, algo muy importante se prevé.

Al parecer aquel mandato impartido al Comandante Supremo Wolters vino a coincidir con este conveniente despliegue militar en las fronteras de la Federación rusa (Aliado de China).  Sospecho que detrás de este movimiento, hay un objetivo estratégico que va más allá de contener a Rusia y que se relaciona con la actual situación con China.
Como de costumbre este tipo de noticias no circula por los medios (democráticos) con la misma transparencia y velocidad que debiera requerir, máxime con la saturación informativa existente sobre la “pandemia” y las consecuencias “catastróficas” que la misma está causando.  

Pero como ya lo habíamos dicho antes, los asuntos geopolíticos prosiguen sin pausa solamente, que pasan desapercibidos y enmascarados detrás de las diversas interpretaciones mediáticas sobre ésta pandemia. El envio de buques de guerra estadounidenses a las aguas del Caribe en la última semana –con apoyo de los miembros de la OTAN- se enmarca en estos asuntos aunque, como se pudo ver, tuvo un abrupto desenlace[4]. En este marco es que se llevo a cabo esta conferencia que termino con este criptico “mandato” poco claro y en cierta medida, nada entendible desde un punto de vista del sentido común ya que ¿Cómo diablos la organización atlántica con misiones eminentemente militares y comprobadamente ofensivas puede contribuir a combatir un virus? El contingente que se ha desplegado en Europa no es de médicos sino de soldados. Sin dudas, esto huele muy mal.

Como suele decirse “nada es casual”. El encargo de los miembros de la organización se produce en un momento muy peculiar en el cual, además del estado de excepción instaurado a nivel global, se están produciendo profundas reformas y recortes presupuestarios en el área militar de las Fuerzas Armadas de los EEUU –el pilar de la OTAN- que a la vista de algunos expertos, estarían siendo orientadas para operar en breve en ciertos escenarios en particular. Si alguien sospecha que uno de esos escenarios es Asia, no se equivoca.

Aunque Rusia e Irán siguen siendo escenarios de posibles incursiones militares a mediano plazo, las actuales circunstancias (vinculadas a la pandemia) habrían llevado a poner atención en otras prioridades inmediatas que se vínculan con la región de donde apareció.  

CH-53 de la USMC
Se sabe que para llevar adelante operaciones en un determinado terreno, se deben considerar los aspectos escenciales operacionales como son el transporte de tropas, la logística y el equipamiento necesarios para realizarlo. En este sentido, un batallón de marines con equipamiento de vehículos blindados, vestimentas y armas adaptadas a combates en zonas desérticas con temperaturas de 50° C no será muy útil en terrenos irregulares y escarpados, de visibilidad entrecortada por la topografía poblada de selva, condiciones climáticas húmedas como las que podrían encontrar en el centro y sur de Asia. Y adivinen que escenario combina con estos detalles. Así es, China Meridional.

Para estos menesteres es la infantería de marina la fuerza requerida aunque con urgentes cambios.

Pero las reformas que se estarían implementando en el Cuerpo de Marines (USMC) iniciadas en 2019 y con miras a extenderse paulatinamente hasta 2030 tenderían a reducir el uso de componentes innecesarios  (obuses remolcados, tanques, aviones y cuerpos de ingenieros entre otros) y dotarles de nuevos medios de transporte para llevar adelante operaciones de intervención anfibia en zonas muy alejadas y con las característica acorde a como serian los islotes del Mar Meridional de la China. Esto no significa que Washington termine con sus operaciones en Siria e Iraq y mucho menos desconecte su colaboración con los esfuerzos sauditas por derrotar a los yemenitas. No, en estos últimos casos será responsabilidad absoluta del ejército estadounidense y sus aliados británicos mantener la situación.

Solo estaríamos ante una compactación del Cuerpo de Marines para que recuperen sus operaciones originales (mar-tierra) con mayor eficiencia y velocidad.

El nuevo objetivo estratégico demanda una fuerza de infantería renovada y abocada a las tareas anfibias propias, revelando que hay un escenario de interés prioritario para Washington.

Una de las reformas  en vista, es la de retomar su función táctica original como es el típico desembarco en una costa o playa, solo que utilizando nuevos medios. Sus acciones estarán centradas en operaciones aerotransportadas rápidas  -con Convertiplanos Osprey y helicópteros CH-53E-  con equipos más reducidos y dotados de mayor autonomía operativa  (dejando en la historia el apoyo blindado y la movilidad motorizada).

Si bien entre sus recortes existe un plan de reducir el número de blindados (que seguramente se los venderán a Iraq y los sauditas), ello no significa que no los vaya a utilizar entre sus filas. Solo que se está hablando de una profunda reforma del arma de la infantería de marina para que pueda operar con mayor eficacia contra los intentos de China por ocupar islotes y franjas de tierras en zonas de países cooperadores con Washington.

Situación para las operaciones en el Mar Meridional
Para ello los “marines” deben poder intervenir en forma rápida y eficaz en un escenario martimo complejo compuesto de unas 250 pequeñas islas con atolones y cayos en las cual no serán de utilidad para su neta función expedicionaria el desembarco de blindados, piezas de artillería y equipo pesado. El control de una porción de estas islas dará un control estratégico del Mar Meridional buscando degradar las rutas comerciales chinas.

Como sea y a la par de estos cambios, tras el encargo al Comandante Supremo, la OTAN ha intensificado sus operaciones aéreas en los países nórdicos en particular en Noruega demostrando que cuenta con una amplia libertad de movimiento de sus aviones utilizando las rutas aéreas civiles –actualmente sin tránsito- lo que ha alertado a Rusia. Igualmente todo este ajetreo estaría estrechamente vinculado a devolver gentilezas a China por el primer episodio con consecuencias globales  que se enmarca en lo que para muchos es la III guerra mundial en marcha y que lamentablemente continuara ¿O es que acaso, Ud sigue creyendo que el COVID-19 es de origen natural?


[1] The Atlántic.com. “Top Military Officers Unload on Trump”, Published in November 2019, https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2019/11/military-officers-trump/598360/
[2] Es una instalación blindada bajo el Pentágono a pruebas de sistemas de escucha y hermética a los sensores electrónicos satelitales. 
[3] Time.com. 'You Can't Do It That Way.' Rex Tillerson Opens Up On His Tensions With Trump”. https://time.com/5473728/rex-tillerson-trump-firing/
[4] Tras el envio de unidades navales del Comando Sur de la Armada de los EEUU (SouthCom) con fines de intervenir en Venezuela EEUU encontró una pronta y peligrosa respuesta de Rusia con el envio de dos bombarderos estrategicos nucleares TU-160.