viernes, 4 de mayo de 2018



EN LA MIRA



“VOLVER ATRÁS”

El eterno retorno al comienzo de todo lo que ha destruido a la Argentina




Por Pepe Beru
Cuando el presidente Mauricio Macri fue ungido como el presidente de la Argentina, los observadores de los intereses adictos locales  a Washington, Londres y Tel Aviv no tardaron un segundo en enviar sus primeros twits avisando de la buena nueva, diciendo “tenemos un amigo en el Cono sur”. Si bien es cierto que ya estaba Chile como el gran felpudo histórico de los intereses anglosajones de la región, la posición geográfica de Argentina es mucho más ventajosa y estratégicamente mucho más importante que el angosto país trasandino.

No era para menos, Mauricio Macri además de ser un prominente personaje del mundo empresario además de ser un buen amigo de Barack Obama y Hillary Clinton, cuenta en su haber con relaciones personales que lo vinculan, entre otros, con nada menos que el actual presidente de los EEUU. Para el Departamento de Estado norteamericano “era el tipo perfecto” para terminar con gobiernos populistas como el de CFK e impedir el renacimiento de un nacionalismo real. Como siempre, los políticos argentos dejan de lado los antecedentes de estas relaciones y no quieren siquiera oír de incómodos sucesos de la historia cercana que vinculan a estos ilustres amigos del “globo amarillo” que se relacionan con las sistemáticas violaciones a los derechos humanos, crímenes de guerra y lesa humanidad que acumulan alrededor del mundo. No, mejor eso no lo veamos deben decir los más recalcitrantes partidarios de estas relaciones.

Pero los norteamericanos pronto debieron volver la mirada a los asuntos de su propio país, cuando la Casa Blanca sería ocupada por un presidente lleno de imponderables y muchas contradicciones. Era la misma historia de siempre. 
Algo similar sucedería con los británicos quienes atacados de un sentimiento “nacionalista” (o bien diríamos de neo imperialismo), se lanzaron a proclamar con el “Brexit” que volverían a una plena autodeterminación cortando los lazos con la Unión Europea. Para peor, el gobierno de Macri ha llegado tan lejos en su obsecuencia con los británicos que éste pasado 26 de abril, en el cumpleaños 92 de la Reina Isabel II no se le ocurrió mejor idea que mandar a la banda de la Fuerza Aérea a tocarle el “God Save the Queen” en la embajada de Gran Bretaña. Y qué decir de Israel, quien además de tener una importante plataforma de partidarios sionistas argentinos, de los cuales muchos de ellos están dentro del “PRO”, encontraba en el nuevo presidente un amigo personal de nada menos que del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, quien además de estar procesado por varias estafas, es un criminal de guerra que por ahora goza de impunidad.  Como suelen decir los norteamericanos “casa llena”.
Agasajo en la embajada británica

Cuando Donald Trump se acomodo en la Casa Blanca pronto comenzaron a verse cuáles eran sus políticas hacía el exterior; restricciones a las importanciones, proteccionismo económico comercial y un nacionalismo político que parece apolillado, pero que a los estadounidenses del común parece agradarles.  Ante esto, Macri vio muy difícil poder negociar con algún viso de igualdad, las exportaciones e importaciones entre ambos países, pese a que Trump es un viejo conocido del mundo de los negocios.

Pero el problema de la desigualdad asimétrica que sufre la Argentina como estado nación, no es achacable a Macri; se trata de una falencia que tiene 36 años de antigüedad y que se ha venido profundizando con el pasar de los años. Carente de una geopolítica propia y de un plan de defensa estratégico, la moral de las instituciones prácticamente ha desaparecido y ello involucra a nada menos que a las Fuerzas Armadas y de seguridad de la nación. Mientras puertas adentro los políticos (indistintamente de color partidario) han creado un verdadero rompecabezas social, las mafias ligadas al narcotráfico con ramificaciones políticas, campean no solo por la provincia más corrupta del país como es Buenos Aires sino, por todo el país. Esta es la consecuencia de años de desidia abandónica de un estado en manos de saqueadores.

De este modo se puede ver como aún y pese a la profundización de las limpiezas dentro de las mohosas estructuras de la policía y el sistema judicial bonaerense, sigue habiendo bolsones de corrupción. Y ni hablemos de lo que sucede a nivel federal, que tras la muerte del fiscal Nisman, han venido saliendo a la luz, los tejes y manejes a los que el occiso solía estar involucrado, como parte de un sistema de contubernios entre los fiscales federales y la inteligencia del estado, que en el caso de Nisman, escalaban a contactos (muy bien remunerados) con agencias de inteligencia como la CIA y claro, el Mossad israelí.

Pero, si bien este gobierno ha tomado medidas para cortar con estos tentáculos que todo lo abarcaban, no lo ha hecho para terminar con este sistema de “alcahuetes” locales que lanzaban carpetazos contra quienes podían molestar en la administración pública, sino que lo ha reemplazado por un sistema dirigido por cerebros externos que para peor de males,  están ligados a nuestra histórica enemistad con Londres. De este modo hoy por hoy, la CIA y el Mossad israelí (quienes controlan a la AFI) pueden hoy, leer y analizar todas las conversaciones que usted tenga[1].

En el aspecto militar, la situación ha caído tan bajo como en el área de la inteligencia. Además de que aún se sigue esperando la tan clamada reestructuración de las FFAA, el gobierno puso en marcha recortes al área que virtualmente han paralizado las actividades de las tres fuerzas, dejando en evidencia  tras el hundimiento del submarino “ARA San Juan”, que hay otros mandos militares que tienen la batuta de la “defensa nacional”.

En este último sentido, se puede asegurar que quién ordena lo que sí y no debe suceder en materia militar en la Argentina es el Pentágono[2], máxime si consideramos que el “acuerdo” –mostrado como un triunfo de la Casa Rosada- sobre las importaciones de tubos de aluminio que Trump autorizo a favor de la Argentina, no iba a ser a cambio de nada[3]. Y por último cabra preguntarnos ¿Ha vuelto Argentina a los años noventas? O incluso ¿Los argentinos deberán acostumbrarse a ver bases militares permanentes estadounidenses en su suelo?

[1] PERFIL. “Denuncian que pincharon teléfonos de familiares del submarino ARA San Juan”. http://www.perfil.com/noticias/politica/un-informe-de-la-utn-revelo-que-pincharon-telefonos-de-familiares-del-ara-san-juan.phtml
[2] SPUTNIK. “Tropas de EEUU comienzan maniobras en Argentina”. https://mundo.sputniknews.com/defensa/201805021078363505-eeuu-fuerzas-armadas-argentina/  
[3] AMBITO. “EEUU exime a Argentina de aranceles al acero y al aluminio”. http://www.ambito.com/919834-eeuu-exime-a-argentina-de-aranceles-al-acero-y-al-aluminio

lunes, 30 de abril de 2018

EN DEBATE



“INSEGURIDAD PLANIFICADA”

Quienes se benefician y quiénes impulsan desde las sombras la ola de inseguridad que a su vez es amplificada desde algunos medios



Por Javier B. Dal
En las encuestas de algunos sondeos realizados en Argentina, la inseguridad es la principal preocupación después de la inflación mientras que para otros, más orientados por simpatía con la oposición el problema más acuciante es la desocupación. Pero algunos hechos que han saltado a los medios capitalinos en estas últimas semanas han sido sobredimensionados con una notable intensidad que ha volcado a la política comunicacional calificando a la situación con diferentes enfoques que vienen desde aquella caracterizada por “sensaciones” a la que algunos amarillistas denominan una de verdadero “desastre” social.

Es una realidad ineludible la inseguridad y en especial, la que se está manifestando con violencia sobre las personas del común, pero no hay que caer en reduccionismos que solo ocultan el contexto y la antigüedad de la problemática.  Para ello, solo miremos a unos diez años atrás cuando la seguridad estaba  cargo de funcionarios “progresistas” como Anibal Fernández y Nílda Garré quienes lejos estuvieron de articular un programa de seguridad integral y coherente que abarcara la problemática de fenómenos criminales modernos como son el narcotráfico, la venta y tráfico de mujeres, órganos y armas.  Lejos de haberse involucrado en estas problemáticas prefirieron usar sus sitiales para jugar a desojar margaritas, solo que lo que desojaban era a las fuerzas de seguridad y de inteligencia (sin hablar de las FFAA).

A ello y con la complacencia de los cuadros políticos de un gobierno como fue el Kirchnerista, gobernadores como Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires  y José Alperovich en Tucumán, hicieron de las fuerzas policiales meras bolsas de trabajo para reducir la galopante desocupación en sus respectivas jurisdicciones y reclutar votos para las elecciones venideras. Quien puede olvidar la leyenda “Gobierno de Daniel Scioli” impresas en las chapas de las camionetas de la policía de la provincia como una clara demostración del feudalismo partidocrático que sigue campeando en el país y que actualmente siguen siendo utilizadas en la Matanza por algunos personajes tan dudosos como los citados.

El plan de estos sectores se baso solamente en clonar policías a granel y saturar de presencia de uniformados toda la provincia, una postura que mínimamente revela el carácter aficionado e improvisado de sus planificadores.

No hay que olvidar que con esta política de masificación policial que se caracterizó por inundar de policías a las jurisdicciones provinciales, se le agregó un nuevo negociado político-administrativo como fue la “policía comunal”, una nueva bolsa de trabajo para paliar el cupo de los desempleados de las jurisdicciones municipales que además funcionó como otra caja de recaudación que estaría controlada por los intendentes quienes a su vez, eran subordinados por lealtad política o conveniencia del gobierno K.

Como hubiera dicho la misma señora Cristina Fernández, “uniformes para todos y todas”, pero ningún tipo de objetivo ni preparación real que los hiciera realmente funcionales. De este modo pasamos de la más absoluta infuncionalidad a la entrega de la preparación a manos de agencias extranjeras que no están precisamente embuídas de la moralidad que la clase política tanto reclama de sus fuerzas de seguridad. En este sentido, a la vez y mientras se realizaba esta absurda construcción de un estado policial berreta y solo para la decoración, ese mismo gobierno terminaba por deshacer las pocas estructuras de las áreas de inteligencia de las FFAA y de la SIDE, ésta última, completamente infuncional para los objetivos de un estado e infiltrada por las agencias de inteligencia extranjeras como la CIA, la DGSE francesa y por supuesto, el MOSSAD israelí.

Y usted dirá ¿Pero qué tienen que ver estas últimas situaciones con la inseguridad del país? Pues, la respuesta es tan obvia como importante y ella se basa en que quien controla los más altos niveles de la seguridad de un estado, controlara todos los estamentos del mismo ¿O acaso cree usted, que las grabaciones que aparecieron de las conversaciones de Cristina Fernández y de su ex jefe de la SIDE Oscar Parrilli fueron cosa de simples hackers o agentes improvisados que pincharon un cable telefónico? Para nada. Desde hace años que, por recomendación del Departamento de Estado norteamericano y la CIA se ha estado grabando todas las conversaciones telefónicas, mails, twits y whatups de toda la población.

Y esto ya venía pasando en pleno del gobierno “nacional y popular”, que mareados con sus propios vapores seudo revolucionarios, dejaron de lado los más importantes y vitales temas para la sobrevivencia del estado.

Actualmente la situación de inseguridad y crecimiento del delito violento relacionado con el consumo y tráfico de estupefacientes no dista demasiado de hace unos años atrás, con la diferencia que las políticas que se están imprimiendo actualmente para su combate –discutibles o no- son reales y están dando resultados. Relacionado con esto está, en los implicados en proveer la asistencia y entrenamiento para preparar a las fuerzas policiales del país, en especial a la policía federal, quienes distan mucho en temas de legalidad y respeto a los derechos humanos.

La activa participación de Israel y EEUU en los programas de seguridad, es una preocupación que no puede obviarse, máxime cuando Tel Aviv y sus partidarios en el país, aprovechan la ocasión para mezclar la criminalidad común que azota a la comunidad con la resistencia palestina, una argucia que durante décadas han tratado de meter en el pensamiento colectivo mundial. Una de las formas que tratan de hacerlo es, ejercitando a los efectivos en los territorios ocupados usando a los palestinos como los blancos de prueba y muestra de los resultados de sus detestables procedimientos.

Estos mismos sectores con su lugar en los medios, juegan el cotidiano papel de aumentar el tono de las informaciones que se vinculan con tragedias personales como han sido los últimos asesinatos de trabajadores a manos de jóvenes armados. La táctica de estos medios y de algunos periodistas esta magnificar la situación con manipulaciones sensacionalistas del lenguaje y abusando de estas tragedias personales, imprimen un razonamiento que trata de despertar en los televidentes ese miedo a la completa indefensión que busca subrepticiamente, argumentar que Argentina sea pasiva receptora de recetas y planes de “seguridad” importados especialmente de Israel y de EEUU.

Es por ello, cuando los ciudadanos comunes que trabajan día a día para sobrevivir en esta cada vez más asfixiante realidad, que estos mismos medios y personajes han presenciado durante años con conveniente pasividad, piensen que cuando ven a esos personajes disfrazados de periodistas que hacen de las noticias una novela usando palabras como “desastre”, “catástrofe” o tienden a denigrar al accionar de las fuerzas nacionales, solo son argucias y engaños deliberados, usados como chicana para abrir la puerta a las “soluciones” de sus paisanos, quienes traerán muy peligrosas situaciones al país.