viernes, 8 de septiembre de 2017

EN DEBATE





“RETIRADA EN DESBANDE”

Tras la firma de la orden ejecutiva que obliga la salida de los asesores militares estadounidenses de Siria y los veloces avances del ejército árabe sirio en recuperar amplias superficies de territorio en manos de los mercenarios, surge la cuestión ¿Es un retirada definitiva de EEUU?




Por Charles H. Slim
Si alguien tenía dudas de que EEUU ha perdido definitivamente la pulseada por derrocar al legitimo gobierno sirio y establecer su estrategia del caos en la región, ahora puede sacárselas con los repentinos cambios que se han venido dando desde que el presidente Donald Trump, con la notoria aversión del estado profundo y de los sectores del neocon que instigan desde las Cámaras de representantes, ordenó el retiro de los asesores militares y de inteligencia que estaban destacados  en “Al Tanf”.

Pero ello no significaría que abandonarían a sus “yihadistas especiales” del “Daesh”. Si bien no tuvieron problemas en darle la espalda a los esbirros extranjeros que colaboraban con el embuste del “Ejército Libre Sirio” que entrenaban en la base de “Al Tanf”, eso no ocurrió con los jefes de aquella franquicia seudo-yihadista creada por el Pentágono en épocas de la ocupación de Iraq.

Incluso algunas fuentes confiables filtraron que para finales del mes de agosto cuando el avance de las tropas sirias a Deir Ezzor se hacía imposible de obstaculizar, se realizaron discretas evacuaciones de varios comandantes del “Daesh”, especialmente aquellos de origen europeo y estadounidenses. Los encargados de este “rescate” fueron nada menos que las fuerzas especiales estadounidenses  quienes sacaron en helicópteros, a más de veinte de éstos personajes y a sus familias antes de que los misiles crucero rusos pulverizaran los centros de mando de lo que quedaba de la franquicia de la CIA (Red Voltaire.org. “Pentágono evacuó de Deir Ez Zor a comandantes de Daesh”. http://www.voltairenet.org/article197780.html )

Ello revela –como se vio en Iraq durante 2015 y 2016- que lo que Ankara denunció públicamente a mediados del año pasado, referido a que EEUU era quien estaba detrás del “Estado Islámico”, estaba bien fundado. Ante incongruencias como éstas y otras incontables evidencias de esta oscura connivencia, Donald Trump decidió terminar con los nexos que sustentaban estas operaciones. 

Aunque ello supuso el presunto epilogo de la intervención solapada del Pentágono en Siria y el supuesto traslado de los militares norteamericanos y británicos al norte bajo control kurdo, lo cierto  que parece que sus ex “rebeldes moderados” al verse traicionados, han tomado la determinación de agredirles en donde los encuentren.

Según varias fuentes, el abandono presuroso de las tropas norteamericanas y de sus colegas británicos no fue para nada distendido. Disparos de fusiles y hasta de morteros fueron algunos de los sonidos que precedieron a la retirada de los militares occidentales quienes en un estado de histeria, solicitaban la pronta asistencia de cobertura aérea para repeler “fuego hostil”. Lo extraño de este suceso sería que dicho fuego provenía de los grupos que ellos habían estado financiando y armando hasta no hace más de un mes.

Como han señalado algunos comandantes de estos grupos preparados por la CIA y que fueron súbitamente relegados por la decisión del la Casa Blanca, “ahora estamos por nuestra cuenta” (habría expresado uno de ellos) dejando en claro que toda fuerza extraña dentro del territorio sirio –incluyendo a los norteamericanos- es un blanco legitimo. Ello ha llevado a que los asesores en Langley y el Pentágono se cuestionen si ello significaría que estos grupos se unirán al ejército árabe sirio y dirigirán sus armas contra el último embuste que EEUU logra mantener en la región como el “ISIS”.

Pero mientras los generales y los jefes de la CIA recalientan sus cabezas para pronosticar como puede terminar todo esto, los hechos sobre el terreno hablan por sí solos y los incidentes contra sus tropas crece día a día y por parecen encontrar la protección que suponían en las zonas controladas por los grupos kurdos.  Y es que tampoco hay una cohesión sólida entre los kurdos en lo referente a su simpatía con los norteamericanos; muchos saben desde el comienzo que el “Daesh” ha sido una maniobra orquestada por la CIA con la complicidad de sectores de su comunidad, en especial las que se vinculan con el gobierno autónomo del Kurdistán iraquí manejado desde hace años por la mafia de Mazud Barzani y Cía.

En ese mismo sentido, no hay que olvidar que una gran mayoría de los kurdos que viven en la región noroeste entre Siria e Iraq, son en su mayoría musulmanes de la rama sunita y han sufrido tanto como los otros musulmanes sunitas árabes de la región, con quienes no hay más diferencias que un trasfondo étnico. Esto a su vez, llevo a que se produjeran “extrañas” coaliciones temporales entre kurdos y los grupos de la resistencia iraquí y con el mismo “Daesh” cuando llego en 2014, convencidos éstos últimos de que era la oportunidad para desbancar al gobierno colaboracionista de Nouri Al Maliki en Bagdad.

Por otra parte y desde Ankara (parte en todo esto), se ve con un gran interés el repentino giro de las cosas que ha obligado a sus anteriores “amigos” –los estadounidenses- a correr por sus vidas y no llegar a caer en las manos de los especialistas en cortar cabezas de cuajo. No es una broma. Según algunos reportes de inteligencia que ventilaron la situación de la moral de los soldados y oficialidad estadounidense en operaciones contra el “Daesh” en el norte de Iraq, revelaban problemas de pánico, insomnio y severos desordenes de personalidad en muchos de sus efectivos por el terror que les causa la posibilidad de caer prisioneros de los combatientes del “Estado Islámico” que no solamente estaba conformado por el “Daesh” sino también por agrupaciones iraquíes armadas.

En medio de todo este desorden, Turquía no ha perdido el tiempo y ya se halla la tarea de reforzar las conquistas de territorio sirio mediante una “turquización” que entre otros lugares, se está llevando a cabo en la ciudad siria de “Al Bab”, fronteriza con Turquía desde donde realizara actividades comerciales irregulares (Red Voltaire.org. “Turquización de Al Bab”. http://www.voltairenet.org/article197677.html )

Tampoco hay que olvidar la ocupación de la localidad de Bashiqa en Iraq, que pese a no haber ningún tipo de argumento que justifique esta violación del derecho internacional y de la soberanía iraquí, sigue allí estacionadas tropas turcas.

Por su parte, Tel Aviv también tiene mucho que ver en todo este drama. 
Acostumbrado a pasar desapercibido en sus maniobras sucias, la dinámica incontrolable de los acontecimientos y las torpezas imposibles de ocultar por parte de los mismos que crearon al “Daesh” y lo desplegaron sobre el terreno, han dejado caer el telón detrás del cual también se escondía el contacto israelí, colaborando con fondos, armas y asesores para estimular el separatismo kurdo de la llamada “Rojava” para que desintegre el territorio de la república árabe siria.

Para ello se puso en marcha una gran maquinaria de propaganda y de mitología mediática, usando –entre otros recursos- a las mujeres kurdas como un símbolo del sacrificio por la autonomía de un pueblo que busca su propio destino con la guía de un sistema “democrático”, esto último un gastado cliché que además de inexistente, revela quienes son los guionistas detrás de escena.

Sin lugar a dudas de que el principal apoyo israelí radica en la organización y financiamiento de  éste proyecto para el cual, cuentan con la inestimable colaboración de las autoridades del “Kurdistán iraquí”, socios junto a la CIA y Ankara para dejar pasar al “Daesh” en junio de 2014.  

Pero como hemos visto eso se terminó y el último recurso que les quedaba a los norteamericanos para argumentar su apoyo a los “rebeldes moderados”  se ha visto desarmado sin lugar a dudas por el avance de las fuerzas sirias pero en particular, por el dominio de las fuerzas aeroespaciales rusas que han ido abriendo el camino para, entre otros objetivos, desalojar  a los grupos entrenados por Washington. Ante esto parece que Washington no ha considerado otra opción que la de la retirada presurosa.







miércoles, 6 de septiembre de 2017


 EN LA MIRA



“MASCARADA”

Más allá de la desaparición del ciudadano Santiago Maldonado ¿Qué hay de trasfondo en lo referente a los autoreferenciados “Mapuches” y sus aspiraciones políticas?



Por Dany Smith
La desaparición del joven Santiago Maldonado además de haberse convertido en un botín político, parece haber puesto a la luz pública una situación bastante compleja en una de las regiones más inhóspitas pero a su vez más codiciadas por las elites anglosajonas. De ese modo la Patagonia toma protagonismo y ello también nos ayudara a señalar algunas cuestiones que los gobiernos y en especial los medios locales, deliberadamente han dejado de lado.

Hay una realidad política y social que ha sido continuamente descuidada por los gobiernos de turno, nacionales como provinciales claramente movidos por sus propios intereses en detrimento de los del común de sus gobernados. En este vasto territorio denominado Patagonia que se extiende desde Bahía Blanca hasta la Tierra del Fuego y desde las costas del Atlántico hasta la cordillera de los Andes existen contrastes y desigualdades que son solo el reflejo de la corrupción gubernamental que ha hecho de miles de kilómetros cuadrados, un negocio inmobiliario para unos pocos inescrupulosos, tanto extranjeros como locales.

Entre estos últimos se hallan varios supuestos caciques (Loncos), que aprovechándose de las necesidades que existen entre los aborígenes de la región, se han alineado a las directivas de una supuesta reclamación ancestral que curiosamente tiene su sede en Bristol, Gran Bretaña (Mapuche Nation. http://www.mapuche-nation.org/  )

La excusa de la reclamación ancestral es solo eso, una excusa. Hay  detrás de las verdaderas necesidades materiales de los aborígenes sin distinción de tribus, cerebros que manipulan y usan a la historia de toda la región, para fabricar nuevas doctrinas subversivas que  den sustento a un relato vindicativo, que a su vez tienda a fomentar un fervor sectario proclive a desafiar a las autoridades y dividir a la soberanía territorial del estado argentino (Pensamiento Estratégico y Político.”Mapuches. UK”. https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/search?updated-max=2017-08-17T12:50:00-07:00&max-results=7 ).

Tan grave como suena,  esa es la finalidad. Y ello no es nuevo, ya que en Chile en la región de la Araucanía el experimento que viene siendo sustentado desde Gran Bretaña desde hace décadas, viene cosechando adeptos, solo que hoy surge más visible producto del avance de los medios de comunicación y en especial del internet.

Incluso si nos remontamos al siglo XIX, los araucanos, aborígenes de la Araucanía chilena, fueron parte de las aspiraciones chilenas (estado chileno) por extender su territorio del lado argentino en momentos que aún no estaba constituida la Argentina como un país federal como hoy lo conocemos, sino en una Confederación de provincias del Río de la Plata. Los robos de ganado por partidas de estos aborígenes que supieron estar armados con fusiles británicos “Remington Rolling Block” y conducidos por oficiales chilenos, fueron hechos comunes en épocas de los gobiernos de Balcarce y de Juan Manuel de Rosas quien éste último tomo el toro por las astas y corrió a los malones chilenos asegurándose de que no volvieran para amenazar a las tribus (entre ellos los Tehuelches) que habitaban las zonas de las manzanas (Valle del Río Negro y el Neuquén).

Contemporáneamente hemos venido viendo como esta mascarada, se ha ido volcando contra el mismo estado chileno, sin que haya visos de poder erradicar esta situación.    

Algunos se han preguntado cándidamente, por que el “Foreing Office” se ha dedicado a sembrar la semilla de la discordia étnica dentro de un país acostumbradamente cooperativo de Londres. O incluso muchos otros, tildan de ridícula estas hipótesis y otros directamente se niegan a discurrir sobre ello. 

Según algunos, el plan no contempla ni valora alianzas, por más que ellas hayan sido largamente históricas. Las agendas británicas como en la India, el Medio Oriente o en Eurasia siempre han estado matizadas de supuestas incoherencias políticas pero que en realidad, son coherentes y muy bien calculadas para la lógica política que sigue Londres.

En lo que hace a la región de Latinoamérica y en especial el cono sur, la estupidez de las clases políticas parece haber sido la regla para entender las verdaderas intensiones británicas. Pero en realidad no se trata de eso. Los que han estado en los gobiernos y en especial en los cargos sensibles del estado (como la Diplomacia, Inteligencia y las FFAA) estaban al tanto de todo esto solo que, quienes sirven como caja de alta voz –los políticos- obviaron confrontar los hechos por el simple motivo, de no comprometerse. En muchos casos, varios de estos políticos han sido colaboradores y entusiastas difusores de las políticas británicas que obviamente los anulan para poder ejercer con libertad las prerrogativas a favor de la nación a la que representan.

Si nos ponemos a ver, la obtusidad política argentina va de izquierda a derecha, algo que sirve a la ingeniería de la instigación que solapadamente despliega Gran Bretaña (El Malvinense. “El estado Mapuche: La maniobra británica para dividir la Patagonia”.  http://www.malvinense.com.ar/snacional/10/1221.htm ).

Obviamente que no lo hace oficialmente ni usando a sus agentes; no es como en las películas, no hay un “James Bond” que se disfraza para colarse en donde va a operar. Tal como lo hicieron en 1916 en la Península arábiga con aquel personaje “Laurence de Arabia” (Tte. Cnel. Thomas Eduard Lawrence) que sirvió para encausar la insurrección nacionalista  árabe contra el imperio Otomano, o más cerca en el tiempo con los supuestos “puristas del Islam” que enmascarados tras el embuste del “integrismo islámico” de  “Al Qaeda” aparecieron tras la invasión a Iraq en 2003 para entorpecer a la resistencia iraquí; o la llamada “Primavera árabe” desplegada en el norte de África en 2010 que sirvió para derrocar viejos regímenes y colocar nuevos títeres;  o como el último gran engaño llamado “Estado Islámico”, una reedición de un supuesto Islam auténtico que terminó siendo desenmascarado como otro programa de la inteligencia occidental en la que entre otros, el MI-6 estaba involucrado.

Se puede asegurar con mucha razón que en la Patagonia hay algo más que unos cuantos aborígenes “mapuches” (araucanos) descontentos o que se han radicalizado por simples agitadores de izquierda.

La Patagonia ha sido y sigue siendo el objetivo de Londres y de sus aliados, solo que hoy sale más a la luz por la sospechosa desaparición de aquel joven, hecho que aún no tiene una explicación objetiva. Pese a ello, se puede advertir como el gobierno de Macri y los medios que conforman el establishment nacional destinados a formar la opinión pública, se esfuerzan por sacar del tema, cualquier implicancia británica o de otras potencias en las actividades de estos “aborígenes encapuchados”, que desde hace tiempo y bajo simpáticas argucias también vienen explorando la región a ambos lados de la cordillera (Itongadol.com. “La organización israelí mochileros sin fronteras llegó a la Argentina y lanzó su primer proyecto en Sudamérica”.  http://www.itongadol.com.ar/noticias/val/92157/la-organizacion-israeli-%E2%80%9Cmochileros-sin-fronteras )

Las tácticas para instigación y fomento del separatismo, son similares a las que se han usado en otros lugar y que más arriba mencionamos. No hay que olvidar que los creadores de estos programas de desestabilización que se los conoce como “revoluciones de colores”, cuentan con mano de obra y colaboradores locales que se prestaran sin miramientos –y por una suma de dinero- a llevar a adelante cualquier vileza a costa de su prójimo.

Si a usted lector le sorprende esto, créanlo, es una lógica que el imperialismo británico en sus apogeos y actualmente el norteamericano nuclearizado por el sionismo que anida en el poder legislativo, llevan adelante sin el más mínimo escrúpulo ya que para sus razonamientos, “estas son cosas de la política y todo puede ser posible”.  

Además no se debe olvidar la situación de las Islas Malvinas y su proyección sobre el continente. Allí precisamente existe una situación política de facto (ocupación) agravada por una intensa actividad de inteligencia militar británica que no hace mucho fue expuesta por los archivos de la polémica red “Wikileaks”,  en los cuales se ventilo la existencia del programa JTRIG (Joint Threat Research ad Intelligence Group) detallando las actividades y los objetivos primarios de la denominada “Operación Quito” dentro de la Argentina (The Intercept. “Britain used spy team to shape latin american public opinion on Falkland”.  https://theintercept.com/2015/04/02/gchq-argentina-falklands/   )

Como parte de estas operaciones se hallan implicados el GCHQ británico y de nada menos que la NSA, organismos encargados de interceptar, espiar y analizar (violando las normativas internacionales) las comunicaciones electrónicas en todo el mundo. Pero esto solo es una parte de las actividades de inteligencia y contra inteligencia operando en la región.

Sin lugar a dudas que el territorio de la Patagonia es el epicentro de una lucha subterránea entre las agencias foráneas y las autoridades argentinas e inclusive chilenas las cuales y pese a sus costumbristas buenas relaciones, no estarán exentos de ser parte del sacrificio impuesto por el “juego sucio” de Londres sin importar a quien haya que sacrificar.
















lunes, 4 de septiembre de 2017

VETERANOS DE AYER



“COMPENSACIONES DE GUERRA”

¿Por qué algunas situaciones se hallan por encima de otras cuando se han desenvuelto en los mismos escenarios? Aquí algunas comparaciones y consideraciones legales que demuestran la histórica e injustificada deuda con los marinos argentinos del grupo “Alfil 1”.


Por Javier B. Dal
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Tal como lo explica la ley y los expertos en los temas legales, cuando existe un choque de derechos se debe tender a una articulación, a un entendimiento inteligente que trate de resolver el problema jurídico que se presenta por el camino más equitativo. Algunas cuestiones pueden llegar a ser dificultosas, otras completamente inexplicables, pero otras simplemente son irreconciliables, sin que ello obste a darles una solución apoyada en algún principio de la lógica.

El tema de los veteranos de guerra argentinos es una de esas situaciones. En la historia de su país, las situaciones de sus combatientes en todas las guerras pasadas, han sido más tarde o más temprano contempladas por legislaciones aisladas que terminaron por darles un poco de justicia a quienes tras cruentas batallas por su independencia o tras la llamada guerra de la Triple Alianza perdieron algún miembro, su salud o simplemente sus vidas.

En resumen, como estado la Argentina nunca sanciono una legislación unificada y coherente para que lograra atender a los casos que en el futuro pudieran presentarse. Esta abulia legislativa ha sido sin dudas una muestra más de la recortada y timorata visión de políticos corto placistas y totalmente desinteresados de los temas de la políticas de estado de la nación, engañándose con la imperdonable candidez  que reflejan expresiones como “nosotros no somos un país beligerante”, “Argentina es un país pacífico” y otras tantas sandeces que solo esconden el miedo al compromiso que representa manejar los altos asuntos de estado.

Igualmente y pese a ello, los derechos de estos hombres ya estaban garantizados en una dispersa pero presente legislación receptada en tratados y convenciones internacionales.

Todo este comentario viene a cuenta de la aún irresuelta situación de los veteranos de guerra argentinos que estuvieron en el Golfo Pérsico en 1991 y que según hemos venido viendo, parece haber una pequeña luz al final del túnel. Todavía al día de hoy cuando hago comentarios sobre esto muchos se miran extrañados y dicen ¿acaso estuvimos en una guerra en el Medio Oriente? O como también muchos otros respondían “ah no, esos fueron cascos azules de la ONU”, revelando en la mayoría de los casos, la clara ignorancia de lo que realmente ocurrió en aquel entonces.

Más allá de que los testimonios de algunos de estos efectivos en algún momento  han trascendido al conocimiento público, como el caso del suboficial Guillermo Cormik jefe de propulsión de la corbeta Spiro, lamentablemente ello no había ido más allá que eso (Diario Publicable. “1990-Argentina en la guerra del Golfo”. http://www.diariopublicable.com/democracia/1415-1990---argentina-en-la-guerra-del-golfo.html )

Al parecer algunas cosas han cambiado y algunos se están ocupando seriamente de la tratativa sobre la participación de esta misión argentina en uno de los momentos más calientes de finales del siglo XX  (Derecho y Justicia. “Son operativos los derechos del veterano del Golfo Pérsico?” http://derechoyjustcia.blogspot.es/ )

Precisamente por las indagaciones que  ha estado llevándose por este caso, se han encontrado datos muy interesantes que revelan que no solo existían esos derechos desde el mismo momento que los buques de la misión “ALFIL 1” fueron enviados al Teatro de Operaciones sino que –y peor aún- se les oculto deliberadamente el acceso de esos mismos para favorecer indebidamente a altos funcionarios gubernamentales de aquella época.

De esta manera nos comentaba uno de los investigadores legales que se avocan al tema, que en la misma legislación de Personal Militar 19.101 y su reglamentación, se hallan contemplados los derechos que les corresponden a quienes bajo estado militar han desarrollado actividades en conflictos armados, sean ellos bajo misiones de paz de Naciones Unidas como los llevados a cabo en coaliciones internacionales como la que tuvo lugar en 1991.

En pocas palabras nos dejaron en claro, que en ese tipo de acciones nadie y menos aún un estado, pone en movimiento sus fuerzas armadas –y ello implica a sus hombres- sin haber tomado en cuenta los costes operativos y los consiguientes rubros que deberán reconocer a sus efectivos a su regreso. Este punto de vista surge aún mucho más patente en la guerra del Golfo Pérsico, en la cual los más de 500 marinos argentinos no participaron en una guerra por la defensa nacional como si fue la de Malvinas en 1982, sino que estuvieron durante más de tres meses dentro de una zona de guerra internacional.

Incluso esto ha puesto en un blanco sobre negro que ha llevado a comparar situaciones que pese a su irregularidad y en apariencias no conectadas entre sí –si las comparamos con la misión argentina de 1991-, ello no ha obstado a que a ciertos sujetos de la misma nacionalidad –pero bajo otras lealtades- se les reconozcan sin dilaciones y sin discusiones, los más elementales derechos que surgen precisamente, de sus intervenciones en el mismo escenario bélico.

El caso que más sorprende y que se vincula con  “argentinos” es el de los más de cincuenta ciudadanos de esa nacionalidad que tras haber emigrado a los EEUU se enlistaron en las FFAA logrando por una orden ejecutiva del presidente George W. Bush  adquirir la ciudadanía para terminar combatiendo en Iraq en 2003. Claramente hay una notable diferencia entre estos “instantáneos US marines” con los marinos argentinos que participaron en la primera etapa de la guerra del Golfo en 1991, pero sin dudas de que ello remarca una amarga discriminación que no se puede dejar de mencionar.

Cuando estos más de cincuenta argentinos bajo la bandera estadounidense participaron en la invasión y posterior ocupación del país árabe en 2003, su situación –y por supuesto haciendo una valoración subjetiva- podía asimilarse a la de los detestables pero siempre presentes “mercenarios” o también llamados “soldados de fortuna”, que por dinero sirven al mejor postor. Estos elementos, que actúan bajo contratos con empresas de reclutadores locales que a su vez dependen de corporaciones como la estadounidense “Constelattion” y “BlackWater”, tienen a su vez reconocidos sus derechos en la legislación internacional.

Esta detestable comparación viene a cuento de que, pese a las consecuencias que estos combatientes causaron en dicho conflicto y todas sus consecuencias, a su regreso fueron reconocidos como veteranos e inmediatamente ingresados al programa de beneficios que el Pentágono tiene para quienes han cumplido con su servicio de armas en un conflicto armado, recibiendo la cobertura y el pago de una pensión (Benefits.gov. Pensión de veteranos. https://www.benefits.gov/es/benefits/benefit-details/284 )

Si lo vemos desde un ángulo práctico, estos cuarenta tipos no se equivocaron ya que sirvieron a un estado que –y más allá de las complicaciones por  las afecciones por radiación y químicos que aún son negados por el gobierno- cumplió con sus más básicos derechos, algo que de haberlo hecho en Argentina, habrían tenido que lidiar con las acostumbradas maniobras   político administrativas de los gobiernos de turno que los hubiera obligado a un incasable peregrinar en una larga lucha de papeles y frustraciones.

O que podemos decir de los mercenarios argentinos que combaten bajo contrato privado en Yemen y también en Iraq. Son varios los argentinos que trabajan para la empresa de seguridad “BLACKWATER” –que tiene nexos con el Pentágono- y que según algunas fuentes, ya hay bajas por meterse en este peligroso negocio (HispanTv. “Mueren un comandante mexicano y un combatiente argentino de Blackwater en Yemen”. http://www.hispantv.com/noticias/yemen/78429/yemen-ansarola-comandante-blackwater-taiz )

El caso del mercenario argentino Roberto .M, es ilustrativo de ello. Contratado por BlackWater en 2005, fue asignado con varios peruanos a proteger la legación norteamericana en Basora, al sur de Iraq donde tras un ataque con morteros, perdió su ojo derecho y le quedo para el resto de su vida una esquirla alojada en su espalda. Según él, la empresa lo retiro y le pago el tratamiento médico y su compensación en dólares por los servicios prestados.

A la vista de todo esto y tal como lo señalan las fuentes consultadas, la vías para reclamar el reconocimiento de la condición de veteranos de los marinos argentinos que actuaron en 1991 en la “Tormenta del Desierto”, siempre estuvieron ahí e incluso hoy con las modificaciones a algunos decretos reglamentarios, el camino aunque allanado, no estará exento de contratiempos y la necesaria actuación judicial por la resistencia del estado.