viernes, 17 de abril de 2020


“DIRECCIONANDO CULPAS”
¿Cómo Washington y sus aliados pretenden escapar a los futuros cuestionamientos por las consecuencias de la aparición del COVID-19?

Por Charles H. Slim
En algún momento la Pandemia se desvanecerá como la neblina en el amanecer y entonces, cuando las aguas se calmen y haya que hacer un revalúo y control de daños en las economías de todos los países que se vieron afectados por aquella, se buscaran explicaciones sobre “quiénes” estuvieron realmente detrás de la aparición de este Coronavirus (con características poco naturales) y si en realidad esta cepa surgió de una mutación natural o más bien de un cultivo[1] en alguno de los laboratorios de guerra biológica (Biological Warfare) que EEUU tiene diseminados alrededor del mundo.  

En lo que hace a EEUU, la administración Trump tiene mucho que perder no solo por el pésimo manejo político de la pandemia sino también, por hacer peligrar la institucionalidad política del país si la crisis sanitaria se llegara a desbordar –como esta sucediendo en New York- obligando a que el Pentágono por intermedio de una “administración militar” tome las riendas del gobierno bajo el argumento de garantizar la “Continuidad del gobierno”[2].

Como primer paso y para ir preparando el terreno, el Departamento de Estado norteamericano ha comenzado a lanzar sus primeros dardos tratando ante todo, desacreditar  varias informaciones que han ido saliendo a lo largo de los últimos meses que cuestionaron las acusaciones formuladas contra China e incluso, el posible involucramiento de los laboratorios de guerra biológica de EEUU que cooperaban con sus pares chinos en el desarrollo de éste Coronavirus.

Fue así que (y como de costumbre) el Departamento de Estado norteamericano ha comenzado a trazar su agenda de culpables (con China a la cabeza) para tratar de amortiguar –entre otras cuestiones- las responsabilidades políticas del gobierno federal por no haber tomado las medidas sanitarias adecuadas para proteger a su propia  población. Y es precisamente en estas cuestiones que la administración Trump y el sector de los neoconservadores  que le apoyan, resienten como ha quedado EEUU ante el mundo tras haberse revelado varias informaciones sensibles que hacen centro en la participación que habría tenido Washington[3] –desde mucho antes de Trump- en el desencadenamiento de lo que está ocurriendo.

Pero las acusaciones que hemos escuchado del Secretario Mike Pompeo se han enfocado en Rusia y en particular sobre el presidente Vladimir Putin a quien estaría haciendo responsable de montar una campaña de desinformación y a la cual –según el funcionario- se le hará responsable en “su debido momento”. No se pierda de vista el marco en el que se producen estas declaraciones materializadas en el desembarco de más de 20.000 efectivos militares en Europa para realizar “ejercicios” con sus aliados de la OTAN.

Pompeo para hacer estos señalamientos se baso en la publicación de una nota en el diario “New York Times” firmada por William J. Broad[4]  en la que sin rodeos, su autor acusa al presidente ruso de estar implicado en difundir información falsa contra el sistema de salud estadounidense que afecta a las instituciones públicas y políticas norteamericanas.

Inmediatamente salio al cruce la vocera del Kremlin María Zajárova quien le sugirió al funcionario estadounidense fijarse primero en lo que publica el “New York Times” para ver quien realmente esta implicado en una campaña de desinformación. Para Rusia esto no es nuevo y los intentos de incriminar al gobierno de Vladimir Putin han sido reiterados. Episodios como el supuesto envenenamiento de “Skripal y su hija”en Gran Bretaña, de apoyar a “regímenes autoritarios”-como maniqueamente califican a quienes se les oponen-  o de sabotear elecciones en otros países con sofisticados Software espías como se vio en el montaje de la novela mediatica que la Corporación de medios estadounidense llamó “Russian-Gate” son ejemplos de ello.

Pero Pompeo y el circulo neoconservador al que representa, no parece advertir que fue su propio jefe político en la Casa Blanca quien en primera instancia no quiso tomar las medidas sanitarias adecuadas para una pandemia declarada por la OMS aduciendo que era un gasto innecesario ya que según aquel se trataba de una mera gripe estacional. Cuando se dio cuenta que se había equivocado ya era tarde y los casos de COVID 19 se había expandido en forma dramática causando focos de emergencia sanitaria en ciudades importantes como New York.

Para cuando Trump reaccionó, anunció una batería de medidas de aplicación general que además de tardías nunca se cumplieron. El tan anunciado testeo general para la población nunca se efectuó y así se pudo ver como los sectores más vulnerables, especialmente la comunidad latina y afroamericana de la población neoyorkina, terminaron pagando las consecuencias de un histórico abandono estructural de la salud pública norteamericana. Testimonio mudo de ello son los fallecidos apilados y enterrados en las fosas comunes de la Isla de Hart en Long Island South, New York.

Trump & Greenstein de LHC.Group
Según las investigaciones de asociaciones civiles y organizaciones independientes como la NPR (https://www.npr.org/) las promesas de Trump solo quedaron en eso y solo se realizaron algunos testeos aislados en puntos instalados en supermercados como “WalMart”, “Wallgreens” y “CVS” en ciudades como Chicago y Arkansas sin que se haya extendido a otras plazas de los demás estados de la Unión. La excusa presentada por las gerencias de cada una de estas empresas fue la de un fallo en la comunicación con el gobierno federal.

“Hemos estado trabajando muy duro en esto. Hemos hecho un progreso tremendo”, dijo Trump. “Cuando comparas lo que han hecho con otras áreas del mundo, es bastante increíble”. Presidente Donald Trump, Garden Roses 13 de marzo 2020.

Tampoco se han implementado los testeos caseros prometidos por Trump destinados a poblaciones urbanas aísladas  y áreas rurales. Para ello a su vez se había comprometido  Bruce Greenstein, vicepresidente de la empresa “LHC.Group”[5]  para la provisión de Kits en todo el territorio del país. 
Esto no ha sucedido hasta el momento y la excusa presentada por la empresa se centro en que han concentrado su colaboración material con los hospitales para ir progresivamente extendiendo sus test a la población.

Mucho menos se ha generado el anunciado sitio Web provisto por el gigante “Google” para controlar el testeo y la situación de los infectados con COVID 19, aunque si existiría una página que estaría realizando una especie de conteo pero no fue provista por ésta mega corporación de los medios y mucho menos hace una estadística inteligente de como progresa la pandemia.

Aunque todo apunta a poner en evidencia las características de una gestión al compás de la cambiante personalidad del presidente, algunos están especulando que la puesta en marcha de estas medidas fueron deliberadamente frenadas (saboteadas) por intereses oscuros que están detrás de las cortinas del Salón Oval y que pese a pertenecer al Establishment de aquellos que  apoyan a Donald Trump, rivalizan por desbancarlo por algunos posicionamientos nada convenientes a sus intereses. 

Tal como se ha comprobado a los desaciertos en la gestión de la emergencia sanitaria, Trump ha tratado de cubrir sus baches con promesas insulsas y tal como lo han dejado entrever estas investigaciones independientes, las mismas son típicas de políticos demagógicos y personalistas de países tercermundistas no anglosajones.  Como lo han señalado algunos intelectuales liberales argentinos, esto es la triste y peligrosa demostración de la penetración del “populismo”  como concepción de la política anglosajona.

En los últimos días algunos periodistas de medios anglosajones y corresponsales de medios argentinos en Londres (que colaboran con la “pura verdad”) han estado vociferando mediante imprecaciones por televisión que los servicios de inteligencia británicos MI-6 y sus colegas de la CIA tendrían la información precisa que sindica las culpas de China en la diseminación del COVID-19 como una especie de prologo que preanuncia un justificado-y hasta deseado-  escarmiento por esta supuesta responsabilidad. A la par de estas tendenciosas alegaciones, surgen teorías que tratan de explicar una especie de “zoonosis”[6] en la trasmisión de este virus con presumible origen en el sur de China.

Lo cierto que esto no es más que otra demostración de la obsecuencia y el alineamiento político de los medios occidentales que secundando la misma estratégia del Departamento de Estado norteamericano y de su homologo británico el Foreign Office, tratan una vez más  de manipular a la opinión pública de sus respectivos países para que a los ojos de la opinión pública global (incluida la Argentina) , sea China la “cabeza de turco” que termine pagando por la filtración de este agente infeccioso de características nada naturales.


[1] Según algunos informes de virólogos indios de la Escuela de Kusuma que fueron repentinamente CENSURADOS, descubrieron que el COVID-19 tiene componentes genéticos similares al VIH algo que desde la lógica es una aberración.
[2] El 1° de febrero el Secretario de Defensa norteamericano Marc Spert designo e instruyo al General Terensse J. O´Shaughnessy para preparar un plan administrativo de contingencia para reemplazar al gobierno federal en caso de que la crisis sanitaria se desobordara.
[3] PensamientoEstrategico.Blogspot.com. “Escalada Sucia”, Publicado el 20 de febrero 2020. https://pensamientoestraegico.blogspot.com/2020_02_16_archive.html
[4] Es un periodista y autor cientifico “Senior” que escribe columnas para el diario estadoundense “The New York Times”.
[5] Compromiso público asumido junto al presidente Donald Trump que se puede ver en: https://www.facebook.com/WhiteHouse/videos/bruce-greenstein-lhc-group/1103841913293107/
[6] Se dice de cualquier enfermedad propia de los animales que incidentalmente puede comunicarse a las personas.

lunes, 13 de abril de 2020



“COMBATIENDO AL CORONAVIRUS”
¿Puede la OTAN y la Infantería de Marina de los EEUU combatir una pandemia?

Por Dany Smith
El 2 de abril mientras en Argentina se cumplía un nuevo aniversario de la recuperación de las islas Malvinas, Sandwiches y Georgias del sur ocupadas por Gran Bretaña, en Europa se celebraba una conferencia virtual por video entre los 30 ministros de Asuntos exteriores de los miembros de la OTAN para encargarle al Comandante Supremo Aliado (ACO) el General estadounidense Tod Wolters tomar las medidas necesarias para combatir al Coronavirus. Al conocer esta noticia nos preguntamos ¿Combatir a un virus?

Casualmente dos semanas antes, 20.000 efectivos estadounidenses y variado equipamiento llegaban discretamente a Europa desperdigadas en 7 aeropuertos con la intensión de no causar alarma entre la opinión pública de la Unión Europea.  Las mismas se sumaron a otros 10.000 que ya estaban desplegados en suelo europeo.  La movilización coincide con los ejercicios de guerra “Europe Defender 20” que comenzaron en abril y pese a la pandemia declarada por la OMS, se extenderán hasta junio (tal vez para combatir el virus).

Pero más allá de las órdenes que salen de la sede central de la OTAN en Bruselas, estas tropas salieron de EEUU y para ello necesitaron ser autorizadas por el presidente Donald Trump quien mantiene una muy compleja relación “amor-odio” con los generales  del Pentágono que por sus contrariedades, ha venido degradando su imagen entre la influyente comunidad militar que en algunos estratos –en actividad y retiro- lo han catalogado lisa y llanamente como “ignorante y caprichoso”[1].

No olvidemos como Trump ha estado despotricando continuamente contra sus aliados europeos –entre otras cuestiones- por no cooperar en el mantenimiento dinerario de las operaciones de la organización atlántica, algo que llevo a discusiones épicas con sus generales dentro del “Tanque”[2] en el Pentágono, especialmente con el general “Mattis” que al ser respaldado en sus posiciones por el entonces Secretario de Estado Rex Tillerson termino costándole el puesto a este último[3].

Si éste despliegue se ha producido pese a las advertencias de la OMS sobre la compleja situación sanitaria en Europa, algo muy importante se prevé.

Al parecer aquel mandato impartido al Comandante Supremo Wolters vino a coincidir con este conveniente despliegue militar en las fronteras de la Federación rusa (Aliado de China).  Sospecho que detrás de este movimiento, hay un objetivo estratégico que va más allá de contener a Rusia y que se relaciona con la actual situación con China.
Como de costumbre este tipo de noticias no circula por los medios (democráticos) con la misma transparencia y velocidad que debiera requerir, máxime con la saturación informativa existente sobre la “pandemia” y las consecuencias “catastróficas” que la misma está causando.  

Pero como ya lo habíamos dicho antes, los asuntos geopolíticos prosiguen sin pausa solamente, que pasan desapercibidos y enmascarados detrás de las diversas interpretaciones mediáticas sobre ésta pandemia. El envio de buques de guerra estadounidenses a las aguas del Caribe en la última semana –con apoyo de los miembros de la OTAN- se enmarca en estos asuntos aunque, como se pudo ver, tuvo un abrupto desenlace[4]. En este marco es que se llevo a cabo esta conferencia que termino con este criptico “mandato” poco claro y en cierta medida, nada entendible desde un punto de vista del sentido común ya que ¿Cómo diablos la organización atlántica con misiones eminentemente militares y comprobadamente ofensivas puede contribuir a combatir un virus? El contingente que se ha desplegado en Europa no es de médicos sino de soldados. Sin dudas, esto huele muy mal.

Como suele decirse “nada es casual”. El encargo de los miembros de la organización se produce en un momento muy peculiar en el cual, además del estado de excepción instaurado a nivel global, se están produciendo profundas reformas y recortes presupuestarios en el área militar de las Fuerzas Armadas de los EEUU –el pilar de la OTAN- que a la vista de algunos expertos, estarían siendo orientadas para operar en breve en ciertos escenarios en particular. Si alguien sospecha que uno de esos escenarios es Asia, no se equivoca.

Aunque Rusia e Irán siguen siendo escenarios de posibles incursiones militares a mediano plazo, las actuales circunstancias (vinculadas a la pandemia) habrían llevado a poner atención en otras prioridades inmediatas que se vínculan con la región de donde apareció.  

CH-53 de la USMC
Se sabe que para llevar adelante operaciones en un determinado terreno, se deben considerar los aspectos escenciales operacionales como son el transporte de tropas, la logística y el equipamiento necesarios para realizarlo. En este sentido, un batallón de marines con equipamiento de vehículos blindados, vestimentas y armas adaptadas a combates en zonas desérticas con temperaturas de 50° C no será muy útil en terrenos irregulares y escarpados, de visibilidad entrecortada por la topografía poblada de selva, condiciones climáticas húmedas como las que podrían encontrar en el centro y sur de Asia. Y adivinen que escenario combina con estos detalles. Así es, China Meridional.

Para estos menesteres es la infantería de marina la fuerza requerida aunque con urgentes cambios.

Pero las reformas que se estarían implementando en el Cuerpo de Marines (USMC) iniciadas en 2019 y con miras a extenderse paulatinamente hasta 2030 tenderían a reducir el uso de componentes innecesarios  (obuses remolcados, tanques, aviones y cuerpos de ingenieros entre otros) y dotarles de nuevos medios de transporte para llevar adelante operaciones de intervención anfibia en zonas muy alejadas y con las característica acorde a como serian los islotes del Mar Meridional de la China. Esto no significa que Washington termine con sus operaciones en Siria e Iraq y mucho menos desconecte su colaboración con los esfuerzos sauditas por derrotar a los yemenitas. No, en estos últimos casos será responsabilidad absoluta del ejército estadounidense y sus aliados británicos mantener la situación.

Solo estaríamos ante una compactación del Cuerpo de Marines para que recuperen sus operaciones originales (mar-tierra) con mayor eficiencia y velocidad.

El nuevo objetivo estratégico demanda una fuerza de infantería renovada y abocada a las tareas anfibias propias, revelando que hay un escenario de interés prioritario para Washington.

Una de las reformas  en vista, es la de retomar su función táctica original como es el típico desembarco en una costa o playa, solo que utilizando nuevos medios. Sus acciones estarán centradas en operaciones aerotransportadas rápidas  -con Convertiplanos Osprey y helicópteros CH-53E-  con equipos más reducidos y dotados de mayor autonomía operativa  (dejando en la historia el apoyo blindado y la movilidad motorizada).

Si bien entre sus recortes existe un plan de reducir el número de blindados (que seguramente se los venderán a Iraq y los sauditas), ello no significa que no los vaya a utilizar entre sus filas. Solo que se está hablando de una profunda reforma del arma de la infantería de marina para que pueda operar con mayor eficacia contra los intentos de China por ocupar islotes y franjas de tierras en zonas de países cooperadores con Washington.

Situación para las operaciones en el Mar Meridional
Para ello los “marines” deben poder intervenir en forma rápida y eficaz en un escenario martimo complejo compuesto de unas 250 pequeñas islas con atolones y cayos en las cual no serán de utilidad para su neta función expedicionaria el desembarco de blindados, piezas de artillería y equipo pesado. El control de una porción de estas islas dará un control estratégico del Mar Meridional buscando degradar las rutas comerciales chinas.

Como sea y a la par de estos cambios, tras el encargo al Comandante Supremo, la OTAN ha intensificado sus operaciones aéreas en los países nórdicos en particular en Noruega demostrando que cuenta con una amplia libertad de movimiento de sus aviones utilizando las rutas aéreas civiles –actualmente sin tránsito- lo que ha alertado a Rusia. Igualmente todo este ajetreo estaría estrechamente vinculado a devolver gentilezas a China por el primer episodio con consecuencias globales  que se enmarca en lo que para muchos es la III guerra mundial en marcha y que lamentablemente continuara ¿O es que acaso, Ud sigue creyendo que el COVID-19 es de origen natural?


[1] The Atlántic.com. “Top Military Officers Unload on Trump”, Published in November 2019, https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2019/11/military-officers-trump/598360/
[2] Es una instalación blindada bajo el Pentágono a pruebas de sistemas de escucha y hermética a los sensores electrónicos satelitales. 
[3] Time.com. 'You Can't Do It That Way.' Rex Tillerson Opens Up On His Tensions With Trump”. https://time.com/5473728/rex-tillerson-trump-firing/
[4] Tras el envio de unidades navales del Comando Sur de la Armada de los EEUU (SouthCom) con fines de intervenir en Venezuela EEUU encontró una pronta y peligrosa respuesta de Rusia con el envio de dos bombarderos estrategicos nucleares TU-160.

jueves, 9 de abril de 2020



“UN FRENTE JUDICIAL”
¿Por qué una demanda judicial de un bufete de abogados norteamericanos ante la Corte Penal Internacional sería una maniobra política deliberada?

Por Charles H. Slim
Tan pronto se conoció el brote del Coronavirus en la provincia de Hubei, China, los medios estadounidenses en particular CNN, la FOXNEWS y sus repetidoras europeas y sudamericanas (especialmente argentinas) no repararon en afirmar que esto era una cuestión estrictamente china y por ende, responsable de cada una de las consecuencias que dicho brote causaría sobre las poblaciones autóctonas y foráneas.

El sensacionalismo informativo  ha sido la pauta constante en la transmisión de lo que ha estado ocurriendo desde aquel momento y cabe aclarar que esto no nació con las llamadas “fake news” que Donald Trump puso en voga para desacreditar ataques a su persona o a su gestión, para nada. Las principales falsedades y noticias armadas a la medida de –en algunos casos- del gobierno federal y de las las grandes corporaciones trasnacionales que tienen tanto o más poder que el gobierno, surgen de las grandes cadenas noticiosas que se encolumnan detrás de los grandes Conglomerados de medios como el COMCAST, TIME WARNER entre muchos más.

Durante décadas jugaron el papel de los reveladores de la realidad y lo peor de todo, de formadores de opinión. A tal punto llegaron a influir en los asuntos públicos que fueron actores clave en la ejecución de grandes latrocinios y crímenes en masa alrededor del globo. Tanto en una como en la otra función, sus actividades  estuvieron (y siguen estando) sustentados por fabulosas inversiones privadas que terminaron conformando, fabricas de verdad a pedido.

Los embustes históricos son épicos y en todos han cooperado los medios para mantenerlos como veridictos durante varias décadas. Desde la invasión norteamericana a Panamá en 1989 pasando por lo sucedido el 11 de septiembre de 2001 y las brutales invasiones sobre Afganistán e Iraq en 2001 y 2003 respectivamente los medios fueron la quinta columna de las fuerzas militares y la fuente de difusión masiva de los argumentos políticos para sustentar y luego maquillar estos verdaderos crímenes de lesa humanidad.

La aparición a lo largo de las dos últimas décadas de fuentes alternativas e independientes  de información –posibilitadas por el internet- que dieron origen a opiniones diversas y contrarias al uniformismo informativo e intelectual pro-estadounidense y anglosajon, le dieron una estocada a la credibilidad y el negocio empresarial de la información sobre el cual se apoyan los gobiernos con grandes intereses geopolíticos y hegemonistas. 
Hoy por hoy, en Argentina hay una profunda crisis en la industria televisiva que revela que la gente ya no tiene interés por encender su televisión para ver programas nada atrayentes y noticieros nada creibles.  

Actualmente en medio de la crisis de la pandemia del Coronavirus, estos medios pretenden retomar aquel rol de fuentes veridictas arrojando la indiscutible verdad sobre supuestas teorías sobre el origen del brote de COVID-19  en Wuhan en China. Esto viene a cuento de la última novedad surgida sobre la intención de un Bufete de abogados neoyorkinos encabezado por el abogado Larry Klayman y asociados que invoncado el ESTATUTO DE ROMA –el mismo que Washington no reconoce-, ha entablado una demanda ante la Corte Penal Internacional por 20 billones de dólares contra el gobierno de la república Popular China aseverando en su pretensión que fue este país asiático el responsable de la actual situación pandémica a nivel mundial. Los argumentos centrales de la demanda rondan en la aseveración de que China habría sido el desarrollador de éste virus en los laboratorios de Virología en Wuhan como un “arma biológica” del cual habría perdido el control.  Estas acusaciones se aclaró se basaron en “un análisis experto” que afirman que el virus “se filtro de una instalación china de armas biológicas”.

Larry Klayman abogado
Klayman y sus socios incluso van más allá y proponen una investigación sobre la posible dispersión intensional de este COVID-19 como factor (en forma arrojadiza) desencadenante de la actual pandemia.  

Si bien la demanda de Klayman es decididamente firme en sus aseveraciones y convicciones, la tesis que sostiene sobre el origen de la enfermedad y su expansión global se apega muy convenientemente al relato mediático conservador angloestadounidense el cual a su vez (con algunos matices), se asemeja a las declaraciones del Departamento de Estado dejando de lado –obviamente- cualquier implicancia o parte del gobierno federal de su país.

Klayman y sus socios parecen querer ignorar la realidad geopolítica y militar de su propio país, como desarrollador y almacenador de armamento biológico utilizando incluso a otros países (Tiblisi, Georgia) para crear cepas más letales y peligrosas para la salud de la población. Los antecedentes de uso de éste tipo de armamento se encuentran en la historia contemporánea y han escapado escandalosamente a la justicia internacional.

Pero pese a que la demanda de este bufete norteamericano pretende (muy convenientemente) direccionar las culpas y responsabilidades solamente sobre China, los elementos e informaciones sobre algo totalmente diferente han estado saliendo a la luz en las últimas horas destrozando las pretensiones de su demanda.  

En las últimas horas se conoció la existencia de unos informes vehiculizados por correos electrónicos de un agente consular y comercial llamado Peter Navarro quien por finales del mes de enero y febrero habría enviado unos memorándum que fueron distribuidos a travez del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) a toda la administración federal de Donald Trump advirtiendo del peligro que amenazaba la llegada de esta enfermedad a los EEUU. Por lo que se puede intuir, Navarro tenía alguna certeza de que ese virus tenía una llegada inminente, pese a las distancias entre ambas naciones.

Según una parte del documento enviado también al correo personal del mismo Trump, advertía: “Esta falta de protección eleva el riesgo de que el coronavirus se convierta en una pandemia en toda regla, poniendo en peligro la vida de millones de estadounidenses”. Pese a que Trump tomo a la ligera la advertencia sus asesores no lo habrían tomado del mismo modo, concluyendo alguno de ellos que “el coronavirus tenía el potencial  de matar a cientos de miles de estadounidenses y descarrilar la economía de EE. UU”. Al parecer los mismos asesores de Trump estaban bien al tanto de la expansividad de este virus, arrojando legítimas sospechas de que sabían de antemano lo que ocurriría.

El tenor de los documentos, dejaban entrever una seria advertencia sobre una potencial catástrofe humanitaria dentro de las fronteras de EEUU. 
Igualmente y a pesar de lo sorprendente y puntual de las advertencias en estos memorándum, varios funcionarios leales al presidente Trump como el cirujano general Jerome Adams, niegan haber recibido y visto esa información. Lo curioso de estos documentos es la falta de un contexto cierto y detallado sobre el origen de la amenaza y el por qué de esta advertencia  ¿Acaso se trato de un aviso sobre una posible retaliación china por una operación negra de EEUU descubierta en Wuhan?  Klayman parece no haber considerado la lucha intestina entre EEUU y China que elementos como estos apuntan a esta otra tesis.

La demanda planteada se asemeja (en cuanto al marco fáctico) a la delirante decisión de un tribunal neoyorkino que sentencio a la republica Islamica de Irán a pagar una inmdemnizacion de 6000 millones de dólares a  las victimas del 11/S alegando que el país islámico es un “patrocinador del terrorismo” y por tal motivo, fue el responsable de los eventos de aquel día. 
Una incongruencia total. Sin dudas, dicha sentencia además de una aberración jurídica es una incoherencia absoluta ya que parte claramente de prejuicios religiosos y políticos –impulsada desde sectores neocon y los Lobbies sionistas- que demuestra la supina ignorancia del tribunal en la consideración y valoración de los hechos, de las pruebas y de los actores involucrados en aquella oportunidad.

Como contra parte no se ha visto que ninguna causa haya sido promovida con éxito contra EEUU por sus incontables crímenes de guerra y de lesa humanidad llevando a que las nuevas generaciones abocadas a la carrera del derecho internacional se estén preguntando ¿Justicia para todos?

Por mediados de marzo fuentes estadounidenses comenzaron a difundir una inusual información referente a una situación ocurrida en el “Fort Detrik” una base militar ubicada en Maryland donde se encuentran instalaciones de laboratorios Microbianos y de guerra Biologica que a mediados del mes de junio de 2019 debio ser cerrado y todo su personal aislado por un brote infeccioso desconocido que por sus síntomas se asimila en sus síntomas al Coronavirus.  Sobre esto, ni el Departamento de Estado, el Pentágono y mucho menos la Casa Blanca han dicho una palabra y a su vez rompe el esquema lógico de la demanda de Klayman con una sola preguna ¿Quién fue primero, el huevo o la gallina?

Existe una gran incertidumbre acerca de las actividades del Laboratorio Microbiano del Ejército de EE.UU. (Fort Detrick) respecto a la propagación del coronavirus, denominado COVID-19, lo que ha llevado a los ciudadanos a pedir una aclaración de sus actividades”, escribió el sábado el periódico oficial del Partido Comunista de China (PCCh), “People's Daily”.

Tampoco parece haber tomado en consideración las aseveraciones y notables predicciones de la Fundación GATES que desde hace años viene anunciando las consecuencias –entre ellas las económicas y financieras- de un escenario pandémico global y que tuvo su  tope en la simulación realizada a puertas cerradas y con la presencia de representantes de organizaciones privadas y de la CIA en 2019, donde se vaticino una situación casi calcada a lo que actualmente esta sucediendo a nivel global. 
No olvidar que entre algunas consideraciones de Bill Gates para combatir la actual crisis pandémica esta la de cerrar las empresas y actividades por tres meses para frenar la propagación del virus como mejor alternativa tanto desde el punto de vista económico como de la salud pero ¿Quiénes salen beneficiados con esta medida?

Sin lugar a dudas que el mismo Bill Gates puede ser otro buen testigo de cargo en este proceso judicial si es que realmente prospera y hay interés en Klayman para determinar quiénes son realmente los responsables de lo que está ocurriendo.

Como se puede ver y aunque la aparente preocupación que se vierte en la demanda, al bufete de abogados estadounidense se le han escapado estos pequeños detalles que rompen el esquema de hechos que argumentan la exclusiva responsabilidad de China en lo que esta ocurriendo. Si Klayman y asociados están tan interesados por las responsabilidades de esta calamidad, habría que mirar también que está sucediendo en casa.




sábado, 4 de abril de 2020


"COVID-19 ¿UNA PANTALLA GEOPOLITICA?"
Queda claro que la actual pandemia destrozara la economía global que hemos conocido, pero ello ¿Esta siendo usufructuado por los poderes centrales para profundizar sus planes geopolíticos?


Por Charles H. Slim

El título de éste articulo no quiere decir que el virus no sea una alarmante realidad aunque, pareciera haber esfuerzos para desviar la atención de su verdadero origen. Pero la puesta en marcha de algunos acontencimientos en torno a ciertos países orquestados casualmente por EEUU, aprovechando la psicosis creada por la Corporación de medios y sus repetidoras alrededor del globo, pareciera reflejar que se está utilizando la crisis pandémica para cubrir el desarrollo de varias operaciones militares que tienen un notorio fin geopolítico y estratégico.

Cuando la mayoría de la gente en el hemisferio occidental esta siendo bombardeada dia y noche con noticias e informes catastrofistas –ampliamente exagerados- sobre el incremento de victimas del COVID-19, otros están sufriendo además de esta pandemia, planes de agresión inminente y otros ya vienen sufriendo la agresión directa y brutal sin cuartel que no puede ser visualizada masivamente por el acaparamiento deliberado del espectro informativo.

No hay nada de “conspiranoia” como Washington y sus adeptos de los medios y sus periodistas alrededor del globo tratan de alegar cada vez que la elite anglosajona quiere tapar la realidad. Esa táctica fue la usada por George W. Bush y sus funcionarios cuando fueron enfrentados con sus falsedades y mentiras lanzadas desde 2002 sobre las supuestas armas de destrucción masiva de Iraq y las pruebas irrefutables de que sus fuerzas (en 2004) estaban llevando a cabo torturas, violaciones y ejecuciones en Abu-Graib y otra veintena de campos de concentración y torturas ocultos en Iraq y muchos otros más alrededor del mundo.   

Hay varios factores que están jugando para movilizar estos planes y uno de ellos es el peligro que corre “la reelección de Trump”. Y es que la actual situación de la Pandemia ha sido como un tiro por la culata para su administración. El pilar fuerte de su plataforma electoral la economía y el empleo pleno que logro mantener por 113 meses consecutivos, producto de esta crisis se ido al garete, tras el duro golpe a la productividad de la nación.

Mientras la bolsa de Wall Street reacciona con alternadas caídas espasmódicas producto de la especulación y la caída del precio del petróleo, el desempleo se ha disparado a niveles críticos registrando solo en el mes de marzo más  de 700.000  empleos perdidos y unos 10 millones de solicitudes para el cobro del seguro por desempleo (un cheque de 1200 dolares).

Aun falta que se elaboren los informes sobre sobre hasta donde llegara el desempleo en el mes de abril, lo que ya esta dando pautas aproximativas del impacto sobre el mercado laboral norteamericano. Se calcula que en este mes del abril llegara a los 15 millones algo  que se publicara recién en el mes de mayo.

Para colmo del desastre, el Departamento del Tesoro ha comenzado a imprimir billetes hasta alcanzar dos billones dólares con la intensión de financiar a los mismos bancos que en parte, fueron parte del actual ecatombe financiera.

Sumado a esto, tras el menosprecio de Trump a la peligrosidad de la pandemia  que causo una avalancha de infectados por el COVID-19 dentro de los EEUU, incrementada en forma apocalíptica en ciudades populosas como New York y San Francisco que ha causado hasta hoy 8000 muertos, ha desatado una lluvia de críticas que obviamente son capitalizadas por la oposición. Al parecer algo no fue bien calculado o tal vez, fue orquestado deliberadamente para que Trump fuera el “cabeza de turco” para desterrar a tan odiado inquilino de la Casa Blanca y al mismo tiempo tapar a los verdaderos beneficiarios de esta calamidad. Nadie se olvide lo que esto esta causando a la economía global.

¿Quién es el gran culpable de este desastre económico y sanitario estadounidense? Todos obviamente gritan al unisono “Donald Trump” ya que fue el presidente norteamericano quien desde un primer momento desprecio el riesgo de mantener a la población sin un control epidemiológico responsable ¿Pero por qué creen que tomo esta peligrosa determinación? Las respuestas podrían ser dos: Una se rumbea por lado de que el chivo expiatorio para culpar de este brote era China y cuanta mayor cantidad de infectados se produjera, mejor para Washington, La otra es simplemente: “un gasto innecesario”.

En apoyo a la primera respuesta, se lanzaron a rodar todo tipo de argumentaciones provenientes de diversos sectores de la política y los medios. Las que echo a rodar el Secretario de Estado Mike Pompeo refieren a una culpabilidad exclusiva de China afirmando que la actual situación se debe  al “virus de o la infección china”. Otros son tan delirantes que nacidos de su obsecuencia suenan poco creibles. Uno de ellos es el difundido por el conductor televisivo peruano de Jaime Bayly –muy aplaudido por los liberaloides argentinos- quien con su acostumbrada verborragia afirmo que China era responsable de todo esto y que alli los muertos se contaban por millones y sus cuerpos estaban siendo incinerados para hacerlos desaparecer. La descripción es la de un verdadero holocausto chino, acusando al gobierno de Pekin de ser inhumano y criminal pero ¿Hay pruebas de ello?

Lo habíamos dicho antes, cuando Trump puso a su vice  el fanático sionista Mike Pence al frente del Comité de Emergencia por el Coronavirus quien con el apoyo del Lobbie sionista estadounidense, sus activos de las iglesias evangelistas y otras corrientes cristianas neosionistas, comenzaron a predicar que este virus era “un castigo divino”.  De ser cierta esta última tesis, EEUU parece haber incurrido en las preferencias de las iras del “señor” ya que los últimos números de infectados en New York solamente, hacen palidecer las contabilizadas en China. Por supuesto que los medios argentinos nada van a comentar estos entretelones mesiánicos de la realidad política estadounidense que tiene un alcance global.

Pero todo éste circo de “aislamiento” tiene otro propósito que en los últimos días ha venido quedando expuesto.

Los hechos son evidentes. Mientras EEUU y sus aliados británicos e israelies elaboran y llevan adelante planes para generar nuevas guerras que fastidiaran a miles de personas, Cuba ofrece su colaboración a los países que se ven azotados por este virus dándole un valor agregado a su política externa y a la comunidad internacional. Cuando se dio a conocer que Cuba le había proporcionado a China un medicamento (Interferon) que demostró ser eficaz para combatir la infección elaborado por sus propios virólogos, no faltaron los ninguneos y las descalificaciones de los medios y periodistas anglófilos y sionistas que operan desde Argentina.    

Asimismo estos mismos sectores hacen la vista gorda a las acciones que en forma paralela EEUU y sus aliados, llevan adelante contra la soberanía y las poblaciones de otros países. El anuncio del Departamento de Justicia de EEUU de poner una recompensa a la cabeza del presidente venezolano Nicolás Maduro y los inmediatos movimientos militares que se están llevando a cabo en torno a Venezuela son la prueba de ello.  Las acusaciones fueron respaldadas por informes de inteligencia y avaladas por los prejuiciosos comentarios el Secretario de Estado Mike Pompeo del Departamento de Estado y por Mark Spert del Departamento de Defensa dejando en evidencia, la clara tendencia política que sustenta aquellas acusaciones.

Bajo la excusa de la supuesta lucha contra las drogas y anunciando que para ello cuenta con el apoyo de 22 naciones, Trump y su administración ordeno duplicar la presencia militar en el Caribe y centrando sus objetivos en torno a Venezuela. Recordemos que Colombia es la base de operaciones de las tropas norteamericanas en la región y sede de la OTAN para el hemisferio. Todo apunta a un posible intento de invasión.

Por otra parte y en la misma sintonía, sus aliados británicos también aportan sus propios esfuerzos a la campaña estadounidense en el Caribe remitiendo unidades navales mientras al mismo tiempo, comienzan a tomar las riendas en el Medio Oriente con la finalidad de –además de continuar con la agresión contra Yemen- conducir los esfuerzos por consolidar el “caos controlado” que EEUU ha instalado en la región.

Otros que continúan y profundizan sus ya acostumbradas y brutales operaciones son los israelíes. Por supuesto que esto tampoco es mostrado por los medios convencionales argentinos y mucho menos debatido por sus insipidos “periodistas” e “investigadores”. Aprovechando la masiva cobertura mediatica que silencia todo lo inconveniente, Tel Aviv lanzo varios ataques aéreos sobre Gaza agravando aún más la desesperante situación de los palestinos que allí sobreviven quienes también sufren en medio de las privaciones que les causa el aislamiento militar, la posibilidad del contagio del COVID-19. Al mismo tiempo continúan las arbitrariedades sobre la población árabe de Cizjordania y Jerusalem donde las apropiaciones y las demoliciones de casas palestinas se llevan a cabo con la complacencia de los colonos judíos quienes traídos por Israel desde varias regiones del mundo, se apropiaran de los terrenos palestinos.

Con esto podemos ver que más allá de los beneficiarios financieros y económicos que se ocultan detrás de esta pandemia, estos actores internacionales no se quedan atrás y aprovechan la ocasión para concretar sus planes. Tal vez sean meros oportunistas o tal vez, sean parte de esta tragedia ¿Qué es lo que cree usted?