domingo, 7 de marzo de 2021

 

“COMO RETOMAR EL MUNDO”

A pesar de que EEUU se encuentra en una profunda crisis social y política que la ha puesto en una encrucijada como nación, la administración Biden ha decidido retomar la política de conquista global

Por Charles H. Slim

Cuando Biden y Harris tomaban posesión en la Casa Blanca y los medios hacían un show épico de ello, vi lo que sucedía en Oriente Medio, en Eurasia y en el Mar de la China y allí me di cuenta que todo iba a cambiar, pero no precisamente para mejor.

No paso mucho para que todos pudieran advertir que el transhumanista e internacionalista Joe Biden, mantendrá el Status Quo de situaciones tales como la desestabilización de Siria, el extrangulamiento financiero contra el Líbano y el Stand By de un estado Palestino mientras al mismo tiempo reabriría la carrera por retomar el control hegemónico de todo el globo. Ahora el lema de La Casa Blanca es “America is Back” (EEUU ha regresado) lo que se puede interpretar de varias formas. Usted se habrá hartado durante los últimos cuatro años de escuchar criticas de los demócratas y de los partidarios de Clinton y Biden contra Donald Trump por haber cerrado a los EEUU al mundo, de no respetar los derechos y las libertades civiles de sus ciudadanos, de violentar a los inmigrantes, de abandonar las organizaciones internacionales como la ONU (más puntualmente el Consejo de Derechos Humanos), alejarse de los socios europeos y de la OTAN o cosas parecidas, pero, ¿Què cree usted que está haciendo él ahora?

En lo que hace a su política interna Biden ya comenzó a callar los medios que puedan molestar a su administración. De ese modo se advierte la violación constitucional al derecho a la libre expresión. Mediante el muy discutible argumento de la desinformación (que ha sido una de las herramientas del gobierno federal) los demócratas han comenzado las presiones para que canales de televisión y sitios de internet cierren sus trasmisiones.

Donald Trump adopto una postura “Jacksoniana” y por ese motivo, tuvo como principio de su administración el lema “America primero” como una forma por tratar de reconstruir una deteriorada situación económica-social y financiera interna que ciertamente no logró revertir e incluso, se ha profundizado con la violencia racista de carácter estructural. Al mismo tiempo  fue un dolor de cabeza para el Establishment político y financiero al que Biden y la elite política estadounidense pertenecen, cortando los presupuestos de defensa, reduciendo sensiblemente las movilizaciones militares y las operaciones encubiertas de la CIA en el exterior que bajo la pantalla de la “Lucha contra el terrorismo” (que implica la fabricación de bulos islamofobos como Al Qaeda e ISIS) son parte vital en la maquinaria de conquista del proyecto “Rumsfeld/Cebrowski y además de ello, un formidable negocio para las Corporaciones privadas que se forran de dinero con sus contratos con el gobierno.

Consecuente con esto, Biden firmo sin más miramientos la orden para lanzar ataques contra las milicias de la resistencia chiita iraquí que luchan en Siria, bajo el pretexto de que estaban detrás de los ataques contra objetivos estadounidenses en Iraq. En razón de verdad, el Pentágono ni mucho menos el Departamento de Estado pudieron acreditar con la debida certeza y las pruebas en la mano la autoría acusada. Esto ya es un comienzo bastante negativo para un presidente que se presentaba en sus postulaciones electorales como respetuoso del derecho internacional y de la paz. 

Lo cierto es que en lo que respecta a Iraq y toda la región, EEUU necesita volver a tener una presencia destacable ya que tiene pendiente dos objetivos estratégicos que son, destruir a Siria y desarmar a Irán. Justamente apenas hace unos días el Papa Francisco estuvo en la región puntualmente en Iraq y tras dar un mensaje de reconciliación se reunió con el principal líder del chiismo el Ayatola Ali Al Sistani en la ciudad de Nayab siendo este encuentro el primer acercamiento entre la iglesia Catòlica y uno de los destacados representantes del Islám chiita en un país devastado por la cruenta invasión de 2003 y su inmediata ocupación por una potencia “judeo-cristiana”.

Pero volviendo a los planes de Washington, queda claro que no podrá concretar sus objetivos solo. Tampoco podría llevarlos adelante con la ayuda de su más enconado aliado, Israel ya que la elite que conduce al estado judío tiene su propia agenda y en la cual -desde hace tiempo se sabe- no está incluida La Casa Blanca. Muchos indicios dan cuenta de esto entre los cuales están, la reorganización del Consejo Nacional de Seguridad (CSN) y el planificado aumento del presupuesto de la defensa que ya se refleja en el Departamento de Defensa. Es por ello que Biden y su gente han regresado al plan orquestado por Barak Obama allá por 2015 en el cual la república Islámica de Irán tiene un papel central para la región y ello significa que Washington regresará al Tratado Nuclear 5+1 que significó una distención entre las partes y la cooperación de Teherán para lograr contener la expansión del monstruo yihadista del “Estado Islámico” creado por la CIA -para desestabilizar Siria- con la estrecha cooperación de Francia (especialmente de empresas privadas como Lafarge), del MIT turco y sus colegas de las petromonarquìas del Golfo Pérsico.

Para lograr este propósito Biden y sus asesores deberán maniobrar de forma cuidadosa y sin apresuramientos ya que ello concita (además de rechazos por parte del influyentes Lobie pro-israelí dentro del Congreso), la   oposición de Israel y un alto riesgo geopolítico a mediano y largo plazo. En este sentido las posibilidades de que se produzcan sabotajes, interferencias y obstáculos a semejante planificación es muy alto. De esta manera, Biden y su administración pretenderían darle a los iraníes el papel del “gendarme de la región que Henry Kissinger le dio al régimen del Sha Reeza Palevi en los años setentas del siglo XX solo que esta vez, tratando de evitar que Rohani y sus partidarios traten de establecer una aspiración imperialista “Safávida” que se extienda desde el Líbano hasta el Cáucaso.

Esto último al mismo tiempo supone el apartamiento de Arabia Saudita y el final del apoyo estratégico que durante décadas había venido recibiendo desde Washington de forma casí incondicional. Sobre esto el Secretario de Estado norteamericano Anthony Blinken ha emitido apenas unos días la llamada “Declaraciòn Kashoggi” que es la prohibición de visado a funcionarios de gobiernos que no respeten a sus opositores, como una forma de evadir públicamente las presiones internacionales que se han venido ejerciendo para que se investigue el asesinato y desaparición del periodista Yamal Kashoggi. Referente a esto, el anuncio de un posible procesamiento judicial en un tribunal alemán del Principe heredero Bin Salman por el asesinato, descuartizamiento y desaparición en 2018 del periodista opositor, ha movilizado a todo el reino estableciendo la incertidumbre sobre la suerte del joven príncipe y las consecuencias para la Casa Real. Recièn ahora la CIA (la misma que enmudeció con Trump sobre este hecho) hace unos dás ha informado que estuvo al tanto de la sangrienta operación llevada adelante por sus socios de la Mukhabarat saudita con lo cual, Salman quedaría irremisiblemente comprometido en el crimen.

En lo que respecta a las relaciones con la Federación rusa se ha visto como Biden muestra un lenguaje confrontativo y hasta personal contra su homologo Vladimir Putin que se complementa con nuevas medidas sancionatorias contra el comercio ruso y el restablecimiento de las relaciones plenas con la OTAN con la intensión de retomar el liderazgo político y militar occidental con la nada oculta intensión de penetrar en el núcleo euroasiático que complique la situación geopolìtica no solo de Rusia sino también de China. En este último caso, las actividades navales en el Mar Meridional se vieron incrementadas desde la asunción del mandatario norteamericano por lo que ya se puede advertir que las maniobras de la flota estadounidense, generará el incremento de las tensiones con Pekín.

Con respeto a Latinoamerica, Biden parece que cumplirá con su promesa de “mirar hacia la región” pero al parecer ello no tendrá el carácter positivo con el que se lo anunció y muchos medios obsecuentes lo presentaron. No pasó una semana desde que ocupaba el Salón Oval que ya se posiciono sobre el tema de Venezuela denostando al gobierno de Nicolás Maduro Moros (a quien llamo dictador) y dejando en claro que reconoce a Juan Guaildo (un títere del Departamento de Estado norteamericano) como el presidente interino algo que a la luz de la ley internacional y de los precedentes que se han venido conociendo desde estos últimos años, es una verdadera incoherencia. También se están advirtiendo más avances en la región con el posible regreso de una base militar estadounidense a Panamá lo que ya ha puesto en alerta a los panameños que aún olvidan la brutal invasión estadounidense de 1989.

Como podemos ver, nada ha cambiado con la salida del populista Donald Trump. Inlcuso màs, pareciera que aún resta por ver lo peor. El problema es que al parecer Joe Biden ir más allá que su predecesor y llevará una política exterior agresiva que no estará exenta de acciones de carácter militar directas sin ya, encubrir la participación de su país tras grupos “proxies” o de mercenarios (de empresas de Seguridad Privada) dirigidos por la CIA como lo hace en Iraq y Siria. Sin dudas hay posibilidades ciertas de que haya una posible intervención militar contra el país caribeño.

 

 

 

lunes, 1 de marzo de 2021

 

“GAME BEGINS”

Por qué Biden promete restaurar la estrategia de la Guerra permanente

 

Por Charles H. Slim

Aun recuerdo las acaloradas horas en las que el Departamento de Defensa, la CIA y el Pentágono (con la influencia de sus colegas israelíes) azusaban por marzo de 2017 al presidente Donald Trump para que autorizara lanzar un ataque desvastador sobre Siria para proseguir con una invasión terrestre que habría culminado con la toma de Damasco y el derrocamiento de Bashar Al Assad. Pero a pesar de estas presiones, Trump por puro capricho o tal vez por un rapto de intuición no hizo caso a estos planes y solo se contentó con lanzar aquel ataque misilistico en abril de 2017.

Aquello fue un fiasco que dio más perdidas que ganancias y fue al mismo tiempo, la comprobación de la efectividad de los sistemas electromagnéticos de defensa antiaéreos rusos que pueden inhibir la guía de los misiles desviándolos de su trayectoria. En aquel ataque, las corbetas y submarinos norteamericanos en el Mediterraneo lanzaron 59 misiles crucero “TomaHawk” que en su mayoría por efecto de este novedoso sistema ruso- cayeron en cualquier parte. Trump quedo en ridículo y sus opositores –entre los que se hallaban Biden y Clinton- no dudaron en vilipendearlo públicamente tratando de impostar una postura anti belicista.

Aunque un año después con el apoyo del Reino Unido y Francia, ordenó otro ataque, Trump no hizo nada por ampliar la presencia militar en Siria y ello enfureció a los neoconservadores y a sus aliados del Lobie pro-israelí quienes a su vez entraron en conflicto con los sectores moderados existentes dentro de sus propias estructuras que simpatizan con las imposturas de aquel mandatario.

Cuando en enero del 2020 en un verdadero atentado terrorista la CIA y el Mossad asesinaron a la salida del Aeropuerto de Bagdad al general iraní Qassem Soleimani y al jefe de las milicias chiitas de Iraq Abu Madhi Al Muhandis, Trump estuvo apunto de afrontar una escalada con Iran que culmino con el sangriento desquite iraní contra la base estadounidense en “Ain Al Assad” y el aeropuerto de “Irbil”. Trump y los medios (supuestos antagonistas del mandatario) trataron de impostar inconmovilidad tras estos ataques y argumentaron que ellos no tuvieron consecuencias para su personal aunque la realidad ocultada al público y que fue documentada por fotos satelitales, causaron muchos daños materiales y bajas centenarias estadounidenses.  La consternación de Biden y el ala izquierdista de los demócratas se hicieron evidentes.

En realidad nadie se creía estas posturas de demagogia pura ya que Joe Biden fue el vice de una administración que continuó con las horrendas y reprobables prácticas de la tortura, los asesinatos preventivos y por supuesto, las intervenciones militares sobre Libia y las que están escalando en Siria. Entonces ¿De qué podría asombrarse usted?

Soleimani y Muhandis

Hace apenas unos días la flamante administración demócrata de Biden y Harris ordeno el bombardeo a objetivos chiitas en Siria refrendando la imagen relativista que EEUU tiene y proyecta hacia el mundo árabe islámico ¿La excusa para esta acción que viola el derecho internacional? La supuesta respuesta por los ataques con cohetes sobre la Zona Verde en Bagdad y sobre la base aérea de Irbil en el Kurdistán. Sin pruebas tangibles y mucho menos la certeza de la autoría de estos hechos, Washington reedita el proceder arbitrario de disparar primero y preguntar después.

Las condenas por esta nueva e injustificada agresión de EEUU han provenido tanto desde Iraq y Siria como dentro del Congreso norteamericano. La orden ejecutiva de Biden sin la autorización del Congreso desató una profunda controversia dentro de los aliados demócratas quienes han puesto en tela de juicio el uso de los “poderes de guerra” por parte del presidente. En lo que respecta a Iraq las reacciones han sido ambivalentes. Desde el gobierno de Mustafa Khadimi (un agente de la CIA y acusado de colaborar en el asesinato de Soleimani y Muhandis) no se hicieron declaraciones de ningún tipo mientras que las manifestaciones de los iraquíes de la calle no han dudado en condenar esta nueva agresión contra reconocidos pilares de la resistencia árabe islámica. Desde Damasco, el gobierno de Bashar Al Assad condeno la acción calificándola de “cobarde”. Al mismo tiempo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia expresó su condena energica a dichas acciones y llamo a los EEUU al “respeto absoluto a la soberanía y la integridad territorial de Siria”. En lo que respecta a las voces dentro de EEUU, el congresista por el estado de California Ro Khanna sentenció diciendo “No hay absolutamente ninguna justificación para que un presidente autorice un ataque militar que no es en defensa propia, no representa una amenaza inminente, ni ha sido autorizado por el Congreso. Necesitamos desvincularnos del Medio Oriente, no intervenir aún más”. A simple vista, no hay diferencias entre cualitativas entre Biden y cualquiera de los mandatarios precedentes que metieron al país en guerras interminables.

Pero veamos bien el contexto. Aquellos ataques se vienen a dar en momentos que el Parlamento iraquí insiste en la retirada total de los efectivos estadounidenses de su país y en vista de los preparativos para la visita del Papa Francisco a Bagdad por lo cual habría que preguntarse ¿Quiénes se benefician con estos ataques que muestran  como inseguro al país o amenazante para la visita del Santo padre?

Francisco y Rohani en el Vaticano

No es la primera ni será la última vez que la mukhabarat colaboracionista (es decir aquella depurada y ajustada a los parámetros de la CIA) fabrica “ataques de la insurgencia”. Estos trucos ya vienen siendo orquestados desde que los estadounidenses ocuparon el país en 2003 ¿Casualidad? Creemos que no y en cierta medida es una forma por tratar de cancelar esta visita ya que la personalidad de actual pontífice, lejos de sus predecesores (incluyendo a Juan Pablo II) ha demostrado tener un mayor olfato político y audaz empatía y voluntad de acercamiento al mundo Islámico. No sería nada bueno para el gobierno “títere” de Bagdad dirigido por un agente de la CIA y mucho menos para el Departamento de Estado norteamericano que Francisco, un Papa tan urticante para los poderes establecidos, aliente a unidad en la diversidad.

Hoy Washington ha renovado la identidad de sus enemigos. A contrario que fue en los noventas y comienzos de los 2000 con la estigmatización de los musulmanes sunitas, en la actualidad los musulmanes chiitas son los culpables de todo y si son iraníes mucho mejor. Detrás de esta predica venenosa se halla Tel Aviv y sus soportes intelectuales en occidente quienes no paran de promover la intriga y la mala prensa contra Irán y el chiismo libanes. De esta manera para los responsables del Departamento de Defensa, el Pentágono y el Secretario de Estado Anthony Blinken los autores de los ataques fueron las unidades del “Kataib Hesbola de Iraq” y “Kataib Sayid Al Shuhada” dos grupos de raíz chiita provenientes de la lucha contra la ocupación angloestadounidense (2003 a 2011) y del bulo “Estado Islámico” que participan en los combates contra los grupos mercenarios que ocupan el norte de Siria.

Estos ataques no son una sorpresa para los iraquíes ya que durante la campaña para desalojar a “Daesh” del norte de Iraq, los aviones estadounidenses atacaron en varias oportunidades a las milicias chiitas iraquíes que se hallaban en el frente. Sobre estos incidentes hay que remarcar que algunos de ellos fueron direccionados de forma deliberada a tratar de borrar testigos del abastecimiento aéreo que se le proveía al “Daesh”.

Durante la administración Trump, los esfuerzos de Washington por purificar al régimen colaboracionista de estos elementos indeseables llevó a muy discretamente que se produjeran varios allanamientos y arrestos contra los comandantes de estas agrupaciones chiitas. Fue por ello que comenzaron a crecer las manifestaciones y las revueltas en las calles de Bagdad. Ciertamente que a la catastrófica situación económico y social de los iraquíes –que viene de arrastre desde 2003- se sumó esta compulsa política existente dentro de la coalición política chiita que se tironea entre los “colaboracionistas a EEUU” y los “proiraníes”  quienes a su vez, están enfrentados a los sectores chiitas nacionalistas liderados por el “Movimiento Al Sadr.

Es por ello que la realidad de lo que ocurre en Iraq, no se resume en los embustes que informan las agencias de informaciones occidentales y mucho menos las anglosajonas. Para pesar de los estadounidenses, las organizaciones populares chiitas han demostrado que tienen un compromiso más allá de las lealtades a un gobierno corrupto o a una facción sectaria como el partido “Dawa”.

Ciertamente es algo muy contradictorio que EEUU y sus aliados se ensañen con los chiitas cuando ha sido gracias a ellos y en particular los partidarios de Moqtadar Al Sadr, que los cristianos en Siria e Iraq han podido sortear las amenazas del sectarismo (sunita y chiita) de las bandas armadas financiadas desde el exterior (como el ISIS) y de recuperar sus propiedades usurpadas o robadas por los funcionarios corruptos y sujetos privados (internos y externos) que se beneficiaron con el derrocamiento de Saddam Hussein. En realidad solo es una más de todas las contradicciones que rodean el accionar de EEUU en la región y a ellas sin dudas se agregara el acercamiento de Joe Biden al Vaticano intentando presentarse ante la opinión pública mundial como un buscador de la paz y ante la norteamericana como el restaurador de una nación de creyentes (que no significa que sean católicos).

Pero la realidad es muy diferente. Biden es un belicista que entre otras cuestiones ha ratificado la aberración legal de reconocer a Jerusalen como capital de Israel, un cercano a los banqueros de “Wall Street” que (además de haber sido los generadores del llamado “dinero Fiat”) han financiado las guerras y las políticas de intervención de EEUU y un viejo partidario del segregacionismo racial en su país. Con esto a la vista ¿Puede asombrarle a usted lo que ordenó contra Siria? Si hay algo que destaca a la política norteamericana de los últimos setentas años hasta el presente es que, quien alega públicamente que “ama a Israel” o que “reafirma su compromiso con dicho estado” ello se traduce automáticamente en una carta blanca para agredir al mundo árabe-islámico.

Los hechos que hemos visto reafirman esto. Al parecer el "viejito pacifista" ha sacado las garras y promete más episodios como este y detrás de los cuales vienen endosados beneficios estratégicos para Tel Aviv. Desde fuentes de inteligencia se asegura los ataques han sido un mensaje directo a Teherán ya que, según La Casa Blanca, estos grupos iraquíes son “proiraníes”. Ello ha motivado los elogios y aplausos del Lobie sionista que opera dentro del Congreso estadounidense quienes desde hace décadas pujan por este intervencionismo sobre el mundo árabe islámico siendo su más ambicionado y contemporáneo interés, el destruir a Irán.  

 

 

jueves, 25 de febrero de 2021

 

“UN PAÍS INHABITADO”

Ante las continuas inconsecuencias del gobierno de Fernández y Fernández y de la abulia de su sociedad habría que preguntarse ¿Son los argentinos ciudadanos conscientes de que lo son o son simples ovejas en un corral?

Por Javier B. Dal

Ha quedado más que claro, que el fin de las ideologías pregonado por el politólogo estadounidense Francis Fukuyama allá por 1992 fue una errada predicción producto de un entusiasmo infantil  enmarcada en la caída del Muro de Berlín y el derrumbe de la Unión Soviética como supuesto final de la historia. También podríamos decir lo mismo de aquellos sectores liberales que han tratado de destruir los estados nación bajo los argumentos internacionalistas que como hemos venido viendo, esconden intereses poco claros y nada beneficiosos para el interés general que no pueden fructificar con la existencia de aquellos.

A la palestra de esto, están aquellos países que tras haber recibido la injerencia occidental (entiéndase EEUU, Canadá y Europa) han terminado en la calamidad y el caos que les ha convertido en lo que se denomina “estados fallidos”, uno de los mejores argumentos del Pentágono y el Departamento de Estado para justificar sus billonarios presupuestos destinados a sostener programas de “ayuda” como USAID –mascaras de la CIA en el exterior- y renovar el equipamiento militar que será empleado en campañas militares para intervernirlos y tratar de “democratizarlos”.  Precisamente esto último ha sido el principal factor de creación de dichas calamitosas realidades y ello no ha sido casual.

Argentina está en medio de esta situación o tal vez podríamos asegurar que no se halla en ninguna parte. Hace tiempo que ha perdido el horizonte de sus objetivos estratégicos y ello por el simple hecho de la esmerada incompetencia de sus dirigentes políticos quienes desde hace treinta años hasta esta parte, no han sabido adaptarse a las nuevas realidades. Según se sabe el estado es una nación políticamente organizada pero en el caso argentino, la fórmula se vio alterada por los abusos de la partidocracia y la corrupción llevando a que muchos se pregunten  ¿A dónde puede ir una nación que no tiene un timón?

Destacada por su pendularidad política, la Argentina no ofrece las garantías de una estabilidad previsible y duradera que aliente a las inversiones extranjeras pero tampoco, a la creación de asociaciones o el establecimiento de alianzas estratégicas transhemisfericas que puedan apuntalar las bases de una nueva realidad geopolítica. En este último sentido es que vemos como pese a ciertas alegorías o presunciones de acercamientos a Rusia y China, no lo son con la potencialidad y compromiso que pudiera interesar a estos gigantes orientales.

En el sentido de la aparente orientación geopolítica hacia oriente, algunas señales parecieran demostrar que el gobierno ha decidido tomar el compromiso de establecer lazos serios con la industria militar rusa que podría proveer de aviones caza de una tecnología intermedia y posiblemente unidades navales que urgen para proteger los recursos marítimos que vienen siendo depredados desde 1982.

Su situación interna actual no puede ser más confusa. Un gobierno internamente dividido en el discurso y en los hechos, se ha visto en los últimos días muy complicado por la impostura de su ministro de salud Gines González García quien había montado dentro de las dependencias hospitalarias bajo la competencia de su ministerio y con los recursos del estado, un salón de vacunación para familiares, amigos personales y personajes influyentes de la vida política, el sindicalismo, el periodismo y la farándula quienes en realidad no eran sujetos prioritarios para la vacunación; en conclusión la puesta en evidencia –una vez más- de lo que hace años existe en el país, una casta de privilegiados. Y si ello no era suficiente, cuando todos estos bribones se habían beneficiado de estos recursos a costa de quienes realmente los necesitaban, vendían cada una de las vacunas sobrantes por la nada popular suma de 50.000 pesos.

Sin dudas que en la sociedad argentina hay una crisis política pero tal vez las más notable se la de carácter ético ya que como siempre lo hemos dicho, sus gobernantes no han venido de marte o la luna, salen de su propia sociedad dejando en evidencia la gran hipocresía que infecta a su ciudadanía.

En lo que respecta al manejo de la macro y micro economía, el gobierno de Alberto Fernandez está tan perdido como un “turco en la neblina” y muestra de ello se está viendo con el incremento de los precios de los alimentos básicos, el combustible y los impuestos de todos los servicios que se ve adornado por una ficción financiera como es contener artificialmente el precio del dólar estadounidense para que no estalle la economía real. Según algunos estudios han revelado que el ingreso per capita ha retrocedido al que se obtenía en 1974. El dato no podría ser más preocupante. Sostener el año fiscal será un verdadero desafío si su partido el FRENTE DE TODOS no quiere perder las elecciones de medio término. Hay muchos motivos para que trate de encontrar una solución que pueda salvar una mediana estabilidad en su gobierno. Claramente no le quedara otra alternativa que regresar al FMI para de alguna manera (y contrariando su base ideológica) rogar a éste organismo por una morigeración en sus obligaciones.

Al día de hoy al presidente argentino no le alcanzan los brazos para colgarse de todas las circunstancias que debe afrontar. Caracterizado como un demagogo con la cara de mármol, en un momento puede sacarse una fotografía abrazando muy sonriente a un sujeto como Benjamin Netanyahu para luego sonriente y muy suelto de cuerpo, abrazar a Andrés Manuel Lopez Obrador (AMLO), hablar de los derechos humanos y de las injusticias globales. Más allá de sus actuaciones en público y del intento por demostrar algo de autoridad en su gestión lo cierto es que, se sabe muy bien que es el “hombre de paja” del Kirchnerismo y un sujeto de muchos dobleces y es por ello que es muy difícil de creerle ¿Alguien podría tragarse que no sabía del vacunatorio personal que tenía su ministro de salud en dependencias oficiales  bajo su gobierno? O incluso ¿Es creíble su actuación en la conferencia de prensa dada en el marco de su visita a México?

Pero debemos ser justos y no centrar todas las responsabilidades sobre Fernández y su gobierno. Quienes lo han venido criticando desde los medios y la oposición son tan culpables como los denominados populistas K. Hoy tratan de denominarse como el reservorio del republicanismo que nunca respetaron. Ellos mismos en muchos casos, fueron parte de la fiesta “neoliberal de los noventas” y muchos otros danzaron sin críticas en rededor del  “Califa” Menem. Fueron aplaudidores seriales de ese deleznable alineamiento con Washington y como se viene viendo conspicuos autores de comentarios rusofobos e islamofobos que les delata esa simpatía  y voluntaria subordinación a esa venenosa ideología que tiene su cuna en el mundo anglosajón y que confirman su adhesión cada año en las elegantes fiestas de la embajada británica en Buenos Aires.  

Lo cierto es que a la ya consabida corrupción, ineficacia y demagogia se agrega la comprobada falta de transparencia moral por lo cual habrá que ver si el pueblo argentino toma la iniciativa para tomar las riendas de un destino que parece atado al caballo de una noria que no lleva a ninguna parte.

 

domingo, 21 de febrero de 2021

 

“ENTENDIENDO LA POLITICA PALESTINA”

Entretelones y contradicciones de la política dentro del movimiento de resistencia palestina

 

Por Charles H. Slim

Cuantas veces habrá escuchado hablar de Palestina, la causa palestina, el conflicto palestino-israelí etcetcetc. Todo lo que los medios occidentales (entiéndase EEUU y la UE) y sus repetidoras en América Latina han sido los puntos de vista de analistas y expertos pro-israelies. Pero nunca se han detenido a profundizar lo que realmente sucede en el interior de la vida política de éste pueblo árabe semita centrándose en reduccionismos odiosos y claramente tendenciosos que pretendieron y aún pretenden explicar el comportamiento de un pueblo que resiste una ocupación ¿Por qué de ello? Simplemente, por la estrecha relación y complicidad entre el estado de Israel con las potencias occidentales.

Los palestinos no son los terroristas que Israel suele argumentar en sus discursos políticos y enseñanzas a sus hijos y que los medios angloestadounidenses durante décadas han propagado con insolente impunidad. Cuando se han lanzado esos epítetos estigmatizantes no se expusieron los hechos que se contraponían a la reacción que había causado un determinado hecho ¿Qué sucedió antes de ver las consecuencias de una violencia que no acaba? El intento por deshumanizar a los palestinos ha sido una de las tácticas más utilizadas del invasor y lamentablemente más refrendadas por los comunicadores de las grandes empresas de información occidentales.

Hay una situación de facto que violenta al pueblo palestino y como tal, tiene el reconocido derecho a la resistencia y a la supervivencia por todos los medios a su alcance. En este sentido la tarea de resistir no se limita al mero aspecto militar (como convendría a los israelíes). Es más, el uso de la fuerza solo es una extensión de la resistencia política que se organizó desde 1948 y que fue evolucionando con el tiempo hasta que en la década de los sesentas en rededor de la figura de un sujeto llamado  Mohamed Yasir Abdel Rahman Abdel Rauf Arafat al Qudwa al Huseini más conocido como “Yasser Arafat” quien pasó a ser la cabeza visible de la lucha por la liberación de Palestina.

Fue así que el 28 de mayo de 1964 en Jerusalen (mientras en EEUU se luchaba por los derechos civiles y la igualdad racial) se llevo a cabo la reunión del Consejo Nacional Palestino por medio del cual se crea la Organización para La Liberación de Palestina (OLP) que encabezara los esfuerzos políticos, diplomáticos y militares por reestablecer el control palestino sobre los territorios ocupados por Israel. Pero la gestión de Arafat no fue nada fácil. La lucha para liberación se extendió más allá de las fronteras de Palestina y entre otras incidencias tuvo a Europa como uno de los escenarios de una guerra secreta con el Mossad desatada por Tel Aviv para evitar que la causa palestina ganara adeptos, obtuviera contactos y apoyo político en suelo europeo.

Entre tanto en casa  además de tener que enfrentar los peligros del enemigo ocupante Arafat debió lidiar con enemigos y escinsiones políticas internas que fueron aprovechadas por Tel Aviv para debilitar la reivindicación nacionalista pero a su vez, trajo tropiezos que fueron históricamente contraproducentes para los sionistas. Con el ansia por debilitar el liderazgo de Arafat y por ende a la militancia nacionalista, Israel generó, apoyo y financió a la militancia islamista que más tarde se convertiría en el más enconado enemigo y cruento contra su presencia como sin dudas son los militantes islamistas de la “Jihad Islámica” liderado por entonces por el jeque Ahmed Yassin y actualmente el mismo “Hamas”. 

La desaparición física de Arafat en 2004 ayudo a la fractura política en el movimiento de resistencia que ya venía fraguando con la pugna interna con “Hamas” y otros sectores más enconados en su posición política contra Tel Aviv. Más allá de lo sospechoso de su muerte –un posible envenenamiento- que sin dudas beneficiaba a Israel, la corrupción interna en algunos sectores de la OLP fue un factor disgregador en la unidad política de la organización, algo que “Hamas” garantizaba de no tolerar.

Pero “Hamas” tampoco pudo obtener la unidad en la lucha por la liberación y sumado a ello, su actividad se ha visto limitada a la Franja de Gaza, sitiada desde hace años por un cerco militar israelí. Entonces ¿Por qué "Hamas" ha estado obstaculizando la creación de nuevos grupos de la resistencia independientes a su comando? E incluso  ¿Por qué se opone al surgimiento de emprendimientos chiitas cuando sabe que cuenta con el apoyo espiritual de la resistencia chiita libanesa de “Hesbolá”? En apariencias la respuesta parece rumbeada a un supuesto celo político e incluso confesional ya que, “Hamas” es un movimiento de resistencia islámico de rama sunita y por ello no toleraría una rama chiita que lo acompañe. Desde un punto de vista estratégico, un error que no puede justificarse y una contradicción insalvable con su estatuto fundacional.

Pero los reparos de “Hamas” para que se formen otras milicias y/o corrientes políticas podrían pasar por el temor a perder el control político sobre el movimiento de resistencia y por el permanente riesgo de la infiltración sionista que busca en todo momento desacreditar la causa ante la opinión pública occidental. Sobre esto último no hay que olvidar como el "Mossad" israelí trató de sembrar dentro de Gaza a una subsidiaria palestina del “ISIS” (un embuste de la inteligencia anglosajona) que con una particular doctrina buscaba fracturar en la base religiosa al movimiento de resistencia y discutir su liderazgo en el movimiento. Igualmente estos no serían los únicos argumentos para entender estas negativas.

Para entender el grado de engaño del “ISIS” solo baste ver como desde su aparición en 2014, no solo se dedico a masacrar a musulmanes y cristianos iraquíes y sirios sino, que nunca apunto sus armas o lanzo un solo ataque contra Israel ¿No les parece extraño? Para los mismos palestinos e incluso para muchos israelíes de la izquierda política ello sonaba a un embuste –además de  costoso- muy bien orquestado.

“Hamas” pudo nacer y mantenerse económicamente gracias a las donaciones de las petromonarquías como Arabia Saudita y Qatar (y detrás de estos Turquía) lo de por sí condiciona políticamente al movimiento para que pueda sostener su lucha acatando los posicionamientos y las conveniencias políticas de estos patrocinadores. Esto conlleva a que los palestinos se vean entrampados en una casa de espejos ya que mientras estas ayudas económicas son vitales para sostener la precaria posición de autodeterminación palestina en la Franja de Gaza, al mismo tiempo Tel Aviv y su inteligencia mantiene estrechas relaciones con los aparatos de seguridad e inteligencia saudíes y estos a su vez con la CIA, entonces ¿No será algo así como bailar con el diablo?

Estas incongruencias llevaron a que muchos ex miembros de facciones de la resistencia como “Jihad Islámica” optaran por nuevos enfoques y buscaran el apoyo en Teherán es decir, del chiismo algo que realmente molesta a los saudíes y mantiene inquietos a los israelíes. Entonces cabría preguntarse ¿Por qué Tel Aviv no se molesto de igual modo con los saudíes y los emiratíes y si por el apoyo que proporciona Irán a la causa palestina?  La respuesta pareciera hallarse en una sola oración y ella sería que la intervención iraní “destruiría la ilusión que han mantenido hasta el momento”.

La aparición en 2014 del grupo chiita palestino “Harakah Al Sabirin” con un supuesto apoyo de Irán fue la materialización de ese temor y fue de así que a la cúpula de “Hamas” no le quedo otra alternativa que moverse al compas de los intereses de sus patrocinadores quienes a su vez, juegan bajo cuerdas con el sionismo y procedio a detener a todos sus miembros y confiscar su armamento. Esta iniciativa chiita molestó a Tel Aviv y a Washington y por ello, había que desactivarla. He allí el fundamento para prohibir a este grupo y no otro.

La sola idea de que grupos como “Hesbola” libanes se desarrollen dentro de Palestina causa pavor entre los políticos de la Knesset, los estrategas sionistas y pánico entre los generales de las FDI quienes ya vienen seriamente golpeados por la derrota del 2006 y los esporádicos incidentes fronterizos con el Líbano. También es una seria preocupación en los círculos sionistas internacionales, especialmente los que operan en el Congreso norteamericano quienes son el principal canal de direccionamiento de recursos, influencias y apoyo financiero para que Israel prevalezca en el terreno.

Igualmente y más allá de que Tel Aviv no ha querido públicamente profundizar mucho en esto, las simpatías de los palestinos por  la resistencia chiita no es algo que puedan controlar. Aún los mismos militantes de “Hamas” no pueden frenar este crecimiento ya que, existen en Gaza oficinas de grupos de la resistencia chiita iraquí “Hesbolá Al Nujaba”, una facción que surgió del “Kataeb Hesbolá de Iraq” que combatió a la ocupación angloestadounidense,  dando cuenta de la expansión de la ideología y crecimiento del formato revolucionario chiita ¿Y quiénes más temen además de Israel  que esto progrese? Obviamente, Arabia Saudita.

Y es que ha quedado claro como la mutkhabarat saudita durante décadas ha sido un aliado oculto de Tel Aviv y Washington contra los gobiernos árabes laicos y revolucionarios (como los de Iraq y Libia) e incluso, es uno de los más destructivos impulsores de las catástrofes humanitarias que ocurren en Siria y Yemen. Es más, tratando de apoyar los esfuerzos de que el movimiento palestino no se desvíe hacia Teherán, a la vista de estas injerencias bien pudieron haber sido parte en el embuste fabricado por la inteligencia israelí que trataba de hacer creer a los israelíes y a los mismos palestinos pero en especial a la opinión pública global, que el “Daesh” operaba en la Franja de Gaza y que incluso, habrían tejido una alianza con “Hamas”.

Es por ello que la aparición de un movimiento de resistencia con espíritu chiita (verdaderamente enemigo del sionismo) no solo podría acabar con el Status Quo que ayuda a Israel y mantiene los negocios que se esconden detrás de la resistencia y el sufrimiento de la población palestina, sino que aceleraría los eventos geopolíticos precipitando los temores más oscuros para los sionistas, como es ser derrotados y expulsados de los territorios ocupados.