jueves, 12 de enero de 2017

EN LA MIRA





  

“SEÑALES DEL FIN”

Podrá el nuevo presidente estadounidense deshacerse de la mafia neoconservadora que ha hundido a los Estados Unidos en el actual pantano geopolítico en que se encuentra?




Por Charles H. Slim
A mayor pataleo, se hace más evidente el final diría alguno. Como los movimientos espasmódicos de un paciente en agonía así parece convulsionar EEUU ante la nueva realidad interior que lo gobierna y la exterior que claramente está muy lejos de controlar. 

Ha cambiado la administración en la Casa Blanca y pronto tendremos noticias de lo que Donald Trump se trae bajo la manga de la camisa. Muchos apuestan por que cumpla con sus promesas anti Stablishment y otros creemos que él no es más que un truco similar al “negrito simpático” que ahora sale del poder.

El gran empresario mediático llega a la presidencia con un barco averiado y que hace agua por varios lados. Nadie diría que podría estar feliz de haberse hecho cargo de semejante desastre que no le dará tregua hasta que logre hacer control de daños y recién allí, estabilizar la nave para poder llevarla cautelosamente a puerto.

La metáfora puede sonar cursi pero servirá para que el lector entienda cómo está actualmente el estado de la Unión y cuál puede ser su evolución. Igualmente y más allá de los esfuerzos por graficar didácticamente la situación  norteamericana, está claro a los ojos de todos los especialistas en política internacional y geopolítica –y obviamente cada uno en su grado- señalan que los EEUU están retrocediendo en sus aspiraciones imperiales.

Obviamente no lo hace por algún miramiento moral o incluso por los problemas económicos y financieros que todo ello le ha causado estas políticas intervencionistas.
Washington ha tenido que aprender a las  malas que no se puede atropellar a los países y tratar de controlarlos sin medir consecuencias; e incluso que podía escapar impune a sus acciones. Confiado en los pésimos consejos de sus “Think Tanks”, de sus estrategas militares imbuidos de ese mesianismo sionista que tanto aman los “Lobbies” en el Congreso  y de sus cerebros pagados que trabajan actualmente en más de veinte agencias federales de inteligencia, el poder estadounidense se ha hundido hasta el cuello en terreno fangoso y ahora debe ahorrar esfuerzos para poder salir.

Aquellos sectores compuestos por sujetos como Stephen Hadley (ex consejero de seguridad de George W. Bush), Robert Kagan  (fundador de Husdson Institute) y William Kristol fundadores de un proyecto que –según sus proyecciones de política públicas- beneficiaría a los EEUU a costa de los recursos de otros países; o que decir del inolvidable Paul Wolfowitz , uno más entre una pléyade de otros funcionarios protagonistas de las estafas criminales más grandes de lo que va el siglo, quienes creyeron en su momento que podían operar como acostumbradamente lo habían hecho en el siglo XX sin pasárseles por sus retorcidas mentes, que se despertaría una corriente de conciencia en la opinión pública mundial que además de oposición,  pondría en discusión sus planificaciones.

Como olvidar elucubraciones como el “Proyecto para El Nuevo Siglo Estadounidense”  que tenía por fin, promocionar e impulsar el “liderazgo estadounidense” a nivel mundial mediante sangrientos engaños, la falsificación de pruebas contra gobiernos extranjeros –árabes e islámicos-  que culminarían en brutales intervenciones militare para colocar gobiernos títeres con detestables y siniestras políticas dirigidas a la eliminación de “disidentes”. 

A pesar que estos “cerebros” anónimos se ocultan tras sus escritorios, sus obras son materializadas por funcionarios públicos como Collin Powell, recuerdan aquel ex general de color que en 2002 en Naciones Unidas realizo un pase de tragicomedia –muy festejada por los medios- al sacar un pequeño frasco de vidrio que conteniendo un polvito blanco, lo presento como prueba irrefutable de que Iraq presuntamente tenía “Antrax” y con ello argumentar que había que invadir aquel país.   

Cuando invadieron y ocuparon Iraq, al comprobar que no podían controlar a los iraquíes y que para peor, las acciones de la resistencia estaban causando serios daños materiales, humanos y psicológicos (moral) en las tropas, acudieron a la implementación de los planes de contrainsurgencia ejecutados por el general David Howell Petraeus que entre otras tácticas, se pusieron en marcha la operatividad de falsos grupos de la resistencia compuestos con mercenarios árabes que tuvo su perfeccionamiento en el llamado “Islamic State of Iraq” (ISI),  que  con base territorial en Al Anbar que se hallaba bajo la jurisdicción del entonces general del cuerpo de Marines John Allen, hoy evoluciono al conocido “ISIS”.

O que más decir –de lo que ya se conoce- de la brillante señora Secretario de estado Hillary Clinton, que a pesar de sus públicas contradicciones y negro pasado en la gobernación de Arkansas estuvo a un pelo de ocupar la presidencia. O de su colega la veterana Madeleine Albright, quien justificó la muerte de medio millón de niños iraquíes por un embargo que, por su hostilidad y brutalidad,  no tuvo comparación con cualquier otro contemporáneo. Ni hablemos del senador John Mc Cain, ese simpático viejito inquieto, quien por si solo ha dejado bien en claro cómo interviene EEUU en la clandestinidad y en especial, como lo vino haciendo en Siria.

Para no extendernos en estos ejemplos, digamos por último algo sobre una de las “vedettes” de la política exterior norteamericana, la señora secretario de estado adjunta Victoria Nuland, especialista en tratar de chantajear a los mandatarios que se resisten a seguir los lineamientos de la Casa Blanca, ha realizado sus últimos movimientos en torno a la preocupante situación de Turquía que al parecer le dice “adiós” a la OTAN.  Nuland tuvo un papel crucial en el golpe de estado en Kiev en Febrero del  2014 e incluso quedó comprometida con este sangriento evento mediante escuchas telefónicas que tras ser filtradas por las redes sociales, comprometieron al embajador de EEUU en Ucrania, Geoffrey Pyatt (BBC. “Crisis de Ucrania: Transcripción filtrada de llamadas de Nuland-Pyatt”. http://www.bbc.com/news/world-europe-26079957 )

Incluso, Nuland fue coautora de la creación con la colaboración de Petro Poroshenko de Ucrania y Tiyip Erdogan de Turquía, de la llamada Brigada Internacional Islámica autora de varios actos de sabotaje en Rusia ( Red Voltaire. “Puede Turquía ponerse del lado de Rusia”. http://www.voltairenet.org/article194880.html ) y que seguramente tiene nexos con los programas “Al Qaeda” y el “ISIS”.

Actualmente y con Donald Trump en la Casa Blanca, funcionarios problemáticos e involucrados en escándalos similares, esperarían su pronto boleto de salida de su administración, así al menos lo han puesto a rodar algunas fuentes en Washington.  

Para los neocon y los sionistas más extremos, esto es un error que el presidente debiera reconsiderar dado que existen muchos peligros alrededor del globo –creados por ellos mismos- que necesitan ser encarados por funcionarios con larga experiencia y capacidad como la “señora Nuland”.  A contracara de esto, vinieron a aparecer supuestos “informes de inteligencia” que comprometerían a Trump quien tras enterarse de ellos no dudo en señalar estas tácticas como las llevadas a cabo en la “Alemania Nazi”.

El Consejo Nacional de Inteligencia CIN ha previsto en un informe de unas 226 páginas que el país perderá su dominio sobre el globo, abriendo el camino a Rusia y China como actores desafiantes a su poderío global (https://actualidad.rt.com/actualidad/228081-inteligencia-eeuu-fin-liderazgo-washington ). 
Y allí no terminan las cosas; el desorden y la criminalidad aumenta en el país; la flota en el Golfo Pérsico estuvo a un centímetro de iniciar una batalla naval con naves de la Guardia Revolucionaria Iraní con consecuencias inesperadas; Erdogan pareciera decidido a irse de la OTAN; los planes de desmembrar Siria e Iraq han fracasado y con ellos el intento de bloquear la ruta de la seda para el comercio entre Oriente y la Europa. Todo pareciera juntarse para hacerle las cosas mucho más difíciles de lo que Obama las dejo. ¿Podrá estar siendo generado esto desde el bajo fondo del estado profundo norteamericano o son, señales de un inminente final del predominio imperial?

domingo, 8 de enero de 2017

NACIONAL





“ESTRATEGIA DE LA IMPREVISIÓN”

Cómo décadas de desguace de las estructuras estratégicas del estado y la corrupción política han sido responsables del desastre que sacude a gran parte del país




Por Pepe Beru
Solo cuando ocurren las cosas es cuando reaccionan los ineptos solía decir un jefe que tuve alguna vez.  A pesar de que han cambiado los tiempos y la tecnología proporciona muchas comodidades lo cierto es que las conductas previsoras nunca pasan de moda y mucho menos en lo que hace a los recursos que el estado debe tener alistados para previsiones que amenacen sus intereses tanto internos como externos. Esto a cuento de los impresionantes incendios que se desde el mes de noviembre se han propagado por tres provincias argentinas sin que las autoridades hubieran podido combatirlos con eficacia.

La labor de los bomberos locales y de grupos de voluntarios ha sido encomiable pero no suficiente para combatir este tipo de incendios de amplisimos frentes que se han visto agravados por la aparición de vientos rápidos que cambian de dirección en pocos minutos. Incluso varios rescatistas que se veían visitados por periodistas y políticos exclamaban “no necesitamos cámaras de fotos y políticos, necesitamos aviones hidrantes”.

Detrás de esta tragedia propiciada por una inusitada inclemencia del clima hay el relato de una larga política de abandono, corrupción y desestructuración de los principales recursos provinciales y en especial los nacionales, que de haber existido hubieran evitado en un alto grado, los  daños que aún se siguen registrando. Los políticos argentinos una vez más demuestran hasta donde llega su ineptitud y su clara falta de vocación de gobierno, al menos así se desprende de las improvisadas políticas que se han desplegado para tratar de combatir frentes de fuego que sin pausa avanzan  desde el oeste por la provincia de la Pampa y desde el suroeste por la provincia de Río Negro, que por efecto de los vientos están llegando al sur de la provincia de Buenos Aires en cercanía de la localidad de Bahía Blanca.

Las pérdidas registradas en campos, cosechas, ganado y hasta propiedades incineradas son parte de un gasto que la imprevisión gubernamental deberá afrontar pero, sin lugar a dudas de que se hace urgente que el gobierno nacional comience a reestructurar y en serio, sus estructuras estratégicas que de haber estado en pie, pudieron haber sofocado estos violentos incendios en un tiempo mucho más reducido que lo que está costando aún.

Lo que para la realidad de otros países puede ser un tema atendido y hasta de segundo nivel en importancia, para la Argentina la corrupción que ha desestructurado amplios sectores del estado es un tema que aún no ha sido profundizado y esta contingencia natural lo ha puesto en evidencia. En este sentido algunos se han preguntado ¿Dónde están los aviones hidrantes especialmente diseñados para intervenir en este tipo de eventos o los aviones de la Fuerza Aérea que pueden ser adaptados para llevar tanques de agua en sus bodegas?
Fumigadores que se usan como hisdrantes

En otro país éste tipo de cuestionamientos no tiene asidero y se da como un hecho, de que estarán los recursos disponibles para hacer frente a una contingencia semejante.

Si esa pregunta fuera realizada a alguno de los políticos que suelen aparecer en los circos mediáticos televisivos y que son conducidos por muñecos de alta voz con buenos salarios, seguramente que lo único que vería el espectador serían muecas de desconocimiento y hasta tal vez alguno de ellos, se atreva a estructurar alguna respuesta con argumentos delirantes que tiren la pelota a décadas antes y si fuera posible, a la “época de los militares”.  Pero en medio de este rumiar de todos estos políticos, está la historia de uno de tantos actos de corrupción de la “década ganada” que se cobraron con los fondos públicos y que además causó ingentes daños en la provincia del Chubut por allá en 2015.

En ese entonces la provincia sufrió uno de los incendios más grandes que se podía recordar y el entonces gobierno kirchnerista había anunciado que se habían comprado uno 27 aviones hidrantes con los cuales –de haber existido- se hubiera podido hacer frente a esta contingencia. La provincia solo contaba con aviones monomotor turbo que fueron readaptados de fumigadores a insinuados hidrantes que no pueden cubrir mínimamente las necesidades que demanda un incendio como el que arrasó miles de hectáreas chubutenses.
C-130. avión de transporte

La supuesta compra de esos aviones habían costado unos 57 millones de pesos que obviamente, salieron del erario público. Pero para cuando se presento la ocasión para combatir estos incendios, los aviones nunca aparecieron y por supuesto, los 57 millones tampoco volvieron a las arcas del estado.

Haciendo un pequeño ejercicio de deducción, veremos que con aquella suma solo se podrían haber comprado una determinada clase de avión que  precisamente no reúne las condiciones óptimas para el combate de fuegos de alta intensidad.  Lo que supuestamente habrían tenido en vista para la adquisición fueron pequeñas avionetas con una cantidad limitada de carga hídrica, totalmente inoperantes para el tamaño y extensión del territorio argentino.

Pero si no habían estos equipos a la mano de la defensa civil, ¿por qué no coopera la Fuerza Aérea? Se sabe bien que en otros países, incluso vecinos, la asistencia militar para catástrofes naturales es casi un recurso que se da por inherente a la batería de recursos que el estado puede acudir para solucionar problemas en los que la movilización de equipos, personal, resguardo de bienes y personas  se haga necesario. 

En el caso de Argentina esto no sucede. El motivo de ello está en la carencia de este tipo de aviones o incluso helicópteros de gran porte que también podrían ser adaptados para albergar tanques de agua provisorios.

Según algunos precios de mercado, los aviones de transporte como “Hércules C-130” en sus versiones clásicas rondan actualmente unos 25 millones de dólares la unidad pudiendo hallarse otras alternativas tan loables como asequibles.  El avión ruso “Beriev B-200”  sería una de las alternativas más acertadas para combates de incendios de grandes proporciones. Su tamaño y su diseño hacen que pueda albergar varias toneladas en peso de agua mediante recogida de agua de lagos, ríos o incluso el mar.

También existen en vidriera aviones como el “Antonov” de fabricación rusa que además de ser mucho más amplio y con mayor capacidad de carga, tendría un costo menor  en su precio algo que no es poco para economías enfermas como la argentina. 

Con éste ejemplar el país resolvería dos problemas a la vez: dotaría a su Fuerza Aérea de una movilidad operativa de la cual actualmente carece y un recurso alternativo para atender un problema extraordinario como son los incendios tan vastos.
Y-8 chino

Otra alternativa no apta para “anglófilos” es la adquisición de aviones de transporte “Shaanxi-Y-8” de fabricación china. Con un porte similar al C-130 y con cuatro motores a hélice que le proporciona mayor maniobrabilidad a baja cota, ésta versión china de un avión multipropósito podría resolver los problemas logísticos de las FFAA y en especial, atender en situaciones de emergencia como actualmente debe lidiar el país.

Si bien el problema de fondo –como acostumbradamente se argumenta- es la continua falta de fondos que los gobiernos suelen acusar por sus malas políticas administrativas y la galopante corrupción existente en el país, haciendo un pequeño ejercicio de la lógica y el sentido común nos mostrara que en solo dos años Argentina puede adquirir una flota respetable de aviones que puedan resolver estos problemas. Veamos, si durante la era K, se crearon ciento de miles de puestos públicos para esconder el gran problema de la desocupación,  si hacemos algunas cuentas veremos cómo se puede reestructurar una fuerza aérea polivalente con solo un manejo transparente de las cuentas.
Canadian CL125T

Si tan solo consideramos que en promedio estos ñoquis K cobraban en puestos administrativos de bajo rango unos 13.500 a 14.000 pesos mensuales, otra franja de ñoquis de más alta graduación y con mayor compromiso político como eran los de la “Campora” que se enquistaban en puestos y empresas clave, se alzaban con sueldos de entre 80.000 a 150.000 pesos mensuales (para ser conservadores). Si tan solo tomáramos doscientos de estos parásitos y sumamos lo que cobraban por mes la cuenta nos daría la friolera suma de 16 millones de pesos mensuales; si a esto lo multiplicamos por un año esta suma nos da 192 a 200 millones de pesos y solo por un puñado de “empleados públicos” que solo tenían como mérito, ser chupamedias del poder de  turno. Está claro que esta obsecuencia rentada no puede existir sin un oferente que pague por aquella por lo que, quedará en manos de la tan discutida justicia revisar todas estás incongruencias que hoy le cuesta al país, estar sin una infraestructura real para cumplir con los objetivos de proteger el interés general.

Según las estadísticas de pérdidas que tuvo Aerolíneas Argentinas hasta noviembre del 2014, la empresa intervenida por el gobierno K perdió la friolera suma de 984 millones de dólares estadounidenses que se fueron por las grietas sin fondo de la corrupción. 

Con este dato, podemos ver que además de que la Argentina pudo haber adquirido cómodamente cinco aviones hidrantes canadienses como el CL215T o diez C-130 J que traerían un alivio a la famélica Fuerza Aérea, hubiera prevenido todos los daños que se están produciendo por la imposibilidad de atacar los frentes de fuego.  

Sin lugar a dudas que con un ahorro semejante, el problema logístico y de material para combatir a desastres naturales como los que actualmente están azotando al país, se verían ampliamente paliados pero ¿Existe voluntad política para ello?

  




   

jueves, 5 de enero de 2017

VETERANOS DE AYER




“RECONOCER EL SERVICIO”

Cómo evadir la situación de los combatientes del Golfo Pérsico de 1991 y su correspondiente reconocimiento compromete sus derechos




Por Charles H. Slim
Se dice que para que algo no se olvide, debemos conocer un poco la historia. Han pasado largos veintisiete años desde que el gobierno argentino tomo la inédita decisión política de ordenar el envió de la fuerza naval de batalla “G.T.88” que representó una bisagra tanto en las operaciones navales como en la vida política del país. Ambas fases de esto no son poca cosa.  La llamada crisis del Golfo Pérsico y su posterior conflagración en 1991 fue una cuestión tan destacable para la geopolítica internacional como peligrosa.  

Aquel acontecimiento que sacudió al mundo y que sigue manteniendo actualidad geoestratégica y militar demuestra que aún sigue habiendo un entendimiento “amateur” de lo que significó y significa, el tema de aquella guerra y sus posteriores consecuencias.

Cuando hablamos de “Amateur”, nos estamos refiriendo al manejo político de un caso particular y hasta disonante que hallamos en el grupo de países que participo de la llamada Coalición Aliada coordinada y comandada por un Comando de Operaciones angloestadounidense.  Nos referimos al caso argentino y su grupo de tareas “G.T.88” que dio una valiosa cooperación en las operaciones militares dentro del radio del Teatro de Operaciones que se había trazado. Cada país que participo en estas operaciones reconoció a sus grupos de tareas y a los hombres que los componían los derechos que sus legislaciones y  ley internacional les otorga el haber participado en semejante guerra.

Con variaciones en las interpretaciones que cada país le dio a la participación de sus unidades militares  todos les concedieron un reconocimiento generalizado a sus hombres que abarca desde las condecoraciones oficiales y el otorgamiento de beneficios compensatorios y previsionales que en la actualidad son indiscutibles (https://gobierno.usa.gov/beneficios-familias-militares#item-35707 ).  Para citar tan solo a uno de los casos más estrafalarios en comparación a la situación de aquella delegación argentina, veamos el caso de Bangladesh, un país asiático musulmán lindero con Pakistán que envió nada menos que unos 2.150 hombres de infantería para resguardar  previo al lanzamiento y luego de las operaciones militares las zonas fronterizas con Arabia Saudita y Kuwait.

Prácticamente no hubo contacto con los iraquíes y tras vencer el plazo del ultimátum se replegaron por órdenes del USCENTCOM para cuidar las espaldas de las unidades de los US marines que ingresaron a Kuwait por el flanco fronterizo saudita. Jugaron el papel de custodios del terreno ganado y cuando regresaron a su país, el gobierno de la primera ministra Jaleda Zia  les reconoció su condición veterana con los beneficios que dicha situación les accede.

El caso de Australia es más cercano a la realidad militar argentina –al menos en aquel momento- y en él también se cumplió con creces la deuda con sus miembros enviados al Golfo Pérsico que participaron con parte de las dotaciones del “HMAS” Sidney”, “HMAS Adelaide” y “HMAS Darwin” en la llamada “Operación Damasco” y que se extendieron luego de aquella guerra. Solo un pequeño grupo de hombres de su Armada participó con los británicos en operaciones del S.A.S. en la primera línea pero ello no resto mérito a sus colegas embarcados.  Lo cierto fue que el gobierno del primer ministro Bob Hawke quien tras el recambio de los hombres que habían participado en la llamada operación “Tormenta del Desierto” recibieron el correspondiente reconocimiento como veteranos de aquella campaña.

Igualmente esta breve reseña a dos ejemplos tan distantes como incompatibles, nos muestran que la ausencia de tratamiento para el caso de los marinos argentinos que participaron en aquellas operaciones de combate, evidencian un destrato, una arbitraria discriminación que evidencia a su vez una violación al derecho al trato igualitario que se halla expresamente previsto en la Carta magna de la república Argentina. Incluso esta situación inentendible, tiene una extensa cobertura legal en el llamado derecho internacional, que por el grado de legislación que esta representa para el sistema constitucional argentino, tiene validez dentro las situaciones en el que aquel se halle involucrado.

Claramente el gobierno argentino se hubo saltado constate y convenientemente el cumplimiento de estas preceptivas que obligan al estado, como miembro adherente a los pactos y tratados, a respetar estos derechos y garantías de jurisdicción internacional.

Esta rama del derecho internacional es nada menos que el llamado “Derecho Humanitario” que en el marco de Naciones Unidas, tiene como objeto de estudio y aplicación, al respeto de los derechos de los principales actores dentro de una conflagración sea esta de grado local, regional o internacional.  La regulación de estos derechos incluyen tanto a los combatientes regulares (Fuerzas armadas), irregulares (mercenarios), civiles y terceros que puedan participar en alguno de los bandos. Si vemos lo que sucede con los argentinos claramente los “mercenarios”  que actualmente actúan en Yemen, Siria e Iraq tienen más posibilidad de ser compensados por sus servicios que aquellos.

Este derecho se nutre de los Protocolos y Convenciones internacionales que a su vez se han desarrollado por la experiencia fáctica de las terribles guerras que se han llevado a cabo en Europa especialmente en lo que fue de finales del siglo XIX y el transcurso del siglo XX (I Guerra y II Guerra). Pero también y por el avance de la tecnología y de las implicancias que ello conllevo para la seguridad y la integridad de los habitantes civiles que un conflicto podían afectar, se fueron estudiando la perfectibilidad de cómo operar con dichos protocolos en una realidad tan mutable que han convertido a las ciudades en campos de batalla.

Sin lugar a dudas que el Convenio de Ginebra es el centro y la fuente para el reconocimiento de éstos derechos, que originados por la CICR ha sido la plataforma ineludible para el respeto de los lineamientos que hacen, en cuanto a los combatientes (Estatuto del Combatiente http://www.un.org/es/about-un/    ), el respeto a sus derechos cuando ellos han cumplido con misiones que se enmarcan en acciones que hacen en última instancia a una “guerra”.  

Según se conoce en la experiencia de Argentina en cuestiones de conflictos bélicos modernos –en especial el de Malvinas- es bastante amplia en comparación con los demás países de la región; pero pese a ello, su situación jurídica en lo que hace al reconocimiento de los derechos de sus combatientes ha sido lamentable –especialmente desde 1983- siendo recientemente reconocida tras años de ingente lucha. Esto no hace más que confirmar los pésimos antecedentes de discrecionalidad política que los gobiernos argentinos han tenido para con sus propios hombres de servicio.

Precisamente han sido esos actos de servicio que cumplidos en interés y beneficio de las políticas del entonces gobierno argentino, son los que han sido raleados acudiendo a todo tipo de excusas baladí (ej. Cascos azules; Misión de paz; Mandato de la ONU etc). 

Pero más allá de las pretendidas excusas políticas en las que se han amparado cada uno de los gobiernos pasatistas que fueron postergando estos derechos,  los combatientes claramente estuvieron y aún parecen estar totalmente desinformados de que esta batería de derechos y las herramientas legales para que se cumplan los mismos, estaban a su disposición.

Y solo nos estamos refiriendo a la parte estrictamente básica y primordial de los derechos que nacen de un combatiente que ha participado en una conflagración internacional. En este punto podemos intuir que es muy posible que el gobierno argentino y sus legisladores crean que con algunas leyes locales como la ley 23.848 y sus respectivas reglamentaciones, puedan aplicarlas a la situación de los hombres del golfo pérsico mediante el uso de la analogía. De ser ese el razonamiento claramente están en un error.

La guerra del “Golfo Pérsico” fue un conflicto con especiales características, desarrollado en un teatro de operaciones de ultramar y bajo el comando militar operacional extranjero, no es posible que sea tratado con aquellas legislaciones que claramente fueron proyectadas para una guerra diferente. El único elemento que podría aportar la experiencia legislativa que regula la situación de los combatientes en Malvinas es sin dudas, el elemento técnico y la reglamentación para determinar el involucramiento de las unidades navales dentro del área operacional que se denomina como Teatro de Operaciones.

La fuerza de tareas G.T.88 de la Armada Argentina ingresó al área del Teatro en Diciembre de 1990 e inmediatamente comenzó su tarea conjunta con las armadas de otras naciones, todas bajo el comando norteamericano con su Cuartel general en Dahram, Arabia Saudita. Cabe recordar que más allá de las implicancias políticas y los equivocados argumentos esgrimidos por algunos funcionarios argentinos para desentenderse de esta misión, las resoluciones emitidas por Naciones Unidas tras la invasión del 2 de agosto,  las mismas eran de carácter no vinculante para los miembros del foro y no constituyeron –como erróneamente lo han señalado algunos- un mandato o autorización para participar en campaña bélica alguna. Incluso –y cabe remarcar- el accionar que las naves argentinas que participaron en las operaciones bajo la denominación “Alfil I” realizaron claros y reconocidos actos hostiles contra Iraq como fueron el bloqueo marítimo y comercial que requiere el uso de la fuerza suficiente para que sea efectivo ( Declaración relativa al Derecho de la Guerra Marítima  de 1909)

A todo ello, la preparación constante a una posible reacción aérea o misilistica desde las costas kuwaitíes contra cualquiera de las unidades que navegaban dentro del Teatro, dejan en claro que las dotaciones de los buques “ARA Ate Brown” y “ARA Spiro” no solo cumplieron prolijamente con sus asignaciones establecidas por el Comando Naval aliado (USNAVCENT) sino que, tal como lo indican los abundantes testimonios documentales, gráficos y fílmicos de la época, las tareas implementadas nada tuvieron que ver con la denominación “dotaciones regulares en tiempo de paz” no solamente por la calidad de lo cumplido sino también, por las circunstancias que rodearon las operaciones “Escudo del Desierto” y “Tormenta del Desierto”, signadas por una tensión previa efectivizada con el bloqueo y escalada bélica que situaron al conflicto como el más destructivo y de “alta intensidad” de finales de siglo.



miércoles, 4 de enero de 2017

INTERNACIONAL





“CABEZA DE TURCO”

Qué fue lo que realmente ocurrió en Estambul en la primera hora del nuevo año y quiénes son los posibles autores?





Por Charles H. Slim
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El último ataque terrorista que sacudió a Turquía justo a comienzo del año nuevo, vino a despertar más sospechas de que todo lo que se ha venido discursando sobre el terrorismo y su dinámica,  es más bien  una gran charada dirigida desde un lugar muy distinto al que la corporación mediática sionista ha tratado de instalar en el imaginario colectivo mundial. Pasadas la 1:18 de la madrugada hora de Estambul, un sujeto disfrazado presuntamente como “Santa Claus” entro a un elegante y exclusivo night club “Reina de Estambul” concurrido por la selecta clase rica turca y por los turistas adinerados que suelen llegar de Europa.

El ataque fue tan sorpresivo como shockeante. Armado con un fusil de asalto “AK-47”, aquel hombre enmascarado comenzó su raid de muerte disparando desde la calle, matando a varias personas que se hallaban en la entrada. Tras penetrar a fuego limpio en el interior y recambiar los cargadores de su arma, terminó fríamente con la vida de 39 personas y más de sesenta heridas entre las que se hallaban ciudadanos turcos y muchos turistas extranjeros. Culminada su faena se acomodo la ropa  y salió raudo de allí para perderse en la lluviosa noche de año nuevo.

Un detalle que se debe señalar, es el comportamiento y los movimientos de este sujeto y que fueron  tomados por una cámara de vigilancia de la entrada de la discoteca. 

Claramente calmado, caminando  apuntaba y abría  fuego en ráfagas cortas contra sus blancos de oportunidad; eso no lo haría un demente o un loco improvisado.  La versión oficial difundida por los medios “había sido ISIS”, “el Estado Islámico” o publicaban titulares tales como “El Estado Islámico reivindico el ataque en Estambul”.
secuencia de la cam de la entrada

Toda esta psicosis innegable ante tanta locura, pretendía ser explicada con el gastado argumento de que “había sido ISIS” y hasta allí llegaría la noticia.  Los movimientos ejecutados y su forma de emplear el arma delatan una profesionalidad que escaparía a un supuesto loco aislado fanatizado por la dialéctica del “Daesh”.  Otro detalle era la misma arma y las municiones empleadas, que desde que aquella franquicia comenzó a ser la supuesta autora de ataques en suelo europeo, los controles para detectar armas de contrabando habrían hecho muy difícil pasearla por territorio turco.  Pero las pasadas filtraciones informativas, los documentos y testimonios recopilados en Siria e Iraq que revelaban la real naturaleza de esa “franquicia” obligaba a que muchos comenzaran a profundizar en quienes realmente pudieron haber sido los verdaderos orquestadores de estos golpes como el llevado en Estambul.  

Lo visto no era nuevo. Si nos retrotraíamos a ocho años antes, aquel extraño ataque de supuestos integristas islámicos de “Al Qaeda” –la vedette del momento- en Bombay, India, dejó al descubierto varias pistas que evidenciaron que los perpetradores no eran aficionados y además, sus mentores estaban relacionados con agencias de inteligencia entre ellas la CIA.

Su complejidad en la ejecución solo se comparaba con la de su planificación para la cual debieron contar con un importante soporte de inteligencia y una clara apoyatura de terceras agencias que tienen acostumbradas conexiones con grupos radicales en Asia como el ISI pakistaní, un antiguo aliado de Washington en la creación de “Brigadas Islámicas” y del mismo programa “Al Qaeda”  (Globalresearch.ca. “Al Qaeda and the war on terrorism”. http://www.globalresearch.ca/al-qaeda-and-the-war-on-terrorism/7718 )

Lo orquestado en Bombay en aquel momento fue en el marco de las disputas que existen entre la India y Pakistán por el territorio de Cachemira, un enclave conflictivo que ha venido siendo foco de intrigas y manipulaciones por propios y ajenos, especialmente de EEUU que trata de usufructuarlo para concretar sus planes geoestratégicos que, usando a la India como un pivote regional, busca como objetivos prioritarios  rodear a China y a la Federación Rusa.
Epilogo del ataque en Bombay

Con ese episodio de Bombay, Washington y la corporación de medios angloestadounidenses, proyectaron el peligro de “Al Qaeda” sobre una nación multiconfesional y con fuertes antagonismos étnicos religiosos que nunca fueron saldados. Pero el tiempo demostró que ese peligro era tan falso como el Islam de “Al Qaeda”.

Con solo este antecedente, veremos que hay un pequeño salto en el relato mediático –léase de Washington-  y ese es, el conveniente cambio de villano ante los ojos de la opinión pública. En esa oportunidad “Al Qaeda” era el cuco y Bin Ladem era su cara visible, un embuste que quedo comprobado con los pésimos videos elaborados por la CIA durante la administración de Bush y que muy convenientemente en mayo del 2011, en medio de fuertes controversias sobre la veracidad de la lucha contra esa franquicia,  la administración Obama pretendió cerrar cualquier cuestionamiento haciendo público la supuesta ejecución de Osama Bin Ladem en una villa de Pakistán.

Para tratar de entender que es lo que ocurre en Turquía, debemos considerar algunas cuestiones. Primero, no caben dudas de que existen fanáticos islamistas que han sido una constante fuente de problemas para los mismos partidos islamistas (AKP) que tratan de ayornarse a las nuevas circunstancias,  pero no son los únicos fanáticos que existen en Turquía, esto a cuento de desmitificar algunos convenientes artículos que tratan de volcar las culpas de lo ocurrido a y solo a los turcos (Foreing Affair. https://www.foreignaffairs.com/articles/turkey/2015-10-28/turkeys-politics-terrorism. ) 

Hay una gran variedad de tendencias extremas que van desde aquellos pasando por facciones kurdas marxistas (PKK), kurdos nacionalistas, turcos marxistas, izquierdistas turcomanos, nacionalistas laicos (MHP) y podríamos continuar.    Una verdadera constelación de grupos celulares extremistas que no vacilarían en poder acometer sus acciones cuando la oportunidad lo hiciese posible. Y entonces es allí donde comienzan las preguntas ¿Quién puede tirar de los hilos para utilizar a algunos de estos grupos para concretar alguna operación sucia que cubra la verdadera autoría intelectual? O también ¿Cuáles pueden ser los motivos para generar estos brutales atentados que dañan a inocentes?

Respondiendo con algún grado de laxitud, solo invitamos a los lectores a rever los sucesos violentos más destacados acaecidos en el año que se había ido.  Enumerar los atentados que se realizaron en suelo turco solo sería una simple reedición de noticias pasadas; lo que aquí importa es determinar quienes estaban en condiciones de ejecutar estos ataques y sus motivaciones. Haciendo una breve reseña veremos que ya para el 2013 Washington ya no veía a  Erdogan como un aliado confiable en la región.  En este plan, la CIA comienza a operar con partidos minoritarios tratando de contrarestar el poder de Erdogan e incluso organiza el movimiento de protesta en el parque Taskim Gezi. Más tarde en junio del  2015, la agencia financia las operaciones del partido de las minorías “HDP” para tratar de alterar las elecciones legislativas, una maniobra que intentaría nuevamente por el mes de noviembre del mismo año sin conseguir sus objetivos.

Las operaciones blandas de la CIA habían fracasado por lo que pasaron a tomar medidas más drásticas contra el gobierno de Erdogan. Según fuentes bien informadas, en el 2016 trataron de asesinarlo cuatro veces fracasando en forma definitiva tras el fallido golpe de estado apoyado por el sector “Kemalista”  de las Fuerzas Armadas que desató una purga interna que ha generado ingentes condenas internacionales por la brutalidad y la arbitrariedad con la que se conducen los partidarios de Tiyip Erdogan  (Red Voltaire.org.  http://www.voltairenet.org/article194810.html )
Pero, Erdogan tiene mucho que ver con lo que ha ocurrido en este comienzo de año. 

Las familias turcas y extranjeras que han visto perder a sus familiares no pueden culpar solo a un atacante que ha salido de un programa financiado por los países petroleros del golfo,  que a su vez fueron apoyados por la CIA –y colegas occidentales y regionales- que prepararon con la venia de Erdogan y Cía a los grupos como “Al Qaeda” y el “Daesh” que además de sembrar la muerte y la desolación en las poblaciones de Siria e Iraq, se encargaron de abrirle el camino al zaqueo descarado que beneficio a los bolsillos de toda su familia.

El asesinato del embajador ruso Andrei Karlov es una clara señal de quienes se hallan detrás de todo esto. El joven policía que supuestamente era un islamista enojado por el asesinato de musulmanes, trató de justificar el hecho por “las muertes que Rusia causaba en Alepo” pero, ¿Qué había de los millones que EEUU ha masacrado desde hace dos décadas y media en la región?

Con esto podemos ver que Erdogan no es un pobre mandatario asediado por la injusticia; para nada. Es un mafioso que tras años de haberse congraciado con los deseos de Washington y sacar partido a lo que ayudo a crear en Siria, tras verse traicionado por sus amigos occidentales y sabiendo que no podría sobrevivir a un quinto intento de sacarlo del poder, como primera medida se paso al bando de Rusia y hoy clama con el fervor de un converso que tiene las pruebas de que EEUU había venido apoyando a las bandas como el “Daesh” tanto en Siria como en Iraq, algo que él mismo ya conocía desde que todo este circo se puso en marcha y del cual, aprovecho para llenarse los bolsillos con activos y dinero robado en Siria.


Sin dudas, esta masacre en Estambul ha sido un mensaje a su persona y el mismo parece recordarle que “ellos” está allí, agazapados y preparados para acabarlo cuando la oportunidad lo amerite.