jueves, 16 de mayo de 2024

 

BROKEN SIEGE: THE SEQUEL

If the situation in Ukraine were a war movie there is no doubt that we would already be watching its epilogue, so how much time does the Zelensky regime have left?

 

By Sidney Hey 

Perhaps the comparison is not so exaggerated if we look at it from a cinematic point of view. What is happening on the north-central front in Ukraine is worthy of a remake of the 1977 film ‘Cross of Iron’ directed by the talented director Sam Peckinpah who (beyond his drunken delusions) would never have imagined that the scenarios where he recreated the Russian front during World War II would become a reality almost 50 years later, but this time, the ones fleeing in disarray would be the Ukrainians and their Anglo-American partners.

I am not exaggerating. The facts speak for themselves about what is happening just a few kilometres from Kharkov and further down near Sumy. So bad are things for the Ukrainians there that they could well be likened to the Nazi retreat from the Taman peninsula. The front is crumbling at an accelerating pace, and after the latest Russian advances, the prospect of a total collapse is confirmed with each passing day. That is why the head of Ukrainian military intelligence, General Kirilo Budanov, has confirmed the seriousness of the situation from a bunker, speaking of a possible collapse of the entire front

This situation in which the CIA, its British MI6 colleagues and their German, Lithuanian, Swedish and who knows how many other agencies are involved is not ignored by the White House and certainly not in Brussels where reliable sources say that nerves are getting on the nerves of top officials throughout the bureau, especially in intelligence.

Ukrainian forces are losing ground fast and lack the resources to turn the situation around. As the saying goes, ‘they are between a rock and a hard place’ and to make matters worse they are commanded by a corrupt lunatic who, like “Captain Stransky” in the Peckinpah film, thinks only of his own glory.

The material variables that have led to this situation are mainly two: lack of trained men and depletion of ammunition supplies, especially artillery. To add another factor we must mention the delay in the arrival of Western military aid, which on several occasions has been destroyed before being landed.

Volodymyr Zelensky from a warm and well-protected bunker in Kiev may shout from a telephone that no one should move from their positions (trying to emulate Stalin) but at this point will anyone listen to him? Perhaps the question should be: did anyone actually listen to him? It is at these moments that the puppets must guard against being eliminated by their Atlanticist employers and Zelensky will be no exception to the rule.

But there are also other variables that have played a role in getting us this far, and they are political. If anyone is responsible for what has happened and how Ukraine will be left, it is Zelensky himself who, knowing the risks of being swayed by Washington's siren songs, gladly decided to play his dirty games against the Russian Federation. If he thought that Moscow would remain unmoved by the offensive on the Donbas already planned for March 2022, it is clear that he was wrong.

As in the film ‘Cross of Iron’ Zelensky, playing the role of the smug and arrogant Captain Stransky, believes that support will come to stem the tide of the Russian counteroffensive. He believes that NATO will jump into the ring to save him and his neo-Nazi regime because he is convinced that Washington and London need them to realise their geostrategic plans. Moreover, to perpetuate himself he has suspended elections and since last year has been purging officials suspected of being traitors.

But the Ukrainian leader does not seem to be considering another option, one that would save the Atlanticists from a possible humiliation but would make him expendable, and that is, before he falls, to throw in the towel. And if not, let's see how the media in the West has already left him aside.

It is quite certain that the CIA and its British colleagues are setting the stage to remove Zelensky from the scene at any moment and the means to do so are several, including his physical elimination, probably by orchestrating a false flag attack to accuse Russia. It seems that on 4 May last there was a well-planned attempt -instigated by Atlanticist agencies- that was thwarted by the SBU (https://infobrics.org/post/41143 ).

It is not only the delicate situation on the front that would push for Zelenky's dismissal. There is a factual issue behind the war and that has to do with the business of corporations and investment funds that would already be interested in accelerating the fulfilment of Kiev's obligations.

This is not only a possibility arising from the analysis of developments on the ground but also from the disclosure of a series of classified documents leaked by National Guard agent Jack Texiera, including letters and conversations during 2023 between a representative of the Pentagon, the Department of Defence and Deputy Secretary of State Victoria Nuland proposing Zelensky's replacement.

 

 

 

miércoles, 15 de mayo de 2024

 

APLASTANDO EL ESPIRITU DE AMERICA

 

La brutal represión contra las manifestaciones en las Universidades estadounidenses plantea interrogantes que tienen un alcance global. A pesar de la ferocidad policial y la injustificable parquedad judicial, el activismo no se ha detenido pero los mismos estadounidenses se preguntan ¿Quiénes controlan el gobierno de EEUU?

 

Por Charles H. Slim y Yossi Tevi

No era de extrañar que las manifestaciones masivas en las universidades de EEUU pasaran inadvertidas para gran parte de los medios del hemisferio y en particular para los medios argentinos ¿Motivos? Molestan a los intereses sionistas muy bien arraigados en Washington y que sus colegas argentinos buscan insertar dentro del actual gobierno en Buenos Aires.

Pensar y mucho más, con sentido crítico se ha vuelto una afrenta y una amenaza a los intereses de estos sectores aun cuando se presentan como adalides de la libertad. Es seguro que si hubiera estado gobernando el llamado peronismo, el radicalismo o incluso, la denominada “izquierda” el silencio hubiera sido el mismo ya que, todos ellos (en diferentes grados) son súbditos de estos poderes fariseos. No es una novedad la corrupción por estos lares y menos aún la ausencia de una identidad política definida.

Al parecer en Buenos Aires no se han dado cuenta que EEUU ya no es el faro de las libertades y que sus narrativas están muy discutidas en todo el mundo.

Así es como se han manejado las cosas en los últimos cien años, pero en estos últimos treinta años y de forma paulatina hemos visto que eso viene cambiando con el hartazgo de guerras interminables que encubren negocios -de armamentos- de los neoconservadores y sus socios sionistas. Las masivas manifestaciones pro palestinas que se han dado en las universidades estadounidenses y que ya se han extendido a Europa y Latinoamérica, han sido reprimidas de manera brutal demostrando quiénes son los que mandan en Washington.

Sabemos que tanto demócratas como republicanos han sido dos mangos del mismo ariete sionista que con el paso de las décadas ha tomado el control de la política exterior de la Unión. Joe Biden no es la excepción a esto y menos aún el “outsider” Trump, pero cada uno en su momento, anteponen sus intereses personales cuando buscan llegar al poder. Lo vemos muy claramente hoy, como ambos se han unido para desplumar al contribuyente estadounidense con la partida presupuestaria billonaria para financiar las armas de Ucrania, Israel y Taiwán (https://www.thewaywardrabbler.com/p/the-trump-biden-world-war-iii-bill ).

Con esto en vista, los ciudadanos estadounidenses pueden dar por seguro que tanto uno como otro seguirán poniendo sus intereses por encima de sus derechos civiles. Para lograr esto se han apoyado en ese tan conocido doble rasero.

El truco del doble rasero en la política estadounidense no es otra cosa que la materialización de un proceder cínico y mendaz con el cual los políticos suelen escudarse tras el dicho “lo que hace la mano derecha no lo sabe la izquierda”, nada nuevo para quienes conocen un poco la historia. Esto es lo que Biden, Blinken y su gabinete han aplicado para posicionarse en el genocidio que Israel viene ejecutando sobre la población palestina de Gaza y que hoy se replica en la ciudad de Rafah (https://spanish.almanar.com.lb/975053 ). Como cínicamente decía Hitler “queremos paz”, la administración demócrata de Biden clama ante los medios diciendo que busca un alto al fuego y por detrás mientras gana tiempo en el foro de Naciones Unidas, corren toneladas de armas y explosivos para Tel Aviv.

Los negocios siempre están primero y los electorales en Washington por encima de todo. Ese es hoy y desde hace varias décadas el espíritu de la democracia en EEUU y obviamente para los ciudadanos es revulsivamente obsceno. Pero lo que para el pueblo es malo, no lo es para la elite que es quien maneja todo detrás de la escena en Washington con lo cual, si alguno de estos títeres (llámense presidente o periodistas) no hace lo que ellos quieren que hagan pues, tendrán problemas.

La administración Biden es socio de un régimen que además de estar matando civiles con bombas de fabricación estadounidense y usando el hambre como arma, tiene campos de concentración como el de “Sde Teiman” en el Negev donde se torturan a hombres y mujeres de formas indescriptibles ¿Qué dicen los medios sobre esto? Como es imposible ocultarlo, hay algunas menciones pero sus editoriales son maquilladas para que los hechos a los ojos de la opinión pública no sean tan aberrantes como lo son en realidad (https://edition.cnn.com/2024/05/10/middleeast/israel-sde-teiman-detention-whistleblowers-intl-cmd/index.html ). La libertad de prensa que garantiza la primera enmienda también es algo que ya no existe como tal.

Tanto es así, que no hay que sorprenderse cuando la opinión pública global -aunque se asombren en Washington- considera al “derecho internacional basado en reglas” como un invento de EEUU para y único beneficio de su política exterior y de su pequeña bestia, Israel, aunque hay algunos que ya empiezan a sospechar que sería a la inversa.

Las manifestaciones que comenzaron a propagarse por los claustros de todas las universidades estadounidenses y que han sido violentamente reprimidas por la policía -incluidos grupos sionistas- confirman esto ¿Dónde está el respeto a ese supuesto derecho internacional del cual Washington se dice líder?, ¿Es Joe Biden quien realmente maneja la política exterior de su país? Biden y todo el Establecimiento se ven atrapados por esa lealtad a un estado que comete crímenes de guerra y lesa humanidad con total premeditación sin reparar que estos estudiantes y profesores que son parte de su propio pueblo, rechaza esa inmoral incondicionalidad.

Pese a las tergiversaciones de los medios para desacreditarlas apelando al gastado término “antisemita” instalado por los grupos de presión por-israelíes y por el mismo Netanyahu, estas manifestaciones nunca han tenido el acusado “antisemitismo”. Al contrario, son una clara manifestación pacífica de apoyo de una juventud estadounidense consciente al pueblo palestino, innegablemente semita masacrado sin contemplación por un estado implantado hace 75 años y dirigido principalmente por judíos askenazi de origen europeo que hoy tiene fabulosos negocios (traducidos en 300 mil millones de dólares en impuestos) con la cleptocracia política en Washington. Entonces debiéramos preguntarnos ¿De qué lado realmente esta ese antisemitismo?

Cuando esas manifestaciones comenzaron a trascender las fronteras y fue difícil invisibilizarlas no cabe dudas que los afiliados a influyentes grupos de presión como AIPAC dentro del Congreso (que sus colegas de la DAIA buscan emular en Argentina) pronto levantaron el teléfono y con pánico exclamaron: “Washington tenemos un problema”!   

 

lunes, 13 de mayo de 2024

 

CONTRAOFENSIVA DISCURSIVA

¿Cómo los sectores pro-israelíes argentinos que acompañan al gobierno de los Milei tratan de hacer control de daños por el genocidio que se lleva a cabo en la Franja de Gaza?

 

Por Javier B. Dal

Hay un refrán que Sir John Hurt dijo una vez y es que “El crimen perfecto no es aquel que no se resuelve, sino el que se resuelve con un falso culpable.” Este dicho sin dudas resume como se tratan de explicar ciertos temas y es bien aplicable a la lógica que desde ciertos sectores en los medios de las sociedades en occidente y particularmente en Argentina, han usado para crear narrativas y que hoy tratan de instaurar para tapar lo que realmente sucede en Palestina y en la Franja de Gaza en particular.

Parece un contrasentido encontrar en aquella frase de un británico, tanta luz para describir la conducta de ciertos sectores en Argentina. La repentina resolución de la justicia federal que acusa -sin pruebas- a Irán como responsable de los atentados de 1992 y 1994 encaja con aquel razonamiento.

Esto también habla de la muy opaca realidad informativa en los medios argentinos, poblada de obsecuentes partidarios de Israel y sus políticas segregacionistas, que operan especialmente desde la ciudad de Buenos Aires. Sigue siendo una realidad en estos medios, la ausencia de una voz árabe-palestina que de su punto de vista sin estar condicionada por influencias extranjeras. Los argentinos deben conocer todos lo hechos para salir sopor que estos medios les insuflan. Incluso esto llega a tal punto que hay ciertos personajes de la televisión abierta y programas en streaming que no dudan en mostrar su desenfado sionista.

Sesgos semejantes pueden verse en la señal “LN+” (https://lnmas.lanacion.com.ar/ ) donde además de la consabida línea argumentativa pro-sionista, sus conductores tienen a la vista sobre el escritorio la bandera de Israel. A tal punto llega esta obsecuencia que cualquier incauto podría creer que está viendo un canal de la TV israelí. Es seguro que hay una buena parte de los argentinos quienes inocentemente se cuestionan “¿Tenemos problemas de identidad?”

Desde los eventos del 7 de octubre del 2023, las usinas desinformativas en CABA (entre las que se encuentran periodistas, artistas e intelectuales) han ido acrecentado sus actividades de ocultamiento, desinformación e intoxicación de lo que realmente sucede en Palestina tratando de circunscribir el origen de todo ello desde esa fecha olvidándose (obviamente) de los últimos 75 años.

La llegada del gobierno de los Milei con expresa y decidida filiación sionista, estas actividades por tratar de revertir la realidad con relatos recortados de lo que sucede allí, se han visto reforzadas por estas horas con el brutal asalto israelí sobre Rafah. Su victoria electoral no significa que sus votantes vayan a convertirse al judaísmo, sean sionistas instantáneos o se hallen deslumbrados por su idilio con la teosofía y la escatología judía. Para nada. Los argentinos que son en su mayoría católicos (muy particulares por cierto) son más bien prácticos que fieles a sus convicciones y lo único que esperan es que alguien les ponga dinero en sus bolsillos y poco les importa si es un gobierno peronista, nacionalista o uno de trasnochados sionistas liderados por un seudo “libertario”.

Detrás de su estrafalario eslogan mesiánico de las “fuerzas del cielo” que lo apoyan, Milei cuenta con un pequeño núcleo de poder afiliados al sector por-Israel que tratan de darle a su gobierno la sustancia necesaria para hacerlo sustentable y nada mejor para ello que…el dinero que podría provenir en parte de sus contactos con la secta Rave.

Obviamente que no habrá desembolso sin contraprestación aunque, si es muy posible que sean tomadas en cuenta algunos aportes estratégicos que Argentina puede prestar entre los que contaría poner a funcionar la industria de Fabricaciones Militares (FMA) no para reconstruir las FFAA, sino para abastecer de proyectiles a las FDI que luego asesinarán a los palestinos. Detrás de esta idea estaría Washington que permitiría la operatoria como parte de su política de comprar amigos para un estado detestable. Por supuesto que estas tratativas se mantienen a puertas cerradas. Si esto se concreta, se harán grandes negocios, pero no para beneficio del pueblo argentino sino, para los empresarios israelíes, estadounidenses y los tan ávidos políticos nacionales.

Los esfuerzos por crear nuevos argumentos para explicar lo inexplicable son cada vez más retorcidos e imaginativos. Esto es lo que hemos estado viendo con las manifestaciones en las universidades en EEUU y que se han contagiado a Europa y hoy comienzan a florecer en todo Latinoamérica.

Para algunos intelectuales sionistas locales la culpa de esta toma de consciencia por parte de la juventud estadounidense sobre las atrocidades que se cometen contra la población palestina es la “cultura Woke”, un argumento tan reduccionista y simplón que no pareciera salir de un razonamiento intelectual. Pero así son las cosas por acá. Dentro de sus esquemas argumentativos no entran las masacres que incluyen miles de niños, las torturas, las violaciones reales de mujeres palestinas, las fosas comunes halladas tras el paso de las FDI ni el uso de armas químicas y si alguno las reconociera las justifica en el marco del “derecho de defensa”.

Desde hace años que los sionistas argentinos (judíos y no judíos) tratan de organizarse para lograr alcanzar un poder de influencia política en el estado como lo tienen sus siniestros camaradas estadounidenses de AIPAC en Washington y es por ello que ven con los Milei el momento para conseguirlo y en ese objetivo se han puesto en campaña.