jueves, 1 de octubre de 2020

 

“NAGORNO KARABAJ”

¿Qué y quiénes están detrás de la reactivación del conflicto entre armenios y azeríes?

Por Charles H. Slim

Desde la caída de la Unión Soviética la región caucásica ha despertado en agitación independentista causando guerras sangrientas que han dejado consecuencias que aún no pueden superarse. El caso del diferendo entre Armenia y Azerbaiyán por los altos de Nagorno Karabaj es uno de estos. Pese a que tras último cese al fuego los armenios fueron quienes lograron más ventajas apoderándose de poblaciones azeríes obligando a desplazar a sus pobladores a campamentos de refugiados solventados por Azerbaiyán.

El diferendo se da en medio de una región estratégicamente importante en donde el territorio en disputa (de unos 11.500 km cuadrados) se ubica en la unión de dos continentes. Vemos así como los principales actores con intereses por resolver esta situación están bregando por evitar la escalada bélica que vuelva a crear más tragedias humanitarias y situaciones de injusticia geopolítica como es el apoderamiento de territorios mediante la conquista militar.

Por lo que respecta a quién fue el que comenzó con esta última crisis, las acusaciones son cruzadas y cada bando alega que fueron agredidos sin causa. Ahora bien ¿Y si están diciendo la verdad? Tal vez sea cierto que “alguien” haya creado este enfrentamiento con el viejo truco del golpe simultáneo. Algunas imágenes muestran como tanques azeríes eran impactados por algún misil guiado lanzado desde una posición no identificada ¿Fueron las tropas regulares armenias, o sus camaradas separatistas de la república de Artsaj? O incluso más ¿Fue alguna mano foránea interesada en trasladar la estrategia del “caos controlado” a las puertas de la frontera sur de Rusia o tal vez, con la intensión de recrearla en la región norteña de Irán; o quizás en ambas??

El actual contexto internacional con la sospechosa pandemia –de origen claramente artificial- declarada por una muy dudosa OMS, encontraría en un conflicto regional como este, una excusa perfecta para desviar las miradas de la opinión pública.

Pero regresando a la crisis puntual, el uso de Drones que no están clasificados al conocimiento público, pudieron haber sido los vectores utilizados para reiniciar este conflicto tras el cese al fuego de 2016. Solo bastaba una estruendosa provocación para que se diera una reacción en cadena que desatara los odios de la guerra de 1988-1994. Esto ya se ha visto en la ocupación de Iraq cuando un misil “Hell-fire” lanzado desde un “Predator” (MQ-9) a gran altitud, volaba una mezquita para hacerlo parecer un atentado con coche-bomba de la “insurgencia” o las infames decapitaciones de varios rehenes de otros países. O bien incluso, lo acometido sobre el puerto de Beirut apenas un mes atrás ¿Quiénes cuentan con esas tecnologías?

Con Rusia al norte, Irán al sur y Turquía al oeste advertimos un escenario complejo que puede llegar a crear fricciones inter étnicas que al mismo tiempo podría recrear un choque de civilizaciones que Samuel Huntington especulo alguna vez en su obra del mismo título ¿Y a quiénes conviene esta situación?

Si bien vimos como inmediatamente Vladimir Putin llamo a la moderación en ambas partes y a silenciar las armas, Ankara no fue nada discreto al respecto y tomo una posición mucho más audaz prestando apoyo directo a los azeríes. La constatación de tropas turcas en varias de las líneas del frente y el vuelo de aviones caza turcos sobre la zona en disputa es una de estas señales. Pero ahí no termina la injerencia turca. También se estarían desplegando grupos mercenarios (seudo-yihadistas) y otros de los denominados “rebeldes sirios” (entrenados por EEUU) quienes estarían siendo trasladados desde Siria y Libia.

El 28 de septiembre el mismo presidente turco Recept Tiyip Erdogan en un simposio sobre derecho marítimo no dudo en dar su apoyo público a las acciones de Azerbaiyán sin dejar de señalar la hipocresía de los gobiernos occidentales que además de criticar pretenden asombro ante la crisis.

Esto podría complicar las tratativas para volver a sentarse en una mesa de conversaciones entre las partes y al mismo tiempo, tensa las ya complicadas relaciones entre la Federación rusa y Turquía.

El recrudecimiento del conflicto era esperable, no solo por la intransigencia y la enemistad que existe en ambas partes sino también por el gasto militar que ambos han invertido durante las últimas dos décadas en la compra de armamentos y modernos equipos bélicos.  El caso de Azerbaiyán revela que desde hace una década hasta el presente ha invertido un 4% del PBI llegando a cuadruplicar su gasto para la compra de armamento. Ello ha redundado en la traba de relaciones comerciales muy satisfactorias con industrias armamentísticas como la rusa y la israelí, principales proveedores de equipamientos para el gobierno de Bakú.

En apariencias, Azerbaiyán mantiene una ventaja material cualitativa por sobre sus adversarios armenios y sus separatistas que ocupan territorios aseríes, pero ello no sería tan así. Según habían estado advirtiendo los servicios de inteligencia azeríes, Armenia estaba recibiendo cargamentos de armamento provenientes de Rusia (y muy discretamente de Israel) que estaban siendo triangulados por terceros estados como Turkmenistán, Kasajistán e incluso Irán. Si bien es muy posible que estos estados estén realizando sus propios negocios con  Ereván (capital de Armenia) no se hace creíble que abarque todo el paquete de necesidades. Y es que, si bien estos países cuentan con armamento en su mayor parte de origen ruso, no cuentan con algunas tecnologías que son propias y de manufactura exclusiva de Rusia.

Otro que se haya involucrado en estas relaciones comerciales es Israel que por medio de intermediarios, provee a ambas partes (y tal vez usando subterfugios) equipamiento y tecnología como los Drones para espionaje y ataque y sistemas de comunicaciones indetectables. Hay un particular interés estratégico para Tel Aviv en esta zona ya que, si logra conquistar aliados como serían los separatistas armenios, tendría una pequeña pero muy directa puerta para colarse en Irán.

Pese a que Azerbaiyán es un país mayoritariamente musulmán, a Tel Aviv ni mucho menos a sus empresas armamentísticas no les causa ningún pudor venderle armamento y brindarle asesoramiento para su uso. Tan lucrativa es la relación que Tel Aviv ha calificado a Azerbaiyán como “socios”. No hay que olvidar que para los negocios no existen límites. Esto sin dudas ha sido causa del enfado público de los armenios, pero las diferencias ya preexistían por la inexcusable negación de Israel a reconocer el genocidio armenio.

En lo que hace al armamento convencional, el arsenal armenio se basa en equipamiento de origen soviético y ruso tal como su rival Azerbaiyán. La participación israelí sin dudas va más allá de la provisión de armas convencionales como los morteros de 120.mm y municiones varias. Además de los equipos de vigilancia aérea con Drones “Elbit Hermes 450” y “900” (de la empresa israelí “Elbit Systems” que opera en Argentina) como los que provee a Chile, Tel Aviv opera encubiertamente en la zona estableciendo contactos y relaciones “extra oficiales” –tal como lo hizo con los kurdos iraquíes- con los separatistas armenios a quienes proverían la asistencia para que puedan obtener armas y explosivos.

La adquisición de estos equipamientos bélicos revela una serie de compromisos negociales que condicionan las sinceras expectativas de una paz real. Tantos de un lado como del otro se han celebrado jugosos contratos de adquisición y el asesoramiento para el uso de equipamientos sofisticados.

Sin dudas, hay una tragedia instigada en proceso y sus mentores esperan sus resultados. Ahora bien ¿Qué es lo que hará Naciones Unidas y organismos internacionales como la Corte Penal Internacional para pesquisar el real origen de estos hechos? 

domingo, 27 de septiembre de 2020

 

 

“WIKITRICKS

De dónde salieron las fuentes informativas de WikiLeaks, cuáles son sus propósitos y a quiénes sirve realmente ¿Ha sido manipulado Assange?

 

Por Charles H. Slim & Yossi Tevi

Existen muchos hechos e incluso largos procesos de la historia que han sido manipulados a gusto de los vencedores,  una consecuencia subsidiaria y hasta entendible por mucho tiempo de esa posición dominante. Pero, el avance de las tecnologías y la aparición del internet al alcance de los ciudadanos, proporciono una herramienta de intercambio de información que cambio radicalmente este esquema que había estado monopolizado por las empresas de medios y los gobiernos.

Desde entonces, los historiadores ya no narran la versión del vencedor con relatos intachables y hasta ridículamente sobrehumanos. Ello es imposible dado que esos mismos hechos que antes quedaban ocultos a la vista del profano e interpretados a discreción de “renombrados” autores, comenzaron a ser captados de forma cruda y en tiempo real por simples testigos anónimos sin importar donde se producía el evento. 

La aparición de los móviles con cámara y maquinas fotográfica con memorias digital, fueron el comienzo del fin para ese acostumbrado secretismo gubernamental.

El 2001 casualmente es sin dudas el punto de partida de esta nueva era ¿Casualidad? Tal vez esta pregunta lo descoloque, pero es central para entender por qué y cómo comenzaron las filtraciones informativas.

Al comienzo todo parecía obra de la torpeza de las administraciones estadounidenses  que no podían guardar bien sus informes clasificados ni mantener oculto muchos de sus secretos más delicados. En algunos casos trataron de acallarlos con viejos y cruentos métodos como fue el asesinato del inspector de armas para Naciones Unidas (UNSCOM y UNMOVIC) Dr. David Kelly quien expuso ante la opinión pública mundial la farsa de las supuestas armas químicas iraquíes que el Primer Ministro Blair, secundado a su colega estadounidense, vendió al público británico. Pero la muerte de Kelly desato más cuestionamientos sobre el gobierno por lo que algunos sospecharon sobre la intervención de una tercera mano con la intensión de crear esta controversia.

Así con muchos de los más execrables hechos que se irían produciendo a lo largo de una década oscura marcada por las intervenciones bélicas y crímenes brutales por una supuesta lucha contra el terrorismo, Washington y Londres caerían en el escándalo.

Quedo claro que ya no se podía engañar a la opinión pública y ello quedo reflejado con las variadas y certeras impugnaciones (que testigos e investigaores le han hecho) a la versión oficial de los hechos del 11/S[1]. Ante ello ¿Qué pasos podría llevar adelante un gobierno fuertemente cuestionado como el de George W. Bush? Lo que muchos previeron y ello fue la impulsión de programas secretos de intoxicación informativa no solo para crear confusión sino también, para manipular a la opinión pública y a la propia Casa Blanca en momentos clave.

A pesar de los cuestionamientos el gobierno federal pudo silenciarlos apelando a sus conspicuos aliados de la Corporación de medios que se encargaron de refrendar –entre otros engaños- las mentiras sobre las armas de destrucción masiva de Iraq. Pero aquellos irían aumentando a medida que EEUU se involucraba en guerras inútiles y falsas como sin dudas ha sido la llamada “guerra contra el terrorismo” (como fue descubierto y ventilado apenas se invadió Iraq en 2003); pero ¿Para quiénes servía está política intrusiva?

Desde el mismo día en que las torres Gemelas de New York cayeron y el Pentágono fue golpeado por un avión que nunca existió, las palabras “Israel”, “Netanyahu” y  “Mossad” resonaron entre muchos ciudadanos de a pie y de muchos miembros de la Comunidad de inteligencia. Incluso una temprana pista orientada a esos actores fue rápidamente ocultada de los grandes medios y sus involucrados  (los cinco jóvenes israelíes en New Jersey que festejaron la caída de las torres)[2] fueron expatriados inmediatamente.

Quienes estaban detrás de esto se dieron cuenta que las masas no eran tan ignorantes y manipulables como antes y habían sujetos listos entre aquellas que estaban haciendo peligrar el éxito de sus operaciones. Había que ocupar el lugar de estos potenciales conscientizadores y para ello crearon sus propias “fuentes de una verdad a medida” y a sus difusores. Ahí aparecerían los filtradores de embarazosos cables y reportes gubernamentales que en algunos casos dejaban en ridículo a la seguridad nacional estadounidense y muchos otros la indignación causando variadas reacciones en la percepción de la opinión pública (Como sucedió con las documentadas violaciones a los derechos humanos en Abu-Graib de 2004 y Guantánamo).

Así fue que para mediados del 2005 un desconocido personaje de origen australiano llamado Julian Assange le estaba dando forma a una plataforma cibernética desde la cual lanzaría información clasificada de todos los gobiernos (especialmente de EEUU –y nada sustancial de Israel-) que echaría luz sobre los asuntos más oscuros satisfaciendo la sed informativa de la gente.

Así en 2006 lanza el sitio “Wikileaks.org”, una supuesta cruzada por la transparencia informativa en línea que contrariamente, ayudaría a intoxicar aún más, el espectro informativo alternativo que estaba en danza.

El momento era particularmente agitado. Elecciones en EEUU, el desmanejo de la crisis por el huracán Katrina, el hastío y la impopularidad de la guerra en Iraq amenazaba sacar a Bush de la Casa Blanca (en ese contexto se deshicieron de Abu Muzab Al Zarqawi)[3]. En Israel tras el catastrófico fracaso militar de las FDI ante “Hesbolla”, la comprobación de ataques deliberados contra la población civil libanesa y la formación de la “Comisión Winograd”[4] significó la muerte política para Ehud Olmert y su gabinete. Sin dudas había que hacer algo para sacar de la escena informativa estos desaguizados.

Pero ¿De dónde salió toda esa maraña de cables diplomáticos y falsos informes que nutrirían las filtraciones de WikiLeaks?  Según algunos investigadores estadounidenses, la creación de este bulo estuvo en manos de la CIA y el Mossad israelí como parte de una táctica de contrainteligencia inversa que serviría al mismo tiempo, para marcar la agenda de política exterior de la Casa Blanca con Israel como el único beneficiado.

En una entrevista exclusiva realizada en 2010 por PBS al ex asesor de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinski quien más allá de las controversias y rechazos que despierta en muchos, al referirse a las “filtraciones” de WikiLeaks dejo entrever varias facetas que cuestionaban la veracidad de aquellas dejando al televidente preguntas en el aire tales como “¿Son filtraciones realmente, o hay un direccionamiento de una agencia?”, “¿A quiénes les beneficiaba estas filtraciones? Y ¿Por qué no decían nada relevante de Israel?

A pesar del cuidado que tuvo el entrevistador y los posteriores analistas de esa nota por no involucrar a Israel o a sus agentes en EEUU, todo hablaba de aquél. Aunque oficialmente Tel Aviv recurrentemente ha negado intervenir en los asuntos de Washington, los hechos hasta no hace mucho han dicho lo contrario[5].

Allí dejo claro que mucha de la información que WikiLeaks “filtraba” era pura basura intrascendente (chismes sobre los mandatarios) y que tenía muy bien marcado un sesgo contra la administración norteamericana.  Entre los libretistas de estos falsos informes con direccionamientos preferenciales contra los árabes y musulmanes (recordando el caso de las “armas de destrucción masiva de Iraq”) estaban miembros de AIPAC[6], una organización que se vió  implicada en actividades de espionaje interno y que gracias a Barack Obama fueron salvados del procesamiento de la justicia Federal ¿Por qué?

En 2016 WikiLeaks publica una serie de correos electrónicos de la entonces candidata presidencial Hillary Clinton que sin dudas, ayudo a enterrar sus esperanzas y la de su entorno (que culminó con la detensión de Anthony Weiner)[7].

Obviamente Trump fue beneficiado por esto –no precisamente por Rusia-, pero ¿Quiénes estuvieron detrás?

Quienes proporcionaron los cables y esos falsos informes, no solo estaban tratando de engañar al público sino también, desviar la vista de asuntos muy sucios que estaban molestando a Netanyahu en particular y manchando a Israel con su política expansionista de asentamientos ilegales y las continuas violaciones a los derechos humanos de los palestinos volcados en el “Informe Goldstone”[8]. Algunos entonces, torciendo las narices se preguntaron ¿Por qué no había una sola página de ese escandaloso documento en WikiLeaks?

La invasión y ocupación de Iraq fue otra pulseada por manipular la realidad de lo que ocurría para presentar una que satisfaciera a la opinión pública occidental. Las filtraciones de WikiLeaks sobre esta situación también fueron muy polémicas. Aquí también publicaba cables y supuestos informes de inteligencia militar estadounidense en los cuales se afirmaba que “los insurgentes estaban usando agentes químicos en sus ataques”, lo que tangencialmente ratificaba la versión de que “Saddam tenía armas químicas” tratando de mostrar que Bush no había mentido, muy extraño ¿No lo cree usted?

También esos “reportes”, hacían incapie que la base de la resistencia se apoyaba en “Al Qaeda”, una falsedad que los mismos iraquíes han desmentido constantemente.

Pero a la par de esto, los mismos iraquíes se habían preparado para resistir la ocupación mucho antes de que se produjera la invasión en marzo de 2003. El partido B´aath sabía que no solo armas y hombres se requerían para la tarea sino también, poseer una o varias plataformas informativas que mantuvieran un flujo informativo de ser posbile en tiempo real que mostrara lo que los invasores estaban haciendo. Por algún tiempo lo lograron hasta que la inteligencia ocupante desbarato los principales sitios de difusión por internet.

Cuando los estadounidenses y sus colegas británicos se instalaron en Bagdad, se deshicieron de los periodistas y cerraron las cadenas oficiales iraquíes colocando una (Al Hurra)[9] que informaría un relato acorde a “los beneficios de la liberación”. Pero los hechos en el terreno superaban ese relato y para 2009 los rumores de una retirada de tropas crecía en los pasillos del Pentágono y eso no era bueno para Tel Aviv. Había que inflar la ira de los iraquíes y movilizarlos a recrudecer sus ataques contra la ocupación y de ese modo forzar a Washington a permanecer con especial interés sobre Irán. En ese contexto “Wikileaks” ventilaba en 2010 la masacre de Bagdad ejecutada en julio de 2007 por un helicóptero de combate. La indignación repunto y la violencia también forzando a Obama a retrasar la salida de las tropas.

Al parecer los expertos de la NSA y sus colegas de la CIA y los batallones de inteligencia militar no estaban muy convencidos de las capacidades iraquíes en este aspecto pero, si parece ser cierto que “alguien” potenció sus esfuerzos a niveles que posibilitaron que por años la red informativa de la resistencia pudiera difundir gráficos informes de como iba la guerra y sus consecuencias para los invasores. Curiosamente esto se cortaría en 2006 acusando las sospechas de que se estaban intoxicando los reportes de la resistencia. En este sentido, WikiLeaks nunca “filtro” reportes de la resistencia iraquí que vale recordarlo, eran graficos y muy directos en sus contenidos.

A la vista de esto y más allá del circo de la aparatosa detención en la embajada de Ecuador en Londres, podría ser muy evidente que Julian Assange fuera un impostor y sus filtraciones una estafa. La versión que corre por los pasillos de la Casa Blanca de que podría ser indultado por Donald Trump corroboraría esto.Aunque también es muy posible, que halla sido manipulado en su buena fe por alguna de estas agencias o ambas a la vez.



[1] Producido por la Comisión Nacional obre los Ataque Terroristas conducida por la administración federal. Una de las principales impugnaciones surgen de la imposibilidad física de que los impactos hubieran podido derribar ambas torres y el inexplicable colapso de la Torre 7.

[2] Cinco jóvenes de origen israelí que festejaban el evento, fueron detenidos por la policía hallándose en el lugar con un camión de “Urban Moving” y tras intervenir el FBI, se requisaron las oficinas de esta empresa (pantalla) en New Jersey incautándose cajas con documentos y las CPU. El dueño de la empresa se desvaneció y los detenidos fueron expatriados con premura.

[3] Presentado en los medios anglosajones como líder de “Al Qaeda-Iraq” fue un agente utilizado por la CIA para justificar nexos con Iraq. Fue eliminado en junio de 2006 dando un golpe de efecto positivo a la imagen de gestión de Bush.

[4] Esta se formo el 11 de septiembre de 2006 y llevó el nombre del juez Eliyahu Winograd que investigo y determino las responsabilidades políticas del gobierno de Olmert en ésta guerra pero no toco para nada las atrocidades cometidas sobre la población civil libanesa. Sobre esto último AMNESTY.org se expreso en 2008: https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/la-comision-winograd-hace-caso-omiso-de-los-crimenes-de-guerra-israelies/

[5] POLITICO.com. “Israel accused of planting mysterious spy devices near the White House”, Published in 09/12/2019, https://www.politico.com/story/2019/09/12/israel-white-house-spying-devices-1491351

[6] La Asociación estadounidense del influyente lobbie pro-israeli (http://irmep.org/ila/economy/)estuvo involucrada en actividades que tras filtrar información clasificada violaron la Seguridad Nacional; https://www.prnewswire.com/news-releases/new-fbi-files-alleging-aipac-theft-of-government-property-and-israeli-espionage-released-87230727.html 

[7]VANITYFAIR.COM. “ANTHONY WEINER, THE LAST OF THE CLINTON SCANDAL MINI-MES, IS GOING TO PRISON”, https://www.vanityfair.com/news/2017/09/anthony-weiner-the-last-of-the-clinton-scandal-mini-mes-is-going-to-prison

[8] Se trata de un documento elaborado por el jurista sudafricano Richard J. Goldstone que da cuenta de las aberraciones humanitarias comprobadas contra la población civil en la Franja de Gaza tras la indiscriminada campaña militar israelí de 2009. https://oldwebsite.palestine-studies.org/sites/default/files/jps-articles/jps.2010.XXXIX_.2.60.pdf

[9] La cadena AL HURRA es un medio que fue impuesto por los norteamericanos tras la invasión de 2003 que depende de la Agencia de Medios Globales de EEUU.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

 

“PINTANDOLO DE NEGRO”

Cómo la oposición busca minar las ambiciones de Donald Trump a una posible reelección

 

Por Dany Smith

Las elecciones presidenciales en EEUU están próximas y allí se respira un aire pesado y tóxico que plantea una situación poco esperanzadora para los destinos de la nación y tal vez, para la paz del mundo.

A este descontento generalizado por una crisis económica y social en ascenso se agrega la existencia de una pandemia que según algunos, podría llegar a ser usada por Trump para suspender las elecciones. Con ello, los opositores de la elite política suman un argumento más contra el detestable “outsider”.

Pero las disidencias y la oposición contra el presidente han permeado filas adentro de su gestión. Trump es consciente de esto y no ha dudado en señalar que existe una conspiración en su contra. Como era de esperar, ello fue motivo de burlas y comentarios ligeros pero, no se halla errado.  Hay en los estamentos norteamericanos una gran fractura que atraviesa todas las Secretarías del estado, Agencias federales y de las Fuerzas Armadas. El motivo de esa fractura pasa por la corrosiva personalidad del presidente Trump quien ya desde antes de ingresar a la Casa Blanca fue motivo de una intensa y agresiva campaña de desprestigio especialmente dirigida por el Clan Clinton.

Las motivaciones no solo son ideológicas (por considerarle un “populista de derechas”) o de un evidente prejuicio por su origen por no formar parte de la constelación política que hace a la elite en Washington. Trump al no ser parte del circulo de la familia política (demócratas y republicanos) además de no pertenecer a ésta casta tan exclusiva, no estaba empapado de los acuerdos tácitos, los negocios y los manejos que esos sectores desde hace décadas han pactado no tocar.

Trump fue visto desde el principio como un “indigno” para llegar a donde solo tienen sitio, solamente aquellos con apellido y pedrigri político que por generaciones han tejido sus fortunas a la sombra de los negocios electorales a costa de los impuestos de sus ciudadanos y prosupuesto, de las aventuras exteriores que beneficiaron a varias trasnacionales entre las cuales se hallan varios ex funcionarios gubernamentales. En éste contexto imagínense lo que debieron pensar y exclamar los puritanos de la política norteamericana al ver consagrado como presidente a semejante personaje que ha hecho de su vida personal, un escándalo televisado.

Mucha agua ha pasado bajo el puente y la gestión de Trump ha desatado mucha controversia. No se puede negar que malo o bueno, el presidente ha despertado las pasiones en una población que había estado por décadas hundida en la desconfianza y la falta de interés por los temas políticos de su país. Están quienes siguen apoyando sus políticas proteccionistas que en apariencias persigue reencauzar a los EEUU por el camino de una nación más dentro del concierto internacional. Por otra parte, están aquellos (demócratas y republicanos) quienes completamente desairados y hasta furiosos por estas políticas, han visto como el presidente ha dejado de lado los objetivos estratégicos de continuar con el proyecto imperialista de un EEUU gobernante del mundo.

Entre estos últimos están ciertos sectores de la Defensa y de las Fuerzas Armadas quienes apoyándose en encuestas[1] acusan la caída de la imagen de los EEUU en todo el mundo, a la pésima gestión del presidente Trump a quien se le achaca la caída en la confianza de los habitantes de otros países en el liderazgo norteamericano.

Ciertamente, esto pareciera una broma. Y sino bastaría con ir a Iraq, Siria, Libia o Afganistán y preguntarle a los miles de huérfanos y familiares de víctimas que han muerto o desaparecido por los bombardeos, las invasiones y las deleznables prácticas de torturas ejecutadas por sus colaboracionistas locales ¿Qué te parece los EEUU?

Pero no nos engañemos. Hay una parte importante del electorado norteamericano que es partidario de que su país se meta en los asuntos de otros países (sin importar los medios y sus consecuencias), mucho más cuando ello servirá para llenarse los bolsillos y financiar su estilo de vida ¿O de dónde cree que proviene la opulencia financiera de éste país?

Igualmente, aquellos sectores se empecinan en poner un velo a ese pasado horrendo focalizándolo engañosamente sobre Trump fomentando con ello y justificando de algún modo la posibilidad de que sectores de la inteligencia y las Fuerzas Armadas puedan llevar adelante una insurrección armada para sacarlo de la Casa Blanca[2].  

Pero los argumentos que presentan estos sectores, son falaces y como lo hemos dicho anteriormente, tratan de convertir al “outsider” Trump en el chivo expiatorio de todas las calamidades que el país ha causado alrededor del globo en las últimas tres décadas, lo que representa una injusticia ¿No lo cree así?

Incluso han llegado a expresar que “el mundo tiene más confianza en Vladimir Putin y Xi Jinping” como una manera de irritar aún más a los sectores que detestan con todo su corazón a estos lideres. En este sentido los "Think tanks" conservadores que sustentan estas posiciones, alegan que entre las amenazas que EEUU debe afrontar está “el ascenso de China”.

Resulta risible ver como éstos sectores anti Trump y el Conglomerado de medios (que contemplan a sus subordinados en Latinoamerica), hacen un esfuerzo denodado por borrar todas las catastróficas decisiones de los antecesores de la Casa Blanca para tirárselas por la cabeza a quien podría llegar a renovar su periodo en noviembre próximo. Queda claro que el intento representa una medida desesperada por tratar de deshacerse de Trump.

Pero las alternativas que la oposición ha puesto sobre la mesa, no parecen ser las mejores para hacer cambiar a los electores. Como ya ha quedado claro, Hillary Clinton (una de las rusofobas más reconocidas) no cuenta con las mejores expectativas dentro del circulo de los demócratas (especialmente el Comité Nacional Democrata) y el único candidato potable para poder enfrentar a Trump y a los republicanos es Joe Biden, algo que para muchos es reconocer una victoria segura del actual mandatario.



[1]Encuesta realizada por los analistas y expertos del Consejo de Asuntos Globales de Chicago: https://www.thechicagocouncil.org/sites/default/files/report_2020ccs_americadivided.pdf

[2] Surge de los datos recopilados y expuestos en un artículo de Terry Meyssan: https://www.voltairenet.org/IMG/pdf/Do_We_Risk_A_Military_Coup_08_27_20.pdf

sábado, 19 de septiembre de 2020

 “EL FALSO PROCESO”

Cuando una extorsión trata de hacerse pasar por un plan de paz

 

Por Charles H. Slim

Desde que un grupo de judíos europeos congregados alrededor del sionismo decidió apoderarse de los territorios de Palestina, la oscuridad se cernió sobre aquella región. Para ello pusieron a rodar sus silentes y cruentas operaciones contra el Protectorado británico que allí se había instalado en 1920 y sus habitantes árabes, iniciando así una tragedia para quienes durante milenios vivieron sin disturbios ni conflictos entre comunidades. La empresa de instalar un estado sobre los territorios árabes imbuido de aquel nacionalismo judío ideado por  el periodista austro-hungaro Theodor Herzl, fue el comienzo de una injusticia histórica que aún queda por resolver.

Aquel proceso que se consolidó a la fuerza en mayo de 1948 costo mucha sangre y lo peor de todo es que ello nunca termino. Los sionistas creyeron que podían hacerle sufrir a los palestinos por las impiedades que los judíos europeos habían sufrido a manos de las políticas de limpieza étnica nazi y por la persecución que aún mantenía el “camarada” Stalin en la URSS. A nadie le interesarían esos “negros del desierto” que los británicos no pudieron domesticar. Esa era la lógica en el pensamiento de los grupos sionistas compuestos en general por judíos polacos y alemanes, quienes con sus procederes –como fue la desaparición de miles de bebes judíos de origen yemení- demostraron ser tan racistas y despiadados como sus otroras perseguidores.

Para ello hubo un apoyo material y financiero inestimable de Gran Bretaña, EEUU y de algunos países de Europa del este (que proporcionaron armas y municiones a granel) que posibilito la imposición de un estado artificial.

Antes de 1948 las organizaciones sionistas hicieron todo lo que estuvo a su alcance para ganar terrenos árabes. Desde comienzos del siglo XX las compras de terrenos usando artificios financiados por la Fundación “Schumann-Rothschild” hasta el uso del terrorismo para deshacerse de los palestinos y de funcionarios británicos que se oponían a esas intensiones, fueron los prolegómenos  de todo esto. En esos momentos aún no se había producido la tragedia de los Campos de exterminio, entonces ¿Cuál era la excusa blandida para ese proceder? Simplemente, la de cualquiera de los grupos nacionalistas que por cualquier medio y sin el menor escrúpulo, se apoderaría de un territorio ajeno. Fue así que la paz se hizo imposible y solo hablaron las armas.

El año para concretar este plan no fue casual. Tras el fin de la gran guerra mundial, los vencedores occidentales, EEUU y sus aliados europeos necesitaban tomar el control de una región estratégica que podía caer en manos de la Unión Soviética y la instauración de un estado occidentalizado sería sin dudas un movimiento audaz.

Hoy las cosas están muy claras y la opinión pública cuenta –pese a los esfuerzos por borrarla- con la información con la cual contrastar la cruda realidad sobre el terreno y ella es, la de un estado expansionista y colonialista.  Los mitos y la propaganda mediática que sustentaron esta arbitrariedad histórica se han caído y puede verse la torva faz de un invasor inclemente que al día de hoy sigue apoderándose de territorios para –fabulosos negocios inmobiliarios entre israelíes y empresas estadounidenses- construir asentamientos para colonos judíos importados desde varios países.

Sin dudas que la existencia y supervivencia del estado de Israel a la sombra de las atrocidades que se han cometido y que aún se cometen en sitios como la Franja de Gaza, solo se debe a un solo factor y ese es “el apoyo de EEUU” que ha llegado a límites impensables. Sin el, la viabilidad de aquel estado hubiera sido imposible de prever.

Pero a pesar de esa lealtad política (que muchos confunden con religiosidad), Tel Aviv ha mordido la mano de su benefactor en más de una oportunidad y quienes terminaron pagando esa perfidia fueron los mismos norteamericanos (Ataque artero al “USS Liberty”, espionaje y robo de tecnología y las guerras afrontadas para salvaguardar a Israel entre otras cuestiones oscuras).

Desde que Donald Trump entro en 2017 a la Casa Blanca, ha tratado de congraciarse con Tel Aviv a cualquier costo, incluso a costa de ladear su promesa de America first en las que trata de enfocar las políticas y los recursos en los asuntos propiamente estadounidenses. Reiteradamente hemos escuchado a Trump hablar de que los hombres y mujeres de las Fuerzas armadas deben volver a casa en una clara oposición a las aventuras intervencionistas que han sido impulsadas por sus predecesores neoconservadores que conforman los sectores del proyecto imperial. En éste último sentido, el tan hablado retiro de tropas en el Medio Oriente tiene la excepción de no hacerlo de sitios estratégicos y de puntual interés para Israel. Siria es el epicentro de este interés y por ello es que aún tropas especiales y asesores de inteligencia (que trabajan con Jihadistas y kurdos) siguen operando en el norte sirio y en una base de adiestramiento para estos grupos armados en “Al Tanf” a sureste de Siria.

Como podrá advertirse sobre este ultimo punto, Trump en cierto grado continua con la táctica política de justificar despliegues militares mediante el argumento de la “lucha contra el terrorismo”, apoyando de manera más limitada a los grupos proxies que nacieron al amparo de la administración Obama (entre ellos ISIS) fomentando –con la colaboración de Israel y de las monarquías árabes- el caos dentro países como Siria, Iraq y Afganistán.

Pero el objetivo central y estratégico que tanto Tel Aviv como Washington persiguen es tratar de aislar a a la república Islámica de Irán y restar su influencia en la región (especialmente en Yemen e Iraq), punto de vista que es compartido por las opulentas monarquías del Golfo Pérsico –salvo Qatar- que demuestran con su apoyo a este tipo de políticas, una completa desconexión con el sentir popular de sus pueblos.

Por otra parte, la ilegitima e ilegal concesión hecha por Trump a Netanyahu de reconocer a Jerusalen como capital del estado judío fue sin dudas la primera señal de un compromiso sectario que incluso ha perjudicado a los cristianos y sus santuarios en esa ciudad milenaria. Más allá de que Washington presionó a todos los países hemisféricos (incluido Argentina) para reconocer esta situación de facto, ciertamente no ha logrado el alineamiento esperado. Aunque algunos gobiernos hayan cedido a estas presiones e incluso otros hayan mostrado ciertas dudas en asentir, sus pueblos en gran parte no comparten la decisión y se han manifestado en referencia a ello.

Menos aún ha obtenido consenso el llamado “Acuerdo del siglo” que pretendía sin más rodeos estafar a los palestinos con un nuevo ardid (con un suculento incentivo de 500.000 millones dólares en cuotas) elaborado por los partidarios de Netanyahu y los cerebros sionistas de los Lobbies estadounidenses como AIPAC y que sería presentado como un acuerdo de paz final y sin precedentes auspiciado por la Casa Blanca e intermediado por el yerno de Donald Trump, Jared Kushner. 

Si la Autoridad Nacional Palestina aceptaba esta verdadera trampa, todas las reivindicaciones por los territorios usurpados, las muertes y los daños ocasionados por Israel a lo largo de su instauración debían ser abandonados. La euforia de los sionistas era tal que el mismo Benjamin Netanyahu emocionado, exclamo en un momento “Es un gran plan para Israel. Israel nunca ha tenido un amigo mejor en la Casa Blanca”. Para los palestinos era francamente inaceptable. Tan inequitativo y abusivo era la propuesta que a la vista de la comunidad internacional –y en particular la árabe islámica- resultó imposible de concebir y mucho menos de tolerar.

Es en este contexto que el anuncio conocido en esta última semana de que Emiratos Árabes Unidos y Bahrein normalizaban las relaciones con Israel –con intrincados intereses financieros y de seguridad- solo es otro eslabón en la cadena de infortunios y estafas para los intereses palestinos. Tampoco representa una novedad dado que estos regímenes árabes durante la última década han estado colaborando secretamente con Israel proveyéndoles entre otras (sucias) cuestiones, inteligencia contra sus hermanos iraquíes, sirios y por supuesto los “apostatas” chiitas iraníes.

Como señalan varios analistas árabes y palestinos como el politólogo y académico de la Universidad de Cizjordania Ghasab Khatib, los “emiraties estaban muy contentos con la política de Trump sobre Irán y descontentos con la de Obama. Así que harán cualquier cosa para contribuir a la reelección de Trump”. Con ello se evidencia un cálculo político -con trasfondos financieros y comerciales- de las monarquías que pretenden apoyar a Trump en sus intensiones de permanecer en la Casa Blanca, aún sacrificando la causa palestina.

Para coronar todo esto, la posible candidatura de Donald Trump para recibir el premio Nobel de la Paz vuelve a poner en evidencia la frivolidad y hasta tendencialidad que se esconden detrás de estas nominaciones. 

Sin dudas, Tel Aviv pretende reforzar y ampliar sus apropiaciones ilegales  enterrando al mismo tiempo las reivindicaciones políticas de la población palestina.  Al mismo tiempo Netanyahu busca salvar su situación personal y la de su familia signada por la corrupción financiera que podría llevarlo a la cárcel. Pero también trata de cerrar las investigaciones de la Corte Penal Internacional (CPI) por los crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos por funcionarios israelíes. Más allá de las divisiones internas dentro de la comunidad política palestina (que es explotada por Israel), nadie aplaude este presumido plan de paz ya que la única paz que los israelíes persiguen es la paz de los cementerios.

Por otro lado, esto está tratando de ser mostrado como una victoria diplomática de Donald Trump y una oportunidad para la paz defintiva, aunque ello no ha detenido las brutales agresiones y los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, una zona que se halla sitiada desde hace años sin que Naciones Unidas halla hecho algo por condenar y castigar de forma efectiva (Cfr. el Capitulo VII de la Carta de Naciones Unidas) la brutalidad israelí.