DE KAZAN AL MUNDO
¿Por qué la cumbre de los BRICS+ celebrada en Kazán revela el éxito de
Rusia como actor aglutinante y al mismo tiempo del impulso vigoroso y sostenido
para un crecimiento paulatino e inexorable del bloque?
Por
Charles H. Slim
La 16º cumbre de los BRICS+ celebrada en días
pasados en la ciudad de Kazán no solo fue desaprovechada por la Argentina y por
supuesto ha sido deliberadamente ignorada por los medios del “Occidente
colectivo” sino que, también ha demostrado ser el punto de partida para el
ascenso progresivo de un nuevo sistema de relaciones internacionales por fuera
de las tóxicas relaciones extorsivas y unilaterales que surgen desde
Washington.
De la actual posición geopolítica de Argentina huelgan las
explicaciones y por lo pronto seguirá sujeta a los compromisos y políticas
angloestadounidenses que los Milei refrendan a pie juntillas. De esta forma,
los argentinos deberán ver este fenómeno desde afuera mientras se hunden cada
vez más en las situaciones que nada tienen que ver con su realidad. Y es que la
adhesión a los BRICS+ implica algo más que una simple asociación de estados con
fines económico-comerciales, es una asociación sobre la base de una visión
geopolítica particular del mundo abarcando en la diversidad una dimensión moral
de las relaciones y con ello, una revisión crítica de la justicia.
Los BRICS+ vienen a representar en reinicio de un nuevo contrato en las
relaciones internacionales con un marco de seguridad para protegerse de las “presiones”
del occidente colectivo.
Así, mientras el occidente colectivo se sustenta sobre la base de la
manipulación política de las instituciones internacionales como Naciones Unidas
(y sus organismos dependientes) para impulsar políticas extorsivas (como son
las sanciones comerciales, financieras etc,etc) y el uso de la fuerza bélica
como sustento de aquellas, el bloque de países emergentes BRICS+ busca escapar
y superar este marco de gran decadencia en las relaciones internacionales y que
se evidencia con creces con todos los conflictos de finales del siglo pasado y
los conflictos que bajo el impulso de no perder su hegemonía mediante la OTAN y
usando a la Unión Europea como un escudo, ha causado en lo que va del presente.
La cumbre dejó plasmado en su documento de cierre que el camino hacia
un nuevo mundo desdolarizado y en el cual las monedas de cada país miembro
valgan para pagar las transacciones comerciales y cancelar deudas, sea una
realidad cada vez más aceptada con el paso de los años. Este solo punto (con
solo mencionarlo) ya es algo que irrita a los anglosajones y particularmente al
establecimiento estadounidense que aglutina a sus monigotes políticos en
Washington y financieros en Wall Street con lo cual, la empresa no estará
exenta de riesgos para el bloque.
Pero ¿Cuáles son los avales para que las monedas de estos países
emergentes tengan el respaldo necesario? El oro. Y es que los países que se
agrupan en los BRICS+ son quienes vienen acumulando reservas en oro físico mientras
EEUU y sus socios europeos no cuentan con un respaldo similar, por el
contrario, la emisión de billetes carece de cualquier otro. El uso del patrón
oro como respaldo para fortalecer las monedas contra el dólar ya es una idea
que EEUU se encargó aplacar.
No olvidemos que esto mismo fue lo que motivo en parte, el asedio y
posterior invasión a Iraq en 2003, su brutal ocupación y asesinato de Saddam
Hussein en 2006, la intervención de la OTAN Y destrucción de Libia y el -festejado
por Hillary Clinton- asesinato de Mohammar Gadafi en 2011, ambos
traicionados por sus hermanos árabes de Golfo Pérsico y que hoy algunos de
ellos incursionan en el bloque BRICS+.
El relato del occidente democrático, respetuoso de los derechos humanos
y la ley internacional hace tiempo esta enterrado y fueron los mismos
gobernantes angloestadounidenses quienes cavaron la fosa y le tiraron las
últimas paladas de tierra. Biden no hay dudas ha sido el último enterrador y
ello queda muy claro con la descarada intervención en apoyo de un régimen
neonazi en Ucrania y su detestable cooperación en el genocidio que se comete en
Palestina proveyéndole a Netanyahu y su staff de extremistas Talmúdicos todas
las armas y las bombas necesarias para barrer ciudades y aldeas de la franja de
Gaza.
Precisamente el bloque ha dejado clara su postura sobre la guerra en
Ucrania entendiendo las razones por las cuales Rusia se vio empujada a
intervenir, abogando al mismo tiempo por una solución pacífica y ajustada a
perdurar en el tiempo. En cuanto a la situación en Medio Oriente y tras el
ataque esperado de Israel contra Irán, la condena a las atrocidades cometidas y
que sigue cometiendo la entidad sionista es unánime haciendo un llamamiento a
que Tel Aviv respete las resoluciones de Naciones Unidas, se retire de los
territorios ocupados y se le reconozca el derecho de los palestinos a un estado
nación.
Obviamente estos pronunciamientos disgustan y mucho a los personeros en
el departamento de estado y en Tel Aviv con lo cual, no es extrañar que ya
estén poniendo a rodar operaciones de desestabilización política en países que
forman parte de los BRICS+, tal como venimos viendo en Bolivia, en Venezuela
donde se logró capturar a un grupo de mercenarios reclutados en España, o en
Brasil con la errática posición de Lula quien sin dudas se halla bajo una
intensa presión de los sectores adeptos a Bolsonaro quienes a su vez están
conectados con sectores sionistas con llegada a Tel Aviv.
Pese a estas incidencias externas, el bloque también viene adaptándose
a situaciones de potenciales nuevos miembros que por sus posicionamientos
geopolíticos y en algunos casos, sus cuestionables antecedentes, se hace
bastante complicado de aceptarles sin condiciones. Tal vez el caso paradigmático
sea Turquía, un aliado de la OTAN y que bajo el gobierno de Tiyip Erdogan ha
traicionado en varias oportunidades a Rusia. Igualmente y más allá de estas
particularidades, las expectativas que dejo la cumbre son muy positivas aunque
sus miembros, deberán estar atentos a los intentos de sabotaje de un occidente
colectivo en retroceso.