miércoles, 21 de octubre de 2015

EN DEBATE


“ADIOS MOSCÚ, BIENVENIDO WASHINGTON?”


Cómo la salida del gobierno de Fernández de Kirchner, puede significar el borrado de todas las tratativas y las relaciones político-económicas con Asia


Por Pepe Beru

Un amigo argentino me ha dicho, que en su país los políticos cambian de lealtades como cambian sus calzoncillos; una metáfora cruda para con sus compatriotas pero, con solo ver un poco la historia de este país sudamericano, su visión parece muy real.  

El próximo recambio de gobierno parece señalar un cambio de rumbos en lo que hace a la política internacional y un regreso a viejos senderos transitados por el menemismo en la década de los noventas. De los lazos construidos con Rusia y China por la política de Cristina Fernández  que tanto molestaron a los sectores de la derecha política y económica de Washington y locales, podrían irse al caño con un ascenso de Mauricio Macri y Cía, representante si los hay, de la crema sionista nacional y obsecuente colaborador de la embajada de EEUU en el país.  Tal como lo ha revelado en el libro “ArgenLeaks” de Santiago O´Donnell, donde reproduce los cables de Wikileaks  sobre las entrevistas que entre otros tuvo Macri en la embajada estadounidense en Buenos Aires (v. http://www.diarioregistrado.com/politica/131273-wikileaks-revela-los-pedidos-que-hizo-macri-a-los-estados-unidos.html ).

Desde el punto de vista de la planificación, la incertidumbre que ya se está  intuyendo en los círculos gubernamentales y administrativos regados por el kirchnerismo, parece  sacar el sueño a varios de la legión de funcionarios y empleados que ingresaron a puestos pagados por el erario nacional y que se convirtió en el gran reclutador de incondicionales populares. 

En lo que hace a la política exterior, ha prevalecido más la  verborragia que la actividad concreta, algo típico de la Argentina de los últimos treinta años. Con los amagues de que pretender ascender como un actor con relevancia mundial, el gobierno de Fernández solo deja una “sensación”, la de que “Argentina pudo haber logrado realmente su propio camino” pero, las incongruencias  políticas del mismo gobierno llevó a frenarle en aspectos centras y trascendentes para que el país pudiera adquirir dicha relevancia.

En este sentido, se ha escuchados a muchos decir que la presidenta argentina es “muy astuta”, “inteligente” o “una actriz frustrada” entre otras valoraciones peculiares; pero a pesar de darle esos calificativos, los hechos –y recalco, en el campo exterior-  demuestra que ni uno ni lo otro. Y lo peor de todo eso, no es el característico “nini” que circunscribió a  la mayor parte de la época de éste saliente –y autoproclamado- gobierno “Popular y Nacional”  sino que, Moscú considere que la señora Fernández y su gobierno haya sido lo más cercano al exponente político con aspiraciones de concretar una verdadera política independiente y del multilateralismo.

Mezclándolo todo en un mismo bol de la “socialdemocracia”, la señora presidenta ha puesto a freír con  aceite rancio setentista, derechos humanos, fuerzas armadas, políticas de seguridad e inteligencia, una pizca de manipulación emotiva y una sazonada  de castrismo berreta y vindicaciones montoneras, dos cucharadas de progresismo  europeo y patriotismo “para todos y para todas”, cocinar por doce años y se obtendrá un masacote informe que termina siendo nada.

Es honroso reconocer, el justo tratamiento y el reconocimiento del mundo árabe y de sus causas como realidades ineludibles en el concierto internacional, entre ellas la de Palestina, que no hay que dejar de decirlo, arrimó los enconos de los sectores sionistas locales e internacionales. En este tema, Cristina Fernández dio muestra de valor político agregado que rompió aquella valla invisible que costumbristamente no permitía que mandatarios en la Casa Rosada se atrevieran a dar sus puntos de vista sobre estas causas y menos aún, criticar a Israel.

Ciertamente, el coraje en estas posiciones fue meritorio. Ahora bien si Vladimir Putin pudo creer que el gobierno de CFK era algo así como “el chavismo venezolano”, se ha equivocado por lejos. Quizá y muy seguramente, Putin sepa muy bien que la presidenta argentina y sus círculos hayan sido nada más que “la flor de una noche” pero, era la única con la cual intentar tender un puente con un sector del mundo que había estado cerrado a Rusia por más de setenta años.  Para el Kremlin era algo, cuando menos para reconectar con la región.  Es muy posible que los asesores y analistas del mandatario ruso, le advirtieran que los argentinos sufren de un mal muy de ellos como es la “inconstancia crónica”.

Con estos antecedentes los mismos rusos se preguntaron ¿Qué se puede obtener de bueno de los argentinos? Si el gobierno de CFK solo habla de antimperialismo, reivindicaciones de la soberanía de sus Islas Malvinas, de independencia y soberanía popular pero no vemos ningún despliegue material para esos lindos discursos.  El cuestionamiento era más que razonable, Rusia encaraba – y hoy más que nunca- una agenda de altura y realista, mientras que el gobierno argentino seguía discutiendo insignificancias desgastantes.  Lo único que Argentina ofrece no proviene de su gobierno ni de sus políticas cuadriplejicas;  es su gran riqueza productiva y capacidad de los recursos humanos, la que lo hace un mercado apetecible para que se una al BRICS.

La pseuda moralidad que pretendió mostrar el gobierno del CFK discursando que Argentina no fabrica armas, solo responde a una mojigatería barata que tapa el compromiso de asumir una responsabilidad vital, en el campo de la defensa, para un estado que se presuma soberano.  Y en esas condiciones, una sociedad con una potencia como Rusia o EEUU simplemente no puede existir.

Más allá de que por el mes de abril se hablo de acuerdos en cooperación militar entre Argentina y Rusia, que se concretarían con la venta de aviones “SU-24”, (v.  http://mundo.sputniknews.com/seguridad/20150424/1036735274.html ) en lo que va del año, está claro que no se ha concretado.  Es cierto y hay que ser justos en reconocer que, Buenos Aires ha estado presionada por sectores internos afines a Londres y Washington, que se encargan de socavar este tipo de iniciativas que pueden llegar a ser realmente revolucionarias  no solo para Argentina sino también para toda la región.  La adquisición de este tipo de aviones, claramente colocaría el país en una nueva dimensión y  pasaría a una posición muy diferente con la cual, las negociaciones con Londres  tendría más sustancialidad.

Pero para los anglófilos y pro-estadounidenses que habitan en la Ciudad Autónoma, que Argentina se atreva a reestructurar su defensa nacional con elementos altamente cualificados, ello es un error, una provocación al “Foreing Office”  y al “Departamento de Estado”  que perjudicara al país. En realidad, esas alegorías responden a sus propios intereses y no a peligros reales para la nación.  Son los mismos que dedican horas y en los más diversos espacios –mediáticos, legislativos, culturales- para acusar artera y falsamente a Irán de los atentados en la embajada de Israel y la AMIA. Desde que se han desclasificado cables secretos de las embajadas de EEUU, entre ellos los salidos desde Buenos Aires (v. http://santiagoodonnell.blogspot.com.ar/2012_09_01_archive.html ), se ha podido ver cómo operan a través de individuos o las ONG como la USAID, pillada en actividades dedicadas a subvertir las sociedades y el orden público en varios países de América Latina (v. http://www.contrainfo.com/5025/la-mil-caras-de-la-usaid-en-america-latina/) .

El  grado de obsecuencia y servilismo de estos sectores es increíble. Cómo puede ser que alguien pueda creerse que Argentina volviendo a la vieja huella de Washington, pueda mejorar. Está claro que estos mismos obvian deliberadamente las vilezas y los crímenes que en estos últimos doce años, Washington y sus políticas intervencionistas le han traído a millones de personas alrededor del mundo.  Aquel alineamiento automático que tantos beneficios le traerían al país, jamás llegaron.

Solo baste recordar el escándalo de IBM Banco Nación, una fastuosa estafa en la que supuestamente la empresa cibernética modernizaría el sistema de todos los bancos y sedes públicas.  No solo hubo un gran escándalo de corrupción que implicaba al gobierno sino también, la sospechosa muerte del principal imputado, el empresario Marcelo Cattáneo  quien aparecería colgado de una soga de nailon en una construcción de ciudad Universitaria (v. http://www.lanacion.com.ar/113024-hallan-muerto-a-un-hombre-clave-del-caso-ibm-nacion )

El escándalo de la EXEL Group por desvío de fondos;  el robo, venta y triangulación de armas de las unidades militares para destinarlas a países hermanos en conflicto, negocio claramente asesorado por los cerebros de Washington;  la participación de la Armada Argentina en la primera guerra del Golfo Pérsico que según los asesores y analistas de la época, le daría al país la categoría –INEXISTENTE- de aliados “Extra-OTAN” y una docena más de medidas que sacrificaron la soberanía del país.

Es por ello, que viendo los delgados hilos que se han tendido entre Rusia y Argentina que dan una esperanza de un desarrollo progresivo hacia el fortalecimiento estratégico con la interactuación ruso-chino,  se ven peligrar ante las posturas  de sectores como los Macri, Stolbizer y Carrió que entre otras medidas a efectivizar, estaría la de imponer la versión de Tel Aviv y Washington sobre los ataques en Buenos Aires y  deshacer el “memorando de entendimiento con Irán”.

 


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