sábado, 17 de septiembre de 2016

EN DEBATE




“EL 11S Y LA VISIÓN ARGENTINA”

Cómo ha sido la mirada de aquel episodio y cuáles son los obstáculos para conocer la verdad




Por Charles H. Slim
Sin entrar a polemizar sobre las verdaderas causas y reales autores que llevaron adelante la comisión de los atentados del 11 de septiembre en EEUU, a perspectiva de los quince años que han pasado, se hace muy interesante ver como se vio ese episodio desde el Cono sur y especialmente como reaccionaron los estamentos políticos, mediáticos y sociales de la Argentina en particular.  Sin dudas que fue un acontecimiento bisagra en la historia contemporánea y que a pesar de las notorias intensiones de utilizarlo como el “caballito de batalla” para victimizar a EEUU y despertar el apoyo unánime de lo que luego vendría, ha dejado entrever muchas cosas que pese al paso del tiempo, aún no se explican.

En aquellos momentos Argentina se encontraba transitando un severa crisis económica producto del llamado “corralito” y se oían rumores incluso de que la Patagonia sería objeto de una negociación a puertas cerradas con “inversores privados” que a cambio de obtener beneficios territoriales sobre dicha región,  sacarían al país de aquel default. Como siempre, los medios nacionales seguían las informaciones que bajaban de los centros informativos estadounidenses y europeos, una costumbre que se iría moderando con el paso de los años y la masificación del internet como vía para el nacimiento de fuentes de  información alternativa.

En esas circunstancias los medios gráficos, radiales y televisivos no hicieron más que discursar sobre lo que EEUU trasmitía y nada más. Las imágenes que se ventilaban desde la CNN, FOXNEWS, la NBC y los primeros “análisis” que publicaban  en “Breaking news” los diarios como “The New York Times”  o el reverenciado “The Washington post” ,  tenían preconcebidos a los supuestos autores de éste “ataque inesperado” que no podían ser otros, que musulmanes radicalizados.  Supuestamente, unos árabes locos habían tomado aviones comerciales para estrellarlos contra las Torres Gemelas en New York, otro con rumbo al Capitolio (que la versión oficial niega haberlo derribado) y otro que supuestamente se lanzó contra el Pentágono, en Washington.  

De este modo lo repetían los medios argentinos que, si usar criterios propios y adornando con comentarios trágicos, aprovechaban para volcar sus propias deducciones que no eran más que una copia de los “análisis” que provenían de los medios estadounidenses.

Las imágenes eran elocuentes y convincentes a primera vista de que al menos –lo que mostraron las cadenas en vivo- dos aviones de pasajeros con unos minutos de diferencia, embestían a ambas torres poniendo en jaque a la seguridad de la primera potencia mundial. Pero, a pesar del shock de los mismos norteamericanos que se vieron involucrados en ese infierno en aquella mañana soleada,  inmediatamente a lo ocurrido, varios comenzarían a realizarse ciertos cuestionamientos que no encajaban con lo que su gobierno trataba de meterles a fuerza de un patriotismo exacerbado  y comenzaron a revisar cuadro por cuadro las secuencias de esos “supuestos aviones”, a rever concienzudamente cada momento que vivieron en esos instantes para tratar de entender, por qué habían pasado ciertas cosas que su gobierno negaba verlas  (v. http://richardbruzz.blogspot.com.ar/2015/07/11s-nunca-hubo-aviones.html ).

A ese momento de impacto emocional entremezclado con rabia e impotencia, fue aprovechado por la administración Bush que dio inicio a la caza de brujas o mejor dicho, de musulmanes y el comienzo de una continua campaña de intervenciones bélicas que el tiempo revelarían como  planificada con mucha antelación y justificada bajo argumentos falsos.

El caso de los testigos que estuvieron en el mismo lugar de los hechos donde indicaron haber escuchado explosiones subterráneas en el sótano  de las torres inmediatamente antes de que los “supuestos aviones”  las colisionaran, causó un dolor de cabeza a los relatores de la versión oficial en Washington. Kenny Johannemann quien trabajó esa mañana como conserje de tiempo parcial en el World Trade Center, cuando esperaba el ascensor en la Torre norte, fue testigo de una explosión que hizo elevar una bola de fuego desde las profundidades del hecho del ascensor. El otro caso es el de William Rodríguez quien también hallándose en la misma torre, pudo escuchar varias explosiones subterráneas antes de que aquellos “aviones” golpearan a las torres.
No hubo avión como muestra esta toma del Pentágono

Otro caso es el de Barry Jennings, un funcionario de la ciudad de New York quien en esos momentos se hallaba ingresando a la famosa Torre 7 que colapsaría varias horas después sin ninguna causa aparente, comentó que cuando ingresaron a las oficinas en el piso 23 donde tenían su centro de mando, quedaron azorados al ver que no había nada; no había mobiliario, ni maquinas de café ni archiveros ni las PC, ya que alguien se había tomado su tiempo para sacar todo lo que allí había. Al comenzar a escuchar los llamados de evacuación, Jennings y un compañero llamado Michael Hess bajaron tan rápido como pudieron y en el trayecto pudieron escuchar varias explosiones que provenían de debajo de la Torre 7.  Al venirse abajo este complejo, aquel estado de cosas que relataron fue imposible de corroborar pero se asemeja bastante a lo que denunciaron varios testigos  sobre el vaciamiento de varias oficinas de empresas que habían en las torres gemelas y que por una extraña coincidencia, sus gerentes habían decidido vaciarlas con unos días de antelación. Estos testimonios llamaron la atención a otros investigadores que descubrirían otras incongruencias en lo que aseguraba el gobierno y eso llevo a que con el pasar de los años, más pistas salieran a la luz que ponen más que en duda la autoría externa de esos ataques (v. https://trinityeyes.wordpress.com/2011/09/16/2-testigos-del-autoatentado-de-las-torres-gemelas-asesinados/   ) .

Consecuencia de esos testimonios, aquellos testigos fallecerían de forma sorpresiva y muy convenientemente, como un intento de acallar las continuas preguntas que estaban arrinconando al gobierno y poniendo en riesgo sus planes de implantar aquel estado de emergencia permanente que bajo la legislación Patriotic Act posibilitaba el control total y absoluto sobre la población civil.   

Nada de esto fue tocado por periodista o medio argentino. Es que además de la ignorancia con la que manejan varios temas, se halla esa repugnante obsecuencia con la que se han vinculado históricamente con los intereses del norte y Europa. Amparándose en el calificativo de “serios” justifican no ahondar en otras hipótesis que no sean las que provee el gobierno, sus organismos  o asociaciones no gubernamentales de origen estadounidenses o europeas.

Otro caso que roza de cerca a la Argentina es el del documentalista estadounidense, Kurt Sonnenfeld quien en momentos que se produjo este evento, trabajaba como camarógrafo para el organismo público federal destinado a documentar situaciones de catástrofe denominado FEMA,  encargado de filmar todo el escenario donde se había producido el siniestro.  Sonnenfeld fue testigo de varias incongruencias en el centro mismo de donde supuestamente habían chocado esos dos aviones que las imágenes generadas desde los informativos, difundieron por todo el mundo. Cuando puso en evidencia esas incongruencias el gobierno cayó brutalmente sobre él y le demostró que clase de democracia era la que existía. Tras ello fue detenido y confinado en una cárcel estadounidense donde fue sometido a horribles torturas psíquicas y físicas. Sin lugar a dudas, Sonnenfeld experimentaría lo que un tiempo después se practicaría en centros como Guantánamo, Abu-Graib, Bucca, Bagram y la lista sigue.

Tal como lo señala en su libro “El Perseguido”, debió huir de EEUU simplemente porque sabía que o era detenido nuevamente para ser torturado hasta la muerte o simplemente lo harían desaparecer.  Y es que el problema que representaba Sonnenfeld para su gobierno era que se atrevió a pensar con criterio y no se comió lo que públicamente comenzó a oír casi en forma inmediata a los hechos.  Cuando sus superiores advirtieron eso, simplemente debió huir de su país y encontró refugio en la Argentina donde pese a ser “un país soberano”,  sigue siendo vigilado y asechado por las agencias estadounidenses.
Therry Meyssan

Nadie en Argentina se atrevió a realizarle una entrevista, simplemente porque la historia de Sonnenfeld causa terror; y nos referimos a los periodistas y medios del Establishment quienes son solventados por los dineros del sistema que es manejado por los poderosos intereses sionistas quienes a su vez, son los que tienen importante influencia en la agenda exterior de la política estadounidense.

Esto reveló que en realidad el gobierno estadounidense tenía algo que ocultar y busco atar cabos por todos lados usando los métodos más retorcidos que supuestamente utilizan los “regímenes no democráticos”. 

Recordemos que a lo vivido por Sonnenfeld y a lo sucedido a varios testigos de aquella ocasión, sería el comienzo de una era de oscuridad en la que bajo la dirección de la abominable administración de George W. Bush y Dock Cheney,  impulsaron una larga lista de crímenes contra propios y extraños usando como fundamento principal, la supuesta autoría de “árabes-islámicos” en los sucesos del 11/S tal como gustan argumentar de continuo intelectuales como Marcos Aguinis y otros tantos pensadores del sionismo local.

Tal como lo señalan actualmente varios analistas, este episodio nefasto de la historia contemporánea ha sido un gran engaño tanto en lo que hace a las causas como las consecuencias de lo que conocemos como el “11/S”. Así lo ha concluido el periodista canadiense Michel Chossudovsky al señalar meridianamente que acusando a “Al Qaeda” y a “Arabia Saudita”  alcanza para explicar lo que realmente ocurrió en aquella mañana (v. http://www.globalresearch.ca/video-911-and-the-global-war-on-terrorism-michel-chossudovsky-on-grtv/5544931 )

Desde Argentina obviamente estos testimonios y cualquier voz discordante con la versión oficial que se imponía por los medios masivos anglosajones, era ignorada. Incluso para cuando George W. Bush anuncia a bombo y platillo que tenía la certeza de que los autores eran árabes y su responsable intelectual se llamaba Osama Bin Ladem, algunos periodistas precoces que se tildan investigadores, además de “pontificar” las aseveraciones de Bush, no tardaron en escribir un libro que no revelaba más que lo que el Departamento de estado, La Casa Blanca y el Pentágono estaban haciendo publicar por los medios occidentales.

Casi inmediatamente a estos ataques, se pudo ver como la administración republicana, sus aliados del Lobby judío-americano en el Congreso y sus colegas del Neocon, quienes aportan importantísimos recursos dinerarios al conglomerado mediático, además de instigar la invasión inmediata de Afganistán, instigaron sin descanso y a base de puras mentiras, la necesidad de que EEUU debía ser pro-activo en atacar preventivamente a los países árabes.  ¿Y de dónde creen que salió esa doctrina criminal de los “asesinaos preventivos?  Pues, esa es una práctica que Israel venía implementando muy seguidamente contra los militantes palestinos y sus jefes políticos y militares. En este marco, sectores oscuros dentro del poder político estadounidense con nexos en Tel Aviv, habrían estado implicados en lo que para muchos fue un “auto atentado”, versión que muchos estadounidenses aceptan y que con el paso de los años parece instalarse en una amplia porción de la opinión pública internacional  (v. http://www.voltairenet.org/article180189.html ).


Plantear un revisionismo a cargo de algún sector del periodismo del  Establishment argentino es muy poco probable dado que, se hallan muy comprometidos y en gran parte sostenidos por recursos financieros que se cruzan con los intereses sionistas que no dudarían un segundo, en hacer desaparecer del aire, a cualquier periodista o intelectual “rebelde” a la versión oficial que se difunde con dificultoso éxito desde los centros de poder. 

martes, 13 de septiembre de 2016

INTERNACIONAL



“AFILANDO CUCHILLOS”

Que se esconde detrás de las pruebas misilisticas de Corea del norte y la presencia estadounidense en el mar de la China




Por Dany Smith
Las pruebas nucleares que realizó Pyong yiang en la última semana, han dado letra a las editoriales occidentales, ávidas de fabricar argumentos políticos que le den sustento a la Casa Blanca y al Pentágono para que se concentren más armas y efectivos en el sureste asiático. Pero lo peor de todo esto es que los últimos ensayos realizados en el polígono norcoreano de Punggyee-ri han sido más exitosos de lo esperado y es muy posible que Corea del Norte disponga de una capacidad nuclear tal, que podría contraatacar a EEUU en caso de ser agredida por lo que Washington llama “Ataques preventivos”.

Si bien es cierto que el gobierno comunista (el último que queda) de Pyong Yiang es abiertamente confrontativo y decidido a no dejarse influir por las continuas estrategias políticas y de sanciones económicas que impulsan  EEUU y de su vecino, la Corea del sur, su posición en la región es tomada con mucha cautela y no caben dudas de que tanto Pekín como Moscú consideran al gobierno de Kim Yom Un como una potente bomba de tiempo en la región.

En las actuales circunstancias y las que están por venir, Corea del norte puede llegar a ser usado como un fulminante para disparar una guerra en la región y eso lo saben muy bien China y Rusia. Es por ello que se mantiene la vista expectante en las próximas elecciones estadounidenses. Con la posible llegada de Hillary Clinton a la Casa Blanca, los tambores de guerra ya se hallan preparados para hacerlos sonar y los rusos como los chinos saben bien, que EEUU usando sus variadas artimañas en las cuales usa recurrentemente a terceros que realizan sus tareas sucias, puede causar una situación o una provocación que lleve a los norcoreanos a lanzarse contra el sur. En realidad una situación semejante no sería la primera nada más que en esta oportunidad, sería posible que uno de estos engaños se realicen con elementos radiactivos.

El problema no es que Corea del norte tenga ya armas nucleares sino que parece que tiene la capacidad para lanzarlas sobre Washington. Esto que suena sensacionalista y hasta como parte de los argumentos amarillos de los medios estadounidenses, es una realidad tecnológica lograda por los ingenieros norcoreanos quienes podrían en un par de años,  desarrollar su propio programa espacial que supere al satélite “Unha-3”

Pero el desarrollo aeroespacial de Corea ¿por qué debería interpretárselo como un peligro o una amenaza a la seguridad internacional como lo balbucean los recalcitrantes sectores belicistas en el Congreso estadounidense y lo reproducen sus medios pagos alrededor del globo?  Sin dudas no hay más peligro que el que representa el sistema de armas nucleares que los EEUU y la OTAN mantienen en órbita con sus satélites armados apuntando a la tierra o los arsenales israelíes en el desierto de Bersheeva. 

Lo cierto es que cualquier impulso bélico en la región dependerá de quien sea el que tome la Casa Blanca y ante las últimas noticias que llegan desde Washington, es posible que hayan más sorpresas que las hasta ahora vistas, máxime si consideramos el endeble estado de salud de la candidata Hillary Clinton a quien, tras desmallarse en el acto del 15º aniversario del 11 de septiembre, parece que podría ser reemplazada por alguno de sus correligionarios demócratas.

Igualmente y sin ánimos de implantar el pesimismo, si gana Donald Trump la política exterior de los EEUU cambiara poco o nada. Es que este tema es una materia de la cual,  los presidentes estadounidenses no tienen opciones para maniobrar.  No importa si es demócrata o republicano, cualquiera que sea, deberá seguir la agenda del estado profundo el cual está gobernado por intereses sin rostro pero con objetivos perceptibles. Ya no es un secreto para nadie de que las guerras son una caja de ingresos demasiado tentadora como para dejarla de lado por argumentos morales o incluso, tratados internacionales. De esta manera es cómo piensa el “halcón necon” promedio  y los sionistas que modelan las políticas exteriores de Washington; y es seguro que ello no cambie por un hombre como Trump. Con Clinton estos sectores tienen sin dudas sus expectativas cubiertas y saben que a ella no le temblara la mano de firmar cuantos decretos sean necesarios para seguir aumentado los presupuestos de defensa, ordenando la ampliación de intervenciones militares sobre otros países  y claro,  asegurando que se sigan girando las jugosas contribuciones dinerarias para sostener al estado de Israel.

Ahora como hemos venido viendo a lo largo de estos meses que van del 2016, los ojos de esos halcones y sus socios sionistas se han posado en el sureste asiático y han estado laborando sin pausa para buscar una causa, una justificación que les de argumentos a Washington para meter a su flota dentro de las aguas norcoreanas, sabiendo que existen seguras posibilidades de que serían repelidas a fuego limpio por las lanchas artilladas de Pyong Yiang.  Para peor,  en la mentalidad retorcida de estos sectores nefastos de la política anglosajona, los norcoreanos son “orientales”, es decir, no son caucásicos o incluso de piel blanca lo que les facilita con seguridad, usar toda la potencialidad destructiva sin la menor contemplación, solo por el hecho de esos rasgos disimiles.

Si acaso alguien cree que esto es una exageración o un juicio apresurado, solo basta ver lo que hicieron con una saña bestial y sádica sobre la población de Iraq, sobre Libia y lo que tratan de instalar en Siria; por supuesto, ni hablar de lo que hacen desde hace décadas sobre la población palestina que llega a grados de brutalidad tan extrema, que hace revolver el estomago a algunos de los generales israelíes más temibles. No debe perderse de vista este ingrediente racista en todo esto. Los norteamericanos en la guerra de Vietnam solían llamar a los vietnamitas “monos”; similares apreciaciones solían hacer los israelíes sobre algunos ciudadanos asiáticos con los que realizaban tratos para la venta de armas y como olvidar, la calificación de “ratas” a los palestinos.

Pero volviendo al extremo oriente y en particular al Mar Meridional de la China está claro que los ensayos de Pyong yiang son la excusa perfecta para que la flota norteamericana que pulula por dicho espacio marítimo, amplíe sus operaciones navales y hasta las incremente en número aprovechando toda la cobertura  mediática que ha recibido el evento.  Es muy posible que el Pentágono este evaluando seriamente en tratar de deshacerse militarmente de Pyong yiang, atendiendo a las peligrosas capacidades que ha desarrollado asombrosamente en los últimos cinco años.  A la par de ello, tanto Pekín como Moscú saben y están al tanto del peligro de su pequeño vecino comunista pero también están al corriente de que a Washington le sería muy funcional detonar un conflicto en la península coreana, mediante algún incidente prefabricado.

Para contrapesar estas maniobras, Rusia y China han puesto manos a la obra mediante la realización de sus propias maniobras militares conjuntas que sin dudas, es un mensaje para los navíos norteamericanos que se hallan operando.  Para que Washington no se inquiete por esta cooperación militar, ambos países dejaron en claro que estas maniobras no estaban dirigidas contra nadie en particular aunque sin lugar a dudas de que EEUU sabe que es un mensaje para ellos.

Más allá de cualquier aclaración, lo cierto es que esto para Washington y sus aliados representa una agresión aunque, curiosamente sean ellos quienes continuamente se están metiendo en lugares ajenos con nada buenas intensiones. Y si no veamos lo que ha sucedido últimamente sobre el espacio aéreo ruso, específicamente sobre aguas territoriales próximas a Crimea. El 7 de septiembre último, dos aviones de patrulla con equipo electrónico P8-Poseidón de la Armada estadounidense se adentraron en la zona próxima al espacio aéreo de la península de Crimea, lo que al ser detectados por los sistemas de alerta temprana de la base aérea rusa de Sebastopol, despacho una pareja de aviones SU-27 para interceptar a los intrusos.

Al ser advertidos de que debían cambiar de rumbo, los aviones espía norteamericanos giraron en dirección opuesta para dirigirse al oeste abandonando sus claras intensiones de espiar a las maniobras militares que se estaban desarrollando en el Cáucaso bajo la denominación “Cáucaso 2016”.  Ante esto, el Pentágono solo le quedo elevar una queja por una supuesta actuación poco profesional de los pilotos rusos que espantaron a sus aviones (v. https://actualidad.rt.com/actualidad/218176-cazas-rusos-alerta-acercamiento-aviones-eeuu-frontera-rusia )

Para algunos analistas, estás operaciones intrusivas son deliberadas acciones de provocación para medir las capacidades de guerra electrónica de Rusia. Para otros, una estrategia improvisada y peligrosa que busca un tropiezo en Moscú que dé lugar a incrementar la presencia de la OTAN en dicho teatro de operaciones.

Provocaciones como estas han sido recurrentes en lo que va del año y no son más, que la reedición de viejas tácticas ya vistas a lo largo de la historia. Para desgracia del Pentágono y pese a que la inteligencia militar norteamericana intento operar bajo el más estricto secreto, sus aviones más modernos que están dotados de sistemas de invisibilidad electrónica que pueden burlar radares de la mayoría de las fuerzas aéreas del globo, se han visto descubiertas in fraganti ante los avanzados e inesperados sistemas rusos que están demostrando que tienen muchas más sorpresas de las que Washington puede especular.

domingo, 11 de septiembre de 2016

EN LA MIRA



“RUSIA, 
ARGENTINA Y EL G20”

Cuáles serán los beneficios de la Argentina ante los nuevos delineamientos geoestratégicos para Eursasia encabezados por Rusia y China




Por Charles H. Slim
Hace tiempo que veníamos exponiendo con lujo de detalles, sobre la necesidad de que Argentina comience una política seria de reestructuración de sus Fuerzas Armadas visto el complicado contexto geopolítico en el que las naciones se ven actualmente inmersas, con nuevos peligros y amplios desafíos a sortear en campo militar y de los cuales no está exento el país.  Con esto revive  la importancia de reforzar las estructuras de los estados nación que han venido siendo agredidos desde el lanzamiento de aquel “Nuevo Orden Mundial”  inaugurado por el presidente George H Bush el 11 de septiembre de 1991. Quizá nunca y menos aún hoy, haya habido  lugar para la improvisación en lo que respecta a la defensa nacional y la planificación estratégica que debemos recordar, pudo verse condicionada a comienzos de año por Londres, tras el encuentro entre el entonces primer ministro David Cameron y el presidente Mauricio Macri en Davos.

Pero a pesar de que el gobierno de Macri se halla condicionado políticamente a no direccionar sus contactos externos con gobiernos que no agraden a Washington y Tel Aviv, la regla parece haberse flexibilizado por una cuestión temporal y obviamente bajo el más estricto control. Nos referimos al notable acercamiento que se ha venido dando entre Buenos Aires, Moscú y Pekín que antes de tomar el gobierno hubiera parecido impensado. Estos contactos que se han venido viendo y que se están profundizando en áreas comerciales de diversa índole,  parecen orientarse a entre otras cuestiones, reestructurar a las mal trechas Fuerzas Armadas y dotarlas de equipamiento tecnológico ruso de punta que muy seguramente no estará exento de quejas de Londres.  Habíamos analizado ya mucho antes de que Macri y su gobierno llegaran al poder, cuáles eran las posibles planificaciones para volver a levantar de los suelos a un ejército sin un armamento a la altura de la realidad actual, de una Armada sin buques y de una Fuerza aérea sin aviones de combate (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/11/en-debate-justo-tiempo-se-frustra-la.html ).

En ésta última semana el viaje de Macri y su comitiva a la Cumbre del G-20 en Hangzu, China,  se ha visto circunscripta en un momento histórico de la realidad mundial en la cual se pudo comprobar que EEUU es un país más como cualquier otra en el concierto internacional, al menos así se lo hizo ver el gobierno chino a la llegada de la prepotentes comitiva norteamericana que vio con desagrado que no se le tendiera a Barak Obama una alfombra  roja para su recepción. Tal como su conocido modo de conducir sus políticas en el exterior, se puedo ver a una desaforada Susan Rice tratando de dar órdenes a los encargados chinos del manejo de la recepción quienes además de no darle lugar a sus gritos, recibió como contestación “Y este es nuestro país, okey!?”

Pese a que la importancia del G-20 ha sido relativizada en comparación a las que realiza el G-7, lo cierto es que para Argentina puede haber sido la entrada a una nueva realidad, luego de décadas de ostracismo y obsecuencia enfermiza hacia Washington y la Unión Europea.

En este marco, además de las tratativas referidas al comercio, la cooperación en varias áreas del desarrollo industrial y de intercambio de tecnologías, se dio lugar a tratar temas de preponderancia política, estratégica y de seguridad de alcance mundial como es sin dudas el terrorismo y los conflictos de Ucrania y Siria.  

Precisamente en estos temas, es que se hallan íntimamente enfrascados los tres grandes actores participes en la cumbre como son EEUU, Rusia y China, disputando tras las bambalinas de aquella despiadada guerra en Medio Oriente, el control de la ruta de la seda.

Sobre esto, luego de que fracasaran las negociaciones entre EEUU y Rusia para llegar a un plan de paz en Siria, ha quedado en claro que dicho fracaso fue deliberadamente buscado por la comitiva estadounidense. 

Las razones para ello, son que Washington pretende seguir manteniendo el caos en la región del Sham, que abarca el desierto entre Siria e Iraq que precisamente es la ruta de paso para restaurar las vías comerciales de Oriente a Europa mediante la recreación de aquella vieja ruta de la seda. Con un caos controlado, los estadounidenses con la colaboración de sus aliados, había logrado bloquear los planes de abrir extensas vías de comunicaciones que conecten Pekín con Berlín en particular y Europa en general. 

Pero luego de la intervención rusa que dio lugar a los notables progresos del gobierno sirio por empujar a los mercenarios fuera de gran parte de su territorio, La Casa Blanca debió comenzar a maniobrar diplomática y militarmente para no meter la pata, más de lo que lo había hecho ya. Recordemos sino el descalabro de sus programas de la CIA montados en el norte de Siria que –con la colaboración de Ankara- se avocaban a reclutar, armar y entrenar a varios grupos de mercenarios con el objetivo de derroca al gobierno sirio, no de combatir a ISIS. Al ser todo esto puesto en evidencia, continuar con la agenda tal como lo venía haciendo era inviable. Claramente, la intervención de Rusia y el acercamiento de China a Siria ha cambiado el panorama. 

Esto se está evidenciando con el liderazgo político y diplomático  indiscutible que Rusia encabeza desde los últimos cincos años en todo lo que respecta a encarar los desafíos orquestados desde occidente usando claro, a la OTAN y por supuesto al sector financiero que maneja prácticamente todo el mundo.

Es en medio de esta tensa disputa que la cándida delegación argentina ha ido buscando oportunidades para agregar al país, especialmente en cuanto haga a la posibilidad de abrir nuevos mercados entre Asia y el país. 
Corbeta rusa clase Gremiaschi

Y sin dudas de que las expectativas son muy alagüeñas dada las cordiales relaciones que, contrariamente esperaban muchos,  fructifican entre el presidente Vladimir Putin y su homologo argentino que han quedado ratificadas –para la sorpresa de muchos- tras el encuentro en China. Al parecer el gobierno argentino hubo autorizado a la delegación encabezada por el ministro de defensa Julio Martínez, ha gestionar posibles adquisiciones de equipos militares para la fuerza aérea y la Armada, con la opción de lograr transferencia de tecnología que de concretarse, marcara una distinción cualitativa  en toda la región.  De esta manera Argentina podría participar en un mercado novedoso para el Cono sur y de una amplia gama de variedades que en otros mercados se hallan fuera del alcance.

El momento no podía ser más propicio, dado que para Moscú las necesidades de Buenos Aires pueden ser cubiertas en su totalidad y sin los condicionamientos que acostumbradamente se prevén desde Washington y Londres a adquirir basura residual que además de costosa es material que manejan y conocen muy bien los enemigos históricos como son los británicos, quienes trabajan con paciencia y muy sigilosamente en horadar la integridad territorial del estado argentino.

Las posibilidades de un desarrollo en el campo de la defensa argentina, se ven ciertamente muy propiciadas a tener acceso a material tecnológico que puede resolver  los problemas de varios puntos estratégicos de los cuales el país adolece desde hace décadas, por claras políticas negligentes. Desde estas perspectivas, habrán grandes beneficios tanto para Argentina como para la Federación rusa que además de ofrecer un amplio abanico de posibilidades en sistemas modernos de defensa, promoverá el desarrollo de las industrias militares rusas con un alto grado de cooperación en base a la confianza y las ganancias mutuas (.https://actualidad.rt.com/actualidad/218215-shoigu-rusia-argentina-estar-listos-cooperacion-militar )

La sorpresiva decisión de Macri no sería otra cosa, que la natural reacción a las costumbristas promesas sin cumplir de los centros de poder occidentales quienes tras trazarle la agenda política bajo condiciones tales como “habrá inversiones financieras si no se tocan las Fuerzas Armadas y otras cuestiones como Malvinas” entre otras más,  opto por tomar el toro por las astas y romper con esta vieja situación.

Según han precisado algunas fuentes en Moscú, la comitiva argentina habría sido informada detalladamente de los catalogos de armas que se estaban exponiendo en la feria ARMY 2016 de Moscú, especialmente sobre las que cubrirán las necesidades que  actualmente preocupan al gobierno argentino.  Entre las posibles adquisiciones que darán mucho que hablar están los aviones de combate SU-25 o posiblemente un lote de aviones MIG-29 remodelados con electrónica de última generación. Para la Armada se habría planteado como sugerencia la adquisición de lanchas rápidas tipo “Escorpión”  e incluso alguna corbeta tipo “Gremiaschi” que podría  cubrir con éxito el actual y desprotegido litoral marítimo argentino.

Precisamente se prevé que las ganancias provenientes de la industria militar rusa aspiran a llegar en lo que queda de este año a unos 15 mil millones de dólares según han señalado expertos norteamericanos basándose en un artículo del diario ruso Pradva  (http://www.veteranstoday.com/2016/09/08/russias-arms-exports-to-reach-15-billion-in-2016/)  


En este marco, el mismo ministro de defensa ruso Serguei Shoigú calificó las negociaciones como muy positivas y consideró a la Argentina un “socio importante”, lo que además de romper el mito de que el anterior gobierno seudo-Nacional y Popular de Cristina Fernández era revolucionario por establecer unos timoratos lazos con Rusia,  demuestra que más allá de discursos sin contenidos, son los intereses más que los ideologismos los que pesan en la real politik

jueves, 8 de septiembre de 2016


NACIONAL



“EXPIONAJE VARIADO Y SALVAJE”

Como décadas de descalabro y corrupción de la inteligencia argentina ha propiciado la inseguridad actual.




Por Braulio Vergamo
A pesar de que los políticos argentinos no lo hayan notado, la Argentina se encuentra inmersa en una realidad que Europa vivía hace ya cuarenta años antes, en la cual las agencias de inteligencia convirtieron a dicho espacio geográfico, como el campo de batalla por excelencia de las disputas entre los gobiernos de las dos superpotencias de aquel entonces, agencias de inteligencia y grupos armados clandestinos. Eran los años de la guerra fría y el negocio del espionaje abarcaba casi todos los negocios ilícitos que cualquiera pudiera imaginarse.  Recientemente parece que la administración de Mauricio Macri parece haber advertido que su país se halla en una situación de anarquía en el campo de la inteligencia, llevando a que lo que fue la SIDE (hoy AFI) y muchos de sus elementos se hallen dispersos trabajando para el mejor postor, aplicando sus conocimientos –que en muchos casos son amplísimos- que además de ser dirigidos a negocios ilegales, vulneran el derecho a la intimidad de los ciudadanos.

Lejos de las opiniones de los charlatanes y opinologos que saturan las pantallas de televisión, el tema del espionaje en el país tiene diferentes escalas y es tan complejo que muy bien de resucitar el novelista y periodista británico Ian Fleming, de visitar la Argentina podría escribir varios volúmenes de historias con diferentes “Bonds gauchescos”.  Y es que como dice aquella letra de la canción….”aunque no lo veamos, el espía siempre está” obviamente refiriéndonos a los ojos y oídos indiscretos que diariamente –y especialmente desde hace 16 años hasta hoy- escudriñan nuestras vidas y comunicaciones personales.

Pero el mundo del espionaje carece de ese romanticismo y aquel glamour que las novelas de Fleming destilaban; por el contrario, es una dimensión oscura de la realidad que vive en el bajo fondo de los estados, entremezclados en todos los estratos de la sociedad y sin los límites claros de lo legal o ilegal. En la Argentina el tema de la “inteligencia” más conocido como los “servicios”, es de larga data. Casi siempre ha sido pintado como una cuestión exclusivamente de las Fuerzas Armadas, tratando engañosamente de vincularlo a los gobiernos militares como origen y fin de los mismos servicios, pero ello es una falacia. Los gobiernos “democráticos en adelante han sido prolíficos en usar a los “servicios” para los fines más alejados de sus propósitos operativos para los cuales fueron creados.

Pese a la estructurada y puntillosa diagramación legal de la rama de la inteligencia nacional (ley 25520) las pésimas administraciones pasatistas y los escarceos políticos a la que se le sometió de continuo, la convirtieron como han señalado algunos viejos personajes de ese mundo, en  las cloacas del estado.  Y ello no significa que antes no lo fueran solo que, antes estaban al servicio de los intereses nacionales.

Casi nunca escucharan que los radicales se hagan cargo de su desastrosa administración en el área de la SIDE durante el gobierno de Alfonsín en la década de los ochentas, entregándola a agencias extranjeras para su supuesta remodelación, una decisión estratégica y política horrible.  Peor aún, no escucharan autocriticas de los menemistas que además de colaborar aun más para su inorganicidad, la entregaron en bandeja a las agencias como la CIA, el Mossad israelí y a los de la DGSE francesa quienes la volvieron un colador que vertía más información al enemigo que al gobierno que la requería.

Igualmente los noventas están lejos como sus caducos funcionarios, que como el caso del ex jefe de la SIDE del gobierno de Menem,  Miguel Ángel Toma tratan hoy de explicar lo inexplicable en torno a las explosiones en la Embajada de Israel y la AMIA, cuando al momento de estar a cargo de dar respuestas, jamás dieron alguna coherente. Pero muchos jóvenes con mentalidad renovada y razonamiento criterioso han comenzado a preguntarse ¿Pero de que pueden hablar estos dinosaurios de la política cuando en su momento, no supieron resolver los problemas que acuciaron a la seguridad y defensa del país? Y la respuesta sería que, nunca estuvo en sus funciones velar por la seguridad y la defensa del país. Recordemos sino al mismo Miguel Ángel Toma cuando expresaba muy suelto de cuerpo que “el país debía dejar de tener Fuerzas Armadas”, como parte de una aspiración –obviamente política externa- de colocar a la Argentina bajo la tutela militar de la OTAN.

A tal grado de descalabro se llevo a esta vital área del estado, que no es posible de creer que se hayan podido llevar a cabo dos episodios como los de la embajada de Israel y la AMIA, o la voladura de Río Tercero en Córdoba o el asesinato del hijo del presidente, sin que lo supieran sus servicios de inteligencia.

De esta manera y con una progresiva degradación del campo de la inteligencia nacional, llegamos a nuestros días con escándalos como fue el insólito asesinato de un fiscal federal supuestamente protegido en un piso alto en medio de la capital, la revelación de la identidad del jefe de operaciones de la SI (Jaime Stiusso), las presuntas operaciones de la inteligencia militar sobre periodistas y políticos ordenadas por el general César Milani, la progresiva filtración de droga por los canales aduaneros que albergan mafias señeras que se vinculan con otros negocios negros del contrabando internacional que no pasan inadvertidos para la inteligencia lo que demuestra una gran impunidad política.

La era del gobierno Kirchnerismo dejó abierta la puerta a la creación de grandes cuadros de buchones e informadores rentados que entremezclados entre militantes de la Campora y organismos del estado, llevó a que lo que quedaba de la SIDE (SI) pasara a ser prácticamente un órgano partidario más del FPV dejando en claro que ello no significó devolverle la independencia operativa que cortaría con la influencias y el enquiste operativo de agencias extranjeras. Y si no baste recordar el escándalo del masivo espionaje que, usando la plataforma de la embajada británica en Buenos Aire, venía realizando el MI-6 en las narices del gobierno.

Precisamente y sobre la operatividad de las agencias de inteligencia externas en el país, el  año pasado tras el escandaloso caso del fiscal Nisman y toda la misteriosa circunstancialidad que lo acompaño –entre ellos, la aparición y huida del agente israelí Patcher-, ha quedado muy en claro cómo, además de los diversos sectores de colaboradores locales con intereses extranjeros en el país,  la CIA, el Mossad y el MI-6 se mueven con total comodidad no solo en el ámbito territorial sino dentro de la misma estructura gubernamental.

Pero todo este caldo de intriga hoy se ha desparramado en todo el espectro de la vida política no solo nacional sino también la provincial y la municipal.  El negocio de los “buchones” hace tiempo que ha superado las fronteras de los servicios para tareas gubernamentales.  Solo recordemos como en el mismo salón de gobierno en la Casa Rosada,  a comienzos del mes de marzo se habían descubierto micrófonos instalados en dos despachos, que habían sido colocados por manos anónimas lo que preanunciaba el operar de terceros actores  tras bambalinas.

Como no citar a los falsos equipos de trabajo de servicios públicos, los técnicos de empresas telefónicas e internet que enmascarados como simples empleados, se cuelgan de postes telefónicos o abren cajas terminales para interceptar líneas determinadas para obtener información en forma subrepticia. Pese a que la tecnología ha evolucionado al grado de que ya no se requiere de interceptar físicamente un cable telefónico o incluso hacerlo desde la central de telefonía –y más allá de que haya o no orden judicial-,  es un método que se sigue empleando.

Pero la intriga y las confabulaciones también tienen desarrollo en el  escenario provincial, especialmente la de Buenos Aires, donde con un ramillete de mafias que se interconectan a todos los niveles de la sociedad, hallan involucrados a sectores policiales bonaerenses, de la justicia, sectores ministeriales que a su vez se conectan con los escalones del submundo del narcotráfico, trata de blancas, armas y muchos asuntos sucios más. Es por eso que no debería sorprender a nadie, que la misma gobernadora María Eugenia Vidal haya sido amenazada tan íntima e impunemente como se pudo ver en el pasado mes de agosto.

De esta manera se articulan ingeniosos mecanismos que tienden a generar estereotipos y posibles causantes de ese caos controlado, que achacado al problema de la inseguridad local, sirven a propósitos políticos y estratégicos externos como acostumbradamente viene sucediendo con los llamados “terroristas” , que con mucha soltura los medios y algunos insignes periodistas, gustan difundir con notorio agrado cuando aquellos son de origen árabe, musulmán o libanés.

Obviamente que cuando al país ingresan elementos de las agencias como la CIA o el Mossad israelí o militares de esas nacionalidades, archi comprometidos en todo tipo de crímenes de lesa humanidad como son las torturas, las violaciones, asesinatos de civiles y las limpiezas étnicas, que son los revelados orquestadores del “ISIS” y todo el descalabro montado en Siria, no hay comentarios por aquellos periodistas y sus medios que suelen acusar a sus propios paisanos como “malos”  (v. http://www.radiojai.com.ar/online/notiDetalle.asp?id_Noticia=71737 ) .

En uno de estos claros ejemplos del operar xenófobo, pudo verse en Bahía Blanca cuando tres funcionarios egipcios que habían llegado con el buque cerealero Sea Biscuit al puerto de Ingeniero White en agosto pasado, fueron presentados por los medios como “terroristas árabes” que estaban siendo seguidos en forma encubierta por la Policía Federal y los servicios, denotando las claras connotaciones arabofobas y antisemitas que dejan al descubierto a los recurrentes autores intelectuales detrás de esos “informes de inteligencia” elaborados en Washington y Tel Aviv (v. http://www.lanueva.com/la-ciudad/875923/hablaron-los-egipcios-que-son-investigados-por-terrorismo-en-bahia-blanca.html ).

En el mismo sentido y como parte de la misma estrategia de generar la desconfianza y el caos, no se debe perder de vista el incremento de la violencia delictiva que, además de ser inflada mediáticamente, causalmente estos mismos sectores del periodismo con orientación ideológica muy clara, forma parte de una táctica de desestabilización de baja intensidad con claros fines políticos que puede evolucionar peligrosamente a otros niveles.


Hay una atmosfera de desconfianza en todos los niveles del gobierno y ella se ha extendido a la sociedad toda, donde nadie está seguro de quien tiene a su lado o si a quien le esta confiando un secreto, luego será sorprendido con que esa conversación había sido grabada con increíble nitidez. Para colmo de males, la seguridad interior está en manos de  personajes funcionales a Washington. Ni que hablar de los llamados “corrillos” o chismes de pasillos que abundan e intoxican la vida política de los municipios bonaerenses más importantes.  Se tratan de “operadores” de la más baja calaña, pero operadores al fin que tienen en la mayoría de los casos, una recompensa económica o favores de aquellos (adquisición de terrenos, ventajas locativas, automotores etc) que les mandan a cumplir con esas tareas.