martes, 22 de diciembre de 2020

 

 

“UNA VACUNA CONTRA LA ESTUPIDEZ”

Hay otro virus que desde hace décadas infecta a la clase gobernante y a los políticos de la oposición argentina que requiere de una pronta cura ¿Es curable la estupidez?

Por Pepe Beru

La aparición de la pandemia del COVID-19 dejo entrever varias situaciones bochornosas que la opinión pública de cada país desconocía de sus gobiernos o poco interés tenía en conocer. En el caso de Argentina estas circunstancias han puesto en evidencia una situación estructural catastrófica caracterizada por la improvisación, la impericia y la corrupción.

Desde que Vladimir Putin anunció publicamente la obtención de la vacuna “SPUTNIK V” se produjo un tembladeral en los intereses farmacéuticos de occidente y por supuesto, en los gobiernos anglosajones. Sin dudas se trató de una sorpresa muy difícil de digerir y –como era de esperar- no tardaron en salir al cruce los anglófilos locales y su los autoprocalamdos “republicanos populares” para lanzar especulaciones y sospechas con notorios tintes geopolíticos. 

A partir de allí los laboratorios británicos, estadounidenses y alemanes (parte de grandes multinacionales farmaceúticas) más influeyentes han estado en una carrera contra reloj para tratar de boicotear el logro ruso y ganar al mismo tiempo, los mercados para –según el slogan de los medios-  “salvar al mundo” del Coronavirus. Péro ¿Qué sucedía en Argentina?

Es difícil responder a esa pregunta, si consideramos que podemos entender por Argentina. Y es que, su gobierno (y en particular la persona del presidente Alberto Fernández) da de forma constante muestras de una contradicción existencial que no soporta contrastaciones con la realidad. Sus discursos van desde el cinismo hasta el relato fantástico que no hacen más que suscitar más incredulidad entre los gobiernos de otros países y la desazón entre la población. Calificarlo como peronista o socialdemócrata importa poco ya que, quedó claro que cambia de camiseta conforme la ocasión.

Si bien Macri y su gobierno destruyeron económicamente al país, las gestiones de su predecesora (de la actual vice Cristina Fernández) dejaron mucho que desear. Y desde que el actual presidente tomo el mando, no ha cumplido una sola de sus promesas electorales ya que (está a la vista) no ha puesto dinero en el bolsillo de los argentinos, no ha bajado los impuestos (por el contrario van en aumento y la creación de otros nuevos que asoman en el horizonte) y –en nombre de una solidaridad inexistente- le ha sacado la movilidad a las jubilaciones sin hacer mención de las contrariedades internas con CFK que en las últimas horas se han hecho publicas.

Ciertamente la pandemia hundió aun más al país y hoy por hoy la situación socio-económica y financiera es de total incertidumbre, pero ello no excusa todo lo anterior. No hay un solo “experto” en economía o en las ciencias sociales que logre adivinar hacia donde va éste país en los próximos tres meses.

La circulación del Coronavirus ha complicado aún más esta situación y ello a la vez, ha sido usado por el gobierno  como una excusa para saltar las responsabilidades propias de la clase política que desde hace décadas se aferra como la lapa al estado con la sola finalidad de obtener beneficios propios.

Y es en este contexto de confusión y caos que salen a la luz las consecuencias de esos procederes.

Cuando Vladimir Putin anunció la obtención de una vacuna, éste gobierno que se jacta de “popular” y “nacional”, hizo como si no sucediera nada, demostrando que no quería agitar el avispero de los intereses corporativos internos que se coligan con las embajadas de Gran Bretaña y EEUU. Esto no es un secreto y la demostración de esta obsecuencia irreverente ha quedado más que testimoniada con el estado de postración en la que se halla el estado argentino. Caracas ya lo dejó en claro cuando Diosdado Cabello, para ser diplomático, tildo de “tibio” al mandatario argentino quien no acuso recibo. Pero cuando Fernández y Cia advirtieron que podían explotar políticamente el acceso a una vacuna que ya se estaba administrando, “los populares y nacionales” no dudaron en declarar su confianza ciega al producto ruso iniciando las gestiones para la provisión de las dosis necesarias para la población argentina.

A pesar de las improvisaciones (por el desconocimiento del idioma y de tratativas en asuntos semejantes) y las sonrisas para las fotos institucionales de los diplomáticos, en el terreno de la realidad la situación de disponibilidad material que separa a la Argentina de Rusia es abismal. Tanto, que incluso se ve difícil que sean los argentinos quienes puedan ir a buscar lo que han comprado.

Aquí es donde comienza a vislumbrarse una vez más, un estado calamitoso de cosas que deja en evidencia hasta donde (entre ellos Alberto Fernández) destruyeron la infraestructura del estado nación. Durante décadas, estos mismos políticos que en otros momentos, especialmente en la era Menem, supieron venderlo todo a empresas privadas extranjeras y entregaron proyectos estratégicos a EEUU (Proyecto Misil Cóndor 2) en pos de una supuesta mejora en la calidad de los servicios y la industria, hoy claman por la estatización y el regreso a un desarrollismo ilusorio.

Entre los sectores estratégicos destruidos por estas políticas erráticas y negligentes están la defensa en general y las Fuerzas Armadas en particular. Más allá del direccionamiento deliberado y externo que tuvo esta degradación (Condicionada por  Londres con los Acuerdos de Madrid), hubo una cuota de infantilidad y amateurismo de los políticos argentinos que no puede perdonarse. Con ello la clase política ha demostrado que carece de visión y coraje para mancharse las manos con empresas a largo plazo demostrando que llegan a sus puestos para mejorarse sus propias existencias y la de sus cercanos a costa de los erarios públicos.

¿Cómo puede haber dinero para invertir en aviones, en el desarrollo aeroespacial o en equipamiento de una Armada a nivel de las demandas actuales, si el dinero se va a negociados y emprendimientos familiares de muchos de estos políticos? Son muchos los casos que revelan esta situación y uno de sus síntomas es la ausencia de material a la altura de las necesidades. Esta degradación en la operatividad ha llegado a tal punto que sus cuadros logísticos son casi inexistentes.

En ningún momento los funcionarios pasatistas han tomado en serio el tema demostrando que no entienden o no les ha interesado entender que la seguridad integral de una nación no pasa por ideologías partidarias. Pero así están las cosas en éste país y hoy por hoy sus habitantes se hallan a merced de esas consecuencias.

Esto viene a cuento de la actual necesidad de contar con una logística moderna y adaptada a las necesidades de contingencias como la que actualmente afecta a todo el mundo. Por estos días se discute cómo hará el gobierno argentino para trasladar el cargamento de vacunas que habría adquirido de la Federación rusa dado que Moscú condiciona su entrega a que sean los argentinos quienes la busquen. Pero aquí es donde se refleja la imperdonable carencia de aviones de transporte logístico adaptados para las presentes necesidades. La Fuerza Aérea es una de las armas que más ha sufrido de estas inconsecuencias políticas y la falta de planeamiento estratégico. 

Según se ha sabido, el transporte de estas vacunas requiere de condiciones especiales para su mantenimiento durante el viaje y su posterior traslado terrestre. A diferencia de los productos británicos y norteamericanos de Pfizer y BioNTech que requieren de una conservación de “ultrafrío” de -70 C°, el producto ruso se halla más asequible a las condiciones de infraestructura técnica de la Argentina. De ese modo, la Sputnik V solo requerie de mantener a la vacuna en un ambiente a una temperatura de -8 grados C°, mucho más razonable a las versiones anglosajonas.  Está en veremos si podrán adaptar con equipo de refrigeración uno de sus aviones comerciales “Boing-737-800”.

Igualmente, ello parece haber complicado a las promesas del presidente Fernández de comenzar la vacunación masiva para finales del mes de diciembre ¿Las razones? No contar con la capacidad logística para la simple tarea de ir a buscar el cargamento a Moscú. Pareciera un sinsentido o incluso una broma, pero esto ya lo vimos con la visita a comienzos del 2016 de Obama cuando el avión presidencial “Force One” debió bajar la cota de vuelo y reducir la velocidad al minimo para que los aviones a hélice “Pucará” pudieran escoltarlo poniendo (además del ridículo al gobierno argentino) en serio riesgo a la seguridad del mandatario estadounidense ante un hipotético pero muy factible ataque desde tierra con un simple misil portátil guiado “MANPAD”.

A pesar de aquel lamentable precedente que era la consecuencia del sistemático  desmantelamiento llevado a cabo durante la gestión de los Kirchner, la administración de Macri no hizo nada por mejorar el área, incluso como vimos, trato de encubrir estas falencias materiales con consecuencias fatales como sucedió con el hundimiento del submarino “ARA San Juan”.  En conclusión, tanto a la izquierda como a la derecha de la clase política, la ineptitud y la estupidez campean por igual, algo de lo cual ya lo están resintiendo sus votantes.

Hoy los mismos que ayudaron a desmantelar los brazos armados del país, tratan de explicar lo inexplicable demostrando la incapacidad o más bien, su cinismo que a su vez tapa la incompetencia funcional para estar a la altura de las circunstancias y resolver problemas tan básicos como es el disponer de transporte aéreo. En este sentido, el responsable de la defensa Agustín Rossi quien en el pasado hizo mucho por esta degradación, hoy demuestra su ineficacia en dar soluciones de fondo que puedan enmendar tantas fallas y carencias estructurales que curiosamente él mismo junto a sus partidarios, llevaron adelante durante la primera década del 2000.

Resultado de aquello, el desguace de escuadrillas enteras, el abandono de bases estratégicas (como el desmontaje del radar de Río Gallegos) y la inmovilidad de sus aviones de transporte militar con posibilidad real de acometer una misión como la que por estas horas requiere el país. Ante esta realidad no hay más que silencio y excusas que no sirven ciertamente para resolver problemas que deben ser atendidos de forma urgente.  

viernes, 18 de diciembre de 2020

 

 

“HACIA UNA GEOPOLITICA JUDICIAL”

Cómo vencer la sordera y la arbitrariedda judicial internacional ante los crímenes de lesa humanidad ejecutados por las potencias occidentales y sus aliados

 

Por Charles H. Slim

Historias de horror como las del joven iraquí Ahmed Ibrahim P. se han vuelto demasiado comunes para el interés de los medios occidentales y hace ya mucho que no les interesa difundirlas. Fue allá por 2005 cuando apenas tenía doce años y vivía en la localidad de Baquba al noreste de Bagdad,  aviones estadounidenses bombardearon su casa matando a toda su familia sin que hasta el día de hoy nadie respondiera por ello. Casos similares se multiplicaron por miles antes de la invasión y durante la estancia de los invasores anglosajones. Y es que ni el gobierno colocado por la ocupación permitió criticar las acciones de los estadounidenses y mucho menos permitieron a las víctimas el acceso a una administración de justicia minimamente imparcial dado que, la misma no existía y podemos asegurar que al día de hoy aún no existe.

Lo mismo lo hemos visto en Afganistán donde los casos de matanzas por ataques aéreos de la OTAN y Drones de la CIA han pasado a la mera anécdota de la historia y las estadísticas sin interesarle a la administración colocada y controlada por la Alianza Atlántica darle respuestas a sus habitantes y en particular a las víctimas de aquellas acciones criminales. Ante esto ¿Quién puede juzgar las responsabilidades de los ocupantes?

Pakistán es otro ejemplo de estas arbitrariedades criminales, donde los Drones de la CIA (con la cooperación de otras agencias y gobiernos europeos)  han solido incursionar sobre aldeas perdidas en zonas inhóspitas del país causando masacres inexplicables entre los pobladores que solo han sido puestas en las páginas de los medios occidentales cuando no han podido ocultarlas al público.  

Lo mismo en Yemen, donde los Drones de la CIA y de sus aliados sauditas han causado masacres de características similares sin que las organizaciones como Naciones Unidas hayan puesto un límite objetivo a estas agresiones. La gran pregunta que sigue sin responderse es ¿Qué instancia judicial sería competente para investigar y procesar estos crímenes de lesa humanidad? Esta claro que la respuesta es muy difícil de contestar y el motivo para ello esta dado por las implicancias políticas que ella conllevaría. Tanto el Tribunal Internacional de Justicia (La Haya) como la Corte Penal Internacional se hayan de algún modo sujetos a los hilos políticos y financieros de EEUU y de la UE dejando evidente, que poca imparcialidad puede esperarse al momento de tramitar casos tan gravosos que involucran a sus gobiernos.

Este dilema ya se venía planteando con la situación de ocupación en Palestina en la cual, los palestinos son sometidos por parte de los israelíes (militares, policía y colonos) a todo tipo de abusos y arbitrariedades que Tel Aviv trata de maquillar ante la comunidad internacional con procesos judiciales fraudulentos y ciertamente ilegítimos sustanciados en tribunales militares israelíes de ocupación ¿Acaso estos son los jueces naturales de los palestinos?, ¿Qué tipo de validez pueden tener este tipo de organismos extraños a la idiosincrasia  no árabes ni islámicos- donde el juez es parte y verdugo? 

Tenemos dos elementos en común en todos estos crímenes y ellos son los autores y el origen de las víctimas. En el caso de los últimos mayoritariamente son musulmanes ¿Casualidad? Nosotros creemos que para nada.

Estos crímenes han sido sistemáticamente ocultados bajo el tapete de los medios masivos occidentales y en algunos casos, cuando no han podido eludirlos, los han justificado anteponiendo de forma artificiosa y deliberada  argumentos tales como el “daño colateral”, “la culpa es de los extremistas”  y de hechos que se dan en el marco de la “lucha contra el terrorismo”, éste último y  que como se ha dicho hasta el cansancio, ha sido un embuste con trasfondos políticos y financieros (de miles de millones de dólares) creado por las agencias de inteligencia estadounidenses en conjunto con sus aliados más cercanos (leáse Gran Bretaña e Israel).

La aparición de la Corte Penal Internacional  en 1998 que funciona en el marco del Estatuto de Roma el cual contempla la persecución de delitos gravísimos contra la humanidad, ha mitigado en algunas regiones del mundo la comisión  de estos brutales crímenes contra las poblaciones. Pero casualmente EEUU y otros países que mantienen un oscuro record de violaciones a los derechos humanos (masificados por el poderío militar con el que cuentan) no han adherido a esta instancia judicial. Muy conveniente ¿No lo cree usted así? Sumado a esto, Washington y Tel Aviv usan de forma solapada sus influencias político-diplomáticas para presionar a la sede judicial para que se abstenga de investigar sus asuntos lo que a la vista de cualquiera son veladas amenazas de consecuencias si continuan con esos propósitos.  A pesar de ello se están haciendo esfuerzos para que dicho tribunal atienda estos crímenes de guerra y lesa humanidad. 

Durante los últimos cuatro años se le ha estado endilgando todas las culpas de muchas de estas acciones a la administración de Trump aunque cierto es, que ello no es tan así. Sin dudas que su gestión ha sido muy discutida pero no por la producción de hechos abominables como los aquí comentados, no para nada. Las críticas que se le plantean en esta área pasan más bien por su reticencia a continuarlas con la masividad con las que durante las gestiones de Bush y Obama se llevaron adelante. Al contrario, Trump redujo este tipo de operaciones pero no por algún prurito humanitario, la misericordia  o por el respeto a la ley internacional. Solo lo hizo por una cuestión de reducción de gastos presupuestarios.

Pese a que CNN y todo el emporeo de medios occidentales no dicen nada, las muertes se siguen produciendo sin que halla replicas judiciales.

Pero el 25 de noviembre, el Tribunal Administrativo Federal de Alemania dictaminó en un caso presentado por un sobreviviente de estos ataques que, a pesar de la conclusión de un tribunal anterior de que la Base Aérea Ramstein del ejército estadounidense en el suroeste de Alemania había jugado un “papel central”, no era suficiente para procesar a los norteamericanos. Como puede verse, Alemania quedó vínculado a la responsabilidad por dicha acción (que se multiplica por miles de acciones similares) aunque no es necesario señalar, que Washington pondrá su mano para que la sangre no llegue al río.

Y así fue. Este ciudadano yemení que vió morir a toda su familia por un ataque de Drones, luchó de forma incansable por obtener algo de atención de la justicia teniendo en cuenta que tendría todos los camnios cerrados para llegar a la verdad. Pese a ello presentó una demanda en el Tribunal Administrativo Superior de Münster, Alemania, y en marzo de 2019 recibió un pequeño reconocimiento cuando el tribunal determinó que el programa de aviones no tripulados de EE.UU en Yemen era ilegal. Fue así que sin más rodeos se puso en campaña por reclamar ante la justicia estadounidense por estas responsabilidades ¿Qué cree que sucedió?

Sin dudas sabía que habría oposición y hasta el desprecio de una buena parte de los mismos norteamericanos que no quieren reconocer las bestialidades que ha cometido y sigue cometiendo su país en el exterior. Peor aun, la Justicia Federal de EEUU pone más trabas al acceso a una pretendida justicia negando la legitimación de cualquier víctima a reclamar por estos asesinatos con Drones de la CIA.

Ante esto parece más que claro que se hace necesario establecer una geopolítica judicial ajena a la influencia occidental que pueda contrapesar a esta situación arbitraria y que le permita (especialmente) a las víctimas musulmanas tener representaciones fieles para que puedan presentar sus casos de forma eficaz. Para ello se requiere un compromiso de los gobiernos islámicos para que trabajen en conjunto para elaborar y establecer los parámetros de éste nuevo paradigma.

jueves, 10 de diciembre de 2020

 

“BLOODY RECIPROCITY”

When international law is not respected and impunity is the rule for some, the Talion law prevails

 

By Charles H. Slim

Some fifty years ago, Europe had become the scene of violent street crimes and others not so public that they remained a mystery to public opinion and even to local authorities. It was a clandestine struggle that took place in a particular geopolitical context. Thus sticky bombs in a car or in an apartment, executions with silenced pistols, or point-blank killings on a street in broad daylight became a common way of settling issues between Tel Aviv and the PLO.

For years, the Mossad had been able to carry out this type of action, relying on the state structure provided by Israel and the complicities that it wove with the governments of Western countries (especially the European ones), which it kept subject to blame for the Holocaust. In this way, Tel Aviv and its followers argued that the PLO was an organization that committed terrorist acts against Israeli interests and for that, Israel would use the same methods that, incidentally, were not unknown to it.

It was thus that Israel carried out many covert actions that were technically terrorist attacks that were never prosecuted in court in part, due to the support of its local “Sayan” networks and the political impunity that it enjoys for its connections with the estate public and politicians of the states where he attacked without ruling out bribery and extortion as other recruitment methods.

His covert actions in Iraq were memorable for their vileness and brutality. The unsuccessful attempts to assassinate Saddam Hussein long before the 1991 Gulf War was a part of history Tel Aviv would like to forget, losing several men among its failures. But this did not prevent him from conspiring continuously and with the support of Zionist organizations in the US Congress to instigate military intervention. It is even known that Mossad advisers after the invasion of Iraq in 2003 participated in the torture sessions of men and women in the “Black Rooms” installed in the concentration camps run by the Americans.

In the same vein, when the murders and disappearances of Iraqi scientists began to gain prominence, especially those dedicated to the area of ​​nuclear development, many did not hesitate to point their finger at Israel. And they were certainly not wrong. With the collaboration of the Americans (particularly with the Counterinsurgency programs of General David Petreaus and the then Director of Intelligence and Special Operations General Michael T. Flynn) and taking advantage of the state of chaos, precisely established by the invaders, the assassin teams Mossad members were able to penetrate Baghdad without difficulty and do their dirty work unimpeded.

Tel Aviv and in particular the Zionist circle headed by Benjamin Netanyahu believed that they could do the same in Iran and succeed. For this, they have deployed for years a huge battery of measures and actions with the intention of discrediting it in the face of global public opinion and then progressively destabilizing it internally in an attempt to recreate a situation similar to that of its Arab neighbor.

Since Ayatollah Rulloha Khomeini and his Islamic revolution came to power in 1979, Israel was exposed in what it had really done when it “selflessly” aided the puppet regime of Sha Reza Palevi. Prisons where torture and harassment against dissidents were practiced, supervised by Mossad, were some of the marks that were exposed. Since that time, Tehran has been a direct opponent of Israeli expansionist policies that target Palestinian Arabs (regardless of whether they are Christian or Muslim).

The same with Syria, which has been an unconditional of the Palestinian cause, which is why Tel Aviv, with the cooperation of the Jewish-American Lobbies and other private organizations operating in the hemisphere, has done everything possible to destabilize its internal politics.

When the attacks occurred in Buenos Aires in 1992 and 1994, Tel Aviv and Argentine Zionist circles (without the slightest proof of this) did not take long to direct their accusations against the PLO and indirectly against Syria and later when those arguments lost credibility and They were not supported by concrete evidence, they directed their complaints against Iran and the Lebanese “Party of God” Hesbollah. Despite all the staged stories (from obsequent media and journalists) and a justice conditioned by undeniable external pressures, during these years around Iran's participation in these acts, there is not an single evidence that supports it.

Currently upset by the help it gives Syria in the fight against CIA assets (Daesh and Kurdish mercenaries) and its own mercenaries disguised as “rebels” operating in Quneitra and Golan Highs, Tel Aviv had been conspiring and attacking the republic Syrian Arab in various ways such as air strikes, with missiles, infiltrations and terrorist attacks, provision of weapons, explosives and financial aid to Arab mercenaries provided by Saudi Arabia who operate under the label of "Al Qaeda", "Al Nusra ”And other subsidiaries.

Last November 27, Israel once again carried out one of its typical clandestine operations without expecting any retaliation. The assassination of Fakhrizadeh was a new provocation that Tehran would not leave unanswered and just as it did with the US after the assassination of Qassem Soleimani in early January, it sent a strong and clear response. Let us remember that when the CIA (with the complicity of Mossad) assassinated the Iranian general and eight other people who accompanied him when leaving the Baghdad airport, some time later a successful Taliban coup in Afghanistan ended the life of Michael D'Andrea alias “Dark Prince”, a prolific assassin who became the chief of operations for the CIA in that area and who would have had part in the execution of the terrorist attack in Baghdad. The fact left the heads of the Agency with their mouths open, or at least that led the press to believe. At that time the entire CIA was shaken and the US State Department had to publicly moderate its threats.

According to some sources, the assassination operation of the Iranian scientist had not been authorized and it would have been only a whim of the Netanyahu-Cohen duo who would have ordered this operation on their own. Likewise, this could well be just a rumor to try to excuse the state of Israel from its responsibilities before another of its terrorist acts.

On December 3, in the middle of an avenue southeast of Tel Aviv, Fahmi Hinavi, one of the Mossad's superior operations officers, who was mobilizing in his private car, was riddled with a precise burst of machine gun that hit him square in the trunk and upper body. The attackers quickly exited the highway and were lost in the dead of night. The Israeli media did not draw quick conclusions, although several unofficial sources suggested that this had been one of several attacks against other Israeli agents in Tel Aviv, carried out in a coordinated way by an Iranian command that after the coup, vanished into thin air.

Fahmi Hinavi's case could not be covered up because of the public thoroughfare where he was killed. Even and according to some versions they would have spoken of the participation of a car that approached Hinavi's at a time when he was stopped at the traffic light and it was there that he became a static target for his executors. This senior intelligence officer would have been one of the mentors and planners of the assassination of the Iranian scientist, with which his death is surrounded by a particular circumstance. The data is not minor and this has aroused terror among the Zionists and their settlers who, accustomed to going unpunished for their crimes, are now scared of their own shadow. After this, Prime Minister Benjamin Netanyahu and his Mossad chief Yossi Cohen have made no statements beyond the usual nonsensical arguments.

Tehran neither confirms nor denies and certainly has no interest in confirming its participation, but it is true that it is a coup of satisfaction for its government after the aggression of November 27 last. Also, it could very well have been an adjustment of the same agency seeking to erase its traces

 

sábado, 5 de diciembre de 2020

 

PUÑALADA CONTRA IRAN”

El ataque terrorista contra un destacado científico iraní reedita ante la opinión pública la táctica del terrorismo israelí

 

Por Ali Al Najafi

Una mañana rutinaria más en la vida del científico iraní Mohsen Fajrizadeh, un nombre que para el común no signifique nada o al menos no para la opinión pública occidental. Hombre de familia, profesor de física en la Universidad “Iman Hussein” de Teherán era un experto en el campo del desarrollo nuclear y desde hace años estaba trabajando para proporcionar a su país de la legítima potencialidad de éste tipo de energía para el uso civil y militar.  Pero para otros intereses foráneos que buscan detener el desarrollo iraní, Fajrizadeh era una amenaza para su hegemonía geopolítica en la región y un serio obstáculo para la continuidad de los planes expansionistas y por ello, debía ser eliminado.

Unos años antes, los autores materiales de estos mismos conspiradores habían fracasado en el intento pero no sucedió lo mismo con otros de sus colegas quienes fueron brutalmente asesinados.  Algo similar vimos en Iraq durante la ocupación angloestadounidense, cuando científicos iraquíes fueron sistemáticamente asesinados por misteriosos autores aunque los iraquíes, no dudaban en señalar a “escuadrones de la muerte” dirigidos entre otros por israelíes.

Como era de esperar la prensa occidental y en especial la anglosajona trato estos hechos muy por encima tratando de tapar las implicancias políticas y geopolíticas que rodearon estos atentados terroristas. En esos momentos las circunstancias para ejecutar aquellos atentados no podían ser más propicias ya que, Iraq bajo el control de los EEUU fue una plataforma de ingreso para otros enemigos de Irán. Fue así que por aquel entonces la inteligencia y el Ministerio del Interior iraní pudo determinar que había habido un financiamiento y reclutamiento de pistoleros locales contratados por el "Mossad" israelí con la necesaria implicancia de la CIA.

De esta manera, si vamos siguiendo las migas podemos llegar ver quienes han estado interesados en dar este golpe criminal. A comienzos del año, el asesinato del general iraní Qassem Soleimani por órdenes de Trump constituyó un notorio Casus Belli que estuvo a punto de transformarse en una guerra abierta, pero los más prudentes del Pentágono lograron detener la escalada sin no obstante, recibir una respuesta contra sus bases en Iraq. Quien más se hubiese beneficiado con ese desenlace habría sido Israel quien –es de público conocimiento- usa a los EEUU, como un escudo de sus ambiciones en la región.

Pero ante la próxima salida de Trump de la Casa Blanca, Tel Aviv teme perder su oportunidad por terminar con el programa nuclear iraní y es posible que tenga implicancia en las revelaciones filtradas hace una semana sobre la intensión de Trump por lanzar un ataque sorpresa sobre las instalaciones nucleares iraníes ¿Este atentado ha sido parte de esos planes?

También existe otra posibilidad que no esta siendo considerada. Se sabe que Trump ha sido un sujeto indeseable y problemático para la elite política y financiera de EEUU –un Outsider- por lo cual, no sería nada descabellado que esta “operación” hubiera sido montada desde Washington  por sectores de la administración demócrata entrante con la intensión de cargarle las responsabilidades al mandatario saliente. No olvidemos que éste sector de la política norteamericana, también es leal a los deseos de Tel Aviv por lo cual desde hace décadas  viene conspirando para desestabilizar a la república Islámica y para ello ha entablado relaciones con sectores –no precisamente moderados- de la oposición iraní  e incluso, financiando y entrenando grupos terroristas como el “MAK” (Mujahedin Al Kalq) y a los grupos extremistas separatistas árabes de la región de “Ahwaz”.

Así es que, amigos, no se dejen impresionar por las promesas de campaña y discursillos dulces sobre pretender terminar con las “guerras interminables” y las colaboraciones con regímenes detestables como el saudita. No pierda de vista el embuste que fue la administración Obama ( de la cual Biden fue vice) que tras deslumbrantes promesas sobre política exterior y el respeto a los derechos humanos, muy pocas fueron realmente llevadas a la práctica siendo el artífice de las crisis en el mundo árabe y la continuación muy bien maquilladas de la estrategia del caos –creada por Rumsfeld/Cebrowski- con el monigote del “Estado Islámico”. Olvidelo, si usted se cree todo eso, no tardará mucho en verse desilucionado tan pronto Biden y su equipo ocupen la Casa Blanca.

La política islamofoba que activamente se viene desplegando sin tapujos desde el  2000, no es exclusiva de tal o cual presidente (republicano o demócrata) ni ha sido dirigida contra los “extremistas sunitas” (como se decía en épocas de Bush para manipular a los chiitas iraquies), sino que es parte de una ideología de odio racial inherente al estado profundo de la Unión. De ese modo, no tendrán reparo en llevar adelante cualquier clase de crimen que justifique sus objetivos.

Fue entonces que ese 27 de noviembre Mohsen Fajrizadeh salio de su casa en la localidad  de Absard al este de Teherán, abordó su automóvil blindado “Nissan” y  junto a los guardaespaldas -asignados por el Ministerio de Defensa iraní en previsión de lo que justamente le estaba por ocurrir-  se dirigió hacia la capital. El gobierno iraní ya tiene experiencia en amenazas y ataques terroristas de sus enemigos y es por ello que mantenía muy bien custodiado al cerebro de su programa nuclear. A pesar de las medidas adoptadas que posibilitaron repeler el ataque  que tras una frenética escaramuza eliminó a los atacantes, las heridas ocasionadas a Fajrizadeh fueron irrecuperables.

Pese al crimen abominable y condenable, occidente y sus medios corporativos trataron de restar importancia a este suceso.

Una vez más se puede advertir el relativismo odioso en la contemplación y atención mediática de un nuevo acto terrorista cometido contra la soberanía de Irán. De haber sucedido en un país de occidente y ni hablar si es EEUU o de Europa, habría habido un tembladeral mediático clamando por su brutalidad terrorista exigiendo la intervención de Naciones Unidas y la aplicación de sanciones ilimitadas y desproporcionadas contra los sospechosos.

El escenario elegido por los atacantes demuestra una buena planificación, inteligencia  y la prueba de una apoyatura logística aceitada para el golpe. Agregado a eso la modalidad del ataque revela características peculiares y que no pueden pasarse por alto. Al parecer a la altura de una ruta que atraviesa un extenso paraje rural con algunas construcciones aisladas y pocos pobladores, los atacantes montaron una emboscada aprovechando un tramo recto con muy buena visibilidad, con el sol de frente que encandilaba al conductor del automóvil de  Fajrizadeh y con flancos totalmente descubiertos. Coincidiendo con algunos testimonios que hablaron de haber escuchado una explosión precedida de un profuso tiroteo, evidenció que los atacantes habrían utilizado una trampa explosiva improvisada detonada a distancia para impactar al vehículo, pero sin éxito. 

Estos dispositivos se vieron mucho durante la ocupación de Iraq y fueron utilizados con mucho éxito contra los vehículos acorazados norteamericanos y británicos que circulaban por carreteras y calles de Bagdad. Los norteamericanos bautizaron a estas trampas como IED “Improvised Explosive Device” y a causa de ello debieron rediseñar sus “Humvee” y solicitar al Pentágono nuevos vehículos blindados tácticos medianos como los “Cougar” y  los BAE “Caimán” lo cuales teóricamente  eran a prueba de estas trampas.

El uso de esta táctica fue repetidamente copiada por grupos de mercenarios reclutados por la inteligencia militar estadounidense, británica y la CIA con la intensión de crear bajas entre la población civil que llevara a minar la confianza y retirar su apoyo a la resistencia contra la ocupación.

En el caso de este atentado, se sabe que Israel ordena ataques criminales contra objetivos dentro de otros países bajo el rótulo de “asesinatos selectivos” (un eufemismo para terrorismo) que ha pretendido legitimar como parte del derecho de defensa, una aberración legal que además de ser compartida por Washington –quien desde el 2001 la practica de forma continua- no ha logrado ser frenada por Naciones Unidas. Este tipo de acciones claramente premeditadas e ilegitimas encuadran perfectamente en el concepto de “agresión” que se prevé en el Capitulo VII de la Carta Orgánica y que con tanta insidia la organización y el Consejo de Seguridad ha aplicado en otros casos.

En el caso de éste atentado, vemos reunidos todos los elementos que conforman una agresión que debiera llevar a que el foro y las instancias judiciales internacionales lo traten de forma enérgica y decidida a los fines de tomar una determinación seria sino quieren seguir perdiendo la poca credibilidad que les queda.

Al mismo tiempo, este crimen se inscribe en una acción con planes de extender la inestabilidad y la inseguridad dentro de una nación soberana. Por lo pronto será determinante la recolección de elementos en el sitio, las pesquisas para determinar el origen de los atacantes que lleven a un resultado de las investigaciones del Ministerio de seguridad iraní.

Pero la emboscada fue defectuosa. Ante el fracaso de darle de lleno con la explosión al paso, los atacantes como forma de intentar rematarlo en el interior abrieron fuego contra el vehículo de Mohsen Fajrizadeh como forma de asegurar el objetivo. Por los restos desperdigados en el lugar y las evidencias levantadas, los atacantes además de estar muy bien entrenados usaron municiones especiales (perforantes).

Son dudas, quienes se restregan las manos con este crimen se hallan en Tel Aviv y creen que han dado un golpe certero al proyecto de desarrollo científico de Irán. Lo malo para ellos es que no han podido cubrir los rastros y eso los pone en el centro de la opinión pública. Igualmente y al mismo tiempo, va quedando más claro quien es el agresor y el ejecutor de brutales acciones terroristas y cómo ello llevara a medio termino a nuevas espirales de violencia en la región.