EN LA MIRA
“GUERRA SILENCIOSA”
Los lineamientos de Trump en el área de Inteligencia ha irritado a los sectores del estado profundo norteamericano y ya ha tenido sus primeras bajas ¿Podrá Trump vencer esos obstáculos que se esconden en las sombras?
Por Javier B. Dal
Desde que hubo asumido Donald Trump a la presidencia de
los EEUU no han parado las escaramuzas intestinas y los desaguisados
administrativos entre los funcionarios entrantes y los sectores del estado
profundo de la Unión. Quizá donde más se esté desarrollando este choque de
intereses sea en el área de la inteligencia, una dimensión tan vasta como
desconocida para los funcionarios pasatistas que apenas logran conocer una
minúscula porción de lo que se esconde en los insondables recovecos de dicho
sector estatal.
En este sentido, la personalidad de Trump y
tan solo una sola de sus medidas para con dicha área, despertó al monstruo que
se esconde detrás del cartel de organismo público y que maneja desde de las
profundidades oscuras de la llamada “comunidad de inteligencia”, los asuntos
más sucios y revulsivos de los que varios gobiernos estadounidenses algún día
deberán responder.
Aún antes de que Trump llegara a la Casa
Blanca se advertían las intensiones de que los sectores ligados a Obama y Hillary
Clinton quienes a su vez responden a los intereses reales que constituyen el
denominado Stablishment , preparaban una fuerte resistencia a la para
ese entonces, posible presidencia de tan odioso personaje. Y es que dicho odio
no provenía ni proviene por sus estrambóticas declaraciones o sus gestos
ridículos que no tienen sin igual o incluso sus desmesurados puntos de vista
para con ciertos temas que aún molesta al colectivo norteamericano. No nada de
eso, Trump cuando decidió que terminaría con el embuste del “11 S” y todo lo
que se desprendía de ese evento, tomo cartas en el asunto y eso para quienes
fueron los orquestadores, tanto internos como externos de esos crímenes, eso no
puede ser tolerado.
Igualmente, estos sectores saben que
actualmente se hayan expuestos ante la opinión pública y por ello no pueden
actuar como lo han hecho acostumbradamente en el pasado. En ese sentido Trump
ha demostrado que en esa cabellera no tiene un solo pelo de idiota –aunque
muchos aún así lo crean- ya que no ha dejado lugar ni espacio en los medios
para que quede claro, que las herramientas como la CIA –más la veintena de
otras agencias federales internas- y las Fuerzas Armadas dejarán de jugar
para intereses ajenos a la Unión y ello señores, no es poca cosa.
Y no se quedo en las palabras. Inmediatamente
a la toma del cargo Trump asesorado por el ultra conservador Steve Bannon y el
sionista de pacotilla Jared Kushner redacto y expidió un Memorándum que
descabezaba de un solo corte, al aparato
tentacular de inteligencia que desde el 2001 había venido siendo el gran elefante blanco
para la ejecución y la permanencia de las operaciones de la CIA más allá del
conocimiento y ejercicio de cualquier presidente en ejercicio. Literalmente,
aquel documento además de reestructurar el Consejo de Seguridad Nacional
terminó con el cargo vitalicio del “Consejero” de seguridad, un sitial con un estatus
claramente enfrentado al espíritu democrático y constitucional.
Pero lo que termino por irritar hasta la
médula a esa “cofradía oscura” que
sustentada por los sectores neocon y lobistas internos que regentea desde el
2001 éstas áreas tan delicadas y estratégicas para la seguridad nacional, fue
la designación del general de Inteligencia Militar Michael Flynn, un laureado y
muy capaz miembro de las Fuerzas Armadas que tras un enfrentamiento con el jefe
de la DIA en 2014 fue expulsado de su papel de director por haber expresado sus
ideas y dudas sobre lo que se estaba haciendo en la “lucha contra el
terrorismo”, dejando en claro que “no se estaba haciendo nada”, algo que le
valió la inquina de la administración de Obama y de los planificadores de la “Estrategia
del Caos controlado”.
Tras su salida de la vida pública, Flynn creó
y participo en una agencia Consultora de seguridad privada “FLYNN INTEL GROUP” que habría estado
involucrada junto a la CIA en apoyar a grupos internos venezolanos en el fallido
intento por derrocar al gobierno venezolano en 2015. Otros aspectos nada
positivos de éste militar es su notorio y público odio a los musulmanes y al
Islam describiéndola como una ideología que se disfraza de creencia religiosa a
la cual en algún momento calificó como un “cáncer”.
A su vez también es de ley recordar, que fue
Flynn quien denunció públicamente que la guerra de Irak había sido un error y
que ella había ayudado a la creación del “Estado Islámico” lo que no causo muy
buenas reacciones en el seno de Washington.
Aunque la declaración de Flynn se quedo a la mitad de camino –ya que
el ISIS fue un ingenio de la CIA- sus palabras no podían pasar
desapercibidas a quienes no se convencían de las “versiones oficiales”.
Durante la campaña presidencial, aquellos
sectores que estaban en actividad durante la era Obama comenzaron a escudriñar
las actividades de Flynn usando para ello al FBI, tal vez los mismos sectores
que trataron de tapar los asuntos sucios de la entonces candidata Hillary
Clinton en plena campaña, fueron los que se avocaron a tratar de encerrar a
Flynn. Con esto y una agresiva campaña mediática de los medios neoconservadores
lograron sembrar las dudas en rededor de Flynn lo que les dio suficiente
sustancia para ordenar una prosecución por el presunto delito de traición.
Ello
le valió la presentación de su renuncia al cargo de consejero del Consejo de Seguridad
Nacional caso contrario afrontaría la
posibilidad de ser arrestado y paseado por ante las cámaras de TV como un
simple criminal.
No cabe lugar a dudas de que estas intrigas
internas dentro de la monstruosa estructura de inteligencia traerán
consecuencias en los escenarios donde están operándolas, siendo seguramente en
Siria e Iraq donde se verán los efectos más evidentes de que sector triunfara
en esta lucha de poder intestina. Así podremos ver si son los sectores Neocon
que han venido manejando a la CIA en sus arbitrarias operaciones negras en el
mundo o los hombres de Trump que plantean rediseñar el organigrama y los
objetivos de las operaciones de estas
agencias para y solo para los intereses de la Unión americana.