sábado, 15 de julio de 2017



INTERNACIONAL



“¿PUEDE ARGENTINA SOBREVIVIR A LA CRISIS?”

Cuáles son las alternativas de Argentina ante un posible colapso económico mundial enmarcado en una clara situación de creciente hostilidad




Por Javier B. Dal
Al día de hoy, la población argentina parece hallarse en una situación de incertidumbre y desacierto de la cual no sabe como reponerse. Su gobierno alineado a las políticas neoliberales de corte pro-estadounidense no han dado pie con bola para tratar de revertir la grave situación socio económica a la que se ve sumida una gran parte de la población. Más allá de los errores de diagnostico económico existe una realidad que aún el país y su clase política no ha determinado y ella son, sus políticas de estado y su posición geopolítica en el actual concierto mundial.

Las promesas de una solución a la crisis económico laboral, el rediseño de un estado usado como caja de trabajo para acomodar familiares durante décadas y a la inseguridad que se entremezcla con la corrupción estructural, parecen solo promesas incumplidas que están irritando el ánimo inquieto de la gente que comienza a dejarse embrujar por los cantos de sirena de aquellos que hicieron mucho para que el país se halle donde hoy trata de salir. 

En lo referente a lo económico, el gobierno no ha logrado atraer a la inversión exterior con la cual pretendía reactivar la economía doméstica creando de esa manera fuentes de empleo genuinas que a su vez reactivasen el consumo interno. A pesar de los más variados diagnósticos de los economistas y tecnócratas con los que cuenta CAMBIEMOS y de otros exponentes de la oposición, el mismo INDEC reconoció a finales del mes de abril que la economía del país había caído un 2,2 %.

Sin dudas que el gobierno de Macri tiene buenas intensiones pero, peca de crédulo si espera inversiones sin algo a cambio. Eso a cuento de las promesas que había recibido a comienzos de su gestión por parte de la administración norteamericana la cual se comprometió a bregar ante sus socios europeos y los organismos internacionales como el Banco Mundial para que invirtieran en el país. Pero al parecer, aún el gobierno argentino no ha hecho lo suficiente como para despertar la confianza en los mercados internacionales y hasta tanto no vea resultados sólidos, no llegara un solo dólar sin un respaldo creíble.

Aunque el gobierno tomo una deuda por cien años (Resolución 97-E/217), ello no pareciera ser suficiente para una reactivación simplemente, porque la actual situación regional y global es crítica. Al escuchar los argumentos del mismo presidente y de sus economistas, no parecen haber tomando en consideración la realidad económica mundial y menos aún, cuales son los motores siniestros que la mueven desde hace unos cuantos años hasta esta parte.

Siempre y en especial con este gobierno, en la Argentina pareciera haber una venda sobre los ojos de los analistas y economistas que solo ven las variables tomando en cuenta factores productivos corrientes sin considerar cuales son las circunstancias o el trasfondo político global en que se desarrolla el intercambio de bienes y productos. Sin rodeos, los políticos argentinos y sus tecnócratas (y con la ayuda indispensable de los medios) saltan la cruda realidad geopolítica que se inmiscuye en la economía y las finanzas que manejan los centros de poder como Washington, Londres o la UE, salpicada por el saqueo y el chantaje.

La economía estadounidense como la del Reino Unido se ha nutrido en materias, productos y acaparamiento de mercancías obtenido de intrigas políticas que son el corolario de justificaciones para actos hostiles como son las intervenciones en países soberanos, la retorsión y las sanciones comerciales que, bajo argumentos más variados, les abre las puertas a trasnacionales y corporaciones de sus banderas para usufructuar lo que no pueden ejercer los países sancionados. Simplemente se trata, de capitales mal habidos.

La guerra es una de las actividades centrales por la cual, EEUU y sus colegas europeos, amasan fortunas que nutren las venas de una monstruosa economía en la que se ven implicadas desde el presupuesto gubernamental pasando por las ganancias para todo poderosa Corporación armamentística hasta llegar al último de las empresas de servicios que le vende al gobierno estadounidense el papel higiénico para sus tropas en el extranjero.

Este circuito descripto es obviamente una abreviación. No alcanzaría éste artículo para tan solo nombrar la cantidad de empresas, contratistas y sujetos de toda índole, que mueven la rueda de una economía de guerra estadounidense. En ésta siniestra circulación de bienes y servicios, ganan quienes han elucubrado sus objetivos políticos en las altas esferas gubernamentales hasta el último de los contratistas de servicios.  El sueño “americano” está basado en una gran sangría que no entra en las estadísticas de los economistas ya que para ellos, el tema es el activo (dinero) y sus modos de inversión sin importar de donde provenga. Un dato adicional para tener en cuenta, es cómo fluctúan los mercados de valores en Wall Street cuando se realiza un ataque sobre Siria o como se alzan las acciones de los fabricantes de los misiles “Tomahwk” cuando La Casa Blanca autoriza estas operaciones (http://expansion.mx/economia/2017/04/10/si-trump-inicia-una-guerra-activara-la-economia-de-eu )

Solo para que vean que tan importante es esta forma de ingreso en EEUU, que cuando Trump renegaba del gasto que se estaba llevando las intervenciones externas de EEUU, al llegar a la presidencia comenzó a doblar dicho gasto militar llegando a inyectar unos 640.000 millones de dólares, un 10% anual más con referencia al Billón de dólares que representa dicho presupuesto.

Actualmente y con estas políticas, Washington tiene como principales argumentos para continuar e incrementar dicho gasto militar, a Rusia y China con quienes además mantiene una guerra económica (AXIOS. https://www.axios.com/exclusive-trump-plots-trade-wars-2450764900.html ) basada en la implementación de abusivos aranceles a la importación y  ejercicio de sanciones financieras y comerciales (Asesoradas en parte por Goldman Sachs).

Con este panorama, podemos ver que el gobierno argentino no parece hablar el mismo idioma de sus socios del norte y Europa. Tanto Macri como todo el arco político que hay en la Argentina, sigue pecando de inocente pensando en una economía de intercambio básico y simple sin haber advertido (o mejor dicho sin querer advertir) que ese tipo de economía anodina y de cuento de hadas ya no existe, no al menos con estos monstruos anglosajones.    

En éste último sentido cuando vimos a Macri interpelar a Trump por la situación por la exportación de los “limones”, es posible que el mandatario norteamericano haya quedado bastante descolocado sin entender muy bien de que Fuking talking about.


En resumen, el mundo se halla en medio de una severa crisis y los tambores de guerra siguen sonando. El gobierno argentino deberá acudir a la imaginación y a una estructuración propia sin involucrarse con estos actores para remediar sus problemas si no quiere participar de toda esta estructura salvo, que opte por continuar por el camino de la subordinación económico-financiera que llevara al país a épocas retrogradas de la historia.  

miércoles, 12 de julio de 2017






 EN DEBATE




“EL OPORTUNISTA”

Tras el encuentro entre Donald Trump y Vladimir Putin en la Cumbre del G-20 en Hamburgo y tras tratar el tema de Siria parece haberle dado ánimo a Turquía y aprovechando las nuevas circunstancias para avanzar más allá de lo permitido



Por Charles H. Slim
Al parecer las cartas están echadas y la suerte de las bandas armadas que operan en Siria tendría los días contados. Solo es una metáfora para decir que pese al apoyo que puedan seguir recibiendo de Washington y de sus aliados regionales, los llamados “opositores moderados”, no pueden sobreponerse a los avances del ejército árabe sirio y de sus aliados, especialmente el Hesbolá libanes que ha ido empujando a los grupos como “Al Nusra” y las milicias del “Ejército Libre Sirio” fuera de los territorios del sur en Quneitra y Al Daraa.

Pese a las ayudas de Tel Aviv, el ejército sirio se ha mantenido firme y la asistencia aérea rusa ha moderado los ánimos de los israelíes quienes se han contentado con observar desde el otro lado de la barda, como los batallones del ejército sirio barren a los últimos bolsones de mercenarios que se respaldan entre la frontera libanesa e israelí. 

Igualmente Avigdor Lieberman ya dejo en claro que no respetara el alto al fuego pactado entre EEUU y Rusia (VeteransToday. “Israel no está obligado por acuerdo de cesación del fuego…” http://www.veteranstoday.com/2017/07/10/israel-not-bound-by-us-russian-ceasefire-deal-in-syria-liberman/)   

Pero tras los encuentros que ha habido entre Trump y Putin durante la cumbre del G-20 y las ríspidas conversaciones mantenidas entre Tillerson y Lavrov,  parece que le ha dado las ínfulas a un tercero que ya venía haciendo de las suyas con sus continuos cambios de posición en lo que respecta al conflicto. Se trata de Turquía y más precisamente del gobierno del errático Tiyip Erdogan, quien ha demostrado ser tan astuto como brutal. Sus políticas internas son tan autoritarias como brutales y en lo que hace a la política exterior, Erdogan no ha dudado de saltarse de bando en todo lo que ha venido sacudiendo a Siria e Iraq.

En lo doméstico su gabinete y su familia han estado involucrados en todo tipo de actos de corrupción  que tras ser denunciados, ha llevado a que el mismo Erdogan ordenara el arresto de periodistas, el cierre de diarios y el control de las comunicaciones online como el internet. Pese a todo este tipo de aberraciones, la “Comunidad internacional” (entiéndase EEUU y la UE) lo tolera  ¿Pero por qué tanta tolerancia con un mandatario tan tenebroso? La respuesta es simple y ella es que él sirve a los propósitos de Washington y Bruselas en la región.

Con delirios de revivir el imperio Otomano, Erdogan un islamista muy particular no ha dudado en sacarse a sus rivales de la oposición con los viejos métodos de sus ancestros que pese a que no los ha empalado  -al menos no aún-, no han dejado de ser menos brutales. Esto ha llevado a que las protestas en su contra crecieran con los años y ello ha llevado a que se encuentre entre las cuerdas llevándolo a maniobrar a conveniencia tratando de limpiar su imagen.

Tras el fallido intento de golpe de estado de julio del 2016 (El cual estuvo rodeado de ribetes muy raros), Erdogan vio la oportunidad de oro para restablecer su autoridad omnímoda y llevar a la cárcel a cuanto sujeto u organización se atreviera a confrontarle. Incluso, la suerte de los miles de soldados y funcionarios que estuvieron involucrados en aquel extraño episodio y que encuentran detenidos, han estado sometidos a todo tipo de abusos y torturas sin que Washington hubiera realizado ningún llamado de atención ante tales aberraciones.

Usando aquel fallido golpe y un supuesto intento de asesinato, Erdogan ha extendido su mandato y las prerrogativas para ejercer el poder más allá de lo permitido por su constitución.

En lo externo, Erdogan no ha sido menos impiadoso y ha sido inflexible con las pretensiones de los kurdos y sus reivindicaciones territoriales. Precisamente y en ese contexto, la aparición de la “oposición siria” causando el caos en el país vecino  y en especial con la aparición en la escena regional del “Estado Islámico”, Turquía dio apoyo constate a esta franquicia especialmente, por la utilidad que le revestía para combatir a los kurdos.

Con respecto a lo que sucede en Siria, su protagonismo ha sido estelar.  Como miembro de la OTAN, Ankara había venido siendo el brazo oriental contra los países árabes y de ese modo fue un socio importante en la campaña bélica de EEUU en 1991 y 2003 contra Iraq, un estratégico colaborador en las operaciones de espionaje y sabotaje sobre Irán, base de operaciones imprescindible para abastecer a las ISAF en Afganistán y por supuesto, el aliado perfecto para proveer base (Esmirna) a las operaciones de los grupos mercenarios que dirigidos por la CIA y asesores militares estadounidenses asolan a Siria.

Erdogan y su gobierno permitieron que la CIA y sus asesores montaran campamentos en el sur de su país, en la frontera con Siria donde se entrenaron y armaron grupos de mercenarios traídos de todas partes del globo con la misión de derrocar a Bashar Al Assad y desmontar a la república árabe. Para el estado turco y para Erdogan en particular nunca había habido una oportunidad tan grande para deshacerse de los kurdos, desalojándolos de su territorio y empujarlos hacia territorio sirio.

Pero allí no terminaba todo. Cuando el “Estado Islámico”  en junio de 2014 tomo por asalto Iraq y estableció su “Califato” en la región del “Sham” (que se halla entre en Siria e Iraq) comenzaron a robar el petróleo de los campos petroleros de ambos países y para sacarlo, trabaron negociaciones con las autoridades turcas (MIT) quienes controlaban el paso de las líneas de camiones cisterna que provenían de campos petroleros de Deir Ezzor en Siria y de Kirkuk en el norte de Iraq. Nada de esto podía ignorarlo Erdogan, mucho menos cuando uno de sus hijos se hallaba implicado en las negociaciones para que todo ese petróleo saliera por el puerto turco de Ceyhan rumbo a la UE.

Cuando Rusia entro en escena, todo este negocio se terminó. Lo que los aviones de la “Coalición Internacional” liderada por EEUU no hicieron, lo concluyó en unas semanas la fuerza aeroespacial rusa.  Esto dejo en evidencia las verdaderas y escandalosas implicancias entre Ankara, Daesh y Washington.


Tras su puñalada contra Rusia y las consecuencias que podían caberle, Erdogan agacho la cabeza y pidiendo clemencia a Moscú, decidió dar varios pasos hacia un mejoramiento de las relaciones bilaterales en contra de Washington. Igualmente, el mandatario turco no pierde las mañas y tan pronto hubo logrado una ventaja da otro brinco para tratar de imponer sus metas. La pregunta es ¿Hasta dónde le dejarán tirar de la cuerda a este oportunista?

domingo, 9 de julio de 2017


EN LA MIRA



“VOLVER A LA LEGALIDAD”

A catorce años de la invasión de Iraq y de todas sus nefastas consecuencias investigadores y abogados británicos continúan su labor por llevar a los estrados de la justicia al entonces primer ministro Anthony Blair, teniendo como puntapié documental el llamado “informe Chilcot”. ¿Se trata acaso del regreso a la legalidad internacional?




Por Charles H. Slim
Hace ya un año que el consejero privado británico John Chilcot, presentó un informe lapidario y contundente sobre el papel del Reino Unido en todo lo que tuvo que ver con los planes, ejecución y posterior invasión a Iraq en 2003, poniendo al entonces primer ministro Anthony Blair en el centro de la escena como el principal responsable de los crímenes de guerra más atroces que la historia del siglo XXI ha registrado hasta el momento.

Las bases de aquel informe se basaron en el análisis de lo que el autor califico como un conjunto de mentiras y patrañas, como excusas para lograr el objetivo de convencer ante su parlamento y los ojos de la opinión pública, el movimiento de coprotagonista en lo que la administración de George W. Bush y Dick Cheney puso en danza como el argumento perfecto para lanzar su campaña bélica contra Iraq: “Las armas de destrucción masiva”.

Casi inmediatamente de perpetrar aquella acción, un año después en septiembre 15 del 2004 en una entrevista realizada por la cadena BBC de Londres al entonces Secretario de Naciones Unidas Coffi Annan, entre otras cuestiones se le pregunto, si la intervención a Iraq había respetado la legalidad y este en un momento de la entrevista confirmo que la invasión no estaba de acuerdo con lo previsto en la Carta de la ONU. 
A la par de este cuerpo legal,  el accionar de los gobiernos de George W. Bush como el de Anthony Blair  incurrieron en los tipos delictuales más graves que prevé el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, enumerados en el artículo 5º y que se describen con detalle en los subsiguientes (Cfr. Publicación de Naciones Unidas. http://www.un.org/spanish/law/icc/statute/spanish/rome_statute(s).pdf )

Pero Blair como parte de aquel cuarteto de criminales de alto nivel que compusieron aquel monumental crimen de agresión, que costó la vida de casi dos millones de iraquíes,  a la vista de las consecuencias que se han podido ver y comprobar ellas, llegan al nivel de encuadrar un claro crimen de lesa  humanidad. Pero para llegar a estas instancias ha sido menester y el trabajo de solo algunos investigadores y legalistas independientes que son a su vez, los indeseables elementos dentro del sistema los cuales no han podido ser absorbidos por el Stablishment y son catalogados como “radicales” (Globalresearch. “Irak: Se juzgará a Tony Blair por su parte en el crimen supremo internacional?” http://www.globalresearch.ca/iraq-will-tony-blair-finally-stand-trial-for-his-part-in-the-supreme-international-crime/5598074 )

Más allá de que sus defensores pudieran alegar que el principal y único responsable fuera George W. Bush y su administración, lo cierto es que y recordando lo que sucedían en aquellos momentos, Blair fue entusiasta en participar de los planes y prueba de ello fue el viaje que realizó junto a Sir David Manning (asesor de política exterior), el jefe de gabinete Jonathan Powell y su portavoz Alaister Campbell el 5 de abril de 2002 al rancho Crawford en Texas, donde se reuniría con Bush y su equipo de asesores donde ultimaron (tramaron con premeditación) detalles de cómo Londres debía proceder ante la ONU.

Hay muchas posibilidades de que Blair pueda ser citado ante la justicia internacional y ello, como precio por haber creído ciegamente en aquel liderazgo estadounidense, que los medios masivos de comunicación angloestadounidenses tanto tiempo impulsaron con sus fastuosas e intoxicantes propagandas que presentaban a Iraq como una amenaza para el mundo.  No hay que olvidar que otro de los argumentos que Bush y Blair desperdigaron ante sus conciudadanos era, la supuesta relación de “Al Qaeda” y Saddam Hussein, una mentira que no tardo en develarse apenas concretada la agresión. 
También ellos son parte importante de las injurias que difundieron para que las políticas de Blair pudieran ser creíbles ante la opinión pública de a pie, la misma que hoy es el “jamón del medio” en todo el embuste del “terrorismo de ISIS”.

Lo que tanto temió Brzezinski y que lamento más tarde Wolfwitz hoy es una realidad incontrastable y ella es que, la opinión pública se ha vuelto más lista y avispada, y ya no se traga lo que le venden los grandes periódicos ni las grandes cadenas de noticias poniendo en riesgo sus políticas de estado.

Al igual que lo hizo Bush con sus famosos informes de la CIA sobre la supuesta compra de Uranio y las armas químicas iraquíes, Blair también blandió como forma de argumentar el involucramiento en la intervención bélica, los informes de sus agencias de inteligencia y contrainteligencia MI-5 y MI-6 que eran un calco de los de sus colegas estadounidenses. 

Pero si bien Anthony Blair es responsable de aquella espantosa acción, ello no significa que sea el único británico que debiera responder por las muertes, los heridos, lisiados, daños y pérdidas materiales infringidas sobre la humanidad iraquí. La política de Blair permitió que sus reales fuerzas armadas participaran en las operaciones con sus aliados norteamericanos y dentro de toda esa estructura que involucra a los ministerios y ministros, mandos militares, jefes de inteligencia militar y por supuesto sus servicios de inteligencia, en especial el MI-6 siniestros protagonistas en todo lo que rodeo a la “guerra sucia” durante la ocupación.

Cuando los británicos se hicieron con el control de Basora, al sur del país, comenzaron a ocurrir misteriosas desapariciones, asesinatos y ejecuciones de personalidades locales. Esto se dio en medio de una creciente resistencia armada que fue creciendo con el paso de los años y que no se detendría hasta la definitiva salida.

En esos momentos los iraquíes sospechaban que detrás de todos estos crímenes estaba la mano de los británicos y de grupos aliados que, además de estar compuestos por árabes de otros países, se hospedaban secretamente en sus bases militares.  Los mismos ciudadanos de a pie fueron muchas veces los testigos privilegiados de estos engaños y que por el control informativo que establecieron los invasores, hacía imposible que se ventilara hacia el exterior.

Uno de los embustes relacionados con el fantasma de “Al Qaeda” fue el intento de colocar un camión cargado con explosivos en  medio de una manifestación callejera en Basora allá por el 2005, que al ser detectados por los manifestantes, fueron bajados del camión para ser apaleados y tras llegar la policía y detenerlos, se descubrió que además del cargamento que llevaban, bajo su enmascaramiento habían dos hombres caucásicos que fueron identificados como dos miembros del S.A.S. y que antes de que pudieran exponerlos ante algún medio independiente, fueron rescatados presurosamente por un asalto de tanques Bradley que entre otras cosas, se encargaron de destruir los archivos del edificio policial.


Un posible procesamiento de Blair solo sería un símbolo, una especie de fusible para calmar las expectativas de un público indignado con cada vez mayor información de lo que realmente ocurrió en aquellas jornadas. Desde los bombardeos indiscriminados contra las urbes, barrios y concentraciones de personas, pasando por los abusos y torturas que llevaron adelante las tropas británicas (especialmente en el sur), haría necesario que fuese el estado británico, el mismo que hoy sigue con sus juegos sucios en Siria y toda la región, y como tal el que debiera ser directamente sancionado.