domingo, 15 de abril de 2018

EN LA MIRA


“CREAR EL PROBLEMA”

¿Hasta dónde se tolerara éste tipo de tácticas sucias que sirven para violentar las soberanías de los estados?


Por Charles H. Slim
Tal vez esto no les resulte muy familiar o incluso razonable, proponer que cuando sea necesario conseguir algo “hay que crear un problema” acorde a la solución que se quiere imponer. Esto es lo que más o menos plantean como fórmula recurrente, los cerebros que diseñan las políticas estratégicas tanto en Washington como Londres. Decir esto en esos ámbitos es algo que no sorprende a nadie, pero solo desde hace unos diez años hasta esta parte, recién se han ido develando con un cúmulo sorprendente de pruebas, como es que realmente se puede hacer realidad y a cualquier costo, lo que conviene a un gobierno.

Esto involucra a lo que conocemos como “Banderas Falsas” y “Operaciones Negras”, dos terminologías que desde el 2001 han ganado un lugar en el vocabulario usual de la opinión pública global. Se tratan de maniobras muy bien planificadas destinadas a varios propósitos pero sobresaliendo uno en especial: Crear un culpable. Ellas refieren a acciones de engaño que llegan a tal grado de perfidia, que incluyen incluso el sacrificio de ciudadanos de su propia nacionalidad, tanto por acción como por omisión. En realidad desde hace décadas que se emplean estas maniobras sucias para ejecutar coordinadamente, acciones políticas y militares contra un enemigo externo pero también interno, solo que el tema ha estado rodeado de un silencioso Tabú mediático que dejó a hechos como la voladura del buque “USS Maine” en Cuba, pasando por el bombardeo de “Pearl Harbor” y el ataque en el “Golfo de Tonkín “, como hechos muy difíciles de explicar a la luz de evidencias que contradecían la versión oficial. La sorpresiva explosión del USS-Maine el 15 de febrero de 1898 cuando se hallaba anclado en el puerto de la Habana, dio los argumentos a Washington para culpar a España de esto y arrebatarle el control de la isla. El ataque japonés de “Pearl Harbor” en diciembre de 1941, pese a que los militares fueron alertados de que habían movimientos sospechosos en el pacifico, ello fue pasado por alto por la Casa Blanca y el resultado de esa embestida justifico el ingreso de EEUU a la guerra. El incidente de “Tonkín”  del 2 de agosto de 1964 fue una de estas operaciones y por la cual, EEUU pudo intervenir en Vietnam[1]. Las pruebas sobre el embuste que resulto ser éste último incidente, hace que hoy día sea imposible de rebatir.

El 11 de septiembre de 2001 marco sin dudas un quiebre en esta línea. La espectacularidad del ataque y el exceso de irregularidades detectadas en esa mañana, fue sin dudas contraproducente para la propaganda que seguía detrás. 
Desde simples ciudadanos que pasaban esa mañana rumbo a sus trabajos, bomberos, policías hasta funcionarios políticos, militares y de inteligencia que analizaron posteriormente las imágenes de aquellos hechos, han coincidido en lo extraño de todo. Lejos de aquellos días en que todos acataban a pie juntillas lo que los medios difundían, comenzaron las preguntas y con ellas, a obtenerse las respuestas inconvenientes. El público comenzó a demostrar que no se creía cualquier versión y menos aún la gubernamental, por más elaborada que esta fuera. El sentido crítico y de compromiso se vio en el mismo público estadounidense que no se quedo como testigo mudo de lo que aconteció sino que, comenzó a investigar  con los riesgos que le conllevaba, lo que realmente había ocurrido.

El resultado de ello, la puesta en una duda más que razonable al intento del gobierno federal estadounidense por pretender endilgar la culpa del 11/S a simples terroristas del Medio Oriente y perpetrar un ideario colectivo unificado. Y si bien muchos simples ciudadanos de a pie comenzaron a cuestionar lo que los medios repetían a coro de lo que La Casa Blanca alegaba que había ocurrido, las palabras más fuertes y molestas provinieron de ex funcionarios que advertían de un cúmulo de irregularidades dentro del sistema que permitieron que esto pasara. Solo para señalar uno de ellos, tenemos la declaración de un ex general de inteligencia nacional (INSCOM) retirado llamado Albert Stubblebine[2], quien tras analizar las imágenes captadas en aquella mañana, determino que alguien debió desactivar los sensores y defensas aéreas del Pentágono para permitir que un bólido (que no fue un avión) impactara contra uno de sus frentes.  Incluso sobre esto último Stubblebine tras estudiar el agujero en aquella cara del edificio y la forma que presentaba, concluyó que allí había impactado un misil grande.

A ello se unió el sentido crítico y agudo de autores norteamericanos como Gore Vidal donde en un artículo muy interesante publicado en el The Observer [3] en 2002 deja en claro que, además de no creerse la versión de la administración Bush, lo ocurrido había estado dirigido a restringir las libertades individuales de cara a embarcar a la Unión en una aventura geoestratégica en Eurasia, entre otros objetivos.

Desde que se produjeron las revueltas en el norte de África en 2010/2011, intoxicadas por la implicancia de las agencias de inteligencia de países occidentales –con la invalorable cooperación de países como Arabia Saudita y Qatar- y que los medios bautizaron artificiosamente como “Primavera Árabe”, el uso de operaciones negras y de falsa bandera se han incrementado a un ritmo descarado, algo que se ha venido viendo con total desparpajo en los continuos intentos de Washington y de sus aliados por derrocar al legítimo gobierno sirio de Bashar Al Assad. Últimamente hemos venido viendo como extraños ataques con gas venenoso tratan de ser endilgados al gobierno, cuando en realidad se sabe desde hace años que los “rebeldes moderados” fabrican (con la ayuda de laboratorios extranjeros) Cloro y Sarín. A ello se agregan los montajes escénicos de una supuesta ONG humanitaria llamada Cascos Blancos[4] que no es más que una fachada del MI-6 británico.

Sobre esto último, el mismo canciller ruso Sergei Lavrov denuncio hace unos días, la intervención de agentes británicos en la creación de un ataque con gas Cloro en Duma, algo que fue confirmado por el vocero de las Fuerzas Armadas rusas Igor Konachenkov[5].

Desde el año pasado, la fabricación de escenarios falsos se ha venido multiplicando en forma descomunal, a tal punto que los autores de estos embustes no pudieron disfrazar varios de sus engaños y borrar algunos rastros. Con el último episodio montado en Duma y tras el ataque artero realizado por EEUU, Francia y Gran Bretaña el 14 de abril último en un intento desesperado por derrocar al legitimo gobierno de Damasco, el respeto a la ley internacional (una vez más) ha quedado por los suelos llevando a meditar seriamente, si Naciones Unidas puede seguir sosteniendo algo de legitimidad como órgano que debiera hacer aplicar, con igualdad e imparcialidad, los preceptos de la Carta orgánica.  



[1] WIKIPEDIA.Org. “Incidente del Golfo de Tonkín”. https://es.wikipedia.org/wiki/Incidente_del_golfo_de_Tonk%C3%ADn
[2] TELEGRAPH.UK. “Major General Albert Stubblebine III US Intelligence chief involved in psychokinetics –obituary”. April, 7, 2017. https://www.telegraph.co.uk/obituaries/2017/04/07/major-general-albert-stubblebine-iii-us-intelligence-chief-involved/
[3] VIDAL Gore, “El enemigo interior”, publicado el 27 de octubre de 2002, disponible en: http://www.amics21.com/911/gore-vidal.html
[4] SPUTNIK. “Syrian Army Discovers White Helmet´s filming site in Eastern Ghouta”. Published in April, 11, 2018. https://sputniknews.com/middleeast/201804111063422215-white-helmets-fake-video-site/ 
[5] RED VOLTAIRE-Org. “Rusia denuncia que el Reino Unido  implicado en el incidente químico de la Ghouta”.  Publicado el 13 de abril 2018. http://www.voltairenet.org/article200670.html

martes, 10 de abril de 2018


VETERANOS DE AYER




“TAPADERA DE RATAS”


¿Hasta cuándo el gobierno argentino tapara las causas reales del incidente del submarina ARA San Juan?




Por Charles H. Slim
El 3 de abril último se hizo oficial que el buque explorador ruso “Yantar” abandonaba la búsqueda del submarino “ARA San Juan” y pronto los cuestionamientos entre familiares e investigadores cundieron ¿Por qué? Muchas han sido las hipótesis sobre las causales que llevaron a que el buque ruso decidiera regresarse a su patria.

No es para nada desacertado tener como posibles motivos en esta situación, presiones diplomáticas imprimidas desde Londres sobre el subalterno gobierno de Macri, que son amplificadas en el marco de las tensiones entre Rusia y Gran Bretaña por el caso Skripal. No es una novedad para nadie que la llegada de la marina rusa a las aguas del atlántico sur, ha sido un dolor de cabeza insoportable y una seria preocupación para el gabinete de Teresa May y en particular para las actividades de la Real Marina británica con base en Mount Pleasant de Malvinas.

Pero también, ha sido una preocupación para el secretariado de la OTAN, que tiene al archipiélago  como una base estratégica de las operaciones navales de la alianza en el hemisferio sur. En este sentido el papel de los EEUU ha sido determinante para sostener la posición de Gran Bretaña en la región mientras y al mismo tiempo le otorga migajas a los gobiernos pasatistas en Buenos Aires.

Lo ocurrido con el submarino argentino no puede resumirse en una tragedia, ya que ella solo proviene de un hecho fortuito, producto de una situación inesperada y hasta insólita para quienes la sufren. No nada de ello. Con el dolor y la desesperación que azota a los familiares, el poder político argentino (oposición y gobierno) trata de cubrir sus extendías ineptitudes y lo peor, las responsabilidades de quienes habrían ejecutado semejante acto. Tal vez usted en este momento se pregunte ¿Ejecutado, por quiénes? He allí el meollo del asunto, el motivo por el cual la búsqueda y rescate nunca llegaron a nada, la prueba cabal de que nada de lo que se dijo fue verdadero y de los motivos por los cuales, se entorpeció las actividades del buque “Yantar”.

La responsabilidad británica y chilena en la acción emprendida ha sido clara y no solo por las especulaciones de algún que otro trasnochado conspiranoico de los que los medios convencionales –al servicio de la desinformación al mejor postor- quisieran deshacerse para siempre. Las pruebas de esto siempre estuvieron al alcance del gobierno argentino e incluso, fueron puestas en la cara del mismo presidente argentino y de su Estado Mayor. El problema era que la verdad era demasiado pesada para los hombros de un gobierno dependiente y mucho más, cuando la revelación provenía de la inteligencia satelital rusa.

Solo basta hacer un ejercicio de la imaginación y recrear en cada uno de los presentes, cómo fue la reacción del presidente y de su gabinete ante los informes que daban la situación real del submarino y de las naves involucradas en su hundimiento captados con muy buena nitidez desde los satélites “Kobait-M” que barría la región en momentos del suceso. Macri y sus encargados del Ministerio de Defensa recibieron del gobierno ruso, más específicamente del Consejo de Seguridad del Kremlin[1] la información detallada de la situación, con fotos, coordenadas e incluso muy posiblemente, la grabación de las comunicaciones de las naves involucradas en el incidente. Ante esto, solo pudo verse estupor que deformaba la cara del presidente y mucha adrenalina corriendo por las venas de todos sus funcionarios que mezclado con una gran cuota de temor (para no decir horror), los dejo sin palabras, absortos y con la segura conclusión que se resumiría en un “No podemos hacer nada”. Más o menos, esto es lo que seguramente ocurrió en la secretitud del despacho presidencial y en el ámbito de la Armada. A diferencia de los estadounidenses, los rusos ayudaron a Buenos Aires para dar una solución política propia al asunto, pero el problema era que, “Argentina no tenía como hacerlo”. Ni siquiera cuentan con poder político para vindicar a su gente. Recién allí cayeron en cuentas de que estaban absolutamente desarmados y sin la menor capacidad de responder ante una agresión externa.

Cuando se filtro las grabaciones de las explosiones captadas por los micrófonos hidroacusticos instalados en el océano atlántico sur, que se recogieron en la sede en Viena, Austria, lo que revelaron confirmaba el ataque[2]

Décadas de desarme y abandono, impulsado por políticas deliberadas de sectores que guiados por la ceguera de sus propios intereses y vendettas personales, entregaron los destinos del país y de su política exterior a los enemigos de la nación. No fue casual que los movimientos y corridas de personas como Nilda Garré ex ministra de Defensa y de su predecesor Agustín Rossi buscaran el amparo del anonimato y del silencio ante la oleada de cuestionamientos que comenzaron a llover.
Igual silencio se vio en la cancillería chilena que no se dio por aludido por la presencia de naves propias en aguas australes.

Por lo pronto, un inmediato control de daños se habría producido en el país trasandino cuando, repentinamente y a menos de un mes del incidente, la cúpula de la Armada chilena anunciaba el retiro de sus más altos almirantes supuestamente, para dejar vacancia a las nuevas generaciones.  Para algunas fuentes, eso fue una limpieza ante lo ocurrido como una forma de salvar la responsabilidad del estado chileno.

¿Cuál hubiera sido la reacción de Londres y de Santiago de Chile si Argentina hubiera tenido una capacidad defensiva respetable y por supuesto, un gobierno político a la altura de las circunstancias? Pues, habría habido un ingente movimiento diplomático para que, como dice el refrán “la sangre no llegue al río”. La reacción de Londres y en especial del Foreign Office habría sido mucho más visible e incluso, de una clara tensión que bien pudo haber usufructuado Buenos Aires a favor de sus reivindicaciones por la soberanía del archipiélago austral llevando a que los Kelpers reconsiderasen su postura.  

Pero la realidad es muy diferente y el incidente al menos ha servido para visualizar una verdad que había quedado oculta en los oscuros cajones de los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto argentino, referente a la claudicante firma de los tratados de Madrid en 1990 y que le otorgo a Londres, el control absoluto de la política económica y de defensa de la Argentina.

Este notorio condicionamiento de Argentina, ha ido viéndose en cada pista, en cada hallazgo[3] y en cada rueda de desinformación montada por la Armada dirigida por un ministro al día de hoy muy discutido por los familiares de los submarinistas. Queda claro que no hay margen para seguir argumentando política alguna tendiente a resolver la verdad material de lo sucedido y lo peor de todo, es que quienes podrían llegar a concretar ese resultado hoy navegan rumbo a los puertos de la Federación rusa.



[1] KONTRAINFO.com. “Informe ruso de Newsstreet.ru: Armada Real Británica y de Chile hundieron al ARA San Juan”. http://kontrainfo.com/exclusivo-informe-ruso-publicado-newsstreet-armada-real-britanica-chile-hundieron-al-ara-san-juan/ 
[2]PENSAMIENTO ESTRATEGICO Y POLÍTICO. “La hora de las respuestas”. Publicado el 2 de diciembre de 2018. https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2017/12/en-debate-la-hora-de-las-respuestas.html
[3] MINUTO UNO. “Encontraron una radiobaliza que sería del submarino ARA San Juan”. https://www.minutouno.com/notas/3068108-encontraron-una-radiobaliza-que-seria-del-submarino-ara-san-juan

sábado, 7 de abril de 2018

EN DEBATE



“PERSPECTIVAS DIFUSAS”

¿Puede prosperar algún plan de paz cuando no existe justicia?



Por Pepe Beru
Desde hace más de un mes que la fuerza aérea israelí había venido lanzando ataques aéreos contra la Franja de Gaza causando los estragos que son bien conocidos para los palestinos como también para quienes se han interesado en investigar la situación de ese gran “gueto” de 365 km cuadrados donde viven arrinconados casi dos millones de habitantes. Los efectos de cada uno de estos ataques sobre el centro urbano y las barriadas atestadas de familias es simplemente indescriptible. Solo los palestinos saben lo que es estar bajo ataques con aviones de última generación que lanzan las más destructivas bombas sobre sus cabezas. No hay en ningún otro lugar del mundo donde se esté cometiendo semejantes crímenes de guerra a la vista y conocimiento de Naciones Unidas.

La excusa del gobierno de Tel Aviv es la misma de siempre, el “terrorismo” y el derecho a defenderse, pero relega de su discurso su postura invasiva y de ocupación. Incluso, no se ha visto que agrupación de la resistencia “Hamas” haya lanzado un solo ataque en la intensidad y con la despiadada intensionalidad como la vista por las FDI. Es más, la capacidad armamentística israelí hace que virtualmente jueguen con las precarias y viejas armas que tienen los grupos de la resistencia palestina. En éste sentido para el gobierno israelí como para los sionistas en general –sin importar en qué país se encuentren- la sola mención de que hay palestinos armados resistiendo, es razón suficiente para arrasar con todos sin distinciones entre combatientes y población.

En este último sentido con el avance en las comunicaciones y el internet de veinte años hasta esta parte, la opinión pública global se ha acercado más al problema y ha podido estudiarlo con mayor profundidad. Con ello a su vez se ha podido ver como Tel Aviv hace mucho que viene cometiendo todo tipo de bestialidades a la sombra de chantajes políticos y entuertos económicos-financieros con gobiernos de muchos países del mundo y en especial, con el amparo de EEUU. Esto último durante décadas fue considerado un “Tabú” en los medios obligando a que las editoriales guardaran absoluto silencio y cuando se planteaba por alguien algunos de estos incidentes ante el público general, era inmediatamente ridiculizado, echado de su trabajo y/o denunciado como “antisemita”.

Actualmente esas tácticas ya no funcionan. En especial la recurrente alegoría del antisemitismo que los representantes de Tel Aviv y de Washington esgrimen para tratar de desarmar las denuncias y presentaciones que se han hecho ante Naciones Unidas. Y es que hoy día la gente todos los rincones de la tierra saben que, además de la falacia que esconde el uso de esa palabra, es al mismo tiempo la revelación de una verdad que siempre estuvo a la vista de quienes en realidad sabían que significaba aquella. Quienes se autodenominaron como “semitas” en su mayoría nunca lo fueron (por su origen Jázaro europeo) y a su vez, asesinaban impunemente a pobladores semitas como los palestinos. Es muy contradictorio en el discurso israelí y de sus partidarios sionistas al alegar un supuesto antisemitismo en las condenas por sus bestialidades, cuando son ellos quienes están masacrando a un pueblo semita como el palestino.

Ante estas abiertas inconsecuencias en la propaganda mediática, los otroras sionistas de varios medios y algunos insignes periodistas adherentes a aquella, hoy mantienen total silencio.
francotiradores israelies

Ello ha sido como un tiro por la culata, la explosión de la recamara de un fusil en la cara de los ideólogos de estas farsas discursivas, muy bien pensadas por expertos en antropología pero en especial, por expertos en psicología (de los que las FDI y las agencias de inteligencia se valen) para manipular a la opinión pública, en cuya misión los medios masivos de comunicación occidentales han participado con gran algarabía.

Aquella complicidad y complacencia en desplegar toda esa farsa que cubriera las acciones de un estado con voracidad expansiva pronto choco con una realidad de la cual muchos comenzaron a descreer en sus editoriales y a ser mucho más críticos con los argumentos que se ventilaban sobre las masacres que éstos medios tendenciosamente convertían en sus líneas como “bajas”, o el odioso termino “daño colateral” o simplemente “terroristas eliminados”.  Incluso, cuando la noticia ha escapado de la posibilidad por tratar de evitar su publicación y tratando de psicopatear al potencial lector, tratan de argumentar que las mujeres o los niños asesinados de las formas más horrendas “ha sido por culpa de Hamas” o excusas similares.

Hay en todo esto un denso y oscuro halo de perversión que no tiene excusas y que sigue tratando de cubrir las bestialidades de Tel Aviv. El 30 de marzo comenzó una masiva movilización de palestinos para concentrarse en el límite con la frontera alambrada de Gaza. Con el fin de conmemorar el día de la tierra en recuerdo de varios jóvenes palestinos asesinados por el ejército israelí en 1976 cuando Israel expropiaba terrenos para la construcción de asentamientos en Galilea, miles de palestinos, hombres, mujeres, niños y ancianos marcharon para acampar en esa zona reclamando el derecho a la devolución de sus territorios obteniendo como respuesta, Drones lanzando granadas de gas, balas de francotiradores y fuego de tanques.

Como era de esperar desde Tel Aviv solo hubo argumentos cínicos y despectivos por los muertos árabes. La masacre que se cobro con la vida de 18 manifestantes palestinos (asesinados por disparos de francotiradores) y miles de heridos pretende quedar en la impunidad nuevamente, según así lo afirmaron los mismos personeros en Tel Aviv al decir que “no realizaran ninguna investigación”.  Por lo pronto pese a sus influencias, sus lobistas dentro de Naciones Unidas no pueden hacer mucho para volcar el foro en su favor.

Israel ya viene siendo noticia en varias formas de violación de los derechos humanos. El caso más notorio de los últimos tiempos fue el de la adolecente palestina Ahed Tamimi encarcelada por abofetear a un soldado israelí que se metió en su casa ha tomado nuevos ribetes y como lo ha denunciado hace unos la abogada que la defiende de este “proceso judicial” ilegitimo, la prisionera está siendo objeto de abusos psicológicos orientados a concretar abusos sexuales en la prisión donde se halla alojada. Nada nuevo en la pretendida democracia seudo-occidental.

Lo curioso es que no existen tribunales palestinos que puedan procesar a los soldados, comandantes y responsables políticos por todos estos atropellos contra la población. La única administración de justicia es la monopolizada por los ocupantes y que no garantiza absolutamente nada.

Este tipo de procederes que violan todas las convenciones, tratados y legislación internacional atinente al respeto a los más básicos derechos y garantías no es nuevo en Israel y se pueden encontrar en los archivos de Naciones Unidas extensos antecedentes de arbitrariedad que van desde las violaciones, torturas hasta las ejecuciones sumarias.

Como era de esperar los medios regionales de Latinoamérica y en especial en Argentina, no se paso ni se discutió nada sobre estos acontecimientos dejando en claro, quienes son los que manejan los medios. Igualmente y para su malestar, han sido las redes sociales las que han ventilado todas estas “informaciones urticantes” para el sionismo internacional que ya no sabe como argumentar una postura ante tantos atropellos a los derechos humanos porque, sépanlo, los árabes-palestinos son seres humanos.  

martes, 3 de abril de 2018

VETERANOS DE AYER




“DE MOSCÚ A PUERTO ARGENTINO”

La historia secreta de una ayuda que balanceo el conflicto entre el Reino Unido, la OTAN y la Argentina




Por Charles H. Slim
Cuando Argentina decidió aquel 2 de abril de 1982 realizar un acto material para reivindicar la soberanía sobre las Islas Malvinas, Sandwiches y Georgias del Sur ocupadas de facto por el Reino Unido, pocos países fueron quienes le tendieron una mano para sostener la posición argentina frente a la potencialidad británica. En aquel entonces, el mundo era tan complejo como el actual pero, la existencia de dos bloques político-militares que dominaban la geopolítica contemporánea, dio los matices particulares a una de las últimas guerras convencionales del siglo XX.

En la política y mucho más en la desarrollada a nivel internacional, los intereses de cada país están por encima de cualquier ideología e incluso de las lealtades financieras y comerciales. Precisamente, aquellos países que mantenían históricamente un fluido contacto comercial con Argentina, no solo le dieron la espalda en esta ocasión sino que incluso, colaboraron gustosamente con Londres para bloquear todo tipo de importaciones al país sudamericano. Tan triste como real; así fue como se comportaron países europeos como Francia o vecinos como Chile y Uruguay, más preocupados por lo que bajaba del Foreign Office que lo que pudieran necesitar los argentinos.

El caso chileno fue paradigmáticamente triste. Pese a que Santiago de Chile, incluso tras la salida del régimen de Pinochet y la llegada del gobierno democrático con la “Concertación”, siempre se negó su implicancia a favor del Londres, pese a varios hechos producidos durante la guerra. A ello se agrega lo relatado por un ex jefe de la inteligencia británica Sidney Edwards quien en su libro My Secret Falklands War saca de dudas a quienes no se convencían de estas complicidades, muchos de los cuales trataron de esconder la basura bajo la alfombra. Justamente tras cumplir con estas tareas secretas entre Santiago y Londres, tras finalizar la guerra Edwards fue condecorado por su “Graciosa Majestad” con el título de “Sir”. Más tarde los argentinos verían a un General Pinochet declarando con orgullo junto a Margaret Thatcher, su valiosa ayuda en la guerra contra Argentina.

Ellos, los chilenos,  también obraron en consecuencia con este parámetro del interés superior para su estado y los británicos les dieron en premio, mejores armas y buques. Aquí no debe mezclarse el sentimentalismo lacrimógeno que tan lamentablemente campea en las tierras argentas y que ha servido a Gran Bretaña para manipular desde la derecha hasta la izquierda, a toda la población. 

El realismo político es el realismo del hacer. Y a pesar de estas jugarretas poco empáticas de todos estos actores políticos, lo cierto es que el entonces gobierno argentino no fue tan naif como los periodistas y algunos historiadores anglófilos han tratado de pintarlo. Ni el general Leopoldo Fortunato Galtieri era un borracho trasnochado ni los conscriptos fueron “chicos” enviados a la muerte, como suelen argumentar algunos sectores de la prensa liberal pro-británica. Igualmente es cierto que la visión política de Galtieri y sus expectativas sobre la presunta neutralidad estadounidense fue tan estrecha como errónea. Es imperdonable su falta de visión estratégica y una mirada crítica en aquel momento tan especial. En este sentido alguien de su entorno debió cuestionarle ¿Cómo cree que Washington va a darle la espalda a un gobierno conservador como el de Thatcher que impulsa activamente el emplazamiento de misiles de medio alcance contra la URSS?

La dimensión del problema que se presentaría ante los ojos de los responsables de la “Operación Rosario” llevo a elaborar algunas medidas políticas que contradecían no solo otras ya en curso sino también, a posturas políticas que se hallaban plasmadas en la misma Casa Rosada.

Las cuestiones de la guerra no son nada simples. Quienes hablan y juzgan desde la distancia sin un mínimo de experiencia en estos temas y en el caso Malvinas en particular, solo rumian en el vacío y son poco creíbles para considerarlos serios. Algunos otros están claramente influenciados por los intereses británicos que desde hace mucho tiempo vienen operando dentro de Argentina.

En ese sentido, Buenos Aires sabía que los británicos estarían apoyados por la infraestructura de la OTAN y que incluso, en alguna medida, podrían ser traicionados por EEUU, algo que se termino corroborando con el abierto incumplimiento de las obligaciones reciprocas del TIAR, las deliberadas dilaciones del “mediador”  Alexander Haig y la ayuda de inteligencia sátelital provista por el Pentágono.  O como olvidar las confesiones del ex Secretario de Defensa británico Sir John Nott quien en sus memorias que fueron en parte publicadas en The Telegraph adelanto que “Francia fue un aliado incondicional” en la guerra. El panorama que enfrento Argentina era ampliamente adverso. Entonces ¿Qué podía hacer la Junta Militar para contrabalancear esta situación? Varios generales argentinos creían que había que requerir una ayuda explicita y directa a la URSS algo que fue rechazado de plano por una Junta que había estado conectada con Washington.
Documento secreto de las FFAA de Brasil

Igualmente no olvidemos que otros países no alineados como Libia y de la región como el Perú, brindaron una ayuda material invalorable en momentos que se hacía imperioso obtener pertrechos y armas para hacer frente a la “Task Force” que ya se estaba reaprovisionando en la isla Ascensión, donde EEUU mantiene una base estratégica. Otros países del mundo árabe islámico como Iraq e Irán, quienes en esos momentos se encontraban embarcados en una guerra fratricida, no dudaron por sus propias partes declarar su apoyo a la República Argentina. Por el contrario, no hubo por parte de Israel ningún tipo de ayuda oficial o extraoficial ya que Tel Aviv siempre estuvo alineado a los intereses de Londres y prueba de ello son su larga historia de cooperación en los conflictos que se han desatado en la región.

Siguiendo con esto y a contrario de lo que pocos supieron hasta hoy, en realidad Argentina recibió una mano muy importante de la entonces Unión Soviética, una que le ayudo a lograr entre otros objetivos, dañar severamente a la flota británica y alejarla de las costas continentales. Recordemos que mientras la OTAN proveía suplementos e inteligencia electrónica para monitorear las comunicaciones y movimientos argentinos en el continente, los satélites rusos que monitoreaban el Teatro de operaciones (TOAS), información que según el investigador ruso Sergei Briliov en su libro Fidel, Futbol y Malvinas en donde relata cómo Moscú pudo proveer esta ayuda estratégica que sin dudas ayudo a balancear el conflicto.

Una de sus fuentes citadas en dicha obra, el ex coronel de la KGB Nikolái Leonov, confirmo que en aquel entonces Moscú le hizo llegar a Buenos Aires, “documentos de inteligencia espacial” que le proveían un detalle de la posición de la flota británica –vista desde sus satélites- desplegada en torno a las islas. 
Otros investigadores rusos han develado que si Argentina hubiera enviado a tropas terrestres profesionales, la guerra pudo haber tenido otro final aunque sí es cierto recordar, que si lograban vencer a Gran Bretaña Buenos Aires hubiera necesitado tomar medidas políticas geoestratégicas revolucionarias que hubieran posicionado al país y a la región a otro nivel geopolítico que incluso perduraría hasta nuestros días.  Incluso algunos de ellos especulan que si la “Task Force” hubiera regresado a los puertos británicos echa girones, “Margaret Thatcher hubiera sido la destituida y cubierta de un oprobio imposible de limpiar”.  


Pero la realidad es cruda y solo el ejercicio de una larga y perseverante política inteligente puede llegar a dar resultados. Como concluyen varios expertos en un meduloso artículo ruso publicado en el portal  Sputnik “Londres solo reconoce la ley de la fuerza”, pero a su vez reconoce que “los argentinos nuca aceparán el dominio del Reino Unido sobre éstas islas” (“El archipiélago de la discordia”. Publicado el 3 de abril de 2018. https://mundo.sputniknews.com/americalatina/201804021077527637-falklands-islas-malvinas-conflicto-galtieri-thatcher/) y en sentido pareciera haber un empate técnico que Londres subrepticiamente trata de alterar.