miércoles, 15 de mayo de 2024

 

APLASTANDO EL ESPIRITU DE AMERICA

 

La brutal represión contra las manifestaciones en las Universidades estadounidenses plantea interrogantes que tienen un alcance global. A pesar de la ferocidad policial y la injustificable parquedad judicial, el activismo no se ha detenido pero los mismos estadounidenses se preguntan ¿Quiénes controlan el gobierno de EEUU?

 

Por Charles H. Slim y Yossi Tevi

No era de extrañar que las manifestaciones masivas en las universidades de EEUU pasaran inadvertidas para gran parte de los medios del hemisferio y en particular para los medios argentinos ¿Motivos? Molestan a los intereses sionistas muy bien arraigados en Washington y que sus colegas argentinos buscan insertar dentro del actual gobierno en Buenos Aires.

Pensar y mucho más, con sentido crítico se ha vuelto una afrenta y una amenaza a los intereses de estos sectores aun cuando se presentan como adalides de la libertad. Es seguro que si hubiera estado gobernando el llamado peronismo, el radicalismo o incluso, la denominada “izquierda” el silencio hubiera sido el mismo ya que, todos ellos (en diferentes grados) son súbditos de estos poderes fariseos. No es una novedad la corrupción por estos lares y menos aún la ausencia de una identidad política definida.

Al parecer en Buenos Aires no se han dado cuenta que EEUU ya no es el faro de las libertades y que sus narrativas están muy discutidas en todo el mundo.

Así es como se han manejado las cosas en los últimos cien años, pero en estos últimos treinta años y de forma paulatina hemos visto que eso viene cambiando con el hartazgo de guerras interminables que encubren negocios -de armamentos- de los neoconservadores y sus socios sionistas. Las masivas manifestaciones pro palestinas que se han dado en las universidades estadounidenses y que ya se han extendido a Europa y Latinoamérica, han sido reprimidas de manera brutal demostrando quiénes son los que mandan en Washington.

Sabemos que tanto demócratas como republicanos han sido dos mangos del mismo ariete sionista que con el paso de las décadas ha tomado el control de la política exterior de la Unión. Joe Biden no es la excepción a esto y menos aún el “outsider” Trump, pero cada uno en su momento, anteponen sus intereses personales cuando buscan llegar al poder. Lo vemos muy claramente hoy, como ambos se han unido para desplumar al contribuyente estadounidense con la partida presupuestaria billonaria para financiar las armas de Ucrania, Israel y Taiwán (https://www.thewaywardrabbler.com/p/the-trump-biden-world-war-iii-bill ).

Con esto en vista, los ciudadanos estadounidenses pueden dar por seguro que tanto uno como otro seguirán poniendo sus intereses por encima de sus derechos civiles. Para lograr esto se han apoyado en ese tan conocido doble rasero.

El truco del doble rasero en la política estadounidense no es otra cosa que la materialización de un proceder cínico y mendaz con el cual los políticos suelen escudarse tras el dicho “lo que hace la mano derecha no lo sabe la izquierda”, nada nuevo para quienes conocen un poco la historia. Esto es lo que Biden, Blinken y su gabinete han aplicado para posicionarse en el genocidio que Israel viene ejecutando sobre la población palestina de Gaza y que hoy se replica en la ciudad de Rafah (https://spanish.almanar.com.lb/975053 ). Como cínicamente decía Hitler “queremos paz”, la administración demócrata de Biden clama ante los medios diciendo que busca un alto al fuego y por detrás mientras gana tiempo en el foro de Naciones Unidas, corren toneladas de armas y explosivos para Tel Aviv.

Los negocios siempre están primero y los electorales en Washington por encima de todo. Ese es hoy y desde hace varias décadas el espíritu de la democracia en EEUU y obviamente para los ciudadanos es revulsivamente obsceno. Pero lo que para el pueblo es malo, no lo es para la elite que es quien maneja todo detrás de la escena en Washington con lo cual, si alguno de estos títeres (llámense presidente o periodistas) no hace lo que ellos quieren que hagan pues, tendrán problemas.

La administración Biden es socio de un régimen que además de estar matando civiles con bombas de fabricación estadounidense y usando el hambre como arma, tiene campos de concentración como el de “Sde Teiman” en el Negev donde se torturan a hombres y mujeres de formas indescriptibles ¿Qué dicen los medios sobre esto? Como es imposible ocultarlo, hay algunas menciones pero sus editoriales son maquilladas para que los hechos a los ojos de la opinión pública no sean tan aberrantes como lo son en realidad (https://edition.cnn.com/2024/05/10/middleeast/israel-sde-teiman-detention-whistleblowers-intl-cmd/index.html ). La libertad de prensa que garantiza la primera enmienda también es algo que ya no existe como tal.

Tanto es así, que no hay que sorprenderse cuando la opinión pública global -aunque se asombren en Washington- considera al “derecho internacional basado en reglas” como un invento de EEUU para y único beneficio de su política exterior y de su pequeña bestia, Israel, aunque hay algunos que ya empiezan a sospechar que sería a la inversa.

Las manifestaciones que comenzaron a propagarse por los claustros de todas las universidades estadounidenses y que han sido violentamente reprimidas por la policía -incluidos grupos sionistas- confirman esto ¿Dónde está el respeto a ese supuesto derecho internacional del cual Washington se dice líder?, ¿Es Joe Biden quien realmente maneja la política exterior de su país? Biden y todo el Establecimiento se ven atrapados por esa lealtad a un estado que comete crímenes de guerra y lesa humanidad con total premeditación sin reparar que estos estudiantes y profesores que son parte de su propio pueblo, rechaza esa inmoral incondicionalidad.

Pese a las tergiversaciones de los medios para desacreditarlas apelando al gastado término “antisemita” instalado por los grupos de presión por-israelíes y por el mismo Netanyahu, estas manifestaciones nunca han tenido el acusado “antisemitismo”. Al contrario, son una clara manifestación pacífica de apoyo de una juventud estadounidense consciente al pueblo palestino, innegablemente semita masacrado sin contemplación por un estado implantado hace 75 años y dirigido principalmente por judíos askenazi de origen europeo que hoy tiene fabulosos negocios (traducidos en 300 mil millones de dólares en impuestos) con la cleptocracia política en Washington. Entonces debiéramos preguntarnos ¿De qué lado realmente esta ese antisemitismo?

Cuando esas manifestaciones comenzaron a trascender las fronteras y fue difícil invisibilizarlas no cabe dudas que los afiliados a influyentes grupos de presión como AIPAC dentro del Congreso (que sus colegas de la DAIA buscan emular en Argentina) pronto levantaron el teléfono y con pánico exclamaron: “Washington tenemos un problema”!   

 

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