domingo, 8 de octubre de 2023

 

VINO DE SANGRE

Sin que nadie pudiera preverlo o al menos así se muestra públicamente en los medios,  Hamas y otras agrupaciones de la resistencia palestina pudo golpear bases militares y tomar por sorpresa varios asentamientos y kibutz linderos a Gaza ¿Cuáles fueron los disparadores y cuáles serán las consecuencias?


Por Yossi Tevi


“No les vimos venir y para cuando escuchamos la primera explosión que provenía de la barda de seguridad, ya nos habían caído encima”. Este fue uno de los testimonios de un efectivo de las FDI que se mantuvo en el anonimato y que logró huir tras el inicio de la llamada “Operación Inundación de Al Aqsa” lanzada por una fuerza de comandos de la resistencia palestina.

Los habitantes de los asentamientos judíos de Sderot y Ashkelon están en pánico ya que han podido ver como los grupos armados palestinos circulan enfrentándose con las tropas israelíes en las calles. Pero lejos de la vista de los colonos de estos asentamientos están las peores consecuencias para las FDI. Tanques “Merkaba” fueron destruidos y sus tripulaciones han sido capturados. Según algunos informes dan cuenta de la caída y captura de cincuenta puestos fortificados israelíes muchos de ellos repletos de vehículos blindados y documentación altamente sensible que pondría al estado en un problema de seguridad de proporciones.

Otro dato aún no confirmado es la anulación de los sistemas “Cúpula de hierro” que debieron reaccionar a los primeros ataques con cohetes lanzados a primera hora de la mañana ¿Cómo Hamas pudo lograr esto?

Sumado a esto, algunas fuentes confiables han confirmado la captura de altos oficiales de las FDI incluyendo a un general. Se trata de un knock out militar inesperado; igualmente, esto tiene un olor muy raro.

Para muchos cuesta mucho creer que inteligencia militar y el Mossad no hayan estado al tanto de los preparativos de Hamas.

Entre tanto, la maquinaria diplomática y mediática que encabeza EEUU y la UE, se puso inmediatamente en marcha tratando de volcar la balanza en favor de Israel pero, los hechos y los antecedentes que han llevado a esta situación es muy bien conocida por la opinión pública global que son la consecuencia de una escandalosa política de impunidad.

Pero como suele suceder, los medios informativos de este lado del mundo suelen eludir el contexto y dar una panorámica de los hechos en blanco y negro, de acuerdo y conveniencia del acostumbrado relato victimista del estado israelí que mezcla términos y suprime otros intentando hacer creer que se trata de una agresión contra “el pueblo judío”-para asirse al tan trillado antisemitismo-, cuando en realidad es una cuestión política bien circunscripta a la usurpación territorial y sistemáticas agresiones que desde 1948 sufren los árabes-palestinos que una vez más hay que recordar, son tan semitas como los judíos sefaradíes.

Durante años, Tel Aviv estuvo construyendo asentamientos ilegales y kibutzim -negociados inmobiliarios mediante- para colonos y fortificaciones militares para su protección, dotadas de avances tecnológicos que fueron rodeando a la Franja de Gaza mientras las fuerzas aéreas israelíes bombardeaban sin piedad las casa, edificios, mezquitas y escuelas matando sin contemplaciones a hombres, mujeres y niños palestinos como una forma de aplastar la voluntad de resistir. Esto es un hecho que ni los más radicalizados sionistas pueden negar.

La Franja de Gaza fue convertida en un gigantesco campo de concentración a cielo abierto hostigada incluso desde el mar para matar a los simples pescadores y lanzando sin la menor contemplación seis brutales operaciones de bombardeos en 2008/09, 2012, 2014, 2019, 2021 y 2022 que mataron a miles de palestinos y dejaron a otros tantos lisiados. Para los colonos esto era visto como un espectáculo que disfrutaban sentados en sus reposeras como si se tratara de un partido de fútbol algo que por fortuna ha sido repudiado por muchos judíos.

No solo las bombas y los francotiradores son causa de muerte para los palestinos. El bloqueo, el corte del agua potable y hasta su envenenamiento han hecho psicológicamente insoportable la vida causando muchos casos de suicidios entre los jóvenes.

Pese a esto, el cinismo de las cúpulas políticas y militares israelíes, con el ya conocido beneplácito de los medios occidentales trataron de endilgar todas las consecuencias a Hamas o incluso a los propios palestinos.

Israel sabe que Hamas no rivaliza con sus fuerzas militares e incluso, su existencia le es funcional para continuar con su política de Apartheid y expansionismo. Pero quizá lo más importante sea que su existencia representa una justificación para el fabuloso negocio armamentístico y de seguridad en parte destinado a contener a Gaza, aunque tras esta situación las dudas tiñen todo.

Para decirlo en pocas palabras, cientos de millones de dólares aportados para estas empresas, el financiamiento de operaciones de inteligencia y el coste de los sistemas automatizados de armas que allí había se fueron por el desagüe del inodoro.

Pero la naturaleza racista del militante sionista y especialmente la de sus dirigentes hace imperceptible algún rasgo de humanidad para con los árabes palestinos y mucho menos, cuando ellos son musulmanes. Este desprecio siempre fue acompañado de una subestimación a las capacidades y voluntad de la resistencia aún cuando en el pasado, pagaron duros precios por ese comportamiento.

Israel sigue siendo el “Caballo loco” de la región y prueba es su continua injerencia e impunes agresiones sobre Siria y el Líbano sin que Naciones Unidas haga algo por aplicar el Capitulo VII de la Carta. Tampoco ha dicho nada tras los involucramientos en los atentados terroristas en Irán que buscaban degradar la capacidad científica de su programa nuclear. En ese papel y pese a contar con el amparo de Washington, ha sabido entender por la fuerza que sus locuras tienen un límite y eso fue lo que el movimiento de la resistencia árabe-islámica Hesbolá en 2006 le marco a fuego.

Cuando me encontré con un viejo Katsa en retiro que ahora goza de los frutos de su empresa privada de venta de armas, me dijo con claridad, “esto era algo que ya lo habían advertido desde tiempo antes a los políticos”. Se refería a la política de compresión que la extrema derecha y sus colegas supremacistas religiosos han estado impulsando contra los palestinos en especial en Jerusalen con las reiteradas profanaciones en la mezquita “Al Aqsa” y los constantes ataques en Cizjordania donde apenas unos días antes de todo esto, los colonos asesinaron a cuatro jóvenes palestinos sin que la justicia vaya hacer nada.

Uno de los grandes responsables de esto es Netanyahu, pero no es el único. Con él están los extremistas religiosos y los principales funcionarios como el Secretario de Seguridad Itamar Ben Gvir y sus partidarios, impulsores de los asentamientos de colonos quienes bajo la impunidad que les ha proporcionado el acceso al estado, han legalizado los Progromos contra los palestinos cometiendo toda clase de abusos y crímenes contra los árabes palestinos que han rebalsado el vaso.

Si lo vemos desde un razonamiento maquiavélico, las acciones de Hamas ayudan a Netanyahu y a su gabinete de extremistas para ganar adhesión en momentos que su gobierno se hallaba sumido en una crisis desintegradora. Si estamos en lo cierto, seguramente este episodio además de ser usado por Tel Aviv para justificar “su derecho a defenderse”, podría esconder la intensión de lanzar alguna incursión sobre el Líbano y obviamente con la ayuda de EEUU, atacar a Irán. Si eso pasara, quedaría muy claro que todo estuvo planificado y las acciones de Hamas fueron deliberadamente permitidas.

Sobre esto último, surge muy sospechoso el ataque de artillería israelí sobre poblados libaneses en Kafar Sheeba al sur del Líbano alegando que fueron atacados por fuego de morteros. Esperemos que Netanyahu y sus partidarios no usen todo esto para justificar ante la opinión pública la aniquilación de los más de dos millones de palestinos en Gaza e incendiar la región.

sábado, 7 de octubre de 2023

 

ALBERTO Y EL ABISMO

No solo faltan unas semanas para las elecciones presidenciales, también faltan un par de meses para el final del gobierno de Alberto Fernández ¿Cómo queda el país?

 

Por Pepe Beru

Por estos momentos en la Argentina se vive en una verdadera antología de la incertidumbre y de la estupidez. Tras el último debate televisado entre cinco los candidatos presidenciales, más que arrojar algo de esperanza en la solución de los problemas se advierte en el humor de los argentinos un alto grado de preocupación.

Pero dentro de este marco, hay un gobierno que brilla por su ausencia y en especial su presidente quien remitido a meros actos protocolares de representación, no logra dar señales de consciencia sobre a dónde irá el futuro inmediato de la nación.

El presidente no pareciera advertir que se dirige rumbo a caer en un precipicio y con él, toda la maltrecha institucionalidad que le queda al estado. Es entendible que poco le importe eso, salvo que tenga la seguridad de que no habrán pedidos de cuentas ni investigaciones por tamaños escándalos de una corrupción estratificada y adherida en toda la estructura del estado.

Si lo pensamos, veremos que la impunidad esta garantizada ya que la administración de justicia federal está tan podrida como el sistema político.

No hace falta caer en la repetida y aborrecible costumbre argenta, de pegarle en manada al caído en el suelo. Alberto Fernández es sin dudas el candidato del momento para el punching ball pero no hay que olvidar que, estos mismos periodistas y medios que lo ensalzaron,  son los mismos impresentables que hoy lo crucifican. Para estos exponentes de los medios que siguen creyendo que son los “formadores de opinión” y guardianes de la democracia, solo les cabe una mueca socarrona que grafica su ganado descrédito.

No hay dudas que Alberto Fernández hace rato que no gobierna. Aunque también podríamos preguntarnos ¿Lo hizo en algún momento? Pero ese es un juego que él mismo acepto jugar cuando fue convocado por Cristina Fernández para ser la cara visible de una alternativa que como vimos, no alternaba nada y que solo escondería, la cara de esta señora y de todos los secuaces que se la secundan.

Tampoco a nadie le quedan dudas, de que este lastimero papel de títere de una condenada, pueda ser representado sin la expectativa de una muy y merecida gratificación que no tiene nada que ver con luchar por el interés supremo de la nación ni mucho menos, un sacrificio desinteresado por la patria. Esta última palabra ha sido tan bastardeada y usada en vano que sería tiempo que los argentinos que viven en el estado de queja permanente, pasen a ejecutar el reclamo en nombre de ella.

Se dice que Alberto siempre tuvo una admiración para con el ex presidente Raúl Alfonsín y que una de sus grandes ambiciones era emularlo. Como van las cosas sus deseos se han cumplido con creces y solo le faltaría para completarlo salir antes de su gobierno. Sus logros tendientes a hundir la situación socio-económica y social son tan loables y funestos como los del admirado caudillo radical.

Pero Alberto, desde su muy particular punto de vista, cree ser un estadista que ha debido sortear los obstáculos más complejos y peligrosos que ningún otro de sus colegas tuvo que enfrentar. Dentro de esta visión épica, el presidente cuenta el haber hecho frente a la pandemia de Covid y el inicio de la guerra en Ucrania, dos eventos que según su entendimiento, han impactado de forma directa y negativa sobre la situación del país.

En estas consideraciones entran otras consecuencias como son la pérdida de poder adquisitivo, la devaluación de la moneda, la aceleración de la inflación, el aumento del riesgo país y una creciente migración de jóvenes argentinos a otras latitudes. Igualmente y pese a esto, el Alberto se considera el líder y forjador de un modelo de desarrollo y crecimiento con justicia social que son ejemplo para el mundo.

Si nos tomamos en serio estas perspectivas tan cinematográficas que de sí mismo tiene el Alberto, o incluso alguien que viniera de otro planeta lo escuchara podría pensar que estamos ante un estadista que además de ejercer una formidable administración política y económica, desborda de carácter para conducir a su país en medio de las crisis más terribles e impredecibles como fue esa pandemia prefabricada en laboratorios de quienes ya todos sabemos y una guerra en Europa que aún no ha mostrado su escalada más temible.

Igualmente, el general Alberto abrió su propia guerra sin cuartel contra la inflación donde el enemigo se halla agazapado en los anaqueles y las góndolas de los temibles e inescrupulosos mercados que solo piensan en sus propios beneficios…!Malditos comerciantes y empresarios, los derrotaré!! 

Incluso, si seguimos este hilo argumentativo delirante, la aparición de Sergio Massa un abogado con mil caras y con lealtad para sí mismo, como ministro de economía para intentar controlar una bomba hiperinflacionaria a punto de estallar, sería por obra y gracia de su genio y generosidad política que solo aspira a la grandeza del país. El Alberto no tiene tiempo para esas pequeñeces y deja lugar a este joven y ambicioso funcionario para que se haga cargo.

La grandeza y el olfato de Alberto Fernández no tiene parangón y tan formidable es que tanto Rusia como la OTAN se han perdido tener de su lado a este formidable estratega.

Pero ahora ya fuera del sarcasmo, el Alberto por su papel de obsecuente marioneta de CFK y más que intrascendente gobierno, se ha cargado a lo poco que quedaba del peronismo (que en realidad solo es un sello de goma) y lo peor de todo, su administración multiplico por tres la deuda externa.

Por fortuna y de no haber sido por la enclenque situación geopolítica del país, las promesas huecas del Alberto (como la realizada a Putin) podrían haber agregado una mayor complejidad a la actual realidad de los quejosos argentinos.

  

 

 

jueves, 5 de octubre de 2023

 

GEOPOLITICA PARA MALVINAS

A pesar de la falta de interés y la incompetencia de la partidocracia argentina por atender el asunto de las islas Malvinas, el archipiélago del Atlántico sur y su proyección sobre la Antártida, la causa aún esta por resolverse ¿Cómo podría ser una geopolítica para ese fin?

 

Por Charles H. Slim

Si hay una causa en Argentina que se halla por encima de todas las ideologías, los personalismos y los sectarismos políticos de este país, esa es la causa Malvinas. Desde el regreso a la democracia en 1983, la partidocracia argentina con la UCR al frente trato de aplastar este ideario a tal punto que no hay que olvidar, según dijo la primer Ministro Margaret Thatcher “los argentinos tienen la democracia gracias a nosotros”.

En este sentido, no puede haber nada más repugnante que quienes se benefician de la desgracia como es una derrota, y eso fue lo que usufructuaron el entonces presidente radical Raúl Alfonsín y sus partidarios con su odiosa política desmalvinizadora (https://www.elextremosur.com/nota/36374-desmalvinizacion-una-politica-proimperialista/ ).

En realidad, ni Thatcher ni a los advenedizos de la partidocracia  argentina que llegaron al poder en 1983, pudieron matar el sentimiento que representó la gesta. Eso fue motivo de disgusto para estos ya que ello los minimizaba y les restaba protagonismo ante la sociedad. Es más, Raúl Alfonsín y sus compañeros en ese plan de renuncia, no escatimaron en recursos -más allá de la excusa de la dictadura- por humillar a las FFAA, los ex combatientes y en última instancia el valor patriótico que supuso la recuperación del archipiélago.

Hoy muchos de aquellos personajes ya no están y pocos se acuerdan de ellos, salvo sus partidarios (que dicho sea de paso, no son muchos). Sus predecesores han sido tan tibios como aquellos y hoy la palabra “patria” la usan para adornar sus campañas. Pero la causa Malvinas, sigue allí, viva y a la espera de cursos de acción en las administraciones venideras en Buenos Aires.

Todos y cada uno de los gobiernos de los últimos 40 años, han hecho poco o más bien nada, por elaborar una política para Malvinas y mucho menos, establecer una geopolítica coherente para defender los intereses estratégicos de la nación. Cada uno de esos gobiernos, incluido el actual, no tuvieron la inteligencia, el interés y mucho menos el valor político para establecer una reconstrucción estratégica no solo para integrar a Malvinas, Georgias y las Sandwiches sino para todo el país.

Desde 1983 los argentinos están colonizados por un sistema partidocratico corrupto y venal, funcional al gobierno británico y obviamente, a la docena de familias kelpers que aspiran a una autodeterminación política (https://www.falklands.gov.fk/our-people). Y es que a los políticos argentinos no les conviene remover el asunto y mucho menos crear animadversión en Londres; la estabilidad de sus cargos, de sus bolsillos estarían en juego y la trapisonda negocial de la “democracia” –de las cual los medios también participan- se caería como la escenografía de cartón que es.

Dentro de esa escenografía no olvidemos al Menemismo y su alineamiento automático que los británicos vieron rubricados con los escandalosos Tratados de Madrid I y II, los cuales en su momento deberán ser denunciados (https://www.iri.edu.ar/publicaciones_iri/manual/Malvinas/Madrid%20II.pdf )

Actualmente nos hallamos ante un mundo en pleno cambio. Dentro de este se halla el geopolítico muy bien identificado entre dos grandes tendencias: Los que buscan sostener la moribunda hegemonía angloestadounidense y quienes bregan por nuevas relaciones basadas en el multilateralismo que tiene su impulso desde Oriente. Argentina, o más bien sus políticos han estado saltando de un lado a otro como una veleta sin atreverse a crear fórmulas y tomar sus propias decisiones que den una respuesta nacional a su perpetua crisis existencial ¿Qué confianza puede inspirar un comportamiento semejante?

Los sectores conservadores y anglófilos de esta partidocracia solo han rumiado políticas intrascendentes sobre la soberanía en el Atlántico sur y Londres con ellos, tiene garantías de que no serán molestados por ese tema (Teoría del paraguas). Los de la izquierda simplona y los populistas del Peronismo K no fueron muy diferentes a esos. Todos ellos han creído que metiendo la cabeza bajo tierra, tratando de conquistar a los Kelpers con métodos ridículos o haciendo spots sentimentales, la usurpación del atlántico sur se iba a desvanecer. Francamente, es la prueba de la ineptitud y el amateurismo de una dirigencia que hoy está totalmente desacreditada.

La candidez también es otra cualidad muy notoria en los dirigentes de ayer, también en los actuales y especialmente en los “populistas” del gobierno (calificados erróneamente como nacionalistas) que hablan como revolucionarios pero obran como meros sirvientes de la burocracia establecida. Obviamente, también hay una cooperación pasiva y secreta de sectores anglófilos -en la política, los medios y algunos sectores de la intelectualidad- que siempre estuvieron y estarán para darle una mano desde adentro a los planes del Foreign Office (https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/ar_ea_cem_dbr_03_06.pdf ).

Buenos Aires debe planificar una geopolítica de desarrollo para la explotación de los recursos naturales (desde la cordillera hasta el mar), un desarrollo geográfico-urbanistico y creación de servicios que haga atractiva la actividad en la región y para eso, la industria naval es estratégicamente central a desarrollar. Aceptar este objetivo ya sería un paso político revolucionario que obviamente será mal visto por Londres pero que los argentinos deben defender.

Pero para eso, debe haber condiciones. No puede existir una geopolítica nativa cuando (además de la decisión) no hay desarrollo y capacitación, materiales para el desarrollo físico de una infraestructura y cuando los recursos del estado para su construcción han sido desviados para el obsceno gasto político (no público). Tampoco cuando hay una dependencia en la dirigencia local de las sugerencias y decisiones de actores externos, contrarios a los intereses argentinos en el Atlántico sur  como son Washington (Comando Sur. https://www.southcom.mil/ ) y Londres (con la base de la OTAN en Port Stanley. (https://en.wikipedia.org/wiki/Stanley,_Falkland_Islands ). Con la actual crisis terminal que pasa el país, las inversiones para ello se ven muy dificultosa de canalizar, pero eso puede cambiar con una determinación política futura.

También es central que la administración que se halle en control del estado no se olvide que el país va más allá de Buenos Aires.

Cambiar este patrón de conducta política es primordial para dar inicio a una planificación coherente tendiente a ganar terreno y presencia en el sur y consolidar una autoridad abandonada con las consecuencias que ya hemos visto (Agitación pseudo-indigenista, inseguridad, pesca furtiva y situaciones nada claras como la ocurrida al “ARA San Juan”).

Reactivar un desarrollo portuario en las costas patagónicas y especialmente en Magallanes es parte de eso como paso previo al control, uso y usufructo de los mares australes con proyección a Malvinas y a la Antártida. Reactivar la industria naval en serio y bien planificada y con financiamiento controlado, con socios estratégicos externos como China y apoyada por un estado políticamente sólido, que tenga como política inamovible el desarrollo continuo sin tocar una sola moneda para su destino, es otra de las condiciones no negociables para consolidar una geopolítica sobre las islas del sur.

 

 

miércoles, 4 de octubre de 2023

 

ERASING NAGORNO KARABAKH

After Azerbaijan's aggression and the forced exodus of the Armenian population of Artsakh, where is the United Nations and international law?

 

By Sir Charlattam

After Azerbaijan's surprise attack and assault on the Armenian territory of Nagorno-Karabakh, coupled with the political immobility of the government in Yerevan, it seems clear that the fate of the population in the long-disputed Armenian enclave within Azeri territory is already sealed.

There was nothing to be done. The blitzkrieg by Azeri forces combined with costly and deadly war toys courtesy of the Israeli and Turkish arms industries seems like a very bad irony of fate. It is happening again today, albeit without the dramatic circumstances of the early 20th century, with the expulsion and genocide of the Armenians as carried out by the Ottoman Empire, now a republic under the leadership of a much-discussed leader. 

But on this occasion, the much-discussed performance of Armenian president Nikol Pashinian puts a very dark frame to what is happening. We should rather say what Pashinian did not do. His passivity, while angering the majority of Armenians who watch as the Azeris disarm the Armenian militias of Nagorno-Karabakh and begin a very discreet ethnic cleansing, does not surprise the motives for this immobility.

Pashinian has made a deal with the devil and the ink used was the blood of his own fellow citizens. It is more than clear that Pashinjan has sold his soul to Washington and in addition to turning his back on his own people and forgetting how the West (Anglo-American intelligence services) from an MI6 undercover base in Ankara triggered the war in 2020, he has cooperated with the geopolitical objectives that the White House intends to deploy in Transcaucasia through NATO.

As expected, the White House imposes its performance as if it does not know what it is all about and its characters come on stage to give their best performance. We are used to the cynicism of our governments because, as the tenant of 10 Downing Street, now Rishi Sunak, does, hypocrisy is at a cosmic level.

The Armenians themselves have let the CIA stagecraft employee called USAID Samantha Power know to stop lying. A heated and unexpected moment for the official who went to perform with crocodile tears when it was the State Department, the White House itself and all the CIA's masquerading humanitarian organisations that gave the green light to Baku and cooperated on the ground to refine the clean-up.

It is possible that the bureaucrats in Washington and their British lackeys in the Foreign Office still believe that the Armenians and rather all the inhabitants of Transcaucasia are a bunch of rudimentary and easily duped highlanders who will not realise what the Azeri secret service and its Atlanticist partners are executing at this very moment.

Something similar was the thinking of the neo-conservatives and Zionists of the Bush-Cheney administration when they deployed all that mayhem in Iraq, with which they destroyed Libya and which since 2011 they replicated in Syria with the help of unscrupulous governments led by real criminals who would sell their children if they were accepted into the select club of the EU.

In occupied Iraq the shenanigans of the CIA and their colleagues were able to act out all sorts of bloody deceptions (to justify the Sectarian War) although it did not come free. It was in Syria that they themselves tried to recreate this bloody choreography with those fake Arab jihadists (many of them masked Caucasians) addicted to drugs and alcohol, or the humanitarian aid groups under the mask of “Human Rights Watch” and “White Helmets” both great hoaxes employed in the service of the CIA and MI6. Here their masks fell off and that was thanks to Russia's intervention and that, my friends, is something the Anglo-Americans cannot forgive.

In Armenia, Armenians know very well what the US wants and that is why they will not sit back and not speak out.

But there is something more important. As long as Russia does not leave the region and maintains a line of tolerance towards the activities of the Azeris, it may be possible to prevent the basements in the now dissolved Artsakh from being turned into hidden “Dungeons” of the Azeri state secret service where, under the supervision of the CIA and the MI6 boys, the politicians, security and military officials who served this republic and who have been held by the occupiers are tortured.