OPINION
“EL MURO DE LOS LAMENTABLES”
A quince años de la aprobación y comienzo de construcción del Murallón que mutila el territorio palestino a favor de Israel, sigue siendo un símbolo represivo y de la brutalidad inhumana
Por
Charles H. Slim
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Cuando entras a
los territorios ocupados en Cisjordania, tienes la sensación de entrar a otra
época, otro tiempo, donde no hay el brillo de lo moderno y las suntuosidades
que hay a tan solo unos minutos en las colonias judías que hay a unos minutos
en auto o ciudades como las que puedes ver en Tel Aviv o Haifa. Un enorme y
alto cerco amurallado que se eleva por encima de Cisjordania y se extiende por
kilómetros hasta perderse en el horizonte, es el mejor reflejo de las brutales
políticas israelíes de Apartheid.
Ideado e impulsado para su construcción por el ex general Ariel
Sharon, tristemente conocido por los palestinos por sus masacres impiadosas
contra hombres, mujeres y niños, especialmente retratada en las matanzas en los
campamentos de Sabra y Chatila cuando comandaba a las FDI, antecedentes de los
cuales se hallan en los archivos de
Naciones Unidas.
Desde
el año 2002 año en que se aprobó por el Knesset (Congreso israelí) la
construcción de lo que Israel llama artificiosamente “Barrera”, es a la vista
de cualquiera, un murallón mucho más grande y fortificado que el vergonzoso
Muro de Berlín, erigido por las otroras autoridades soviéticas de la entonces
Alemania del Este o también autoproclamada “democrática” en épocas de la
llamada “guerra fría”.
Tal
como se podía esperar, el gobierno israelí uso la excusa de la violencia
palestina, para comenzar sus obras sobre territorio palestino y desde modo ganar
varios kilómetros de terrenos árabes, separando propiedades y familias sin
interesarles los derechos de todos ellos.
Aprovechando
la favorable circunstancialidad creada por los ataques de 11 de septiembre de
2001 y el establecimiento del pánico mediático sobre la supuesta “amenaza del
terrorismo islámico” –que sirvió para crear una estigmatización sobre los
árabes y el Islam-, encarnado en el espanta pájaro llamado “Al Qaeda”, Tel
Aviv encontró el conveniente y entusiasta respaldo político de Washington.
El
símbolo más claro de una larga opresión ocupante y de una política brutal de
represión militarizada contra la población civil palestina, que los
intelectuales sionistas tratan de disfrazar con sus constantes argumentos de
autodefensa y victimización que a la altura de las actuales circunstancias, no
convence a quienes piensan por sí mismos. Es el emblema de un régimen cínico, de una
brutalidad disfrazada con guantes costosos de seda y que algunos siguen tratando
de argumentar como la “única democracia de Oriente Medio” como si ello les
lavara la cara ante una larga y variada lista de brutales crímenes de lesa
humanidad.
Se
trata de una táctica más entre las varias y brutales que emplea Israel para
tratar de aplastar a la voluntad de liberación palestina, pero que además
visualiza sus intensiones de apoderarse de los territorios para construir más
asentamientos ilegales de colonos extremistas (Palestinalibre.org. http://palestinalibre.org/articulo.php?a=47371
)
Como
siempre, la excusa por antonomasia de Tel Aviv ha sido “el terrorismo” de los
palestinos y su insufrible rebeldía ante los beneficios de la tecnología que el
estado de Israel implanta en sus improductivas tierras. Pero hay un pequeño
detalle en esta cínica interpretación de la realidad y ella es que, los
israelíes se han apoderado de los territorios árabes, los han usurpado y lo han
hecho tanto por la fuerza como por continuas argucias ilegitimas e ilegales
¿Quién puede no aceptar este tipo de beneficios con una pistola apuntando a tu
cabeza o la de tu familia, o incluso con las bombas acechando desde lo alto
contra tu aldea? A pesar de las amenazas, los palestinos se han rebelado
constantemente a aceptar este “Status Quo” obsceno y ello lo pagan con litros
de sangre.
Por
otra parte, los palestinos no les han requerido “los beneficios” de sus avances
tecnológicos y menos aún están dispuestos a dejarse cooptar por ellos como les
sucedió a los aborígenes de épocas pretéritas en las Américas. Si creyeron que el
dinero lo compraba todo, parece que se han dado cuenta ello no es así con los
palestinos. Esto ha sido una fuente de constante frustración de los gobernantes
israelíes y de sus facciones extremistas, quienes –como lo dijo Avigdor
Liebernman- ruegan en el muro de las lamentaciones y en sus sinagogas, por
una solución final no para el conflicto, sino a costa de los palestinos.
En
el desprecio sionista por el ser palestino subyace esa naturaleza racista y
verdaderamente antisemítica de esos europeos askenzis que han secuestrado al
verdadero judaísmo, a ése que tiene la misma raíz de los sefardí, para sus
propósitos políticos mesiánicos. En este sentido, el muro es parte de esos siniestros
propósitos para ir ganando terreno a los cada vez más arrinconados palestinos.
No
por casualidad la “International Court of Justice” (http://www.icj-cij.org/en ) lo ha declarado como una violación expresa al derecho internacional
pero claro, eso no se menciona en los medios que dictaminan lo que la opinión
pública debe o no saber sobre Palestina.
Se
trata de una obra lamentable ejecutada por lamentables. Un monumento oprobioso
y doloroso a la vista de cualquier ser
humano, sensible a la injusticia sin distinciones confesionales ello sea entre
judíos, palestinos musulmanes o cristianos y por qué no también, sintoístas,
confusianos e hinduistas que viven bajo el mismo cielo que recubre ésta tierra.
No
hay argumentos posibles para justificarlo y menos aún aquellos basados en la
supuesta autorización divina (“El pueblo elegido”) para tan detestable monumento
que además, es una táctica de apropiación más del régimen sionista. Como dijo
un amigo mío cuando visitamos Belén, “verlo desde las colinas, es como
contemplar el murallón de una gigantesca cárcel”.
La
pesadilla moderna de la que Foucault describió en su obra “Vigilar y castigar”
y que se despliega magistralmente en su teoría del “Panóptico”, es una realidad
que supera a la “cortina de hierro” que erigieron los ateos comunistas
soviéticos de la década de los sesentas y que admiraron en secreto los mesiánicos
sionistas más recalcitrantes del estado de Israel.
Sin
dudas que los ingenieros de la empresa que lo diseñaron, fueron meticulosos y
esmerados; una estructura con torres de vigilancia en donde además de los
reflectores para barrer el terreno en la noche, tienen sensores de escucha y
movimiento, cámaras infrarojas y guardias sangre fría que armados con sus
modernos fusiles semiautomáticos dotados de potentes miras, sin dudarlo
volarían la cabeza de cualquiera que amenace el otro lado de la muralla.
Un
muy buen negocio para los expertos en dividir y separar. Para la empresa israelí
“Magal Security Systems Ltd” fue un excelente contrato y por su experticia en
la materia, parece que será la empresa seleccionada para construir otro muro
odioso como será el que separe a México de los EEUU. Es por ello y obviamente
que no extraña que la misma empresa cotice, al igual que “GS-4”, en la bolsa de
novedades Bloomberg.