domingo, 21 de agosto de 2022

 

“UNA GEOPOLITICA CONDICIONADA”

¿Cómo puede la Argentina desarrollarse en las actuales y complejas relaciones internacionales sin una política estratégica propia? La historia de nunca acabar de un país cabeza abajo

 

Por Charles H. Slim

Para entrar en circunstancia de lo que sucede en la Argentina, es necesario recordar que un estado condicionado, poco o ningún poder soberano tendrá para ejercer en relación sus pares. Se sabe que el país se halla ahorcado económica y financieramente algo que lo ha obligado a volver a sujetarse al FMI de quien depende para que en teoría, pueda salvar una economía devastada.

El país sigue siendo un paradigma de los contrastes en el desarrollo de países emergentes que poseen las condiciones pero no las aprovechan. Un país con recursos naturales varios y potencialidades para desarrollos de todo tipo, se ve nuevamente bajo los lineamientos de un programa de ajuste requerido y supervisado por este organismo internacional. Bajo estas condiciones, no hay dudas que el gobierno de Alberto Fernández y su coalición del Frente de Todos poco pueden hacer para resistir influencias foráneas.

La situación socio-económica del país se halla en una zona de incertidumbre caracterizada por la ausencia de referencias y el alza de precios agravada por la depreciación de una moneda que cada día vale menos que es producto de un desmedido gasto fiscal acumulado a lo largo de dos décadas de usar al estado como caja de empleo para amigos, punteros y reclutamiento partidario. En un sentido gráfico la Argentina es como un gigantesco globo desinflado.

En este marco y con un gobierno carente de poder político, los intereses de otros estados, mediante organismos que ofician como simples asociaciones y sujetos internos influyen notoriamente buscando concretar sus agendas sabiendo que no serán obstaculizados en su proceder. El caso del avión venezolano retenido ilegal e indebidamente por una discutida medida judicial es ejemplo de esto poniendo en tela de juicio la libertad de maniobra para la Casa Rosada, especialmente por presiones de EEUU y de Israel que son infladas por empresas de medios locales que comulgan con las políticas de esos entes.

El marco global para un país en el caos no puede ser peor. La seguridad y la paz es un asunto global que hoy está en vilo por el capricho del actual inquilino de La Casa Blanca tan o más necio que su predecesor muchas veces defenestrado por los medios del sistema. La OTAN ya ha cruzado varias líneas rojas que decididamente amenazan la seguridad de la Federación rusa. Tan solo unas horas atrás varios ataques terroristas sobre objetivos rusos en Crimea, el uso de armas químicas (Agente X) contra las tropas rusas en  Zaporizhia, atentados en localidades fronterizas rusas e incluso en cercanías de Moscú (el asesinato de la hija de Alexander Dugin) que implicarían la incursión de elementos de la OTAN, demuestran que el sistema de reglas internacionales esta definitivamente roto poniendo en vilo al mundo ante la inminencia de una conflagración a gran escala que afectara a todo el mundo.

Darya Dugina hija del filósofo ruso Alexander Dugin (cercano ideológico de Putin) murió asesinada en momentos que se trasladaba en su automóvil a las afueras de Moscú. Aún no se ha determinado el método de ejecución del atentado pero las primeras pistas indican una trampa explosiva improvisada usada en Iraq durante la ocupación y luego imitada por agencias de inteligencia en Siria

Podemos decir sin dudas a equivocarnos que el sistema de reglas internacionales pende de un hilo muy delgado.

Pero más allá de este escenario global, la Argentina ya venía siendo arrastrada a otros escenarios conflictivos regionales usando situaciones que por las mismas presiones que hoy soporta el gobierno de Fernández, cedió la administración menemista de los noventas (archi corrupta) impidiendo la dilucidación por la justicia.

Los sectores y personajes serviles a dichos intereses no escatiman en difundir falsedades y engaños para apoyar a estas agendas. Los partidarios locales del Commonwealth y del neocon estadounidense se pintan así mismos como los civilizados y democráticos demonizando a todos quienes rechazan esa organización sustentada por la explotación y las finanzas corruptas originadas por la guerra y la explotación. El asunto del avión venezolano es sin dudas emblemático de cómo el Departamento de Estado norteamericano y la embajada de Israel influyen sobre una ya poco creíble justicia argentina para que apliquen medidas que no están legitimados a reclamar y mucho menos imponer pero que igualmente, sus adalides locales bregaran por establecer.

Pero todos estos tironeos no deberían influir en los asuntos de estado. Obviamente, para ello debería existir un poder político bien plantado que lo haría inconmovible y poco permeable a los lobbies externos. Pero la realidad es otra. El país desde hace década carece de una agenda propia y solo va a la zaga de aquellas que le trazan desde afuera excusándose sus dirigentes con la recurrente exclamación “¿Y qué otra cosa podemos hacer?” Lo que dice Washington y su subalterna Unión Europea es lo que suelen seguir estos meros títeres de alquiler. Tal como se ven las cosas la única ambición de sus políticos es ir para donde más convenga, no al país, sino a ellos mismos. Hablar de multilateralismo o de unilateralismo aquí no significa nada y es por ello que el horizonte para los argentinos se ve muy nebuloso. 

La Argentina no puede elegir su camino con libertad. Esta condicionada bajo estas oscuras sombras que la guiarán por las sendas de sus propias agendas y eso es visible a la luz de una gobernanza ausente (y desorganizada) y de una clase política corrupta e inepta que abona el terreno para que aquellas influencias operen con total tranquilidad sin la menor oposición. El mundo ya era muy peligroso antes de la guerra en Ucrania pero lo que se está gestando, es mucho peor.

 

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario