sábado, 26 de agosto de 2017


VETERANOS DE AYER




“LA NUEVA LUCHA”

Por años la situación de los marinos argentinos en la guerra del Golfo Pérsico de 1991 había quedado oculta bajo la alfombra de la historia. Según últimos trascendidos, la justicia estudia un caso referido a esto ¿Habrá llegado la hora del reconocimiento oficial?



Por Dany Smith
Tras una investigación realizada en varios casos de los gobiernos que enviaron efectivos a la guerra del Golfo Pérsico en 1991, solo hay un país que increíblemente aún  no ha reconocido la condición de veteranos a sus hombres y ese es el caso de la república Argentina. Este particular caso había venido siendo un tema para nosotros entendiendo que a más de 25 años de aquella terrible guerra y de las implicancias que la rodearon y las consecuencias que aún siguen palpando miles de aquellos veteranos que consideramos camaradas (más allá de las nacionalidades), se hace necesario resaltar cuando nos llegan novedades alentadoras sobre su situación.

Hasta donde nos habíamos enterado, solo algunos contados casos habían sido puestos al conocimiento de las autoridades gubernamentales de este país para que se les diera el tratamiento correspondiente enfocado al reconocimiento de la condición de veteranos de guerra, inentendiblemente  relegado por su gobierno.  

Según nos comentan, hace unos días se interpuso ante la justicia federal argentina el primer pedido formal ante la justicia de un caso de los más de 500 marinos que participaron en el denominado grupo “Alfil 1” ( Derecho y justicia. “La cuestión, Veteranos del Golfo Pérsico”. http://derechoyjustcia.blogspot.es/). Pese a lo misérrimo del número, pareciera ser la punta de flecha de un reclamo que más tarde o más temprano debiera masificarse.

Por lo pronto y más allá de cuanto tarde en procesarse este reclamo judicial, hay algo que aún no se logra entender, desde la lógica claro, de otras legislaciones que no han dudado en ningún momento reconocer a sus hombres de armas los derechos que por ley de servicio les corresponde.

El caso de los argentinos no se entiende. Algunos de sus colegas y compañeros de tareas como fueron los marinos canadienses quienes operaron en el marco de la que denominaron “Operación Fricción”, prestaron junto a los argentinos y españoles, tareas vitales para el desarrollo y preparativo de lo que sería la llamada “Operación Tormenta del Desierto” que se dividió en varias fases.

Tal como lo señalan los veteranos navales canadienses, uno de los objetivos encargados a estos grupos de tareas estaba el asegurar el tránsito de las aguas del Golfo y mantener ininterrumpido el abastecimiento del material bélico que debía desembarcarse, especialmente  en los puertos sauditas (http://www.veterans.gc.ca/eng/remembrance/history/canadian-armed-forces/persian-gulf ). Sin una fuerza naval de respaldo como la actuante, el desarrollo de las otras fases de la misión hubiera fracasado ya que como lo señalaron los entonces jefes militares a cargo del USCENTCOM, de los mandos aéreos agrupados en el CINCCENT y el mando naval NAVCENT, el tren logístico era crucial para el éxito de la campaña planificada la cual, debía ser lo más rápida posible.

El transporte de  material  y pertrechos fue en lo que respecta a la Campaña Tormenta del desierto, un desafío extraordinario que estuvo muy bien pensado y que resulto al final de cuentas una empresa muy bien calculada, pese a los márgenes de probabilidades de error existentes  y posibles contingencias no programadas en dichas operaciones. 

En ese marco uno de los suplementos vitales para el funcionamiento del tren logístico era el combustible y más precisamente, el combustible naval que no podía ser reemplazado por el existente en los emiratos del golfo. Ningún buque en operaciones en ese momento y menos aun los portaaviones, podían prescindir de éste aprovisionamiento ya que una de las características que había que mantener era la dinámica operativa (movimiento continuo). 

Si bien Arabia Saudita aprovisiono con su combustible a las unidades terrestres norteamericanas y británicas, las necesidades del combustible naval como el aéreo (Despachado por buques tanque) fueron necesarios traerlos por los convoyes marítimos que el plan logístico tenía previsto. Hacerse con éste elemento tenía sus complicaciones.

Simplemente habían dos factores que entorpecía esta provisión: Una era la poca disponibilidad del tipo de combustible útil (Navy Special) y el otro, el peligro latente que suponía el movimiento de atraque y salidas de la gran cantidad de buques operando en aquella oportunidad.

Entre las contingencias que preocuparon a los cerebros que coordinaba las operaciones desde Dharhan y Riad, estaba la libertad y seguridad de paso por el estrecho de Ormuz, que pudo haberse visto alterada por un repentino vuelco de Irán hacía su vecino que dicho sea de paso (y para no olvidar), pese a la cruenta guerra que tuvieron (1980-1988), Teherán permitió que mucho material del ejército y la fuerza aérea iraquí pudiera ser evacuado a su territorio.

De haberse producido este vuelco en la configuración del teatro, el movimiento de esas miles de toneladas de material que se transportó por agua hasta los frentes en Kuwait simplemente hubiera cortado el abastecimiento y el desastre hubiera sido asegurado. Solo para tener en cuenta una de las finalidades de la logística implementada, fue que por vía marítima se transportaron miles de toneladas en alimentos (39 a 40 millones de raciones), agua mineral y conservantes para unos 679.700 hombres de la Coalición (contando tropas de infantería y tripulantes de vehículos) reunidos en Arabia Saudita.

Si lo iraquíes hubieran tomado la iniciativa y tan solo hubieran comenzado a realizar ataques aislados sobre las primeras tropas que llegaban a territorio saudita y desplegado equipos de sabotaje en toda la península, no solo no hubieran podido cortar esas líneas de suministros sino que incluso estaríamos hablando de otra historia.

La fase logística debía ser como una cadena en movimiento continuo que entraba y salía por el estrecho de Ormuz, debiendo la flota aliada compuesta por diversos grupos de tareas (conformados por navíos de combate), prestar asistencia, custodia y seguridad para que ninguno de los buques de transporte y las naves hospital fueran blanco de un ataque por parte de unidades enemigas que pudieran infiltrarse en la noche.

Fue de ese modo que el grupo “ALFIL 1” compuesto por dos naves de guerra de la Armada Argentina, trabajaron codo a codo con las naves del grupo español compuesto por la corbeta “Cazadora”, el buque de transporte “Aragón”  y la fragata “Santa María”  las cuales a pesar de los anuncios de su gobierno que aclararon que sus unidades solo mantendrían posición en una “segunda línea de guerra” (como una forma de calmar las ansias de las familias y la oposición política interna), fueron parte vital de las operaciones de apoyo logístico a las operaciones que se desarrollarían desde Ormuz hasta las costas de Kuwait.

No hay que olvidar que otra de las funciones tácticas encomendadas a estas fuerzas de tareas fue la de proteger el litoral marítimo de Arabia Saudita que, según el Pentágono era el próximo objetivo de Iraq. En ese marco las naves argentinas y sus colegas canadienses y españoles, patrullaron regularmente los espacios acuáticos mencionados estando enmarcados junto a los EEUU, Gran Bretaña y el resto de países de ésta Coalición Aliada en la llamada Operación Escudo del Desierto que se extendería hasta las postrimerías del 16 de enero de 1991.

En lo que respecta a las actividades del grupo de tareas “Alfil 1”, parte de sus operaciones estuvieron dirigidas a hacer cumplir con lo resuelto por las resoluciones de Naciones Unidas pero, para ello, y en el marco de las estrictas directivas del mando militar de la Coalición con base en Riad, llevaron adelante un bloqueo naval con la finalidad táctico-militar (que se coordinaba con el plan estratégico general) de cortar el suministro de materiales y apoyo que pudiera llegar a Iraq por mar.

Fue por ello, que dichas tareas fueron a posterior del final de la guerra calificadas por los mandos navales estadounidenses como “destacables”. Todo esto y un cumulo informativo más fue parte de la demanda judicial presentada por un familiar de uno de éstos veteranos el 3 de agosto último.


Para concluir, no hay que olvidar que el desarrollo de la fase logística fue la condición sin la cual, no se hubiera podido implementar ni las acciones hostiles de bloqueo, las interdicciones y mucho menos la misma operación “Tormenta del Desierto”. El 95% del material llevado a los puntos Alfa en Arabia Saudita y luego en Kuwait pasaron por las aguas del Golfo Pérsico y para ello, Washington solicitó a la OTAN que pusiera a su disposición sus unidades navales compuestas por 140 buques de transporte que movilizaron 119 convoyes los cuales,  fueron custodiados entre otros, por el grupo de tareas “Alfil 1” que involucro nada menos que más de 500 hombres, una dotación superior a la provista por España pero con una notable diferencia: A estos si se les reconoció su condición de veteranos.

martes, 22 de agosto de 2017

DEFENSA Y SEGURIDAD



“EL PODER DE LA PREVENCIÓN”

La defensa de un país es como sistema inmunológico de un organismo vivo, si no se toman medidas para reforzarlo mediante la prevención podría sucumbir ante una agresión externa



Por Dany Smith y Pepe Beru
Dentro de las actuales circunstancias de la compleja geopolítica internacional, se ha vuelto mucho más importante la prevención que la disuasión, o al menos mucho más necesario desarrollar nuevos mecanismos para evitar una agresión e incluso, el desarrollo subrepticio de ella.

Para la Argentina pese a las atinadas medidas que el actual gobierno ha venido tomando para devolverles la operatividad a sus Fuerzas Armadas, es cierto también que aún ni siquiera ha comenzado a desarrollar –y creemos que tampoco ha planificado- una doctrina de defensa geoestratégica coherente a la altura de las actuales circunstancias, cada vez más urgida ante los primeros síntomas de actividad irregular dentro del continente.


TAN LEJOS, PERO TAN CERCA


A lo largo de la lamentable y contemporánea historia de desguace de las fuerzas armadas y de sus estructuras de inteligencia, se ha podido notar y comprobar la falta de visión estratégica de los pasajeros encargados del área de defensa. En la mayoría de los casos y en especial en los últimos años, la ineptitud ha sido galopante.

La evolución de las formas de los conflictos y su continua extensión en los más impensados escenarios, ha hecho que todos los estados mayores de los países que toman con seriedad el tema, hayan estado en constante estudio, ensayo y error de las más variadas fórmulas de defensa para encarar los desafíos de tácticas –que aunque muy antiguas y usadas- están siendo implementadas sin piedad en medio de las poblaciones civiles.

En el caso de la Argentina y en particular su Patagonia, su posición en el mapa del globo terráqueo, se halla en una situación de importancia estratégica tanto para sus intereses como para terceros países e incluso, bloques regionales extra hemisféricos.  En este último sentido no hay que olvidar la presencia de dos bases estadounidenses y  de una base china en la provincia del Neuquén, lo que le agrega un factor adicional para tener en cuenta (La Nación. “La base china en la Patagonia”. http://www.lanacion.com.ar/2005170-la-base-china-en-la-patagonia )

A pesar de estarse recomponiendo la capacidad de defensa aérea de interdicción y un progresivo restructuramiento de las defensas pasivas de radares, aún está lejos de poder prestar un grado de eficiencia aceptable para las actuales amenazas. En la actualidad, para los planes de una nación o una organización hostil “el saber” es mucho más importante que el “tomar y poseer”. Las amenazas de un bombardeo aéreo masivo es una irrealidad en la actualidad pero a su vez, las incursiones aéreas tácticas de pocos aviones con propósitos varios o la infiltración con helicópteros (para transporte o inteligencia), son una realidad constante en los lugares más calientes del planeta.

Aviones Panavia de la RAF

¿Cómo podría Argentina prevenir incursiones aéreas de espionaje y reconocimiento si no sabe que las mismas se están realizando? Y si bien es cierto que la tecnología satelital de la que dispone Gran Bretaña –proporcionada por su membrecía en la OTAN- es una realidad objetiva ineludible, aún así sigue usando los aviones convencionales y Drones para reconocimiento de gran altitud (Paper. https://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/19/carlosanchezhernandez.pdf ) .

Estas molestias o mejor dicho el accionar intrusivo, demuestran la preocupación de Londres por un posible desarrollo de una geoestrategia argentina propia, que ineludiblemente algún gobierno deberá encarar. Incluso, el gasto que demande el desarrollo de una política de defensa acorde a los intereses nacionales será una inversión inteligente que le dará un valor agregado en las relaciones internacionales.

Argentina tiene motivos –y el derecho- más que evidentes para desarrollar una geoestrategia propia y para ello requiere que se halle acompañada de una estructura operativa acorde con las necesidades que dichas hipótesis le plantearían como un problema a solucionar. Un territorio  ocupado en el atlántico sur que alberga una base de la OTAN y la expoliación de las aguas adyacentes por una autoridad foránea (Kelper) solo reconocida por Londres, requiere de una política sólida, coherente y continua de la defensa, máxime cuando en dicha zona el ocupante tiene mayor capacidad tecnológica y de recursos para imponer sus regulaciones a costa y usurpando la soberanía argentina (Vaconfirmamendoza. “Malvinas, la fortaleza militar”.  http://vaconfirmamendoza.com.ar/?articulos_seccion_716/id_2882/que-estan-haciendo-los-britanicos-en-nuestras-islas- )

Sea Harrier derribado en Malvinas 1982

Con esta situación y con la desidia política argentina, ha hecho que simplemente no exista ninguna relación de fuerzas por el simple hecho de que para que ello exista, debe haber dos fuerzas. En ese sentido, lo británicos mantienen una superioridad operativa que incluso les permite realizar tareas de reconocimiento con total impunidad y en la mayoría de los casos sin que Buenos Aires se percate de ello, aprovechando la ausencia de la vital función del estado argentino como es, la vigilancia y la DISUACIÓN.

Igualmente, los planificadores argentinos pero en especial sus responsables políticos deben entender que actualmente las distancias no representarían un problema para que una amenaza desarrollada en un punto remoto del globo, desembarque en unos minutos en su territorio. Así como Argentina no podría detectar e interceptar una pareja de aviones “Panavia Tornado” que violen los cielos del continente, menos aún podría frenar la caída de un misil disparado desde varios miles de kilómetros.  O incluso mucho peor; un Drone armado podría desde gran altura –sin ser detectado por los radares- lanzar un misil (Operación negra) sobre algún punto urbano sin que jamás nadie supiera el origen de esa explosión y que seguramente sería atribuida al “terrorismo”.

Durante el anterior gobierno, el país perdió nada menos que 100 aviones de combate por el solo hecho de no mantenerlos en condiciones, es decir, su desidia fue más dañina que los ingleses durante la guerra de Malvinas. Esa fue la política de defensa de ese gobierno y que en apariencias está siendo enmendada actualmente.

La actual realidad internacional nos está mostrando como sin dificultades, un misil disparado desde el otro lado del mundo, puede alcanzar en unos minutos el continente. Pero no hay que ir tan lejos, pero ¿Qué haría Buenos Aires si la flota británica en el atlántico sur decide dar una demostración de fuerza con sus fragatas misilisticas sobre instalaciones en el continente? O ¿Cómo detener una incursión aérea táctica con un apoyo estratégico de Chile? No hay respuestas para estos interrogantes.

Por lo pronto, Argentina debería utilizar un razonamiento estratégico y no mezclar las necesidades contingentes con las prioridades geoestrategicas o incluso con las pasajeras simpatías ideológicas como son tan claras en éste gobierno. Sería inteligente el acercamiento profesional y bien planificado a sistemas de defensa aérea y  equipos de la Federación rusa que se hallan a la altura de los desafíos tecnológicos actuales y lo mejor de todo, es que son un enigma preocupante para los militares británicos.   


domingo, 20 de agosto de 2017

 ILM-MIDDLE EAST




“PROCESO DE RECOMPOSICIÓN  POLITICA EN IRAQ”

La interminable espiral de desestabilidad y corrupción en Iraq ha llevado a que los antes opuestos hoy se atraigan en la compleja y peligrosa empresa por reunificar al país para que se reestablezca la arrebatada unidad nacional




Por Horace Husseini
No importa cuántas veces haya que recordarlo, pero se hace necesario para entender lo que ocurre en Iraq, que desde la invasión de 2003 y su brutal ocupación por parte de EEUU y sus aliados, cambiaron para siempre el carácter de la nación árabe arrastrándola a los abismos más oscuros de la corrupción y la muerte. Para un iraquí (sin distinciones confesionales) esto no es una novedad pero sí lo suele ser para los desinformados lectores occidentales que han sido bombardeados con informaciones tergiversadas y deliberadamente intoxicadas que claramente pretenden esconder aquella historia negra de  la cual Washington quiere olvidar a toda costa.

Tras despedazar a la infraestructura política, económica y financiera, los estadounidenses –con el entusiasta apoyo y solapada participación de Israel- pretendieron hacerlo con el mismo espíritu de los iraquíes usando los más tenebrosos métodos de terror y dolor sobre la carne de aquellos, llegando a congregarse en torno a las interminables sesiones de torturas llevadas a cabo en los diversos campos de detención, médicos, psicólogos y psiquiatras estadounidenses para colaborar con la eficacia de tales aberraciones inhumanas.

Pero como dijimos, pese a semejante ingeniería de la exterminación, no pudieron doblegar la milenaria idiosincrasia árabe y mucho menos,  borrar de sus mentes, las arbitrariedades más infames que superaron por muy lejos en número y formas de práctica represiva, al mismo aparato de seguridad de Saddam Hussein.

Mucha sangre ha corrido por la tierra que vio nacer a la humanidad; los ríos Tigris y el Éufrates se han teñido de rojo por la barbarie occidental y en apariencias sin que hubiera esperanzas de justicia para un pueblo tan castigado, parece que el curso normal de los acontecimientos demuestran que los que causaron todo esto y pretendieron salir impunes, están perdiendo el poco control que les quedaba sobre las ruinas del país.

Ocho años de brutal ocupación, combatida por una resistencia heroica y sin pausa que dejo exhaustas a las expectativas de los invasores quienes pretendieron convertir a los iraquíes en simples esclavos serviles, hoy parecen haber reencontrado su destino. Obviamente que a contra partida de no someterse –salvo el caso de los políticos advenedizos y traidores- vieron demoler a su país, vieron morir a sus familiares, los vieron ser arrastrados por las patrullas norteamericanas y británicas a los patíbulos de los cuales miles no volvieron jamás; y lo peor de todo, sintieron el rigor de un régimen “títere” y brutal que denominado como “Consejo de gobierno iraquí”-supuestamente para implantar la democracia-, continuo con las tareas sucias de sus empleadores en Washington y Londres.

Ese régimen conformado por traidores y criminales como Nouri Al Maliki,  Yalad Alawi, Ahmed Chalabi y el mafioso del clan kurdo Jalal Talabani entre otros muchos más, fue inmisericorde con sus propios hermanos del centro norte del país. En el marco del plan diseñado por EEUU para “desbaatizar” y desarticular al país,  se realizaron las atrocidades más indescriptibles contra los iraquíes. Las prácticas de las SS nazi y la CHEKA soviética de la era de Stalin, se quedaron a mitad de camino con las bestialidades quirúrgicas que los esbirros de la CIA –incluidos sus socios del Mossad-  y los militares norteamericanos realizaron.

Entre sus políticas represivas, llevo adelante el desplazamiento forzado de miles de iraquíes que por ser considerados sospechosos de simpatizar con Saddam Hussein y el proscrito partido “Baas”, fueron desalojados de sus casas y barrios en Bagdad para apropiárselos y hacer negocios exclusivamente rentables a sus bolsillos o del infame partido pro- iraní “Dawa”.

El asesinato y la desaparición forzada de personas fue algo con lo que los iraquíes debieron convivir sin distinguir entre sus víctimas a chiitas o sunitas (Iraqsolidaridad. Informe del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas. http://www.iraqsolidaridad.org/2012/docs/United_Nations_DERECHOS_HUMANOS_03_12-1.pdf )

Con dicho régimen usurpador, la descomposición política de Iraq comenzó  y sin pausa, fue corrompiendo todos los estamentos de una otrora estructura nacional apoyada en el laicismo y el desarrollo propio en todos los campos de la educación sin distinciones fragmentarias entre sunitas, chiitas y cristianos e incluso, sin las discriminaciones sexistas que fueron a la llegada de los invasores, intensionalmente insertadas por ese agente disgregador llamado “Al Qaeda” que tras ser plantado ex post como un factor “contrainsurgente” (remozado por el programa “Islamic State of Iraq” de David Petraeus y John Negroponte) curiosamente, fue creado dos décadas antes en los laboratorios de la CIA.

Cuando se marcharon el grueso de las tropas invasoras en 2011, el régimen colaboracionista de Al Maliki, pendía de un hilo. Su impunidad y la de sus cuerpos de “seguridad” comenzaron a verse seriamente cuestionados y las poblaciones del centro norte declararon la “revolución” contra dicho estado de cosas que conmovería los cimientos de un régimen podrido (Iraqsolidaridad. “Revolución bajo ocupación: el levantamiento popular iraquí 2011”. http://www.iraqsolidaridad.org/2011/docs/revolucion_bajo_ocupacion.html ). 
La resistencia nacional (tanto del “Baas” como de grupos chiitas) que combatió hasta la salida del último tanque norteamericano, ahora se enfocaba en desbancar al régimen de un lugar que había llegado por el mérito de ser un odioso “colaborador” de los invasores traicionando a su propio país. De ese modo, poco a poco Al Maliki se fue quedando solo y la estructura mafiosa del partido Dawa también se vio afectada; para peor, con la aparición (nada casual) del “ISIS” recargado, causó aun mayor inestabilidad en su ya frágil poder.

Muchos iraquíes comenzaron a vivar a un Saddam Hussein que años antes había pasado al martirio y la fuerza de los baasistas resurgía nuevamente, mientras EEUU dejaba hacer y pasar a ese embuste llamado “Estado Islámico” que tras cruzar plácidamente por el norte de Siria en 2014  (y no precisamente para tomar Bagdad), terminó con los últimos créditos del archicorrupto y brutal régimen de Al Maliki pero no con los planes de EEUU e Irán.

El año pasado y tras multitudinarias manifestaciones que culminaron con la irrupción en la Zona Verde, los iraquíes mostraron su hartazgo a este sistema y a su insoportable régimen de traidores. Detrás de esto estuvo el líder chiita Moqtada Al Sadr, un viejo enemigo de la ocupación angloestadounidense y de la intervención de Irán en los asuntos internos de su país. Esto tira por tierra con esa maniquea imagen del sectarismo e Iraq y de una lucha entre sunitas y chiitas. Desde su visión como un líder ante todo iraquí, volver a unificar a Iraq es la meta política imprescindible para salir del pozo donde se hallan.

Al Sadr ha llegado a tal punto con el fin de concretar esta empresa, que habría establecido contactos más estrechos con los sectores nacionalistas baasistas y otros grupos de la resistencia aliados a dicha postura.

Como en el pasado, una gran parte de los iraquíes conducidos por Al Sadr demuestran que no están dispuestos a permitir que Iraq continúe con esta desintegración en la cual el “Daesh” es un actor que claramente –y tras las abundantes pruebas recabadas- trabaja para EEUU y es por ello que ha comenzado a gestionar intensos contactos con influyentes personajes del gobierno saudita y los Emiratos Árabes Unidos, buscando un respaldo a las continuas injerencias de Teherán, Turquía y de Israel, éste último que apoya desde hace décadas a los kurdos para que se separen definitivamente de Iraq (Red Voltaire.org. “El líder chiitas Moqatada Al Sadr visita Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos”. http://www.voltairenet.org/article197533.html )


Un nuevo Iraq puede llegar a ser posible, la cuestión es  ¿Lo dejarán nacer?