domingo, 22 de octubre de 2023

 

MAS ALLÁ DEL DNIEPER

¿Por qué es posible que una ofensiva rusa pueda pasar por arriba a las fuerzas ucranianas y cruzar el río Dnieper?

 

Por Dany Smith

Pese a que la tragedia en Palestina ha ocupado las primeras planas y los análisis de los medios en occidente, la guerra para desnazificar Ucrania sigue a toda marcha.

La coincidencia (que no lo es) ideológica y discursiva que en los medios occidentales al momento de realizar las editoriales sobre lo que ocurre en Ucrania son pasmosamente similares a las que produce para ver como suceden los hechos en Gaza ¿Puede asombrar eso? Obviamente no.

Más allá de esta distinción vemos por la aparición de este nuevo frente como La Casa Blanca se halla en una verdadera encerrona política, material y financiera al tener que enfrentar dos costosos compromisos en los que se embarcó por cuestiones de geopolítica.

Partamos de la base de que Joe Biden y sus amigos neoconservadores tienen una agenda global que busca apuntalar la inevitable debacle de su hegemonía y para ello, se han jugado al todo por el todo impulsando el descarado avance de la OTAN sobre Eurasia con la ya muy clara intención de destruir al estado de la Federación de Rusia.

En lo político, Biden y su administración han demostrado -para horror de muchos estadounidenses- la aparente gran contradicción que existe en apoyar al régimen filonazi de Kiev y ahora a Israel. En el primer caso, pese a la propaganda delineada desde el Departamento de Estado a cargo de Anthony Blinken habla de Zelensky sus chicos como una “democracia”, en la realidad es un régimen ultranacionalista con instituciones que tienen como próceres a sujetos con un pasado muy oscuro ligado a las SS y la limpieza étnica durante la segunda guerra mundial.

En el caso de Israel, Blinken no dudo en sacar a la palestra su condición de judío para dar un apoyo irrestricto al estado sionista sin importar lo que durante 75 años y hoy por hoy lleva a cabo contra la población palestina que recordemos, es semita. Sumado a esto, la visita que realizó Biden lejos estuvo por equilibrar la situación ya que, más allá de las expresiones de Blinken, el presidente terminó acentuando esta posición con la farsa que consistió en liberar de culpas a Israel por la masacre del Hospital “El Bautista” en Gaza y que ha guardado silencio con la otra masacre sobre los cristianos de la iglesia ortodoxa.

En lo material, Biden ha ordenado el envío de más material bélico tanto a Israel como a Ucrania entregándole a este último los misiles de alcance medio ATACMS que tienen un rango de alcance que amenaza al territorio de la Federación. En Moscú ya han advertido que la provisión de esos misiles no cambiara la balanza en el terreno. Como es evidente todo esto tiene un alto costo y el mismo va por cuenta del erario público de los EEUU.

Como se puede ver, los esfuerzos que realiza Washington solo trasuntan en avivar la guerra.

Pero Biden (como cualquier otro presidente) se debe a lo que el lobbie pro-israelí en el Congreso le ordene hacer y es por ello, antes que cualquier cargamento de armas salga para Ucrania sea prioritariamente desviado a Israel sin importar cuales sean los costos.

Esto nos lleva a lo financiero. Joe Biden ha solicitado otros 105 mil millones de dólares para costear a estos dos frentes a los cuales se sumarían otros 100 mil millones que ofreció para compensar los asesinatos y la destrucción cometidos por las fuerzas israelíes en el territorio de la Franja de Gaza, aunque eso está por verse. El paquete total que deberá ser absorbido en el presupuesto para el 2024 serían unos 61.400 millones de dólares para Ucrania, unos 14.300 millones más para destinarlos a Tel Aviv para financiar a sus FDI y unos 9.150 millones para “ayuda humanitaria” y “otras necesidades” que seguramente, terminaran en las manos de quienes no lo necesitan. Como ya muchos saben, dinero fabricado en un ordenador y que no tiene respaldo físico.

En tanto, en los campos de batalla en Ucrania, el bando atlantista muestra fisuras con la partida de un importante contingente de asesores israelíes. Zelensky esta desesperado no solo por las necesidades materiales frente a un progresivo y lento avance ruso sino también por la pérdida de su protagonismo en el escenario de los medios. Él como Biden son monumentos a la contradicción y la vergüenza por lo que difieren a la realidad de lo que dicen representar. Zelensky un payaso cocainómano que dirige un estado que quema libros, cierra monasterios ortodoxos, encarcela y asesina a los opositores y Joe Biden que además de sus propias inconsecuencias familiares, tiene una administración con funcionarios como Loyd Austin a cargo del Pentágono, quien pese a ello, sigue haciendo negocios privados para la Corporación Raython ¡Qué maravillosa democracia!   

Las batallas por la contraofensiva ucraniana hace tiempo que han terminado. Las tropas de Kiev hoy están a la defensiva y si bien por momentos lanzan furiosos ataques contra la población de Donetsk[1] o alguna que otra operación que intentan asaltar posiciones rusas del frente, suelen terminar horrible. Esto se ha registrado últimamente en los asentamientos de Vasílevka, Andréyevka, Razdólovka y Kurdiúmovka en la república popular de Donetsk.

La guerra va mal para Kiev y no hay forma de torcer eso. Lo único que puede hacer Zelensky su gente es rogar que no se complique EEUU en Medio Oriente ya que eso irá en detrimento de sus intereses. Toda la maquinaria desinformativa de los medios atlantistas hoy se halla más ocupada en maquillar las carnicerías de “Eretz Israel” contra los palestinos que elaborar su predecible y anacrónica propaganda rusofoba


[1] Sputnik.com. Las fuerzas ucranianas atacan Donetsk 62 veces en las últimas 24 horas, publicado 22 de octubre 2023,  https://sputniknews.lat/20231022/las-fuerzas-ucranianas-atacan-donetsk-62-veces-en-las-ultimas-24-horas-1145015122.html

viernes, 20 de octubre de 2023

 

SOVEREIGNTY OF THOUGHT

Why is the much-praised and much-publicised advance of AI the beginning of a struggle for freedom of thought?

 

By Sidney Hey

The advancement of technology is undoubtedly the product of a progressive development of knowledge and is supposed to bring welfare to human life. But if we look at how mankind has evolved, every advance has been preceded by great calamities, especially man-made calamities such as wars.

This logic, despite the fact that we are in the 21st century, has not changed and the amazing technological advances, especially in the field of computers, do not mean that we have attained wisdom. On the contrary, these advances, despite the benefits they bring, are also used for manipulation and deception.

The so called, Artificial Intelligence (AI) is already taking on a worrying prominence, not only because of the various human functions that it seems to imitate and replace in all disciplines, but also because of the manipulations that can be carried out with this virtual entity.

The BTP chatbot is a suspiciously free sample of what an AI can do just by feeding it with data. As soon as it was released, the fascination with the novelty of an artificial intelligence that could mimic and even develop human qualities made many rush to try out this seemingly harmless tool with potential benefits for humanity.

Of course, the tool will be beneficial or harmful according to the intentions of the user, but in the world of humans even the simplest thing can be used as a weapon.

When some shrewdly asked why was free access to this “marvelous” online technology made possible? Only a few grasped the answer and understood that for an AI to work, it needs programming and what better food for its memory systems (and at no cost) than human experiences and issues transmitted by humans through the vast universe that is the internet.

That is, when you interact with this AI, you are teaching it your illusions, ambitions, hopes, forms of expression and also your vulnerabilities. You could say that it makes a digital copy of a human personality that with progressive improvement of audio and video software will make it impossible to distinguish between a real act and one simulated by an AI.

Who do you think will be the exploiters of such advantages? If you thought of governments, you have not been so wrong in your answer. But before these bureaucratic-political administrations are their sewers which are elegantly called “intelligence agencies” and through these will be accessed by Corporations which are already as powerful as or more powerful than the US.

It is these actors who are already exploiting this tool to carry out all kinds of actions ranging from blackmail, information poisoning and manipulation of acts that, when they are counterproductive for their governments, they will reissue them in such a way that the culprit is someone else.

The so-called “deepfake” is a warning of these malicious uses.

Cases of “deepfake” have been on the rise. Manipulations of images, audios and videos for criminal purposes are only part of the danger posed by the misuse of this information technology. As is well known, intelligence agencies have among many of their objectives, intoxication and disinformation purposes, with the alteration of videos and audios being an important part of this. With this tool, the manipulation of public opinion will go to greater scales, achieving instantaneous effects regardless of whether they are later discovered as hoaxes. Remember the lies of the CIA and MI6 about weapons of mass destruction in Iraq and other inconsistencies to pave the way for the invasion of 2003?

Today, in the midst of a war that is beginning to globalise with highly dangerous components and where touching the sensibilities of public opinion is a highly strategic objective, the manipulation of information by the media is no longer enough, and with this tool the possibilities of deception are alarmingly enhanced.

It is no longer enough to conceal and deceive public opinion. To condition and even persuade the public into a way of thinking is the great objective that governments with hegemonist and supremacist aspirations have been pursuing (through their hired media).

This is not science fiction, it is today's reality and will become even more complex. To such a degree is the development of this technology that many productions executed with an AI make it impossible to distinguish from reality that concerns are well founded. At a time when all sorts of brutalities and crimes against humanity are being committed, those governments in possession of this tool have a weapon with which to fabricate alibis.

Beyond these dirty uses, its misuse in other less opaque areas such as extortion, online blackmail and scams of all kinds, the danger of its uncontrolled growth and misuse has already sparked debates to limit its use. In conclusion, there is no better reasoning to analyse things and the reality of facts than the direct perception of the senses we have as humans. Only lazy, fat-assed bureaucrats in governments are not interested in distinguishing between truth and adulteration.

 

 

jueves, 19 de octubre de 2023

HAY QUE HACER

Quien ocupe el gobierno después de diciembre solo tiene un objetivo ¿Podrá lograrlo sin fracasar en el proceso?


Por Charles H. Slim

Mas allá del resultado que surja de las elecciones del próximo 22 de octubre, habrá un gran cambio de época para la Argentina pero no como la gente espera. Las cosas están peor de lo que el gobierno y la oposición se atreven a contarle a la población, pero ambos tienen una preocupación por encima de las necesidades de sus votantes: Sus propias necesidades.

El contexto global que rodea a la actual situación del país es muy inestable. La guerra en Europa, la que se está gestando en Transcaucasia entre Armenia y Azerbaiyán y la que se ha desatado en Oriente Medio entre Palestina e Israel que llevará a consecuencias inesperadas, pone una advertencia a la dirigencia política argentina para tomar las responsabilidades que desde hace más de 40 años se han ido abandonando.

Como verán en el título, no es una pregunta sino una breve respuesta abarcativa a todas las problemáticas estructurales y focalizadas dentro del mismo estado convertido por la picardía de sus dirigencias políticas en caucus de amigos y besamanos. 

Hay mucho para hacer, pero también muchas cosas más para deshacer. Y es que cada uno de los gobiernos que han ido pasando a lo largo de estos últimos cuarenta años -sin distinciones partidarias- han aportado su cuota de clientelismo, favoritismos y venalidad que prácticamente han convertido al estado en una bolsa de trabajo y oportunidades para un árbol familiar de funcionarios.

Para ello se presenta otro gran dilema y que tocara sin dudas la fibra más íntima de la idiosincrasia argenta y es que, hay mucho para hacer con muy poco. Sea quien sea el nuevo gobierno, la devaluación y la desaceleración de la economía serán consecuencias imposibles de eludir salvo, que se establezca desde cada uno de los funcionarios en los altos puestos gubernamentales hasta el último escalafón de la administración pública, una disciplina ejemplificadora en el gasto y el comportamiento funcional. En realidad, se debería administrar con racionalidad y disciplina, algo que deberá traducirse en reducir verdaderamente el gasto público y en especial el político para redireccionarlo a donde siempre debió haber estado: El desarrollo a mediano y largo plazo planificado.

Cuando se establezca este paradigma, será muy diferente la visión  de cada uno de quienes pretendan ejercer cargos electivos. Meterse en política dejará de ser un negocio para los vivos. Las expectativas que tenían los que aspiraban a cargos políticos, ilusionados por exorbitantes sueldos, privilegios y prebendas deberían ser cosa del pasado. En una nueva Argentina eso debería desaparecer ya que caso contrario, se hará imposible reestablecer una normalidad durable.

Este hacer deberá ser rápido y pese a ello, no dará resultados inmediatos. La podredumbre existente en las estructuras del estado y en especial en todo lo que hace a la burocracia parasitaria (Ministerios, secretarías, direcciones, delegaciones, comisiones y etcetc) en cada uno de los poderes del estado- es profunda y será cuestión de mucho carácter en los dirigentes que asuman la administración de gobierno y de un real compromiso político y personal el perseverar en el tiempo para despegar esa costra.

En resumen de cuentas, el sistema político corrupto que ha imperado debería desaparecer si en realidad se busca crear cambios.

Como se dice por aquí, “somos hijos del rigor” y no hay otra manera para que los argentinos caminen erguidos es que se les está constantemente controlando. Pero aquí es donde surge otro problema ¿Quiénes van a ejercer ese control? Para eliminar este cuestionamiento y hallar una solución descartemos de plano, a una casta de políticos iluminados o bendecidos por alguna pertenencia religiosa y mucho menos, a solucionadores externos que han demostrado más arrogancia que sabiduría.

Tomando en consideración que todos los espacios políticos que se presentan para pretender gobernar el país están compuestos por elementos de esa vieja política, la tarea se vuelve bastante difícil de concretar. Incluso si cada uno de los políticos que vayan a ocupar los puestos del nuevo gobierno se sacrificaran en sus ganancias personales y estuvieran prestos a (como dice el dicho) arremangarse las mangas y agachar el lomo, recién allí comienza la lucha.

Claramente, cualquiera de las tres opciones más cercanas a acceder al poder (Massa, Bullrich o Milei), serán funcionales a la agenda globalista 2030 que nada tiene que ver con las expectativas de mejoras nacionales, ni con las necesidades del pueblo y mucho menos de los más desafortunados. Es decir, son funcionales a la corrupción global angloestadounidense.

Reconstruir un estado moderno e inteligente, independiente y soberano implica la necesaria construcción de un área de defensa e inteligencia verdaderamente propio y avocado a un estudio, seguimiento y planificación sin las influencias de agencias externas (en especial del Departamento de Estado norteamericano y de asesores y otros organismos como la CIA) que solo dan la información que y cuando a sus gobiernos les convenga. De no apartarse de esto, el país seguirá sometido a los juegos y las intrigas de las geopolíticas ajenas.

Para peor y con lo que venimos viendo en Ucrania y lo que se ha desatado en Oriente Medio, habrá mucho interés por parte de EEUU,  sus aliados atlantistas (incluido Israel) por imponer más restricciones basadas en la paranoia y nuevos programas antiterroristas ya que a no dudarlo, se producirán atentados que Washington y Tel Aviv, instalaran la paranoia acusando con decidida seguridad a los “terroristas islámicos” (usando la odiosa comparación entre Hamas e ISIS) y sus aliados rusos.

En esta nueva era, más que administraciones obsecuentes a las políticas externas, la Argentina necesita reconstruir un estado enfermo y a partir de allí, establecer un camino de desarrollo que no podrá ser puesto en marcha sin un amplio plan que contemple a todos los sectores sociales en donde cada uno de ellos -y en la individualidad de cada ciudadano- se comprometan a trabajar en una sola dirección y por el bien común. Caso contrario, seguiremos viendo gobiernos que no respetan la constitución (y por ende los derechos del pueblo), fofos, influenciables por la necesidad de dinero y por ende manipulables por agendas externas de representaciones interesadas en insertar y desplegar sus geopolíticas que no beneficiaran al país y con el peligro adicional de una guerra global en proceso.

 

  

miércoles, 18 de octubre de 2023

LA MASACRE DEL HOSPITAL EN GAZA


Por Javier B. Dal

Como ya lo hemos dicho muchas veces, lo que hoy está ocurriendo en Gaza no empezó el 7 de octubre pasado y tampoco Israel es la víctima en todo esto. En las últimas horas un hospital repleto de personal médico, de heridos entre ellos mujeres embarazadas y bebes fueron asesinados por un bombardeo de la fuerza aérea israelí que por estos momentos están tratando de desmentir a través de las redes sionistas en todo el hemisferio.

Fuentes árabes reportan que los desaparecidos bajo los escombros alcanzan las 1200 personas entre ellos 500 niños lo que da un panorama de la campaña deliberada de aniquilación que las FDI están llevando adelante bajo la conducción política de Netanyahu y su gabinete supremacista y racista.

Israel ha violado con creces el derecho internacional humanitario tal como lo ha hecho en el pasado, logrando escapar gracias a la impunidad que le da EEUU.  La voladura del hospital “Al Maamadani” es una más de esas violaciones que fue ejecutada en pleno de un ataque aéreo israelí tal como dan cuenta los testigos en las inmediaciones y también observadores extranjeros que por estas horas tratan de no ser asesinados como sus colegas de la UNRWA de Naciones Unidas hace unos días antes.

El cinismo de Netanyahu y del gobierno israelí no asombra y hasta en cierto sentido es entendible. Echarle las culpas a otro y trillar sobre el victimismo apelando a un odio “anti judío” es una táctica psicológica usual de Israel con lo cual, eso no debería asombrar. Pero si lo que asombra y si es de destacar, como los partidarios pro-israelies en occidente y en especial en los medios, han tratado de argumentar las más estrafalarias mentiras para tratar de encubrir este hecho brutal y sádico que se enmarca en una gigantesca limpieza étnica que los sionistas de la ultraderecha festejan con mucha alegría.

Con notable desparpajo, los medios en occidente desinforman sobre el curso de los eventos poniendo siempre por delante la excusa del “ataque contra Israel”. Ello es el puntapie de cómo presentan los hechos y el origen de los mismos.

El ejemplo más deleznable de esta parcialidad informativa se ve en los medios argentinos o más bien deberíamos decir, de la capital Buenos Aires donde el discurso es descaradamente unidireccional a tal punto, que quienes dan el punto de vista de la situación de los palestinos son ciudadanos judíos argentinos que viven en Israel y obviamente, defienden a ese estado y ponen sobre los hombros de los árabes, la culpa de lo ocurrido.

Para estos “testigos” israelíes que no están en Gaza pero que hablan como si allí estuvieran no puede considerarse sino como una siniestra parodia mediática. Sumado a esto, la alegación de estos mismos medios invocando que el Mossad aseguraba -como si se tratara de la verdad revelada- que la explosión que fue un cohete de “Hamas” el responsable del hecho, tras lo ocurrido el 7 de octubre muy poca credibilidad puede tener lo que informe esta agencia.

Sumado a esto, el comunicado de las FDI acusando a la “Jihad Islámica” de lo ocurrido por una supuesta andanada de cohetes que habrían disparado y pasado por encima del hospital, tampoco puede gozar de credibilidad dado que no están respaldadas con pruebas verificables. Sobre esto último y ante los crecientes cuestionamientos, la publicación de un audio en el que Tel Aviv dice que es la conversación en árabe -supuestamente interceptada- entre supuestos miembros de la resistencia diciendo que el hospital había sido golpeado por uno de sus cohetes, además de muy dudoso, es imposible de certificar siendo muy seguramente, otro de los engaños que su inteligencia es muy ávida de armar. En conclusión, todas estas argumentaciones solo han sido un intento de tapar el sol con el dedo.

A los testigos presenciales y las fuentes árabes se unió la publicación del diario “The Wall Street Journal” donde se aseguró que el vector que destruyo al hospital en Gaza y mato a más de 800 inocentes fue una bomba aérea “M-84” de fabricación estadounidense que obviamente, no tiene la resistencia palestina.  

Aún toda la inteligencia israelí, aparentemente burlada el sábado 7 de octubre pasado no ha explicado cómo pudo suceder lo que sucedió cuando fueron avisados por los servicios de inteligencia egipcios e incluso por la CIA.

Es claro que Tel Aviv y los partidarios sionistas alrededor del mundo tratan de desligarse de este nuevo crimen (uno más a lo largo de 75 años de ocupación) con la inestimable cooperación de los medios. Pese al intento de lavarle la cara a lo que las FDI han venido llevando adelante, la mascare causada en este hospital de Gaza fue certera y decididamente condenada por Tor Wennesland, Coordinador Especial de las Naciones Unidas para el Proceso de Paz de Oriente Medio señalando a Israel como responsable.

No es algo nuevo ver como Israel ataca blancos civiles de forma deliberada e indiscriminada. Durante años, causar daño a los civiles y a la infraestructura crítica ha sido parte de la estrategia de castigo colectivo.  Las masacres en “Al Qa´ana” en 1996 en el sur del Líbano o la “Operación Plomo Fundido” sobre Gaza entre 2008 y 2009, son pruebas gráficas de esto. Entre otras acciones que ha llevado adelante y de las cuales hay extensa documentación son los ataques a las ambulancias sabiendo que estaban tratando de auxiliar a los heridos. Lo vimos en Belén, Jenín y Ramallah en 1999 y el 2000, también en el sur del Líbano.

Durante julio del 2006 en la guerra de agresión contra el Líbano los aviones israelíes no solo bombardearon centros urbanos, las estaciones de radio y televisión y hospitales repletos de pacientes sino que incluso, atacaron a las ambulancias que pese a la identificación que llevaban en el techo fueron ametralladas por los aviones F-16 israelíes.

El grado de destrucción que demolió la estructura del hospital de Gaza se condice con la potencia destructiva de los ataques israelíes en los que se vieron como demolían las torres y edificios de departamentos hasta reducirlos a escombros. Los cohetes palestinos que no son misiles ni llevan una carga explosiva tan potente como la que llevan las ojivas militares israelíes, no podrían generar ese grado de destrucción estructural.

La brutalidad de estos ataques aéreos no es casual. Hay que entender la concepción racista de la ideología sionista y en especial de la ultraderecha que ve a los demás, en particular a los palestinos como infrahumanos. Según algunas fuentes de inteligencia, ello estaría muy bien premeditado dado que Tel Aviv buscaría con esto, empujar a los palestinos para expulsarlos por el paso de Rafah en la frontera con Egipto y así desalojar a toda la población palestina no para combatir a la resistencia sino, para ocupar definitivamente el territorio.

Es tiempo que las organizaciones internacionales y en especial la Corte Penal Internacional tomen decidida intervención y comiencen a investigar de forma imparcial todo esto.