VETERANOS DE AYER
DESCLASIFICANDO PELIGROS EN EL TOK 1990-1991
Uno de los misiles más novedosos que tenía Saddam Hussein hoy podría ser parte del arsenal de la Armada iraní
Por Charles H.
Slim
Una fotografía
inédita de cómo comenzó el desarrollo del misil “Cóndor” antes de llegar la
colaboración de Iraq y Egipto.
Habíamos estado viendo que la
campaña militar en el Golfo Pérsico en la última década del siglo XX, estuvo
plagada de sucesos y peligros que pretendieron ser pasados por inadvertidos
para el conocimiento público.
Pero la opinión pública de los
simples ciudadanos de a pie no fueron los únicos engañados por la censura
informativa y la propaganda anti-iraquí de la época. Los principales
protagonistas en todo esto, quienes deberían exponerse a los severos peligros
existentes en la región, fueron víctimas
de la desinformación y la censura de lo que realmente había en el otro lado, en
el bando del enemigo.
Por aquel entonces, las fuerzas
armadas de la república árabe de Iraq representaban la potencia regional que
constituía el poder militar real y una amenaza clara especialmente para las
políticas que implementaba Israel contra sus vecinos. Pero no eran solo el
potencial de su ejército del millón de hombres fogueados por diez años de guerra con su
vecino Irán o de su monumental parque de carros blindados y tanques de origen
soviético o más aún, las armas químicas que poseía lo que volvía al Iraq de
Saddam, una poderosa y temible potencia en la región. Eran sus vectores y los
desarrollos que había obtenido en varios proyectos, lo que le daba esta
categoría.
En los arsenales secretos de
Saddam, la variedad de misiles de larga distancia era más amplia de lo que el
Pentágono estaba dispuesto a informar, llevando a determinar que no convenía
que se pusieran a conocimiento abierto del público.
Durante toda la crisis se hablo y
se publico todo tipo de datos que afirmaban que “Saddam tiene tantos aviones,
tiene tantos soldados, tiene tantos misiles” sin particularizar en las
calidades de los más importantes elementos con los que contaba Iraq en esa
fecha. Precisamente uno de los más preocupantes eran los misiles de alcance
medio y largo, que para ese momento, era uno de los factores que podían
contrapesar en una relación entre naciones hostiles. Se sabía que desde 1984
Iraq estaba trabajando con los egipcios y argentinos para el desarrollo del
proyecto “Cóndor” ( con un alcance de 2000 kms) que al ser abandonado por éstos
últimos unos años después, fue
continuado con éxito por Bagdad.
En campo del desarrollo misilistico
también habían participado una docena de empresas europeas y norteamericanas
que cada cual en su área, aportaron las piezas y el conocimiento técnico para
acelerar la victoria de las fuerzas iraquíes sobre la revolución iraní.
Pero cuando se produce la crisis
tras la embestida del 2 de agosto de 1990, todo aquello se volvería contra
Washington y sus aliados. Quien hasta
ayer había sido “un aliado” , un “socio” y un gobierno que protegería a sus vecinos de
la “amenaza revolucionaria iraní”, paso a ser el malo de la película.
En los medios de la época
completamente dominados por la versión propagandística impartida por el
Departamento de Estado y de los amañados informes elaborados por las agencias
de inteligencia, se buscaba potenciar la amenaza pero, enfocándose en ciertas
áreas para que no se develaran las verdaderas preocupaciones y objetivos del Pentágono.
Una de las preocupaciones que se
mantuvieron bajo la reserva más celosa –aunque parezca extraño- fue el
peligro que representaban los misiles iraquíes y en especial un tipo muy
especial que según los informes de la época no llegó a utilizarse pero que a su
vez, los estadounidense no pudieron hallarlo en la campaña Tormenta del
desierto; y ese fue el “SS-AL BAKR” variante tierra-mar que según informes de
inteligencia de la época, había estado dotado de un novedoso sistema de guía de
radio.
Este misil era una variante del
SS-SCUD de origen soviético o mejor dicho, su desarrollo se basó en la
estructura y diseño de aquel vector pero con motores más poderosos, mayor
capacidad para combustible sólido y lo más novedoso, con una cabeza inteligente
que estaría guiada por un sistema de radio novedoso.
Según se conoció, el desarrollo de esta extraña variante de
misil se habría realizado en conjunto con ingenieros iraquíes, norcoreanos y
chinos que habría sido probado con moderado éxito en los polígonos marítimos frente a la base aérea de Wonsan, en
el mar de Corea del Norte.
Lo cierto que las preocupaciones
expresadas por el mando naval de la
Coalición, pusieron entidad a los rumores sobre la disponibilidad de esta
variante de misil para objetivos naval con un rango de alcance de 950
kilómetros para un disparo con un margen de error de un metro del blanco. Los
almirantes y los estrategas del Pentágono mostraron su preocupación y necesitaban saber con seguridad si Iraq
contaba con tal capacidad y si era viable que estuviera preparada para su uso.
Algunos especularon que estos
misiles no llegaron a usarse contra Irán ya que Saddam finalizando el conflicto tras la
recaptura de la península de Fao, no lo necesitaba para alcanzar los puertos y
bases navales más importantes. Pero a
pesar de que desde la propaganda mediática se hablaba de “Saddam el malo” lo
cierto era que Washington había sido el mentor y principal respaldo de sus FFAA
entregándole mediante terceros países, armas, equipos, pertrechos y la
inteligencia satelital que le daba sobre las fuerzas iraníes una ventaja
superlativa al momento de preparar una operación de recaptura de territorio.
Para algunos, la CIA estaba al
tanto del desarrollo de este misil e incluso algunos informes que habían sido
sustraídos a sus colegas del IIS fechados en 1987, hablan de un ataque de
prueba para un proyecto que casi estaba culminado. El evento tuvo lugar en el
frente suroriental en Um Qssar donde se ubicaba un batallón de la Guardia
Republicana con dos de estos exponentes
que habían sido llevados en la más absoluta secretetitud cubiertos con lonas
color arena. Incluso algunos informantes aseguraron que estuvo presente el
mismo presidente Saddam Hussein en los disparos de estos dos misiles que
estaban destinados nada menos que al puerto iraní de “Bandar Al Bushehr” a 450
kilómetros en el litoral del golfo.
Uno montado en un vehículo
lanzador similar al de los SCUD y otro con que fue montado sobre una plataforma
fija con un cubículo que lo aislaba del exterior, se lanzaron ambos vectores
que pasaron sobre las cabezas de los impávidos iraníes que no podían hacer más
que mirar como esos dos monstruos silbaban rumbo a quién sabe dónde.
Según los reportes de
inteligencia –seguramente en la misma zona de Bushehr- los dos misiles
impactaron en el área de Bandar pero con algunos miles de metros fuera del
blanco marcado. Cuando originalmente se
planifico que impactaran sobre la dársena del puerto uno cayó en el área de
“Shaghav” a un kilometro al sur del blanco y el otro pareció seguir las señales
de radio de la terminal aérea de Bareghan a más de ocho kilómetros del
puerto. Como las expectativas no habían
sido cubiertas, se decidió que aun el misil no estaba preparado por lo cual
había que seguir perfeccionando su sistema de guía.
Lo cierto es que, más allá de
este desfase en la precisión del vector, este no solo pudo salir sino también
llegar al interior de Irán con total impunidad. Otro aspecto que no se dejo de
evaluar como positivo fue el hecho de que pese a la falla en el sistema de guía
que había sido calibrado –por así decirlo- con el canal de radio del
puerto iraní, ambos siguieron señales de
radio salvo que hubo un pequeño detalle que saltaron por encima y ello fue, que
no solo había una banda de radio operativa en el sector. Ante esto, las guías siguieron señales
análogas que desviaron a los vectores de su blanco principal.
Tras la culminación de la
“Tormenta del desierto” en 1991 fue un misterio este proyecto hasta que en 2003
los estadounidenses y sus aliados, entraron en Iraq y entre sus hallazgos
tuvieron a varios de estos misiles junto a otra variedad que se escondían en
dos bases al sur de Bagdad, los cuales fueron desmontados y tras ser embalados,
fueron embarcados discretamente para su traslado a bases estadounidenses en
Alemania.
Los planos y especificaciones
fueron también arrebatados de las instalaciones y según algunas fuentes, los
nombres de los científicos e ingenieros que estaban involucrados en el proyecto
misilistico, fueron apuntados a una lista de ejecuciones para que fueran
buscados y asesinados por los llamados “escuadrones de la muerte” que,
dirigidos por la CIA y colaboradores de otras agencias, llegaron en las sombras junto a los
invasores.
Otras fuentes señalaron que
varios de los científicos iraquíes pudieron eludir a estos asesinos y huir a
Irán, llevando consigo una buena parte del proyecto para que no cayera en las
manos de los estadounidenses que, además de usufructuarlos para su provecho se
los facilitarían a los israelíes.
Esto último ha vuelto a desatar
las mismas intrigas que por aquel entonces se habían abierto con la existencia
y la eficacia de este misil, solo que ahora y tras el paso de más de una
década, podría haber terminado de perfeccionarse y estaría listo para ser usado
por la armada de Irán con mayores probabilidades de que hoy, sea una de las
armas navales secretas bajo la manga de Teherán.
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