“COMBATIENDO AL
CORONAVIRUS”
¿Puede la OTAN y
la Infantería de Marina de los EEUU combatir una pandemia?
Por Dany Smith
El 2 de abril mientras en Argentina se cumplía un
nuevo aniversario de la recuperación de las islas Malvinas, Sandwiches y
Georgias del sur ocupadas por Gran Bretaña, en Europa se celebraba una
conferencia virtual por video entre los 30 ministros de Asuntos exteriores de
los miembros de la OTAN para encargarle al Comandante Supremo Aliado (ACO) el
General estadounidense Tod Wolters tomar las medidas necesarias para combatir
al Coronavirus. Al conocer esta noticia nos preguntamos ¿Combatir a un virus?
Casualmente dos semanas antes, 20.000 efectivos
estadounidenses y variado equipamiento llegaban discretamente a Europa
desperdigadas en 7 aeropuertos con la intensión de no causar alarma entre la
opinión pública de la Unión Europea. Las
mismas se sumaron a otros 10.000 que ya estaban desplegados en suelo
europeo. La movilización coincide con
los ejercicios de guerra “Europe Defender
20” que comenzaron en abril y pese a la pandemia declarada por la OMS, se
extenderán hasta junio (tal vez para combatir el virus).
Pero más allá de las órdenes que salen de la sede
central de la OTAN en Bruselas, estas tropas salieron de EEUU y para ello
necesitaron ser autorizadas por el presidente Donald Trump quien mantiene una
muy compleja relación “amor-odio” con los generales del Pentágono que por sus contrariedades, ha
venido degradando su imagen entre la influyente comunidad militar que en
algunos estratos –en actividad y retiro- lo
han catalogado lisa y llanamente como “ignorante y caprichoso”[1].
No olvidemos como Trump ha estado despotricando continuamente
contra sus aliados europeos –entre otras
cuestiones- por no cooperar en el mantenimiento dinerario de las
operaciones de la organización atlántica, algo que llevo a discusiones épicas con
sus generales dentro del “Tanque”[2] en
el Pentágono, especialmente con el general “Mattis” que al ser respaldado en
sus posiciones por el entonces Secretario de Estado Rex Tillerson termino
costándole el puesto a este último[3].
Si éste despliegue se ha producido pese a las
advertencias de la OMS sobre la compleja situación sanitaria en Europa, algo
muy importante se prevé.
Al parecer aquel mandato impartido al Comandante
Supremo Wolters vino a coincidir con este conveniente despliegue militar en las
fronteras de la Federación rusa (Aliado de China). Sospecho que detrás de este movimiento, hay un
objetivo estratégico que va más allá de contener a Rusia y que se relaciona con
la actual situación con China.
Como de costumbre este tipo de noticias no circula por
los medios (democráticos) con la misma transparencia y velocidad que debiera
requerir, máxime con la saturación informativa existente sobre la “pandemia” y
las consecuencias “catastróficas” que la misma está causando.
Pero como ya lo habíamos dicho antes, los asuntos
geopolíticos prosiguen sin pausa solamente, que pasan desapercibidos y enmascarados
detrás de las diversas interpretaciones mediáticas sobre ésta pandemia. El
envio de buques de guerra estadounidenses a las aguas del Caribe en la última
semana –con apoyo de los miembros de la
OTAN- se enmarca en estos asuntos aunque, como se pudo ver, tuvo un abrupto
desenlace[4]. En
este marco es que se llevo a cabo esta conferencia que termino con este
criptico “mandato” poco claro y en cierta medida, nada entendible desde un punto
de vista del sentido común ya que ¿Cómo diablos la organización atlántica con
misiones eminentemente militares y comprobadamente ofensivas puede contribuir a
combatir un virus? El contingente que se ha desplegado en Europa no es de
médicos sino de soldados. Sin dudas, esto huele muy mal.
Como suele decirse “nada es casual”. El encargo de
los miembros de la organización se produce en un momento muy peculiar en el
cual, además del estado de excepción instaurado a nivel global, se están
produciendo profundas reformas y recortes presupuestarios en el área militar de
las Fuerzas Armadas de los EEUU –el pilar
de la OTAN- que a la vista de algunos expertos, estarían siendo orientadas para
operar en breve en ciertos escenarios en particular. Si alguien sospecha que
uno de esos escenarios es Asia, no se equivoca.
Aunque Rusia e Irán siguen siendo escenarios de
posibles incursiones militares a mediano plazo, las actuales circunstancias (vinculadas
a la pandemia) habrían llevado a poner atención en otras prioridades inmediatas
que se vínculan con la región de donde apareció.
CH-53 de la USMC |
Se sabe que para llevar adelante operaciones en un
determinado terreno, se deben considerar los aspectos escenciales operacionales
como son el transporte de tropas, la logística y el equipamiento necesarios
para realizarlo. En este sentido, un batallón de marines con equipamiento de
vehículos blindados, vestimentas y armas adaptadas a combates en zonas
desérticas con temperaturas de 50° C no será muy útil en terrenos irregulares y
escarpados, de visibilidad entrecortada por la topografía poblada de selva,
condiciones climáticas húmedas como las que podrían encontrar en el centro y
sur de Asia. Y adivinen que escenario combina con estos detalles. Así es, China
Meridional.
Para estos menesteres es la infantería de marina la
fuerza requerida aunque con urgentes cambios.
Pero las reformas que se estarían implementando en
el Cuerpo de Marines (USMC) iniciadas en 2019 y con miras a extenderse paulatinamente
hasta 2030 tenderían a reducir el uso de componentes innecesarios (obuses remolcados, tanques, aviones y
cuerpos de ingenieros entre otros) y dotarles de nuevos medios de transporte para
llevar adelante operaciones de intervención anfibia en zonas muy alejadas y con
las característica acorde a como serian los islotes del Mar Meridional de la
China. Esto no significa que Washington termine con sus operaciones en Siria e
Iraq y mucho menos desconecte su colaboración con los esfuerzos sauditas por
derrotar a los yemenitas. No, en estos últimos casos será responsabilidad absoluta
del ejército estadounidense y sus aliados británicos mantener la situación.
Solo estaríamos ante una compactación del Cuerpo de
Marines para que recuperen sus operaciones originales (mar-tierra) con mayor
eficiencia y velocidad.
El nuevo objetivo estratégico demanda una fuerza de
infantería renovada y abocada a las tareas anfibias propias, revelando que hay
un escenario de interés prioritario para Washington.
Una de las reformas
en vista, es la de retomar su función táctica original como es el típico
desembarco en una costa o playa, solo que utilizando nuevos medios. Sus
acciones estarán centradas en operaciones aerotransportadas rápidas -con
Convertiplanos Osprey y helicópteros CH-53E-
con equipos más reducidos y dotados de mayor autonomía operativa (dejando en la historia el apoyo blindado y la
movilidad motorizada).
Si bien entre sus recortes existe un plan de reducir
el número de blindados (que seguramente se los venderán a Iraq y los sauditas),
ello no significa que no los vaya a utilizar entre sus filas. Solo que se está
hablando de una profunda reforma del arma de la infantería de marina para que
pueda operar con mayor eficacia contra los intentos de China por ocupar islotes
y franjas de tierras en zonas de países cooperadores con Washington.
Situación para las operaciones en el Mar Meridional |
Para ello los “marines” deben poder intervenir en
forma rápida y eficaz en un escenario martimo complejo compuesto de unas 250
pequeñas islas con atolones y cayos en las cual no serán de utilidad para su neta
función expedicionaria el desembarco de blindados, piezas de artillería y
equipo pesado. El control de una porción de estas islas dará un control
estratégico del Mar Meridional buscando degradar las rutas comerciales chinas.
Como sea y a la par de estos cambios, tras el
encargo al Comandante Supremo, la OTAN ha intensificado sus operaciones aéreas en
los países nórdicos en particular en Noruega demostrando que cuenta con una
amplia libertad de movimiento de sus aviones utilizando las rutas aéreas
civiles –actualmente sin tránsito- lo
que ha alertado a Rusia. Igualmente todo este ajetreo estaría estrechamente vinculado
a devolver gentilezas a China por el primer episodio con consecuencias globales
que se enmarca en lo que para muchos es
la III guerra mundial en marcha y que lamentablemente continuara ¿O es que
acaso, Ud sigue creyendo que el COVID-19 es de origen natural?
[1] The Atlántic.com. “Top Military
Officers Unload on Trump”, Published in November 2019, https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2019/11/military-officers-trump/598360/
[2] Es
una instalación blindada bajo el Pentágono a pruebas de sistemas de escucha y
hermética a los sensores electrónicos satelitales.
[3] Time.com. 'You Can't Do It That
Way.' Rex Tillerson Opens Up On His Tensions With Trump”. https://time.com/5473728/rex-tillerson-trump-firing/
[4]
Tras el envio de unidades navales del Comando Sur de la Armada de los EEUU (SouthCom)
con fines de intervenir en Venezuela EEUU encontró una pronta y peligrosa
respuesta de Rusia con el envio de dos bombarderos estrategicos nucleares TU-160.
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