“UN NEGOCIO INTERNO”
Próximamente se cumplirán 21 años de los
ataques a las Torres Gemelas en NY y al Pentágono y ha quedado claro que aquello
tuvo otros propósitos que nada tenían que ver con ayudar a Afganistán ni para
llevar la democracia al Medio Oriente ¿Cuál fue la génesis de todo esto?
Por Charles
H. Slim
Un nuevo aniversario de uno de los episodios más
controvertidos y opacos de la historia contemporánea llega con más y nuevos
elementos que podrían cambiar de forma definitiva la versión oficial. La mañana
del 11 de septiembre de 2001 alguien bajo el switch de la seguridad de los EEUU
y dejo hacer lo que muy peculiarmente todos vimos en vivo.
La versión discursiva del
gobierno estadounidense fue que el “terrorismo” islámico de la organización “Al
Qaeda” liderada por Osama Bin Ladem había sido responsable de secuestrar
aviones de pasajeros y usarlos como misiles para tumbar las torres Gemelas en
New York y golpear al Pentágono en Washington. Pero a pesar de esta historia
quedó claro para muchos norteamericanos que no todo lo que se ve es lo que
parece.
La cadena de
incongruencias y de hechos inexplicables que rodearon cada uno de estos hechos (como
la ausencia de avión en el Pentágono)[1]
llevó a que los mismos ciudadanos (muchos de ellos testigos presenciales en esa
mañana) no se tragaran el informe gubernamental del “11/S”. Con solo mencionar
que todos los secuestradores -por los pasaportes milagrosamente hallados- eran
sauditas y que incluso muchos de ellos nunca habían estado en EEUU revela el
tamaño del engaño.
Pero esto solo sería la
inquietud de los espíritus de ciudadanos que sacaron a la luz verdades que
otras potencias también sabían. Entonces ¿Qué tan al tanto estaban Rusia y
China de aquellos eventos? Se puede deducir que en el caso ruso, en esa fecha
mantenían -pese a las limitaciones presupuestarias- operativo su
vigilancia satelital heredada de la URSS que pudo haber captado un escenario
muy diferente al relatado por la administración Bush-Cheney.
El silencio que ha
mantenido el Kremlin claramente se circunscribe a una cuestión de oportunidad
política por lo cual eso podría cambiar en cualquier momento, máxime si vemos
el actual contexto.
China por su parte
parece haber tomado una postura clara. El 16 agosto último el ministro de
relaciones Exteriores chino Lijan Zhao publicó en su cuenta de Twitter que
“EEUU organizó los atentados del 11 de Septiembre de 2001”[2]
dejando sobrentendido que tienen información que sustenta esto, algo que la
corporación de medios occidental no quiso levantar.
A la distancia y todas
las consecuencias que devinieron tras estos eventos (y que la corporación de
medios tapo) se puede concluir que más allá del denominado “inside job”
(trabajo interno), la motivación nuclear para concretar estos ataques fue un
“negocio interno” siendo los personajes y el relato islamófobo del “terrorismo
islamista” (con Osama Bin Ladem y Al Qaeda como protagonistas), la pantalla y el
chivo expiatorio perfecto para poder emprenderlo. Tal vez los chinos hayan
tenido acceso privilegiado y directo a fuentes informativas que implicaron esta
relación terror-negocios. Esas fuentes estaban sin dudas allí mismo en Asia sobre
el terreno afgano (sumido en una guerra civil) mucho antes de que se ejecutara
este complot, centro para el desarrollo de los planes de los neocon y sionistas
estadounidenses denominado Proyecto para el Nuevo Siglo Americano[3].
Tengamos en cuenta que
en aquellos años el “Talibán” y “Osama Bin Ladem” eran íntimos socios de
Washington y ambos nacieron como activos de la CIA. Como tales, debían
facilitar el acceso a los estadounidenses sin miramientos, al menos en teoría.
Pero cuando hablamos de negocios no hay pretendidas amistades o lealtades.
Como bien lo han
investigado algunos periodistas, el germen de estos planes se remonta a 1990
con el ascenso de George H. Bush a la Casa Blanca y junto a él, sus negocios del
petróleo. Esos negocios no solo incluían a los sauditas de la familia Ladem,
también a una serie de compañías privadas estadounidenses (como ENRON[4],
UNOCAL[5],
HALIBURTON[6],
CARLYLE[7]
entre otras) y nexos (informantes de la CIA y empleados de algunas de estas corporaciones[8])
dentro de los países que ya planeaban invadir en esas fechas. Bush además de ex
jefe de la CIA era un empresario petrolero y no dudo en utilizar sus contactos adquiridos
durante sus años en la “agencia” para ir preparando el terreno.
EEUU quería reducir la
dependencia del petróleo árabe accediendo a uno barato o incluso gratuito. Para
eso, había que ingresar a la región y Bush padre tenía las herramientas y la
falta de escrúpulos para ello.
Fue así que en 1990 la
CIA manipulo a Saddam Hussein[9]
por el robo de petróleo que estaban realizando los kuwaitíes[10]
y le hizo creer que EEUU no intervendría en un escarmiento contra el reino.
Para concretar el
emprendimiento que la empresa UNOCAL le había revelado a George H. Bush, la
guerra de 1991 fue crucial para poner un pie las puertas de Asia y luego saltar
en Afganistán. Pero a pesar de que la CIA tenía sus activos en éste último,
comenzaron las divergencias que amenazaban con hacerle perder a Bush y sus
socios un negocio -en ese entonces- de 6 billones de dólares para montar
una tubería de gas afgano que se extendería desde Turkmenistán a Pakistán.
EEUU logró instalarse
en península arábiga aunque Bush padre abandono la Casa Blanca sin poder ver
concretado ese negocio. Un detalle que no se dice es que Osama Bin Ladem se
había opuesto a esta incursión estadounidense creando recelo en Washington y
fue en este contexto que un militante sionista como Paul Wolfowitz[11]
produjo una idea que -además de favorecer a Israel- podría solucionar
este entuerto. Bill Clinton tomo la posta y se puso en campaña para -por
intermedio de Warren Christopher y luego Madeleine Albright- acercarse al Talibán incluso por intermedio de la Corporación UNOCAL invitándolos
en diciembre de 1997 a una charla de negocios en Texas[12]
que se extendería a La Casa Blanca en un intento de tentarlos y convencerles,
pero la seducción fracasó. A Clinton tampoco le molestaba que “Al Qaeda”
tuviera sus campamentos en Afganistán ya que no hay que olvidar que su jefe (Osama)
respondía a la CIA. Aquí es donde se da el quiebre. Si estos tipos que
controlaban un territorio que se oponían al paso del gasoducto que saldría de
Turkmenistán malogrando un negocio de billones de dólares negándose a permitir
su explotación por las Corporaciones estadounidenses ¿Cómo podrían sacárselos
de encima?
Casualmente unos meses
después de estos desacuerdos, en agosto de 1998 se producen los atentados en
las embajadas de EEUU en Tanzania y Kenia que fueron adjudicados a “Al Qaeda” (y
por extensión al Talibán) y dos años después en octubre del 2000 el bombazo
contra el “USS-Cole” en Yemen. Alguien
se esforzaba por provocar a EEUU y es muy dudoso que fueran los Talibán o el
bulo “Al Qaeda”, pero los medios se encargaron de fijar esa impresión.
Así se fueron poniendo
las piedras para elaborar y presentar el último acto con los ataques del 11 de
septiembre de 2001 (en los cuales la implicancia israelí aparece en varias
pistas)[13]
como argumento definitivo para involucrar a los militares estadounidenses en
Afganistán para sacar al Talibán del poder y tratar de asegurar los negocios de
estas corporaciones en la región sur de Kandahar.
A pesar de haber
logrado involucrar a los EEUU abriéndole el paso a la inversión de estas corporaciones
(apoyadas por los neocon y sionistas) y de colocar a títere como Hamid Karsai
para dar una apariencia de legalidad al despliegue occidental, el negocio
corporativo planificado no cuajó e incluso, los negocios sucios del lavado de
dinero y tráfico de heroína con el que (además de solventar las operaciones de
las bandas armadas en Siria) se sustentaba la “democracia” de los Karsai
termino por caerse el 15 de septiembre del 2021 dejando a los afganos mucho
peor que antes de la invasión.
[1]
Terry Meyssan, La Gran Impostura, 7 de Mayo 2002, ISBN-10 : 8497340582
ISBN-13 : 978-8497340588 https://www.amazon.com/-/es/Thierry-Meyssan/dp/8497340582
[2]
Red Voltaire.org. China toma posición sobre los atentados del 11 de Septiembre
de 2001
RED VOLTAIRE, 20 DE AGOSTO DE 2022, https://www.voltairenet.org/article217805.html
[4]
Fue una empresa de energía con sede central en Texas y la cual tuvo estrechas
relaciones con la familia Bush https://es.wikipedia.org/wiki/Enron
[5]
Fue una empresa de energía estadounidense con sede en California con la cual
George H. Bush y Dick Cheney tuvieron relaciones negociales vinculadas al
proyecto de un gasoducto en Asia Central.
https://es.wikipedia.org/wiki/Unocal_Corporation
[6] Esta
empresa petrolera en la cual el vicepresidente Richard “Dick” Cheney era CEO,
se benefició muy auspiciosamente del 11/S ya que tuvo participación en el
ingreso a Iraq tras la invasión de 2003.
[7]
Esta empresa dedicada a proveer servicios de seguridad y defensa al gobierno recibió
entre 1998 al 2003 parte del paquete de 14 mil millones de dólares en contratos
de defensa. A diferencia de proveedores como la Lockheed Martin, Raytheon Co o
la Boing Co, Carlyle no es fabricante más bien es un administrador de recursos
dinerarios con extensión global. https://publicintegrity.org/national-security/investing-in-war/
[8] El
caso del afgano Zalmay Khalilzad es paradigmático. Fue funcionario adjunto de
Scooter Libby quien a su vez era el adjunto de Paul Wolfowitz en el
Departamento de Defensa en los primeros años de la década de los noventas.
Luego trabajo para la Corporación UNOCAL y fue quien intermedió entre el
Talibán y el directorio de la empresa para gestionar las entrevistas
direccionadas a que pudieran montar el gasoducto. Tras la invasión estadounidense
de 2001, fue nombrado por George W. Bush como enviado especial.
[9] No
solo usando a la embajadora April Glaspie para que diera a Saddam Hussein un
mensaje confuso sino asegurándose de que la cumbre en Jeddah (Arabia Saudita)
entre la representación iraquí y kuwaití realizada el 28 de julio de 1990
fracasara.
[10]
Bagdad desde el final de la guerra contra Irán en 1988 venía reclamando
compensaciones de guerra a las monarquías del Golfo y esto se profundizó cuando
acusaron a Kuwait de robar petróleo de los campos de Ar Rumaillah.
[11]
Paul Wolfowitz en 1992 era subsecretario de política de defensa de EE. UU y fue
en ese año que divulgó un documento de circulación gubernamental interno en el
cual se trazaban lineamientos para involucrar a los EEUU en regiones potencialmente
importantes. Allí se especificaba que para ello se requería de un evento
traumático que justificara la intervención externa. https://en.wikipedia.org/wiki/Wolfowitz_Doctrine
[12]
COUNTERPUNCH.org. Bush, Enron, UNOCAL y los talibanes, publicado en enero 10,
2002, https://www.counterpunch.org/2002/01/10/bush-enron-unocal-and-the-taliban/
[13]
Pensamiento estrategico.blogspot.com. “MATANDO PARA EL LOBBIE”, Por Charles H.
Slim, https://pensamientoestraegico.blogspot.com/2022/07/matando-para-el-lobbie-quienes-fueron-y.html