sábado, 5 de diciembre de 2020

 

PUÑALADA CONTRA IRAN”

El ataque terrorista contra un destacado científico iraní reedita ante la opinión pública la táctica del terrorismo israelí

 

Por Ali Al Najafi

Una mañana rutinaria más en la vida del científico iraní Mohsen Fajrizadeh, un nombre que para el común no signifique nada o al menos no para la opinión pública occidental. Hombre de familia, profesor de física en la Universidad “Iman Hussein” de Teherán era un experto en el campo del desarrollo nuclear y desde hace años estaba trabajando para proporcionar a su país de la legítima potencialidad de éste tipo de energía para el uso civil y militar.  Pero para otros intereses foráneos que buscan detener el desarrollo iraní, Fajrizadeh era una amenaza para su hegemonía geopolítica en la región y un serio obstáculo para la continuidad de los planes expansionistas y por ello, debía ser eliminado.

Unos años antes, los autores materiales de estos mismos conspiradores habían fracasado en el intento pero no sucedió lo mismo con otros de sus colegas quienes fueron brutalmente asesinados.  Algo similar vimos en Iraq durante la ocupación angloestadounidense, cuando científicos iraquíes fueron sistemáticamente asesinados por misteriosos autores aunque los iraquíes, no dudaban en señalar a “escuadrones de la muerte” dirigidos entre otros por israelíes.

Como era de esperar la prensa occidental y en especial la anglosajona trato estos hechos muy por encima tratando de tapar las implicancias políticas y geopolíticas que rodearon estos atentados terroristas. En esos momentos las circunstancias para ejecutar aquellos atentados no podían ser más propicias ya que, Iraq bajo el control de los EEUU fue una plataforma de ingreso para otros enemigos de Irán. Fue así que por aquel entonces la inteligencia y el Ministerio del Interior iraní pudo determinar que había habido un financiamiento y reclutamiento de pistoleros locales contratados por el "Mossad" israelí con la necesaria implicancia de la CIA.

De esta manera, si vamos siguiendo las migas podemos llegar ver quienes han estado interesados en dar este golpe criminal. A comienzos del año, el asesinato del general iraní Qassem Soleimani por órdenes de Trump constituyó un notorio Casus Belli que estuvo a punto de transformarse en una guerra abierta, pero los más prudentes del Pentágono lograron detener la escalada sin no obstante, recibir una respuesta contra sus bases en Iraq. Quien más se hubiese beneficiado con ese desenlace habría sido Israel quien –es de público conocimiento- usa a los EEUU, como un escudo de sus ambiciones en la región.

Pero ante la próxima salida de Trump de la Casa Blanca, Tel Aviv teme perder su oportunidad por terminar con el programa nuclear iraní y es posible que tenga implicancia en las revelaciones filtradas hace una semana sobre la intensión de Trump por lanzar un ataque sorpresa sobre las instalaciones nucleares iraníes ¿Este atentado ha sido parte de esos planes?

También existe otra posibilidad que no esta siendo considerada. Se sabe que Trump ha sido un sujeto indeseable y problemático para la elite política y financiera de EEUU –un Outsider- por lo cual, no sería nada descabellado que esta “operación” hubiera sido montada desde Washington  por sectores de la administración demócrata entrante con la intensión de cargarle las responsabilidades al mandatario saliente. No olvidemos que éste sector de la política norteamericana, también es leal a los deseos de Tel Aviv por lo cual desde hace décadas  viene conspirando para desestabilizar a la república Islámica y para ello ha entablado relaciones con sectores –no precisamente moderados- de la oposición iraní  e incluso, financiando y entrenando grupos terroristas como el “MAK” (Mujahedin Al Kalq) y a los grupos extremistas separatistas árabes de la región de “Ahwaz”.

Así es que, amigos, no se dejen impresionar por las promesas de campaña y discursillos dulces sobre pretender terminar con las “guerras interminables” y las colaboraciones con regímenes detestables como el saudita. No pierda de vista el embuste que fue la administración Obama ( de la cual Biden fue vice) que tras deslumbrantes promesas sobre política exterior y el respeto a los derechos humanos, muy pocas fueron realmente llevadas a la práctica siendo el artífice de las crisis en el mundo árabe y la continuación muy bien maquilladas de la estrategia del caos –creada por Rumsfeld/Cebrowski- con el monigote del “Estado Islámico”. Olvidelo, si usted se cree todo eso, no tardará mucho en verse desilucionado tan pronto Biden y su equipo ocupen la Casa Blanca.

La política islamofoba que activamente se viene desplegando sin tapujos desde el  2000, no es exclusiva de tal o cual presidente (republicano o demócrata) ni ha sido dirigida contra los “extremistas sunitas” (como se decía en épocas de Bush para manipular a los chiitas iraquies), sino que es parte de una ideología de odio racial inherente al estado profundo de la Unión. De ese modo, no tendrán reparo en llevar adelante cualquier clase de crimen que justifique sus objetivos.

Fue entonces que ese 27 de noviembre Mohsen Fajrizadeh salio de su casa en la localidad  de Absard al este de Teherán, abordó su automóvil blindado “Nissan” y  junto a los guardaespaldas -asignados por el Ministerio de Defensa iraní en previsión de lo que justamente le estaba por ocurrir-  se dirigió hacia la capital. El gobierno iraní ya tiene experiencia en amenazas y ataques terroristas de sus enemigos y es por ello que mantenía muy bien custodiado al cerebro de su programa nuclear. A pesar de las medidas adoptadas que posibilitaron repeler el ataque  que tras una frenética escaramuza eliminó a los atacantes, las heridas ocasionadas a Fajrizadeh fueron irrecuperables.

Pese al crimen abominable y condenable, occidente y sus medios corporativos trataron de restar importancia a este suceso.

Una vez más se puede advertir el relativismo odioso en la contemplación y atención mediática de un nuevo acto terrorista cometido contra la soberanía de Irán. De haber sucedido en un país de occidente y ni hablar si es EEUU o de Europa, habría habido un tembladeral mediático clamando por su brutalidad terrorista exigiendo la intervención de Naciones Unidas y la aplicación de sanciones ilimitadas y desproporcionadas contra los sospechosos.

El escenario elegido por los atacantes demuestra una buena planificación, inteligencia  y la prueba de una apoyatura logística aceitada para el golpe. Agregado a eso la modalidad del ataque revela características peculiares y que no pueden pasarse por alto. Al parecer a la altura de una ruta que atraviesa un extenso paraje rural con algunas construcciones aisladas y pocos pobladores, los atacantes montaron una emboscada aprovechando un tramo recto con muy buena visibilidad, con el sol de frente que encandilaba al conductor del automóvil de  Fajrizadeh y con flancos totalmente descubiertos. Coincidiendo con algunos testimonios que hablaron de haber escuchado una explosión precedida de un profuso tiroteo, evidenció que los atacantes habrían utilizado una trampa explosiva improvisada detonada a distancia para impactar al vehículo, pero sin éxito. 

Estos dispositivos se vieron mucho durante la ocupación de Iraq y fueron utilizados con mucho éxito contra los vehículos acorazados norteamericanos y británicos que circulaban por carreteras y calles de Bagdad. Los norteamericanos bautizaron a estas trampas como IED “Improvised Explosive Device” y a causa de ello debieron rediseñar sus “Humvee” y solicitar al Pentágono nuevos vehículos blindados tácticos medianos como los “Cougar” y  los BAE “Caimán” lo cuales teóricamente  eran a prueba de estas trampas.

El uso de esta táctica fue repetidamente copiada por grupos de mercenarios reclutados por la inteligencia militar estadounidense, británica y la CIA con la intensión de crear bajas entre la población civil que llevara a minar la confianza y retirar su apoyo a la resistencia contra la ocupación.

En el caso de este atentado, se sabe que Israel ordena ataques criminales contra objetivos dentro de otros países bajo el rótulo de “asesinatos selectivos” (un eufemismo para terrorismo) que ha pretendido legitimar como parte del derecho de defensa, una aberración legal que además de ser compartida por Washington –quien desde el 2001 la practica de forma continua- no ha logrado ser frenada por Naciones Unidas. Este tipo de acciones claramente premeditadas e ilegitimas encuadran perfectamente en el concepto de “agresión” que se prevé en el Capitulo VII de la Carta Orgánica y que con tanta insidia la organización y el Consejo de Seguridad ha aplicado en otros casos.

En el caso de éste atentado, vemos reunidos todos los elementos que conforman una agresión que debiera llevar a que el foro y las instancias judiciales internacionales lo traten de forma enérgica y decidida a los fines de tomar una determinación seria sino quieren seguir perdiendo la poca credibilidad que les queda.

Al mismo tiempo, este crimen se inscribe en una acción con planes de extender la inestabilidad y la inseguridad dentro de una nación soberana. Por lo pronto será determinante la recolección de elementos en el sitio, las pesquisas para determinar el origen de los atacantes que lleven a un resultado de las investigaciones del Ministerio de seguridad iraní.

Pero la emboscada fue defectuosa. Ante el fracaso de darle de lleno con la explosión al paso, los atacantes como forma de intentar rematarlo en el interior abrieron fuego contra el vehículo de Mohsen Fajrizadeh como forma de asegurar el objetivo. Por los restos desperdigados en el lugar y las evidencias levantadas, los atacantes además de estar muy bien entrenados usaron municiones especiales (perforantes).

Son dudas, quienes se restregan las manos con este crimen se hallan en Tel Aviv y creen que han dado un golpe certero al proyecto de desarrollo científico de Irán. Lo malo para ellos es que no han podido cubrir los rastros y eso los pone en el centro de la opinión pública. Igualmente y al mismo tiempo, va quedando más claro quien es el agresor y el ejecutor de brutales acciones terroristas y cómo ello llevara a medio termino a nuevas espirales de violencia en la región.