viernes, 16 de febrero de 2024

 

LA HERENCIA DEL TIO JOE

¿Cuál es el legado que dejará la administración demócrata de Joe Biden a la nación y qué hará su sucesor? Cuando te das cuenta tarde de que las cosas no son como parecen

 

Por Charles H. Slim

Sacando cualquier doble sentido en la metáfora, se puede decir que Joe Biden es un cadáver político andando, aunque ya le queda poco para su funeral. Lo que le dejará a la Unión y en especial a los ciudadanos estadounidenses serán grandes problemas políticos irresueltos y un gigantesco agujero financiero producto de su política exterior.

El regreso de Donald Trump parece irreversible lo que pone de manifiesto la crisis política que persiste en la ciudadanía estadounidense.

El tío Joe con una larga carrera en la función pública dejará a un país sumido en guerras muy caras e inconsecuencias políticas que le ha restado aún más la paupérrima credibilidad internacional. Financiando a un régimen de fascistas en Kiev y apoyando el genocidio que el gobierno de Netanyahu está llevando a cabo en la Franja de Gaza, “Joe” ha comprometido fatalmente la imagen y la credibilidad política ¿A dónde irá EEUU con este panorama?  

También por efecto de ese capitalismo de amigos que por intermedio de los neoconservadores valiéndose del poder militar y de las agencias de inteligencia para desbancar a la competencia comercial (que conlleva un fabuloso negocio para la industria armamentística), deja una pésima situación con China. Biden y los demócratas lo único que tienen de éste término son apenas las letras.

Pero como se suele decir, ante situaciones extremas, soluciones extremas y eso es lo que los cerebros en Washington parecieran querer implementar para Ucrania y la situación en Medio Oriente. Y es que la desesperación les invade ante un presidente que definitivamente es senil y que por dicha condición, seguramente quedará exento de cualquier reproche judicial posterior a su retiro.

No sería de extrañar que en ese plan, la CIA y sus colegas británicos del MI6 hayan gestionado durante meses la forma de complicar a Moscú y la mejor vía haya sido matar a Alexéi Navalny. La sobreactuación de los personeros atlantistas acusando personalmente al presidente ruso Vladimir Putin (dando una aparente certeza de ello) ponen en evidencia esa intensión.  

Que a nadie le queden dudas que ni Jake Sullivan, ni Anthony Blinken o Victoria Nuland y todos los neoconservadores que le secundan van a asumir las pérdidas y las consecuencias políticas de una administración catastróficamente belicista y que ha roto definitivamente el mito de que los demócratas bregan por los derechos humanos, el respeto a la ley internacional y la libertad mientras los republicanos solo buscan la guerra.

Biden y todo este enjambre de partidarios de la guerra, principales instigadores en revitalizar a la OTAN como herramienta de imposición de la supremacía militar estadounidense a las puertas de la Federación Rusa para luego avanzar hacia China no han hecho más que alimentar a ese gran monstruo que no es otro, que el estado federal.

En ese sentido el Tío Joe dejará un estado monstruosamente omnipresente y vigilante no solo de los múltiples enemigos cosechados sino incluso de aquellos dentro del país que puedan atentar (incluido con su opinión) contra la “Seguridad Nacional”. Toda esta elite que viven del negocio electoral travestido de “democracia” ha desvirtuado el verdadero espíritu norteamericano, volviendo a los trabajadores en potenciales desempleados dependientes de subsidios eternos algo que y como bien señala Jacob Hornberger en un artículo para “Libertarian Institute”[1] han debilitado a la nación.

El estado y la nación son dos cosas bien diferentes, una cuestión que sobresale en el caso de EEUU. El estado esta ocupado por funcionarios y burócratas -con el presidente a la cabeza- que solo se sirven del pueblo (nación) para sustentarse.

Biden es el administrador de un estado federal que literalmente vive del saqueo a mano armada de otras naciones. Iraq, Siria, Afganistán y toda la historia negra en Latinoamérica lo evidencia. Así EEUU se volvió grande, a costa de los demás y cuando eso no bastó, ese mismo estado federal comenzó a saquear a sus propios ciudadanos quienes durante décadas, emborrachados de la opulencia de aquel saqueo no les importaba de donde provenía esa riqueza. Hoy en los comienzos del siglo XXI son ellos mismos los que en carne propia sufren lo que ese mismo estado ha creado en el exterior.

Es la nación quien más ha perdido durante estos últimos 30 años al menos. Comprimida por un estado que ha cosechado enemigos de todas las variantes posibles de conocer y que en ese proceso se ha endeudado como nadie, hoy los ciudadanos estadounidenses son rehenes de esas políticas masculladas y puestas en práctica en favor de un Establecimiento que ni siquiera tiene rostro.

Muchos “liberales” en Sudamérica y en particular en la Argentina (especialistas en rumiaciones) viven hablando del estado limitado, pequeño y barato llegando a los extremos de la estupidez de proponer desarticular sus sectores estratégicos como la defensa y la privatización de sus recursos. Pero estos grandes charlatanes de la política (que incluye al actual presidente) no han reparado que su modelo admirado, el de EEUU, es un estado sobredimensionado y lo es al tal punto que para “manejarlo” se gasta una suma dineraria inescrutable tan solo para pagar sueldos a decena de miles de empleados y otra decena de miles de funcionarios federales, quedando en la incógnita por ejemplo, cuántos son los funcionarios y empleados que existen en la nómina de agencias como la CIA, NSA, DIA, Homeland Security, del Pentágono y ni hablemos de otra docena de agencias “fantasmas” que fueron creadas por la administración de George W. Bush en 2001 y que siguen operando con nóminas secretas.

Así es. Todo esto es lo que el Tío Joe dejará a su predecesor quien seguramente podría ser Trump con todo lo que ello conlleva.

Si Donald Trump llegara otra vez a la Casa Blanca, el ciudadano norteamericano que forma parte de la nación (y no del estado) debe saber de antemano que todo lo que aparentemente promete sobre frenar las guerras y disminuir los impuestos para reducir las contribuciones con la OTAN, forma parte de un gran embuste. De seguro continuara a su modo con la heredad que dejará el Tío Joe. Trump es un populista y si miras atrás verás que nunca detuvo el belicismo ni le privo a la OTAN de su cuota para su mantenimiento. El ciudadano sabe que, tanto Biden como Trump al final de cuentas, sirven al mismo amo: al estado federal.

miércoles, 14 de febrero de 2024

 

POKER BLUFF

If Biden and Trump were in a poker game, who do you think is blogging?

 

By Sidney Hey

It is true, and analysts know it very well, that politicians in the West have been playing with the economic resources, assets and even the lives of their citizens, but the one who undoubtedly leads the way in this generalised corruption is the US.

There is no analysis or expert in international politics that can argue with a modicum of reasonableness and common sense the obscene squandering of monetary resources that the Democratic administration of Joe Biden and his invisible and vapid vice Kamala Harris have used to instigate and maintain the war. Nor can it be understood how Biden himself, at the instigation of Tel Aviv and the federal treasury, has compromised US security with an escalation in the Middle East and the Red Sea.

Undoubtedly, bloated defence budgets have been one of the black holes in the US economy.

Such abuses were commonplace in previous administrations and eras, especially during the Cold War, when -according to the propaganda narrative- the communist juggernaut had to be stopped and no expense spared.

But politicians and the corporations they served were able to do all this with impunity, simply because the information was not available for the public to discern. Censorship and classification of documents by the government was the bottomless pit that guaranteed the concealment of the dealings that went along with it. Conservative media such as The Washington Post, New York Times or CNN only published what each administration suggested they could publish and no more.

But over the years, first-hand leaks by daring officials like Eduard Snowden and courageous researchers and activists like Julian Assange put an end to the ritual of government secrecy in which the CIA and the whole tangle of federal agencies made a big business out of intrigue. It is precisely the emergence of varied sources and means of access to information that has really democratised the possibility of people being able to inform themselves without the intoxication and control that governments and the establishment in the West continue to practice.

Curiously, this democratisation of information has earned men like those mentioned above the persecution, imprisonment and abandonment of their colleagues who talk so much about democracy and freedom of expression. Today, guys outside the system like Tucker Carlson, thanks to those pioneers, can conduct interviews that the media would not do because of political pressure.

These changes finally made it to the White House in 2016 with an outsider like Donald Trump, and today their shadow is once again looming over Washington. Although he may not please the recalcitrant neo-conservatives and the general spectrum of politics, Trump has given a new face to American politics.

Biden, like the political dinosaur that he is, was trained in the paradigm of the last century and today he collides with a reality that he simply cannot handle. The lies of his officials or his own lies are quickly exposed on the web and in just a few minutes his fellow citizens and the connected inhabitants of the entire globe are made aware of them. Undoubtedly, this is when democracy really works and not with an institutionality plagued by bureaucratic forms, manipulation and corruption.

Today, Biden is at the helm of a country that, in addition to internal social, racial, labour and migration conflicts, is also facing the calamitous wars that, with the cooperation of his Secretary of State Anthony Blinken and advisor Jake Sullivan, he has opened abroad and which he has been forced to support economically and financially so that they do not end in resounding failure. If the American citizen wanted to know something classified about those wars, he could rummage around in “Uncle Joe's” garage where, contrary to federal law, he kept classified documents in plain sight.

Maybe Biden can skip his responsibility for being a “distracted” old man, as special federal prosecutor Robert Hur said, but what about the rest of his administration, is that the same excuse to explain the monstrous squandering of funds abroad?

The US needs an urgent change of course and the Americans themselves know it and see in Donald Trump a renewed hope for it.

Concerns are now mounting in Brussels, Belgium. NATO has well-founded fears that a presidency in the hands of Donald Trump could lead to the abortion of the plans that had been deployed in Eurasia and the Indo-Pacific. If Trump delivers what he has been promising and remembering the relationships they had in his administration, he will surely cut off funding. This would be a major blow to the war party's aspirations in its campaign against Russia and China.

But that would not be the worst of it. What is worse is that some are speculating that Trump may begin to demand accountability for the spending and lavish outlays of money that have been made over the past two years under the guise of propping up the NATO proxy regime in Kiev, with which his adventurist war against Russia is financed.

It is the German government of Olaf Scholz who, under a policy of submissiveness and absolute obsequiousness to Washington, has lost the most in supporting Ukraine and supporting the US in its sanctions against Russia. But in reality, it is ordinary Germans who will suffer most from these policies because if Trump wins the election he will cut economic aid to Ukraine, although Germany or rather its government will continue to subsidise a war that is already lost.

Few but very valuable are those within the EU who call a spade a spade. Clare Daly an Irish MEP is a case in point and certainly with the guts that Irish blood distinguishes, she did not tremble in calling Biden a “butcher” for his actions against Yemen and his cynical support for genocide in Gaza.

Contrary to what many believe, this would be undermining Biden's low credibility among the population, which in turn drags down the already very poor credibility of the US in the international arena.

Trump knows this very well and that is why he has already announced that if elected president he will curb the uncontrollable and wasteful military spending to finance the war campaigns abroad, engineered by the neo-conservatives and especially the one being carried out in Ukraine.

Trump has weathered the dirty tricks of his opponents (Democrats) and the bloviating of an opaque judiciary. Now Trump will show his game to a bewildered Biden who already knows he has lost the game.

 

 

 

martes, 13 de febrero de 2024

 

ESTRATAGEMA

INMOBILIARIA

¿Quiénes y cuáles son los intereses que se esconderían detrás de los incendios forestales a ambos lados de la frontera de la Patagonia?

 

Por Charles H. Slim

Es cierto que los incendios forestales suelen ser un fenómeno que ocurre con frecuencia. También es cierto que ha sido un verano inusitadamente caluroso para el Cono Sur pero eso no explica lo que ha venido ocurriendo tanto en el lado chileno como argentino de la Patagonia. Los repentinos y múltiples incendios en la región de “Maule” y la “Araucanía” chilena y los que se replicaron (sin conexión aparente) en el parque nacional “Los Alerces” y en la zona cercana a “Trevelin” en la provincia de Chubut en el lado argentino, tienen un sospechoso tufo a deliberado pero las cuestiones a dilucidar serían ¿Quiénes y por qué?

Para algunos el gran responsable es el “cambio climático”, para otros la irresponsabilidad de la mano humana (actividad humana) y aunque ambos son factores aceptables, en los casos que estamos viendo hay ciertos elementos que indican una planificación con objetivos a mediano plazo.

En el lado chileno se apunta a ciertos sectores vinculados a la política local, el empresariado forestal y los movimientos mapuches que habían amenazado previamente “quemar todo Chile”. En el lado argentino si bien también operan algunas células de los llamados “mapuches de la RAM” (incautos al servicio del MI6 británico) y hay sospechas por intereses mineros implicados, se ha estado dirigiendo la mirada a empresas de turismo que haciendo pingues negocios en dólares, llevan a turistas extranjeros en campamentos en los que la seguridad en prevención de incendios no se cumple.

Pero sobre estos hipotéticos causantes hay algunas cuestiones que no se explican de manera coherente. Si le damos valor a las acusaciones que se hacen en Chile contra organizaciones indigenistas ligadas con los denominados “octubristas”, su nivel de coordinación y operatividad en el terreno demuestra un alto conocimiento para el inicio de cada foco que no se condice con su anárquico y desorganizado comportamiento, sumado a que ha sido muy difícil capturar a alguno de ellos in fraganti, salvo que sea verdad algún grado de complicidad institucional en todo esto.

Con respecto a los empresarios de turismo en el lado argentino, si ellos fueran los responsables de los múltiples focos que también surgieron en la zona, revelaría una verdadera irresponsabilidad en sus manejadores o directamente, bajo esa pantalla, ejecutores de estos incendios. El tema aquí es que, si eso fuera cierto los rastros de sus actividades los harían muy fáciles de identificar y por ende de inculpar.

Definitivamente hay algo o alguien más que estaría operando en el medio, aprovechando todos los huecos en la seguridad y los conflictos (políticos, sociales y étnicos) que existen a ambos lados de la cordillera y que a su vez, tiene las capacidades tecnológicas y financieras para promover estos desastres ambientales.

Pero quizás usted se pregunte ¿Cuáles son los motivos para y de forma deliberada incendiar estos hermosos bosques nativos? Aquí y para ser estrictos, no importa tanto los autores materiales de estos incendios (dado que son pagados para tal fin) sino más bien, los autores intelectuales y quienes una vez arrasados todas esas hectáreas sacarán beneficios económicos y quizá geopolíticos en un futuro no lejano.

En los hermosos parajes de la Patagonia cordillerana, existen maravillosos ecosistemas que desde hace décadas son mirados con mucho interés desde otros lugares del mundo en especial desde el norte y Europa. El desarrollo de la tecnología con Google-maps, el acceso a las fotografías satelitales anteriormente reservadas al ámbito de la inteligencia militar y el masivo uso de los sistemas UVH conocidos como “drones” ha permitido que actores privados puedan llevar adelante sus propias investigaciones e incursionar en varios niveles sobre un determinado territorio sin que los gobiernos estén al tanto. En el caso argentino es más que factible dado que el estado no cuenta con un sistema defensivo ni de inteligencia coordinado y articulado a las actuales circunstancias.

En lo político, Chile y Argentina -indistintamente de sus actuales gobiernos- son dos países que al día de hoy no tienen soberanía política dado que y por la cooperación de sus clases políticas, ciertos emporios forestales e inmobiliarios locales con conexiones externas, están sumidos bajo el influjo y el lineamiento geopolítico de Washington. A partir de ahí, las puertas a todas las posibilidades imaginables se hallan abiertas pero todas ellas, bien conocidas por los burócratas estadounidenses.

La actual y convulsa situación geopolítica global propicia a que por la corrupción interna en cada uno de estos países, esos intereses trasnacionales, sin lugar a dudas vinculados a EEUU pongan en marcha sus emprendimientos inmobiliarios que a su vez podrían tener terceros beneficiarios privados y/o estatales. Desde la asunción del presidente argentino Javier Milei y conforme a uno de los puntos en el DNU 70/2023 titulado “Bases para la Reconstrucción de la Economía” (derogando la Ley de Tierras), se había previsto el acceso libre e irrestricto para inversores externos a territorios estratégicos (en especial de la Patagonia) algo nada recomendable para proteger los intereses estratégicos de la nación sumando a ello, el ingreso de tropas extranjeras sin el permiso del Congreso.

A esto último si le agregamos las ya inocultables expediciones de efectivos de las FDI israelíes disfrazadas bajo la denominación “Mochileros sin fronteras”, da mucho que pensar en la creación de estos incendios en especial, en momentos que el estado de Israel comienza a sentir el rigor de su inviabilidad en Oriente Medio.

Una mirada a la ubicación de los territorios arrasados por estos incendios y las fuentes de abundante agua potable circundantes da una pauta de los posibles desarrollos inmobiliarios que se podrían poner en marcha y entre los cuales podrían ser grandes asentamientos quedando tan solo una pregunta ¿Quiénes serán sus habitantes?

Los incendios en estos parajes dejarán como resultado extensos territorios arrasados y sin el valor que tenían cuando revestían la calidad de bosques nativos con lo cual, la adquisición de los mismos a bajo precio sin dudas beneficiarán a los inversores extranjeros. También dejarán territorios deshabitados ya que los pobladores y lugareños que tenían sus propiedades en ambos lados de la cordillera han debido salir de allí y seguramente sus gobiernos no les permitirán regresar.

A partir de estas últimas consideraciones se pueden advertir las consecuencias que dejarán estos incendios y que se traducen en posibilitar un activo muy importante y muy bien cotizado en el mercado y ese no es otro que el inmobiliario. Parafraseando a la sentencia del libro sagrado “quién tenga entendimiento” y use su razonamiento crítico llegara a dilucidar el objeto y benefactores escondidos detrás de este desastre.

lunes, 12 de febrero de 2024

 

EPILOGOGO DE UNA GEOPOLITICA COHERENTE

Pese a la ignominia y la descalificación de los medios convencionales de occidente, la entrevista de Tucker Carlson al presidente ruso Vladimir Putin ha despertado más interés por conocer la realidad de lo que sucede en Ucrania que tragarse las manipulaciones que se han estado difundiendo

 

Por Dany Smith

Si bien la entrevista al presidente de la Federación rusa Vladimir Putin realizada por Tucker Carlson es un logro periodístico personal que además de los celos profesionales desatados, lo ha colocado en el centro de atención del establecimiento occidental y en particular de los EEUU, para el mandatario ruso ha sido la posibilidad de explayar con detalle histórico cual es el trasfondo y la circunstancialidad de la actual guerra en Ucrania.

Desde que Rusia lanzo en febrero 2022 la llamada “Operación Militar Especial”, la narrativa occidental y en particular desde conglomerado de medios (con la CNN y la BBC a la cabeza) solo se ha basado en relatos simplificados, omisiones y puntos de vista notoriamente estereotipados dirigidos a demonizar a todo lo relacionado con el mundo ruso ¿Dónde hemos visto esto antes?

Si miramos atrás en la historia, la demonización del otro -sin importar su nacionalidad, etnia o religión- ha sido una especialidad en los cerebros de la propaganda angloestadounidense. Por supuesto, los medios son importantes actores en la difusión de estas narrativas. A comienzos de la década de los noventas, la habitual propaganda anti árabe que ya existía desde los sesentas en los medios angloestadounidenses (por su alianza con Israel), al llegar a los noventas paso a centrarse en la figura del entonces presidente Saddam Hussein y los iraquíes dedicando gran cantidad de recursos para ese fin.

Aquello fue el inicio de una arabofobia que para 2001 se transformó en una odiosa y rabiosa islamofobia propiciada por la abominable propaganda gubernamental de la administración neoconservadora de Bush y Cheney con la finalidad de mostrar al Islam como el enemigo de occidente. A tales niveles calo ese odio insuflado en la sociedad que cuando Barak Hussein Obama llego a la presidencia no faltaron insultos y hasta sugerencias de eliminarlo por su origen.

El extenso reportaje de Carlson a Putin dio la oportunidad de mostrar de primera mano, cuál es la versión del gobierno ruso sobre lo que llevó a la intervención en Ucrania y de desmontar la imagen demoniaca fabricada por los medios. Como era de esperar, y aún antes de escuchar su contenido el Establecimiento estadounidense se sacudió mostrando en un primer momento escepticismo, luego un venenoso prejuicio para ya pasar a descalificaciones injuriosas, sin olvidar las violentas exclamaciones y sugerencias para prácticamente quemar a Tucker en la hoguera.

Pero Carlson Tucker solo es el medio por el cual permitió abrir las compuertas de la censura atlantista a la posición del gobierno ruso y en especial, de lo que tenía que decir el mismo Vladimir Putin. Ambas situaciones han enfurecido por igual a los sectores más representativos del Establecimiento. Entonces, si lo vemos con esa lógica neurótica ¿Quién es más odioso, Tucker o Putin?

Si respondiéramos como lo hacen los acartonados presentadores de los medios en occidente diríamos ambos. Pero el odio que hay con uno con respecto a otro difiere por razones bien evidentes pero que nunca dejarían entrever. A Tucker lo definen como un “teórico de la conspiración” que difunde propaganda rusa y a Vladimir Putin el malvado que quiere revivir “el imperio soviético” (si es que eso existió).

Tucker hizo llegar a una gran audiencia mundial y por sus redes sociales lo que Putin no podía decir ante los medios convencionales de occidente y lo peor de todo es que eso despertó una amplia atención en la opinión pública. Acá en la Argentina con los acostumbrados medios anglófilos (aduladores de la CNN y la BBC) y como era de esperar, el mutismo ha sido la regla.

Como ya vemos, el “mundo libre” no lo es tanto. No olvidemos como la “democracia” estadounidense censuro todo lo que fuera ruso y mucho más, la visión de su gobierno. Eso no ha obstado para que un oportunista e hipócrita como Tucker Carlson aprovechara esta veta y tras establecer los contactos de rigor, viajara raudo a Moscú.

Por supuesto que los medios convencionales no han reflejado esta entrevista, pero ello no significa que no haya sido vista y peor aún, asimilado su contenido por una gran parte de individuos pensantes. Ante esto algunos de los representantes de los medios convencionales como Masha Gessen, Charlie Hancock e Ido Vock  lanzaron su veneno descalificando no solo al entrevistador y obviamente al entrevistado sino, el contenido de la entrevista incurriendo algunos de ellos en groseras pifias históricas. Como era de esperar, del papel de la OTAN y de sus respectivos gobiernos en el sustento de un régimen filonazi ni una palabra.

Para no andar con rodeos, esto demostró la desesperación del establecimiento mediático occidental a tal punto -y algo que no es nuevo- de querer descalificar los hechos planteados por Putin con tergiversaciones históricas como las que los hackers atlantistas tratan de instalar por el internet en las ediciones artificiosas de la Wikipedia.

En un breve resumen, Putin ha dejado en claro el histórico origen del estado ruso que comprendía a toda la población eslava de la actual Ucrania y su papel durante el siglo XX, los errores de Stalin y Kruschev en la era soviética y explicado con detalle en que consistieron los motivos por los cuales se vio obligado a intervenir allí y dejando bien claro que la desnazificación no ha sido lograda. También dejo bien claro como EEUU, Reino Unido y la OTAN instigaron a Kiev para que rompiera la propuesta de paz de marzo del 2022, un capitulo de la historia que nadie en Washington, Londres ni Bruselas está dispuestos a explicar.

Para quienes han prestado atención a la entrevista, Putin deja en claro como se desarrollaron los hechos, las implicancias geopolíticas detrás de aquellos y quiénes han sido los propulsores de esta guerra. En realidad, no ha hecho más que referenciarlos para que quienes se hallen interesados de estudiarlos y comprobar así quienes realmente han estado engañándoles.

domingo, 11 de febrero de 2024

 

NETANYAHU NO PUDO IGNORARLO

Aunque los medios occidentales son muy parcos sobre lo que Israel sigue cometiendo en la Franja de Gaza, guardan un total silencio en cuanto a las posibles implicancias de la administración de Netanyahu en la escalada iniciada el 8 de octubre del 2023 ¿Quién investigara esto?

 

Por Yossi Tevi

Definitivamente, Benjamín “Bibi” Netanyahu y su círculo cercano no ignoraban lo que estaba por ocurrir en el amanecer del 8 de octubre del 2023 y esta conclusión no solo es recurrente en la mente de miles de habitantes a lo ancho y largo de este mundo sino incluso, dentro la misma sociedad israelí. Las consecuencias que se ven en Gaza y la advertida planificación para tratar de desalojar a los 2.2 millones de palestinos de la franja así lo comprueba.

Pero como lo señalan respetables catedráticos e investigadores como el canadiense Michel Chossudovsky, ya estaba planeado y esta planificación sin dudas implico la participación de los EEUU (Cfr. https://www.globalresearch.ca/a-false-flag-attack-operation-to-justify-the-israel-u-s-genocide-against-the-people-of-palestine/5847958 ).

Esta implicancia norteamericana es a todo nivel, incluida dentro de la instancia judicial de la CIJ donde quedó en evidencia con la tibieza de lo decidido y la innegable parcialidad de la presidente Joan Donoghue, ex asesora y miembro de la administración de Barak Obama. En resumen de cuentas, este contubernio además de escandaloso, es una vergüenza para la justicia internacional.

Pero volviendo a cómo pudo desarrollarse y ejecutar la Operación “Inundación de Al Aqsa”, son los mismos israelíes de a pie, entre ellos muchos militares y funcionarios de inteligencia quienes no logran aún comprender cómo pudo suceder lo que sucedió sin una permisión de su gobierno, que no olvidemos estaba sumido en una crisis política interna.

No hace falta decir que la Franja de Gaza desde hacía 17 años estaba completamente sitiada y sometida a constantes ataques aéreos, un bloqueo de alimentos y medicinas que causaban penalidades insufribles a la población y en particular a los niños. Israel lo convirtió en un gigantesco gueto, una prisión a cielo abierto en la que los israelíes solo tenían que sentarse a esperar y ver cómo reaccionarían sus habitantes. Como expertos en infringir toda clase de torturas mentales, los especialistas de inteligencia sin dudas sugirieron crear estas condiciones. Era como una olla a presión y eso fue lo que los personeros del Estado Mayor y la inteligencia explotaron para que “Hamas” y el resto de las agrupaciones de la resistencia prepararan con un año de anticipación lo que hoy Tel Aviv y los medios pro-isralies tratan de argumentar como un “ataque sorpresa”.

Pese a la pretensión de Netanyahu y sus extremistas supremacistas, lo que en realidad paso aquella mañana no fue sorpresa y mucho menos improvisado. Cuando en una charla entre un programa radial de Buenos Aires con un periodista argentino-israelí que cubría la visita de Milei al preguntársele sobre los cuestionamientos que se rumoreaban sobre este tema, en vez de dar una certera respuesta por si o no, hizo todo un intrincado discursito que se traduciría en una frase muy trillada que reza “un judío no dañaría a otro judío”.

Pero volviendo a los hechos de aquel día, todo parece apuntar a una de las conocidas operaciones de “falsa bandera”, una metodología muy utilizada en el mundo de la intriga y las operaciones especiales pero que viene siendo muy estudiada y mencionada masivamente desde los nada claros hechos del 11 de septiembre de 2001.

Justo ese día, las guardias de los fortines que rodean a la Franja habían sido relajadas y muchos de los efectivos estaban con permiso de franco. Sumado a esto, según fuentes confiables la mayoría de los efectivos que estaban presentes tras el ataque eran mujeres, aunque ello no impedía que pudieran oír y corroborar con sus prismáticos de donde provenían las detonaciones que volaron secciones del cerco alambrado. Las comunicaciones funcionaban. Aún hay más. El monitoreo electrónico de las bardas nunca se activó (o al menos eso es lo que han tratado de explicar) y que se sepa no puede ser anulado sino es desde adentro.

Con esto si hay algo que esta muy claro, es que no hay nada claro.

Para planificar y mucho más, ejecutar una operación militar lo que no puede faltar es financiación y “Hamas” contó con ella. Eso no sería novedoso en este caso salvo cuando vemos quiénes y cómo se pudo financiar la operación “Inundación de Al Aqsa” y es allí donde Netanyahu y todo el estamento gubernamental israelí quedan irremediablemente implicados. Si realmente Tel Aviv estaba combatiendo a “Hamas” ¿Por qué permitía que Qatar le girara fondos con los cuales se compraron no solo las armas sino también los materiales con los que se construyeron la red de túneles en Gaza?

Si algo tiene muy bien aceitado Israel y con la ayuda de EEUU, es el control financiero en las trasmisiones electrónicas bancarias en gran parte del mundo. Tel Aviv siempre se ha jactado de saberlo todo y de todos entonces ¿Acaso creen imposible monitorear las transferencias bancarias que entraban a la Franja de Gaza? Salvo que llegaran en bolsas a lomo de burro.

Como bien se dijo anteriormente, tanto el Shin Bet como la inteligencia militar Lakam estaban muy al tanto de los movimientos y maniobras de entrenamiento de las fuerzas de “Izzedin Al Qassam” y de la “Jihad Islámica” entre otras agrupaciones. Para eso, no hace falta inteligencia humana de soplones dentro de Gaza o algún “James Bond” en su versión israelí infiltrado como una roca. Israel tenía completamente intervenido el espectro auditivo de la franja -tal como lo hace con Siria y el Líbano- con lo cual no solo escuchaban los teléfonos y leían los mensajes de redes sociales en internet, sino que mantenían una serie de antenas de escucha ambiental que permite oír lo que habla una persona en voz baja incluso dentro del baño.

Mucho menos podían ignorar las maniobras militares realizadas en pleno día, en las que Hamas simulaba la toma de bases israelíes y la captura de sus efectivos. Incluso hay videos publicados en el internet. Esto implicaba que tampoco ignoraban que estaban estrenando y ajustando nuevas armas que la inteligencia israelí permitía que ingresaran a la franja y que EEUU había desviado en su tránsito a Ucrania.

Pero si bien estas consideraciones podrían ser tomadas como meros indicios y alguna que otra especulación, hay otros elementos mucho más sólidos y comprometedores que tercian sobre el conocimiento de Netanyahu con fecha y hora sobre lo que iba a ocurrir. En esa misma mañana y mientras supuestamente el primer ministro y sus funcionarios ignoraban lo que sucedía, ya estaban reunidos todos los jefes de la rama de inteligencia y seguridad interior, entonces cabe preguntarse ¿Era una reunión o más bien un monitoreo de la operación en curso?

La publicación de un memorándum SECRETO de diez páginas, producido por el Ministerio de inteligencia fechado el 13 de octubre 2023 revela con asombrosa claridad los objetivos estratégicos que curiosamente suscita el ataque palestino que además de beneficiar a Israel tiene como objetivo central, borrar a Gaza del mapa.

Si alguien puede tragarse que esto fue producido unos días después valiéndose de información circunstancial del momento y que "Bibi" y sus gamberros no tienen nada que ver en todo esto, sepan que hay muchos israelíes y en especial entre los familiares de los capturados que no lo creen.