viernes, 18 de diciembre de 2015

VETERANOS DE AYER


“¿PUEDE VOLVER ARGENTINA AL GOLFO?

Cómo las nuevas circunstancias internacionales y el gobierno “pro” estadounidense argentino pueden confluir a una nueva participación en el Golfo Pérsico


Por Charles H. Slim y Samantha Maruga
Desde la cubierta de vuelo del Alte Brown 1990

En la Argentina, la experiencia histórica ha demostrado que sus habitantes y por supuesto su clase política suelen volver a reeditar cíclicamente, circunstancias que se creían superadas. Esto viene a colación por las implicancias de la asunción del nuevo gobierno argentino de tinte claramente pro-estadounidense, demostrando que hay un entusiasmo por recobrar las simpatías de los altos atrios de la política en Washington en donde se están preparando para un recambio de gobierno que no parece traer ninguna rama de olivo.

La naturaleza del gobierno de Mauricio Macri, hace necesario que hagamos un poco de historia. Cuando en 1989 el Dr. Carlos Saúl Menem ganaba las elecciones en un país que se incendiaba, muchos creyeron que era el regreso del peronismo inteligente, de la tercera vía que llevaría al país a reindustrializarse en todos los campos de la producción, incluso en el militar. Solo bastaron unos meses para que muchos cayeran en la más absoluta desilusión, cuando aquel personaje riojano que, impostando la figura de un caudillo litoraleño, terminó recortando sus patillas, su cabello y calzándose trajes de miles de dólares hechos en Europa,  para pasar a representar los intereses  foráneos que solo buscaban expoliar al país.

Y aunque  muchos –especialmente los justicialistas- no quieren recordar semejante lapso histórico, Menem y Cía había celebrado varios tratos de palabra con sectores nacionales y populares, prometiendo que de llegar al poder, serían convocados para erigir al país en una nueva Argentina. Uno de estos fue el Coronel Mohamed Ali Seineldin, considerado por los británicos como una seria amenaza intelectual por su doctrina de la “Malvinización” y nacionalismo ultramontano, quien convencido de que se le entregaría la tarea de reestructurar unas maltrechas FFAA y la conducción de un nuevo ejército, fue timado por el primer mandatario quien, emplazado por los contactos de la embajada de EEUU para determinar a donde quería llegar con su gobierno, prefirió quedarse del lado de los poderosos –Washington y Londres-, quienes según varias fuentes, incitaron y digitaron el descalabro del 3 de diciembre de 1990.

En aquel contexto y presumiendo astucia, Menem trataba con los nacionalistas argentinos y a su vez, discretamente tendía lazos con Washington, intentando convencer a los norteamericanos que con su gobierno habían muchas posibilidades de apertura a los intereses del norte, creyendo tal vez  que  se los echaría al bolsillo. Y bien dijimos, presumió astucia dado que, pese a que traicionó con éxito al ideario nacional y los norteamericanos le sonrieron con mucha algarabía por su cooperación en la operación “Tormenta del Desierto” de 1991, a la larga terminó siendo el pato de la boda.

Precisamente en ese entonces, Menem y sus cercanos, creyeron que sacrificando a algunos de sus militares –algo que por fortuna no paso- en una empresa de envergadura como fue la “guerra del Golfo”, ganarían reconocimiento político, una buena recomendación del Departamento del tesoro para el  ingreso de créditos y préstamos  de organismos internacionales como el Banco Mundial y lo más estrambótico, la supuesta entrada de Argentina como “aliado extra OTAN”. Como verán, nada de eso ocurrió e incluso, tras el paso de los años se trató de tapar con el dedo todos aquellos desaguisados.

Hoy y aunque esto cueste creerlo, parece que se están recreando las mismas situaciones y las mismas aspiraciones pero, esta vez, en un marco mundial mucho pero mucho más complejo y repleto de peligros, que –en apariencias- escapan al control de los gobiernos centrales. Y bien hay que decir en apariencias ya que, en la actual denominada guerra “contra el terrorismo” se entremezclan ejércitos regulares, mercenarios pagados por gobiernos árabes, mercenarios de empresas privadas occidentales  que impostan ser árabes (como  ACADEMI, KKR, EXXON- MOVIL entre otras) que a su vez cooperan estrechamente en tareas con agencias como la CIA, MI-6, DGSE y el Mossad, dejando en claro que “no hay nada claro”.

Con este panorama, los encargados de las áreas de inteligencia (AFI) y defensa argentinas deberán empaparse de información sobre lo que abarca  esta compleja circunstancialidad que como señalamos, es altamente peligrosa y no es apta para improvisados y moralistas.

Hasta ahora es desconocido el lineamiento para el área de defensa pero, tal como lo han señalado algunas fuentes, los contactos extraoficiales del PRO con funcionarios del Departamento de Estado y del Pentágono en etapas previas a la definición de los comicios, se sembraron propuestas para el regreso de Washington en la cooperación en el área militar. Aparentemente Washington estaría interesado en que Argentina pase a ocupar un rol prepondérate dentro de la región en  la llamada “guerra contra el terrorismo”, sin aclarar que es lo que quiere a cambio. ¿Acaso será el pedido de participación en planes previstos para el Golfo Pérsico?

Precisamente, en el Golfo Pérsico las cosas siguen en una evolución que va de peligrosa a impredecible. 

Hace apenas unas horas que se rumorea que Washington prepara una nueva invasión a Irak con una fuerza de unos 100.000 hombres entre los cuales habría tropas de varias naciones. Como contra medias, Rusia y China han puesto en estado de alerta sus comandos de misiles intercontientales. Y en medio de estas nuevas circunstancias en la cual, hay una pulseada entre varias potencias, un involucramiento de Argentina en cualquier plan que secunde a EEUU y a la OTAN, traerán sin lugar a dudas consecuencias nefastas.

Para ser más concreto en esto, a pesar de que en apariencias  Argentina no tendría nada que ofrecer para comprometerse en esta gran carnicería que esta demoliendo al Medio Oriente, ello no es tan así.  El país sudamericano tiene una importancia geoestratégica vital  no solamente desde el punto militar sino también, en lo referente al de espacio geográfico que puede ser utilizado como escenario para extender la guerra clandestina que las agencias de inteligencia llevan adelante, en el marco de la llamada “lucha contra el terrorismo”.  Además, el territorio argentino, lo quieran creer o no sus habitantes, está comprometido con la presencia de la base de control satelital de la República Popular China, un dolor de muelas para el Pentágono que los británicos –aliados de Washington- están tratando de contrarestar con operaciones de triangulación de inteligencia entre Malvinas, Punta Arenas y la Base Aérea de la FACH en Santiago de Chile –aliados de Londres- que cooperan sin tapujos.

Es por este punto, que Washington necesita la cooperación de Argentina y no tanto para mandar buques a las remotas aguas del golfo arábigo como en aquel entonces, sino para anclarse definitivamente en el país.

Estas posibilidades se ven incrementadas por la salvaje campaña pre electoral que sacude a EEUU donde todos los candidatos en danza –sin distinción entre demócratas o republicanos- , ven como parte de su plataforma para llegar al gobierno, el incremento de la instalación de bases militares y lazos de cooperación en las áreas de inteligencia con miras a las latitudes del sur, que en el caso de la Argentina, no existe la posibilidad de negociación alguna dado que el país no tiene como establecer condiciones para el respeto a la soberanía territorial, política y económica de su nación.

Pero pese a ello y según algunas fuentes reservadas, el gobierno de Macri estaría en conversaciones con los estadounidenses para concretar alguna participación de Argentina en este nuevo episodio de la guerra en el Golfo Pérsico que y como lo citamos previamente, prevé un nuevo capítulo ante los anuncios de la Casa Blanca y del responsable del Pentágono Ashton Carter, de enviar a unos 100.000 hombres y unos 2000 vehículos blindados para reocupar Irak.  ¿En dónde entraría Argentina? No cuenta fuerzas terrestres acorde a los nuevos desafíos; solo basta ver el equipamiento de a un soldado argentino comparado con el de un mercenario del “ISIS” o del “Jabbat Al Nusra” para predecir su suerte. Además, sería bastante aventurado por el gobierno enviar a una fuerza para ponerla bajo el comando del USCENTCOM sin una ley que autorice ese tipo de movilización.  

Igualmente, creemos que si hay cordura en los funcionarios argentinos,  aceptar una propuesta semejante y sin considerar la real situación del país, sin que aún –y pese a la participación de más de quinientos hombres en 1991 en la guerra contra Irak- se hayan elaborado las previsiones legales que traten la salida de tropas para campañas bélicas como las que implicarían al país en una posible participación, revestiría una verdadera locura.


Los argumentos para esta conclusión, pueden centrarse en que, ante todo el país no tiene Fuerzas Armadas operativas; otra es que la situación que hoy se presenta en aquella región dista mucho de lo que ocurría entre 1990 y 1991, donde hubo –sino la última del siglo XX- una guerra convencional de alta intensidad con consecuencias aún no reparadas para sus participes; las justificaciones para su impulsión son tan nebulosas como los supuestos enemigos del “ISIS” y por último, el campo de batalla no está definido y parece no encontrar límites geográficos para manifestarse. 

miércoles, 16 de diciembre de 2015

NACIONAL


“MAURICIO A THINKER?”

Cómo algunos anuncios del presidente, darían la pauta de una amplia planificación en varias áreas del país


Cuántas veces hemos cuestionado la falta de planificación y una visión estratégica a largo plazo en las administraciones que han venido pasando en los últimos treinta y cinco años. Sin distinción de de partidos –si como eso fuese real- ni de estilos de gobierno, pocos o ninguno le dado el menor lugar a los llamados “tanques de pensamiento” nacionales. Ahora parecería que esos proyectos, análisis y estudios geoestratégicos para un país razonablemente autónomo, han sido sacados de los cajones en donde se escondían y desempolvados para ser revisados por los estudiosos del macrismo. 

A pesar del breve tiempo que Mauricio Macri está ocupando el sillón de Rivadavia,  ha comenzado a desarrollar una batería de medidas muy interesantes que, concretadas,  hasta podrían considerarse como “revolucionarias”, si las comparamos con más de tres décadas –incluyendo a la década ganada-  de atraso en la infraestructura productiva, de transporte  y comercial del país.  Sin dudas que entre sus más cercanos y en los asesores más obsecuentes, no han dudado en calificar al “presi” como un “thinker” o, pensador en inglés, haciendo alusión a los buenos contactos que existen con la clase “paqueta porteña” que siempre ha mirado al norte y a Londres con ardor.

Pero más allá de esta humorada, hay que señalar que aparentemente el primer mandatario parece ir desandando consecuentemente el programa que había publicitado durante la campaña electoral, lo que promete un panorama –que pese a la necesaria época de sacrificio que requerirá- de amplios desarrollos en varios campos de la vida nacional.

Tras su visita a la localidad de Pergamino, donde visito a los chacareros y trabajadores del campo, no solo trasladaba el anuncio de la rebaja de las retenciones que habían estado ahorcando al sector sino que, daba a conocer un amplio y ambicioso proyecto para que las producciones de los campos nacionales tengan la infraestructura que se hace imperiosa para una competitividad real y actualizada. Sobre esto mismo, hizo mención de la necesidad de desarrollar la industria portuaria y el tendido de las vías de comunicación para que la producción nacional tenga las vías necesarias para que los productos y mercancías puedan desplazarse a menor costo y con mayor competitividad. Sin dudas que para que se duplique la producción y a su vez multiplique los puestos laborales, se hace necesario un plan logístico bien pensado y que se adapte a las necesidades de los mercados que durante la era K, fueron totalmente abandonados.

Sin dudas de que el gobierno, tanto nacional como el provincial –especialmente en Buenos Aires-, tendrá que poner un importante aporte monetario y de mano de obra para construir la infraestructura necesaria para que estos anhelos se concreten. Haciendo un poco de historia, recordemos como en la década de los noventas con el neoliberalismo menemista, las empresas públicas fueron rematadas y concesionadas a empresas privadas que al poco tiempo demostraron ser tan deficitarias como las administraciones nacionales.

Según algunas fuentes que han estado presentes en las reuniones celebradas a puertas cerradas por los asesores técnicos en el Ministerio de Infraestructura y Transporte, hay planificaciones bien detalladas, con cálculos, presupuestos y extensiones a todo el país, para volver a reconectar todo el territorio nacional con una nueva red ferroviaria que deja los lineamientos que había planteado el kirchnerista Florencio Randazzo  durante la campaña con la incorporación de algunos trenes chinos, como una mera reforma para la foto, reducida a algunas trochas del Gran Buenos Aires.

Obviamente que detrás de los desarrollos de nuevas carreteras, redes de ferrocarril y hasta aeródromos con fines comercial, conllevaran la firma de contratos con empresas de alta tecnología para instalaciones de comunicaciones, redes de fibra, antenas, sistemas y software  para las instalaciones de administración y control. Estos negocios encierran nada más ni nada menos que el diseño del centro neurálgico de lo que luego sería una infraestructura estratégica por lo cual, las empresas –estadounidenses, británicas entre otras- encargadas de instalar todo este sistema nervioso, tendría la llave para, en un momento crucial y conveniente,  apagarlo a discreción.  

La misma lógica pareciera orientarse en el campo de la defensa nacional, que según algunas fuentes, están indicando el regreso de los asesores norteamericanos y una propuesta de proveer un ala de diez aviones F-4H “Phantom”, modelo bastante antiguo. Recordemos que apenas un mes antes, se canceló a último momento –y gracias a la valentía de un oficial de la Fuerza Aérea- la compra de aviones israelíes  completamente inservibles. Hacemos votos para que no se retome semejante estafa para nuestras FFAA.

Igualmente, esto no parece ser fuente de preocupación para el presidente y sus estrategas quienes parecen desplegar las velas para comenzar la conquista.  Desde su ideario, con la participación de estos sectores el país ira adquiriendo mejoras que le dará la competitividad  regional y luego, una inserción  dentro del concierto mundial.

Y allí no se quedarían estos planes. Según continúan informando, las previsiones de mejoramiento de las líneas logísticas nacionales interconectadas con las provincias,  abarcan complejos y ambiciosos proyectos de reactivación portuaria –estratégicamente necesaria- para prestar servicios modernos y eficientes de fletamento de cargas, orientado tanto al Atlántico como por el Pacifico. En este último sentido, la salida de mercaderías y bienes podría gestionarse a través de nuevos convenios bilaterales con Perú, país que ha venido avanzando con mucho éxito en el desarrollo interno mediante la prestación de muy competentes servicios portuarios  con destino a mercados de Asia y la Polinesia.  Para ello harán falta corredores eficientes y que ofrezcan ventajas a los productores, algo para lo cual, la reactivación de redes ferroviarias a la Patagonia y al norte del país,  se vuelve vital para estos propósitos.

Desde el ángulo político, estas planificaciones deberán lidiar con una importante presión de los sectores que bregan por mantener a los puertos de Buenos Aires y Rosario, como los más importantes en el monopolio de las importaciones y exportaciones, algo que deberá ser sopesado por el primer mandatario y sus asesores de área. Aunque para el común de la gente esto no pueda entenderse, lo cierto es que las ideas sobre posibles vías de salida por el océano pacifico representan un gran avance para el desarrollo geoestratégico de comercio exterior, encuentran fuertes resistencias por intereses creados que, operando en la región son alimentados desde bloques como la UE o el NAFTA.

En este sentido, Macri habla el mismo idioma que aquellos intereses y ellos parecen verlo con muy buenos ojos. Sus ministros y partidarios más cercanos confían en que, con estos acercamientos,  le permitirán concretar varios de estos “mega proyectos” a cambio de  un “razonable intercambio”. Pero ¿Hasta cuándo durará el encanto?  



lunes, 14 de diciembre de 2015

EN DEBATE


“YIHADISTAS ARGENTINOS EN EL LEVANTE: ¿REALIDAD O FICCIÓN?”

Por qué de la nada y con notable coincidencia con la asunción de Macri, se habla de argentinos e ISIS


Por Charles H. Slim y Danny Smith

Casualmente y no pasadas unas horas de la asunción del nuevo gobierno en Argentina, comenzaron a escucharse los rumores de que en las lejas tierras del Medio Oriente, sumidas en una guerra interminable, varios  ciudadanos argentinos habrían estado o aún estarían combatiendo a favor de ISIS. Según informes de inteligencia, entre los llamados “yihadistas exóticos” del EI estarían unos  26 argentinos que habrían llegado especialmente para  pelear en  Siria en las filas de la franquicia. Pero para ser mayormente preciso con los términos, es erróneo hablar de “yihadistas” –institución islámica bastante vapuleada por los medios- dado que  está  archi comprobado que en éste conflicto, hay organizaciones mercenarias solventadas  y sustentadas por potencias extranjeras.

Lo interesante de esta noticia es el momento en que se pone a rodar con tanta notoriedad, especialmente en medios argentinos, sabidamente desinteresados en la cruda realidad de lo qué allí está ocurriendo. Pues, como todo, este supuesto evento tendría una conveniente explicación y la misma responde a un sector muy interesado en promoverla, debemos ver cuáles son las circunstancias que rodean esta información.

Como vemos hoy por hoy, hay un cambio de corrientes políticas en Latinoamérica que no parece mermar y que tienen una tendencia claramente favorable a intereses muy puntuales. El regreso de partidos conservadores y neoliberales mimetizados como “progresistas”, muy afines a los intereses de Washington  -y tangencialmente a Tel Aviv- parece ser la llave de ingreso para el desarrollo de las políticas más variadas –entre ellas la nueva guerra- que tiene preparado el país del norte. La asunción de Mauricio Macri en Argentina es solo una muestra de lo que parece ser la pauta para el resto de la región y ello tendrá sus consecuencias inmediatas, mediatas y otras a largo plazo.

En el caso de Argentina, el tema de una nueva geopolítica es central. Con una historia contemporánea de relaciones carnales  -y todo lo que ello implicó-  con Washington y por extensión con Londres, muchos están haciendo vaticinios sobre el regreso a esas “maravillosas épocas del uno a uno” en lo económico, pero de humillante postración en lo que hace a la soberanía política nacional. Aunque ello se pretendiera reeditar, hay que decirles con claridad a aquellos melancólicos  del “memenismo” que “los tiempos no son los mismos “ y los noventas han quedado muy atrás; tanto que las amenazas de ese entonces son un juego de niños comparado con  lo que hoy conllevaría jugar los juegos que tiene en danza Washington.

Con la excusa del “terrorismo”, tanto Washington como Tel Aviv ven la mejor oportunidad para reinsertarse en las áreas castrenses, de inteligencia  y policiales de Argentina, con la finalidad de traer su doctrina de seguridad, claramente salpicada de una ideología segregacionista y forjada extensamente sobre un largo  y corroborable  historial de violaciones a los derechos humanos. El riesgo que involucra una asociación con estos sectores, es casi imposible de prever  pero claramente sopesable por sus cercanos antecedentes.

Aún más, el peligro que esto implica, se ve claramente representado en la evolución y la metamorfosis que han sufrido las relaciones entre los estados –en especial entre EEUU, la UE con  África y Asia- y las consecuencias que han devenido de los abusos del intervencionismo unilateral estadounidense que, articulado desde el simple uso de la fuerza bruta hasta la puesta en marcha de complejas “operaciones negras”,  paso a ser ejercitado en sociedad por las viejas potencias neocolonialistas como Francia, Italia y por su puesto los siempre presentes Británicos, persiguiendo como principal objetivo, el control de los recursos energéticos de las naciones derruidas y la creación de regiones de inestabilidad  bajo un “caos controlado” que no solo sirven como “tapón” para países como Rusia y China,  sino también, como semilleros interminables para reclutamiento de elementos que más tarde serán usados en programas retorcidos –pero muy convincentes- como “Al Qaeda” en los finales de la década de los setentas o el “Islamic State of Iraq” –o Daesh- en momentos que finalizaba la desastrosa ocupación de Iraq  y que culminará reapareciendo como por arte de magia en 2014 como el “ISIS” hoy el “Estado Islámico”. 

Todo este andamiaje “terrorista”, que ha venido siendo financiado mucho antes de que toda esa confederación de mercenarios se lanzaran a Siria y por supuesto, mucho antes de que el Daesh capturara y traficara e petróleo de Siria e Iraq, estaba planificado con mucha antelación en los laboratorios y cuarteles de la inteligencia estadounidense e israelí. Y tan complejo es el entramado de esta componenda que se ha visto como dineros árabes compran hombres, armas y explosivos –rusos, israelíes, estadounidenses, europeos-, quienes a su vez venden de a toneladas fusiles, cañones antiaéreos de todas las guerras pasadas en la región, rezagos libios, iraquíes y todo tipo de “AK-47” robadas por los traficantes de armas relacionados con las agencias de inteligencia, quienes a su vez les permiten el comercio selectivo.  Todo esto, para lograr propósitos y objetivos que enmascarados detrás de esta supuesta “lucha”,  beneficiaran solo a Washington y Tel Aviv.

Precisamente y en relación a esto último,  la “guerra contra el terrorismo” es un negocio sucio, peligroso y sin reglas, que sin dudas Washington viene trayendo como propuesta de participación a cada uno de los gobiernos que están asumiendo en el Cono sur. En este sentido, no es una novedad sobre la presencia militar estadounidense en varios países de la región –incluyendo Argentina- , algo que en muchos casos no ha sido explicado por los gobiernos y que en realidad sería muy difícil de explicar.  

También, es otra realidad puesta al descubierto como agencias de inteligencia foráneas operan sin problemas dentro de las fronteras del país. Con los precedentes de dos atentados sin resolver  y la dudosa muerte del de por sí dudoso fiscal Alberto Nisman –implicado en actividades inconexas con sus funciones-, el nuevo gobierno se ha comprometido en retomar como verídicas las informaciones de la CIA y el Mossad, que se reflejan en esos informes falseados que constan en la voluminosa causa AMIA  en los cuales, se prefabricó la “pista iraní”, hipótesis vehementemente impulsada y financiada por los Lobbies sionistas estadounidenses.

Ni bien ganó el actual presidente –con confesados contactos con aquellas agencias-,  la dirigencia política judía argentina y los potentes lobbies sionistas locales e internacionales aunaron sus esfuerzos y recordaron a Macri su compromiso, no por resolver quién o quiénes son los verdaderos responsables de aquellos atentados y de la muerte de Nisman sino, de imputar a Irán de todo esto.  Lamentablemente y pese a las aseveraciones de Macri en su acto de asunción referidas a “una justicia independiente”,  con estas maniobras que nada tienen que ver con la justicia,  está procediendo en contra de lo prometido.

Haciendo un poco de historia, cuando se dieron ambos atentados, sin pruebas y sin la menor objetividad, los sectores del sionismo local –que no suelen ser judíos- levantaron inmediatamente sus dedos acusadores contra los musulmanes; incluso, muchos de los que hoy son parte del gobierno, pretendieron  argumentar  conexiones de “Al Qaeda” e “Irán” entre otras inconsecuencias insultantes que además de la ignorancia, revelan la clara tendencialidad arabofoba e islamofoba . Y ni hablar de las aseveraciones del entonces embajador de Israel Isaac Aviran que suelto de cuerpo dijo que –en referencia al Stablishment israelí- “ellos ya se habían encargado de los responsables” (¿Quiénes eran esos responsables?)

En este contexto sesgado y sugerente de un “terrorismo islámico” implicado en todo aquello, comienzan a rodar estas muy convenientes versiones de una participación de –y que como lo aclaramos al comienzo- “mercenarios” argentinos en Siria que muy probablemente sean verdaderas pero, que  no se entiende cómo no se detectaron antes. Pesquisar esto y comprometerse seriamente, haría muy difícil de explicar tanto  su reclutamiento, financiamiento y formación –dado que nadie va a una guerra sin adoctrinamiento-, lo que apuntaría a importantes e influyentes actores con suficientes recursos como para posibilitar esta movida, por lo cual, los comentarios de cirqueros mediáticos nacionales, solo se circunscriben a lo meramente efectista y nada más.

Sobre esto y desde muy lejos se han venido lanzando advertencias sobre oscuros planes por tratar de instalar este fenómeno de un pretendido “terrorismo seudo yihadista” en la región.  Desde hace años y proveniente de esos sionistas con sustento del norte, se trató de crear la paranoia de que “Hesbolla estaba en la Triple Frontera” o de que “tenía bases en Venezuela” y una sarta de tonterías más que buscaban mellar la imagen política del entonces  presidente Hugo César Chávez  y sembrar esa atmosfera islamofoba que se vive en EEUU o Europa.

Pero hoy por hoy, las circunstancias son diferentes y los que callan, son los principales interesados en que aquella creación artificial que se está devorando el Medio Oriente, venga a estos lares y cumpla con los objetivos de sus creadores: CREAR MIEDO y con ello, MAS VIGILANCIA.

Y las últimas señales de esa islamofobia en Argentina, pudieron sentirse inmediatamente sube este nuevo gobierno cuando sorpresivamente y bajo excusas pueriles cerraron el canal de temática islámica ANNUR.TV (2), que dicho sea de paso incomodaba  tanto a Israel como a los sectores “pro-israelíes” en Argentina.

Pero volviendo al tema de los “mercenarios argentos”, curiosamente estas advertencias no llegan del Departamento de Estado o del Departamento de Justicia estadounidense o de la CIA, o incluso desde  Tel Aviv; no, las advertencias habían venido siendo emitidas desde el Líbano, particularmente desde la organización de resistencia islámica “Hesbolla” que, de la voz del secretario general Sayed Hassan Nasrallah denunció públicamente los planes de aquellos mismos que estaban dañando a Siria, instalar el “yihadismo saudita” nada menos que en  Latinoamérica (2). Y pese a que los medios occidentales ignoraron totalmente esta noticia,  los orientales y en especial los rusos (3) e iraníes no tardaron en publicar los pormenores de esta alarmante información que no debería ser pasada por alto.

A pesar de que el artículo que reproduce RUSSIAN TODAY habla de México, la posibilidad se extiende a muchos otros países, incluido sin duda  a la Argentina.  En este sentido y con los rumores de “mercenarios argentinos” peleando para el EI, estas advertencias debieran ser oídas. El contenido del mismo solo hace una breve síntesis sobre una conclusión de algunos analistas –con los cuales no estamos de acuerdo- que tratan de argumentar que la región no ofrece la infraestructura ni las circunstancias político-sociales para que ello se pueda originar, sin tener en cuenta de que este mal llamado “fenómeno” es un programa bien diseñado, armado y dirigido  por agencias gubernamentales  y que está bien financiado por quienes, desde los claustros políticos y mediáticos internacionales claman combatirlo.   

Con esto a la vista y los rumores que se han estado oyendo, todos los argentinos debieran estar atentos a los pasos que ira tomando el gobierno de Macri y a las relaciones que trabara con Washington y Tel Aviv.
 
1-      HISPAN TV. “Hezbolá advierte amenaza terrorista saudí en Latinoamérica”. http://www.hispantv.com/newsdetail/El-Libano/60064/hezbola-advierte-amenaza-terrorista-saudi-latinoamerica
2-      ANNUR TV. http://annurtv.com/sitio/
3-      RT.com. “El Estado Islámico amenaza a México: ¿Corre América Latina el peligro de terrorismo yihadista? https://actualidad.rt.com/actualidad/192922-estado-islamico-amenaza-america-latina