EN LA MIRA
“EL SUCIO SECRETO DE LA
INTELIGENCIA ANGLOSAJONA”
Como se pueden explicar muchos de los fenómenos como el terrorismo, el narcotráfico y la trata de personas, atendiendo al origen de su financiamiento
SFA a CIA creation |
Cuantas
veces habremos escuchado y visto en las entretenidas películas de Hollywood,
sobre la eficacia y muy elegante inteligencia británica. Hombres de bombín y
paraguas, podían infiltrarse en cualquier lugar del mundo donde los servicios
de su Real majestad lo requirieran.
Pues, tal como se veía eso era una mera ilusión de lo que realmente se
escondía y aún hoy día esconden, las operaciones con las que se financian las
redes del MI-6 y sus colegas estadounidenses.
El columnista de
VeteransToday.com Preston James, ha publicado un interesante artículo en el
que, además de promover el libro “Dope. Inc”, nos da una somera idea de lo que
ha venido ocultando el Pentágono y sus colegas británicos en uno de los
negocios sucios que sacuden al mundo contemporáneo (v. http://www.veteranstoday.com/2015/10/17/the-pentagons-biggest-dirty-secret
/) El libro aborda como se desarrollaron las redes del narcotráfico y los
suculentos negocios que se logran con ello, mediante la operatoria del lavado
de activos mediante la creación de bancos
privados, que son los que manejan detrás de escena, un negocio tan
ilegal como lucrativo.
El control de las redes del
narcotráfico, comenzó con el Imperio británico en Asia, cuando por las rutas de
Turquía, los ingleses descubrieron que había un elemento altamente adictivo y
que volvía a sus consumidores dependientes cotidianos. Se trataba del
opio. Los británicos al ver estos
efectos, además de las ventajas económicas que representaba el tráfico y
control de las rutas por donde se trasladaba el opio, razonaron que con su
poder adictivo, serviría como un arma subversiva con la cual envilecer y
derruir a una sociedad desde adentro.
Fue así que, con la bendición de
la Reina, los británicos comenzaron sus operaciones de traficar opio a través
de la frontera China en búsqueda de experimentar los resultados que se habían
calculado. Las evidencias del poder de esta arma de subversión fue tan apabullante,
que la violencia a causa del opio llevó a que el gobierno chino advirtiera el
involucramiento en la maniobra de la Corona británica. Con esto, se desató la
guerra del opio que fue ganada por el Imperio Británico. Con ello, los ingleses promovieron los
opiáceos y controlaron a los carteles que los manejaban, concitando la
corrupción de las autoridades gubernamentales mediante el soborno o incluso la
participación en el negocio.
Durante la mitad del siglo XX en
adelante, aquel papel de regenteo de las llamadas ·”líneas de sangre” y todos
los negocios que provienen del narcotráfico más alto han pasado al Pentágono
junto a la cadena de bancos manejados por las familias como los Rothschild que manejan el sistema financiero
internacional.
Con las últimas y fastuosas
aventuras en el Norte de África lanzadas en 2010 y que se extendieron hasta
Siria, se pueden comprobar los contubernios entre las agencias de inteligencia
anglosajonas y las aliadas regionales –árabes del golfo e Israel- para armar y alimentar grupos armados que –como
Al Qaeda, ISIL, Jabbat Al Nusrah-, con la inexcusable complacencia de EEUU
y la UE, destruyeron países y los
convirtieron en sus bases de
operaciones para dirigir las actividades
en otras latitudes.
Cualquier ser pensante se daría
cuenta, que la creación de estos grupos que usando formas e imitando consignas
robadas a la tradición de los “Mujahidines” y la resistencia iraquí especialmente, conllevó
una considerable suma de dinero y que para que continúen en acción se deben
desembolsar otras millonadas no solo para las pagas personales sino también,
para el gasto de armamento y municiones, éstas últimas tan o más importantes
que las armas mismas.
Como están las cosas hoy, los países han perdido la poca soberanía que
tenían sobre sus bancas “nacionales” y es seguro que sea más el dinero sucio
que manejan, que el salido de actividades financieras licitas.
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