lunes, 8 de julio de 2019






MEMORANDUM DE LA DISCORDIA”

El mundo es actualmente pequeño para decir que los problemas de tal o cual lugar  están lejos y no pueden relacionarse entre sí. El memorándum firmado con Irán lo demuestra


Por Charles H. Slim
Horas antes de que el fiscal federal Alberto Nisman apareciera muerto de un balazo en su cabeza dentro del baño de su costoso departamento de Puerto Madero en Buenos Aires, habría dejado entrever que su carrera estaba acabada y que concurrir a ser interpelado ante el Congreso en la mañana siguiente sobre las pruebas que supuestamente sostenían su denuncia contra la presidenta CFK y la conexión iraní, aceleraría su caída.

Obviamente que estas preocupaciones no fueron manifestadas al aire o las paredes de su habitación. Nisman se lo había exclamado horas antes de su muerte a la actual ministra de seguridad interior Patricia Bullrich (una funcionaria a fin a Tel Aviv) y a otros interesados en que la trama iraní se mantuviera vigente ya que, era (y sigue siendo) la piedra angular de la lucha intestina existente entre Israel e Irán. La acusación de que el memorándum firmado con Teherán en 2013 había sido un “pacto espurio”, un acto de traición a la patria o la forma por medio de la cual se pretendía la impunidad de los supuestos autores de la voladura de la AMIA, nunca conto con pruebas materiales y objetivas para respaldarla. Nisman sabía eso y no podía echarse atrás ya que ello implicaría contrariar la versión fabricada por la CIA y el Mossad en ese falsificado informe que tan cándidamente avalo años antes el difunto presidente Néstor Kirchner.

Sobre esto, destaquemos que la fuente que nutrió la versión de la implicancia iraní en aquel atentado había provenido de un disidente llamado Hadi Soleimanpour que tras comprobarse sus nexos con la inteligencia británica y la absoluta mendacidad de sus alegaciones, termino en un fiasco del cual los sionistas quieren olvidar.

El dilema asaltaba la cabeza del fiscal que sabía que si concurría a esa audiencia –tras pedírsele las pruebas con las que supuestamente contaba- quedaría en el más absoluto ridículo; pero si iba y se comprobaba todo el embuste fabricado bajo las directivas de los intereses sionistas (a los cuales respondía explícitamente), su vida como funcionario a sueldo de la nación estaba acabada. Lo único que respaldaba su historia eran los informes amañados que esas agencias habían elaborado y nada más. Estaba claro que una olla pestilente se estaba por destapar por lo cual, tuvo que tomar una decisión crucial o más bien, a quienes incomodaba decidieron por él. Con la muerte de Nisman, se mataba dos pájaros de un tiro, los orquestadores de toda esta trama se quitaban del medio a un funcionario descartable –que como agente había perdido utilidad- y por otro, se agregaba otro hecho para achacárselo a Irán o incluso a Caracas[1].  

¿Pero cómo los servicios de inteligencia argentinos no advirtieron aquella falsificación y mucho menos advirtieron la situación de Nisman? Porque la SIDE[2] (la misma del petiso Stiusso) hacía tiempo que se hallaba colonizada por aquellas agencias internacionales e incluso por otras como la DGSE[3] francesa y el MI-6[4] británico. Hay que partir de allí para entender como muchas cosas que no cierran en la hipótesis que los sectores sionistas locales se esforzaron y siguen haciéndolo por hacerlo una “verdad mediática”, tratan de que esta versión sea embutida en las mentes de la población como de a cuenta .

A la par de esta estrategia de intoxicación y adulteración de la información,  los gobiernos que han pasado y los medios informativos capitalinos abordaron el tema, lejos estuvieron en investigar independientemente sobre lo sucedido y por fuerza de las influencias ejercidas desde las embajadas de Israel y EEUU, sumado al temor reverencial que existe en una parte de los católicos argentinos culposos ante la tragedia de la “Shoa”[5] (aprovechada y explotada por aquellos intereses), se encargaron de mantener en silencio. 

Las inconsecuencias en las acusaciones que durante años blanden los sionistas argentinos contra los árabes, musulmanes en general y los chiitas iraníes en particular, solo demuestran que hubo un tercer actor que ejecuto esos ataques y que nada que ver tuvo el Hesbollah libanés y mucho menos Irán. Incluso las verdaderas motivaciones para estas masacres, escapan a lo que han pretendido directamente durante  años los libretistas islamofobos que responden a la DAIA y de la embajada israelí.

El gobierno de CAMBIEMOS fue la puerta de reingreso del sionismo militante a las estructuras del estado argentino que el gobierno memenista había abierto de par en par en la década de los noventas, en particular en las áreas de seguridad e inteligencia. Con el actual gobierno ésta penetración se convirtió en asentamiento que mediante la implementación de algunos elementos (adquisición del Sistema Pegasus[6], de espionaje masivo) ha dejado al país y a su población a merced de todo tipo de posibilidades y a discreción de la decisión política de los intereses geopolíticos de Israel en la región. En este sentido, Argentina ha quedado conectada a esta red de intervención y robo clandestino de información masiva que, complementada con otras fuentes de recopilación de información, termina siendo trasmitida y almacenada en los archivos perpetuos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

Incluso se ha legislado muy subrepticiamente la discresionalidad del empleo de “Pegasus”[7] en el ámbito interno, ya que a instancias del senador Rodolfo Urtubey hermano del gobernador de la provincia de Salta (y supuestamente opositor), intentaba escamotear dos artículos en la ley procesal que autorizan a que pueda usarse dicho sistema invasivo de la privacidad y la libertad individual sin que se requiere la orden de un juez lo que atenta contra las garantías constitucionales más básicas.
Igualmente y como se ha visto con la publicación en algunos programas de TV de varios audios de llamadas entre CFK y algunos de sus funcionarios, revelan cómo se emplea este sistema con total impunidad.

La justicia argentina también ha sido blanco del mismo embate pero, con relativo éxito. A los esfuerzos por implantar figuras procesales penales  antagónicas a nuestra raigambre constitucional, se ha visto como se busca encontrar partidarios en dichos cambios que tras la cobertura del combate de delitos complejos y el crecimiento del delito violento, se persigue la finalidad encubierta de consolidar dichos cambios para que una vez vigentes, sean aplicados a la narrativa falsa de pretender procesar a los culpables de origen iraní, algo que hasta el momento parece haberse frenado pero sin miras de que sus mentores vayan a abandonar su empresa. 

Aunque algunos sionistas situados en lugares estratégicos de los medios hoy parecen haber moderado sus retoricas inquisitivas y ponzoñosa que supieron desperdigar sobre la comunidad islámica local y contra los musulmanes en general, solo se han agazapado para esconder la cara ya que, cada día los hechos van saliendo a la luz y también va siendo conocido por la opinión pública en general cual es la naturaleza de un estado (Israel) que acostumbradamente se presenta como víctima, cuando el mismo y por las vías más brutales, ha victimizado a miles de seres humanos para apoderarse de sus territorios y sus recursos  e incluso, separa y discrimina socialmente con revulsiva hipocresía y brutalidad a los judíos negros Sefardíes llegados del norte de África de los judíos blancos Askenazi (germánicos) quienes cada día ven peligrar la hegemonía político económica que tuvieron desde 1948[8].  

Es por ello que a nadie le quede dudas de que las provocaciones que se han venido orquestando en el Golfo Pérsico, lo acordado en junio entre Rusia, EEUU e Israel en la cumbre de Jerusalén está ligado a las pretensiones de Tel Aviv por acelerar una ofensiva militar contra Irán (que se ven apoyadas por la mayoría derechista del electorado), algo que los sectores sionistas argentinos apoyan desde sus sitiales en el país señalando al memorándum de entendimiento con Irán como un instrumento político de impunidad firmado por CFK, algo que es claramente falso y peligroso.   


[1] Tal como lo señalo en su momento la diputada Elisa Carrió al hablar de un “Comando Iraní venezolano”.
[2] Secretaría de Informaciones Del Estado hoy llamada Agencia Federal de Inteligencia AFI
[3] Dirección General de Seguridad Exterior de Francia
[4] MILITARY INTELLIGENCE, SECTION 6. También conocido como SIS.
[5] Un término hebrero que remite al holocausto que sufrieron los judíos europeos a manos del nazismo.
[6] Firma de empresa integrada por ex agentes israelíes del Mossad.
[7] Spyware o sistema de espionaje de origen israelí que ha sido adquirido por varios países de la región usado para infiltrar y escuchar las comunicaciones de los considerados “opositores” o enemigos.
[8] AGUIRRE, Rafael, “El Nuevo Sionismo”, artículo publicado en diario español El País, el 10 de junio de 1986, https://elpais.com/diario/1986/06/10/internacional/518738411_850215.html

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