CONTRAOFENSIVA DISCURSIVA
¿Cómo los sectores pro-israelíes argentinos que acompañan al gobierno
de los Milei tratan de hacer control de daños por el genocidio que se lleva a
cabo en la Franja de Gaza?
Por
Javier B. Dal
Hay un refrán que Sir John Hurt dijo una vez y es que “El crimen perfecto no es aquel que no se resuelve, sino el que se resuelve con un falso culpable.” Este dicho sin dudas resume como se tratan de explicar ciertos temas y es bien aplicable a la lógica que desde ciertos sectores en los medios de las sociedades en occidente y particularmente en Argentina, han usado para crear narrativas y que hoy tratan de instaurar para tapar lo que realmente sucede en Palestina y en la Franja de Gaza en particular.
Parece un
contrasentido encontrar en aquella frase de un británico, tanta luz para describir
la conducta de ciertos sectores en Argentina. La repentina resolución de la
justicia federal que acusa -sin pruebas- a Irán como responsable de los
atentados de 1992 y 1994 encaja con aquel razonamiento.
Esto
también habla de la muy opaca realidad informativa en los medios argentinos,
poblada de obsecuentes partidarios de Israel y sus políticas segregacionistas, que
operan especialmente desde la ciudad de Buenos Aires. Sigue siendo una realidad
en estos medios, la ausencia de una voz árabe-palestina que de su punto de
vista sin estar condicionada por influencias extranjeras. Los argentinos deben
conocer todos lo hechos para salir sopor que estos medios les insuflan. Incluso
esto llega a tal punto que hay ciertos personajes de la televisión abierta y programas
en streaming que no dudan en mostrar su desenfado sionista.
Sesgos semejantes
pueden verse en la señal “LN+” (https://lnmas.lanacion.com.ar/ ) donde
además de la consabida línea argumentativa pro-sionista, sus conductores tienen
a la vista sobre el escritorio la bandera de Israel. A tal punto llega esta
obsecuencia que cualquier incauto podría creer que está viendo un canal de la
TV israelí. Es seguro que hay una buena parte de los argentinos quienes inocentemente
se cuestionan “¿Tenemos problemas de identidad?”
Desde los eventos
del 7 de octubre del 2023, las usinas desinformativas en CABA (entre las que se
encuentran periodistas, artistas e intelectuales) han ido acrecentado sus
actividades de ocultamiento, desinformación e intoxicación de lo que realmente sucede
en Palestina tratando de circunscribir el origen de todo ello desde esa fecha olvidándose
(obviamente) de los últimos 75 años.
La llegada del gobierno de los Milei con expresa y decidida filiación sionista, estas actividades por tratar de revertir la realidad con relatos recortados de lo que sucede allí, se han visto reforzadas por estas horas con el brutal asalto israelí sobre Rafah. Su victoria electoral no significa que sus votantes vayan a convertirse al judaísmo, sean sionistas instantáneos o se hallen deslumbrados por su idilio con la teosofía y la escatología judía. Para nada. Los argentinos que son en su mayoría católicos (muy particulares por cierto) son más bien prácticos que fieles a sus convicciones y lo único que esperan es que alguien les ponga dinero en sus bolsillos y poco les importa si es un gobierno peronista, nacionalista o uno de trasnochados sionistas liderados por un seudo “libertario”.
Detrás de
su estrafalario eslogan mesiánico de las “fuerzas del cielo” que lo apoyan, Milei
cuenta con un pequeño núcleo de poder afiliados al sector por-Israel que tratan
de darle a su gobierno la sustancia necesaria para hacerlo sustentable y nada
mejor para ello que…el dinero que podría provenir en parte de sus contactos con
la secta Rave.
Obviamente
que no habrá desembolso sin contraprestación aunque, si es muy posible que sean
tomadas en cuenta algunos aportes estratégicos que Argentina puede prestar
entre los que contaría poner a funcionar la industria de Fabricaciones
Militares (FMA) no para reconstruir las FFAA, sino para abastecer de
proyectiles a las FDI que luego asesinarán a los palestinos. Detrás de esta
idea estaría Washington que permitiría la operatoria como parte de su política
de comprar amigos para un estado detestable. Por supuesto que estas tratativas
se mantienen a puertas cerradas. Si esto se concreta, se harán grandes negocios,
pero no para beneficio del pueblo argentino sino, para los empresarios
israelíes, estadounidenses y los tan ávidos políticos nacionales.
Los
esfuerzos por crear nuevos argumentos para explicar lo inexplicable son cada
vez más retorcidos e imaginativos. Esto es lo que hemos estado viendo con las
manifestaciones en las universidades en EEUU y que se han contagiado a Europa y
hoy comienzan a florecer en todo Latinoamérica.
Para
algunos intelectuales sionistas locales la culpa de esta toma de consciencia por
parte de la juventud estadounidense sobre las atrocidades que se cometen contra
la población palestina es la “cultura Woke”, un argumento tan reduccionista y
simplón que no pareciera salir de un razonamiento intelectual. Pero así son las
cosas por acá. Dentro de sus esquemas argumentativos no entran las masacres que
incluyen miles de niños, las torturas, las violaciones reales de mujeres palestinas,
las fosas comunes halladas tras el paso de las FDI ni el uso de armas químicas
y si alguno las reconociera las justifica en el marco del “derecho de defensa”.
Desde hace
años que los sionistas argentinos (judíos y no judíos) tratan de organizarse
para lograr alcanzar un poder de influencia política en el estado como lo
tienen sus siniestros camaradas estadounidenses de AIPAC en Washington y es por
ello que ven con los Milei el momento para conseguirlo y en ese objetivo se han
puesto en campaña.
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