domingo, 26 de agosto de 2018


 OPINION


“UNDERCOVER”

Que fue lo que realmente sucedió con el submarino argentino ARA San Juan en aquel fatídico noviembre del año 2017 las implicancias de Londres y Santiago de Chile y que es lo que se tapa con la dilación en su búsqueda y hallazgo



Por Sir Charlattam
Creer usted en lo que muchas películas de ciencia ficción del siglo XX mostrar a la palestra de situaciones y épocas calientes de la política internacional, adelantaron lo que termino pasando. Hoy más que nunca los desarrollos tecnológicos de la ciencia –especialmente militares y de inteligencia-  pueden llegar a ser una realidad mucho más real de lo que usted no se podría imaginar. Eso fue lo que tomo por sorpresa a los argentinos en aquel fatídico 15 de noviembre de 2017 cuando uno de sus vetustos submarinos regresaba de hacer maniobras en el sur.

En la tarde de aquella fecha el “ARA San Juan” navegaba con rumbo sur-norte a velocidad crucero a unos 300 kilómetros de la costa patagónica llegando a la altura de la Península de Valdes de la provincia del Chubut  cuando los sonaristas de abordo detectaron movimiento inusual al este de su posición, dentro de las aguas jurisdiccionales argentinas. Al mismo tiempo que el navío argentino se hallaba en operaciones y se preparaba para enfilar hacia aquellas coordenadas, la armada chilena se encontraba maniobrando en la zona de Magallanes en conjunto con la Real Armada británica quienes estaban realizando operaciones conjuntas antisubmarinas.

Para la Armada Argentina esto no era una novedad y las informaciones de que estaban operando submarinos nucleares británicos en conjunto con fuerzas navales chilenas en la zona habían quedo corroboradas con la detección realizada unos meses antes y más precisamente el día 9 de julio de 2017 donde el mismo “ARA San Juan” detecto el movimiento de un submarino clase “Astute” que tras salir de “HMNB Clyde” se dirigía al sur muy probablemente a Malvinas o a Georgias. El gobierno ni los medios argentinos replicaron sobre esto algo que favoreció a lo que estaría por ocurrir.

Pese a lo rudimentario de los elementos de la marina argentina, habían logrado establecer un cumulo de informes que develaban el incremento de las operaciones navales británicas en el Atlántico sur con la colaboración de la Armada chilena. En el edificio de la Armada argentina corría el nerviosismo por falta de directivas concretas del gobierno para afrontar esta situación que se vino repitiendo durante todo el gobierno anterior.  Mientras el Pentágono y la OTAN e incluso Rusia monitorean la región desde sus satélites espía en la estratosfera pudiendo incluso interceptar las comunicaciones de cada artefacto naval, buque o submarino que surcan la región, los argentinos solo cuentan con inteligencia humana muy limitada y tecnológica mucho más aún que los deja inermes ante situaciones como las que se les presento.

¿Pero por qué los británicos estaban operando en forma masiva en el Atlántico sur por aquellos momentos?  No necesitamos decir que tenemos una base en las islas Falklands y en la Antártida pero las razones para el crecimiento en el movimiento durante los últimos cinco años tienen otra explicación. Además ello representa una fuerte inversión del presupuesto que el parlamento no está dispuesto a conceder. Según me ha comentado un viejo camarada que sigue teniendo contactos en “White Hall” Admiralty el gobierno de Theresa May y el Foreign Office han incluido a sus posesiones de ultramar como temas preponderantes para restablecer la política imperialista al estilo de la época de oro de la Corona británica de su Graciosa Majestad. Los tiempos se están poniendo duros y Gran Bretaña ha pasado de ser aquella “potencia de segunda” de la segunda parte del siglo pasado  a la zaga de EEUU a una de “cuarta” carcomida por los escándalos internos, la corrupción y la ineficiencia burocrática.

Contemporáneamente a esto el Parlamento muy a su pesar había autorizado pagar por la instalación de un costoso sistema antimisiles provisto por Tel Aviv para mejorar las capacidades militares de las islas y prevenir posibles amenazas del continente. Esto aumento el tráfico hacia las islas y Buenos Aires no podía ignorarlo.

Además en lo que respecta al Atlántico sur la situación no podía ser más propicia. La región y en especial Argentina están entregadas en bandeja de plata y todo ello gracias a gobiernos pragmáticos como los de Michel Temer y Mauricio Macri quiénes han firmado un verdadero pacto con el diablo traicionando a sus propias soberanías y poniendo bajo los paraguas del Foreign Office los destinos de sus pueblos. La región es una verdadera mina de oro para los próximos doscientos años y la economía británica podría sustentarse con solo la mitad del petróleo y el gas que hay en las islas. Pero esas riquezas no son para compartir con Argentina e incluso muy seguramente tampoco con los Kelpers. En realidad nada nuevo para las ambiciones del Foreign Office pero si para los argentinos que solo hace poco han caído en cuentas que desde 1990 habían sido vendidos por el entonces gobierno de Carlos Menem con la firma de los acuerdos de Madrid y varios memorándum secretos que los reglamentan en aspectos tan detallados como escabrosos.  

Pero regresando a aquella terrible tarde del 15 de noviembre, las condiciones del mar en esa zona era bastante normal para la época y no habían condiciones atmosféricas extremas como lo han querido decir las mismas autoridades argentinas, que saben desde el comienzo lo que ocurrió pero callan la verdad. El capitán del navío argentino ordena el giro a babor para acercarse al punto donde se había escuchado ruidos anómalos que llamaron la atención de los sonaristas, pero solo acercamiento prudente ya que, además que no estaban en misión de ataque, solo contaban con un solo torpedo tipo “Telefunken SST-4” de fabricación alemana y lo peor de todo algunos de los lanzadores estaban sin uso.

Es importante no perder el hilo de este episodio ya que no fue una misión suicida o secreta encargada por Buenos Aires para espiar las actividades de la Real Flota en torno a las Falklands. El gobierno del presidente Mauricio Macri no habría aprobado jamás ese tipo de actividades contra los intereses británicos en el Atlántico sur que al mismo tiempo son los intereses de Washington al que aquel es subalterno.  El tránsito del “ARA San Juan” era rutinario y había estado siendo seguido por unidades chilenas y británicas cuando salieron del puerto de Ushuaia, algo que fue detectado por la tripulación del submarino y comunicado a su Comando central de Mar Del Plata,  pero “esos peculiares ruidos” llamaron su atención en grado sumo, pero ¿Qué tan peculiares eran esos ruidos y que los estaba generando para que el capitán de este submarino tomara la decisión de ir a investigar?

Aquí es donde comienza la ciencia ficción. Al parecer uno de los submarinos nucleares de la Real Armada que estaban operativos en las aguas del Atlántico sur, posiblemente el “HMS Ambush” o el “HMS Artful” se hallaba desarrollando una novedosa prueba  encubierta con otra nave estadounidense unas millas al oeste de la posición del “ARA San Juan” mientras contaban con el apoyo naval y del sistema de vigilancia aérea “AWACS Cóndor” chileno que guardaba sus espaldas al oeste, todo esto con el conocimiento y autorización del entonces Contraalmirante Kurt Hartung y su plana que seguían los acontecimientos desde Santiago de Chile. Aparentemente este dispositivo vigilaría furtivamente los movimientos navales argentinos que estaban presentando en Tierra del Fuego.

Pero según corrigieron mis informantes el avión que se encargo de la vigilancia furtiva del submarino argentino fue un avión de guerra antisubmarina chileno “C-295 Persuader”  con base en Punta Arenas del cual los argentinos no se percataron  -en parte porque el MI-6 y la inteligencia militar le dio a Chile detalles de la falta de radares argentinos- y fue el que señalo la posición.  Al mismo tiempo todo el escenario estaba siendo a su vez monitoreado por la inteligencia satelital rusa que tomo en tiempo real la situación.

Pero aquí surge otra pregunta ¿Habrán sido los argentinos atraídos deliberadamente a esas coordenadas para una emboscada de prueba? Y de haber sido así ¿Qué fue lo que probaron los británicos sobre el submarino argentino? La respuesta es asombrosa pero real y se refiere al novedoso sistema de armas electromagnéticas desarrollado por EEUU denominado por la CIA como “AQS-248” que proyecta un haz de rayo de pulso sobre una embarcación y produce el daño total de los circuitos eléctricos inutilizándola por completo y obviamente cortando las comunicaciones. Con esto la tripulación quedaría inerme sin posibilidad de lanzar llamadas de auxilio ni emitir señales GPS, incluidos sus teléfonos móviles y terminaría muriendo por asfixia rápidamente por efecto de los gases de la explosión interna. Allí radicaría el repentino corte de contacto. Sin poder ni energía el submarino era un blanco estático fácil de batir. Pero otro efecto de esta arma podría tener implicancias más dañinas ya que estas microondas podría haber activado la espoleta del torpedo que tenía abordo y de todas la armas portátiles abordo haciéndolas detonar en su recamara acelerando la muerte de la tripulación.  

Según fuentes de inteligencia propias el submarino “ARA San Juan” se halla intacto y a tan solo unos 850 brasas de profundidad semi enterrado en la sedimentación barrosa de la plataforma argentina. El problema para Londres y para el gobierno subalterno de Buenos Aires (que ha colaborado con la ocultación de estos hechos) es que esta accesible a rescatistas navales; en realidad siempre estuvieron al alcance de su rescate. Ello demuestra que hubo premeditación para no hallarlos. Vivos los marinos argentinos habrían hablado y de hallarlos hoy, sus cuerpos hablarían y delatarían lo que los ataco.  La pregunta final sería ¿Se permitirá su definitivo hallazgo?

viernes, 24 de agosto de 2018

EN LA MIRA



“TRUMP Y SUS CIRCUNSTANCIAS”

Cómo lograra Trump salir del atolladero en el que se encuentra producto de sus extravagancias y sus desaciertos políticos que enfurece al Stablishment político y financiero



Por Charles h. Slim
Estamos presenciando el segundo año de gobierno del presidente Donald Trump y pese a ello, EEUU no ha logrado sobreponerse a su espiral descendente en lo que hace a sus ambiciones geoestratégicas vinculadas con su economía basada en la guerra y la industria armamentística. Ante esto el presidente ha continuado con sus políticas aislacionistas para restablecer la puridad estadounidense mediante medidas racistas y discriminatorias contra los inmigrantes. Como diría cualquier inconformista estadounidense “eso no es suficiente”.

Y es que en lo que va de estos largos 17 años de una trepidante política de excepción nacida de aquellos ataques del 11 de Septiembre de 2001, no solo no hubo la seguridad tan clamada por la Casa Blanca, sino que tampoco ha habido paz ni beneficios para el común de los ciudadanos de a pie de la Unión. Obviamente dejamos de lado a los empresarios y a las pocas familias que controlan las megas corporaciones y las trasnacionales vinculadas a la industria armamentística que además de ser los beneficiados por las sucesivas guerras abiertas por EEUU, promiscuamente se entrelazan con los sectores financieros más recalcitrantes de Wall Street y la City Londinense.

Trump en este sentido solo ha realizo una sola innovación y ella se refiere a un mero aspecto ganancial, intentando generar fuentes de trabajo para los estadounidenses limitando la inmigración y repatriando capitales y empresas nativas en el exterior. Similar lógica ha aplicado al campo de la defensa y las Fuerzas Armadas, que se hallan desperdigadas en cientos de bases militares alrededor del globo aunque, solo ha sido un reacomodamiento de dichas fuerzas muchas de las cuales han sido reubicadas en Palestina tras el provocativo e ilegitimo reconocimiento por parte de Trump de Jerusalén como capital de Israel.

Con sus políticas megalómanas de apariencias y ampulosidades inútiles, ha hecho crecer hasta las nubes el presupuesto militar o como dicen Washington “para la defensa” y para peor, como han señalado varios analistas, en forma escandalosa. Tratando de recrear su eslogan de campaña “Volvamos  Grande a América” y desbancar a los oponentes alineados a Clinton quienes son partidarios de la guerra global, ha recortado las actividades militares en los sectores más calientes del planeta pero ha invertido al mismo tiempo en el mejoramiento tecnológico de sus FFAA que no ha estado exento de duras críticas provenientes de ex generales y expertos en defensa.

Contrariamente a lo que venían implementando los sectores neocon, Trump toma distancia de la OTAN y reniega constantemente de los gastos que implican para los EEUU tener que mantener una estructura militar que en realidad (según él) deberían pagar los europeos.  Al mismo tiempo y en referencia a las relaciones con la UE, la Casa Blanca ha creado una fuerte crisis financiera que está haciendo tambalear el sistema entre ambas partes, afectando muy particularmente el sistema de comunicaciones financieras interbancarias SWIFT.  Igualmente y más allá de los discursos y de este tipo de desplantes del presidente estadounidense hacia sus colegas europeos, el Pentágono sigue teniendo una participación preponderante en los asuntos de la organización que hoy por hoy se halla en alerta roja ante las asombrosas novedades tecnológicas del otro lado de los Urales.

En ese sentido los anuncios de Vladimir Putin a comienzos del año en referencia a los sistemas de misiles intercontinentales de alcance ilimitado “AVANGARD” (Vanguardia) y sus anunciados sistemas de armas laser de pulso electromagnético tanto para uso antiaéreo como terrestre y naval, puso los pelos de punta al senado y a los asesores del Departamento de Estado y de la Defensa al caer en cuentas de que Rusia no había estado durmiendo todos estos años y ahora, pese al billonario presupuesto norteamericano volcado durante décadas para montar los escudos antimisiles, estaban expuestos y vulnerables sin importar donde estuviesen.

Presionado por ese “Estado profundo” que gobierna tras bambalinas, Trump debió impulsar una nueva batería de sanciones contra Rusia intentando debilitar su economía, algo que no ha funcionado y prueba de ello se ve reflejado en los importantes avances geopolíticos y militares de Moscú.    

Como parte esencial en esta falla y notoria falta de previsión de las capacidades militares de Rusia estaba y sigue estando la CIA, la NSA y DIA (para nombras las más importantes agencias de inteligencia estadounidenses) quienes –hay que decirlo- han tenido una muy mala convivencia con el actual ocupante de la Casa Blanca. No olviden ustedes que cuando Trump toma el poder, comenzó a implementar sus recortes en las operaciones secretas de la CIA en Siria, Iraq, Yemen, Afganistán y Pakistán aunque es bueno señalar que, ello no redundo en que dichas agencias abandonaran su participación en operaciones puntuales en esos lugares.

Cuando Trump denuncio públicamente la criminalidad de sus propios predecesores (Bush y Obama), la inutilidad de la invasión a Iraq en 2003, la falsedad de ISIS y a sus reales promotores señalando sin dudarlo a Hillary Clinton y a Barack Obama, en los cuarteles de la “Agencia” volaron por los aires sillas y archivos como una demostración por parte del director John Brennan de su rabia con semejantes alegaciones. En esos momentos, Brennan trato de hacerle las cosas imposibles a Trump hasta que éste último lo ceso del cargo aunque, vale la pena decirlo, dentro de la “Agencia” sigue existiendo un negro doble fondo que comulga con la forma de pensar del ex director.

Y siguiendo con las agencias federales no hay que olvidar el intento desafortunado del FBI dirigido por aquel entonces por James Comey, quien claramente siguiendo instrucciones de Hillary Clinton y sus secuaces, trato de instalar como una verdad comprobada la versión del la supuesta intervención de hackers rusos que ingresaron al centro de datos del Comando Electoral Demócrata para adulterar los resultados de los comicios y que los medios obsecuentes al Status Quo y subordinados al COMCAST instalaron en forma novelada como el “Russia Gate”.

Pese a los esfuerzos no lograron que esa versión en la que se trata de pintar a Trump como un traidor pro ruso y a Hillary una candidata estafada, convenciera a la gran mayoría del público hastiado del corrupto Stablishment político al que pertenecen Clinton y sus acólitos. Pese a la hipnotizante repetición que ejercen los medios estadounidenses de ésta versión Hollywoodense de los supuestos hechos que rodean la novela del “Russia-Gate”, pocos creen que ella sea verdad.

Pero Trump tenía su punto débil y ese era su vida privada. Su largo historial de pasadas aventuras con prostitutas caras y dispendiosa vida a costa de sus buenos ingresos no lo hacían muy popular y apenas comenzó a molestar en los altos círculos del poder neocon que (aliados con el poderoso Lobbie Sionista) controla a la vida política y de los medios de la Unión, milagrosamente aparecieron de su pasado lejano algunas de aquellas aventuras reclamando por sus “affairs” decorándolos con detalles escabrosos de su intimidad. Como ello era un bochorno para la campaña presidencial y causaría un escándalo en los círculos conservadores de Washington, hubo que hacer algo y de ello se encargo uno de los abogados de Trump llamado Michael Cohen. La propuesta era clara ¿Cuánto por sus silencios? Si esto se ventilaba en forma continua ante los medios, habría manchado de grado sumo la imagen de Trump y logrado el propósito de los puritanos (hipócritas) del neoconservadurismo estadounidense que sustentaban a Clinton.


Hoy por hoy toda esta situación ha empeorado. Tras la testificación de culpabilidad de su abogado Michael Cohen por haber pagado sobornos para que se callen a dos reconocidas actrices “pornstar” con las cuales Trump había estado en el pasado y la condena por fraude fiscal y bancario a su ex asesor de campaña Paul Manafort, ha dado lugar a que se reactive la campaña agresiva contra el presidente estadounidense que cada día que pasa, ve más endeble la estabilidad de su administración.

lunes, 20 de agosto de 2018

EN DEBATE




“ARGENTINA Y LA BALCANIZACIÓN”

A medida que empeora la situación institucional económico y social del país, a modo de colchón el gobierno de Macri profundiza sus relaciones con Washington y Tel Aviv ¿Preludio del colapso?



Por Charles H. Slim
Que puede usted deducir si le digo la palabra Balcanización. Tal vez lo retrotraiga a los primeros años de la década de los noventas en una región europea, extraña para su conocimiento en un país que ya no existe y que sucumbió producto de las grietas étnicas que lo surcaban. Su denominación surgió del término Balcanes que es la región donde alguna vez existió Yugoslavia y que por una guerra civil fratricida, dejó de existir en 1991.

Pero seguramente usted se estará preguntando ¿Por qué aparece Argentina asociada a este término en el titulo de este artículo? Pues bien, la respuesta es muy clara. Porque se está desarrollando un proceso similar de disgregación político-social que además de estar siendo promovido desde ciertos sectores externos a los que el gobierno de Macri considera “amigos, podría desembocar en una crisis de mayores complicaciones que implicaría el uso de las armas.

Seguramente piense que “por qué nada de esto se ha dicho o analizado” en las tribunas mediáticas de la televisión abierta y de los medios oficiales; pues la respuesta es muy simple (y como lo hemos dicho hasta el hartazgo) ellos son pagados por la corporación de medios que responde a los mismos intereses que fomentan la nueva dinámica política del país. Y no se trata de una idea conspiranoica, de una fantasía ni mucho menos, hay detrás de todo ello, vastos intereses que más que nunca necesitan de hacerse con el control de una Argentina desmantelada, absolutamente indefensa y dispuesta a ser controlada. Un buen padre adoctrina y enseña a su hijo para que crezca con una cultura de esfuerzo y de preparación para el futuro para lo cual, le provee del alimento y educación  para que tenga fortaleza física y psíquica y el sustento necesario para que salga avante ¿Qué clase de padre sería Macri con su hija “Argentina” a la cual además de mantenerla en la ignorancia con las manipulaciones mediáticas, sacarle la comida a  una amplia mayoría de la población, baja sus defensas a lo más mínimo a riesgo de dejarla desprotegida?

El primer paso ya se ha dado. Impunidad para lo que realmente sucedió con el “ARA San Juan” y el ingreso de tropas extranjeras al país para “proteger” el próximo evento del G-20 son solo el comienzo. Y para rematar, la colaboración política que Macri está dando a los esfuerzos de los mismos enemigos de la Argentina que bregan por derrocar al gobierno de Venezuela atenta sin dudas contra el respeto a la soberanía política de aquella nación.

Nadie con un poco de sentido común puede dejarse de cuestionar esta situación y mucho más cuando el país está siendo cooptado por aquellas mismas fuerzas extranjeras que traen su propio teatro de acciones para llevar adelante sus objetivos geoestratégicos dentro del cono sur. Hay en esto, una clara irresponsabilidad del actual gobierno argentino no solo con su propio pueblo sino con todos los países de la región ya que la llegada e instalación de bases militares (y de inteligencia) operativas de EEUU e Israel, pone en el escenario, la prueba acabada del obsceno desarrollo de planes foráneos a costa de los propios intereses y seguridad de los argentinos.

En ese sentido y para justificar estos movimientos, desde los medios han hecho correr rumores (archi ridículos) sobre la supuesta presencia en el país de “ISIS” y del odiado por los sionistas “Hesbola” libanes (Partido de Dios), asociándolos convenientemente al narcotráfico. Son estos los fundamentos que usa el Ministerio de seguridad para explicar la estrecha colaboración que ha establecido con estos elementos extranjeros (muchos de ellos) con nefastos antecedentes por crímenes de guerra y lesa humanidad.

La política de seguridad de la ministra Patricia Bullrich es una hoja de ruta entregada por Tel Aviv y secundada por el Pentágono y ello no podría haberse implementado sin una directiva clara del poder ejecutivo al que representa y en especial de los círculos que lo rodean. Consecuencias de ello son la reasignación de nuevas funciones a las Fuerzas Armadas para operar en el interior junto a las “Task Force” que los norteamericanos y sus colegas israelíes dirigen  en el norte (Misiones y la Quiaca) y el sur del país (Ushuaia y Neuquén). Se puede decir con seguridad a no errar de que las cúpulas de las Fuerzas Armadas y los servicios de inteligencia argentinos han sido totalmente cooptadas por estos componentes foráneos y no discutirán ningún punto de vista que aquellos pretendan aplicar. La visita que hizo el Secretario de Defensa norteamericano General James “Mad Dog” Mattis lo dejo bien claro. Como cualquier argentino consciente de estas circunstancias y de lo que ellas pueden deparar de aquí en adelante podría decir sin error a equivocarse… “estamos fritos”. Y no es una exageración; hay suficientes fundamentos de peso para concluir de esta manera.

Por supuesto que tanto Washington, Londres como Tel Aviv no desean la desarticulación violenta del país como si lo han propiciado en los estados árabes del Medio Oriente (y como lo intentan en Irán) ya que, es imprescindible para ellos que el territorio permanezca como el vergel del cono sur de donde obtendrán magnificas ganancias a costa de una clase política, empresarial y periodística obsecuentemente traidora a los verdaderos intereses nacionales. Para ello han estado profundizando mediante trascendidos lanzados por la CIA y el Mossad israelí de que “Hesbollah y el ISIS operan en la Triple Frontera”, un argumento a todas luces inverosímil y antinatural (por las razones que muchas veces hemos explicado), pero útil para sembrar el miedo en una sociedad acostumbradamente timorata y pusilánime.  

Con aquel argumento y esgrimiendo el miedo al “terrorismo islamista” –una farsa monumental creada por dichas agencias de inteligencia- pretenden profundizar sus actividades en la seguridad interior del país y la región, agregando como condimento extra “el peligro del régimen de Maduro”. Será mediante estos embustes como intentaran llevar a la esclavitud voluntaria de sus habitantes.

El proceso ha comenzado hace muchos años y pese al sistemático ocultamiento ejercitado por los medios y la colaboración de todos los gobiernos argentinos, hoy se sabe que soldados israelíes exploran la Patagonia argentina en misión de topografíar y documentar las mejores tierras pudiendo incluso moverse muy cómodamente, en las tierras del sionista británico Joe Lewis. Como esto se masifico, Tel Aviv por intermedio de su embajada en Buenos Aires y mediante las agrupaciones  sionistas locales (DAIA y la OSA) enmascararon estas incursiones mediante la creación de una ONG que a forma de máscara de cartón denominada “Mochileros sin fronteras”, haría más discretas y menos controversiales las exploraciones de estos soldados israelíes.

A esta de por sí anómala situación se agrega la imperante realidad en la que Macri ha sumido a su país. Gracias a su alineamiento, la 4º Flota de los EEUU y los cuerpos de “Marines” tienen su apoyatura tanto en Malvinas como en el propio continente cerrando así un importante dedal estratégico en el Atlántico sur. Y si eso no bastara, la llegada de tropas estadounidenses a la Patagonia camufladas como gendarmes argentinos, dan indicios graves de lo que se está cocinando. Sobre esto último, la imponente y muy bien situada pista de la estancia de Lewis a pocos kilómetros de Sierra Grande, sirve como puerta de entrada del equipo aerotransportado en el cual han llegado equipo y casi un centenar de norteamericanos disfrazados de oficiales argentinos.

Con todos estos elementos en danza y la inestabilidad en la que actualmente se sacude el país, muchos olfatean que algo grande puede suceder y por supuesto, nada bueno para Argentina.



viernes, 17 de agosto de 2018



EN LA MIRA



“ACUERDOS ESTRATEGICOS”

Hoy más que nunca queda en evidencia el error histórico de la Argentina por no trabajar con seriedad su política exterior ¿Qué margen le queda a Macri para realizar acuerdos estratégicos?


Por Charles H. Slim
Hoy más que nunca la Argentina requiere de una visión estratégica integral ante un mundo cerrado y mezquino especialmente propiciado por la conflictividad permanente que desde hace diecisiete años hasta esta parte lo han convertido en un lugar inestable y de iniquidades jamás vistas. Es en este escenario en el cual el gobierno de Mauricio Macri debe moverse para tratar de sacar del fango en que se halla atascada la Argentina, que tiene todo para resolver ese problema pero que aparentemente no está dispuesta a realizar grandes sacrificios para ello.

Sin duda que en todo esto, hay una gran responsabilidad del carácter colectivo argentino, históricamente autista y hasta negador de la realidad más allá de sus fronteras que como lo hemos señalado varias veces asemeja al avestruz metiendo la cabeza bajo la tierra. En este sentido desde su punto de vista cosmogónico el país es un planeta dentro del mismo plantea tierra y todo lo que pase fuera de la realidad argenta no puede llegar jamás; sin dudas hay un enfoque infantil que si o si deberán cambiar si pretenden sobrevivir como un estado soberano.

Macri no ha innovado en esta situación. Por el contrario ha profundizado la receta pro-colonialista de los gobiernos conservadores previos al nacimiento de movimientos nacionalistas como el Peronismo, llevando a la Argentina a estar bajo la más absoluta dependencia de Londres. Pero eso fue en el comienzo del siglo XX y para peor, no beneficio al estado argentino. Macri ha revivido esta política adaptada a la actual situación mundial y una prueba clara de ello se ve en la entrega de su soberanía en todos los aspectos, incluyendo la monetaria.

En el mundo actual la crisis es la abanderada y los conflictos se multiplican en forma preocupante siendo el conflicto bélico (como forma de enfrentamiento entre los estados) un factor más de esta inestabilidad global. La aislacionista administración de Trump tiene parte importante en la actual situación no solo por el peso específico geopolítico de EEUU sino por las propias políticas que impulsa éste presidente y que están enfocadas a establecer un cerramiento de la economía propia y la de todos los países causando descalabros financieros en países aliados como Turquía. Si bien sabemos que desde hace casi veinte años EEUU no para de abrir conflictos y desatar guerras alrededor del globo, hasta la llegada de Trump a la Casa Blanca ese nivel de conflictividad no iba más allá de las armas. Con su ascenso y la implementación de un proteccionismo económico a ultranza y la resucitación de la doctrina Monroe dio rienda a suelta a una nueva guerra, de carácter comercial y global.

Algo similar hizo Gran Bretaña con el “Brexit” despegándose de las políticas de bloque de la UE (en especial las comerciales y financieras) intentando revivir las viejas épocas del “Imperio Británico” que entre otras, tiene su influencia de facto en las islas Malvinas, Sandwiches y Georgias del sur.

Actualmente el mundo se halla inmerso en una guerra de carácter comercial en la cual los EEUU trata de imponer su hegemonía mediante acuerdos trasnacionales con clausulas leoninas que tratan de destruir la competitividad en el mercado internacional, implantando condiciones extorsivas que en algunos casos son el complemento de sus conflictos políticos existentes con países como Irán, Siria o la misma Rusia. Quizá el choque más estruendoso sea el que se ha producido últimamente con China, que representa uno de los mercados más grandes de Asia y que a su vez, compite con sus productos contra las políticas de mercado de EEUU que intenta recudir la importación de otros países acudiendo a los arancelamientos abusivos y chantajes diplomáticos.

El frustrado intento de condicionar a Pekín para que comercie con quien le agrada a la Casa Blanca y no lo haga con ciertos países fue el prolegómeno del arancelamiento de más de 800 productos que ha caído en oídos sordos dejando en claro que la república Popular no se dejaran chantajear.  De esta manera Donald Trump y a su modo está diciendo “o nos compras a nuestro modo o te arancelo tus productos” en una remozada versión de la frase extorsiva del entonces presidente George W. Bush cuando tras los ataques del 11 S a las Torres Gemelas y tras las críticas por las mentiras sobre Iraq, emplazo a los gobiernos del mundo a no criticar sus métodos de combate al terrorismo.

Por su parte Brasil está sintiendo el rigor de estas políticas norteamericanas, especialmente aquellas que están vinculadas a las sanciones que se están aplicando contra la república Islámica de Irán, que no solo afectan las exportaciones de productos agrícolas sino que condicionan la actividad financiera del mismo país sudamericano que representan desde el punto de vista legislativo, una ilegalidad absoluta. Si la Casa Blanca pretende influir en la competitividad del mercado internacional a base de “Twits intimidatorios” eso no puede llamarse mejor que lisa y llanamente una simple extorsión.

No olvidemos que la UE ha rechazado doblarse ante esto y como respuesta ha encontrado las acostumbradas bravuconadas y exabruptos de un Trump que cada día gana más enemigos, incluso dentro su propio gobierno.  Pero siguiendo con la postura de la Unión Europea, ha quedado claro que si logra imponerse y resistir las presiones de Washington por condicionar la actividad mercantil y financiera a gusto de lo que quiere el proteccionismo Made in USA habrá chances de que el impacto negativo sobre la economía del Brasil sea menor a lo pronosticado en las actuales circunstancias.

Ello ha causado un impacto sumamente negativo en la economía de Sudamérica pero especialmente en la Argentina que está sometida a una escalada de suba del dólar por efecto (en parte) de una cultura de la desconfianza en su propia moneda que hace que muchos argentinos con capacidad de compra, estén invirtiendo en la compra de divisa americana volcando la economía de su país hacia la dolarización y con ello a un desastre social que no sabe aún cuál será el impacto que causara en la sociedad y cuál será el precio que pagara la clase política de ese país.

Por lo que se ha podido ver, Argentina y su gobierno vuelven a ir contra la corriente de los acontecimientos del mundo y no porque sea una pionera o elegida por algún motivo mesiánico, sino por el hecho de no haberse interesado seriamente  –a nivel de estado- de sus intereses geoestratégicos y políticos. Si el país hoy se halla a la deriva no es algo casual. Macri como sus predecesores ha relegado las alternativas de profundizar relaciones con otros actores importantes como Rusia y China y todo por una obsecuencia histórica hacia los intereses anglosajones que practica toda la clase política y que se ve cuando hacen ese “besa manos” en las embajadas de EEUU y Gran Bretaña en Buenos Aires.

A la vista de esto uno se preguntaría, es que acaso los argentinos ya olvidaron algunas de las conclusiones de algunos de sus más ilustres líderes políticos como el ex presidente Eduardo Duhalde quien en algún momento dijo por el conflicto de los “Hielos Continentales” con Chile “para que tanto problema por unos hielos si lo podemos tener de la heladera”. O a pensamientos más recientes de uno de los más conspicuos funcionarios del gobierno de Macri que dijo muy suelto de cuerpo que consideraba muy seriamente la eliminación de las FFAA ya que el país carece de hipótesis de conflicto, cuando los británicos tienen en Malvinas una base con un poderío militar amenazante.


Con estos ejemplos se puede entender porque Argentina no ha hallado una senda propia y menos aún, fructífera para salir del atolladero en el que se encuentra ¿Cuándo decidirá salir de la zona de confort para cambiar esta situación?    

lunes, 13 de agosto de 2018


EN DEBATE




“MAGNICIDIO FALLIDO”

Quiénes han estado detrás del fracasado ataque contra el gobierno legitimo de Venezuela y cuales pueden ser sus consecuencias




Por Pepe Beru
El fallido intento por asesinar a Maduro y a todo su estado mayo que se hallaba en el palco el 4 de agosto último, ha revelado que  nada de lo que ha venido aconteciendo en la región es casual y todo se mueve al compás de una agenda muy clara que pretende desbancar los últimos polos de independencia política que quedan en el continente y que fastidian a Washington.

El gobierno bolivariano de Venezuela es sin dudas el paradigma de ello. Más allá de las contradicciones de Maduro y su muy cuestionada gestión, la revolución impulsada por Hugo César Chávez que se plasmo en la Constitución de 1999 fue el inicio de una nueva geopolítica muy audaz y adelantada para su momento, demasiado para las clases políticas corruptas y anquilosadas de la región, incluyendo a la Cuba Castrista.

Para quienes leen entrelineas no quedan dudas de que este fallido ataque tiene la firma de los que han estado engañando al mundo con su denominada “guerra contra el terrorismo” y que los medios secundan  tratando de justificar cada día con menos éxito. Tras el fracaso por causar una masacre contra el liderazgo político y militar de Venezuela, esos mismos medios han salido inmediatamente a tratar de sembrar las dudas sobre la autenticidad del hecho alegando a oraciones tales como “sospechoso atentado” o incluso aseverando que la intentona fue “fraguada por el régimen”.

Tal vez esto hubiera funcionado en los setentas o incluso hasta mediados de los noventas, cuando la opinión pública no tenía más alternativa que informarse por la televisión y las radios sin tener a la mano la disponibilidad de las herramientas tan sofisticadas y masivas como son las redes sociales y los medios alternativos en el internet.  Si esto se hubiera producido en la década de los ochentas, los medios oficiales que a su vez son subalternos de los conglomerados anglosajones que digitan las líneas informativas a nivel global, hubieran empequeñecido este episodio hasta el grado de transformarlo en una caricatura.

Tratar de asesinar a un primer mandatario es algo muy grave sea del país que sea. Pero las reacciones de las empresas de noticias occidentales han dejado en evidencia que marchan al compás de la agenda que marca Washington y que es desandada puntillosamente por sus colaboradores regionales como lo son actualmente los gobiernos de Colombia, Argentina y Brasil para nombrar solo a los principales.  Evaluando esto ¿Puede usted imaginarse si un intento semejante se hubiese llevado a cabo contra un mandatario de los países antes nombrados? Sin lugar a dudas el espectro informativo de toda la región y el mundo serían bombardeados con titulares escandalosos y poniendo al “terrorismo” como el protagonista central intentando manipular a la opinión pública con sus lacrimógenas  campañas de victimización. En este sentido podemos ver como este sector ha tratado de banalizar el intento de magnicidio con suspicaces análisis o directamente, ignorando el tema.

Las investigaciones del hecho dio lugar a que se llevaran adelante varias pesquisas y detenciones sobre personalidades de la oposición vinculados estrechamente a su vez con personajes radicados fuera de Venezuela y con especiales contactos con Washington y Bogotá. Uno de los más nombrados y acusados por el propio presidente Nicolás Maduro es el ex presidente de Colombia Juan Manuel Santos, artífice de la ampliación de bases militares estadounidenses en la región y de la firma de los acuerdos de cooperación con la OTAN. Aunque los medios alineados con el relato estadounidense dejan de lado estos pormenores y se centran en señalar supuestas contradicciones en los relatos de los asistentes en el momento del ataque, lo cierto es que son elementos muy significativos al momento de considerar quienes pudieron impulsar y ejecutar esta fallida operación.

Como era de esperar, el inmediato operar de las fuerzas de seguridad venezolanas deteniendo a varios sospechados del complot desato una ola de críticas en los sectores pro-estadounidenses en el exterior (espacialmente en Miami y Buenos Aires) denominando este proceder como el accionar ciego y brutalmente represivo. Pero solo es una táctica semántica y artificiosa que intenta por un lado desviar los hechos que rodearon al ataque y a su vez desacreditar al (aunque mal les pese) gobierno legítimo de Caracas ¿Y qué hechos son los que se quiere tapar? Comencemos por los artefactos utilizados para el ataque.

Según han señalado las autoridades venezolanas los Drones usados eran modelo DJI-MATRICE 600 utilizados para tomar fotografías y diseñados con fines industriales. Obviamente ello no es obstáculo de que los mismos hayan podido ser adaptados a la circunstancias para poder operar con mayor sigilo y burlar la seguridad del evento. No es una novedad ver como son usados para fines militares, Drones que tienen propósitos de exploración y reconocimiento civil. En 2014 pudimos notar con asombro como esta tecnología era usufructuada por grupos mercenarios en el Medio Oriente. Uno de los precursores en estas ingeniosas adaptaciones es sin dudas el “ISIS” en Iraq donde hizo estragos entre las fuerzas gubernamentales iraquíes lanzando granadas desde Drones espía de diseño y fabricación estadounidense (Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=cz2jrmnm7ds ).

Entonces muchos se preguntaron ¿Cómo unos simples pistoleros reclutados en las tribus nómadas de Al Anbar y del este de siria sabían manipular estos sofisticados aparatos? Y mucho más difícil de explicar ¿Quiénes les otorgaron el acceso a estos costosos Drones que solo se fabricaban en occidente  y quiénes los reformaron para que operaran como vectores de ataque? Y en lo que hace al tipo de explosivo que se utilizó para atentar contra Maduro, arroja más indicios sobre el origen de los autores. El explosivo plástico  C-4 es de uso militar, de origen estadounidense y de acceso restringido, entonces ¿Quiénes pudieron haberlo adquirido sin despertar sospechas de la inteligencia estadounidense? Estas respuestas son tan comprometedoras que los medios y los periodistas anglosajones –y por supuesto los subalternos sudamericanos- ni siquiera tocan el tema cuando osan argumentar sobre la situación en aquella región.

Incluso Rusia ha sido blanco de ataques con esta modalidad, cuando a comienzos de año una flotilla de Drones bizarros ensamblados con elementos asequibles en una ferretería pero equipados con modem de control remoto de última generación, lanzaron pequeñas bombas (pero dañinas) sobre la base aérea de Jeinmim, Siria.    Es por ello que cuando los medios y los periodistas tratan de ridiculizar el hecho con el término “supuesto” intentando desacreditar la viabilidad de los Drones como armas para perpetrar un magnicidio, ponen aún más al centro de la escena el involucramiento de manos expertas en la concreción de este tipo de acciones que solo buscan establecer el caos aprovechando las circunstancias imperantes.

Solo para que no queden dudas de quienes operan con estas modalidades y con este tipo de intensiones, solo véase lo que ocurrió ese mismo 4 de agosto pero en Siria cuando un científico sirio de nombre Aziz Asber fue asesinado junto a su guardaespaldas por el uso de un Drone dirigido por la inteligencia israelí. 
El automóvil en el que se trasladaban voló por los aires por el accionar de un sofisticado ingenio armado con explosivos.


Este tipo de asuntos tan sucios van más allá de tipos como Bush, Obamas o de un quisquilloso como Trump que ocupan transitoriamente la Casa Blanca, ya que no son ellos quienes ordenan estas intrigas y solo recién cuando ellas se han concretado tal vez, solo tal vez, conozcan algunos por menores que no pongan en riesgo a la llamada “seguridad nacional”.