viernes, 10 de febrero de 2023

 

“UNA GEOPOLITICA

PARA ARGENTINA”

Un año muy complejo por delante con elecciones presidenciales para octubre parece haber despertado las atrofiadas neuronas de algunos representantes de la clase política argentina quienes bien tarde advierten de la necesidad de una geopolítica ¿Por qué?, ¿Cuáles pueden ser los lineamientos que estarían en pugna?

  

Por Charles H. Slim

Como dijo San Agustín “todo cae por su peso” y eso se aplica a la obtusa mentalidad de la elite política de Argentina que acostumbrada al chiquitaje y la contingencia hoy se da cuenta que hay otra realidad fuera de sus fronteras. Muchas veces he dicho que el sistema político que se nutre de políticos de partidos anquilosados y vacíos de ideales, cuando se trata de pensar una geopolítica para el país nunca han visto más allá de la punta de sus narices.

Hoy, la inseguridad por el crimen organizado vinculada al narcotráfico, armas y de otras mercancías ilegales a nivel internacional, el uso del terrorismo financiero como táctica con fines geopolíticos, la polarización política transhemisférica por efecto de la guerra en Ucrania involucrando con ello amenazas atípicas a la soberanía por el accionar clandestino, inconsulto y malicioso -tanto físicas como virtuales a través de ciberataques- de agencias las de inteligencia de los polos de poder global quienes a través de terceros privados (reclutando mercenarios y criminales) ejecutan operaciones agresivas (entre ellas de terrorismo) en un país que no tiene parte en las hostilidades.  

Durante décadas la clase más pudiente y la clase media argentina, en parte formadoras de los sectores de la política han mirado con sus anteojeras en una sola dirección. Su admiración y ansias se han volcado con entusiasmo a los EEUU y la Europa occidental (alimentada por una historia de colonialismo) como si de modelos políticos y económicos se tratasen, ignorando cuáles fueron y siguen siendo sus fórmulas para generar esa prosperidad a base del saqueo armado (Iraq, Siria, Libia) que alimenta ese consumismo que hoy -por efecto de las mismas tácticas de Washington- esta viniéndose al suelo. Esa fascinación que los políticos suelen mostrar lo justifican por considerar al norte como “el modelo democrático” a seguir, pero en realidad lo que les inspira es un mero interés económico a costa de un mero y desvergonzado servilismo político.

El gobierno peronista de Carlos Menem fue quien exploto con mayor olfato esta tendencialidad colectiva, alineando al país bajo las políticas de este occidente capitalista y consumista aunque sin prever los peligros que ello conllevaría y las posibles consecuencias para el país.

El oportunismo que el mismo George W. Bush olfateo con el pronto ofrecimiento de Menem en la participación en el Golfo Pérsico y los dos subsiguientes atentados terroristas en plena capital del país abrió las puertas a una turbia realidad geopolítica en la que los intereses negociales, los enredos políticos y los reclamos de justicia se entremezclarían de forma tóxica llevando a que (más allá de las acusaciones tendenciosas y netamente islamófobas) nunca se haya podido esclarecer el origen de esos ataques. Igualmente estos nefastos eventos han sido útiles y la excusa perfecta para que Israel pudiera penetrar y operar no solo en el país sino en toda la región.

En los últimos tiempos, la influencia de los intereses israelíes, movidos por la militancia sionista local han ido intercalándose en el ideario de muchos de estos exponentes de la política nacional con la clara intención de influir sobre una -y aún inexistente- geopolítica nacional. Algunos mezclan un actuado misticismo religioso mientras que otros solo se suman a la fila de los obsecuentes en expectativa de un interés. Estar del lado de Israel (que significa mirar a otro lado por sus crímenes) puede traer beneficios y estos arribistas lo saben aunque no están dispuestos a pagar el precio de esa relación. Quede claro que esto no tiene nada que ver con lo religioso sino con una estructura de pensamiento que con base en la ideología sionista, se acomoda con las derechas liberales (y las ultraderechas), tal como sucede desde hace décadas en EEUU, en Europa del este y que hoy se mimetizan en todos los partidos políticos argentinos.

La actual crisis global y la previsibilidad de una profundización ha hecho caer en cuentas a ciertos sectores de la política argentina que el país carece de una geopolítica. Precisamente, desde 1983 esta misma clase política (de radicales, peronistas, liberales y las izquierdas “caviar”) fue la que mediante un proceso desmalvinizador (que aplaude el Foreign Office) le mutiló al estado la proyección y el despliegue de una geopolítica con intereses estratégicos propios y en ese contexto ha entregado la soberanía de vastas extensiones de tierras y la explotación económica de sus aguas patagónicas a capitales extranjeros.

A pesar de que el Kirchnerismo hizo una chapuza sobre esta área, al menos aparento tener una intensión de generar una geopolítica nueva y diferente más ligada a tender puentes con Eurasia y al mundo árabe-islámico que cualquiera de sus predecesores. Actualmente el presidente Alberto Fernández ha seguido una línea similar, aunque con muestras de una gran improvisación y falta de tacto, puesta de manifiesto a comienzos de febrero de 2022 en su encuentro con el presidente ruso Vladimir Putin, dejando en evidencia la ignorancia de la realidad que se estaba desarrollando y al mismo tiempo la ausencia (por un estado ineficiente) de una geopolítica adaptada a esas circunstancias. En realidad no es que carezca de una sino, que el actual gobierno ha sido inconsecuente (tal como su presidente), nada inteligente y hasta torpe en la concepción y demostración de la existencia de una geopolítica presuntamente multilateralista que lo acerque con seriedad a Rusia y China. Desde este punto de vista, la asimetría entre Argentina y estos países es tan grande como la dos elefantes y una hormiga.

Por el lado de la oposición, la orientación marcadamente anglófila y pro-Israel de sectores de Juntos por el Cambio, el PRO y la Coalición Cívica los lleva irremisiblemente a distanciarse paulatinamente de Eurasia y en particular de China para alinearse con la geopolítica del occidente angloestadounidense. Al mismo tiempo esto significaría mantener al país sujeto a los parámetros económicos-financieros trazados por Washington y una decidida alineación con las políticas de “seguridad” de la OTAN (incluyendo sus injerencias en Ucrania y todo el sudeste asiático) que consecuentemente tienden a mantener la geopolítica unilateral y hegemonista de los EEUU.

Si triunfara esta postura ¿Cuál sería la postura de Buenos Aires con Londres por la soberanía sobre las islas Malvinas y todas las aguas circundantes?, ¿Podría existir algo así?

En esta misma línea de pensamiento aunque más exacerbada (o más exagerada) en sus discursos se hallan los llamados “libertarios”, ciudadanos que han perdido toda confianza en los partidos tradicionales liderados por personajes estridentes y de discursos altisonantes sobre la libertad del individuo en su relación con el estado, no son más que una mascarada aggiornada de aquellos liberales económicos (cabalistas) de la década de los ochenta del siglo pasado y en lo político, simpatizantes y ciegos seguidores del neoconservadurismo estadounidense (menemistas) que agrupa entre otros sectores, a los grandes conspiradores y partidarios de la guerra sin término como son los “Straussianos”.

Pero estos dos extremos de la política argentina siguen sin entender que la formación de una geopolítica requiere de tiempo y de mucho trabajo en el campo exterior y que no se reduce a colocar productos elaborados y materias primas para el intercambio económico-comercial entre los países solamente. Se requiere una doctrina, compromiso político y dedicación en seguir una planificación ajustada a los intereses nacionales que lamentablemente hace tiempo fueron abandonados.

Como se puede ver, la oferta política argentina es una redundancia que no lleva a ningún lado. Así la elite política se trata del mismo producto inservible con diferentes envoltorios. En este sentido, ni unos ni los otros pueden ser tomados en serio por sus respectivos mentores geopolíticos ya que, además de advertir estas inconsecuencias saben que el estado argentino carece de solidez institucional (no burocrática) y esta con un atraso tecnológico de décadas para participar en un nivel de igualdad en temas tan básicos pero trascendentes como el comercio exterior, la defensa y la seguridad ante amenazas no convencionales (nuclear, biológico y químico). Sin esto resuelto, se hace poco posible que se pueda visualizar más allá de los papeles y de los encendidos discursos, una estructura -cualquiera sea su orientación- que respalde esa pretendida geopolítica.

martes, 7 de febrero de 2023

 

“PERSPECTIVE A YEAR AFTER THE WAR”

Who really are responsible for the war in the heart of Europe? The hands of the instigators are being left bare

 

By Danny Smith

The first question that we should ask ourselves to address the title of this article is why did the war that is being waged today in Ukraine break out? The answers will obviously be according to those who are on one side or the other, but we are looking for a better answer. If we accept that war is the last resort in the treatment of a political dispute between parties, it should be clear that all negotiable avenues have failed or, one of the parties wanted to buy time to attack by surprise.

The background to the current war goes beyond a confrontation between Ukraine and Russia. A strictly geopolitical objective is what is hidden in it. Its evolution comes from the implosion of the USSR in 1991, although its starting point occurred in 2004 with Western interference through the promotion of the so-called orange revolution, a ploy orchestrated by the CIA to co-opt the political management of the country.

With that seed, Washington and Brussels began little by little to seek to expand their subversive operations around creating fissures with Russia. As usual, the main items on which they focused were the promotion of distrust and a Russophobic counterculture disguised behind NGOs such as USAID or federal agencies disguised as altruists such as the National Endowment for Democracy (NED) that under the spent The argument of spreading democracy and injecting money to buy corrupt officials seek to subvert the political power of the countries where they operate.

With the arrival of Obama in 2009, the interest of the neoconservatives to invest resources in the advance of NATO towards the east was reactivated, with the main objectives being to control the heart of Europe (Hearthland), take over Crimea and thus control the Black Sea. To this end, the efforts of Secretary of State John Kerry and his side Victoria Nuland were strenuous to encourage the Ukrainian opposition so that Russia deactivated the Sevastopol naval base.

To achieve these objectives, Washington and its partners relied on politically unpresentable -but highly useful- actors whom they had been secretly contacting for some time. The CIA and its MI6 colleagues used Ukrainian Nazi gangs to overthrow the government of Viktor Yarnucovich in 2014 and then made them part of the current regime. Israel is also involved in these rocky relations and in particular “Bibi” Netanyahu who, with contacts with the Jewish oligarchs close to Poroshenko, lent his support to this move.

Thereafter, the Kiev regime targeted its own Russian-speaking fellow citizens who rejected the new Status Quo. But it was not Russia or Putin who faced this state of affairs, but the six million of these same Ukrainians who were not willing to be treated as second-class citizens. When Kiev began to persecute and kill Russian-speakers in the Donbass, with good reason Moscow began its efforts (with the sanction of UN Resolution 2202) to sit the parties at a negotiating table and that is how the Accords emerged. of Minsk I and II which, as already revealed, were used by the “collective West” as a ploy to gain time.

Meanwhile, Washington and London deepened their military advice to the FSU and ultranationalist gangs such as “Azov”, “Aidar” and other marginal groups of the “Pradvy Sektor” that would later be used as shock units for dirty work by the CIA and as a tip of spearheads a massive offensive that Kiev had planned to launch in March 2022. It is precisely these groups that are being financially supported and provided with the most modern weapons, leaving the Ukrainian army as cannon fodder. Warned of this, Vladimir Putin had to make a crucial decision and although it was difficult, it was undoubtedly much less damaging for Russia than what it could have been to see NATO razing the Donbass and installing itself without remedy.

One year after the launch of the Special Military Operation, stagnation on the ground was foreseeable, but the gains have been considerable. The securing of the Donetsk and Lugansk people's republics has been the consequent result that has spread to a good part of Novorossiya. The interference of NATO -which at the beginning was underhanded- is now undeniable, although the Western media continue to ramble on about the heroism of the regime led by Zelensky that has been unmasked as arch corrupt, brutal and segregationist.

In that sense, the provision of state-of-the-art technological support through advanced software to intercept and infect cell phones of Russian troops and authorities of the people's republics that ended up revealing key positions to bombard them up to the HIMARS systems and HOROWITZ cannons, shows the participation of NATO in the field of operations. The extensive and dangerous network of US Biowarfare laboratories has also been exposed, in which for decades dangerous biological agents such as variants of SaRs-CoV have been produced in total secrecy.

Another consequence of this intervention has undoubtedly been the scandal that arose after the unclear business dealings of Hunter Biden involving, among many others, the current regime in Kiev in the “Burisma Holdigns” affair, had been aired. Not only Biden's businesses were exposed by digital files found on his “Laptop” (which they treated as fake-news) but also his expensive personal vices. But just as scandalous as this is undoubtedly the intervention of his father, Joe Biden who, using the influence provided by his public office and through the FBI and CIA, has been censoring social networks and even trying to delete online evidence of all this and even (according to some sources), these efforts today are focused on “cleaning up” traces in Ukraine.

In the political-economic sphere, the commercial and financial actions of the US did not have the expected effects against Russia. On the contrary, they have been counterproductive and ruinous, especially for their own European partners without moving their rulers. Russia has not stopped its energy production and beyond the Anglo-American blackmail that is done on weak governments not to buy their products, only some give in. If there is anyone that profits from this, it is the US LNG companies, technology companies and corporations in the arms industry, profits that are obviously not seen by the population.

As far as Ukraine is concerned, the only thing that remains from its current reality is a scene of the institutionality of a country that no longer exists. In this sense, his destiny has been signed. Whether due to the Russian military victory or a negotiated ceasefire, the financial debt taken on by Zelensky and his regime has sold the future to the creditors of that Western collective.

sábado, 4 de febrero de 2023

 

“DISECCIONADO

AL LIBANO”

¿Quiénes y por qué están tratando de despedazar al país de los cedros?

Por Ali Al Najafi

 

Para sionistas como Moshe Dayan y Ariel Sharon el Líbano era el próximo bocado para lograr ampliar las fronteras de un estado nacido de la conquista bélica. Pese a la influencia francesa y la variopinta conformación identitaria de la población libanesa, los israelíes tenían en sus planes hacerse con su territorio para controlar toda la costa que da al Mar Mediterráneo.

La excusa para incursionar contra el Líbano vino en la década de los setentas de la mano del ingreso de tropas sirias en 1976, de presencia de la OLP y sus incursiones contra la ocupación israelí. Como es su estilo, los jerarcas en Tel Aviv no iban a golpear de frente y aprovecharían las discordias internas para filtrarse y profundizarlas. Con el talento que la destaca para generar divisiones e intriga en los países objetivo, el Mossad recluto agentes árabes para que trabajaran desde adentro generando peleas internas que fueron explotadas por Tel Aviv. Fue así que Israel, con el apoyo de los falangistas cristianos libaneses llevó adelante dos invasiones, una en 1978 y la segunda en 1982 que mantuvo en el sur hasta el año 2000.

Justamente en 1982 la aparición de un nuevo actor político en el complicado escenario faccioso libanes significó el comienzo del fin de la impunidad de Israel sobre su pequeño y caótico vecino. La contundente entrada de Hizb´allah (Partido de Dios) en el campo de acción golpeando en 1983 a los estadounidenses en las barracas de Beirut quienes habían desembarcado para precisamente jugar en favor de Israel, reveló un panorama mucho más complejo y peligroso que la CIA no pudo prever.

Una pequeña milicia liderada por un joven clérigo chiita llamado Hassan Nasrallah lograron expulsar a los marines estadounidenses y a partir de entonces, la furia se centró sobre su persona.

A partir de ese entonces, las milicias cristianas pro-israelies (del sur del Líbano), la red de informantes y las bases del Mossad que habían montado en pleno de Beirut fueron borradas de un plumazo y las operaciones israelíes simplemente debieron abandonarse. Esto no solo desató la ira de los israelíes sino que les obligo a replegarse al sur donde ocuparon hasta el año 2000 una franja de territorio desde donde no les quedaba otra alternativa que lanzar bombardeos sobres las aldeas y posiciones en el sur.

En mayo del 2000 Israel se repliega y abandona la franja que ocupaba poniendo ante la vista de los libaneses, el efecto del poder y la persistencia de la milicia chiita. Aun así, los israelíes retuvieron las granjas en Shebaá, uno de los puntos de conflicto que sigue pendiente.

También los libaneses comprobaron en 2006 que Hizb´allah era la única fuerza que podía frenar a Israel de sus ambiciones expansivas y aunque la mayoría festeja eso, hay ciertos sectores dentro del Líbano que eso no les agrada y casualmente son los pro-israelies ligados a las milicias falangistas cristianas.

Pero lo que más resienten estos sectores es la institucionalidad política que ha logrado Hizb´allah lo que le ha dado mayor injerencia y participación en la vida pública del país. Durante años, Israel ha estado instigando dentro del espectro político libanes para crear un frente contra Nasrallah e incluso el Mossad logró reclutar a un alto funcionario dentro de la cúpula del partido que sería descubierto en 2015.

Como parte de esos esfuerzos se ha tratado de culpar a Hizb´allah de todo lo malo que ocurra allí, en especial de hechos impactantes como fue el atentado ejecutado en febrero de 2005 contra el primer ministro Rafiq Hariri lo que ha derivado en una gran pantomima política propiciada por Naciones Unidas y en la que sesgadamente intervienen Francia, EEUU y Alemania.

Otro intento, por cierto inhumano y brutal, por destruir la reputación de la resistencia chiita fue la explosión del puerto de Beirut en agosto del 2020 que nunca fue investigada pero que desde los medios occidentales señalaron en base a teorías y suposiciones nunca corroboradas a Hizb´allah como responsable del almacenamiento de armas y explosivos en el puerto.

Durante todo ese tiempo, estos elementos han estado colaborando con el Mossad israelí colocando bombas y atacando a tiros a los partidarios y a las oficinas de Hizb´allah. Pero a pesar de esos esfuerzos por incitar los viejos odios, los israelíes siguieron fracasando en sus intentos. Ha sido la cooperación entre Hizb´allah y las autoridades libanesas la que ha impedido reiterados intentos de infiltración de comandos israelíes con fines nada buenos, o la captura de agentes del Mossad tratando de reclutar alcahuetes y el descubrimiento y desbaratamiento de instalaciones para escucha ilegal de las comunicaciones libanesas.

Pero pese a ello, las circunstancias internas del propio país conspiran en su contra. La actual situación de precariedad económica y política del Líbano ha facilitado que las acciones sucias de estos sectores se hayan multiplicado. Como condimento extra de esto, no se deben dejar de lado las conexiones que mantiene la CIA con otros viejos criminales de la guerra civil, tan influyentes, necesarios y útiles para sostener los planes contra el movimiento de resistencia islámico.  

Actualmente hay un nombre que está retumbando en los oídos de los libaneses y es el de Samir Geagea, un influyente político quien en el pasado participo en la guerra civil colaborando con Israel. Justamente y como tal, fue condenado a prisión perpetua en 1995 por volar -pese a ser él cristiano- una iglesia cristiana con sus fieles adentro como parte de un plan macabro por avivar el odio interreligioso.

Geagea tras lograr su libertad ha continuado con su trabajo, enfocado en tratar de desbancar a los musulmanes chiitas de Hizb´allah contando para tal fin con los apoyos de Arabia Saudita, EEUU y obviamente Israel. Como parte de su enfoque, se está financiando y entrenando (en campamentos dirigidos por la CIA en Jordania) a milicias cristianas que bajo la máscara de patrullas de seguridad urbana (que tienen su base en el barrio “Ashrafiah” de Beirut) buscan adquirir suficiente poder de fuego para tratar de derrotar a los chiitas.

No olvidemos tampoco como los grupos afiliados a ISIS han estado tratando de hacer pie en el Líbano con la velada intensión de cumplir los objetivos de Israel.

Al parecer Israel ha puesto mayor importancia en tratar de destruir a Hizb´allah que ir por el programa nuclear iraní, eso al menos por el momento y para ello debe seguir conspirando contra la unidad política de su vecino. Esto lo podemos deducir del último informe del Mossad difundido públicamente por Tel Aviv en el cual (y para desagrado de los sionistas argentinos) aparta sorpresivamente a Irán de cualquier responsabilidad de los atentados en Buenos Aires, Argentina.

Queda claro que mientras exista Hizb´allah, subsistirá la resistencia árabe-islámica contra las ambiciones expansionistas israelíes y lo peor, seguirá el apoyo político y potencialmente militar a la resistencia palestina contra la ocupación.

viernes, 3 de febrero de 2023

 

“RELACION DE VASALLAJE”

¿Es la democracia angloestadounidense democrática o es realmente la autocracia de la que tanto acusan a otros?

 

Por Charles H. Slim

 

El paso del tiempo supondría el avance y el desarrollo de las sociedades, eso al menos en teoría. Hace ya mucho tiempo que las relaciones de vasallaje para con los señores feudales que caracterizaron a la Edad Media europea se terminaron, al menos eso es lo que los europeos creían.

Hoy las relaciones que se están viendo entre Washington y la UE es de un señorío en las que la dependencia y fidelidad de los políticos europeos se materializa bajo el ensombrecedor paraguas de la OTAN. En este esquema medieval adaptado a nuestra actualidad, los gobernantes de los países de la OTAN son meros vasallos y dependientes de la decisión de su “Señor” en Washington y los políticos de cada uno de esos países, la nobleza corrupta y vulgar que espera caigan las migajas bajo la mesa de las decisiones.

Tal vez los ciudadanos europeos aún no hallan tocado fondo tal como los agobiados ucranianos quienes se están viendo sumidos en la carestía, la desesperación y la miseria que por efecto de una guerra que los señores anglosajones no quieren que se detenga. Salvo Zelensky y sus políticos, la gente de a pie pueden hundirse en la pobreza más absoluta y ya no contar con cloacas porque la mierda esta brotando por doquier ¿Que están haciendo los políticos de la UE para frenar esto? La respuesta está a la vista de todos y aunque los medios dibujen mañosamente un escenario de heroicidad Hollywoodense de una catástrofe como lo es la guerra (y en especial la actual en Ucrania), los Macron, Scholz, Meloni y mucho menos los archicorruptos funcionarios atlantistas como Borrell, Von der Leyen, Stoltenberg discutirán y mucho menos se opondrán a los designios de Washington.

La relación de vasallaje y señor feudal ha quedado bien certificada con la democrática sugerencia de Washington al vasallo germano Scholz para que envíe (aun contra las voces de sensatez que lo rodean) sus tanques “Leopard” y que por tal motivo no haya una sola queja que pueda molestar a su señor en La Casa Blanca.

¿Puede haber una relación democrática entre un vasallo y un señor feudal? Creo que está muy claro que no la hubo en la Edad Media y mucho menos hoy. La incompatibilidad entre una y otra hace imposible de conciliar aún, como una forma atenuada de la democracia. La verdadera democracia estaría en el ejercicio pleno y libre de los derechos de los mismos ciudadanos europeos reclamando el fin de esa dependencia toxica y humillante que mantiene sometidos a sus políticos y también a su propio erario ya que, no olvidemos que Washington (además de ordenar girar ciento de millones de dólares al régimen de Kiev) sigue cobrándose los intereses usurarios de su benevolente “Plan Marshall” ¿Acaso usted no lo sabía?

Lo que no es ninguna propaganda es la creciente remesa de armamentos de los países de la OTAN que además de estar agotando las mismas existencias de sus fuerzas armadas, solo es una pequeña parte están yendo al frente en el este de Europa. Si esto estaría ocurriendo cualquiera podría preguntarse ¿Dónde se están escurriendo las toneladas de armamento faltantes y quiénes se están beneficiando con ello? Las subalternas agencias de inteligencia europeas y también las canadienses y las australianas que están muy bien al tanto de esto, cierran sus bocas para no molestar a la CIA.

Los europeos de a pie ya son conscientes de esto y también de las mentiras que EEUU le ha estado contando a ellos y al mundo entero.

Una de esas mentiras se refiere a las peligrosas y continuamente negadas instalaciones estadounidenses de guerra bacteriológica en Ucrania en las que -entre otros desarrollos pestilentes- se hallaban cultivos del Sars-Cov2. Tal vez estemos próximos a saber o más bien confirmar el origen artificial y tal vez deliberado de la pandemia que los medios argumentaban como el producto de un animalito en un mercado chino. Sin dudas que la verdad expuesta por Rusia será ante la mirada de vasallos mediáticos como una sonora bofetada al Señor feudal en Washington.

No olvidemos como la CNN, la DW, la BBC y todas sus repetidoras de pacotilla, cantando al unísono la misma tonada del Departamento de Estado y en base a invenciones fraudulentas (Casos de Stephen Glass y Jayson Blair de Hamilton68[1]), adjudicaban esto a una propaganda rusa. Pero las pruebas son las pruebas y con ellas (20.000 documentos recopilados por Rusia), cualquier otro imaginativo relato de estas expertas fábricas de mentiras y falacias solo son anécdotas que se volatilizan como un pedo de vieja.

Con esto al descubierto, los ciudadanos ucranianos también ya están cayendo en cuentas cómo el vasallo askenazi Zelensky y todos los funcionarios de su régimen archi corrupto integrista habían permitido que los estadounidenses (por medio de personajes como Hunter Biden y sus empresas fantasmas) jugaran descaradamente con su salud y sus propias vidas. Obviamente que este servilismo tiene una recompensa pero, ¿Quiénes creen que cobraban aquella?

En esta relación de vasallaje, el señor feudal se beneficia de sus vasallos y aunque estos también viven de la protección y las larguezas de aquel, todos participan del mismo negocio.

Es por ello que no debería sorprenderse nadie cuando el mismo Zelensky le agradece a Goldman Sachs, Black Rock y toda la constelación de financistas chupasangre de la elite financiera de “Wall Street” su apoyo a los esfuerzos para sostener su régimen que nada tiene de transparente y democrático.