martes, 16 de julio de 2019




“EL PACTO”

Hasta dónde puede llegar el pragmatismo del gobierno argentino con tal de obtener beneficios económicos-financieros. Ignorar la realidad geopolítica no excusa para ciertos posicionamientos que están fundados en peligrosos intereses geopolíticos ajenos ¿Qué alcances tendrá en política exterior la discutida medida de Macri?

Por Charles H. Slim

Hace tan solo unos días, el candidato a la vice presidencia por el partido oficialista “Juntos por el Cambio” del presidente Mauricio Macri anunciaba con euforia una extraña medida gubernamental que tendrá sin lugar a dudas un impacto más allá de las fronteras del país y por supuesto de la región.  Miguel Ángel Pichetto anunciaba con grandes ínfulas que el “presidente firmaría un decreto para poner al Partido de Dios “Hesbolá” en la lista de organizaciones terroristas”, siguiendo con ello los lineamientos de la geopolítica de los EEUU,  Gran Bretaña e Israel.

Aunque la noticia no tuvo el tratamiento intensivo que debió tener, no pasó desapercibida para quienes saben que se está moviendo detrás de todo esto. 
No fue casual ni mucho menos una medida tendiente a buscar justicia ni menos  aún tratar de esclarecer aquel horroroso atentado contra el edificio de la AMIA que mato tanto a ciudadanos judíos como cristianos argentinos; esto último para terminar con aquellas vindicaciones maniqueas y artificiosas que durante años algunos periodistas argentinos comprometidos con la embajada de Israel en Buenos Aires y el sionismo militante local, han hecho de ese un acto exclusivo que solo victimizó a los judíos.

Pero las personas de a pie y las nuevas generaciones de argentinos no saben a ciencia cierta quién o que representa “Hesbolá”, mucho menos que significa esa palabra y es así que muchos dicen ¿Qué es Hesbolá? La respuesta inmediata e interesadamente mal intencionada surge de los medios describiéndola y acusándola de ser una organización terrorista cuando ello no es así. El Partido de Dios que en árabe se pronuncia “Hesb´allah” –y que se vulgarizó como Hesbolá- es una organización política de extracción chiita libanesa con su rama militar nacida en 1982, en momentos que el estado de Israel pretendía llevar a cabo sus intenciones expansionistas sobre el sur del Líbano.

Para Israel y los sionistas alrededor del globo, “Hesb´allah” ha sido la bestia negra, la piedra en el zapato que ha frustrado los planes de Tel Aviv por consagrar su mesiánico plan del adueñarse de los territorios árabes vecinos para constituir su “Eretz” o la “Gran Israel”.

En este sentido, el papel de la intelectualidad sionista ha jugado un lugar preponderante para desde el cine, la literatura y por supuesto los medios (en particular los angloparlantes) difuminar una continua campaña de mala imagen contra “Hesb´allah” en particular y los musulmanes chiitas en general. De esta manera, convirtieron a esta organización como otro de los chivos expiatorios para endilgarle cualquier hecho violento de los cuales sean blanco.

Ante los fracasos en primera instancia por endilgar los atentados a los “árabes sirios –e incluso a los iraquíes-, a los palestinos e incluso a fantasmales células nazis”, vino muy conveniente apuntar el dedo acusador  sobre Irán. Igualmente, lo acusadores no han logrado –más allá de los subterfugios y los armados- aportar pruebas serias sobre esta hipótesis basada sobre una clara islamofobia.

Por suerte, actualmente quienes quieran despejar sus dudas y contrastar estas posiciones parciales, pueden –pese a los esfuerzos por ocultar e incluso intoxicar la información- hallar abundante material informativo en las redes. Solo con una mirada completa de los hechos, se podrá arribar a conclusiones certeras.

Hoy a la distancia se puede ver que estos ataques no tuvieron nada que ver con odios religiosos o el acto de una pandilla de chiflados con turbantes como la propaganda occidental pinto durante décadas a los terroristas árabes e islámicos. Parte de la comunidad judía argentina intuyó por entonces eso y hoy están más seguros que nunca que todo esto tiene un horrible olor a podrido que proviene de los placares de varios de representantes políticos de su propia comunidad.

Con las palabras de Pichetto y la anunciada firma de ese decreto, muchos y con razón intuyen que se está orquestando otra charada para encubrir a los verdaderos ejecutores y así consolidar la impunidad definitiva por este hecho y que serán los operadores de la justicia quienes vuelvan -como el fiscal Natalio Nisman- a jugar un papel central en tratar de que el relato de Washington y Tel Aviv encaje a la perfección. Uno de los operadores más eficientes para ello ha venido siendo la ministra de seguridad Patricia Bullrich quien valiéndose del aparato estatal y sin tapujos ha sumergido a las fuerzas de seguridad en las oscuras aguas de las agencias de inteligencia de aquellos países.

Tampoco hay que olvidar cómo y mediante estos personajes, esos intereses han tratado de fabricar una realidad artificiosa que solidifique la llamada “pista iraní”. Un caso es el abogado y especialista en seguridad y antiterrorismo Marcelo D´ Alessio quien con muchos recursos, contactos (entre ellos con el embajador norteamericano Richard Prado)  y mucho dinero, mantenía una red de inteligencia paralela a los servicios del gobierno y que se alineaban a los intereses de la ministra Bullrich y elípticamente con los de Washington y Tel Aviv.

Actualmente D´Alessio tras haber caído en desgracia es presentado por los funcionarios del gobierno y los obsecuentes del medio como un “enfermo mental” o como se suele decir por estos lares “un loquito”, que los medios han borrado de sus portadas.  Estos son tipos que estos gobiernos emplean (en cada lugar que operan)  para ejecutar sus trabajos sucios y cuando ya no sirven, los desechan.

Pero con esto no basta. Precisamente y como parte de instalar en la agenda local los intereses de aquellos intereses foráneos, últimamente ha dejado en claro que se hace necesaria la implementación a cualquier costo de la controvertida figura procesal del “Juicio en Ausencia” (claramente sugerida desde los organismos estadounidenses e israelíes),que además de ser ajena a las costumbres institucionales, es una verdadera aberración jurídica que se da de bruces contra los fundamentos centrales de la Constitución nacional y los pactos de Derechos Humanos que la misma recepta en calidad de vigentes.

Igualmente, las gestiones continúan y ya no hay dudas de las presiones israelíes para ello. Tras la reunión que mantuvieron Pichetto y el presidente de la DAIA Jorge Knoblowitz arribaron a un aparente acuerdo en cómo posicionar a la Argentina con el tema de Irán y su pretendida (sin prueba alguna) responsabilidad en los atentados de la embajada y la AMIA. Según se puedo saber, el candidato a la vicepresidencia ante los reproches de Knolowitz tuvo que explicar que el “memorándum con Irán había sido un error”, como si estuviera deponiendo ante un tribunal o una “comisión especial”.

Y mientras esto se desarrollaba, en Washington el Secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo anunciaba a sus colaboradores internos y al mismo presidente Donald Trump que debía ir a la Argentina a participar de los actos de conmemoración por el ataque del 18 de julio de 1994. Sin dudas que para La Casa Blanca y en particular para el Departamento de Estado es un acontecimiento políticamente relevante y conveniente, en momentos que su país ejerce una “máxima presión económica sobre Irán” su flota y las fuerzas que mantiene desplegadas en el Medio Oriente, planifican junto a Israel acciones contra Irán.

Sin lugar a dudas, malos augurios para la Argentina y una advertencia a no volver a caer en la misma y engañosa dinámica geopolítica en la que el menemismo metió al país en 1990 con la participación en aquella oprobiosa guerra del Golfo contra Iraq. En aquel entonces los resortes que impulsaban estas cuestiones eran mucho más difíciles de visualizar y ante los intentos por obtener informes oficiales de Washington o Tel Aviv solo había un “No comment”.

Al mismo tiempo, las relaciones de negocios entre un notable y poderoso empresario judío argentino y Londres vinculadas a la venta de armas para la base militar británica en Malvinas, fue rápidamente eclipsada de los medios. Se trata de Eduardo Elztain dueño de IRSA y conocido como “el dueño de la tierra” (por sus negocios inmobiliarios –entre los cuales están las tierras palestinas- que trató de adquirir en 2017 la Falkland Island Company) quien actualmente está en tratativas con una firma de armas israelí para la provisión de misiles a las Islas Malvinas, demostrando que hay una acusada presencia de intereses israelíes con fuertes intereses en el país, entonces ¿Qué alcance tienen las relaciones entre el gobierno de Macri y Tel Aviv?.


viernes, 12 de julio de 2019



“CASA REVUELTA

Los problemas y los escándalos no paran de asolar al presidente Trump, su pasado vuelve a ponerlo en la escena y los demócratas liderados por Hillary Clinton, Nancy Pelosi y los independientes como Sanders están a la saga  ¿Será usado el escándalo sexual de Jeffrey Epstein contra Donald Trump?


Por Javier B. Dal
Hay cierto aire de fastidio y hasta de fustigación que se respira en los pasillos de la Casa Blanca. Las paredes y los cuadros parecen escuchar y observar (diría alguien que ya paso por allí y sabe de las sigilosas medidas de seguridad existentes), algo que no ha sido un problema en esconder para los celosos sistemas del servicio secreto del presidente que pese a las incongruencias en las que éste pueda incurrir, ellos se deben a su protección.

Los viejos zorros de la política en Washington y que han recorrido millas en estos pasillos, saben que una palabra de más puede ser grabada en su contra, mucho más hoy con las intrigas que se han tejido en rededor del presidente Trump quien es acosado por una misteriosa resistencia de funcionarios que operando de incognito y desde adentro, tratan de sabotear las políticas de la Casa Blanca.

Hoy Trump se ve asediado tanto desde dentro como desde afuera, algo que podría hacer colapsar su capacidad psíquica de afrontar los problemas que debe atender. En las últimas horas un hecho escandaloso sacudió los cimientos de la sociedad neoyorkina y del Establishment financiero.

Un nuevo escándalo de pederastia en la exclusiva elite política y financiera estadounidense –después  del Pizza-Gate con Hillary Clinton y Cia- sacude Washington y toca de cerca al ampuloso mundo de las finanzas de New York y al propio gobierno de Trump que además de las intimas connivencias, revela un alcance más allá de los EEUU.  Quien se habría imaginado que el en apariencias respetuoso magnate Jeffrey Epstein, un celebrado personaje de la comunidad judía neoyorquina con grandes amigos tanto entre demócratas como republicanos  era un depravado sexual.

Epstein al igual que muchos de sus poderosos paisanos era sinónimo de impunidad, o sino pregúntese usted ¿Ha visto que sea procesado Paul Wolfowitz, Robert Perle, Lewis “Scootie” Libby, Jhon Bolton o el reconocido criminal Elliott Abrams? Y si hablamos de la industria del cine –importante pilar de la propaganda norteamericana- tipos como John Besh, Harvey Weinstein o Woody Allen han saltado la cerca de la justicia desatando los cuestionamientos sobre la “igualdad ante la ley” que debiera ser parte de la manda constitucional de los Estados Unidos. Cualquier prosecución se demora misteriosamente y pocas veces llega a una corte de justicia.

La justicia norteamericana lo venía siguiendo desde hacía años sin éxito. Sus crímenes son más que aberrantes pero, el peso de sus conexiones con el poder causaba interferencias en el curso de la justicia. Parte de este fracaso estaba sin dudas en las influencias con las que contaba Epstein y que sin dudas hizo valer al momento que la justicia estaba por caerle encima. En 2008 pudo escapar al rigor de la ley gracias a un arreglo que planteo en esos momentos el fiscal federal de La Florida Alexander Acosta quien actualmente ocupa el Ministerio de Trabajo de la administración Trump.

Epstein contaba con la amistad de entre otros, el mismo Bill Clinton, el Príncipe Andrés de Gran Bretaña y por supuesto, el estrafalario multimillonario  Donald Trump.  Cada uno de estos grandes amigos salieron inmediatamente a desligarse de aquellos años de amistad para, en una clara muestra de canallada, desconocieron los crímenes cometidos por el señor Epstein. Algo similar sucedió con el señor presidente quien allá por el 2002 califico a Epstein como un “tipo estupendo, a quien le gustan las mujeres mucho más jóvenes”.

Este viejo amigo de ruta de Donald Trump además de consumir sexo de niñas que además de aprovecharse de las desventajas económicas, ellas eran menores de edad, tenía montada una extensa red de prostitución VIP que se distribuía por los EEUU.  

Según se ha informado, Epstein desde hace años habría abusado de niñas en Florida y Nueva York sin que las denuncias de aquellas hicieran mella en su reputación. Si alguien se cree que en los EEUU existe la ecuanimidad y la aplicación ciega de la justicia, usted se equivoca de cabo a rabo. Quien tiene el dinero y los contactos suficientes en el poder, se asegura de que no será tocado por los tribunales salvo que se trate de algo muy difícil de tapar. Cuando en 2008 fue procesado, solo lo fue por cargos menores que ni rozaron siquiera las aberraciones que éste prominente usurero cometía contemporáneamente a estas acusaciones.

La historia de abusos y sometimiento sexual en los altos círculos de la sociedad y la política norteamericana es larga solo que en las últimas décadas, se ha ido ventilando y por capítulos y con mucha precaución, como grandes e influyentes personeros de la vida política estadounidense se han visto envueltos en escándalos sexuales de los cuales no han podido volver. 

El caso del presidente demócrata  Bill Clinton con la joven becaria Mónica Lewisnky, que satisfacía las urgentes necesidades del inquilino de la Casa Blanca, es tal vez el ejemplo más grafico de cómo se podían ganar puntos dentro de la política.

En este sentido, las “teorías” o las “fabulas callejeras” como las califican los medios- que hablan de historias sobre fiestas negras en las que se ven implicados menores de edad, drogas y altos personajes de la vida política estadounidense ya han dejado de ser un mito ridiculizado por los medios o incluso por películas de la industria del cine, dejando en el centro de la escena a varios personajes de Hollywood, La Casa Blanca y el Congreso.

Algunas fuentes han dejado trascender que Trump agarrándose la cabeza en el salón Oval dijo a uno de sus asesores estrella mientras miraba para el ventanal de su despacho “Dios, cómo pude haberme sacado fotos con éste tipo”.


lunes, 8 de julio de 2019






MEMORANDUM DE LA DISCORDIA”

El mundo es actualmente pequeño para decir que los problemas de tal o cual lugar  están lejos y no pueden relacionarse entre sí. El memorándum firmado con Irán lo demuestra


Por Charles H. Slim
Horas antes de que el fiscal federal Alberto Nisman apareciera muerto de un balazo en su cabeza dentro del baño de su costoso departamento de Puerto Madero en Buenos Aires, habría dejado entrever que su carrera estaba acabada y que concurrir a ser interpelado ante el Congreso en la mañana siguiente sobre las pruebas que supuestamente sostenían su denuncia contra la presidenta CFK y la conexión iraní, aceleraría su caída.

Obviamente que estas preocupaciones no fueron manifestadas al aire o las paredes de su habitación. Nisman se lo había exclamado horas antes de su muerte a la actual ministra de seguridad interior Patricia Bullrich (una funcionaria a fin a Tel Aviv) y a otros interesados en que la trama iraní se mantuviera vigente ya que, era (y sigue siendo) la piedra angular de la lucha intestina existente entre Israel e Irán. La acusación de que el memorándum firmado con Teherán en 2013 había sido un “pacto espurio”, un acto de traición a la patria o la forma por medio de la cual se pretendía la impunidad de los supuestos autores de la voladura de la AMIA, nunca conto con pruebas materiales y objetivas para respaldarla. Nisman sabía eso y no podía echarse atrás ya que ello implicaría contrariar la versión fabricada por la CIA y el Mossad en ese falsificado informe que tan cándidamente avalo años antes el difunto presidente Néstor Kirchner.

Sobre esto, destaquemos que la fuente que nutrió la versión de la implicancia iraní en aquel atentado había provenido de un disidente llamado Hadi Soleimanpour que tras comprobarse sus nexos con la inteligencia británica y la absoluta mendacidad de sus alegaciones, termino en un fiasco del cual los sionistas quieren olvidar.

El dilema asaltaba la cabeza del fiscal que sabía que si concurría a esa audiencia –tras pedírsele las pruebas con las que supuestamente contaba- quedaría en el más absoluto ridículo; pero si iba y se comprobaba todo el embuste fabricado bajo las directivas de los intereses sionistas (a los cuales respondía explícitamente), su vida como funcionario a sueldo de la nación estaba acabada. Lo único que respaldaba su historia eran los informes amañados que esas agencias habían elaborado y nada más. Estaba claro que una olla pestilente se estaba por destapar por lo cual, tuvo que tomar una decisión crucial o más bien, a quienes incomodaba decidieron por él. Con la muerte de Nisman, se mataba dos pájaros de un tiro, los orquestadores de toda esta trama se quitaban del medio a un funcionario descartable –que como agente había perdido utilidad- y por otro, se agregaba otro hecho para achacárselo a Irán o incluso a Caracas[1].  

¿Pero cómo los servicios de inteligencia argentinos no advirtieron aquella falsificación y mucho menos advirtieron la situación de Nisman? Porque la SIDE[2] (la misma del petiso Stiusso) hacía tiempo que se hallaba colonizada por aquellas agencias internacionales e incluso por otras como la DGSE[3] francesa y el MI-6[4] británico. Hay que partir de allí para entender como muchas cosas que no cierran en la hipótesis que los sectores sionistas locales se esforzaron y siguen haciéndolo por hacerlo una “verdad mediática”, tratan de que esta versión sea embutida en las mentes de la población como de a cuenta .

A la par de esta estrategia de intoxicación y adulteración de la información,  los gobiernos que han pasado y los medios informativos capitalinos abordaron el tema, lejos estuvieron en investigar independientemente sobre lo sucedido y por fuerza de las influencias ejercidas desde las embajadas de Israel y EEUU, sumado al temor reverencial que existe en una parte de los católicos argentinos culposos ante la tragedia de la “Shoa”[5] (aprovechada y explotada por aquellos intereses), se encargaron de mantener en silencio. 

Las inconsecuencias en las acusaciones que durante años blanden los sionistas argentinos contra los árabes, musulmanes en general y los chiitas iraníes en particular, solo demuestran que hubo un tercer actor que ejecuto esos ataques y que nada que ver tuvo el Hesbollah libanés y mucho menos Irán. Incluso las verdaderas motivaciones para estas masacres, escapan a lo que han pretendido directamente durante  años los libretistas islamofobos que responden a la DAIA y de la embajada israelí.

El gobierno de CAMBIEMOS fue la puerta de reingreso del sionismo militante a las estructuras del estado argentino que el gobierno memenista había abierto de par en par en la década de los noventas, en particular en las áreas de seguridad e inteligencia. Con el actual gobierno ésta penetración se convirtió en asentamiento que mediante la implementación de algunos elementos (adquisición del Sistema Pegasus[6], de espionaje masivo) ha dejado al país y a su población a merced de todo tipo de posibilidades y a discreción de la decisión política de los intereses geopolíticos de Israel en la región. En este sentido, Argentina ha quedado conectada a esta red de intervención y robo clandestino de información masiva que, complementada con otras fuentes de recopilación de información, termina siendo trasmitida y almacenada en los archivos perpetuos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

Incluso se ha legislado muy subrepticiamente la discresionalidad del empleo de “Pegasus”[7] en el ámbito interno, ya que a instancias del senador Rodolfo Urtubey hermano del gobernador de la provincia de Salta (y supuestamente opositor), intentaba escamotear dos artículos en la ley procesal que autorizan a que pueda usarse dicho sistema invasivo de la privacidad y la libertad individual sin que se requiere la orden de un juez lo que atenta contra las garantías constitucionales más básicas.
Igualmente y como se ha visto con la publicación en algunos programas de TV de varios audios de llamadas entre CFK y algunos de sus funcionarios, revelan cómo se emplea este sistema con total impunidad.

La justicia argentina también ha sido blanco del mismo embate pero, con relativo éxito. A los esfuerzos por implantar figuras procesales penales  antagónicas a nuestra raigambre constitucional, se ha visto como se busca encontrar partidarios en dichos cambios que tras la cobertura del combate de delitos complejos y el crecimiento del delito violento, se persigue la finalidad encubierta de consolidar dichos cambios para que una vez vigentes, sean aplicados a la narrativa falsa de pretender procesar a los culpables de origen iraní, algo que hasta el momento parece haberse frenado pero sin miras de que sus mentores vayan a abandonar su empresa. 

Aunque algunos sionistas situados en lugares estratégicos de los medios hoy parecen haber moderado sus retoricas inquisitivas y ponzoñosa que supieron desperdigar sobre la comunidad islámica local y contra los musulmanes en general, solo se han agazapado para esconder la cara ya que, cada día los hechos van saliendo a la luz y también va siendo conocido por la opinión pública en general cual es la naturaleza de un estado (Israel) que acostumbradamente se presenta como víctima, cuando el mismo y por las vías más brutales, ha victimizado a miles de seres humanos para apoderarse de sus territorios y sus recursos  e incluso, separa y discrimina socialmente con revulsiva hipocresía y brutalidad a los judíos negros Sefardíes llegados del norte de África de los judíos blancos Askenazi (germánicos) quienes cada día ven peligrar la hegemonía político económica que tuvieron desde 1948[8].  

Es por ello que a nadie le quede dudas de que las provocaciones que se han venido orquestando en el Golfo Pérsico, lo acordado en junio entre Rusia, EEUU e Israel en la cumbre de Jerusalén está ligado a las pretensiones de Tel Aviv por acelerar una ofensiva militar contra Irán (que se ven apoyadas por la mayoría derechista del electorado), algo que los sectores sionistas argentinos apoyan desde sus sitiales en el país señalando al memorándum de entendimiento con Irán como un instrumento político de impunidad firmado por CFK, algo que es claramente falso y peligroso.   


[1] Tal como lo señalo en su momento la diputada Elisa Carrió al hablar de un “Comando Iraní venezolano”.
[2] Secretaría de Informaciones Del Estado hoy llamada Agencia Federal de Inteligencia AFI
[3] Dirección General de Seguridad Exterior de Francia
[4] MILITARY INTELLIGENCE, SECTION 6. También conocido como SIS.
[5] Un término hebrero que remite al holocausto que sufrieron los judíos europeos a manos del nazismo.
[6] Firma de empresa integrada por ex agentes israelíes del Mossad.
[7] Spyware o sistema de espionaje de origen israelí que ha sido adquirido por varios países de la región usado para infiltrar y escuchar las comunicaciones de los considerados “opositores” o enemigos.
[8] AGUIRRE, Rafael, “El Nuevo Sionismo”, artículo publicado en diario español El País, el 10 de junio de 1986, https://elpais.com/diario/1986/06/10/internacional/518738411_850215.html

sábado, 6 de julio de 2019




“LA TRANSA EN JERUSALEN”

El arte de decir lo que no se hace ni se hará simulando hacerlo

Por Charles H. Slim
Hace una semana y lejos de la masiva publicidad mediática occidental, se llevó a cabo en Jerusalén una cumbre entre los representantes de la seguridad de EEUU, Rusia e Israel con el objeto de establecer los límites de injerencia de estos actores en los candentes temas del Medio Oriente. Como verán no hubo representantes árabes en dicha cumbre y ello es porque solo acudieron quienes cuentan con el poder real para imponerse en la región.

Las tratativas habían comenzado un mes antes cuando allá por mediados del mes de mayo a instancias de Tel Aviv, la administración norteamericana propuso a Moscú que dejaría a Bashar Al Assad en el poder pero a condición de que “los iraníes se retiren de Siria”. En esos momentos el Kremlin dio señales algo confusas sobre la situación de Irán en Siria pero en apariencias, le daba el respaldo a Teherán ante posibles agresiones de Israel. 

Esta postura se reiteró en apariencias en la cumbre trilateral de Jerusalén, pero sin conocerse el alcance de la letra chica de allí acordado.  Las inmediatas acciones hostiles sobre Siria lo demuestran. Como se puede ver, Israel no solo se entromete en los asuntos internos de los países vecinos sino que incluso se toma la libertad (sin la aplicación de sanciones) de llevar adelante acciones agresivas –tanto directas como solapadas- que cuestan daños materiales y víctimas civiles. Prueba de ello fue el reinicio el 31 de mayo de los bombardeos aéreos contra Siria justificándose que lo hace sobre objetivos “iraníes”.

Estos raids aéreos que se extendieron hasta la gobernación de Homs, pusieron en evidencia la abstención de las defensas de los sistemas “S-300” rusos que dejaron pasar y escapar a los F-16 israelíes. Esto daría lugar a creer que la voluntad expresada por Benjamín Netanyahu en el transcurso de la cumbre cuando dijo sonriente a sus interlocutores que  “todos nosotros estamos de acuerdo de sacar a Irán de Siria” es una cruda realidad a la cual, Moscú asintió.

Esta voluntad no tardo en materializarse y el 31 de mayo se lanzaron varios ataques aéreos sobre Siria. Ello también demostró que los aviones israelíes ya estaban preparados en tierra para su salida inmediata, apenas culminara la reunión, una táctica que no asombra conociendo la historia de las acciones sionistas en la región. Las fuentes informaron que el 1° de julio aviones israelíes lanzaron ataques sobre instalaciones en Damasco a las que Tel Aviv justifico como presuntos objetivos pertenecientes a las CGRI. Una vez más, Israel cometía otro abierto acto de guerra sin que el Consejo de Seguridad se expidiera y mucho menos tomara medidas al respecto.

Curiosamente y casi al mismo tiempo, en Iraq se denunciaban ataques contra instalaciones de petroleras en Basora y Al Zubair controladas por los estadounidenses. Muy convenientemente un mes antes, a mediados del mes de mayo, informes de la inteligencia estadounidenses hablaban de “la amenaza iraní”, algo que para muchos preanunciaban sorpresivos actos de violencia.

Los ataques en diversos sectores del país, dieron validez a esos informes y tras el ataque con un cohete “Katiusha” sobre la Zona Verde en Bagdad, profundizo aún más las versiones norteamericanas tendientes a acusar a Irán de estar promoviendo hostilidad contra su presencia.

Según el Departamento de Estado, estos ataques habrían sido llevados adelante por las milicias populares chiitas iraquíes aliadas de Irán, una posibilidad cierta pero no la única. No se debe olvidar que en Iraq parte de la resistencia contra la ocupación es de extracción chiita y no está alineada a las facciones pro-iraníes. Además no hay que perder de vista que tras la ocupación los estadounidenses y sus aliados construyeron y dejaron en la infraestructura de la administración que levantaron, quistes subterráneos que (compuestos por asesinos y criminales de todo tipo) operan en las agencias de inteligencia Mukhabarat que ellos mismos reclutaron y que entre otras cuestiones, se encargaban de realizar ataque falsos simulando ser parte de la resistencia nacional y perpetrar atentados en sitios públicos para crear enfrentamientos sectarios.

A la par de esto, se sucedían los sospechosos ataques contra los petroleros en el golfo que dejaron expuesta una clara (muy sofisticada y ensayada) operación de Falsa Bandera, una más en la larga lista de engaños tejidos por las administraciones norteamericanas y sus colegas externos.

De esta forma el Asesor de Seguridad neoconservador John Bolton, el asesor de Seguridad Nacional de Israel Meir Ben Shabbat y el Secretario del Consejo de Seguridad ruso Nikolay Petrushev se reunieron en la ciudad de Jerusalén en momentos que esa misma localidad y toda la región se ve convulsionada por la pulseada entre Israel, Siria e Irán. La postura israelí, apoyada en la acostumbrada victimización,  se basó en la amenaza iraní y su influencia en todos los frentes de la región, acusando a los asesores militares iraníes de estar fomentando la violencia contra el estado de Israel en Siria e Iraq.

Las especulaciones de Israel no asombran y mucho menos sus coincidencias con Washington. Esto ha venido sirviendo de excusa para que los aviones israelíes, violando las leyes internacionales, invada espacio aéreo de los países de la región (entre ellos del Líbano) para llevar adelante actos de guerra contra Siria, causando en el ámbito de la Asamblea de Naciones Unidas una fuerte tensión entre los miembros que se oponen a estos ilegítimos privilegios queriendo hacer respetar la Carta orgánica en forma igualitaria.   

Entre tanto en Siria, según observadores en el terreno, la aviación israelí pudo pasar libremente gracias a la inentendible pasividad de las defensas aéreas rusas que cubren la totalidad del territorio sirio; esto demuestra que algo se arregló tras bambalinas en aquella cumbre. Rusia habría tolerado mirar hacia otra parte siempre y cuando las acciones israelíes no afecten a sus unidades y personal en el terreno y a las fuerzas gubernamentales sirias. 

Los precedentes de Israel no garantizan esto y Vladimir Putin lo sabe bien salvo que haya una importante ventaja a explotar a favor de Rusia.
Por lo pronto, el supuesto acuerdo tácito de Rusia para que Israel pueda atacar objetivos iraníes en Siria con especial objetivo a la reelección de “Bibi” Netanyahu en las elecciones de septiembre, tendría otro trasfondo e incluso otro significado que se traduciría en que, los aviones israelíes pueden pasar y atacar sin la intervención de las defensas aéreas rusas (que no obstan a las sirias) pero de allí a querer expulsar a los iraníes del terreno, será otra historia.