EN DEBATE
“ADIOS MOSCÚ, BIENVENIDO WASHINGTON?”
Cómo la salida del gobierno de Fernández de Kirchner, puede significar el borrado de todas las tratativas y las relaciones político-económicas con Asia
Por Pepe Beru
Un amigo
argentino me ha dicho, que en su país los políticos cambian de lealtades como
cambian sus calzoncillos; una metáfora cruda para con sus compatriotas pero,
con solo ver un poco la historia de este país sudamericano, su visión parece
muy real.
El próximo recambio de gobierno
parece señalar un cambio de rumbos en lo que hace a la política internacional y
un regreso a viejos senderos transitados por el menemismo en la década de los
noventas. De los lazos construidos con Rusia y China por la política de
Cristina Fernández que tanto molestaron
a los sectores de la derecha política y económica de Washington y locales,
podrían irse al caño con un ascenso de Mauricio Macri y Cía, representante si
los hay, de la crema sionista nacional y obsecuente colaborador de la embajada
de EEUU en el país. Tal como lo ha
revelado en el libro “ArgenLeaks” de Santiago O´Donnell, donde reproduce los
cables de Wikileaks sobre las
entrevistas que entre otros tuvo Macri en la embajada estadounidense en Buenos
Aires (v. http://www.diarioregistrado.com/politica/131273-wikileaks-revela-los-pedidos-que-hizo-macri-a-los-estados-unidos.html
).
Desde el punto de vista de la
planificación, la incertidumbre que ya se está
intuyendo en los círculos gubernamentales y administrativos regados por
el kirchnerismo, parece sacar el sueño a
varios de la legión de funcionarios y empleados que ingresaron a puestos
pagados por el erario nacional y que se convirtió en el gran reclutador de
incondicionales populares.
En lo que hace a la política
exterior, ha prevalecido más la
verborragia que la actividad concreta, algo típico de la Argentina de
los últimos treinta años. Con los amagues de que pretender ascender como un
actor con relevancia mundial, el gobierno de Fernández solo deja una
“sensación”, la de que “Argentina pudo haber logrado realmente su propio
camino” pero, las incongruencias políticas
del mismo gobierno llevó a frenarle en aspectos centras y trascendentes para
que el país pudiera adquirir dicha relevancia.
En este sentido, se ha escuchados
a muchos decir que la presidenta argentina es “muy astuta”, “inteligente” o
“una actriz frustrada” entre otras valoraciones peculiares; pero a pesar de
darle esos calificativos, los hechos –y recalco, en el campo exterior- demuestra que ni uno ni lo otro. Y lo peor de
todo eso, no es el característico “nini” que circunscribió a la mayor parte de la época de éste saliente –y
autoproclamado- gobierno “Popular y Nacional” sino que, Moscú considere que la señora
Fernández y su gobierno haya sido lo más cercano al exponente político con
aspiraciones de concretar una verdadera política independiente y del
multilateralismo.
Mezclándolo todo en un mismo bol
de la “socialdemocracia”, la señora presidenta ha puesto a freír con aceite rancio setentista, derechos humanos,
fuerzas armadas, políticas de seguridad e inteligencia, una pizca de
manipulación emotiva y una sazonada de
castrismo berreta y vindicaciones montoneras, dos cucharadas de
progresismo europeo y patriotismo “para
todos y para todas”, cocinar por doce años y se obtendrá un masacote informe
que termina siendo nada.
Es honroso reconocer, el justo
tratamiento y el reconocimiento del mundo árabe y de sus causas como realidades
ineludibles en el concierto internacional, entre ellas la de Palestina, que no
hay que dejar de decirlo, arrimó los enconos de los sectores sionistas locales
e internacionales. En este tema, Cristina Fernández dio muestra de valor
político agregado que rompió aquella valla invisible que costumbristamente no
permitía que mandatarios en la Casa Rosada se atrevieran a dar sus puntos de
vista sobre estas causas y menos aún, criticar a Israel.
Ciertamente, el coraje en estas
posiciones fue meritorio. Ahora bien si Vladimir Putin pudo creer que el
gobierno de CFK era algo así como “el chavismo venezolano”, se ha equivocado
por lejos. Quizá y muy seguramente, Putin sepa muy bien que la presidenta
argentina y sus círculos hayan sido nada más que “la flor de una noche” pero,
era la única con la cual intentar tender un puente con un sector del mundo que
había estado cerrado a Rusia por más de setenta años. Para el Kremlin era algo, cuando menos para
reconectar con la región. Es muy posible
que los asesores y analistas del mandatario ruso, le advirtieran que los argentinos
sufren de un mal muy de ellos como es la “inconstancia crónica”.
Con estos antecedentes los mismos
rusos se preguntaron ¿Qué se puede obtener de bueno de los argentinos? Si el
gobierno de CFK solo habla de antimperialismo, reivindicaciones de la soberanía
de sus Islas Malvinas, de independencia y soberanía popular pero no vemos
ningún despliegue material para esos lindos discursos. El cuestionamiento era más que razonable,
Rusia encaraba – y hoy más que nunca- una agenda de altura y realista,
mientras que el gobierno argentino seguía discutiendo insignificancias
desgastantes. Lo único que Argentina
ofrece no proviene de su gobierno ni de sus políticas cuadriplejicas; es su gran riqueza productiva y capacidad de
los recursos humanos, la que lo hace un mercado apetecible para que se una al
BRICS.
La pseuda moralidad que pretendió
mostrar el gobierno del CFK discursando que Argentina no fabrica armas, solo
responde a una mojigatería barata que tapa el compromiso de asumir una
responsabilidad vital, en el campo de la defensa, para un estado que se presuma
soberano. Y en esas condiciones, una
sociedad con una potencia como Rusia o EEUU simplemente no puede existir.
Más allá de que por el mes de
abril se hablo de acuerdos en cooperación militar entre Argentina y Rusia, que
se concretarían con la venta de aviones “SU-24”, (v. http://mundo.sputniknews.com/seguridad/20150424/1036735274.html ) en lo
que va del año, está claro que no se ha concretado. Es cierto y hay que ser justos en reconocer
que, Buenos Aires ha estado presionada por sectores internos afines a Londres y
Washington, que se encargan de socavar este tipo de iniciativas que pueden
llegar a ser realmente revolucionarias
no solo para Argentina sino también para toda la región. La adquisición de este tipo de aviones,
claramente colocaría el país en una nueva dimensión y pasaría a una posición muy diferente con la
cual, las negociaciones con Londres
tendría más sustancialidad.
Pero para los anglófilos y
pro-estadounidenses que habitan en la Ciudad Autónoma, que Argentina se atreva
a reestructurar su defensa nacional con elementos altamente cualificados, ello
es un error, una provocación al “Foreing Office” y al “Departamento de Estado” que perjudicara al país. En realidad, esas
alegorías responden a sus propios intereses y no a peligros reales para la
nación. Son los mismos que dedican horas
y en los más diversos espacios –mediáticos, legislativos, culturales- para
acusar artera y falsamente a Irán de los atentados en la embajada de Israel y
la AMIA. Desde que se han desclasificado cables secretos de las embajadas de
EEUU, entre ellos los salidos desde Buenos Aires (v. http://santiagoodonnell.blogspot.com.ar/2012_09_01_archive.html ), se
ha podido ver cómo operan a través de individuos o las ONG como la USAID,
pillada en actividades dedicadas a subvertir las sociedades y el orden público en
varios países de América Latina (v. http://www.contrainfo.com/5025/la-mil-caras-de-la-usaid-en-america-latina/)
.
El grado de obsecuencia y servilismo de estos
sectores es increíble. Cómo puede ser que alguien pueda creerse que Argentina
volviendo a la vieja huella de Washington, pueda mejorar. Está claro que estos
mismos obvian deliberadamente las vilezas y los crímenes que en estos últimos
doce años, Washington y sus políticas intervencionistas le han traído a
millones de personas alrededor del mundo.
Aquel alineamiento automático que tantos beneficios le traerían al país,
jamás llegaron.
Solo baste recordar el escándalo de
IBM Banco Nación, una fastuosa estafa en la que supuestamente la empresa
cibernética modernizaría el sistema de todos los bancos y sedes públicas. No solo hubo un gran escándalo de corrupción
que implicaba al gobierno sino también, la sospechosa muerte del principal
imputado, el empresario Marcelo Cattáneo quien aparecería colgado de una soga de nailon
en una construcción de ciudad Universitaria (v. http://www.lanacion.com.ar/113024-hallan-muerto-a-un-hombre-clave-del-caso-ibm-nacion
)
El escándalo de la EXEL Group por
desvío de fondos; el robo, venta y
triangulación de armas de las unidades militares para destinarlas a países
hermanos en conflicto, negocio claramente asesorado por los cerebros de
Washington; la participación de la
Armada Argentina en la primera guerra del Golfo Pérsico que según los asesores
y analistas de la época, le daría al país la categoría –INEXISTENTE- de
aliados “Extra-OTAN” y una docena más de medidas que sacrificaron la soberanía
del país.
Es por ello, que viendo los
delgados hilos que se han tendido entre Rusia y Argentina que dan una esperanza
de un desarrollo progresivo hacia el fortalecimiento estratégico con la
interactuación ruso-chino, se ven
peligrar ante las posturas de sectores
como los Macri, Stolbizer y Carrió que entre otras medidas a efectivizar,
estaría la de imponer la versión de Tel Aviv y Washington sobre los ataques en
Buenos Aires y deshacer el “memorando de
entendimiento con Irán”.
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