miércoles, 5 de abril de 2023

¿HACIA DONDE VA LA ARGENTINA?

¿Qué significó la visita del presidente Alberto Fernández a Washington?, ¿Tuvo algún significado?

 

Por Javier B. Dal

A pocos días de cumplirse una fecha tan cara para el pueblo argentino, el presidente Alberto Fernández llegaba a Washington para reunirse con su homólogo Josep Joe Biden en lo que supuestamente podía ser un salvavidas para Buenos Aires. Las expectativas de los funcionarios del gobierno argentino eran demasiado exageradas con lo que realmente sería. Una entrevista de 20 minutos a solas dejo en claro la real importancia que significaba para La Casa Blanca esta visita.

La llegada al aeropuerto de Washington-Dulles y su recibimiento no fue precisamente la de un estadista. Esa postal de una manga totalmente vacía y el descenso solitario del presidente argentino junto a su esposa sin que nadie los esperase sin dudas era una ilustración de la importancia que su visita revestía para la administración de Biden. En realidad, Biden y su gente tienen la cabeza ocupada con problemas más urgentes y graves, tanto que podrían llevarse puesta su administración.

A pesar de la irrelevancia política del gobierno argentino y en particular de su diletante mandatario, la Argentina como enclave geográfico insular y por los recursos que en su territorio alberga, la Argentina desde siempre ha sido un bocado ambicionado por las grandes potencias y también para las poderosas transnacionales a quienes tenemos que sumar las cuales actualmente son tan o más influyentes que el mismo gobierno de EEUU.

En aquel interés, a Washington le importa y mucho que los ricos yacimientos de litio que se está explotando en el norte argentino no caiga en manos de los chinos, aunque eso -y en teoría- sería algo que no le tendría que incumbir a la “democracia” del norte. Pero en base a la realidad de lo establecido y que los medios no dirán, EEUU hace tiempo que está incursionando en la región, no solo con sus bases militares, en especial la que se está construyendo en Vaca Muerta en la provincia del Neuquén y despliegues navales del Comando sur en todo el litoral marítimo argentino sino también, con su atenta observación tanto humana como electrónica sobre el curso de los acontecimientos políticos en toda la región.

En las actuales circunstancias también se le agrega una importancia estratégica en lo referente a los despliegues que la Armada de los EEUU y sus aliados de la OTAN (incluyendo a Gran Bretaña) están llevando adelante en el hemisferio sur, en el marco de la actual guerra en Ucrania, tratando de forzar a la Argentina a plegarse al juego de Washington en un intento por cerrar los espacios marítimos a Rusia y limitar en lo posible el tránsito a los chinos algo que se enmarcaría en las crecientes tensiones en Asia-Pacifico.

En esta visión estratégica EEUU y la OTAN necesitan de todos los apoyos posibles en el hemisferio.

Para personeros como el Secretario de Estado Anthony Blinken, recibir a un mandatario tan insípido como Fernández era una molestia necesaria. Se sabía que la visita de Fernández tenía un solo propósito: mendigar un salvo conducto ante el FMI. No hay que ser un adivino ni leer la mente a los funcionarios estadounidenses para darse cuenta que debían poner buenas caras a un tipo que había ofrecido a Vladimir Putin la puerta de entrada al continente, que su gobierno viene llevando adelante tratativas de obtener aviones cazas JF-17 chinos de una tecnología aceptable y que, tras su visita a China, su condescendencia con Xi Jinping y el Partido Popular llego a grados de obsecuencia tan absurda y desactualizada, que el mismo Xi al entender la traducción de las alabanzas del embajador argentino Sabino Vaca Narvaja a la demencial gestión de Mao Tse Tung, esbozo una mueca sonriente que podría haber significado una carcajada interna diciéndose para sí “vaya ignorancia”.

Pese a todas estas torpezas (fruto del desconocimiento de la situación externa) que no asombran a los funcionarios estadounidenses, saben que solo por las buenas obtendrán ventajas de Buenos Aires, mucho más si se aprovecha el actual marco geopolítico y la muy compleja situación económico-financiera del país que para muchos expertos se halla prácticamente rifado. Y es que con los argentinos más que la fuerza, va el dicho que reza “con miel se cazan más moscas”.

El actual gobierno de tinte populista seudo peronista izquierdista obviamente no es del agrado del circulo político de los neoconservadores que digitan la agenda de Biden aunque por otra parte están conscientes de que no reviste amenaza alguna a sus políticas como otros populismos en la región. Y es que la situación de Argentina es tan crítica y delicada que con solo darle un pequeño empujón, todo su gobierno y gran parte de sus instituciones se vendrían abajo como un castillo de naipes y eso es algo que a los acreedores en Wall Street no les interesaría que ocurra al menos por el momento.

Por otra parte, era más que esperable que el Foreign Office enviara una inmediata advertencia a sus colegas del Departamento de Estado para que presionaran por la posible adquisición de los cazas chinos ya que con esa potencialidad aérea en manos argentinas, verían amenazada sus instalaciones navales y de inteligencia electrónica en Malvinas. También los británicos no pueden pasar por alto la existencia de la base china en la Patagonia desde la cual se ejecutan actividades electrónicas. Sumado a eso, en el Foreign Office aún perdura la ira contra Pekín por el explicito apoyo chino a los reclamos argentinos sobre Malvinas. Es probable que Washington le haya bajado el tono a las expectativas sobre los temores de sus primos británicos recordándoles que ellos tienen asegurada la lealtad ¿No lo hicieron en 1982?

Pero los funcionarios en Londres no se quedarán con los brazos cruzados y es más que seguro que tiraran algunos hilos en la región, algunos de los cuales se extienden a Chile, un conspicuo colaborador de las actividades británicas en todo el cono sur. Esta bien claro que eso a Washington no le preocupara siempre y cuando no interfiera con sus propios planes.

Al final de cuentas, la tan promocionada visita de Fernández a Washington no arrojó los resultados esperados. Las expectativas del presidente argentino para recibir apoyo en su derrotero económico financiero no fueron cubiertas. Incluso se podría especular que Biden le brindaría algún auxilio siempre y cuando Buenos Aires respalde de forma incondicional su injerencia en Ucrania y las políticas agresivas contra Rusia. Lo único y más destacado de su visita por La Casa Blanca fue su congratulación con el presidente Fernández por su preocupación por el calentamiento global, una verdadera estafa a la opinión pública que solo sirve para financiar cumbres inútiles pero muy provechosas para sus organizadores y la alegría de sus concurrentes. 

lunes, 3 de abril de 2023

 

AERODYNAMIC OPERATION

The background on the nefarious interference of the US and NATO in Eurasia supporting extremists and pro-Nazis were well hidden in government files. The Nazism that feeds the regime of Volodymyr Zelensky is an undeniable reality. In this framework, is Russia's attempt to eradicate it illegitimate?

By Danny Smith

When the world saw the sudden appearance of ISIS back in June 2014, the media portrayed it as a unique and brutal phenomenon originating from Islamic extremism. The media presented it as the emblem of “Islamic terrorism”. It was just a big lie, one more in the long race to manipulate public opinion. For three years they were able to deceive a part of the public opinion but it soon became clear that these masked guys with sophisticated weapons, mobilized in brand new trucks fresh from the production lines, were nothing more than a puppet of Anglo-American intelligence.

That was the same origin and development of the Ukrainian phil-Nazi extremist groups and perhaps all of Eastern Europe at the end of the Second World War, the ideological nucleus of the current fundamentalist regime in Kiev. The CIA and its colleagues from MI6 were the ones who, in the middle of the Second World War and especially at its end, recruited, financed and supported the terrorist operations of nationalist groups against the local authorities of the Soviet Union.

It was the most reasonable and viable option given Churchill's proposal to betray the Russians before they took Berlin by agreeing with the remnants of Nazism to drop atomic bombs on the main cities of the USSR. Contain and wear down would be the basis of the plan.

As part of these plans, in 1947 the CIA had installed itself on the edges of the then USSR with the already preconceived idea of ​​sabotaging the political administrations of the satellite countries, but in particular, those that were strategic to harm Moscow. Ukraine was seen as the door for these plans not only because of its geographical position but also because of the quality of the human resources that operated there. It was in this way that in 1947, the new intelligence structure called the CIA led by then Admiral Sidney Souers launched “Operation Aerodinamic” aimed at supporting and protecting Ukrainian nationalist groups. Thus, while the Americans and British were launching NATO in 1949, their intelligence agencies were already covertly working with characters like Stepan Bandera (considered a national hero), Dmitro Dontsov, Yaroslav Stesko, Andriy Melnik and Mikoya Lebed, such Perhaps the most important referents of Ukrainian nationalist extremism who during the war, had been recruited by the German SS and under said regime, carried out all kinds of crimes and massacres against minorities that polluted national purity.

But beyond that extremist ideological affiliation, the actions and personal talents of each of these characters (if it can be said that way) was what caught the attention of the CIA, who would know how to take advantage of them for their own benefit. His stark cruelty, racism and hatred against the Russians were qualities that Washington and London would exploit to try to destabilize the USSR no matter what sadistic and bloody methods they used. Precisely, the use of all kinds of torture, humiliation and excessive cruelty was what the CIA was looking for to use them not only there but where necessary.

Morality is something that was not taken into account here and the historical evidence of this is more than compelling.

This is a part of the story that “the free world” and especially Washington has been hiding for decades and that is only part of the methodological dynamics of other dirty secrets that link Nazism and the use of terrorism with the proclaimed “democracies Westerners”. As will be seen, the use of torture, murder, terrorism and disappearances did not start in Iraq with the Abu-Graib scandal, nor in Guantánamo Cuba or Bagram in Afghanistan. After the declassification and airing of this operation, the media have been trying to change the tenor of their actions and the nature of the Ukrainian pro-Nazi organizations (UPA), describing them as “anti-Soviet resistance”.

For the CIA bureau and the State Department the key word was “instigate” to create mistrust both among the Ukrainians who would see the Soviet authorities as unable to protect them and in turn, the mistrust of the Russians against the Ukrainians. In this way they launched the so-called “Operation Aerodynamic” that was buried for 75 years as classified. The name “Aerodynamic” signified the way in which the CIA and its partners supported these cells, which they supplied by launching all the material necessary for them to operate clandestinely from airplanes. With this it is clear that Washington not only knew who were implementing terrorism in Ukraine, but also, they were part of its execution, as is the case today after the attacks against the Dugina, the Kerch bridge, Nord Stream and the last terrorist attack that killed Russian journalist Maxim Fomin in a restaurant in Saint Petersburg.

If we use reasoning a bit and make a cold analysis of all these precedents and the arguments with which Russian President Vladimir Putin ordered the intervention in Ukraine on February 24, 2022, denazification as one of the objectives of “Operation Special Military” arises justified in the light not only of these horrible precedents but of those that since 2014 have been accumulating throughout Ukraine but particularly in the Donbass region.

The courts of history will claim all this and even if your editors work day and night to erase it, it will not help.

 

 

 

sábado, 1 de abril de 2023

 

BAJO UN MANTO DE HUMO

¿Quiénes fueron los enemigos internos y cómo trataron de apagar la llama de una causa tan justa como es la reclamación de las islas Malvinas y todo el archipiélago circundante?

 

Por Charles H. Slim

Hace 41 años se daba inicio la gesta que sin lugar a dudas iba mucho más allá de una acción militar para recuperar territorio usurpado por una potencia europea. Argentina recuperaba mediante la “Operación Rosario”[1] el control de las islas del Atlántico sur ocupadas en 1833 por Gran Bretaña. Aquello fue solo el medio, una herramienta con la cual los estados soberanos hacen valer sus derechos cuando las palabras, los compromisos y los acuerdos son diplomáticamente pisoteados. La recuperación de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del sur con el consiguiente control de las aguas territoriales fue un episodio político trascendente para la vida institucional de la Argentina pese al intento político de borrarlo.

El resultado de esta empresa no altero la legitimidad de la causa, aun cuando algunos sectores políticos dentro del país, tras la derrota de junio de 1982 han tratado de horadarla. Su temprano y continuo fustigue contra aquella guerra y sus combatientes fue sin dudas, un valor agregado para las expectativas del Foreign Office. El título del artículo así lo refiere parafraseando a la “marcha de las Malvinas” de Carlos Obligado que en su estrofa inicial reza Tras su manto de neblinas no las hemos de olvidar[2], reemplazando las neblinas por el humo de la desinformación y toxicidad de estos sectores, como una manera de denunciar como han tratado de ocultar o incluso minimizar la importancia política de su recuperación.

Bajo un manto de ese humo es como los políticos argentinos y los recalcitrantes y resentidos sectores residuales del “setentismo” ideológico, pusieron esta gesta y a sus protagonistas en un limbo de victimismo y falsos sentimentalismos (llamando a los combatientes “niños”) que solo denigraron la dignidad de sus protagonistas y de la causa misma. Otro argumento al que suelen seguir acudiendo los intelectuales de esta calaña es la de calificar como absurda esa guerra (como fruto de una aventura de la Cúpula Militar de entonces) despreciando el accionar colectivo de sus combatientes y el alto fin político perseguido. Fue el gobierno radical de Raúl Alfonsín y su sequito de impresentables de los resquicios de aquella “coordinadora” de la UCR quienes inmediatamente destrataron y ocultaron a los veteranos que se habían ganado el respeto de un enemigo quien pese a las ventajas materiales por el apoyo de la OTAN, estuvo a punto de caer tumbado.

Ningún argentino debiera olvidar que Raúl Ricardo Alfonsín se paro sobre la derrota en Malvinas para lanzar su campaña proselitista tan solo un mes después de aquella tragedia. Si aquello no se puede catalogar de oportunismo ¿Cómo se lo podría llamar?

Ese humo espeso y fétido que fue esparcido por los veleidosos medios capitalinos y sus periodistas (muchos de ellos hoy disfrazados de republicanos) pretendió que se olvidara para siempre la causa Malvinas y todas sus heroicidades, una canallada que hoy muchos hacen como que no ocurrió pero que la memoria de los verdaderos patriotas y de los protagonistas no olvidara. Para estos camaleones, quedar bien con la embajada británica era (y hoy sigue siéndolo) lo primero ya que en cierta manera y de manera velada, le agradecían a Margaret Thatcher por ayudarles a trepar al poder.

¿Por qué estos sectores se comportaron así? Una parte de estos lo hicieron por una supina ignorancia, otros por revancha contra los militares y otros obraron de forma deliberada, guiados por su ascendencia ideológica y simpatía con el Reino Unido. Son esos que viven poniendo como ejemplo de la civilidad y democracia a Winston Churchill, un cerdo borracho, un racista quien en 1943 fue responsable de la hambruna que mato a más de tres millones de seres humanos en Bengala[3] pero de los cuales, los medios y los historiadores en occidente tratan de olvidar. Estos últimos vieron potenciado su trabajo por la ignorancia y el resentimiento de los arribistas políticos que llegaron al poder.

Las tropas argentinas pelearon como leones y eso lo saben muy bien los británicos quienes se llevaron una sorpresa desagradable, especialmente en las expectativas de varios de sus oficiales provenientes de familias con extensos linajes en la Armada Real de “Su Majestad” creyendo que la campaña sería “picnic”[4].

Ningún político (peronista, radical y menos aún de la anacrónica izquierda) ha sentido en su vida el rigor de esos días en el Atlántico sur y mucho menos, estarían dispuestos a sentirlo. Para escapar de ese compromiso se escudan tras falsos e idílicos pacifismos que siempre (demostrando un gran amateurismo) terminan en negociados y prebendas por debajo de la mesa. Es por eso que despreciaron a los veteranos y a la causa Malvinas; la heroicidad salida del sacrificio y la entrega de cada uno de los combatientes, es un valor opuesto a su mezquino arribismo y opacaba sus miserias partidistas que al fin y al cabo, son el quid de su militancia.

No estaban entonces ni hoy día están a la altura de ninguno de aquellos combatientes y eso les atemoriza a tal grado que hicieron cuanto pudieron por enterrar la reivindicación nacional y a sus héroes bajo las más abyectas y arteras maniobras diplomáticas que como aquella indigna política los deleznables “paraguas” de Menem[5], entregaron por unas monedas, renunciando a sus derechos y con total desparpajo la soberanía. Las consecuencias de aquello ya no pueden ser ignoradas por nadie y el aún no resuelto asunto del hundimiento del “ARA San Juan”, evidencia la ausencia de independencia para arribar a la verdad. En lo económico (y más allá de la bendita deuda con el FMI) esto se refleja en el saqueo y depredación ictícola de los mares del sur del cual se beneficia la administración Kelper.

En la realidad de un país entregado, de un estado desarticulado, vaciado de valores y administrado por un sistema partidocrático que solo atiende a las especulaciones y conveniencia pasatista de sus miembros, la causa de Malvinas es la esperanza de una real refundación, una semilla que sembrada en el yermo terreno de un imaginario colectivo ignominioso y de abulia, puede florecer para sentar las bases de una nueva Argentina.

Este nuevo aniversario de aquella gesta se cumple en momentos críticos para un país políticamente a la deriva en un contexto geopolítico muy complicado y que en sus consecuencias, lo afectaran de forma profunda. La economía esta hecha girones, la anomia social se traduce en un aumento de la criminalidad y el narcotráfico, como una revelada (y siempre sabida) fuente de financiamiento de la política. Argentina no solo se halla jaqueada por décadas de pésimos gobiernos y la corrupción política que los destacaron sino también, por un contexto internacional que vino a ponerlos en autos sobre la existencia de una realidad geopolítica a la cual estos políticos -sin distinción de partidos- siempre ignoraron, como si pudieran esconderse de la realidad y que últimamente (con las señales de un gobierno sin rumbo) tan torpemente abordaron.

Bajo ese manto de humo de los desinformadores y alcahuetes, de los lacayos anglófilos y de quienes tienen mucho que perder por criticar a Londres y a Washington, se halla la verdad que siempre quisieron esconder pero que hoy ya esta revelada y no es otra que la batalla del Atlántico sur no fue en vano y que solo fue el paso necesario para que Gran Bretaña no hiciera valer la prescripción al reclamo.

Tal vez y apelando un poco a la ciencia ficción quedaría por preguntarnos: ¿Alguno de los actuales representantes políticos habría tenido el temple de estadista, el compromiso y el valor para afrontar una recuperación de Malvinas como en 1982?



[1] Se baso en la reconquista de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwiches del sur: https://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Rosario

[2] Marcha de Malvinas, su letra disponible aquí: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/marcha-malvinas.pdf

[3] Un genocidio que no quiere ser blanqueado: https://www.sapientia.org.mx/el-genocidio-de-bengala/

[4] Tal como concluyeron por separado el entonces Almirante de la Real Flota Sandy Woodward en su biografía “Los Cien días” y el General de División  al mando de la 3º Brigada de Comandos de la Real Infantería de Marina y dejo plasmado en sus memorias y que fue abordado en un trabajo del Conicet: file:///C:/Users/Carlos/Downloads/5665-15016-2-PB.pdf  

[5] Acuerdos negociados en España entre 1989 y 1990 entre representantes británicos y los enviados de Carlos Menem conocidos como Madrid I y Madrid II, no supuso un Acuerdo de paz sino, un renunciamiento del país a desarrollarse política y geopoliticamente de forma autónoma.

viernes, 31 de marzo de 2023

 

A SILENCE

INCRIMINATING

Since Russia discovered dangerous bacteriological warfare facilities in Ukraine and, on the basis of elements collected on the ground, brought the case before the United Nations, the silence of the collective West has echoed through its silence. Who watches over international legality?

 

By Sidney Hey

 

Needless to say, there is a deafening silence following the confirmation of the involvement of the US and its Norwegian partners in the blowing up of the pipeline under the Baltic Sea. The Western media are trying to explain the inexplicable. How can we explain that Biden betrayed the Europeans in order to make them dependent on his LNG? The same silence is echoing around the walls of the United Nations, of the watchdogs for the prohibition of weapons of mass destruction and of the much-talked-about (but never accepted) International Criminal Court over the embarrassing Russian findings involving the Pentagon in the running of bacteriological laboratories in Ukraine.

The affair of the biowarfare laboratories and the products and tests that were being carried out there (with the participation of private laboratories such as Pfizer, Moderna, Merck and Gilead) are -in addition to the scandal- a true test of the lack of scruples and disregard for human life not only of Ukrainians but of all Europeans. If and beyond the fact that there had been hidden experiments on the resistance of the immune system of the inhabitants of Kerson, a leak from any of these laboratories would immediately affect the inhabitants of Western Europe.  The question is, were the European Union and its political monkeys like Borrell and Von Der Leyen aware of these labs, what is the position of the European governments and in particular France and Germany? Also the involvement of METABIOTA through the son of the US president Hunter Biden in the investments in this area are one of the crucial points in these findings and which his father tried to hide with the illegal manipulation of the FBI.

Ever since Russia uncovered some thirty secret facilities where, among other things, what Dr. Anthony Fauci, Francis Collins and the entire US health establishment accused as a zoonotic virus from a dirty market in Wuhan, China, was being made. Anthony Fauci, Francis Collins and the entire US health establishment accused as a zoonotic virus coming from a dirty market in Wuhan, China, the Anglo-Saxon media have tried to divert attention by hysterically alluding to the “summary executions in Bucha”, “Russian missiles falling in Poland”, “kidnapped Ukrainian children” and other accusations that despite their stridency, some already discredited by their proven falsity, others lack any basis based on objective evidence.

Another discursive tactic is to continue to shift the blame onto China, an argument that has weakened over time. But as a scapegoat, China was central.  Don't even forget how Trump (who might have authorised the use of this pestilence against China) referred to the “Chinese virus” as a way of blaming Beijing. It is well known that a variant of SarS-CoV had already been developed and patented in the US in 2003, so the hypothesis of the manufactured origin of  “COVID-19” is not an unfounded one. This was stated by Dr. Robert Redfield, former head of the US Centers for Disease Control and Prevention, who was censured by Fauci, Collins and the US scientific establishment for his position. With this in mind, I wonder where is the proclaimed democracy? Likewise, Washington has never been able to refute the Fort Detrick events and the strange coincidence of this “event” held at the GATES Foundation.

Washington initially denied this and denied any involvement in the facility. It even tried to cast doubt on the veracity of the Russian findings. But as time went on and with Russia's progressive advances on the ground, new findings confirmed Moscow's allegations, making the State Department's and Pentagon's arguments more difficult.

This silence is disheartening for those who expect an impartial and blind investigation. They are certainly not wrong as the whole governmental cover-up and media silence on both issues is simply shameless. It is a historical and legal throwback that takes humanity back to the days before the establishment of the United Nations, a time when the colonialism of European countries led the world into two great wars. The Charter, the founding document of the United Nations in 1945, was supposed to curb the warmongering, war of conquest and colonialism that had led the world (and in particular Europe) into humanitarian chaos. As it turned out, this architecture only gave rise to another great evil: American imperialism.

The origin of the Covid pandemic remains unclear. The “authoritative voices” of science in the West are only those who toe Washington's discursive line and who happened to exaggerate reports of the impact on global health. Those who have questioned that were vilified and dismissed, even though their scientific reputations preceded them. The same is happening with the side effects of vaccines, such as the high risk of inflammatory conditions like myocarditis.  The central point of discussion was and still is the nature of this “virus”; is it a natural mutation or a laboratory creation?

Until before 2022, the leading virologists and experts in the West were putting their signatures behind the bat hypothesis, the one that suits Fauci and his followers. As usual, the media replicated as revealed truth and omitted other scientific opinions this position until the Russians made the first findings. On the basis of this, Lieutenant General Igor Kirilov, head of the Russian Army's radiological, chemical and biological defence troops, gave a public report detailing the implications of the finding.

These same media outlets, when they could no longer omit this, tried to downplay its credibility by talking about “Russian propaganda”. But it was the enquiries of independent investigators and high-ranking US officials that helped these paper mercenaries to contradict themselves. At this crossroads, and with bad news coming from the front in Artemivsk (Bahmut), the need to divert the public's attention becomes imperative. Perhaps Japan's involvement in the situation in Ukraine could be a sign that Joe Biden and his advisors may be plotting the suspected move in Asia-Pacific for a dual purpose: to open a front in the Russian Far East to complicate operations in Ukraine and to outflank China.