martes, 1 de agosto de 2017

OPINION



“DRONES, DEMOCRACIA Y…”

Dentro de la política de lucha contra el terrorismo, EEUU ha empleado aviones a control remoto como táctica para la eliminación de sus enemigos causando inexcusablemente muertes de inocentes y desatando el cuestionamiento legal y moral dentro de su propia sociedad sobre este tipo de actos que tienen larga data.




Por Javier B. Dal
Algunos investigadores independientes han venido estudiando desde hace mucho tiempo el efecto aterrador de las políticas indiscriminadas de EEUU cuando se decide a llevar la guerra a sus enemigos en zonas pobladas.  La entrevista que fue realizada al Dr. Peter Kuznick en un artículo del sitio canadiense me llevo a que señalara algunos puntos que el investigador parece haber saltado (Globalresearch.ca. “Los Drones de EEUU matan mujeres, niños, matan a cada uno”. http://www.globalresearch.ca/us-drones-kill-women-children-they-kill-everybody/5601437 )

Para marcar el primer desacuerdo, Kuznick solo se retrotrae a la administración de Obama para señalar un uso intensivo de esta forma de asesinar por control remoto y ello es falso. Incluso este método operativo fue inaugurado por los expertos militares israelíes en sus operaciones de asesinatos preventivos contra altos jefes de la resistencia palestina o de sospechosos de amenazar a los intereses israelíes.  Los UAV de las industrias armamentísticas israelíes lanzaron en 1982 el RPAS Pioneer, que luego de ser perfeccionado, fue usado a mediados de la década de los ochentas en sus primeras operaciones sobre el Líbano, Gaza y utilizado un par de años después por los norteamericanos en la guerra del Golfo Pérsico en 1991.

Las ventajas de estos elementos tácticos son inigualables. Para el agresor, no solo llega furtivamente y destruye el blanco –sin importarle los daños colaterales- sino que además, ahorra recursos humanos propios que se perderían con una acción de comandos o de fuerzas especiales propias. Para los jefes de inteligencia, aunque ruidosa, el Drone es un arma perfecta.

Tras la adquisición y continuas modificaciones realizadas por los estadounidenses, la CIA y las agencias de inteligencia dependientes del Pentágono, volvieron al Drone, una herramienta de asesinato masivo sin interesarles las consecuencias indeseables.

En 1991 en el marco de la llamada “Guerra del Golfo”, los estadounidenses bajo la más absoluta reserva pusieron en operaciones sus Drones (VANT) que habían sido copiados de un modelo original entregado un tiempo antes por las Industrias Armamentísticas  Israelíes que para 1987,  ya había desarrollado sus primeras versiones para operaciones ofensivas.

Cuando EEUU en 2001 bajo el pretexto del 11S decidió invadir Afganistán, entre su arsenal estuvieron y siguen estando los Drones no solo para reconocimiento sino para ataques con misiles y cañones tritubo. Aunque el Drone nació como una herramienta de la inteligencia militar y que fue convertida en una arma ofensiva de los militares, la inteligencia civil a cargo de la CIA la tomo como un recurso más –y tal vez el más utilizado- para concretar operaciones en sitios de alto riesgo o casi inaccesibles. De este modo los asesinatos con Drones con marca de la CIA en las montañas de Pakistán y aldeas remotas de Afganistán hicieron de esta táctica, un arma de terror sin igual.

En la administración de George W. Bush, el uso del Drone para los llamados “asesinatos selectivos” fue continuo y diversificado en diferentes teatros de operaciones donde EEUU se halla involucrado.

Incluso la CIA comenzó a empelar en sus operaciones “encubiertas” con Drones sobre zonas civiles allá por noviembre del 2002 en Yemen, cuando bajo el pretexto de eliminar a los sospechosos de “Al Qaeda” que habrían sido los responsables del ataque contra el buque “USS Cole” en octubre del 2000, un piloto sentado en una consola de un recinto ubicado en Nevada, apretó un botón y voló un automóvil en el que se transportaba a un personaje identificado como Abu Ali.  Los testigos presenciales ni se percataron de donde vino el misil o que era lo que había pasado y simplemente allí termino todo (The Bureau of Investigative Journalist. https://www.thebureauinvestigates.com/projects/drone-war ).

Lo mismo vimos una y otra vez en Afganistán y Pakistán donde el empleo de esta verdadera táctica de terror, mató a más civiles inocentes que a los presuntos “objetivos” que marcaban sus grupos especiales o simples alcahuetes pagados por la CIA. Desde residencias particulares, pasando por bodas y multitudinarios funerales, fueron los blancos de este tipo de ataques que culminaron en verdaderas masacres. 
Para salvar estos imponderables, los informes de ésta agencia cataloga  a lo muertos “colaterales” como “enemigos”, despejando así cualquier posibles contrariedades legales.

Cuando EEUU y sus aliados invadieron Iraq en 2003, los estadounidenses desplegaron esta arma a control remoto en diversas operaciones contra la creciente resistencia armada. Desde los modelos más pequeños para vigilancia y espionaje hasta los Drones “Predator” armados con misiles guiados “Hell-Fire”, hicieron de Iraq un lugar tétrico y más parecido a una película de ciencia ficción que la vida normal de cualquier ser humano.

Con la llegada de Barak Obama, un demócrata de color, que incluso llego a ser premiado con el Nobel de la Paz, incrementó aún más el uso de estos Drones elevando aún más el número de muertos y daños materiales en zonas semi o densamente pobladas. Desde Yemen a Libia e Iraq hasta Afganistán y Pakistán, estos vehículos no tripulados causan la muerte a más gente inocente de lo que el gobierno estadounidense está dispuesto a reconocer.  Tal como lo señalan algunas investigaciones, el 90% de las muertes causadas por estos artefactos son injustificadas y caen en la categoría del daño colateral ya que no eran parte de lo llaman “blancos directos” (The Inercept.  https://theintercept.com/drone-papers/manhunting-in-the-hindu-kush/ ).

Con semejante impunidad y a la vista de cómo se adulteran o simplemente se inventan informes de inteligencia para que encajen en planes políticos predeterminados ¿Quién puede asegurar que en todos esos ataques no han asesinado a un periodista o investigador o han volado toda su residencia por que estaba siendo molesto? O mejor aún ¿Quién puede garantizar que los Drones no sean empleados para esos objetivos?

Semejantes crímenes implican, importantes responsabilidades políticas que van más allá del pasajero ocupante de la Casa Blanca o de los estamentos del Pentágono o la CIA. Sin dudas que existe y perdura en la estructura gubernamental estadounidense, una responsabilidad por todos estos crímenes que más allá de pretender justificarlos con prerrogativas ampulosas como son la “seguridad nacional” o la “lucha contra el terrorismo”, ha causado mucho dolor que no ha sido retribuido ante las instancias de la justicia internacional.

Hay en todo esto, un claro sesgo inhumano y totalmente abyecto, lejos de la idea de buscar una pretendida democracia o de libertad como se quiere pintar siempre este tipo accionar infame. Las pruebas de ello es el memorándum de 16 páginas producido en la administración Obama, que detalla el razonamiento torcido de los mentores de esta política siniestra que incluyó como objetivos a los mismos ciudadanos estadounidenses.

Con este repaso hemos querido demostrar que lo afirmado por Kuznik aunque es real no es completo.



sábado, 29 de julio de 2017

EN LA MIRA




“IMPREVISTA SALIDA”

Contra las expectativas de un Congreso copado por los intereses Neocon y de sus aliados sionistas, Donald Trump ordena la inmediata salida de sus asesores militares y de inteligencia de Siria ¿Cuáles serán las consecuencias de ello?




Por Dany Smith

En la última semana una de las noticias que fueron el centro de atención de los círculos de la comunidad de inteligencia anglosajona e internacional fue la firma de la orden para que la CIA abandonara su asistencia y cooperación con los grupos armados que operaban en Siria. Un detalle en este documento es que en apariencias la orden no especifica nada sobre las células que vienen operando tanto en el norte con los kurdos como en el interior de Iraq, especialmente en Bagdad.

Esto podría sugerir que lo único que se ha visto ha sido una mudanza parcial, un cambio de lugar de las bases de la CIA ubicadas en lo que fue el llamado “Califato”. 

Los éxitos del ejército árabe sirio y la impertinente y molesta asistencia de la inteligencia rusa han fregado sus planes contra Damasco. Operar con bases en suelo sirio se volvió dificultoso y peligroso, tal como quedo en evidencia a mediados del año pasado cuando dos misiles crucero “Kalibir” disparados desde el Mediterráneo  borraron a una base secreta en la que operaban  asesores norteamericanos e israelíes que se hallaba en una cueva del Monte Salomón, la cual entre otras tareas, prestaba asistencia de comando y control de los grupos armados más organizados.

Con la caída de Alepo y la reconquista de Raqqa, las tropas sirias lograron ir recabando abundantes pruebas de la presencia foránea, e incluso tras la captura de Mosul en Iraq, el hallazgo de bunkers abandonados repletos de documentos que señalan la presencia de la CIA, han sido sin lugar a dudas algunos de los argumentos para ordenar la inmediata salida de la agencia y de todos sus asesores.

Pero no solamente los norteamericanos se han visto conminados a salir presurosos de Siria. Los agentes británicos que secundaban todas estas operaciones han ido abandonando el terreno. Según algunas informaciones, los instigadores británicos de la llamada Primavera árabe que destruyó a Libia en 2011 y que se proyecto para Siria, tras migrar al Kurdistán también han debido hacer sus maletas para volver inmediatamente a Londres (Red Voltaire.org. “El MI6 repliega su dispositivo organizador de Primaveras árabes”. http://www.voltairenet.org/article197278.html )

Sin lugar a dudas que ello se debe al efecto de la firma de la orden ejecutiva de Trump que detuvo la asistencia a los grupos armados y Londres no se quedaría a pagar los platos rotos.

A todo esto, el gasto que implico el adiestramiento por parte de la CIA a grupos “opositores”, revelan el doble fracaso en lo que respecta a la magnífica inversión que hubiera significado eliminar a Bashar Al Assad y hacerse con el control de las regiones de Deir Ezzor ricas en petróleo y gas. Mil Millones de dólares al año, gasto la CIA para solventar los gastos de reclutamiento, adiestramiento, armas y manejo de misiles antitanque guiados TOW (entre otros), han sido tirados a la basura. 

Tal como lo han analizado varios investigadores norteamericanos, EEUU hacía tiempo había perdido su guerra secreta contra Siria, solo que ahora era oficial (The Century Fundation.  https://tcf.org/content/commentary/america-already-lost-covert-war-syria-now-official/)  
Mapa de operaciones en Ersal

La situación en el terreno se hizo insostenible y se puede decir que la salida de las células de estas agencias de inteligencia era una cuestión de tiempo. Una cuestión de supervivencia y de proteger la poca clandestinidad que quedaba de las operaciones, hacía inevitable abandonar la región a costa de caer prisioneros de las fuerzas regulares tanto sirias como iraquíes.  Igualmente y pese a que muchas de esas bases secretas fueron súbitamente evacuadas, otras no corrieron la misma suerte e incluso en algunos casos, sus equipos y personal fueron atrapados en momentos que intentaban fugarse a países limítrofes.

Para peor, lo realmente malo para estos “agentes” era que aún no empezaba lo peor para ellos. Sin dudas, que el peso de años de dolor instigado por sus elucubraciones que desangraron a la región, serán cobrados con una dolorosa persistencia sobre sus humanidades. Para peor y como parte de la política de los gobiernos a los que sirven y de sus agencias, ellos simplemente no existirán y la suerte de sus vidas quedará olvidada con suerte en algún archivo oscuro de algún sótano gubernamental.

Era una cuestión de hecho y aunque los jefes de estos grupos que respondían de las directivas de su cuartel general en Langley, Virginia, hubieran recibido la orden de permanecer en sus lugares, ello hubiera significado un suicidio y la entrega en bandeja de plata, de todos los planes y equipos que se habían visto involucrados durante estos cinco largos años, destinados a tratar de conseguir el derrocamiento de Bashar Al Assad y el desmoronamiento de la República árabe.

Además no solo la CIA y el MI-6 estaban involucrados en todo esto. Como se ha podido comprobar en otras situaciones especialmente dentro de Siria, las agencias de inteligencia de los países petroleros como Arabia Saudita, Emiratos Árabes  y Qatar, de Turquía, Jordania y por supuesto Israel, se verían expuestas al escarnio público y político ante una recuperación masiva de los territorios ocupados por las bandas mercenarias.

Ahora las bandas armadas y las mismas organizaciones como “Al Qaeda”, “Al Nusra” y el “Daesh” están en jaque. El último golpe a sus aspiraciones se vio en el Ersal donde la resistencia chiita Hesbola capturo más del 70% de las montañas de la región haciéndose con varios escondites subterráneos donde se ocultaban centros de mando.

Lo que viene de ahora en mas es el juego de quién tuvo la culpa de que todo eso fracasara. Alguien deberá pagar las culpas en los libros de historia. Los puntillosos planes de engaño y muerte por los cuales Washington con la ayuda de la mano de obra saudita, trataron de recrear un yihadismo “antinatural” –desde la visión islámica- falso y carente de cualquier sesgo moral, hoy solo son cenizas humeantes.  








jueves, 27 de julio de 2017


EN LA MIRA



“BREAKOUT IT”

Más que un giro en la política de Washington, la última orden ejecutiva que deshace la colaboración de la CIA con los grupos mercenarios en Siria se parece a un cambio de estrategia ¿Qué truco se esconde detrás de esto?





Por Charles H. Slim
Justo unos días antes de que terminara el año 2016, la ofensiva del ejército árabe sirio y de sus unidades especiales “Tigre”, con el apoyo de  unidades de “Hesbola” y cobertura de la aviación rusa lograban rodear el último bastión de las bandas armadas que quedaban en el este de Alepo. La batalla fue feroz y la embestida de las fuerzas árabes fue certera saltando las últimas vallas para recuperar toda la localidad, la más importante para el comercio de Siria.

La prensa estadounidense y en especial los medios como The Washington post denunciaban masacres de civiles por parte del ejército de Bashar Al Assad y de la aviación rusa con la clara intensión de detener el avance y la reconquista de la ciudad.

En ese mismo momento en un muy bien equipado bunker escondido entre el vecindario que controlaba el “Jabbat Al Nusra” y el “Jaysh Al Islam” quedaron atrapados una docena de sujetos que aturdidos por el tronar de las bombas y la irrespirable atmosfera saturada de polvillo y olor a pólvora, azorados y aún aturdidos por el sorpresivo asalto de las tropas sirias se preguntaban entre ellos ¿Qué sucedió?

Para cuando entraron los soldados sirios y comandos rusos, la sorpresa sería mutua. 

Al parecer estos pretendían irse y para ello habían preparado algunos pequeños equipajes con variada documentación, pero se vieron atrapados por el fuego del asalto y no pudieron ni siquiera asomarse a la calle.  Equipos de comunicaciones sofisticados, celulares de última generación, línea de internet y un arsenal que pudo haber abastecido por un tiempo más a mercenarios que ya no tenían,  fue el escenario con que se encontraron los agotados combatientes sirios que habían logrado cumplir una de las misiones más complejas de toda esta guerra.

En la cara de estos sujetos con rasgos extraños, la sorpresa y el estupor lo decía todo. 

Mientras los altos oficiales del ejército y de la inteligencia siria se hacían presentes para tomar conocimiento del lugar y la situación, fueron obteniendo las identificaciones de algunos de los presentes y de otros que pese a no estar, habían dejado sus ID en esa base. Se trataban de agentes de servicios de inteligencia extranjeros que habían venido siendo los asesores tras bambalinas y el nexo de los grupos mercenarios con el exterior. En este episodio, agentes de la CIA, Mossad, MI-6, MIT y los Mukjabarat saudita, jordano y qatarí componían el sequito de estos valiosos prisioneros y que tras confirmarse su captura, representarían un dolor de cabeza para sus respectivos gobiernos (Al Manar. “Agentes de inteligencia extranjeros capturados en Alepo”. Publicación del 20 de diciembre de 2016. http://spanish.almanar.com.lb/39961 )

En realidad esto no era nuevo. Años antes (en 2015) los mismos iraquíes habían logrado capturar a elementos norteamericanos e israelíes en el desierto de “Tal Abta” al norte de Mosul, que estaban en misión de proporcionar ayuda nada menos que  al “Daesh”. Obviamente nada de esto se ventilaría por los medios hegemónicos que como el conservador “The Washington Post”, solo publicaba editoriales con historias dirigidas a culpar al gobierno sirio y por supuesto, a Rusia  (DiarioSirioLibanes. “Capturan asesores militares de EEUU e Israel colaborando con E.I.”. http://www.diariosiriolibanes.com.ar/Actualidad/Irak/Capturan-asesores-militares-de-EE.UU.-e-Israel-colaborando-con-E.I )

A ello se agregarían las continuas denuncias de los milicianos sirios, iraquíes y de asesores de inteligencia iraníes que reportaban vuelos de aprovisionamiento destinados al “Daesh” e incluso, el rescate de miembros de éste grupo ante los ojos atónitos de las fuerzas regulares iraquíes, quienes en algunos casos lograron derribar aparatos de la Real Fuerza Aérea británica con su cargamento intacto. Todo ello, en el marco de una política de apoyo a la “Hermandad musulmana” destinada a destruir a los estados árabes laicos de la región y que  fu impulsada desde la Casa Blanca por la administración de Barak Obama y secundada activamente por la entonces Secretario de estado Hillary Clinton.

En apariencias esta política esquizofrénica y cínica de hablar por un lado de combate al terrorismo y de fomentarlo clandestinamente por el otro, habría llegado a su fin. 

Nuevamente, el presidente norteamericano Donald Trump vuelve a causar estupor con sus decisiones de estado que parecen retomar su discurso pre electoral cuando allá por mediados de 2016, clamaba a bocajarro que “Obama apoyaba al ISIS” y que había que “terminar con los intervencionismos en otros estados”. Pues al parecer tomo la decisión definitiva y ha firmado los decretos y órdenes ejecutivas  correspondientes para que se oficialice detener las ayudas de la CIA a estos grupos. El terrorismo como arma geopolítica habría terminado.

Bajo el pretexto de apoyar a la oposición “moderada siria”,  algunos señalan que en 2013 la CIA comenzó con los asesoramientos y prestación de ayuda a grupos armados como el ESL y otras unidades con elementos no sirios, algo que incurrió en una intervención ilegitima contraria a la legislación internacional. Aunque ese era el argumento para justificar dicha intervención, lo cierto era que las armas, equipos y dinero llegaban a “Al Qaeda”, “Jabbat Al Nusra” y al “Daesh” lo que, al ser filtrado a la opinión pública,  terminó siendo una contradicción que la administración Obama trato de explicar con retorcidos argumentos aunque sin suerte.

Pero en realidad las injerencias de la CIA y de actores privados en todo esto (en lo que hace a Siria), viene al menos de un año antes allá por el 2012 cuando bajo la dirección del entonces jefe el Gral David Petraeus la agencia, junto al apoyo de Tel Aviv y del gobierno de Azerbaiyán,  se encargo de gestionar la adquisición y transporte de armas desde Bulgaria, una operación que seguiría siendo dirigida por Petraeus desde su oficina en la firma privada “KKR” y que fue encubierta desde Naciones Unidas por el Secretario General adjunto el estadounidense Jeffrey Feltman (Red Voltaire.org. “Surgimiento de una nueva alianza en el Gran Medio Oriente”. http://www.voltairenet.org/article197247.html ).

Tras la recuperación de amplias zonas que habían estado en manos de los grupos mercenarios, las evidencias materiales de este tráfico se cuentan a toneladas en zulos y depósitos hallados por la investigación de una reportera búlgara y que hoy se hallan a consideración como material probatorio en un futuro proceso judicial.


Con la nueva disposición de Trump, los mercenarios que fueron reclutados por EEUU en la era Obama y que trataron de destruir a la república árabe Siria quedaron abandonados por su cuenta y a la retirada de los equipos de la CIA y asesores militares norteamericanos sin lugar a dudas, deben haber dejado varios cadáveres en el camino, especialmente de los que podrían comprometer –aún más- todo éste bochornoso episodio de la historia de la cual los EEUU y sus socios algún día deberán responder. 

lunes, 24 de julio de 2017

ILM-MIDDLE EAST






“GUERRA PSICOLOGICA”

Cuáles serían algunos de los argumentos y los interesados para revivir el personaje llamado “Abu Bakr Al Bagdadi” en toda la tragedia del Medio Oriente?





Por Charles H. Slim & Ali Al Najafi
A medida que avanzan las tropas sirias en su recaptura de la ciudad de Raqqa y en medio de las aberraciones que se han testimoniado en la recaptura de Mosul, han comenzado a correr algunos extraños rumores que se han diseminado por algunas fuentes de dudosa credibilidad, o al menos, de sospechosa imparcialidad. “Al Bagdadi está vivo” clamaba un reporte de la inteligencia de las Peshmerga kurdas, rebatiendo las afirmaciones del estado Mayor ruso que en junio pasado había confirmado haber eliminado a Abu Bakr Al Bagdadi y a una docena más de sus comandantes en una reunión secreta que se llevaba a cabo en una locación en los suburbios de Raqqa.

De esta forma Lahur Talabani, jefe de la inteligencia kurda –Zanyari- muy ligada a la CIA y al Mossad israelí, algo que le da un aroma muy enrarecido a la supuesta afirmación, volvía a poner en el centro de la escena el tema del líder de esta franquicia. 

Algunas fuentes no oficiales han dejado entrever que la mukjabarat del régimen de Bagdad comparte esto algo que no asombra ya que la misma está controlada por la CIA. En ese sentido el jefe del Ministerio del Interior iraquí Abu Alí Al Basri se puso a tono con los anuncios de Talabani y Washington, desmintiendo que Bagdadi haya muerto en los ataques realizados por la aviación rusa. Ahora bien ¿Qué se busca con este anuncio?  Aunque cueste creerlo, es seguir con la guerra y que la misma se extienda por mucho tiempo más.  

El gobierno autónomo kurdo iraquí y los grupos armados  kurdos sirios apoyados por EEUU e Israel tienen mucho que perder con un cese al fuego y mucho más con una victoria de las fuerzas de Damasco, es por ello que hay que mantener la inestabilidad a como dé lugar.

Pero también aquí hay intereses que están más allá de las ganancias siderales que han venido usufructuando los vendedores internacionales de armas y los mismos gobiernos que están involucrados en todo esto. Los interese privados y de agencias como la CIA tomaron la posta para mantener la agresión en la región  (Red Voltaire. “Armamento por miles de millones de dólares utilizado contra Siria”. http://www.voltairenet.org/article197141.html ) Intereses geopolíticos de relevancia y que chocan entre sí, se están jugando en todo esto.
Kurdos sionistas

Para los kurdos, la violencia en la región es el ámbito propicio para continuar sus despliegues sobre los territorios árabes iraquíes y sirios con la intensión de anexarlos a su ideario de un “Gran Kurdistán” y con ello, los recursos petrolíferos y gasíferos de los estados árabes. En ese plan y bajo la excusa del “Daesh” han venido confiscando territorios del norte de Mosul en Iraq y Deir Ezzor en Siria, causando entre otras consecuencias, el exilio forzado de pobladores árabes sean sunitas, chiitas, cristianos o alawitas.

Más allá que a los kurdos le conviene continuar con la situación de caos, es a EEUU e Israel a quienes les interesa mantener este Status Quo y si necesitan inventar un pretexto más para ello, por qué no revivir a un fantasma como Abu Bakr Al Bagdadi? La lacónica afirmación del Secretario de la Defensa de los Estados Unidos Jim “Perro Loco” Mattis que no ofrece argumentos sustanciales para ello, confirma esta postura que sin dudas rodea de más sospechas la veracidad del anuncio.

Otro funcionario estadounidense como Nicolas Rasmussen, a cargo del “Centro Nacional de Lucha contra el Terrorismo”, avalo la postura de Mattis y dijo que “no tiene claro que el líder del EI esté muerto”, entre otros señalamientos carentes de argumentos. Las conclusiones de estos funcionarios estadounidenses, no solo chocaban con los anuncios del Ministerio de Defensa de Rusia sino también con el anuncio del “Observatorio Sirio para los Derechos Humanos” que además de operar para la desinformación contra el gobierno de Bashar Al Assad, está manejado por el MI-6 británico. 

Entonces muchos se preguntarán ¿Pero que se gana con anunciar que Bagdadi está vivo; de qué sirve ello? Se trata de mantener vivo un mito funcional, de retroalimentarlo. 

Su figura sin dudas –y tras pocas expectativas de sus mentores- sirvió a los propósitos de focalizar, atraer y aglutinar seguidores tanto en la región como de todo el mundo. Si se lo revive, sus seguidores mantendrían la esperanza de que la “lucha por el Califato” no estaría perdida y de ese modo la agitación y el proselitismo del “ISIS” no se detendrá.

Si nos ponemos a ver qué significa todo esto, nadie negaría de que se trata de una abierta forma de patrocinio del terrorismo, algo que curiosamente pareciera no haber sido advertido por Naciones Unidas.

Hoy se puede ver la devastación que EEUU y sus colaboracionistas han causado sobre Mosul y otras localidades cercanas.  A los inclementes bombardeos sobe la ciudad que mato a miles de civiles y redujo a polvo a la infraestructura de la ciudad, hay que agregar la instauración de una atmosfera de terror, esta vez, de los cuerpos de seguridad de Bagdad quienes están cometiendo cuantas atrocidades se les viene en gana con el pretexto de sospechar que han sido colaboradores o simpatizantes del “Daesh”.

Sin dudas que los asesores estadounidenses y británicos que acompañan a estos cuerpos armados y que supervisan estas torturas, ven con beneplácito que ello continue ya que ello esta retroalimentando el odio de la población y justificado la existencia de un “Príncipe e los Creyentes” como Al Bagdadi sin preguntarse cada ciudadano iraquí si es real o ha sido una invención de las agencias de inteligencia occidentales.

Por supuesto y sin lugar a dudas de que para que todo este engaño funcione bien aceitado, se requiere de la colaboración de elementos locales que como ya se venía sospechando, vincula a varios ex funcionarios de inteligencia de Saddam Hussein.

Otra finalidad posible es, la necesidad de mantener cubierto el cupo de liderazgo extremo dentro del descontento y humillado sector sunita de la región, especialmente en Iraq, evitando que pueda ser ocupado por verdaderos líderes árabes quienes realmente se hallan y movilizan al servicio de la causa por sacar a su pueblo de la miseria, la corrupción y la persecución que tan funcionalmente ejecuta el régimen de Bagdad y que a EEUU le conviene mantener.








sábado, 22 de julio de 2017

EN DEBATE




“EL SINDROME DE BAGDAD”

Han pasado catorce
años desde que EEUU y Gran Bretaña invadieron Iraq y aún perduran las huellas de su presencia siendo ISIS una de ellas.




Por Horace Husseini
Parece que fue ayer y como en una película que pasa en cámara lenta, el humo negro de las ruinas de varias zonas de Bagdad, se elevaban al cielo tiñéndolo de ese gris sucio que taparía por semanas el sol y tan solo sería el preludio de una tragedia por venir que no tendría fin. Las tropas estadounidenses y británicas, como si de una invasión de langostas, entraron a Iraq en marzo de 2003 arrasando todo lo que se encontraron a su paso y como si de una orgia de muerte se tratase, se dijeron a sí mismos “todo vale con los enemigos que no son humanos”.

Más allá de que éste breve prefacio tenga un cierto aire literario, lo cierto es que sirve para contextualizarnos en un fenómeno que se originaría en la ciudad de las “mil y una noches” y que (querido o no por los invasores) dieron el origen a lo que hoy poco a poco, avanza agazapado a todos los rincones del globo. El llamado “terrorismo” islamista que nunca pudo prosperar con Saddam Hussein en el poder, tuvo su auge con la llegada de los estadounidenses y su denominada “Autoridad Provisional”, una entelequia administrativa que bajo la denominación para la “reconstrucción”, en realidad  camuflaba toda la ingeniería represiva y de exterminio dirigida entre otras agencias, por la CIA y sus colegas de la inteligencia militar.

La maquinaria militar estadounidense logro abrirse paso y aplastar cuanta barricada y posiciones defensivas se les interpuso en el camino. Sus tanques estaban bien provistos y el equipo antitanque de los iraquíes no bastaba en muchos casos para lograr frenar las hileras acorazadas que penetraban en las ciudades. Si algo no falto en aquella lucha fue el ánimo de los iraquíes por no caer bajo el yugo invasor y testimonio de ello pueden darlo los mismos norteamericanos que vieron como desde todas partes y con todos los calibres de municiones imaginables, les disparaban soldados, policías, milicianos y simples vecinos bagdadíes.  Desde techos y terrazas lanzaban cocteles molotov, garrafas de gas a modo de bombas sobre los tanques Abrhams y Bradley que pasaban por las calles.

Con esto queda claro que los iraquíes del común, hicieron cuanto pudieron contra aquella invasión y pese a que no lograron detenerles, no se quedarían de brazos cruzados.

Y mientras las tropas invasoras se movían ruidosamente por la superficie, en la oscuridad de sus bases y agazapados a la espera de órdenes, las agencias de inteligencia como la CIA y grupos dirigidos por el Mossad israelí planificaban su propia guerra subterránea en la cual no habría miramientos ni respeto de cualquier legislación internacional ya que para ellos, “todos en Iraq, son enemigos”, sin importar si sus víctimas eran hombres, mujeres, niños o si ellos eran civiles, sunitas, chiitas o cristianos, para aquellos solo eran blancos y nada más.

Pero estos planes no lograrían tener éxito si no era con la colaboración de ex oficiales de inteligencia de Saddam, quienes consideraron mejor negocio, dar la espalda a su país para unirse a los equipos de la CIA y trabajar para los nuevos amos, tal como lo aseguró el ex jefe de la agencia Vincent Cannistraro (The American Prospect. “El resurgir de Fénix”. http://prospect.org/article/phoenix-rising )

A la par de estos siniestros elucubradores, sus colegas militares quienes son en la vida real, una competencia que muchas veces se chocan en los escenarios donde actúan, median y pronosticaban cual sería la reacción de la sociedad iraquí ante su presencia y como tocar los cables correctos para desarticular las lealtades que existían entre la población para con Saddam Hussein y el partido Baas.  Para ello contaban con la colaboración de traidores políticos, milicias pro-iraníes como la organización “Badr”  y criminales locales que paga mediante y las promesas de un sitial en el gobierno que se erigiría, prestarían su ayuda para que los norteamericanos pudieran moverse dentro de las callejuelas suburbanas de Bagdad.

Apenas los tanques norteamericanos rodaron sobre las calles de Bagdad en aquel 9 de abril de 2003, comenzaron a trabajar las células de delincuentes que habían sido entrenados meses antes por estadounidenses y británicos en campamentos secretos en Jordania y que operarían como los primeros “Escuadrones de la muerte” que sembrarían el terror entre la población. Su misión era ir a la caza de los principales jefes y representantes del partido nacional Baas sin importar a cuantos tuvieran que matar para conseguirlo.

Pese a los daños que causaron y la brutalidad puesta en marcha, no lograron concretar sus propósitos.

Para cuando los estadounidenses desembarcaron, ya tenían preparada una política de eliminación y cooptación que debería disolver a las FFAA, la policía y los organismos de inteligencia iraquíes y colocar en su lugar estructuras con funcionarios de partidos opuestos al Baas sin importar que ellos fueran pro-iraníes (Iraqsolidaridad. “Irán gana influencia y poder en Iraq a través de las milicias”.  Por Tom Lasseter. http://www.iraqsolidaridad.org/2004-2005/docs/ocup_20-12-05_3.html ). Lo imprescindible era que fueran eliminados los elementos baasistas o cualquiera que resistiera la presencia extranjera.

Al mismo tiempo y unas semanas después y cuando los norteamericanos recién estaban armando la infraestructura de la Zona Verde, comenzarían las primeras escaramuzas con grupos irregulares de iraquíes que, organizados en la clandestinidad, proclamaban por videos subidos a internet ser la “resistencia armada” contra la ocupación. Pese a que los voceros militares trataron de minimizar estos hechos, los mismos se fueron multiplicando, y ello llevo a crear tensiones irremisibles entre la administración de George W. Bush y el Pentágono (Iraqsolidaridad. “La resistencia iraquí fractura las relaciones de Bush con el ejército norteamericano”. Por Abid Mustafa. http://www.iraqsolidaridad.org/2004-2005/docs/mustafa_30-06-05.html )

Esto hizo inviable que pudieran estar en el terreno sin pagar duras consecuencias. Fue allí que los cerebros de la inteligencia militar y sus colegas de la CIA implementarían el arma secreta (contrainsurgencia), que ya había sido usada en Afganistán en la década de los ochentas y que (deliberadamente) salto al conocimiento público con los ataques en Kenia y Tanzania en 1998; ella era, “Al Qaeda” con un supuesto origen iraquí. Pero incluso eso fracaso. Su organizador Abu Muzab Al Zarqawi, enviado para crear controversia en enfrentamiento entre los grupos de la resistencia, cuando no sirvió más, fue eliminado por los propios norteamericanos.

Lo que Zarqawi y su grupo no lograron, lo hizo el sistema de prisiones administrado por EEUU (entre ellos Abu-Graib) donde se torturo y asesino sistemáticamente a los iraquíes. Allí no solo se detenía y torturaba a hombres y mujeres por sádico placer, sino que, con la participación de médicos y psiquiatras contratados por la CIA como los doctores James Mitchell y  Bruce Jensen (entre otros) se experimentaba con dolorosos métodos de lavado de cerebro, choques eléctricos, privación del sueño, meter comida por el recto, sodomización de hombres y mujeres, ahogamiento submarino  y el chantaje, se manipulaba las mentes de los desgraciados para que, una vez acondicionados,  sirvieran a los propósitos de los norteamericanos. Destruir la psiquis del prisionero era la meta de estas prácticas aberrantes y llevarlo a los extremos de la desesperación.

En estas redes de prisiones se crearon tal vez cientos o miles de “zombies” que, una vez liberados, estarían al servicio de las células de la CIA y aliados que operativos aún hoy en la clandestinidad, siguen colocando bombas en lugares públicos de Bagdad. He aquí lo que los norteamericanos querían decir “ganar la mente y los corazones de los iraquíes”.

Sumado a ello, la desinformación y el constante radiar de una propaganda engañosa por parte de los medios occidentales sobre una supuesta guerra sectaria para tapar la realidad de una resistencia en auge, que no les dio tregua hasta su salida en 2011.

Al día de hoy no se puede conocer el grado de daño que ha causado esta ingeniería siniestra y cuán importante ha sido éste para perpetrar actos tan violentos como irracionales (como los coches bomba en medio de una multitud o inmolaciones en los  mercados). Sin lugar a dudas y a la distancia,  con estas aberrantes manipulaciones al mejor estilo nazi, el factor “ISIS” surge como un ente aglutinante claramente funcional,  un elemento creado y plantado deliberadamente para absorber a estos “muertos vivos” y moverse con relativa simpatía en una sociedad  mansillada y que fue inoculada con los venenos de la desesperación y terror.