jueves, 22 de diciembre de 2022

 

“LOS OLVIDADOS DE 1991”

El resultado de una ardua investigación financiada por el Departamento de Defensa y la Agencia de Asuntos de Veteranos de los EEUU ha confirmado lo que durante años se había estado negando: La presencia en el aire de agentes neurotóxicos como el Sarín ¿Cómo afectó esto a las tripulaciones argentinas?

 

Por Dr. Carlos H. Castia

La zarpada desde la base naval Puerto Belgrano de los buques “ARA Almirante Brown” y el “ARA Spiro” de la Armada Argentina en la primavera de aquel 25 de septiembre de 1990, fue sin dudas un evento para sus protagonistas imposible de olvidar. También lo sería para el gobierno que por aquel entonces se puso a tono de la geopolítica unipolar estadounidense surgida del inminente colapso de la URSS.

Ya en aquel entonces seguían vivos en el recuerdo de muchos que conocían de las capacidades de las armas existentes, la aterradora posibilidad de ser borrados de un solo golpe, dado que era algo que ya venía especulándose desde los años de la guerra fría.

Hace treinta años atrás, las capacidades de daño y destrucción de las armas que se involucrarían en la guerra que se desataría en el Golfo en enero de 1991 impactaron de forma brutal sobre la vida de millones de personas y claramente también en la psique de muchos de quienes fueron enviados a participar. Fue una guerra en la que el alcance y potencia de las armas fueron mucho más allá del rango de fuego de los cañones, los misiles guiados y los sofisticados aviones “invisibles”. El empleo de otras armas invisibles y silenciosas por tanto tiempo negadas por los aliados (en especial por EEUU), tuvieron una parte importante en aquel escenario. Hoy ya se puede asegurar que lo que por tanto tiempo el Pentágono y los gobiernos estadounidenses habían negado, en realidad había sido cierto.

Me refiero al uso en el teatro de operaciones de las tan temidas armas de destrucción masiva (ADM) y la afectación que produjeron tanto en los civiles y militares iraquíes como también en las fuerzas de la Coalición Aliada.  Los veteranos estadounidenses lucharon durante décadas por el reconocimiento sobre esto y las consecuencias que causaron sobre su salud hasta que el gobierno ante las evidencias de tantos casos creo una entelequia que llamo “Síndrome del Golfo” a la cual -y para tapar la causa real- le asignaban su origen en los residuos del Uranio empobrecido de las municiones empleadas en combate, las vacunas aplicadas a los efectivos (incluidos a los argentinos) y/o al humo negro de los centenares de pozos de petróleo que ardían en Kuwait.

Sus colegas británicos también sufrieron lo mismo pero recibiendo un mayor destrato de las autoridades gubernamentales y hasta en la mayoría de los casos, sus reclamos fueron cajoneados por improcedentes. Para el Ministerio de Defensa y toda su cadena de mando militar aquello era una tontería aunque en realidad, seguramente estaban siguiendo las estrictas políticas de mutismo seguidas por Washington. Pese a ello, los veteranos estadounidenses no se detuvieron y pese al rechazo inicial, los obstáculos burocráticos, las presiones gubernamentales y hasta la burla de algunos, fueron obteniendo evidencias para que se les tomara enserio.

Esto cambio radicalmente tras el último informe del epidemiólogo Dr. Robert Haley[1] quien según los estudios genéticos que llevó a cabo sobre una franja de veteranos, concluyó que los síntomas que presentaban los afectados por el Síndrome del Golfo se condicen con la exposición a un agente neurotóxico como el Sarín[2].

Sobre cuál es el porcentaje de efectivos afectados por esta exposición sin discriminar sus nacionalidades y bandos, solo se pueden hacer estimaciones ya que parece seguir siendo un tabú político profundizar en eso.

De los 50.000 efectivos británicos que operaron allí unos 33.000[3] presentaron síntomas de diversas afecciones que deterioraron progresivamente su salud causando variadas incapacidades hasta en algunos casos causarles la muerte. El porcentaje de afectados es abrumador. Algunos casos particulares ponen en evidencia que la exposición a ese neurotóxico debió ser muy grande ya que las unidades de la Coalición en todo momento estaban provistas de trajes y máscaras personales “QBN”[4] que debió protegerles de la más mínima partícula de Sarín. El caso de un médico[5] asignado a “JNCO Medic” en una base de la RAF en Arabia Saudita para participar de la “Operación Granby” crea muchas preguntas muy difíciles de responder ¿Cómo llegó el Sarín a ese punto?, ¿Hay pilotos de la RAF que a la vuelta a Gran Bretaña reportaron sufrir estas afecciones? Con el informe concluyente del Dr. Haley se ha podido determinar que estos efectivos británicos habían sido expuestos al mismo agente neurotóxico como el gas Sarín, altamente venenoso que en momentos de aquella “crisis/guerra” poseía el ejército iraquí en sus arsenales y que podía lanzarlo (y que según algunos fueron usados) en ojivas de artillería o incluso mediante los misiles “S-Scud B”.

Más allá de cómo fue que el Sarín tomo contacto con las tropas – según el Dr. Haley por el bombardeo de un depósito iraquí-, esta revelación sirvió para que el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña se viera obligado a avocarse de forma seria y decidida a estudiar todos los casos que se le habían presentado y a evaluar a todos los que se le presenten.

Recién estamos conociendo una punta de la verdad de lo que ocurrió en aquel entonces y es sabido que la letalidad de este tipo de armas se vincula muy estrechamente con el curso de los vientos y las precipitaciones, situaciones siempre presentes en aquella región. La posibilidad de que una nube de Sarín haya sido transportada por efecto del viento a la atmosfera más allá de las áreas de combate terrestre (que involucraron suelo saudita), revela la potencialidad a la que las tripulaciones de los buques argentinos estuvieron expuestas. Ante esto hoy las preguntas obligadas son ¿Qué hay de los marinos argentinos que participaron?, ¿Es posible que hayan sido afectados por este agente neurotóxico?, ¿Estaban provistos de elementos como son los trajes “QBN” para protegerse? Y ¿Qué tan al tanto estaba y está el gobierno argentino sobre esta situación?

La última pregunta seria ¿Se ha hecho algún censo médico sobre la sobrevivencia de cada uno de ellos?

La situación de aquellos marinos de la Armada aún hoy día se encuentra en un limbo jurídico ya que, todos los gobiernos que han pasado desde que regresaron de aquella guerra, no han concedido el reconocimiento de su veteranía y la correspondiente compensación por los servicios que prestaron que dejemos bien aclarado, no fue a la patria ni a la paz mundial.

La difusión de este descubrimiento médico podría ser un punta pie para que el gobierno argentino ponga manos a la obra para abandonar su amnesia y desempolvar los archivos del Ministerio de Defensa y establecer cuáles fueron los riesgos a los que sus hombres se vieron expuestos por su participación en el grupo de tareas “ALFIL 1” que opero dentro del Teatro de Operaciones hasta el final de las hostilidades, máxime ante la confirmación de que en ese conflicto, se liberó a la atmósfera nada menos que este agente nervioso como el Gas Sarín.

 



[1] Epidemiólogo ambientalista que durante décadas se encargo de investigar las causas del Síndrome del Golfo. Entrevista de 1997 de archivo de PBS en el siguiente vínculo: https://www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/shows/syndrome/interviews/haley1.html

[2] Publicación de UTsouthwestern del 11 de mayo 2022 en su sitio oficial: https://www.utsouthwestern.edu/newsroom/articles/year-2022/sarin-nerve-gas-gulf-war-illness.html

[3] Publicación de la BBC de Londres del 11 de mayo 2022 disponible en el siguiente vínculo: https://www.bbc.com/news/health-61398886

[4] Denominación para Químico, Biológico, Nuclear que tiene un tratamiento a cargo de la Armada y que se puede consultar en el siguiente link: https://www.argentina.gob.ar/servicio-de-seguridad-ambiental-de-la-armada-siam/defensa-qbn-r

lunes, 19 de diciembre de 2022

 

“¿CÓMO SE VE DESDE AQUI ABAJO?”

¿Hay conciencia en la Argentina del alcance de la crisis financiera global en puerta? El triunfo del mundial de Qatar no borrara la realidad

 

Por Pepe Beru

Desde el extremo sur del continente americano la evolución de la crisis económico-financiera global que se avecina parece que no se advierte en Argentina. Con lo revelado hace unos días y ante todo recordemos que CABA no es toda la Argentina (aunque allí se tomen las decisiones) y mucho más cuando ha quedado bien claro que los hilos del país se tiran (como extensión de Londres) desde una estancia en Lago Escondido en la provincia de Río Negro.

La isla del ombliguismo y del perpetuo autoengaño se resiste a abrir los ojos y sus habitantes siguen escuchando crédulos las monsergas y las estupideces que -por intermedio de las empresas informativas- les cuentan los “expertos” y economistas que pueblan la capital.

Detrás de sus acostumbrados e interminables discursos, los economistas y los políticos argentinos esconden una terrible realidad y ella se vincula, al verdadero origen de la crisis que se avecina. Si bien ya la economía argentina esta sumida en una velada y acostumbrada hiperinflación, el marco general en la que se desarrolla se vincula a los efectos producidos por los manejos de la economía global. Puntualmente la reserva Federal estadounidense y los bancos centrales de los países que le siguen, estarían creando una burbuja financiera (mediante créditos hipotecarios) mucho peor que la de 2008.

Pero como lo informa un interesante artículo del consultor de riesgos estratégicos F. William Engadhl, no son los mercados de valores lo verdaderos artífices de esta situación, el corazón del problema se origina en el mercado de bonos particulares, gubernamentales, corporativos y de agencias que desde 2021 han venido mostrando una depreciación sin pausa (https://www.globalresearch.ca/global-planned-financial-tsunami-has-just-begun/5784217 )

¿Cómo se protegerán los argentinos ante estos manejos del poder financiero global? Parece imposible que toda esta bolsa de tecnócratas y charlatanes que han estado en cada uno de los corruptos gobiernos de los últimos 39 años sean capaces de formular una solución. En realidad el problema argentino no tiene un origen específicamente financiero, sino político que se basa en no existir voluntad y mucho menos valor, para afrontar a quiénes son los creadores de aquel. También la solución está en el acuerdo y la decisión política por lo cual, para tener un piso desde donde construir el andamiaje de una salida se debe llegar a un serio duradero acuerdo de todos los sectores de la vida política del país.

Pero más allá de los efectos de la caída del mercado de bonos y su sostenimiento con alza de tasas a niveles bestiales, hay una intencionalidad bien dirigida. Las burbujas financieras (creadoras de deuda) y las estanflaciones que llevaron al colapso económico en 1929 y 2008 han tenido una raíz política y ella ha provenido de organismos gubernamentales o de círculos cerrados compuestos por exclusivos miembros (G-7, DAVOS, Club Bilderberg), causalmente todos angloestadounidenses y europeos. Así tanto La Casa Blanca, Reserva Federal, Wall Street y DAVOS son los verdaderos autores de estos “reseteos” financieros que persiguen finalidades políticas y financieras (como la bancarización global) que solo les beneficiarían a ellos.  Las actuales circunstancias globales de pos pandemia, la sequía y la falta de fertilizantes por los efectos de la guerra en Ucrania (agravados por la batería de medidas estadounidenses) prevén una escalada inflacionaria que recién comienza.

Es ahí donde queda muy en claro, la inutilidad de escuchar a los economistas mediáticos hablando de abstracciones, estadísticas y números que nunca se cumplen. Para peor, en éste país los políticos tienen un serio problema con el concepto y el manejo del poder con lo cual, al momento de entrar en contacto con él no saben o no quieren ejercerlo para la función estatal. Esto ha sido sin dudas, una de las taras (nacidas del clientelismo, la falta de autoridad y la partidocracia) más acusadas de las últimas décadas y por ello de las causales de actual ineficacia y desestructuración de las áreas estratégicas del estado.

El gobierno de Alberto Fernández que no es solo de él, es la representación paradigmática de esa impotencia política para no poder ni siquiera atender y mucho menos solucionar sus propios problemas. Si apenas tiene poder político para controlar a los suyos (con su vice procesada) y con una realidad económica que el ciudadano vive cuando va a comprar el pan ¿Qué puede pedírsele más allá de la mirada de su escritorio? Igualmente y para ser justos, no se le puede achacar a Fernández su impotencia ante semejante crisis global en danza pero si, es responsable de haber sido parte de este sistema que ha sido el generador y profundizador de la desestructuración mencionada y en particular del desguace de las áreas estratégicas del estado como son las flotas comerciales mercantes y la modernización de los puertos que habrían significado una fuente de ingresos invalorable ante la actual situación aunque habría que ver, si su gobierno tendría el valor político de desobedecer a las restricciones comerciales impuestas por Washington.  

Pero si vamos un poco más allá, vemos que no es solo un problema de un mandatario o un gobierno impotente que gobierna un país sujeto a una cadena a esos poderes facticos globales, sino más bien proviene desde la anuencia de cada uno de los ciudadanos que aceptan sin protestas este sistema que sirve al consumismo representativo del actual capitalismo angloestadounidense.

Si tomamos en cuenta todos estos factores y los ponemos en consideración de lo que puede esperar el ciudadano argentino ante lo que se avecina solo vemos dos alternativas: Una, seguir creyendo en un sistema corrupto y circular que le seguirá dando las mismas falsas soluciones o simplemente, abandonar la dependencia a este sistema consumista que no solo roba la riqueza sino también la salud y la vida de sus habitantes.

 

domingo, 18 de diciembre de 2022

 

“KEEP CHARLES IN THE DARK”

Why wouldn't it be in London's best interests to jump on a possible nuclear gamble? It's best that the King doesn't find out about the little problems that exist in the equipment because of the savings.

 

By Sir Charlattam

At this stage of the conflict in Ukraine, and given the unsustainability of defensive lines loyal to Kiev, it may well be NATO that will need to consider pressing the red button, but of tactical nuclear weapons. Be that as it may, if they dare to do so, the Russian response would be forceful.

This is just an estimate. Let me digress a little, ladies and gentlemen, but on the basis of facts.

First and foremost, if we consider that Russia has thwarted attempts by special groups led by intelligence agencies to create a radioactive material incident in places like Zaporizhzhia, one can sense that the Atlanticists have lost their surprise and have been exposed in their plans.

The situation on the ground is desperate. If those in Brussels saw it as viable to deploy such a strategy in support of the depleted Ukrainian militias, they would not be able to lift a finger without Washington's decision. And so I wonder what will be the role of the British troops deployed in Lithuania and all the advisors operating inside Ukraine?

Don't worry, the White House will send Mr. Biden to smile with his fixed dentures and shake hands with the Prime Minister who with the promptness of a good butler will give him excellent service. The senile old man's artificial smile is not at all unfounded. How could he not when he knows he is surrounded by sycophantic European officials and especially the British government that rules them on his behalf?

All this would be tolerable for a second fiddle but don't let him ask to go to the front against Russia because if so what will Russia's actions be countered with, recruiting our fascists in the pubs and murderers from Iraq? It is already too much of a nuisance for citizens to have to pay high taxes for energy and watch inflation hit their pockets because of US financial gamesmanship to benefit the pro-Nazi regime in Kiev that has imposed martial law and is “purging” society of everything Russian. Where have we heard that rubbish before? We are creating a monster and I don't think the King knows it.

There is now a shortage of gas to heat London's homes and all thanks to the sabotage of the Nord Stream pipelines probably executed by the SBS and the Seals. What a setback. Will King Charles have the same difficulty heating his royal feet?

It is one thing to believe the pantomimes of the BBC and the Russophobic media; it is quite another to face up to the reality of this war. If Prime Minister Sunak believes that the development of a new stealth aircraft to replace the Typhoon by 2030 is good news, I think his optimism can only be seen as positive by the delusional in his party, the ignorant like Truss and the arms industry kleptocrats of British Aerospace (and their Italian and Japanese partners) who are drooling over the war.

It seems that King Charles III asked: “How are we prepared for war?” And among the answers the MoD is said to have said: “We have never been better, Your Majesty!” The new development for the RAF was even discussed and described as: "Splendid!" According to rumour, Charles did not pursue the enquiries further and it was only then that all the defence chiefs breathed a sigh of relief. Tens of millions of pounds sterling are at stake, gentlemen!

Let's not forget the technical problems that have been occurring in many of the fleet's units due to budget slippages and also the very serious problems of misconduct on board. How threatening are the Royal Fleet's weapons if they malfunction, what happened on the submarine “HMS Vanguard” last November, did some boards burn out due to malfunctions or did a drug addict stumble over his beer in the middle of a party?

And who's conducting the orchestra? The Americans of course, and the song to justify all those billions of pounds going down the drain to Ukraine and those to be spent on “new weapons” is entitled “keeping Britain safe”.

 Once again and as the establishment has done since Britain was an empire, created the insecurity now we will sell you the security.

That had better be true as the British are being deprived of a normal life not because (as the story on this side says) “it's the autocrat Putin's fault”, but because of the games of chess they deploy over there across the ocean in that place called “The Pentagon” What are the British gaining from these games? Let the companies close down and move to...the US because they are not so affected by the inflationary pandemic created by the Wall Street overlords and their colleagues in the City.

However, if Washington were to order its European minions (including the British) to prepare for a nuclear offensive against Russian forces the defence minister and his enthusiastic General Sir Patrick Sanders should check that there are enough NBC suits at Porton Down and that what is available is not leaky.

 

 

jueves, 15 de diciembre de 2022

 

“POR QUÉ RUSIA NO ES EL AGRESOR”

Ante la repetitiva y torcida versión atlantista sobre lo que ocurre en Ucrania, no es cansino volver a encuadrar en su justo termino la historia y las circunstancias que precedieron el inicio de este conflicto

Por Charles H. Slim

Como se suele decir, “la primera impresión es la que cuenta” y ello ha sido muy bien aprovechado desde el final de la segunda gran guerra por las ingeniosas editoriales y la propaganda de los medios angloestadounidenses al momento de comentar y relatar hechos cruciales de la historia.

Siempre listos y dispuestos, estos medios han jugado el rol de certificadores de la verdad oficial de los gobiernos en Washington, algo que en los últimos tiempos ha entrado en crisis y ello, por haber sido pilladas en sus manipulaciones e intoxicaciones informativas llevándolas a perder la credibilidad de los lectores.  

Despejando todo el humo generado por esa propaganda anglosajona destinada a desfigurar la realidad de los hechos, se podrá ver que gran parte de la historia que se ha contado en torno al asunto Rusia, sus gobiernos y su evolución política han estado deliberadamente alteradas por dicha continua y costosa propaganda rusófoba inspirada en gran parte por una rancia animadversión (que existe desde el siglo XIX) de origen británico.

En lo que hoy vemos en Ucrania hay una larga cadena de consecuencias originadas en factores causales que llevan directa e indirectamente a las injerencias de EEUU y sus socios de la OTAN posibilitadas en gran parte, por adeptos sectores políticos ucranianos quienes hoy con un cómico de capirote como Volodymyr Zelensky a la cabeza de un régimen nacionalista integrista, llenan sus bóvedas privadas con el dinero de impuestos de los estadounidenses y europeos.

Haciendo un poco de historia, veremos que anteriormente este maniqueísmo rusofobo ya estaba presente. Cuando se habla de la crisis de los misiles de 1962 se suele olvidar que aquella reacción de la URSS fue impulsada por la colocación por la OTAN en 1959 de misiles nucleares “Júpiter”, (PGM 17) “Thor” y “(SM 62) Snark” de alcance intermedio en territorio turco que estarían a pocos minutos de Moscú. Por tres años el Kremlin trató infructuosamente de negociar por las vías del teléfono rojo el desalojo de esa amenaza. Obviamente eso nunca fue publicado. Cuando Nikita Kruschev mostro su resolución a empardar a Washington recién allí los estadounidenses atendieron el teléfono. Pese a ello, la historia occidental cuenta muy sesgadamente toda aquella circunstancialidad que la compone.

La década de los noventas bajo el gobierno de Boris Yeltsin la Federación estaba sumida en el caos, un caos que la OTAN explotaba (mediante el MI6) apoyando de todas las formas a los independentistas e islamistas chechenos (Ichkeria).

Cuando Obama junto a sus socios británicos y franceses pusieron a rodar la farsa de las “primaveras árabes” echando mano (como estrategia) de la demonización de ciertos gobiernos árabes y la manipulación de los medios, tuvo un éxito parcial hasta que sus planes colapsaron definitivamente en Siria gracias al apoyo de Rusia. Desde ese momento Vladimir Putin y Rusia pasaron a ser la bestia negra para occidente y sus medios se esmeraron en reflejarlo.

Lo mismo ha tratado de hacerse con la actual situación en Ucrania. Como primer señalamiento hay que dejar en claro que la guerra no empezó el 22 de febrero del 2022 sino tras el golpe de estado de febrero de 2014 y que llego al punto cúlmine ante una planeada ofensiva de Kiev para marzo del 2022. Pero las operaciones contra Rusia vienen desde hace más de ocho años. Aquellas vinieron acompañadas del fomento y empleo masivo (y como parte de una guerra híbrida) de vectores agresivos e ilegales como son la producción y tráfico de drogas sintéticas (sales y Mefedrona) coordinado por el SBU y la CIA con destino a Rusia. La mecánica buscada era -además de envenenar a la juventud rusa- proveer de financiamiento como lo hicieron en los ochentas con la conocida como “Irán-Contras” ¿Recuerda quiénes eran los involucrados?  

Pero incluso, la instigación y los preparativos para ello se fueron gestando mucho antes del golpe. En la Conferencia de Seguridad celebrada en Münich en 2007, Vladimir Putin denunció las maniobras y las injerencias de la OTAN en torno a las fronteras de la Federación. Putin no se había equivocado y en agosto de 2008 Georgia que estaba conducida por un viejo socio de la CIA (con ansias de ingresar a la OTAN), trató de anexarse Osetia del sur. Eso paro en seco los planes de Bruselas y solo rodo la cabeza de Mijeíl Saakashvili a quien Washington dejo solo.

Pero desde que Barack Obama llega en 2009 a La Casa Blanca puso en la tarea de reactivar las operaciones al Secretario de Estado John Kerry y éste a su vez a su agente operativa de campo, Victoria Nuland (esposa del sionista Robert Kagan) quien con total desparpajo y acompañada de elementos de la embajada repartían por las calles de Kiev bolsas de pan a los transeúntes. Incluso, un artículo publicado en el Washington post por el recalcitrante Carl Gershman presidente de la neocon National Endowment for Democracy (NED) de septiembre de 2013, alentaba a provocar a Rusia con esta agitación.

A partir de ese entonces, las provocaciones, las operaciones negras (como el derribo del Vuelo 17 de Malasia Airlines) y los bombardeos sobre la población rusofona del este no tuvieron pausa y las tratativas de Moscú materializadas en los acuerdos de Minsk fueron completamente ignorados ¿Cómo pueden interpretarse estas acciones?

De haberse hecho algo similar en Washington o en cualquier país del hemisferio o en México, los medios habrían hablado de una “conspiración criminal”, de la “amenaza terrorista” y otros rimbombantes titulares y por supuesto, clamado por urgentes sanciones desde Naciones Unidas.

La misión de Nuland y Cia fue la de supervisar el derrocamiento del gobierno pro-ruso de Viktor Yarnucovich y reemplazarlo por uno pro anglosajón y hacerse con el control de la península de Crimea, este último objetivo fracasado.

Pero Washington a través de la CIA tiene una extensa y profusa historia de generar golpes de estado, revoluciones de color y asesinatos que los insignes medios de la democracia como The Washington Post y The New York Times siempre han evadido contemplar. Y es curioso esto último máxime cuando son “objeto” de culto por parte de los anglófilos lameculistas de la intelectualidad argentina y de ciertos periodistas capitalinos que viven divagando sobre la democracia y las libertades y quienes pese a proclamarse como “liberales republicanos” se les escapan esas aberraciones. 

Al interpelarles sobre las crasas inconsistencias de la admirada “democracia” angloestadounidense y en particular con el escandaloso contubernio con el nazismo y la ultraderecha eslava en Ucrania, no hallaran en sus bocas -y si es que se animan a contestar- más que las mismas palabras y rumiaciones que generan las editoriales del norte; así de nulos y serviles son por aquí.

Los hechos de febrero de 2014 en la plaza de Maidan no fue un alzamiento popular como lo relataron artificiosamente los insignes medios angloestadounidenses y que repiten simplonamente los medios argentinos, sino el despliegue de grupos de milicianos ultraderechistas de “Pradvy Sektor” apoyadas por células de mercenarios (quienes no trabajan gratis) reclutados de varias partes del mundo dirigidos por la CIA y por supuesto todo ello, financiado por insondables fondos negros. Al poco tiempo y tras haber derrocado al gobierno de Viktor Yarnucovich los comprometedores contubernios no pudieron ocultarse y simplemente estaban a la vista. Aunque The Washington Post, New York Times, la CNN y todas sus repetidoras, pasaron por alto esas evidencias y todas las que se han venido acumulando con el paso de los años, verdaderas causales de lo que hoy sacude a toda Europa, dejan por demás en claro que no ha sido Rusia quien dio inicio a esta guerra.