miércoles, 9 de marzo de 2016

DEFENSA Y SEGURIDAD


FUERZAS DESARMADAS

Es la premisa que Londres tras bastidores ha puesto como condición para que Washington y Tel Aviv rearmen a la Argentina




Por Pepe Beru

Una larga y continua historia de traumas que en la mayoría de los casos está sobreactuada, han marcado al desarrollo  de la vida política argentina, que termino  llevando al país a situaciones tan ridículas como peligrosas. Ha sido muletilla constante el oír de los gobiernos “democráticos” que rigieron desde 1983, hablar de la “herencia de la dictadura”. Con ella, se han excusado todas las trapisondas habidas y por haber en la vida política de la república. Por medio de esta, se ha explicado el origen de todos los males que azotan al país y a los presuntos únicos culpables: los gobiernos militares.

Este panfleteo baladí e interesado que sirvió para distraer a la ciudadanía de personeros y grupos concentrados que han creado los problemas socio-económicos que azotaban y aun siguen azotando a la población, ha logrado muy convenientemente destruir el brazo armado de la nación dejando en un estado de indefensión aparentemente irremisible que compromete la integridad del territorio argentino. Quizá ello no interese al arco político, mucho más preocupado por sus bolsillos o por lo que sus intereses –muchos de ellos fuera del país- pretendan establecer a espaldas de la ciudadanía de a pie.

En el campo de la Defensa nacional, Argentina ha venido siendo desojada como una margarita, hasta tal punto que hoy por hoy, sus Fuerzas Armadas se hallan en un virtual estado de letargo e inoperancia que obligaría a tomar medidas urgentes y fuera del necesario análisis concienzudo del gobierno actual. Esto no ha sido casual ni menos aun impensado. Se trata de una larga y bien urdida maniobra propiciada no solo por el cipayaje nativo que comulga con el ideario anglosajón o la indolencia de gobiernos insulsos como el del FPV, sino también, por una continuada y sigilosa política operada desde Londres que brega en silencio y desde hace más de un siglo para que Argentina no levante la cabeza como un estado realmente soberano.

Ante la famélica situación de ésta sensible área del estado, el gobierno de Macri claramente signado por la tendencia pro-norteamericana ha puesto en marcha un programa de “reestructuración” que a la vista del ciudadano común que no sabe de los alcances y las consecuencias de la situación actual de las Fuerzas Armadas, creerá que ha llegado poco menos que la salvación y hasta un resurgir de una potencialidad hace décadas perdida; pero que en realidad dejarán al país ligado a una aparente inyección de fuerza que solo será, el montaje de una escenografía pintada.

¿Y en qué consiste ésta escenografía? Como el estado del equipamiento de las tres fuerzas, están en un estado ciertamente lamentable, se ha conocido que Washington, Tel Aviv y Francia han puesto sus auspiciosos oficios por proveer al país, de equipamientos como aviones, tanques, repuestos y una variedad de proyectos para entrenamiento, preparación y asesoramiento en el manejo de nuevas tecnologías de comunicación e inteligencia. Quizá el primer atisbo de vender aquel cartón pintado fue el intento de Israel por “meterle” a la Fuerza Aérea Argentina unos avión “Kfir” obsoletos, caros y desarmados”, operación que fue frustrada a tiempo por un alto oficial de la fuerza (http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/11/en-debate-justo-tiempo-se-frustra-la.html ). Pero a pesar de ello, apenas se supo que Macri y Cía habían ganado las elecciones, Tel Aviv ya gestionaba reimpulsar las operaciones de venta de estos cacharros e incluso, ampliarlas a contratos para reparar los antiguos Tanques TAM.

Por supuesto que ello, será a cuenta de algunos favores y en cumplimiento de nuevas prerrogativas en el campo económico-financiero y político que ya se están llevando adelante en beneficio de aquellos beneméritos gobiernos y empresarios extranjeros.  Con ello, el país vuelve a la interminable rueda de las relaciones expoliativas e interesadas en las cuales, siempre ha salido perdiendo no solo por la característica improvisación de sus políticos sino, por las pautas que aquellos mismos gobiernos foráneos se acostumbraron a establecer con los débiles y corrompibles gobernantes –fuesen militares, radicales o peronistas- que ocupaban ocasionalmente la Casa Rosada.
General Savio

Caracterizados por esas cualidades, tales pasatistas administradores del país, solo se avocaron a refrendar verdaderas estafas a corto, mediano y largo plazo entre las cuales se halla el tema de la defensa nacional y el necesario desarrollo de una industria militar nativa como solo algunos visionarios nacionales como fue el General Manuel Nicolás Aristóbulo Savio, quien en épocas del primer –y verdadero- peronismo, impulso el desarrollo siderúrgico para entre otras misiones, establecer una industria militar propia que, dicho sea de paso, fue uno de los temas que por las décadas del cuarenta y entrado los cincuenta, el Departamento de Guerra en Washington se lo consideraba como una seria amenaza para la supremacía estadounidense en el continente.

Así de importante y trascendente era y sigue siendo, el tema de la defensa y el desarrollo de industrias militares nativas, tanto que, hombres como Savio fueron considerados en los archivos de la inteligencia militares estadounidense del incipiente “Pentágono”, como un cerebro peligroso para la “seguridad nacional” de ese entonces.  He allí las limitaciones que se hallan en políticos conservadores tan corruptos como cobardes.

Todo eso cambio desde 1955 y en adelante, cada gobierno que llego al poder –fuese de facto o civil- aceptaron recibir los rezagos de basura bélica que y no servía. Sin dudas y ante la mirada burlona de generales y funcionarios estadounidenses de cada época, los gobiernos pasatistas solo firmaban la recepción de esos equipos sin analizar si estos eran útiles, sus condiciones operativas, su historia y menos aún, su durabilidad. Verdaderas piezas de museo y en muchos casos fuera de servicio por más de una década –como fue el caso de los aviones T-28, de los años cincuentas en servicio hasta 1980- que estaban totalmente fuera de tiempo en momentos que el mundo afrontaba guerra de mediana intensidad con aviones a reacción y misiles antiaéreos.

Pero los relajados espíritus de los administradores políticos de la Casa Rosada, cada uno en su época, poco interesados estaban en tomar en serio ésta sensible área del estado. Es que ellos, solo piensan para su único e inmediato interés. Para aparentar que entendían sobre el tema y casi rayando la infantilidad, llegaron a mantener infraestructuras militares totalmente obsoletas y con graves déficit de material que solo pudo ser compensada por el sanguíneo voluntarismo de muchos de los miembros de las FFAA que, como en Malvinas, debieron apelar al ingenio que hicieron palidecer a las proezas de “McGiver”.

Y fue precisamente en Malvinas donde ante la superioridad tecnológica de una Armada Real Británica apoyada discretamente por la inteligencia electrónica de la OTAN  que los argentinos demostraron que con material antiguo como los aviones A-4Q de la marina o los gloriosos “Pucará”, atacaron los barcos británicos con bombas de tierra y el uso de sus cañones, causando pavor en el Comando naval británico. O que decir de los aviones franceses “Superetendar” que usaron con letal éxito los únicos tres misiles “Exocet” de fabricación francesa que, dicho sea de paso, fueron adquiridos gracias a la triangulación que hizo Libia para entregarlos a la Argentina dado que, se había cancelado por París la entrega de diez más en solidaridad con Londres,

Pero más cerca en el tiempo, cuando en 1990 Argentina envió a dos buques al Golfo Pérsico y que terminaron involucrados en una guerra pavorosa, hubo suerte de que no llegaran a ser blanco de los modernos sistemas anti navales que poseía Iraq. Hoy, éste gobierno viene siendo tentado, especialmente para hostigar a Irán,  para un posible regreso a operaciones similares bajo el comando naval estadounidense pero la gran pregunta es ¿CON QUÉ?
MIG 31 M

Cuando Moscú le propuso al “gobierno Popular” del FPV la adquisición de los modernos aviones MIG-31, a la revolucionaria “Cristina” le temblaron las piernas y como se dice por estos lares “se fue al mazo”. Era demasiado para que el cartón pintado de su gobierno seudo-popular y para nada nacional, se atreviera a molestar en serio a Londres. Es por ello que si hay algo porque recordar a ésta “presidenta” es por haberse echado atrás en la oportunidad de fortalecer al país.

Sin dudas Argentina no puede repetir sus errores en un área tan sensible. Hoy en día la guerra es una cosa muy seria y hace mucho que carece del romanticismo y la honorabilidad que quizás tuvo hasta la II guerra mundial. Hoy no hay declaraciones, las tácticas son tan despiadadas y las armas que se implementan –sin distinguir entre combatientes o civiles- son tan rápidas como letales  No hay lugar para estafas cuando la vida de los hombres y mujeres que manejaran esos equipos obsoletos, pueden correr el serio riesgo de caer al suelo por su vetustez o simplemente por simplemente abatidos por una tecnología superior (como los Panavia Tornado de la RAF en Malvinas)


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