lunes, 19 de febrero de 2018

EN DEBATE




“CHURCHILL EL FRAUDE”

La propaganda, la farsa de los medios y la real cara de un criminal




Por Sir Charlattam
Últimamente se ha estado viendo como los manejadores de la imagen política y social de los Estados Unidos y Gran Bretaña, tratan de hallar la fórmula, la vía o el camino para tratar de encender en una juventud remanida, apática y sin los horizontes que a la clase dominante le gustaría ver, la chispa para luchar por un sistema que se está derrumbando a pedazos.

En la búsqueda de este propósito Hollywood,  el centro de la propaganda de los EEUU y occidente ha lanzado una producción de características épicas en donde se busca conmover a un cada vez más desconfiado pueblo que no cree en su clase política.  La película “Las horas más oscuras” no es más que eso; un panfleto disfrazado de documental biográfico de Winston Churchill, el primer ministro británico durante la segunda guerra mundial. Una ridícula caricatura que busca recrear algo así como “el Che” británico, un idealista incansable que no se detendría hasta la victoria final.  Sin lugar a dudas, una película muy esperada por la anglofilia sudamericana.

Pero más allá del contenido de la película en sí misma, lo que debemos ver qué es lo que se quiere trasmitir con estas  producciones donde se ensalzan a personajes siniestros de la historia contemporánea. Pero un momento. Usted  que medianamente alguna vez estudio la historia que le dieron en la preparatoria, en la universidad  o aquella que veíamos en las películas en blanco y negro de aquellos lejanos años del siglo XX en las que pintaban a Churchill como un pro-hombre del liberalismo político, nada tienen que ver con la realidad y si usted no quiere que sus hijos o sus nietos sean embaucados de la misma forma, solo preste atención tan solo a este artículo.

Winston Churchill fue algo más que el héroe democrático que los medios actualmente tratan de vender. Sin dudas que para los británicos conservadores y los anglófilos, fue un prócer. Fue un astuto político que supo aprovechar los momentos de debilidad de sus contrincantes tanto internos como los externos y no vacilo un momento en causar más mismas indecibles masacres que las que los alemanes cometían contra sus ciudades. Pero incluso, tampoco tenía nada que envidiar a los “Nazis” en lo referente al uso de armas químicas o de gasear a la gente, o de implementar políticas racistas que le costaría la muerte a más de cuatro millones de bengalíes, uno de los genocidios del Imperio británico más ocultados de la historia.  Para quienes se pregunten que son los Bengalíes, les informamos que ellos eran personas de carne y hueso que en 1943 bajo la colonia británica y por orden de Churchill se vieron privados de sus cultivos  y por ende de su alimento( Crimes of Britain. “The crimes of Winston Churchill”. https://crimesofbritain.com/2016/09/13/the-trial-of-winston-churchill/) .  

El imperio británico que Churchill protegía era eso, una potencia colonialista, brutal y subyugadora que no podía envidiarle nada a la Alemania de Hitler.  Menos aún al Fürer alemán a quién muy ligera y convenientemente se le endilgaron todos los males de aquella gran guerra para cubrir las infamias de los vencedores ¿Qué hay de cierto de la imagen democrática pintada de Churchill?  Ello es una falacia. Churchill además de haber ordenado la participación de la aviación británica en el brutal bombardeo de Dresden el 14 de febrero de 1945 que masacro a más de 35.000 civiles, era un maldito mal nacido, que vivía de la intriga y que de joven se había manchado las manos con la sangre de miles de inocentes.

Cuando la India pugnaba por una identidad propia y liberada de las brutales garras del imperio británico el Primer Ministro Churchill murmuraba con sus cercanos “prefiero verlos tener una buena guerra civil”, como parte de un deseo de ver a la India partida en diversos sectores políticos y religiosos, algo que trataron de realizar muy astutamente sembrando las inquinas entre musulmanes e induistas y que tiempo después desembocaría en la creación de Pakistán.

Su racismo era tan grande como su regordete ego enfermo. Odiaba a los indios por que los “consideraba bestiales con religiones bestiales”. Similar desprecio profesaba por los árabes y los musulmanes que se vio concretado con sus estrechos esfuerzos para colaborar con el movimiento sionista que por entonces ya operaba violentamente en Palestina.

Detestaba a los gobiernos que no se posternaban ante la corona. El mito de su carácter u orientación democrática es un fraude absoluto. Fue el artífice de los derrocamientos de gobiernos y saqueo de recursos de los países árabes y en particular contra Irán, cuando en agosto de 1953 colaboro con los planes de la CIA para orquestar el golpe de estado y derrocar al presidente Mossadeg.
Elisa Carrio 

Churchill también detestaba a Juan Domingo Perón, a quien vio en el y la creación de ese movimiento llamado “justicialismo” una seria amenaza para la extensión de los planes británicos en el hemisferio. Fue Churchill quien dijo “No dejen que la Argentina se convierta en potencia. Arrastrará tras ella a toda América Latina”. Cuando Perón fue derrocado en 1955, Winston Churchill dio un encendido discurso ante la Cámara de los Comunes en donde elogio el evento como una “reparación al orgullo del imperio”. Cuesta creer que haya políticos argentinos que han expresado su profunda admiración a tan vil enemigo. 

Fue quizá en Afganistán donde Churchill y las tropas británicas de ocupación, causaron las primeras masacres colectivas que nunca fueron externalizadas en las biografía de este maniático y alcohólico consuetudinario. Según algunos documentos revisionistas que abordan sus propias notas en la campaña contra la tribu “Pashtun” demostraba su orgullo por el terror que infringía sobre los nativos de Afganistán, los mismos que desde 2001 siguen resistiendo la invasión de la OTAN.

Cuando los británicos con la ayuda de los grupos de la resistencia griega desembarcaron en Grecia en 1944, Churchill en búsqueda de establecer un gobierno a su modo y con políticos locales maleables, ordeno a los grupos ELAS y EAM que entregaran sus armas. Esto sorprendió desagradablemente a los griegos quienes habían recibido de muy buen agrado a los británicos y esperaban que no fueran peores que los alemanes. Churchill alegaba que la resistencia griega como un rejunte de “bandidos miserables” por lo cual, cuando se negaron a entregar sus armas y pese al apoyo popular de miles de atenienses, las tropas británicas reprimieron a fuego limpio  matando a 28 personas e hiriendo a otros 128 sin que ello hubiera sido parte de alguna columna en el Washington post o el The New York Times.


En un muy resumido pasaje, ese fue Winston Churchill, un monstruo glorificado por los vencedores de aquella época, elogiado por los borregos que se dejaron arrastrar por la falsa cara que los historiadores pagos hicieron  de él y un crápula que no tiene nada que envidiar a los criminales políticos actuales.

viernes, 16 de febrero de 2018

VETERANOS DE AYER




“LA PEQUEÑA LETRA DE LA LEY”

Cómo se interpretan los hechos con las leyes y los reglamentos de servicio con las resoluciones de Naciones Unidas y la ley fundamental?



Por Dany Smith
¿Qué diablos pasa cuando hay un conflicto entre lo que dicen los hechos y lo que dice la ley? O más bien ¿Cuándo los hechos tratan de ser interpretados con una maraña legal de resoluciones, dictámenes y leyes? Esto es lo que parece verse en la actual compulsa de los veteranos argentinos quienes al parecer han tomado conciencia de que la lucha nunca terminó y que debían arremangarse las camisas para vindicar ellos mismos sus propios derechos.

Tal como le hemos mencionado antes, la lucha de los veteranos de la guerra del Golfo Pérsico ha sido tan dura y desigual en Estados Unidos, en Gran Bretaña o como lo están viendo nuestros camaradas argentinos; nada es un regalo y menos aún cuando hay tanta basura detrás de aquella guerra. Solo se trata de luchar nuevamente pero con otras armas y contra nuestros propios gobiernos (Pensamiento Político y Estratégico. “La Nueva Lucha”. https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2017/08/veteranosde-ayer-la-nueva-lucha-por.html )

Solo para dejarlo bien en claro, la participación argentina en la guerra del Golfo fue un hecho que ha pasado a la historia y no se trata de una hipótesis o de la interpretación de un supuesto, nada de eso, es un hecho duro que no tiene prueba en contra.

Pues, veamos con calma el tema. Según lo que se sabe de la misión asignada a los buques argentinos bajo la denominación ALFIL 1, la misma entro en operaciones en tiempo real y se unió a los esfuerzos de los demás grupos de tareas bajo el comando de operaciones navales MARCENT y del CENTCOM a establecer zonas de patrullaje de seguridad y control para hacer cumplir el embargo decretado por Naciones Unidas, esto hasta las 00:00 horas del 16 de enero de 1991.

Cuando expiró el ultimátum, todo el Teatro de Operaciones montado para las tareas de bloqueo y cumplimiento del embargo económico y comercial se agrego el componente de la hostilidad es decir, el inicio de la guerra contra las fuerzas iraquíes. En este marco la misión argentina junto a otros grupos de tareas internacionales (Canadá, España, Australia etc) se alinearon a las nuevas tareas que demandaría el inicio de las hostilidades, especialmente a las de vigilancia de la zona y de la ruta de abastecimiento.

El comentario viene a la sazón de los revuelos que parecen haber habido dentro de varios sectores de estamento militar argentino y del área de la defensa cuando se ha estado solicitando por los canales administrativos legales la remisión de informes referentes a las operaciones navales de la Armada en el Golfo Pérsico durante 1990 hasta 1991. Ciertamente el momento no es el mejor para el área luego del incidente del submarino “ARA San Juan”, pero separemos las cuestiones; el tema de la lucha por los derechos de los veteranos de aquel entonces es tan gravitante como aquella desgracia.

Volviendo a lo estrictamente legal, vemos que los hechos que la historia ya plasma en diferentes libros y documentales de varios países, incluyendo a la Argentina no dejan lugar a dudas de que fue lo que paso en la guerra del Golfo Pérsico ni de cuál fue el papel de la misión ALFIL 1, la más comprometida y activa participante en las operaciones de la “Tormenta del Desierto” que se extendieron desde el 16 de enero hasta el 28 de febrero de 1991.

Pareciera una grosera contradicción que a pesar de tan reconocidas y documentadas tareas por los entonces comandantes del Estado Mayor de la Armada de los Estados Unidos y los jefes de la inteligencia naval para con las dotaciones, particularmente con la compuesta por el destructor “ARA Almirante Brown” y la corbeta “ARA Spiro”, durante años el Estado Mayor de la Armada Argentina no tenía registros de ese evento trascendente de la geopolítica internacional.

Cuando se planteo el tema a algunos almirantes retirados, fueron reticentes en dar su opinión y simplemente nos cortaron el teléfono. No muy caballero, verdad?  Desde esta perspectiva hubo desde la llegada de la misión ALFIL 1 a Puerto Belgrano allá por abril de 1991 hasta unos pocos años atrás una nebulosa, un limbo en el que dicha participación prácticamente no aparecía como existente ¿Cómo podía ser posible mi Dios? Cuando se comento esto con algunos abogados especialistas en temas de veteranos simplemente no se extrañaron, pero si señalaron que tanta negación era absurdo.

Era sin dudas una torpeza absoluta. Cuando los mapas de operaciones del Comando central de operaciones (COC) en Darham que coordinaba las operaciones navales y aéreas en una importante parte del Teatro de Operaciones y donde los buques argentinos aparecen registrados con todos sus itinerarios, rutas, horarios, rutinas y tareas asignadas, no parece tener sentido una actitud semejante. Si el grupo de tareas no hubiera cumplido con sus objetivos hubiera sido muy duro para los muchachos en tierra que tuvieran el combustible para sus vehículos, llegaran los cohetes MK-20 “Rockeye”, que pudieran beber agua fresca sin los purificadores de agua (ROWPUs) o que las municiones para la artillería estuvieran disponible para los puestos de avanzada general (GOP).

El problema o mejor dicho, la novedad que surge de todo esto, es que se ha descubierto cómo se estuvo encubriendo el real carácter de la participación del grupo ALFIL1 (no mencionamos al ALFIL 2 ya que ingreso a posterior del fin de las hostilidades) por una cuestión meramente política más que de interpretaciones de la ley ¿Pero de qué ley me habla usted, podrá decir?

Es un hecho que el grupo de tareas T.88 partió con rumbo al Golfo Pérsico el 25 de septiembre de 1990 y que tras cruzar el estrecho de Ormuz por finales del mes de noviembre ingreso al Teatro de Operaciones en el cual se estaba desarrollando en ese momento la Operación Escudo del Desierto destinada a bloquear las rutas marítimas hacía Iraq y patrullar el litoral marítimo saudita, que se hallaba amenazado por una posible ofensiva iraquí. En aquel momento reportes de inteligencia advertían de una posible incursión rápida sobre las instalaciones portuarias de “Al Jubail”.

Todo esto, más allá de las resoluciones de Naciones Unidas que debemos reiterar, eran (y siguen siendo) de carácter facultativo.  Tras ello, el rol de las unidades navales muto ante el cambio de la situación y lo que era un mero bloqueo pasó a ser una situación de guerra abierta y fue por ello que su estado pasó a ser pro activo (a situación de combate)  a favor de la Coalición Aliada.

Ahora bien ¿Qué determino en esos momentos el Consejo Nacional de Defensa y el Ministerio de Defensa de aquel entonces? Si nos atenemos a lo que determina la ley de Defensa Nacional 23554 la Secretaría de Asuntos Militares a cargo de la Subsecretaria de Política y Estrategia debería haber elaborado un pormenorizado informe sobre la situación real en dicho Teatro de Operaciones, y no solo como paso previo para su envío sino también tras el arribo con la misión cumplida.  

Precisamente se hallan entre sus funciones la de Determinar los requerimientos para el planeamiento conjunto y formular y aplicar los principios y normas  para el funcionamiento y el empleo de las fuerzas armadas, tareas que dicho sea de paso también están a cargo del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas (EMCFFAA). En lo referente a la Secretaría de Asuntos Militares una de las funciones vitales para determinar el despliegue de una fuerza de combate es “determinar las políticas en materia logística”, una materia por cierto vital en la campaña llevada a cabo en la Tormenta del Desierto y en la que la misión ALFIL 1 presto admirable y reconocido servicio.


Por último (pero por ello no menos importante), el tema de la actuación “conjunta” que la misma ley y los decretos reglamentarios refieren, se vinculan a la amornización de las tareas entre las fuerzas de tierra, aire y mar que fueron aprendidas tras la guerra de Malvinas de 1982, pero que se aplicaron con mayor rigor y complejidad en la guerra contra Iraq de 1991 y donde más allá de la relativa independencia operativa de la agrupación argentina en pleno de las hostilidades, debía seguir y acatar sin la menor discusión las órdenes que surgían del Comando central de operaciones y que se vinculaban con la importante tarea de mantener el “grifo abierto” de suministros y cuidar que no fueran blanco de un agresión inesperada. 

miércoles, 14 de febrero de 2018

NACIONAL



“LA GRIETA JUDÍA”

Se cae a pedazos la versión islamofoba sobre la autoría de los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA y la discusión se profundiza dentro de la misma comunidad judía




Por Charles H. Slim
Para quienes no aceptan la idea de la existencia de una grieta social y política que divide a la sociedad argentina, lo que se está viendo con lo que sucede con el tema AMIA y las nuevas visiones que ciertos personajes de la vida política están dando, pueden sacarse las dudas con lo que a continuación les comentare

Al parecer la grieta está rajando aún más  a la conflictiva comunidad judía argentina, que como en todas las comunidades que alberga el país, no son monolíticas ni escapan a las discordias y las desinteligencias que existen dentro del seno de sus posiciones políticas.

Quién no recuerda a Carlos Escudé, ese politólogo de la época menemista que defendía a capa y espada a EEUU y a Israel, tratando de vender que Argentina iba a la cima del primer mundo con las políticas anodinas de Carlos Menem y Cía.  Pero todo eso ha pasado a la historia y actualmente al parecer, Escudé se halla embarcado en la misión de buscar la verdad caiga quien caiga, según lo ha dejado claro en una entrevista a uno de los medios judíos como “La Voz y La Opinión” (Pájarorojo.com. http://pajarorojo.com.ar/?p=37973 )

La novedad que nos trae es su nueva obra llamada “Y Delia tenía razón” en la cual trata en forma profunda y detallada las circunstancias que rodearon la perpetración del atentado de la AMIA, (para la sorpresa de muchos) reafirma el verdadero papel de la CIA y el Mossad en las acusaciones contra la república Islámica de Irán. Solo bastó el titulo para que los más recalcitrantes sionistas locales arrugaran sus caras en muestra de desagrado ante semejante afirmación.

Más allá de los argumentos que Escudé expone sobre los encubridores, ideólogos y cómplices que complican a importantes sectores y personajes de la misma comunidad judía, el tema de acusar a Irán por este crimen irresuelto va más allá de una simple islamofobia que surge de los sectores sionistas que se conjugan y conniven desde hace décadas con los actores estatales como EEUU e Israel. El pináculo de toda esta montaña de mierda que pareciera encubrir definitivamente un interés geopolítico, comienza a asomarse al conocimiento público.

Como bien lo explico Escudé en la entrevista al medio “La Voz u la opinión”, a las agencias de inteligencia como la CIA, el Mossad y el MI-6 poco o nada les importa investigar la comisión de hechos como los atentados; no es para eso para las que fueron creadas; por el contrario, la historia contemporánea y una extensa compilación de pruebas demuestran que están al servicio de todo lo contrario. Ello lo hemos podido ver muy claramente a lo largo de todos estos años con las incontables y nefastas acciones de estas agencias en varios lugares del globo.

Precisamente tras haber instigado desde los lobbies de presión sionistas como AIPAC la invasión y ocupación de la república árabe de Iraq, los esfuerzos de las mismas agencias fueron protagonistas en el derrocamiento de Mohammar Al Gadafy en Libia en 2011 y tras instalar el caos, se centraron en tratar de destruir a Siria y por extensión bajo fuertes presiones de Israel llevar a la misma suerte a Irán.

Los procesos por descomponer al tejido social del país persa vienen siendo apoyados desde el mismo día que Khomeini tomo el poder y se fue acelerando en forma progresiva en los últimos quince años hasta esta parte con movimientos populares bastante sospechosos y que desde occidente se bautizaron como “revoluciones de color”, siendo la última la “revolución verde”, un intento de derrocar al gobierno iraní acaecida en 2009 durante la administración Obama. http://foreignpolicy.com/2018/02/09/the-trump-teams-blinkered-obsession-with-the-iran-deal-is-poisoning-the-well/ 

Aquel fracaso fue cargado al mismo Obama por no haber profundizado una posible intervención militar bajo los argumentos de la “violación de los derechos humanos” por la represión de las fuerzas estatales contra los manifestantes, fue tomado como la perdida de una oportunidad de oro para desbancar a Irán como potencia nuclear en ascenso.  Esto fue una clara e ilegitima injerencia en los asuntos políticos internos de un país soberano, algo que actualmente acusa sin los menores argumentos a Rusia.

En los momentos en que se produjeron los atentados, se lanzaron acusaciones para todos lados. Las primeras versiones hablaban de “nazis”, al poco tiempo señalaron a la “OLP” o a grupos extremistas islámicos palestinos como la “Jihad Islámica y al “Hamas”, pero no paso mucho para que esas hipótesis se vinieran abajo. En el relato fallaba claramente la posibilidad de una colaboración sine quanon para que estos grupos hubieran podido actuar.
En ese sentido y en búsqueda de dar una explicación lógica que no se saliera de la pista “árabe-islámica”, los argumentadores de estos relatos dirigieron sus miradas a la odiada (por Tel Aviv) República Árabe Siria con la cual mantenían un estado de guerra permanente.

Pero también hubieron muchos puntos oscuros sobre los argumentos oficiales direccionados a culpar a una conexión árabe-siria y que cuando se hizo imposible de probar la llamada “pista siria”, los “expertos de la CIA y el Mossad”  que colaboraban “desinteresadamente” con la SIDE, redirigieron conveniente y artificiosamente sus acusaciones contra los chiitas libaneses e iraníes.

Tras años de encubrimiento y complicidades que van desde el mismo presidente Carlos Menem y sus principales personeros pasando por varios personajes de la misma comunidad judía y de muchos otros provenientes de la seguridad, la justicia y el periodismo nacional, hoy no quedan dudas de que detrás de aquellos atentados hubo algo más que una rivalidad entre “árabes-islámicos e israelíes”.

Pero ¿Desde cuándo se impulso el interés de Washington y Tel Aviv por acusar a Teherán de los atentados en Buenos Aires? Curiosamente, las sugerencias de la CIA y el Mossad habían comenzado desde el 2002  dándole letra a la entonces SIDE bajo la presidencia de Eduardo Duhalde  (Página/12. “Galeano ya tiene en su poder el informe de la SIDE sobre la AMIA”. https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-15771-2003-01-23.html ) y que un tiempo después se incorporaron materialmente al expediente judicial cuando Néstor Kirchner era presidente.


A pesar de ser un cuento muy bien elaborado, el informe presentado no dejaba de ser un cuento. Precisamente, es el punto de vista de Escudé con esta obra y que se agrega a otras investigaciones independientes que se habían realizado años antes y que, con las conclusiones a las que arriba en ésta nueva obra, ha dividió a la misma comunidad judía, pareciendo arrojar definitivamente por la borda aquella tesis que alinea como culpables Ad Hoc al Hesbolla libanés y a la república de Irán ¿Se han cansado los judíos honestos de las manipulaciones de los sionistas que los usan para su propósitos?.  

sábado, 10 de febrero de 2018

NACIONAL



“PAISES NORMALES”

Muchos de los medios y periodistas argentinos siguen jugando al gato y al ratón con la realidad, haciendo gala con su ambigüedad manipuladora y selectividad informativa ¿Alguien puede hoy creerles?





Por Pepe Beru
La Argentina es un país muy particular, no especial. Costumbrista y continuadamente ciclotímico, la población argenta no tiene límites al momento de pasar del exitismo infantil al derrotismo más deprimente hundiéndose en el pantano de sus propias acciones. Esto no parece haber cambiado pese a la continua sucesión de fracasos políticos y económicos a los que se han topado en los últimos 35 años hasta esta parte.

En el campo de la política, los argentinos han sido una y otra vez, objeto de estafas que van tanto desde la derecha pasando por el centro hasta la izquierda sin que al parecer hubieran aprendido que para rescatar las instituciones que hacen a la república  de la que tanto hablan sus políticos, deben arremangarse y meterse al barro para jalonar de la misma cuerda y en la misma dirección.  Se trata de una cuestión del sentido común, pero en Argentina eso no parece estar en el vocabulario de su uso.

Actualmente con un gobierno pragmático y que plantea una interesante agenda para levantar al país de la postración en la que se halla, debemos advertir como del otro lado de la orilla quienes lo sumieron en el desastre que perforo los muros de las instituciones y las contamino con la podredumbre de la corrupción, se levantan actualmente para “hacer sugerencias” e incluso lanzar críticas contra el gobierno por no saber controlar la situación económica. Pero como reza el dicho “no es la culpa del chancho sino quien le da de comer” el culpable de estos delirantes episodios, como el que se pudo ver hace una semana cuando en un programa donde se vende “la pura verdad”, Felisa Miceli quien siendo funcionaria del gobierno K, fue pillada in fraganti robándose un paquete de 100 mil pesos y otro de 32 mil dólares cuando cumplía (nada menos) como ministra de economía y condenada por la justicia a seis años de inhabilitación para ejercer cargos públicos, se daba el lujo de criticar la situación económica.

Demasiado abstracto para creerlo. Tal como lo hemos estado viendo hasta hace unas horas, en donde los traidores y los estafadores autoproclamados “peronistas” se abrazan al unísono como si jamás hubiera pasado nada. Como Alberto Fernández quien se había ido del gobierno de Cristina porque “no estaba de acuerdo con sus puntos de vista”, ahora la vuelve a las andadas junto a Cristina Fernández buscando para rascar algo en el negocio de la política. O que decir del sindicalismo mercenario que ha estado siempre alineado a los gobiernos de turno, con líderes como Hugo Moyano que al vérselas negras con sus negociados privados puede llegar a pactar con el “Diablo” si ello le conviene; y algo así ha hecho tras haber expresado que si se diera las circunstancias, volvería a estar con la “Cris”. 

Igualmente y ante los impresentables de ayer que (desde los medios) parecen ser la única alternativa en este circo llamada “oposición política”, no todo está perdido.

Igualmente no hay que dejar de lado el papel esquizofrénico de los medios conservadores y de algunos de sus periodistas que además de no agregar ninguna solución plausible, se avocan a dar diagnósticos tibios que pretendiendo neutralidad y sagacidad intelectual solo tapan sus remedados intereses.  Son los mismos que estuvieron ayer aplaudiendo a los neoliberales como Menem y a los populistas como Kirchner, hoy se tratan de convertirse en la voz de la conciencia nacional. Su papel preponderante es que no se levante otra fuerza política que no responda al Stablishment político y financiero que sostiene sus trabajos.

Su nerviosismo es patente. Actualmente y desde hace un tiempo atrás (tanto desde la gráfica como de los medios televisivos) vienen analizando con seria preocupación los grandes cambios políticos que se están dando en el mundo y en especial en lo que se refiere al renacimiento del nacionalismo, una palabra que para sus egos alquilados y sumidos al mejor postor, suena a repelente. He allí donde surge su “prudencia” más dirigida a no molestar a los sponsors que a involucrarse en una polémica política que aborde temas candentes de la realidad nacional e internacional ¿Qué sucedió con el submarino “ARA San Juan” o qué es lo que realmente se está cocinando con las causas de la Embajada y la AMIA; o de qué se trata el tema Mapuche? O en lo internacional ¿Ha visto usted algún debate por la situación en Palestina o por la causa de la niña Ahed Tamimi o de los crímenes de lesa humanidad que se cometen contra los palestinos? Claro que no.

Pero volviendo a la política doméstica, el dinero trasciende a entelequias de museo como el “radicalismo” y el “peronismo”. En Argentina las ideas se venden y los medios son sus intermediarios. Hoy el gobierno de Macri está incursionando por caminos sinuosos, aliándose a políticas foráneas que ya se han visto cuales son los resultados y mientras eso sucede, estos mismos medios, hacen la vista gorda o dan interpretaciones absurdas de las intensiones del presidente ¿Hubo algún debate televisivo sobre la visita de Tillerson a la Argentina y cuáles fueron sus propósitos?

Para apoyar las delirantes propuestas como son “intervenir militarmente en Venezuela” (como lo sugirió la actriz Catherine Fulop) para “restaurar la democracia” , estos mismos medios y algunos laureados periodistas echan leña al fuego hablando de la malignidad del Chavismo conchabado con “Irán”, el “Hesbolla” y el narcotráfico, proyecto al cual –según sus delirantes argumentos- se hallaba encaminado Cristina y la Campora, un análisis que no tiene ni pies ni cabeza.

Todo ello solo aclara aún más la tendencia ideológica a la que responden y que se enlaza con las discutidas políticas y relaciones que el gobierno ha establecido con Washington y Tel Aviv, políticas de “seguridad” que además de muy discutibles, son muy oscuras para el conocimiento general.  Según algunos periodistas esto llevara al país a la “inserción internacional” y a la creación de un país serio y “normal” como España, Alemania o Noruega (Risas).

Como se puede ver, sigue habiendo en la visión de estos sectores, una mirada muy europeísta y obtusa de lo que consideran progreso.